Revolución #257, 29 de enero de 2012
Feminismo "sexo-positivo" y Sasha Grey: Ninguna defensa al porno
Nota de la redacción: Se publicó el presente artículo originalmente el 27 de septiembre de 2011 en sunsara.blogspot.com. A continuación presentamos algunos comentaristas de lectoras/es sobre el artículo y las respuestas de Sunsara Taylor. Se modificaron por el número de palabras. El intercambio completo se halla en inglés en sunsara.blogspot.com/2011/09/sasha-grey-on-tyra-banks.html.
Hace poco, dos estudiantas universitarias me dijeron con insistencia que estaba mal oponerse a la pornografía porque nosotros deberíamos estar "sexo-positivas". Además, insistieron que muchas mujeres deciden meterse a la pornografía por sus propias ambiciones y que se debería respetar eso como mecanismo de "apoderamiento".
En muchísimos aspectos, eso es una tontería. Primero, la abrumadora mayoría de las mujeres y muchachas que están en la pornografía y la prostitución (y las diferencias sí se confunden) se saldrían si pudieran. Segundo, aunque hay mujeres que deciden por su cuenta meterse al porno a pesar de la disponibilidad de otras opciones, eso no quiere decir que esa elección es algo bueno — para ellas, o de aún más importancia, para la sociedad y las mujeres en su conjunto. La forma de ver y tratar a la mujer que está concentrada y perpetuada en el porno perjudica a todas las mujeres, mucho más allá de aquellas que "deciden" participar en ella. Cada mujer a toda hora del día, sea en la calle, el hogar, el trabajo, la escuela o el campo de batalla, resulta afectada, menospreciada y puesta en peligro por la vida en un mundo en que millones y millones de hombres se excitan viendo a las mujeres reducidas a objetos de tortura, humillación y brutalidad en beneficio de su excitación sexual.
Luego, estas dos universitarias mencionaron que Sasha Grey era su ejemplo perfecto de una mujer que se metió al porno según "sus propios términos" y "su propio beneficio y apoderamiento".
Describí, entre otras cosas, algo de lo que Sasha describe de sí misma en el video: por ejemplo, invitó a un hombre a darle un puñetazo en el estómago durante el sexo oral, como una manera en que se ganó tanto aprecio en la industria del porno. Las estudiantes titubearon un momento, pero de ahí una insistió que si eso era su elección, nosotros deberíamos respetarla. Les pregunté: "Pero, ¿y el contenido? ¿Y qué forma de ver a la mujer y el sexo se promueve mediante todo eso?" En ese momento, ellas insistieron que se les había acabado el tiempo y que tenían que irse (curioso, pues se habían detenido en la calle y pasado largo rato charlando sin ninguna aparente prisa).
De hecho, a la mayoría de las mujeres no les agrada la clase de actos en las que las obligan a tomar parte como parte de la industria del porno. Muchas mujeres cumplen estos actos por temor, por apuros económicos, por adicciones y otras formas de coacción extrema. A menudo, las mujeres ni consienten a lo que les hace en una película pero sobre todo, no tienen recursos ni derechos de impedir que se distribuya la película.
Pero por el pequeño número de mujeres de la industria como Sasha Grey que deciden someterse al menosprecio, denigración, abuso y mucho más (como películas que las presentan como niñitas, escenas de penetraciones del culo a la boca, penetraciones tumultuarias con 15 tipos a la vez, escenas en que ella lame el inodoro y cosas peores), lo crucial NO es si ella decide hacer esas cosas o no. Lo importante es el efecto social de esas acciones, y la transmisión de esos actos a millones de observadores.
Cuando alguien mata a otra persona, nosotros no preguntamos: "¿Lo sintió de veras en el corazón? ¿Era lo que eligió 'auténtico para sí mismo'?" Primero, preguntamos: "¿Qué efecto social tuvo?" De ahí, si no existía una muy buena razón por haber matado, su conducta sería objeto de denuncia por su efecto sobre la sociedad (a diferencia de algunas situaciones de defensa propia o en ciertas situaciones en el contexto de una guerra justa). Además, se detiene tal conducta, cuando sea posible.
