Revolución #202, 30 de mayo de 2010
Una contradicción histórica: Cambiando el mundo en lo fundamental sin "apagar las luces"
Uno
Cuando esta contradicción se planteó por primera vez, mi respuesta inmediata fue que concentraba una verdad dolorosa, pero una que no debiera ser así y que una orientación incorrecta de parte de los comunistas la había convertido en realidad. Sin embargo, al pensarlo más, decidí que esa contradicción no surge simplemente por los errores de los comunistas y que no debemos tratarla de una manera idealista, diciendo: "Bueno, simplemente lo hicieron mal, pero no hay problema pues nosotros tenemos la nueva síntesis". (Como dijo Bob Avakian hace un tiempo, la nueva síntesis responde a contradicciones objetivas). Tampoco es cuestión de "veredictos anticomunistas" solamente (aunque esos también son muy reales). Aquí existe una contradicción objetiva, a la cual tenemos que luchar por dar una respuesta distinta a la de "apaguen las luces, la fiesta se acabó".
En un nivel fundamental, da mucho placer y emoción luchar por liberar a la humanidad de las omnipresentes cadenas milenarias y totalmente innecesarias que nos tienen a todos brutalmente amarrados. Sí, hay momentos de gran frustración, peligro y sacrificio. Pero no hay otra cosa que ofrece más estímulo, retos, risas y esperanzas que dan vuelo al corazón. Piensen en el significado cuando las masas se levanten en verdad, cuando millones de personas alcen la cabeza. Piensen en toda la creatividad que se podría desatar, y toda la energía y el arte. Ni siquiera sabemos lo que se podría desatar, pues hoy eso es aplastado.
La nueva síntesis provee un conocimiento radicalmente distinto y nos capacita para que eso no sea el caso (ahí vienen los comunistas, apaguen las luces, la fiesta se acabó). La nueva síntesis no niega que haya problema, pero provee un marco genuinamente distinto para dar una respuesta distinta; no es un plano, sino un marco y un camino. Para hablar de la epistemología en términos de que el marxismo abraza toda la realidad: aprender de diferentes campos, una ruptura con el utilitarismo en relación con la filosofía, la cultura, el aprecio del jugar, y de la admiración y el asombro. La metodología que valora el mapa de muchas capas y el hecho de que diferentes contradicciones se expresan mediante muchos canales y no solamente con relación a las principales contradicciones sociales de un momento dado. Para entender eso, y entender más a fondo lo que se requerirá para transformar esta división intelectual/manual, se requiere proveer espacio y tener efervescencia, disentimiento y debate. El socialismo con este nuevo entendimiento será una sociedad verdaderamente increíble en la cual vivir y participar.
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Al pensarlo, se me ocurrió primero un pasaje de La Fiebre que se me ha quedado en la memoria. Wally Shawn habla de "la ciudad en que crecí, la ciudad que amo más que todas las demás" y describe las noches frías de invierno cuando no hay nieve aún, pero "sientes que quiere nevar". Describe un barrio elegante de la ciudad, donde la humedad mojada cubre todo, "como la humedad que ves en una cereza congelada" y donde "los hombres abrigados miran duramente con un deseo boquiabierto a las mujeres seductoras y el rizar de sus labios pintados, de sus aretes, mientras pasan de la luz irregular a la oscuridad de la acera... Y eso es el tipo de cosa que los comunistas jamás comprenderán..."
En un nivel, claramente está señalando un punto más general sobre la belleza, la frivolidad, la pura hermosura que los comunistas deberían captar y tienen que captar. Y la manera en que plantea eso es muy poética.
Por otro lado, no pues, no está bien que los hombres "miren duramente" a las mujeres en la calle "con un deseo boquiabierto". Sin embargo, tampoco puedes decir solamente: "¡Carajo! De ninguna manera vamos a aceptar que esa sea la belleza, porque qué significa para la vida de la mujer, y para la mujer como ser humano pleno, ser considerada como nada más que objeto de esa clase de deseo, objeto de satisfacción visual y sexual para el hombre... y toda la violencia, brutalidad y degradación que viene con esa cosificación (incluso, tal vez, a pesar de la intención subjetiva de algunos de esos hombres)". (Estuve en el tren apenas la semana pasada y fui blanco de uno de esos comentarios omnipresentes, y yo estaba por casualidad de un mal humor de mierda de esos en que simplemente quieres gritar que ¡la ciudad no es un pinche museo de mujeres como muñeca y objeto de arte para que esos tipos contemplen nuestras piernas, nalgas, cabello o lo que les dé la pinche gana!)
