Revolución #243, 21 de agosto de 2011
Prepárense… Listos…
Plan de Lo BAsico para agitar y despertar
los planteles universitarios
El último año ha presenciado despertares de descontento y cambio en el mundo. La juventud en las primeras líneas de los movimientos sociales de masas suscitan el cambio de régimen de Egipto y otros países mesoorientales, las rebeliones de Inglaterra, los campamentos de Madrid y las férreas protestas y huelgas de Grecia, una crisis de endeudamiento que hierve en los mercados capitalistas, el desempleo, ejecuciones hipotecarias y extremos niveles de pobreza en el occidente, recortes presupuestarios gubernamentales de salud, educación, ayuda pública social y lo que importe para el bienestar de la sociedad, para aquellos que cifraban sus esperanzas y expectativas en Obama y su “cambio en el que usted puede creer”, los comienzos de la decepción/desilusión y los anhelos incipientes de algo distinto, aunque no se entiendan ni se expresen claramente.
Son tiempos de revuelo en el mundo. Todo esto se contrapone objetivamente a la fe de la gente en la necesidad permanente de que la situación sea así y tiene el potencial de erigirse en terreno fértil para el cuestionamiento, la búsqueda de respuestas al porqué de las cosas y si pueden ser distintas. En este momento, más que nunca, el mundo necesita Lo BAsico y está listo para él, como elemento crucial y dirigente de un conjunto revolucionario total, para abrir paso en la situación, prender y fomentar una efervescencia intelectual y política muy necesaria, poner estas cuestiones en primer plano, agitar y despertar las universidades, forjar un polo revolucionario y un etos diferente.
Como señala el editorial de Revolución #242: “Nosotros tenemos respuestas reales para lo que enfrentan las personas, o sea, las únicas respuestas reales, y tenemos la dirección para plasmar esas respuestas en la realidad, si las personas hicieran suyas esas respuestas y siguieran esa dirección. Esta dirección está concentrada en Bob Avakian y el partido que él dirige” (“Tiraje de 100.000 para el número especial sobre Lo BAsico: Un plan para agitar y despertar los planteles universitarios”, 14 de agosto de 2011).
En términos metodológicos, eso conduce a un punto importante de orientación: que Lo BAsico, sus citas, sus ensayos y el libro en su conjunto hablen por sí mismos, que sirva de punto de entrada a un punto de vista radicalmente diferente, a otro mundo, un mundo mejor y a conocer quién es este líder revolucionario. Que sea un portal a un gran proceso de interacción con BA y la revolución que él dirige y visualiza. Ponga el libro en las manos de las personas. Que lo hojeen, con sus citas y sus ensayos. Que se pongan al alcance de muchísimas personas, en Facebook, correo electrónico, afiches, escritos con tiza en aceras y fotocopias en baños públicos. Saturen los planteles con el número especial de 8 páginas a color que presentará Lo BAsico a la gente, que saldrá el 22 de agosto, centrado en las citas de Lo BAsico, con citas de diferentes personas que lo han leído y tienen algo que decir al respecto. Que sea tema de interés, curiosidad, desafío y debate. Lo BAsico, y el número especial, representan cierta suerte de intervención en la normalidad cotidiana de las universidades.
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Las y los lectores de Revolución deben conjuntar esfuerzos para “abrir paso en escena” en las primeras dos semanas de clases, con Lo BAsico como elemento dirigente de la revolución en los planteles y que cobre tanto impulso como sea posible.
Tenemos por objeto desencadenar un proceso. La mayoría de los estudiantes que se enteren de Lo BAsico o hasta lo adquieran no van a meterse activamente de inmediato en el movimiento para la revolución. Pero al familiarizarse con BA y al saborear Lo BAsico, al adquirir cientos de ejemplares, a partir de esas personas tener a un núcleo de estudiantes que lo lean, vivan con él, dejen que trabaje con ellos mismos, en el contexto de una presencia sistemática de la revolución en las universidades; e-suscripciones del periódico Revolución; y un acceso general al movimiento para la revolución, se creará las necesarias condiciones para impulsar y desencadenar un proceso de interacción más profunda con este líder, a distintos niveles y de diversas formas, proceso que se podría llamar una interacción escalonada con BA y con el movimiento para la revolución que él dirige. A la vez, eso desencadenará a las personas para que contribuyan de diferentes maneras a construir este movimiento para la revolución.
A continuación presentamos unos elementos de una visión de estas dos semanas. El enfoque debe tener aspectos de “abrir paso en escena” (durante las dos semanas) y formas en que las personas puedan unírsele, formas que se pueden continuar sistemáticamente el resto del semestre, para el trabajo de popularizar y defender a BA, su dirección, su obra, su método y su enfoque y el periódico Revolución, para todo el conjunto revolucionario, para acumular fuerzas y construir el movimiento para la revolución. Tenemos que experimentar en serio, ser creativos y ser receptivos a lo nuevo.