Esa es una analogía. Matar a alguien no es lo mismo que decidir tomar parte en una película porno. No obstante, el método en cuestión tiene que ser el mismo. Es necesario evaluar el efecto del porno desde la óptica de su efecto sobre la sociedad, y no las intenciones de los individuos que lo crearon. Desde la perspectiva de su efecto sobre la sociedad, el porno es muy perjudicial para las mujeres: tanto aquellas que toman parte en su creación como todas las mujeres que caminan sobre la tierra en que el mercado internacional lo exige. Enseña a los hombres (y a las propias mujeres) a no considerar a la mujer como ser humano digno de respeto e igualdad, sexualiza la denigración y dominación, priva a las relaciones sexuales de toda la gama de interacción humana, intimidad, vulnerabilidad y cariño con el potencial de capacitar a los seres humanos a compartir, se concentra elementos de la más recalcitrante intolerancia y odio racista y pregona la crudeza de la capacidad de ver a otras personas como "cosas" en otros aspectos de este mundo cruel (no por coincidencia los soldados combatientes en guerras injustas a menudo "se envalentonan" viendo porno antes de salir a matar).
Tras explicar todo eso, veamos este corto de Tyra Banks en que ella tiene de invitada a Sasha Grey. Alguien ha puesto una información sumamente importante a lo largo del costo que espero que ustedes también tomen un momento para reflexionar: youtu.be/BxUq_zzvAaA o accedan a YouTube.com y busquen "Pt1 Porn Star Sasha Grey on Tyra. Anti-Porn.org comments (Nonprofit AntiPornography.org)"
Primer comentarista…
Obviamente Sasha Grey es la candidata equivocada con la cual defender o representar la amplia gama de pornografía que existe. Generalizar la totalidad del porno por medio de Sasha Grey equivale a un argumento tipo subterfugio. Es difícil tomarlo en serio.
Un individuo serio primero tiene que reconocer que existe una estética sexual y que la mujer tiene el mismo derecho como el hombre de ser un ser sexual liberado y de expresar su sexualidad de maneras sanas. Además, tiene que reconocer que no todo el porno supone "la reducción de la mujer a un objeto de tortura, humillación y brutalidad…".
Sin duda, en el actual sistema capitalista muchas mujeres se meten al porno porque en el sentido económico, tienen muy pocas alternativas, y no se meten al porno por que quieren hacerlo. En estos casos, muchas mujeres también descubren que tienen que hacer porno el que de otro modo, preferirían no hacer. Como la pornografía es una importante expresión y extensión del capitalismo de mercado, regido por las ganancias y no por consideraciones de gusto, arte o sexualidad sana y libre, el resultado es "la industria del porno". Dudo que haya mucho que defender por lo que se refiere a la industria en general pero es necesario reconocer que tiene mucha diversidad. Por ejemplo, Naked News no equivale al simulacro de una violación tumultuaria.
Existen varios hilos de pensamiento feminista sobre estas posiciones y Sunsara Taylor ha hecho suya la posición anti-porno "de línea dura". El problema es que esta posición interioriza las actitudes culturales sexistas y puritanas que asfixian la sexualidad de la mujer…
…En este sentido, Taylor no hace suya la posición moral de la Izquierda, sino más bien la posición moral conservadora que tiene sus raíces más hondas en los puritanos.
El problema en cuestión no es que existe el porno. El problema es que el sistema capitalista hace que algunas mujeres crean que para tener éxito, tienen que participar en formas de pornografía en las que de otro modo no estarían. El problema no es que la pornografía cosifica a la mujer. El problema es que el capitalismo cosifica a los seres humanos como mercancías. Sin el capitalismo, no existirían la prostitución ni tampoco la industria del porno. Sin el capitalismo, por el contrario existiría la sexualidad femenina y masculina plenamente liberada en su expresión auténtica y libremente elegida.
28/09/2011 4:41 p.m.