Entonces hay que decir que eso no tiene nada de bueno... si se va a liberar la humanidad en realidad, hay que tratar a la mujer como un ser humano pleno, y no como un objeto para "comerse con los ojos" ni como una mujer que suscita un "deseo boquiabierto" de un hombre. Hay que luchar sobre eso ampliamente en la sociedad, desde diferentes ángulos y como parte de un proceso más grande: lo que significa ser bella tiene que cambiar y también el contenido del deseo sexual. (También tiene que haber lucha para darse cuenta de lo que va de la mano con la manera en que Wally contempla ese momento de belleza, pues ese momento es parte de un paquete mayor que a Wally no le gusta. No es que todos se darán cuenta de esto ni que todos estarán de acuerdo, pero tiene que haber una amplia lucha sobre ello, y no solamente del Partido para afuera, a pesar de que habrán leyes y normas). Y en esto puedes oír a Wally, diciendo: "¿Ves? ¿Entiendes lo que dije?".
No es el caso que los comunistas deben armar una lucha cada vez que una persona defiende las relaciones sociales explotadoras o opresivas, sobre cada cuestión en cada esfera. Eso sí sería apagar las luces; sofocaría y enfriaría la atmósfera de la sociedad. Pero tiene que haber lucha... y, en este terreno, mucha lucha. Repito, no debe dirigirse contra cada persona en torno a cada cuestión y en cada instancia, pero sí tiene que llegarle a la gente "donde vive" y hay mucha gente que sostendría que eso es "apagar las luces, se acabó la fiesta".
Para volver a la otra cara de la contradicción que en mi opinión Wally está planteando, hay cosas de belleza que no son muy buenas y eso es complicado, aunque en gran parte habrá que darles espacio y, en unos casos, hasta tenerles aprecio. Aquí el punto de Bob Avakian sobre Shakespeare es muy importante. Para dar un ejemplo actual: la música de hoy es en gran medida muy mala respecto a la cuestión de la mujer y en muchos casos, con toda franqueza, es imposible escucharla, pero muchas cosas hay que comprenderlas y dejarlas así, o pasarlas por el tamiz. (Eminem representa una contradicción interesante y compleja en este respecto, pues es un letrista verdaderamente increíble y creativo, con un espíritu desafiante que en parte es muy bueno, con gran corazón para los jóvenes y enfoques muy interesantes de la cuestión nacional. Pero mucho de su espíritu desafiante se canaliza hacia defender y componer rimas que hablan de asesinar a mujeres: textualmente habla de matar a su ex esposa y colocar su cadáver en la parte trasera de la cajuela y, total, para mí me encantan unas canciones de cada disco compacto y otras simplemente no las puedo escuchar. Desde otro ángulo, tomemos la canción "Jolene" de Dolly Parton: es bastante mala en realidad, pero para mí es conmovedora y bella). La cuestión de los diferentes niveles de la materia, el saber qué es esencial en un momento determinado y qué no lo es, y el aprecio por una realidad compleja y los aspectos intangibles del arte y la cultura (sin irse luego al otro extremo, de que el arte y la cultura son algún tipo de esfera intocable y excepcional).
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No se trata simplemente de que los comunistas manejaran mal la situación o tenían una orientación equivocada, sin embargo me parece que en la historia de nuestro proyecto, esta contradicción ha jugado su parte. Como parte de investigar este tema, miré un libro titulado Street Art of the Revolution: Festivals and Celebrations in Russia, 1918-1933 [El arte en las calles de la revolución: Festivales y celebraciones en Rusia, 1918-1933]. Es simplemente increíble. Tras la toma del poder en la Unión Soviética, había mucha necesidad pero también un tremendo florecimiento de creatividad, literalmente como si la hubieran descorchado. Muchos artistas se responsabilizaron de ayudar a satisfacer esa necesidad, incluido en hacer que las masas entraran a la vida política y cultural, y hubo mucha experimentación con respecto a eso.
