La Nakba:  Limpieza étnica y el nacimiento de Israel

¿Cuántas veces te has metido en una discusión sobre la situación de los palestinos con unos partidarios del estado de Israel en que estos han salido con el argumento de que el problema es la “intolerancia” palestina contra los colonos judíos? Nos han enseñado que se fundó Israel como resultado de una heroica lucha por su tierra natal en contra de un “enemigo inhumano”. Pero la realidad es muy distinta.

A comienzos del siglo 20, la mayoría de los judíos del mundo vivían en Europa, donde padecieron una fuerte opresión, y en muchos casos tuvieron una participación activa en los movimientos progresistas y revolucionarios. El movimiento sionista surgió en oposición a eso. Herzl, un fundador sionista, dijo: “Para Europa, vamos a crear en Palestina un puesto de avanzada contra Asia, y seremos la vanguardia del mundo civilizado contra la barbarie”.

En 1918, al fin de la Primera Guerra Mundial, en Palestina vivían 680 mil palestinos y 56 mil judíos, y los palestinos eran dueños del 97% de las tierras. Pero en 1947, la ONU les dio a los colonos sionistas el 56% de Palestina. Aun antes de la fundación formal del estado de Israel, estos colonos comenzaron a expandir de manera agresiva su territorio mediante una campaña de terror apuntada a expulsar a los palestinos de sus tierras.

Los palestinos llaman lo que les pasó de 1947 a 1948 la Nakba, que en árabe quiere decir “catástrofe”. Durante la Nakba, a la fuerza obligaron a casi un millón de palestinos a dejar sus tierras, aldeas y hogares, a huir con lo que podían cargar. A muchos los violaron, torturaron y masacraron. Para asegurarse de que no habría nada a que volver y borrar la evidencia material de que estas tierras pertenecían a los palestinos, arrasaron por completo las aldeas, olivares y naranjales de los palestinos. La Nakba dejó 31 matanzas documentadas y probablemente muchas otras. Desterraron a 530 aldeas y 11 barrios urbanos.

Este palestino de 67 años de edad, que hoy vive en el campo de refugiados Dehaishe, sostiene la llave original de la casa de su familia en Deir Aban de la cual tuvieron que huir durante la ocupación israelí de 1948. Getty Images

Una tristemente célebre masacre en abril de 1948 en Deir Yassin, al oeste de Jerusalén, dejó 250 muertos. El historiador israelí Ilan Pappé (autor del libro La limpieza étnica de Palestina) describe que los soldados judíos irrumpieron en la aldea y rociaron las casas con fuego de metralleta y masacraron a mucha gente al instante. “A los aldeanos que quedaban los juntaron en un lugar y los masacraron a sangre fría, maltrataron los cuerpos y a varias mujeres las violaron y luego las mataron”.

Como resultado de la Nakba, ahora hay casi 4.5 millones de palestinos dispersos por todo el mundo, además de 1.4 millones bajo ocupación militar israelí en Cisjordania y 1.3 millones en Gaza. Aproximadamente 1.5 millones de palestinos siguen viviendo en Israel como ciudadanos de segunda. El estado sionista hoy ocupa aproximadamente el 78 % de la Palestina histórica, sin contar el creciente numero de colonias israelíes en Cisjordania. Israel no tiene ningún paralelo en el mundo: un estado que se ha construido adrede, desde el principio, para un pueblo, una cultura, sobre bases religiosas y sin fronteras permanentes formales.

Se estableció el estado de Israel mediante la limpieza étnica del pueblo palestino. Desde entonces, Israel ha tenido un papel central como bastión de los intereses del imperialismo yanqui en el Medio Oriente. Sin el apoyo político y militar de Estados Unidos y el enorme ayuda económica (tres mil millones de dólares al año del gobierno además de fondos de particulares incentivados por el gobierno), Israel no sería lo que es hoy, si es que existiera.