Revolución #186, 20 de diciembre de 2009
Una pregunta para Jared Diamond: ¿Se impedirá que el capitalismo-imperialismo destruya la tierra?
Mucha gente de todo el mundo conoce a Jared Diamond, un profesor de geografía de la Universidad de California-Los Ángeles, por sus exitosos libros Armas, gérmenes y acero: Breve historia de la humanidad en los últimos trece mil años y Colapso: por qué unas sociedades perduran y otras desaparecen. Un importante artículo de opinión de Diamond salió en el número del 6 de diciembre en la edición dominical del New York Times, titulado "¿Salvarán las grandes empresas a la tierra?"
En este ensayo, Diamond escribe: "Muchas personas opinan, en particular entre los ambientalistas y los liberales, que las grandes empresas destruyen el medio ambiente, y que son avaras, malvadas y regidas por las ganancias cortoplacistas. Lo entiendo, porque yo también comparto esa opinión. Pero hoy tengo sentimientos más matizados".
En Colapso, Diamond analiza y examina detenidamente cómo y por qué las sociedades modernas y antiguas se vinieron abajo, por diversas razones, pero sobre todo por desastres ecológicos. Y plantea la cuestión de las implicaciones de tales colapsos para el mundo de hoy, en que el propio futuro del planeta está en peligro.
Pero ahora, ahí viene Diamond, en las páginas del New York Times, promoviendo la opinión de que ahora, para salvar a la tierra, es posible confiar en las grandes corporaciones capitalistas que han sido responsables de orillar al mundo hacia el colapso ecológico. Diamond cita tres corporaciones que figuran entre las mayores entidades capitalistas del mundo: Walmart, Coca-Cola y Chevron.
Oiga, Jared, ¡¿QUÉ PASA?! Su libro, Colapso, obligó a la gente a confrontar la enormidad de la crisis ambiental. Pero ¡¡¡¿¿ahora usted está sosteniendo que las mezquinas reformas, si es que las haya, de las corporaciones capitalistas salvarán a la tierra??!!! Hágame el favor, Jared.
La pura realidad es que Walmart, Coca-Cola y Chevron son parte de un sistema: el sistema de capitalismo-imperialismo. El problema fundamental que tenemos no es la "avaricia" ni la "naturaleza humana", sino que este sistema se rige por la lógica de las "ganancias sobre todo" y el "expandirse o morir". Éste es un sistema vampiresco que se ceba de la sangre de un sinnúmero de millones de personas en todo el mundo cuya vida es restringida, pulverizada y apagada.
Diamond habla con un tono positivo sobre las supuestas actividades de la Coca-Cola de contribuir a la preservación de las mayores cuencas de agua del mundo. Pero, mientras tanto, ¿qué "respuesta" da el sistema capitalista imperialista en su conjunto al problema de que el 20% de la humanidad no tiene acceso al agua potable? Privatizar cada vez más los recursos del agua con la finalidad de vender con una ganancia lo que debería ser un recurso que toda la humanidad comparte de manera racional.
Chevron es la misma corporación que, entre sus muchos delitos, causó la masiva contaminación de una enorme extensión de la selva tropical de Ecuador con 18 mil millones de toneladas de lodos tóxicos, la que la gente llama el "Chernobil de Chevron en el Amazonas".
El capitalismo es un sistema en que se lleva a cabo la producción y la distribución de las necesidades materiales para la vida mediante la competencia despiadada entre capitalistas particulares o grupos de capitalistas que constantemente pelean por aventajarse a los demás rivales. Y éste es un sistema mundial con una gigantesca división: el puñado de potencias superricas que sobreexplotan y viven del trabajo de las mayorías del mundo.
Los hechos acerca de la manera en que funciona este sistema son cosas que es posible conocer mediante la ciencia, al confrontar la realidad tal como es. Con este enfoque, la única conclusión que se puede sacar es que nada menos que un cambio radical y total de la forma de organizar y administrar las sociedades, en el futuro inmediato, impedirá un colapso ecológico a nivel mundial. Pero Diamond no toma ese rumbo, y ha recurrido a "soluciones" ilusorias que cifran sus falsas esperanzas en el mismo sistema que ha llevado al mundo el borde de este precipicio en primer lugar.
Jared Diamond plantea la pregunta: "¿Salvarán las grandes empresas a la tierra?" La respuesta es: NO. La verdadera y sumamente urgente pregunta es: ¿PARARÁN los habitantes del mundo a este sistema anticuado y monstruoso antes de que el mismo destruya a la tierra?
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