En octubre de 1918, Lunacharski (quien fue en ese entonces el comisario político de instrucción pública) dijo: "¡Que las plazas sean nuestras paletas y las calles nuestros pinceles!". El libro explica: "Las ciudades se transformaron en grandes exhibiciones al aire libre, con cientos de monumentos y grandes paneles decorativos. Se realizaron espectáculos y actos teatrales en las calles, algunos con miles de artistas y decenas de miles de espectadores, con efectos de luz, música y canciones, creando una síntesis totalmente nueva de formas de arte". Las fotos del libro muestran grandes festividades, con enormes estandartes rojos que colgaban de todas partes de la calle, grandes murales, esculturas y decenas de miles de personas que llenaban las calles. Es muy impresionante. También querían desatar a los artistas a aplicarse a la arquitectura y a cada esfera de la vida; Lenin tenía una visión de que los muros serían cubiertos de frescos.
[Encontré en este libro una cita de Lenin, muy interesante y significativa, la cual no había leído antes: "Con relación a todas las formas de educación popular, Lenin hizo hincapié en que 'el mayor error, el error más horrible, que pudiera hacer un marxista sería pensar que los millones de artesanos y campesinos pudiera salir de la oscuridad por la línea recta de una pura educación marxista'. Dijo: 'Hay que llegar 'a esta gente sencilla' de tal manera que despierte su interés; hay que despertarla desde todos los ángulos y por todo tipo de medio'". (El libro dice "gente sencilla" y, como la fuente está en ruso, no sé de dónde la sacó). La cita me pareció muy interesante en términos del dinamismo y efervescencia por los cuales Lenin estaba luchando y, aprendiendo de eso, se puede ver el papel de enriquecer todo eso en términos de abordar todas las esferas.]
Se discutía mucho que ese arte debía servir al pueblo y, de lo que puedo deducir, eso fue gran parte del ímpetu que sentían los artistas mismos y había mucha experimentación con el arte abstracto. La orientación de mucho de eso fue la construcción de la nueva sociedad (y Rodchenko habla del arte de la construcción). Pero aquí también había mucha experimentación, mucho uso de la abstracción y mucho tanteo con ella. Rodchenko, por ejemplo, quería crear un nuevo tipo de pintura que reflejara el nuevo mundo y la nueva gente. Escribió en un lugar: "Abajo el ARTE, el medio de ESCAPARSE DE UNA VIDA que no vale la pena vivir. La VIDA consciente y organizada, la capacidad de VER y CONSTRUIR, ese es el arte moderno". (Esto no es de ninguna manera la única forma del arte que se requiere, y creo que aun así no da suficiente espacio, sin embargo hay mucho que aprender aquí, inclusive, una vez más, con respecto a la experimentación y la manera en que los diferentes artistas concebían la tarea de satisfacer las necesidades de esa nueva sociedad en su concepción general.)
Hacia finales de los años 20, la orientación de los festivales llegó a celebrar más que nada la industria (había ese aspecto antes, pero ahora casi todo se redujo a ello) y en los artes, el énfasis se centró únicamente en el realismo socialista. El libro que tengo sobre Rodchenko lo describe así: "El clima había cambiado y en un tiempo en que la Unión Soviética estaba luchando, por medio de una serie de planes de cinco años, para modernizar la industria y la agricultura con el fin de establecer la viabilidad económica, se pensaba que la retórica sencilla del Realismo Socialista proveía un marco más fácilmente comprensible para comunicar los cambios que estaban sucediendo. Como muchos de sus colegas, Rodchenko no podía acceder a esa estética reinante y, como resultado, tuvo que arreglárselas cada vez más con menos canales para sus obras".
Las luces más o menos se apagaron. Sí, se estaba enfrentando una profunda necesidad; asombran las bajas en la guerra y los esfuerzos necesarios para combatirla. Lo novedoso de todo eso tuvo un impacto enorme. Y sí, son necesarios los planes económicos, pero no todo lo que pasa en una sociedad tiene que servir esos planes directamente para tener valor. Un florecimiento sin precedente estaba en marcha y, aunque no todo tiene que continuar a la misma altura o con la misma intensidad (ni todo fue fantástico tampoco), la restricción en ese campo, junto con muchas otras contradicciones, sí llevó a una situación de "apaguen las luces, la fiesta se acabó".
