Revolución #225, 27 de febrero de 2011
Entrevista a Raymond Lotta sobre los sucesos en Egipto
La geopolítica, la economía política y "No existe ninguna necesidad permanente"
Se hizo la siguiente entrevista poco antes del levantamiento popular en Egipto que echó de la presidencia a Mubarak. Arroja luz sobre las causas subyacentes y sobre lo que ahora le presenta al pueblo egipcio en la lucha por la liberación.
Revolución: Queremos preguntarte acerca del levantamiento en Egipto y las repercusiones más amplias en el plano regional e internacional. Egipto es el país más poblado del mundo árabe y todo el mundo tiene la vista puesta en lo que está pasando ahí. ¿Cómo ves la significación de lo que ha estado pasando?
Raymond Lotta: Son asuntos importantes que discutir. Los sucesos de las últimas semanas marcan un hito importante y posiblemente histórico con respecto al estatus quo imperial en el Medio Oriente.
Por otro lado, una nueva generación de jóvenes árabes ha anunciado que es inaceptable el funcionamiento “normal” de la sociedad. Ha anunciado su disposición a morir para lograr un cambio en la forma en que la sociedad se gobierna. Se le ha hecho frente al grupo dominante brutal, sofocante y caduco encabezado por Mubarak. Esta es una inspiración, no solo para la gente de la región sino para todo el mundo.
Ahora bien, nadie puede decir con certeza hacia dónde va todo esto… pero el levantamiento en Egipto ya está cambiando el entorno político y las posibilidades políticas en el Medio Oriente. Ha envalentonado a las masas del mundo árabe. Los ideólogos imperialistas y expertos en política imperialista dicen su cháchara sobre el “peligro de que contagie a otros".
Por otro lado, este alzamiento está creando nuevas necesidades y nuevas dificultades para el imperialismo, en particular para Estados Unidos. Los imperialistas tienen que lidiar con la posibilidad de que el alzamiento continuará ganando apoyo y llevándose a una mayor confrontación con el estado egipcio, y la pérdida o el severo debilitamiento del régimen. Existe el potencial de que la rebelión se extienda y estalle en un nivel similar en otros países de la región, en lugares como Yemen, Jordania y hasta en Arabia Saudita. Todo eso está tensando mucho las estructuras del control imperial en el Medio Oriente, especialmente las alianzas que tiene Estados Unidos con los regímenes árabes ahí.
Este levantamiento es un golpe duro para Israel, el perro guardián y aliado más confiado de Estados Unidos en el Medio Oriente. La dirección político-militar de Israel se preocupa abiertamente de que todo pueda desenvolverse rápidamente al punto de que Israel ya no pueda confiar de que un Egipto acomodaticio promueve su programa regional. La relación israelí-egipcia comenzó con los acuerdos de Camp David de 1979, que organizó y dirigió Estados Unidos.
Así que confrontan el posible desmoronamiento de un tipo de estatus quo imperialista en la región.
Revolución: A lo largo de los años Estados Unidos ha apostado mucho por el régimen de Mubarak y por las fuerzas armadas egipcias.
Lotta: Hosni Mubarak ha presidido, ha sido la extrema personificación de un régimen títere que sirve a los intereses estadounidenses. La centralización de la autoridad presidencial de Mubarak... el entrelazamiento de las fuerzas armadas egipcias con el poder ejecutivo del estado egipcio… los estrechos vínculos entre dichas fuerzas armadas y las fuerzas armadas y servicios de inteligencia de Estados Unidos… y la manera en que se ha estructurado la economía egipcia: todo esto sirve a las necesidades del imperialismo estadounidense.
A lo largo de los últimos 30 años, Egipto ha sido una piedra angular de la dominación imperial estadounidense en el Medio Oriente. Egipto ha abierto su espacio aéreo a aviones de combate estadounidenses. Le ha dado al imperialismo occidental un acceso sin trabas al canal de Suez para sus fines comerciales y militares. Ha trabajado para engatusar y presionar a otros gobiernos y fuerzas políticas del mundo árabe para que accedan a los planes estadounidenses en la región. Estados Unidos ha utilizado al régimen de Mubarak para frenar a las fuerzas islámicas fundamentalistas que, motivadas por sus propios programas reaccionarios, plantean obstáculos al imperialismo estadounidense.
