Revolución #250, 13 de noviembre de 2011
Vídeo policial muestra que el agente asesinó a Flint Farmer
La mañana del 22 de octubre, el Día Nacional de Protesta para Parar la Brutalidad Policial y ADEMÁS el primer día de la convención de la Asociación Internacional de Jefes de Policía en Chicago, el titular de primera plana del Chicago Tribune gritaba: "¿Justificado? Agente de policía de Chicago baleó por la espalda a un hombre desarmado". Esta denuncia importante pone al descubierto unos hechos indignantes y previamente encubiertos sobre el frío asesinato de Flint Farmer el 7 de junio por el agente de policía de Chicago Gildardo Sierra. (Véase "Chicago: ¡Justicia para Flint Farmer! ¡Acusen a los policías que lo asesinaron!", Revolución #238, 3 de julio de 2011.) Unas imágenes de vídeo, de una cámara sujetada al tablero de instrumentos de otro patrullero que se acercaba al lugar, muestran a Flint Farmer, herido y tendido boca abajo sin moverse sobre el césped, y a Sierra, que camina alrededor de él pegándole otras tres balas por la espalda. Sierra le disparó un total de 16 balas, dándole siete veces. El médico forense del condado Cook, que hizo la autopsia, dijo que los disparos mortales fueron los tres que le pegaron por la espalda.
El 2 de noviembre, la familia y los simpatizantes de Flint Farmer realizaron una rueda de prensa en que demandaron que el procurador estatal del condado Cook ordenara el arresto inmediato de Sierra, lo acusara de homicidio en primer grado, se lo declarara culpable y lo condenara a cadena perpetua. Cuatro estaciones de televisión y el Chicago Tribune (Tribune en adelante) cubrieron la rueda de prensa, y esa cobertura se publicó en el Huffington Post en línea y hasta en periódicos de lugares tan distantes como Boston.
Para la familia y los simpatizantes esa rueda de prensa ha sido un importante punto nodal en la batalla por justicia para Flint Farmer. La respuesta de los medios de comunicación y el creciente apoyo de sectores diversos del pueblo, incluido Ocupar Chicago, le ha dado nuevas energías a la lucha por hacer valer la demanda planteada desde el entierro de Flint en junio: "Acusar, condenar, encarcelar al policía asesino — todo el sistema es culpable". El artículo de denuncia del 22 de octubre en el Tribune tenía una foto grande del padre de Flint Farmer mientras cargaba una pancarta con esa demanda.
La batalla por justicia para Flint Farmer también se ha unido al movimiento por justicia para las víctimas del archiconocido torturador policial Jon Burge. Mark Clements, de la campaña para poner fin a la tortura policial, habló en la rueda de prensa y expresó su indignación ante el hecho de que no se había arrestado ya a Sierra. Clements fue a prisión a los 16 años de edad y purgó 28 años ahí a raíz de una confesión arrancada mediante la tortura por policías bajo el mando de Burge.
Sierra culpable de otros crímenes
Flint fue la tercera persona baleada por Sierra en los seis meses del 7 de enero al 7 de junio de 2011. De esas tres, dos murieron. El Departamento de Policía dictaminó que en cada incidente, se justificó el balaceo policial. Una investigación del Tribune en 2007, que examinó 10 años de archivos acerca de 200 tiroteos policiales, descubrió "un patrón en que los oficiales se precipitan para absolver a los agentes que disparan contra civiles" y que "esas someras investigaciones policiales crean un criterio de justicia aparte y alimentan los temores de algunos ciudadanos de que la policía puede disparar con impunidad contra las personas".
En los años desde ese entonces, ese patrón se ha empeorado. Ningún policía de Chicago ha enfrentado cargos criminales por disparar contra un civil, a pesar de las repetidas denuncias e indignación pública, y hasta ahora en 2011 los agentes de Chicago han disparado contra 51 personas.
Desde que se formó la llamada Autoridad de Investigación Independiente de la Policía (IPRA) en 2007, ya no se publican los nombres de agentes que balean a civiles, hasta que haya una "investigación". Se ha eliminado la política anterior, de sacar de la calle al policía involucrado en un tiroteo mientras se esperaba la investigación. Ahora, al día siguiente de cometer un asesinato, el policía regresa para amenazar a la comunidad. Y no hay manera de saber la identidad de policías matones a menos que alguien los haya visto en el lugar de los hechos y haya leído la chapa. La IPRA mantiene esta y otra información muy en secreto, objetivamente impidiendo los esfuerzos de obtener un sentido de justicia para la víctima. Los abogados de familias que buscan una reparación judicial por un asesinato injusto a manos de la policía describen lo dificilísimo que es obtener información crucial de la IPRA, incluso con una citación judicial. De 254 tiroteos policiales (81 de ellos mortales) de septiembre de 2007 a septiembre de 2011, se determinó en solo DOS casos que la policía tenía alguna "culpa".
El artículo del Tribune se centra en los crímenes verdaderamente atroces de un policía en particular que disparó contra tres personas en seis meses, y saca a la luz que el departamento de policía ni siquiera mantiene un registro de agentes involucrados en tiroteos. Pero el problema es mucho más profundo que el agente Sierra o "unos cuantos policías malos", como dicen algunos.
Se trata de una ocupación sistemática y sistémica de los barrios de masas negras en Chicago y en otras ciudades, donde hacen uso del poder armado de la policía para reprimir y aterrorizar a la gente, de una manera muy similar a cómo hicieron uso de los linchamientos en el Sur del país durante los años 1950 y 1960. La familia de Flint Farmer informó que los policías dejaron su cuerpo tendido en un charco de sangre de la 1:30 a.m. a las 5 a.m., y durante todas esas horas obligaron a la familia a quedarse a una distancia de media cuadra y los sometieron a insultos, mientras algunos se pavoneaban sonriendo y riéndose. Luego, dos días después, cinco o seis policías iban caminando por la calle donde vive un pariente, ostentando rifles de asalto. Los niños pequeños salieron corriendo con pavor. Una persona dijo: "Al pasar por mi casa, nos vieron con nuestras camisas que decían ‘Q.E.P.D. Flint’, y nos voltearon la mirada y dijeron: ‘Si encontramos a alguno de ustedes hijos de puta caminando por esta calle haciendo algo, con una cerveza o lo que sea, pues cualquier cosa, vamos a encerrarlos en la cárcel’". Por varios días después, la policía iba pasando cada 10 minutos en su patrullero, ojeando a la familia. Eso es puro aterrorizar e intimidar a toda una población bajo la autoridad del estado.
Nosotros decimos BASTA YA. Basta ya de policías asesinos. Basta ya "investigaciones" que exculpan automáticamente a los asesinos, basta ya de fuerzas merodeadoras que denigran y humillan a la gente.
¡Acusar, condenar, mandar a la cárcel al policía asesino!
¡Todo el maldito sistema es requete-culpable!
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