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En otro nivel diferente, hoy muchas veces nosotros los comunistas establecemos límites estrechos. Todavía tenemos una situación en que muchos camaradas pasan demasiado tiempo "corrigiéndoles" a las masas, luchando sobre contradicciones menores. Todavía no estamos aprendiendo lo suficiente sobre lo que está impulsando a ellas, sobre las contradicciones que están enfrentando y sí, luchando con las masas, pero dentro de un contexto más amplio y general.
No tengo conocimientos extensos sobre esto, pero ha surgido de entre la cultura "hip" toda una onda, una movida, que quiere romper con esa cultura en algunas maneras y que busca amor y apoyo, busca una comunidad. Mucho de eso se expresa en una espiritualidad, el cristianismo pero también un tipo más vagamente "oriental" (generalmente una amalgama de chakras, la meditación, el querer sintonizarse con la fuerza de la energía). Fui a una pachanga organizada por un colectivo de artistas que son amigos de universidad y formaron el colectivo porque querían encontrar el mismo apoyo, el empuje y desafío artísticos, y la colectividad que había en la universidad. Fue una escena interesante, con mucha dulzura, y trataban conscientemente de romper con la "ironía engreída" que empaña mucha de la cultura "hip". (Es interesante que dos de las mujeres tienen sangre mesooriental y una tiene sangre palestina, y estaban muy abiertas a discutir ideas radicales). La pachanga definitivamente no fue radical en sí, pero el colectivo está tratando de hacer algo positivo. (Un punto interesante para pensar es que la campaña de Obama impulsó a muchos de esos sectores a una vida política muy activa, y lo contradictorio que eso podría ser ahora). Una contradicción que surge mucho en este ámbito cultural, y algo que se divide en dos, es que no debemos expresar tanta indignación y que no debemos enfocarnos solamente en las cosas negativas que ellos (los dominantes, en cualquier forma que se entienda) están haciendo, sino también en las cosas positivas que podemos hacer nacer. Por un lado, eso en verdad nos dice algo: sí tenemos que hablar mucho más sobre lo que se podría lograr con la DDP [dictadura del proletariado], sobre qué tipo de mundo es posible, y realmente aprender de otros en cómo ellos ven esto. Pero planteado en la forma en que lo plantean, también significa querer apartarse de lo que en realidad debe inspirar indignación en la gente. Tener coraje frente a crímenes de lesa humanidad no es extremadamente negativo ni deprimente; bueno, tal vez puede serlo, pero para eso sí hay que regresar a esa calcomanía que dice: "Si no sientes rabia, ¡pues no estás prestando atención!". Sí hay que confrontar eso de "así son las cosas". Y sí, es posible transformarlas mediante la lucha. Pero hay que confrontarlo: eso de "así son las cosas" en realidad no es nada bueno. No estoy recomendando que todo mundo sea determinista y negativo, pero no todo son las mil maravillas, ni es simplemente una cuestión de "enfocarse en lo positivo".
Parte de la contradicción es que esta visión positiva y muy real, esta visión viva y alcanzable, la cual en mi opinión puede inspirar a un nivel mucho más elevado, no se concretará a menos que confrontemos la realidad, hagamos frente a este sistema y lo derroquemos.
Hay otra onda, sobre la cual necesito aprender más, en un bar de barrio donde unos roqueros cantan un estilo gospel cargado de funk. Los músicos son increíbles. Fui a una tocada y fue muy contagiosa y alucinante en cuanto a la música, pero entre las canciones el cantante predicaba de verdad: "Ustedes son apreciados, son queridos, cada uno de ustedes, y todos podemos aprender de un carpintero judío, una vida de amor, etc." Había un público de todas las nacionalidades y, una vez más, no había esa ironía, la gente era apasionada y entusiasta por la música y la escena, y hay una verdadera comunidad en esa onda (aunque estoy segura de que muchos de los que asistieron no practican la religión de forma activa). Hay MUCHOS problemas con todo esto y tiene el potencial de evolucionar en direcciones muy malas. Pero también hay aspiraciones positivas (en particular frente a un entorno más apático) que necesitan pasar por una ruptura radical y una transformación.