Como “socio para la paz” de Israel, Egipto ha hecho posible que los militares israelíes centren su atención en zonas fuera de la frontera egipcia-israelí. Como "socio para la paz", Egipto ha actuado como cómplice en la subyugación violenta del pueblo palestino y ha permitido que Israel instale a cientos de miles de israelíes en colonias en Cisjordania y Gaza. El régimen ha ayudado a imponer el bloqueo israelí a los palestinos en Gaza, que impide la llegada de provisiones básicas. A propósito, Egipto también le suministra a Israel casi la mitad de su gas natural, que abastece de combustible a las fuerzas armadas israelíes y a la economía tipo apartheid.
Parte del cálculo estratégico del imperialismo estadounidense ha sido solidificar estados títeres capaces de mantener en silencio a las masas. Hay que comprender que Estados Unidos ha apuntalado y legitimado a uno de los regímenes más represivos del mundo. Vi un informe que calculaba que Egipto tiene un policía por cada 35 personas. Está la Ley de Estado de Excepción, vigente desde 1981, que permite que las fuerzas de seguridad declaren que cualquier agrupamiento de cuatro jóvenes es una asamblea ilegal.
Ahora escuchamos que Obama está pidiendo que el régimen sea menos represivo y más abierto. Eso da asco y es el colmo de la hipocresía. Mubarak ha sido un fiel sirviente de Estados Unidos en la región, le ha hecho el trabajo sucio y sigue en el poder gracias a los dólares y las armas estadounidenses. Estados Unidos al ejercito egipcio equipa con armamento avanzado, como aviones de combate F-16 y tanques Abrams. También ayuda a entrenar los oficiales del ejército egipcio. Por tres décadas miembros de alto rango del cuerpo de oficiales egipcios han estudiado en escuelas militares de Estados Unidos. Ahora mismo, el ejército egipcio es para el imperialismo yanqui su mayor ventaja vital en sus planes de fraguar y de impulsar alguna clase de transición que mantenga intacto el estado títere y su rol regional, ya sea que Mubarak se vaya o se quede.
Revolución: Egipto ha sido una sociedad prisión.
Lotta: Sí, y este alzamiento ha sido muy electrizante en parte porque “se suponía que nunca ocurriera en Egipto". Sabes, The Economist hizo un estudio especial el año pasado acerca de Egipto. Señaló que este ha sido el lugar adonde los líderes del Occidente podían ir para dar discursos y promover nuevas iniciativas de política cuando los sucesos regionales así lo requerían… y Mubarak convocaría una cumbre regional. La suposición en operación era que Egipto era una plataforma estable desde la cual Estados Unidos proyectara su poderío y su influencia, y que Mubarak en efecto había fortalecido el orden político y social contra cualquier resistencia seria.
Bueno, no es decir que no hubo oposición ni resistencia. Durante la década pasada, ha habido importantes huelgas y plantones obreros, y una que otra protesta social. Sin embargo, el hecho es que… un manto opresivo se había apoderado de la sociedad egipcia. Y de repente, y la rebelión de los jóvenes de Túnez fue la chispa, explotaron la rabia y la frustración reprimidas.
Algo interesante que oí decir un experto neoconservador en la canal Fox. Estaba diciendo que bueno, hay un millón o dos millones de personas que están participando en las protestas, pero desde luego Egipto es un país de 80 millones. Bueno, aquí tenemos una exposición no deliberada de que "hay masas… y hay masas."
En las primerísimas etapas del levantamiento, antes de que fuera en realidad un levantamiento, estos jóvenes y estudiantes resueltos que convocaron y organizaron un día y una acción de protesta… estas eran las masas avanzadas. Y luego todo adquirió una nueva dimensión y un nuevo impulso. Decenas y cientos de miles de personas empezaron a participar; estas eran las masas que se estaban presentando para actuar. Estaban planteando nuevas condiciones a la sociedad… diciendo que el estatus quo, tal como el régimen de Mubarak lo concentraba y lo hacía respetar, es totalmente inaceptable… que la sociedad tal como ha funcionado, tiene que cambiar… y puede cambiar.