• Saturación con el número especial Lo BAsico, de Revolución; popularización/ventas del libro.
He aquí un aspecto crucial de este esfuerzo especial, de cerciorarse que todas y cada una de las personas del plantel lo haya conocido cuando menos siete veces, de una u otra forma. Que sea una señal de la realización de las metas cuando una gran mayoría de la gente empiece a decir: “Yo ya he recibido/visto esto”. Este proceso trae muchos elementos: de lo muy sencillo, ¡llevar el número especial a todo el mundo!, lo que no requiere de muchas personas pero sí un buen plan a ejecutar y simplemente difundirlo a todo el mundo. Hay otros elementos visuales: afiches con citas por doquier, en los baños y tableros de los pasillos. Apuntar las citas con tiza sobre la acera donde se permita, pero también en lugares selectos donde las nuevas citas podrían y deberían aparecer durante el resto del semestre: una “Cita de Lo BAsico de esta Semana”. Otro elemento clave es leer en voz alta las citas de Lo BAsico, de hojearlo y leerlo de manera individual o colectiva, a formas más creativas como “llamar y responder” en diferentes lugares públicos. Hay formas sencillas de proyectar con un laptop/proyector la imagen de BA y las citas del libro sobre paredes.
En todo esto, se debe aumentar de manera importante las bases de la popularización y las verdaderas ventas del libro, y se debe buscar y no desperdiciar las oportunidades de hacerlo. Con frecuencia, grupos de estudiantes juntan dinero para comprar y compartir el libro. Un objetivo crucial son las ventas concretas del libro, al darlo a conocer entre cientos de personas en las universidades y al vender cientos de ejemplares, nos proponemos impulsar el proceso de interacción por medio de este libro.
Un elemento integral del esfuerzo general es la recaudación de fondos. ¿Quién puede contribuir fondos? En un sentido, todos, de las donaciones de parte de los estudiantes en el proceso de nuestra “saturación” a los administradores y los profesores al tocar las puertas de sus oficinas con el libro y el número especial. Ponga las necesidades de la revolución ante el pueblo al pedirles una contribución. Que retome la moda de divertidas fiestas de recaudación de fondos antes y durante estas semanas y a lo largo del semestre otoñal.
• Anclar una presencia para fines de gran alcance y difusión. Quizá en la forma de una mesa de Libros Revolución, que es tanto una escena como un punto del cual las personas pueden salir y al cual regresar, lo que debe caracterizarse por un sentido de revolucionario brío y bombos y platillos, una presencia visual con las página centrales y afiches de la contraportada de Revolución, banderas, citas ampliadas de Lo BAsico, la imagen de BA, una audiopresencia tocando All Played Out en una gran reproductora de música, turnándose con la lectura de citas por estudiantes y otros. Un lugar donde los estudiantes pueden visitar, conocer la revolución, hacer preguntas, participar en diálogos y debates. Debemos hacer uso de afiches y materiales de números anteriores.
La mesa debería ser un centro de organización y un ancla en dos sentidos.
Primero, debería organizar a los estudiantes y otros en el plantel. La mesa debería tener hojas para que se apunten los estudiantes y otros que tengan interés o quieran ofrecerse de voluntarios para diversas iniciativas y proyectos de la revolución. Pero organizarse en el movimiento para la revolución tiene que abarcar que los estudiantes y otros aporten y le entren a distintos niveles de participación y simpatía, y de una miríada de formas, algunas aún desconocidas para nosotros y algunas para las cuales no están preparados aquellos que están organizándose para el esfuerzo. Es crucial pedir ideas sobre las formas en que los estudiantes quisieran contribuir. Deberíamos tener una columna en la hoja para apuntarse que dice “otras ideas” sobre la manera en que quisieran contribuir.
Segundo, la mesa debería servir de punto focal para todos aquellos que puedan unirse a nosotros en este esfuerzo especial en las universidades. “Hay muchas personas que quisieran contribuir a esta audaz visión de presentar dramáticamente a Bob Avakian a esta generación de estudiantes…” (del editorial sobre Lo BAsico, Revolución #242). En el caso de todos aquellos que quieran aportar y unirse a nosotros, aunque sea por solamente una hora durante la hora de almuerzo, eso debería servir de “punto de reunión”. Ello abarca a las masas básicas que hay que invitar a venir y ver la revolución interactuando y compenetrándose con los estudiantes y si ellas quisieran, podrían hablarles a los estudiantes acerca de su vida cotidiana y sus experiencias, en tono de: “Pregúntenme cómo es vivir en este infierno llamado Estados Unidos”. (Según nuestras repetidas experiencias, por las fuertes divisiones de la sociedad, en muchos casos la mayoría de estudiantes de las universidades élites conocen muy poco sobre la situación de los de abajo y por ende se conmueven y se sorprenden por ello.)