No debemos ir a la zaga de todo esto, ni ser idealistas y humanistas (diciendo que "todo es bueno y bondadoso y maravilloso"), y debemos tener un pleno conocimiento del potencial negativo, pero no debemos mirar solamente el lado negativo aquí. Tenemos que buscar lo que se puede aprender de esto, incluido lo que se puede aprender sobre temas a los cuales debemos responder, las necesidades que tenemos que satisfacer en el mundo ajeno (Pensé también que eso es importante a la luz de lo que está en la nueva charla ["Contradicciones todavía por resolver, Fuerzas que impulsan la revolución"] sobre el hecho de que un aspecto de lo que atrae a la gente a esta moral fascista cristiana es el deseo de tener una vida dedicada a algo más que el consumismo). Y que, en el contexto de un movimiento serio para la revolución, ese aspecto puede repolarizarse. (No es decir que esa gente necesariamente va a dejar de tocar música religiosa, pero que puede adquirir una naturaleza distinta, principalmente como parte de algo más grande en la sociedad).
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También quiero dirigirme a la primera parte de la contradicción: que el mundo no puede seguir en las condiciones en que está ahora. Existe un desequilibrio brutal en el mundo y, mientras escribo estas palabras, hay niños en Tanzania que literalmente se alimentan de huesos de pescado e inhalan pegamento como la única forma de sobrevivir y no perder la razón, o la niña bangladesí de ocho años cuya foto salió en la primera plana de Revolución en la edición del Año Nuevo. ¿Cómo es su vida y qué responsabilidad tenemos ante ella? Esta es una pregunta que tenemos que plantearnos a nosotros y a las masas en general. No para provocar algún sentimiento religioso de culpabilidad, sino porque le tenemos una responsabilidad en realidad y, como Bob Avakian ha continuado enfatizando, el punto donde la epistemología y la moral se encuentran.
Bueno, esa situación realmente les atormenta a mucha gente, que está tratando seriamente de dedicar la vida a hacer algo al respecto (por ejemplo, esto es un elemento interesante e importante de lo que está pasando ahora en las universidades). Pero la mayoría de los estadounidenses en verdad no tiene ni idea. Además, entre la gente más progresista eso se está expresando con tremenda agudeza con relación a Obama, y lo que se está aceptando porque es él quien lo hace. Es quedarse corto decir que no siempre recibirás una calurosa acogida al hacer una lucha penetrante sobre eso, y no vas a ser el alma de la fiesta, para decirlo así.
La primera parte de esta contradicción tiene un significado real en la vida de miles de millones de personas de carne y hueso, personas vivientes y pensantes: el mundo no puede seguir en las condiciones en que está ahora. Esta es una lucha que para muchas personas es incómoda y desagradable. Tengo unos amigos que ya no me invitan a cotorrear, porque no quieren tener esa conversación. Es posible que eso cambie en el futuro en cuanto a esos individuos, pero tal vez no. Pero tampoco se puede aplanar la realidad y responder de manera dogmática, religiosa o revanchista al respecto. Estoy leyendo los ensayos de Wally Shawn y él habla de esta precisa contradicción: debemos gozar de la vida y celebrarla, y valorar la belleza de ella, pero ¿qué significa hacer eso, o es posible hacerlo, cuando hay gente que son víctimas de la tortura y la mutilación, millones de personas que llevan una vida de profundo sufrimiento y lucha? Estos no son meros hechos paralelos, pues ¿quiénes son las personas que confeccionaron la ropa que llevo puesta, cómo es la vida de la mujer que cosió la etiqueta de este suéter, con qué tiene que lidiar ella solo para llegar a la fábrica en Tijuana o Juárez? Existe una relación real aquí y, repito, aunque no debemos aplanar la realidad ni tener objetivamente una orientación de solo querer voltear la tortilla, esa relación te quita el sueño y debe quitártelo. (Y es una parte de quién es Avakian que esa realidad es un tema al cual vuelve repetidamente, luchando para sacar a la luz la verdad sobre todo eso y, sí, los sentimientos viscerales que nos debe inspirar).