Segundo comentarista…
Sunsara: El asunto que planteas en la última entrega de su diario digital trata una cuestión importante que no se trata con la frecuencia que sea necesario. Como ex fotógrafa que anteriormente se dedicaba a obras de arte erótico (con dos exhibiciones de museo y muchas exhibiciones de galería colectivas e individuales) así como trabajo en la industria de modas (la que emplea principalmente a modelos menores de edad), puedo decir que he ponderado profunda y detenidamente acerca de la representación sexista y sexual en la sociedad consumista cosificada en que vivimos.
El sexo (las relaciones sexuales) en sí y de por sí es un concepto puro (no tiene su propio significado). Por lo tanto, la importancia y los valores que le atribuimos dependen de varias cosas, ante todo las manifestaciones y valores que cualquier sociedad humana le adjudica.
Como concepto puro, las manifestaciones y valores que la adjudicamos al sexo humano reflejarán estrictamente la sociedad que los produce. He aquí una breve ilustración pertinente: la representación de dos seres humanos que hacen el coito tallada en un complejo de templos de una sociedad antigua tendría un significado muy distinto en esa sociedad antigua en comparación a la misma representación hoy en la civilización occidental. Ahí está el quid.
Se produce, distribuye y consume el porno en la civilización occidental como extensión de la voracidad brutal y a menudo sexual de nuestros modos de dominación, los cuales son principalmente violencia militar, económica y política. Se da la destrucción de comunidades históricas y sus respectivas culturas, idiomas y formas sociales de reproducción por el proyecto civilizador occidental mediante la violencia sexual, entre otras cosas.
Cuando los europeos invadieron a lo que es hoy el continente de las Américas, una parte de su política era la de violar a tantas indígenas como fuera posible; lograron muchas cosas estratégicas que no examinaré aquí. Pero lo importante es que en la civilización occidental se ha usado y sigue usando el sexo como una bárbara arma de explotación, expoliación y dominación.
No es posible separar el porno de su historia en la sociedad occidental, además, si creyéramos que, según han propuesto varios filósofos contemporáneos, la mente humana fuera el paisaje que se está colonizando ahora mismo y que la conciencia humana está en el horizonte y en la mira del proyecto neoliberal y postmoderno de la colonización de la mente humana, pues, también tenemos que entender que el porno es uno de los instrumentos más efectivos con los cuales se da tal colonización. Pero solamente es posible hacerlo si es denigrante, brutal e inhumana la representación sexual de la que las personas están provistas.
Como una persona sexo-positiva (entender que las relaciones sexuales entre dos adultos por libre y propia voluntad no tiene nada de malo) y como ex productora cultural de imágenes erotizadas, puedo afirmar que el porno tal como se produce y reproduce en la actual sociedad no puede estar relacionado con la libertad de expresión ni el apoderamiento de la mujer, lo que, tal como señalas, es pura tontería.
Lo que es posible decir con sinceridad acerca del porno, lo has dicho muy bien. Yo agregaría lisa y llanamente que el porno es un arma devastadora que se está empuñando, disfrazado de libertad, en pro de la colonización de la mente humana con efectos particularmente poderosos.
28/09/2011 6:03 p.m.
Sunsara Taylor dijo…
El primer comentarista dice en parte:
"Un individuo serio primero tiene que reconocer que existe una estética sexual y que la mujer tiene el mismo derecho como el hombre de ser un ser sexual liberado y de expresar su sexualidad de maneras sanas".
La mujer tiene un derecho de ser plenamente humana, lo que incluye ser sexual, disfrutar el sexo, iniciar el sexo y rechazar el sexo en cualquier momento o circunstancia. Pero ser plenamente humano es distinto a ser reducido a una cosa que se utiliza para el sexo. El porno reduce a la mujer a una cosa; no expresa la sexualidad de la mujer como parte de su plena humanidad. (Te lanzo un reto: que me halles una película porno en que una mujer discute cuestiones de filosofía, literatura o política, en que la tomen en serio y que diga algo como: "Esta noche más bien quiero hacer cucharitas".)