Los jóvenes de Egipto impulsaron y empujaron a la población. Y ocurrió lo “impensable": la legitimidad de la autoridad de gobernar del régimen se puso en duda y se desafió al aparato de seguridad. Un académico dijo: "Se ha abierto una brecha en la barrera del temor"… con esto quería decir en toda la sociedad. Eso trascendió amplios sectores de la sociedad egipcia. Abogados, médicos y otros profesionales se han unido a los jóvenes en las calles. Gente del mundo artístico e intelectual está alzando la voz. Una cosa que oí, y he estado leyendo sobre todo esto en los blogs desde el Cairo, es que en los períodos de tregua tras las confrontaciones con la policía y los parapolicías en la plaza Tahrir, la plaza central de Cairo, se han organizado lecturas de poesía. Y algunos que declaman sus versos tienen la cabeza vendada.
Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, ha hecho hincapié en que la fe en una "necesidad permanente del actual orden de cosas” pesa mucho sobre las masas ideológicamente. Es una fe que las encierra dentro de los confines de la situación existente. El levantamiento de Egipto demuestra de manera poderosa que "la situación no tiene que ser así"… esa es parte de lo profundamente significativo que es.
Revolución: La gente quiere saber por qué Egipto estalló con tanta furia. Has hablado acerca del régimen altamente represivo y el despertar de los jóvenes. Pero, ¿cómo ves el papel de los factores económicos y sociales en lo que ha pasado?
Lotta: Es importante comprender que esta rebelión es también una expresión de una profunda crisis estructural de la sociedad egipcia. Pues ha habido tremendos cambios económicos, sociales y demográficos a lo largo de las últimas tres décadas.
La población del país aumentó de 42 millones de personas en 1980 a 80 millones hoy… y casi el 67% de la población tiene menos de 30 años de edad.
En cuanto a la economía: Empezando a finales de los 1970 y con un gran salto a mediados de los 1990, la clase dominante de Egipto ha llevado a cabo un esquema de crecimiento "neoliberal", a instancias de Estados Unidos, el FMI y el Banco Mundial. Este conjunto de políticas y prioridades gira en torno a abrir el país más a la inversión extranjera… privatizar y vender los bienes públicos a inversionistas ricos… y hacer grandes recortes en el apoyo gubernamental a la vivienda, los servicios sociales y la educación relativo al crecimiento de la población.
Revolución: Y ¿qué repercusiones ha tenido eso?
Lotta: Gran parte del capital extranjero globalizado que entra a Egipto, siendo Gran Bretaña y Estados Unidos los mayores inversionistas extranjeros … mucho de ese capital se ha dedicado a los sectores financieros y de gas natural, sectores que no generan muchos puestos de trabajo. La fuerza de trabajo está creciendo rápidamente, pero la mayoría de los trabajadores ahora tienen que depender de trabajos eventuales de bajo pago y sin garantías ni prestaciones. Ese esquema de crecimiento también ha causado una especulación desenfrenada y rapaz en tierras y una inversión inflada en el turismo. En los últimos años, el capital de inversión ruso y chino ha puesto maquiladoras en producción.
Las fuerzas armadas egipcias están hasta las cachas en eso. Me refiero a los oficiales jubilados del ejército y de seguridad que tienen posiciones lucrativas en paraestatales de textiles y petróleo, y las fuerzas armadas tienen fuertes inversiones en hoteles y construcción.
Toda esa trayectoria de desarrollo ha desviado recursos de la agricultura a otros sectores. Se ha presionado más al campesinado, que está perdiendo tierras a los promotores inmobiliarios favorecidos por el gobierno y a los terratenientes elites. Egipto depende del mercado mundial para la mitad de sus necesidades alimenticias. Probablemente no se sabe que Egipto es el mayor importador de trigo del mundo. Al mismo tiempo, la globalización ha hecho que Egipto sea más vulnerable a sacudidas en la economía mundial, como el aumento sin precedente de los precios mundiales para productos alimenticios.
Una capa minúscula de los ricos del país se ha beneficiado, mientras la pobreza y la miseria se han extendido. El 40 por ciento de la población egipcia vive al umbral de pobreza o debajo de ese umbral… me refiero a familias que subsisten con 2 dólares al día. La tasa de desempleo para los jóvenes está en 75 por ciento. La riqueza es cada vez más concentrada… el capital extranjero es cada vez más dominante… y la economía es cada vez más sesgada a favor de los servicios financieros: ahí está una situación en que las oportunidades tradicionales de progresar se han cerrado. Gran parte de la clase media ha estado desintegrándose. Y es muy revelador el hecho de que el 30 por ciento de los egresados de las universidades en Egipto no tiene trabajo.