El punto es que voltear la tortilla no es la única manera de cambiar esta situación y que, en realidad, a final de cuentas no la cambiará en lo fundamental. Tampoco es cierto que la única manera de eliminar ese desequilibrio sea a costa del espacio intelectual, la ebullición de ideas, el debate, el asombro, la admiración y la maestría artística. Sin embargo, existe una tensión: en términos de orientación, línea, recursos y la necesidad de tener una dictadura radicalmente distinta, de tener una verdadera aplicación viva del núcleo sólido con mucha elasticidad. Y como parte de la respuesta, se tiene que desatar a esas niñas de ocho años, esas mujeres de Juárez y chicos de Tanzania a participar en el debate y la ebullición intelectual sobre todas las cuestiones, y enfocar correctamente la necesidad de tener espacio intelectual, una ebullición de ideas, debate, el asombro, la admiración y la maestría artística, y aprender de ello.
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Ahora bien, ya he hablado sobre la realidad de que esta contradicción es objetiva y cuáles son las presiones que impulsan a "apagar las luces, la fiesta se acabó". Ahora quiero hablar más sobre la cuestión de "a costa de qué" y, en un nivel más profundo, por qué no deba ser el caso de que la fiesta se acaba cuando vienen los comunistas. Eso está relacionado con fundamentarnos, y luchar por mantenernos fundamentados, en nuestras metas finales. Quiere decir no limitar o reducir la lucha por las necesarias metas inmediatas a ser lo único que se abrace o por el cual se dé vueltas en la cabeza.
Regreso con frecuencia a la situación descrita en el drama de Tom Stoppard Rock ‘N Roll. Es un drama muy anticomunista situado en Checoslovaquia, que no es un país comunista... pero trata del surgimiento de la subcultura roquera y el grupo "plastic people of the universe" [gente plástica del universo]. (Gran parte del drama se basa en hechos históricos, cartas, etc., pero yo estoy guiándome solamente por memoria, habiéndolo visto una vez....). Bueno, al final, el Estado arresta al grupo y a muchos de sus seguidores, destroza la colección de discos del personaje principal y, una vez en la cárcel, les corta el pelo largo. Hay una larga discusión en que los personajes plantean que esa subcultura es peligrosa precisamente porque nada le importa. El personaje principal dice en un monólogo que el Estado sabía lidiar con Havel (el escritor) y otros disidentes porque les importaban las cosas y no podían existir el uno sin el otro. Dejando de lado el cinismo de Stoppard, me pareció que había algo en esto. Se tenía algo que era totalmente otredad, y no era el caso que el contenido fuera necesariamente tan avanzado, si es que tuviera algo de avanzado (pues en sus comienzos, había mucho en el rock que no era muy bueno si se quiere analizarlo en detalle), pero era algo nuevo y fresco, y parecía liberador (y sí era verdaderamente liberador en términos de sus nuevas relaciones sociales y nuevas actitudes). Una sociedad socialista necesita tener subculturas... o, tal vez es mejor verlo de esta manera: habrá subculturas y, aunque es posible que haya "tiburones", también existe el potencial de mucha vida, chispas, hacer volar las convenciones sociales por los aires. Una subcultura de supremacía blanca no se permitirá, es decir, un grupo cuya única misión es brutalizar y mantener abajo por medio de la violencia y acciones a un sector de las masas. Pero, en la mayoría de los casos, hay que darle espacio a las subculturas y muchas de ellas pueden ser ventanas abiertas a lo que falte en la sociedad y lugares a que la gente puede acudir para recibir cierto sustento. Esto no quiere decir que "todo eso es bueno", pero sin todo eso no surgirá el tipo de florecimiento que se necesita.