No, no tengo que "reconocer que existe una estética sexual". Existen muchas estéticas sexuales y acepciones que es posible atribuir al sexo en distintas circunstancias, tiempos, culturas e individuos. El porno representa una clase de sexo: muchas diferentes posiciones pero una sola concepción de la mujer: cosas a las cuales coger.
Claramente, el capitalismo es una enorme parte del problema, pero eso es solamente una parte del problema por lo que se refiere al porno. La otra parte es el PATRIARCADO y la opresión de la mujer. El porno constituye el patriarcado filtrado a través de la cosificación capitalista de todo. No obstante, lo que se cosifica en el porno NO es el sexo en general ni siquiera la mujer como parte del pueblo en general, sino el PATRIARCADO.
El porno refleja y refuerza profundamente las relaciones generales del patriarcado y supremacía masculina que empapan la sociedad. Provoca enorme daño, contra la mujer y contra la humanidad en su conjunto.
En respuesta a tu insistencia en que por mi posición contra el porno, seguramente me dijo por el puritanismo, eso no solo es una tontería sino que refleja una miseria de la imaginación y un mezquino punto de vista acerca del sexo y la sexualidad.
Si no puedes imaginar el sexo sin el porno, pues eso está jodido.
Segundo comentarista: Lo que dijiste es muy profundo y muy valorado.
28/09/2011 10:35 p.m.
Tercer comentarista…
Creo que castigan a la mujer por ser sexual y eso está mal y tengo el derecho de tener sexo con un extraño, ahora mismo, por teléfono, vía cámara web, en carne viva, al carajo el herpes. Una vez ganaba un poco de plata extra de dominatriz, frecuentaba clubes de sexo clandestinos, liberaba mis fetiches. Pero no puede negar el hecho de que el porno y la prostitución son las industrias más explotadoras conocidas. Es una libertad anti-sexual. Un trabajador del sexo en el porno no elige ni expresa su sexualidad. Aquellos que miran las cadenas y ven libertad se engañan a sí mismos. NO es el capitalismo el que ata a una mujer en su servicio sexual; existe esta práctica desde el surgimiento de las guerras. No estoy de acuerdo en que ocurre el daño principalmente contra la sociedad; se da el daño contra la prostituta; no me crean, vean la esperanza de vida de una mujer prostituida. Tengo unos desacuerdos con Sunsara en algunos puntos; creo que una mujer que tome parte libremente en formas no invasivas del porno blando o chatea en Second Life, no necesariamente tiene que responder ante la sociedad. Algunos trabajadores del sexo puede ser libres, pero eso no justifica pagar ni un centavo por el porno ni respetar a empedernidos intolerantes como Larry Flynt.
28/09/2011 11:30 p.m.
Primer comentarista…
Una clara dificultad en la discusión acerca de la pornografía es el problema de definiciones. Es casi imposible definir la pornografía y la SCOTUS (Suprema Corte de los Estados Unidos) es un ejemplo excelente al respecto. Dicha corte lo estimaba casi imposible definir la pornografía, de afirmar que se trata de lo que "no cuenta con absolutamente ningún valor redimible social" a la declaración del magistrado Potter Stewart: "La conozco cuando la veo". ¿Quién es el árbitro de lo que constituye valor redimible social y cómo lo decide? Si seguimos a Stewart, pues tendremos que aceptar que es meramente una opinión subjetiva y que no es posible descubrir ningún criterio objetivo…
Es muy objetable la noción de que tiene que haber profundas discusiones sociales, políticas o filosóficas en el arte o en ese sentido en cualquier otra cosa, para que tenga valor estético o artístico. El WSWS (World Socialist Web Site) cubre bien los acontecimientos políticos en el mundo y en un sentido general es correcto —es obvio que tengo diferencias políticas, personales con ese sitio, al igual que contigo— pero sus reseñas de películas son constantemente obtusas y estrictas en las formas sectarias más absurdas. El WSWS opina que a menos que el argumento de cada película esté imbuido de una ideología casi completamente socialista, pues necesariamente la película está desprovista de mérito artístico. Nada podría ser más absurdo. Está la posición del arte por el arte. Una película no tiene que ser sociopolítica. Puede estar imbuida de lo puramente emocional o hasta la pura estética del cine o ambas cosas. En ese sentido, la pornografía (sea cual fuere) no tiene que tratar la filosofía, política o sociología. Argumentar al contrario es absurdo. Si bien se podría argumentar, tal como lo han hecho muchas personas, que Los soñadores de Bertolucci o Y tu mamá también de Cuarón representan precisamente eso: pornografía con discusiones sociopolíticas, cinemáticas en el trasfondo. ¿Quién decide?