Revolución: Así es el lado económico de la relación dependiente y de estado títere que Egipto tiene con el imperialismo.
Lotta: Bueno, es una parte muy importante de la historia. Y el impacto social ha sido enorme.
Está la urbanización caótica. Existe una concentración geográfica de la población que es insostenible… insostenible en el sentido económico y ecológico. El Cairo y la periferia es ahora una ciudad de unos 18 millones de personas. La mitad de la población de El Cairo vive en cinturones de miseria y vecindarios autoconstruidos, y carece de servicios sociales básicos. Enfermedades que una vez prácticamente se habían eliminado, como la viruela y la tuberculosis, ahora han regresado a ser epidemias.
Los ecosistemas de la región están sufriendo severas presiones. Está bajando el nivel de agua del río Nilo. El aire de las ciudades está cargado de contaminación. La fertilidad del suelo ha disminuido y se han perdido tierras de cultivo a la urbanización y a los vientos desérticos. No hay suficiente infraestructura y hay una crisis de alcantarillado…
Sabes, un crítico de literatura, que es árabe, escribió un ensayo el año pasado en New Left Review que empieza al relatar las transformaciones del espacio urbano en Egipto. Luego dice que una nueva onda de ficción egipcia está narrando la fragmentación y la desesperación de la vida social… la brecha cada vez mayor entre el sentimiento popular y la colusión de la clase dominante egipcia con los crímenes de Estados Unidos e Israel… y cómo todo parece conspirar en contra del cambio. El ensayo termina con esta frase increíblemente evocativa: "la novela del horizonte cerrado es el género de una condición intolerable".
Con eso regreso al levantamiento. Es que estos cambios convulsivos, en lo económico, lo social y lo demográfico, han estado presionando contra el actual marco institucional de orden social y gobierno. Y ahora el alzamiento ha roto ese marco en serio; ha reventado su legitimidad ideológica y ha minado su eficacia política. Esta es parte de la combustibilidad política y social de las cosas. Es otra expresión del hecho de que "no existe ninguna necesidad permanente del actual orden de cosas".
Revolución: Aquí estamos, a más de dos semanas desde las protestas iniciales y la crisis continúa. Sería de ayuda tener algunos de tus análisis sobre los puntos fuertes y débiles de este levantamiento.
Lotta: Este levantamiento ha sacudido la base fundacional de la sociedad egipcia, lanzándola a una profunda crisis de legitimidad. Casi de la noche a la mañana, diferentes sectores de la población han salido a la vida política. Se ven esas nuevas energías y nuevas mezclas… jóvenes muy educados codeándose con los jóvenes pobres a lo largo de las barricadas.
Como comunistas apoyamos esta rebelión. Este es un momento muy importante en el mundo árabe y para el mundo en general. Al mismo tiempo tenemos la responsabilidad de examinar y analizar este levantamiento en una manera muy profunda.
Una compleja correlación de fuerzas sociales y políticas está en movimiento. La juventud al centro de este levantamiento está sirviendo de ejemplo para otros, y cambiando todo el discurso en la sociedad egipcia y el Medio Oriente. Pero también existen limitaciones reales de análisis y de concepción. Como esta lucha toma nuevos giros y enfrenta nuevos retos, estas limitaciones se destacan más.
Existe gran confusión sobre el ejército egipcio. Muchas personas en el movimiento de masas han sido influenciadas por la mitología oficial que el ejército es una fuerza independiente que está por encima de la sociedad y no se volvería en contra del pueblo. Pero el ejército es la institución que refuerza las relaciones económicas y sociales de explotación y subordinación al imperialismo. En su organización, entrenamiento y jerarquía, el ejército refleja esas relaciones. La misión primordial del ejército es mantener el orden social existente, a punta de fusil.
Estados Unidos juega un rol importante en el ejército egipcio. Este lo equipa con armamento avanzado, como aviones de combate F-16 y tanques Abrams. También ayuda a entrenar los oficiales del ejército egipcio. Por tres décadas miembros de alto rango de los cuerpos de oficiales egipcios han estudiado en escuelas militares de Estados Unidos.