(Un punto interesante en cuanto a lo que mencioné sobre el conjunto que toca música gospel y funk: hay maneras, cabe la posibilidad, de que los movimientos fascistas también puedan entrar en unas de esas ondas alternativas y trabajar para que sirvan metas contrarrevolucionarias). Creo que parte de la dinámica aquí es que no se deba ver estas cosas solamente en sí, sino también es necesario ver lo que son en la sociedad o de lo que podrían ser una parte más grande en la sociedad. Yo estaba hablando con un camarada sobre la cuestión de la sexualidad y las relaciones sociales, y estaba pensando en lo que Bill Ayers describe en Fugitive Days [Días de Fugitivo] sobre las relaciones sexuales en el grupo Weatherman. Básicamente su línea era que la monogamia es un concepto burgués y, por eso, cada cual se acostaba con los demás. Eso se entrelazaba con mucho dogmatismo y religiosidad e incluso, en cierta medida, con algo que resultó siendo un fanatismo respecto al romper con los deseos individuales, e incluso Ayers habla del chauvinismo masculino que aun así penetraba en todo eso. Mirándolo como algo en sí, o viéndolo como un fin, en realidad eso no fue nada bueno. Si vemos el panorama más amplio o esa línea desde el punto de vista del contexto en que surgió, el contexto más amplio en que volaban por los aires muchas cosas diferentes, y la necesidad de que eso floreciera y se transformara en relaciones distintas (por ejemplo, si se hubiera dado una revolución en serio, ese tipo de experimentación sexual ¿de qué podría haber sido parte, en vez de haberse transformado rápidamente en lo contrario?). Esa es parte del problema cuando se llega a conclusiones apresuradas sobre las cosas, como si a todo hay que comprimirlo y verlo solo desde el punto de vista de que si es la solución completa o no, en vez de considerar la posibilidad de que sea parte de un proceso más amplio, y considerar lo que pueda estar presionando e influenciando en un sentido contrario a ese proceso; y, claro, no debemos ser liberales. Pues tenemos que luchar para ciertas normas y, sí, medir las cosas según el criterio de ser algo liberador o no, pero no debemos hacer eso de una manera unidimensional. A veces hay que dejar que las cosas se desenvuelvan un rato, y que se abra la lucha a la sociedad más amplia.
Definitivamente no era el caso que la revolución sexual fue 100% buena, pero sí fue 100% buena en el sentido más amplio, porque fue parte de algo mayor que estaba pasando: cuestionar las convenciones sociales, cambiar los papeles de género; lo de los años 60 surgió de una sociedad sumamente represiva en que había una ignorancia generalizada. Y mucho de eso se entrelazaba con el movimiento de la liberación de la mujer. Eso se ve poderosamente en la nueva charla, y también al leer ese libro Female Chauvinist Pigs [Marranas chovinistas femeninas, de Ariel Levy], lo que ha significado, no solamente el hecho de que no hubo una revolución (¡¡!!), sino también lo que señala el presidente, que no surgió la síntesis correcta de esos movimientos... Tengo mucho que decir sobre la situación actual, pero no voy a hablar de eso ahora (voy a escribir mis pensamientos dentro de poco), respecto al revés dado a mucho de eso, el contragolpe y las formas grotescas en que todo eso se expresa ahora entre las jóvenes. (Un ejemplo de los reveses en que yo estaba pensando: crecí con el libro A New View of a Woman’s Body [Una nueva vista al cuerpo femenino] y recuerdo que cuando estaba en la secundaria, escribía diagramas con lápiz labial en el espejo del gimnasio de mujeres para indicar dónde está el clítoris, porque casi ninguna de las jóvenes con quienes iba a la prepa sabía eso, y creo que hoy la situación es aún peor).
Para volver a todo esto en serio, en el libro Conversations, hablando de la sexualidad, Avakian discute tres niveles (promulgar leyes en respuesta a ciertas cuestiones, lanzar campañas educativas o grandes luchas en torno a otras, y respecto a otras más, simplemente hacerles caso omiso o dejarlas en paz) y esos son muy importantes. Todo eso se relaciona a la sexualidad, pero es algo que tiene una aplicación más amplia también.
Habrá que encargarles a las mismas masas la responsabilidad de muchas cosas: plantear diferentes contradicciones para luchar sobre ellas, y aprender de lo que surge de la efervescencia desde abajo o desde diferentes direcciones, formas y foros de debate que no incluirían necesariamente la voz del Partido, sea porque todavía no quiere influir los argumentos a favor o en contra, o porque en ese momento no está seguro cómo responder… otra vez, no es que no hay riesgos en todo eso, especialmente cuando otras novedades o problemas están surgiendo.
Habrá enormes y muchas contradicciones en mantener el poder de estado y satisfacer las necesidades de la población, especialmente en vista de la crisis medioambiental y la necesidad que esta planteará… pero tenemos que dirigir todo esto de modo que esas necesidades muy reales no terminen siendo la máxima prioridad… la de construir una sociedad que pueda alcanzar el comunismo y que no se apague, se vuelva anquilosada y estática... con la garantía de hacia dónde llevará eso.