• Acumular fuerzas, preparar mentes y organizar a un creciente número de personas, para la revolución. Durante estas semanas y el resto del semestre, esto constituirá una esfera de importante concentración. Lo que hace falta son diversas formas que faciliten y profundicen la interacción y actividad con el movimiento para la revolución y, como elemento decisivo, para desencadenar un proceso de interacción escalonada con BA.
A partir de los primeros días en las universidades, empecemos con lo sencillo: hablar con las personas y volver sistemáticamente a hablarles a todos aquellos que conozcamos, sentarnos con individuos y grupos, en cafés y los espacios verdes del plantel y, como comunistas, llevarles nuestro conocimiento del mundo y cómo podría ser y desde ese ángulo, ser receptivos a lo nuevo y a aprender de ellos. Tenemos que aprender mucho más de lo que piensan los estudiantes, las corrientes artísticas, intelectuales y políticas, los temas controvertidos. Y aprender de lo que se está debatiendo y concluyendo pero también el estado de las relaciones sociales, la cultura universitaria y cómo perciben este mundo y encuentran significado y forjan propósito… “¿En qué estás pensando?”
Tenemos que organizar una presencia regular de revolucionarios y comunistas en las universidades, para que los estudiantes puedan pasar y “hacerle a un comunista” cualquier pregunta y conversar sobre cualquier tema que les dé la gana. Una anterior experiencia de la cual sacar lección es una presentación semanal del DVD de la charla Revolución en un café cerca del plantel, a donde acudían los estudiantes, veían una o dos pistas de la charla y participaban en discusiones sobre lo que habían visto, pero además sobre una gama de otros temas. Algunos estudiantes lo chequearon solamente una o dos veces, pero paso a paso surgió un pequeño núcleo de participantes regulares, casi por auto-selección. Se podría hacer algo similar con las discusiones de Lo BAsico en que cualquiera pueda venir para discutir una cita o ensayo del libro. Podemos y debemos invitar la participación de los estudiantes en varios proyectos e iniciativas de la revolución, entre otros, en el movimiento contra la opresión de la mujer y la pornografía, y la organización de una decidida resistencia a la encarcelación en masa. Es posible y necesario iniciar estas y otras formas embrionarias, además de forjarlas y fortalecerlas en los primeros días en el plantel.
Si bien estas formas son necesarias y correctas, no son suficientes. Lo que hace mucha falta son formas que se salgan del molde de la participación de los estudiantes en “lo que nosotros estamos haciendo” dentro o fuera de las universidades, aunque eso es muy necesario, y estas formas tienen que crecer más, con una relación más orgánica con los estudiantes y por lo tanto forjar un polo mucho más vibrante de la revolución en los planteles. Como dice el editorial de la semana pasada, ha habido estudiantes “que tal vez hayan chequeado el movimiento para la revolución por un tiempo y decidieron alejarse de él, al menos por un tiempo”. Tenemos que conocer más y en serio “por qué”, sacar lección de este fenómeno de discontinuidades y experimentar con nuevas formas que puedan continuar y facilitar un proceso de interacción escalonada.
Hay que tener este objetivo en mente, entre otros, durante el otoño y procurar en serio ser receptivos a la experimentación y lo nuevo, sobre todo las ideas de los estudiantes y otros de las universidades, acerca de “lo que quisiéramos hacer”, “cómo quisieran aportar” y las “formas” para desencadenar y facilitar el proceso descrito y “las rampas para entrar” al movimiento para la revolución que hagan lo mismo. Como señaló dicho editorial, nos hacen falta “algunas ideas sobre formas para continuar la interacción en las universidades. Para repetir, son muy bienvenidos y muy necesarios sus ideas y sus aportes al respecto. Sobre todo, queremos saber de los estudiantes y de los egresados…” y de otros en los planteles, a medida que observen y conozcan, capten lo que es nuevo y vean el potencial de que florezcan nuevas formas….
Acerca de la orientación, unas palabras finales: Brío, Contienda y Alegría Revolucionarios.
Salir como revolucionarios, en representación del futuro de la humanidad que podría ser, todo lo que Bob Avakian, su dirección y su nueva concepción del comunismo han hecho que sea posible; poner de modelo un enfoque que encarna la moral, la determinación, el propósito y la certeza de que la revolución sea necesaria y posible; la curiosidad y la receptividad de aprender; todo lo que está contenido en el enfoque del núcleo sólido con mucha elasticidad. Nos hacen falta muchas formas de debate y polémica, grandes y pequeñas, con individuos, grupos de estudiantes y corrientes organizadas, de maneras oral e impresa, con ideas anarquistas, defensores de Badiou y Žižek, los oenegeístas, acerca de lo que en serio cambiará el mundo. El proceso de cambiar el mundo trae mucha alegría, sobre todo con lo que tenemos en la dirección revolucionaria concentrada en BA y el partido que él dirige. No existe nada más grande que uno podría hacer con la vida en este momento de la historia. Los estudiantes habrán de “palpar eso”.
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