En un artículo del periódico Revolución de la semana pasada [“La gran… y mortífera… ilusión”] es muy importante. Este trata sobre las lecciones de historia, cuando las personas no han reconocido o se convencieron de que no importaba la naturaleza de clase del ejército y su rol como el pilar del poder estatal existente. Lecciones que se pagaron en sangre en Chile, Indonesia y otros lugares.
Ahora mismo, el ejército egipcio es para el imperialismo yanqui su mayor ventaja vital en sus planes de fraguar y de impulsar alguna clase de transición que mantenga intacto el estado títere y su rol regional, ya sea que Mubarak se vaya o se quede.
Revolución: Estados Unidos está ensalzando al ejército egipcio y también llamando a las elecciones.
Lotta: Sí, la bala y la votación. Ante los desafíos a los viejos sistemas de control en Egipto, Obama y otros representantes del imperialismo trafican con esta noción de “elecciones libres y justas”.
Pero veamos debajo de la superficie. El imperialismo de EE.UU., Israel y la clase dominante de Egipto están maniobrando para distender y aplastar la rebelión. Hay fuerzas sociales reaccionarias, como la Hermandad Musulmana y varias fuerzas liberales-burguesas, como aquellas agrupadas alrededor de Mohamed El-Baradei, que están asociándose con el levantamiento… pero buscan sacar ventaja. En nombre de este levantamiento, quieren negociar nuevos arreglos y acomodaciones con las fracciones dominantes de la clase dominante egipcia. Los imperialistas yanquis han fomentado su participación en un “proceso de transición” que le conviene a sus intereses. Sin una revolución real, sin una transformación real de las relaciones económicas y sociales subyacentes en la sociedad, cualquier elección, si estas se dieran, sería con el propósito de legitimar una nueva correlación de las fuerzas sociales que estarían dependiendo del imperialismo al igual que Mubarak.
Revolución: Esta interacción de diferentes fuerzas sociales y de clase es parte de la dinámica de una situación de crisis, donde la masa crítica de la población se ha rebelado y levantado contra el régimen.
Lotta: Claro que sí. La juventud no quiere retornar al viejo orden. Tanto El-Baradei como la Hermandad Musulmana son defensores del sistema capitalista de mercado. Tampoco tienen un programa o la intención de romper con la dependencia del mercado mundial.
Respecto a la Hermandad Musulmana, su visión medieval de las relaciones sociales, su posición hacia la mujer… todo eso es muy aleccionador. Y aunque no están llamando abiertamente para una Republica Islámica, la retrógrada ley del Sharia es el fundamento de su visión de cómo la sociedad debe ser organizada. Políticamente, la Hermandad Musulmana algunas veces está a favor y otras en contra de las relaciones con los regímenes gobernantes. En los años 1970, esta fue usada por el entonces presidente Anwar Sadat como un ariete para atacar a las fuerzas socialistas y de izquierda en las universidades.
Esas fuerzas burguesas liberales e islámicas no pueden responder a la profundidad de la ira del pueblo ni a los sentimientos más elevados que el pueblo tiene por el cambio. Esa es la realidad de la situación. Pero otra parte de la realidad es que, sin un movimiento y polo comunista en la sociedad, las personas no serán capaces, en su modo de pensar ni en sus acciones, de ir más allá de los horizontes económico, político e ideológico del mundo burgués.
Nosotros los comunistas representamos una revolución que puede poner un fin a los horrores del mundo. Una revolución que le da poder a las personas para construir una sociedad donde los seres humanos no sigan siendo explotados, no estén compitiendo unos contra otros, no sean brutalmente oprimidos. Una revolución que ponga un alto al saqueo y destrucción del planeta y que pueda desencadenar la creatividad, el pensamiento crítico y las aspiraciones más elevadas de las masas de todas partes. Una revolución que haga posible que las personas se unan para transformar el mundo y a sí mismas en las maneras más liberadoras.
El primer paso decisivo es derrotar y desmantelar las estructuras opresivas y las fuerzas armadas del viejo orden, y sobre esa base establecer un poder estatal y una economía socialista radicalmente nuevos y diferentes que sirvan a la lucha para alcanzar un mundo comunista sin clases y divisiones sociales.