[Además, en diferentes niveles de la sociedad habrá diferentes niveles de libertad. Realmente habrá que pensar a fondo hasta qué punto se permitirán ciertos tipos de experimentación en el ejército. Una cosa es que algo está pasando en la sociedad y no se sabe exactamente a qué llegará, pero ese mismo margen de espacio no existirá en el ejército; éste tendrá que ser una fuerza disciplinada, con un nivel de conciencia más alto. No quiero enfocarme solamente en la sexualidad, pero para dar un ejemplo, ¿y qué pasaría si surgiera un movimiento en la universidad de experimentación con orgías? Puede ser que el Partido no lo consideraría como algo muy positivo, pero quizás sea parte de algo mayor que está pasando en la sociedad, al cual sería importante dejar que evolucione y fomentar discusiones y debates sobre la cuestión. En el ejército no existe el mismo nivel de libertad para esa clase de ambiente abierto de pocos límites, aunque por toda la sociedad, y definitivamente en el ejército, tiene que haber discusión y lucha en torno a las normas, el contenido que pueda tener algo en un momento determinado y la naturaleza cambiante tanto del núcleo sólido como de la elasticidad. Y, basándose en ciertas leyes (como la prohibición de la violación, la pornografía, etc.), hay momentos en que el Partido daría su opinión y otros momentos en que no. Hay que pensar más en todo esto...]
Tenemos que darle mucho más vida a todo esto en nuestra manera de hablar con la gente hoy. En la reunión donde se discutió esto, mencioné que muchas personas en las esferas artísticas e intelectuales no tienen la idea más remota de que lo que estamos haciendo nosotros tenga algo que ver con sus inquietudes más profundas. Y si bien es el caso también que por nuestro lado, debemos tener un conocimiento del otro aspecto de eso, o sea, debemos captar que lo que ellos están haciendo tiene algo que ver, no en un sentido limitado ni instrumental, sino en un sentido amplio, con lo que nosotros estamos haciendo: cambiando el mundo entero (las preguntas que están abordando y planteando, las formas artísticas que están originando, las ondas y movidas que están creando, etc.). Sí tenemos que captar eso, pero eso por sí solo no soluciona el problema.
Algunos de esos artistas piensan que no tienen nada que hablar con nosotros porque "no les interesa la política". No hay mucha polinización cruzada en estas ondas culturales y, como hemos encontrado, tampoco hay mucha ebullición. Así que la forma en que las personas ven su situación es: "somos artistas y nos estamos centrando en cómo estas notas suenan juntas". (Así me lo dijo una persona hace poco). Sin embargo, también son personas que viven en el mundo, plantean grandes preguntas en su arte, rompen la cabeza por la realidad mundial y se preguntan, aun cuando no lo hacen conscientemente, por qué las cosas son como son... Sí deben abordar todo eso valiéndose del pensamiento revolucionario más radical que hay en el mundo hoy. Pero piensan que ese pensamiento no se aplica a lo suyo. Que el comunismo no se relaciona a los problemas con los cuales están lidiando. Esto es algo que tenemos que cambiar, no diciendo que necesitan tener una "discusión política", sino planteando las cuestiones y la necesidad de esa interacción en un contexto más amplio.
Tenemos que responder a esta contradicción con las luces encendidas, y responderla repetidas veces; y cuanto más brego con esto, más capto qué tan esencial es esta contradicción a poder comenzar una nueva etapa de ESTA revolución. Es cierto que enfrentamos una gran necesidad, y esta campaña supone muchísimo, hablando de lo que está en juego y de las contradicciones que abarca y concentra.... Para decirlo en pocas palabras, es la unión de estar "arriba en la montaña y abajo en el terreno".
Repito, he aquí una contradicción real, pero a la cual tenemos que responder en un nivel más elevado. Con una confianza estratégica, y un enfoque elevado y muy fundamentado en la ciencia. Con toda la agudeza y ardor para la revolución, con la impaciencia e intolerancia de que el mundo no pueda seguir como es, y prendidos por nuestros mayores objetivos y metas acerca de lo que significa en verdad luchar por la emancipación de la humanidad, con nuestros ojos y nuestro enfoque fijados ahí.
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