Bob Avakian ha desarrollado una visión de sociedad socialista que responde al deseo de la gente que desea un cambio verdaderamente fundamental. Ha retomado pero ha ido más allá de la experiencia de la revolución socialista del siglo 20. El ha desarrollado el camino para que la humanidad llegue a otro futuro diferente. Este es un factor de un potencial enorme en el mundo de hoy, especialmente en relación al tipo de despertar que se está dando en el mundo árabe y la necesidad de “forjar otro camino” que pueda capacitar a las personas a romper la camisa de fuerza ideológica de la ideología imperialista de occidente, por un lado, y por otro, el fundamentalismo islámico.
Revolución: Esta es una situación muy dinámica y fluida en Egipto, en que el estado egipcio y su amo de EE.UU. están maniobrando para tomar control de las cosas… y en que las masas del pueblo siguen demostrando determinación.
Lotta: Yo he enfatizado cómo el levantamiento y la crisis del gobierno en Egipto revela que “no existe ninguna necesidad permanente de que la situación sea así”. Esta situación también pone fuertemente de relieve la importancia de la preparación política, ideológica y organizacional por parte de revolucionarios comunistas, influenciando el modo de pensar de la gente en una dirección revolucionaria. Éste es el trabajo estratégico de acelerar mientras se aguarda una situación revolucionaria, que tiene que hacerse constantemente y antes del surgimiento de una crisis como esta.
Ahora en la ausencia de fuerzas auténticamente comunistas, incluso en una crisis severa, no existirá, al menos a corto plazo, un cambio radical y fundamental. Pero eso no es todo, ni el fin de la historia. Donde las fuerzas comunistas no existan, existe una responsabilidad especial de difundir el análisis y las ideas que pueden alimentar el desarrollo de tales fuerzas en esta parte del mundo. Es muy emocionante saber que se están dando esfuerzos para traducir al árabe El comunismo: El comienzo de una nueva etapa, Un manifiesto del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos.
El levantamiento en Egipto ha hecho surgir toda clase de elementos positivos: en el coraje y determinación de la gente… en la manera en que los diferentes sectores de la población se han unido en una acción común… en cómo las personas han tomado la responsabilidad colectiva de resolver problemas de seguridad y el suministro de provisiones. En las secuelas inmediatamente después del levantamiento en Tunisia, se ha roto cierta quiescencia en el mundo árabe.
El suelo se está sacudiendo en Egipto. Este levantamiento y confrontación con el gobierno está planteando increíbles desafíos. Las masas necesitan todo el tiempo una dirección comunista para maximizar los avances hacia la revolución, especialmente en una situación como esta donde el derecho y la capacidad del orden gobernante están en tela de juicio. Pero también es este el suelo en el que se puede forjar una nueva generación de comunistas. Este es el suelo en el que la gente puede dar grandes saltos en su comprensión y organización, cuando están confrontando al gobierno y están en el remolino de corrientes y programas en contienda. Este puede ser un ímpetu mayor para catalizar los sentimientos y organización revolucionarios.
Lo que señalo es que una resolución no revolucionaria y reaccionaria de esta crisis no es el único resultado posible.
Revolución: Antes mencionaste algunas de las implicaciones geopolíticas de esta crisis. Tal vez podemos hablar un poco más de eso.
Lotta: Tenemos que ampliar la perspectiva. El Medio Oriente es una región que tiene una enorme importancia geopolítica para el imperialismo. Me refiero a los suministros energéticos y a las rutas de comercio que son cruciales para el funcionamiento de la economía capitalista mundial. Digo esto en el sentido histórico…el Medio Oriente ha sido un fulcro de rivalidad entre las potencias imperiales. Desde el final de la II Guerra Mundial, la dominación estadounidense de la región ha sido crítica para su dominación mundial.
El imperialismo estadounidense ha lanzado guerras en Afganistán e Irak, ha construido una red de alianzas con estados títeres, ha forjado lazos económicos más estrechos y ha tratado de construir nuevas bases de apoyo entre las clases medias. Ha hecho todo esto para mantener y fortalecer su control de la región. Como he recalcado, Egipto ha sido crítico para la dominación estadounidense de la región. Ha posibilitado el flujo continuo del petróleo. Ha tenido una alianza de facto con Israel. Ha servido de contrapeso frente a Irán o a cualquier país que, en la opinión de Estados Unidos, esté ganando demasiado poder e influencia en la región.
Los sucesos están desenvolviéndose rápidamente en esta crisis, y de maneras inesperadas. Estados Unidos quiere salvar al estado títere egipcio… quiere limitar el desbordamiento de este levantamiento a otras partes del Medio Oriente…quiere apuntalar sus flancos en otros países sin dar la impresión de “entrometerse”.
Pero eso es mucho que pedir. La crisis en Egipto podría ir en la dirección de una guerra civil, lo que inyectaría todo un nuevo nivel de instabilidad a la región. En Yemen, Jordania, Arabia Saudita y otros países, regímenes pro estadounidenses tienen la bota encima de poblaciones indignadas por la represión, la corrupción y la colusión de sus gobiernos con Estados Unidos. Si las masas egipcias le echan a Mubarak, eso podría provocar conflagraciones populares en otras partes. Algunos de esos regímenes lacayos también se preocupan de que Estados Unidos lleve a cabo cambios de régimen en forma preventiva.
La interpretación que el estado colono israelí le da a esos sucesos también será un factor importante en el desenlace de la situación. Si lo que pasa en Egipto se descontrola más, si parece que un nuevo régimen está poniendo en peligro el acceso israelí al canal de Suez… es posible que Israel envíe fuerzas militares a la frontera sur con Egipto. Si los sucesos en la región inclinan la ventaja regional hacia Irán, incluso si Irán no actúa para sacar provecho directamente de tal situación... es posible que Israel imponga su dominación militar regional lanzando un ataque contra Irán.
Hay otros elementos en el cuadro más amplio. Por ejemplo, Europa occidental tiene importantes poblaciones árabes y es posible que los alzamientos de África del Norte y del Medio Oriente desaten réplicas ahí.
Revolución: Avakian analizó lo que llama un "hervidero de contradicciones". Eso fue durante el período del 11 de septiembre, mientras Estados Unidos estaba preparándose para la guerra. Los sucesos recientes parecen ser una expresión de ese hervidero.
Lotta: Sí, y otros sucesos regionales e internacionales de importancia están entrelazándose con esta crisis política en Egipto. Para empezar, Estados Unidos ha encontrado considerables dificultades en su guerra para un imperio mayor en Irak y Afganistán. El debilitamiento del régimen de Mubarak en tales circunstancias se suma a esas crecientes dificultades en la región. Y luego tenemos la crisis económica mundial que surgió en 2008-09. La crisis económica ha introducido nuevas inestabilidades en el sistema imperialista mundial. Ha acentuado la rivalidad económica entre las grandes potencias. Ha intensificado el sufrimiento de las masas en el mundo.
En el Medio Oriente, las tasas de crecimiento económico han disminuido. Los ingresos de los trabajadores inmigrantes, que son una fuente importante de ingresos para sus familias, han caído mucho. El capital de inversión ha estado entrando y saliendo de los países de la región con mayor volatilidad. La crisis del empleo que mencioné antes con respecto a Egipto ha asolado más a toda la región desde el surgimiento de la crisis económica global. El problema de la comida, como el aumento de los precios, la creciente incapacidad de los gobiernos para subsidiar las compras y la escasez de alimentos, caracteriza la problemática socio-económica de la región.
Revolución: Estás planteando que se trata de elementos de la situación actual que son políticamente volátiles.
Lotta: Sí, y son parte de la razón por la cual creo que lo que está pasando actualmente en Egipto, y las posibles convergencias de las contradicciones, pueden tener enormes repercusiones en las relaciones regionales e internacionales.
El levantamiento en Egipto está llevando a las masas al centro del escenario en un lugar geoestratégico del mundo. Es un viento fresco para todos que anhelan la liberación, el cambio radical; es un llamamiento a todos que están descontentos con las cosas tal como son. Al mismo tiempo, es una situación llena de muchos peligros. Las fuerzas de seguridad ya han asesinado a 300 personas y han detenido a miles más por todo el país. Una ofensiva militar de brutal represión claramente se cuenta entre los planes de contingencia inmediatos del régimen de Mubarak-Suleiman.
El artículo reciente de Revolución lo expresó muy bien. La osada juventud de Egipto ha arrojado un desafío. Todos los que quieren ver que otro camino surja en este mundo de opresión están convocados a que les den apoyo político.
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