Existe pornografía en que las mujeres son las únicas participantes y existe un nicho para el porno "casero" y "de cámara web". Cuando una mujer decide tomar videos sexuales de sí misma bajo su propio control directo, no tiene relevancia ninguna otra consideración salvo la suya. No es posible contemplar tal matiz en tu generalización extrema. Eso es lo principal. Una enorme parte de la "industria del porno" es sin duda sexista y nefanda, pero aquí es necesario estar consciente de la importancia de distinguir. En lugar de criticar a la pornografía en general (porque nadie ni siquiera sabe lo que es), quizá podrías criticar la industria del porno y las diversas formas concretas en que en ella explotan y abusan de las mujeres.
29/09/2011 2:00 a.m.
Cuarto comentarista…
"apoderamiento". vaya, eso es descabellado. y eso es un montón de disparates. fui prostituta por 18 años. y no existe nada parecido a tener "apoderamiento" de eso. Incluso para los hombres, no existe ningún apoderamiento. de plano, es explotación, lisa y llanamente. & en ese negocio para la mujer es mucho peor. todos son objeto de explotación, pero la mujer está en el fondo. En realidad, da asco. He estado ahí, en la misma sala donde filman. Y no tiene nada de glamour en absoluto…
30/09/2011 1:37 a.m.
Primer comentarista…
El problema con tu posición es que es una representación inexacta del panorama general. En el porno, existe exactamente lo contrario de lo que dices es cierto acerca de la mujer para el hombre (se llama "femdom", o sea, dominación femenina). Existe un nicho de dominación y va en dos sentidos. Personalmente, me desagrada ambos aspectos y no tendría nada que ver con ninguno, pero tampoco soy tan ingenua como para tachar a la totalidad de la pornografía (sea cual fuere en realidad) de patriarcal debido a nichos raros, o matriarcal debido a la femdom, y no veo por qué yo debería hacer campaña contra los individuos que disfrutan esos nichos o tomar parte consensuada en ellos. ¿Cómo explicas la femdom?...
Me desagrada convertir tales discusiones en comentaristas personales pero por sus ataques personales, supongo que deba señalar que soy más que capaz de imaginar el sexo sin el porno. En mi caso, las relaciones sexuales tratan la conjunción de parejas iguales en actos sexuales mutuamente deseados. Si bien creo firmemente en la libertad personal, hasta la libertad de participar en raros fetiches sexuales (algunas personas con razón disfruta tales cosas, quizá Sasha Grey es un ejemplo, pero, repitiendo, no puedo opinar por no conocer lo suficiente su situación específica), yo misma soy relativamente convencional. Creo personalmente que las relaciones sexuales tienen que ser manifestaciones tangibles del amor. En realidad, soy más bien una romántica. Eso, lisa y llanamente, no tiene nada que ver con los verdaderos argumentos aquí…
30/09/2011 2:26 p.m.
Sunsara Taylor dijo…
El tercer comentarista dice en parte:
"No estoy de acuerdo en que ocurre el daño principalmente contra la sociedad; se da el daño contra la prostituta; no me crean, vean la esperanza de vida de una mujer prostituida. Tengo unos desacuerdos con Sunsara en algunos puntos; creo que una mujer que tome parte libremente en formas no invasivas del porno blando o chatea en Second Life, no necesariamente tiene que responder ante la sociedad".
Primero, estoy de acuerdo en que el daño hecho también se le hace a la mujer prostituida. Mi argumento no trata de si el daño es mayor. Señalaba que para la abrumadora mayoría de las mujeres en la prostitución y en el porno, existen terribles y nocivas circunstancias de las cuales ellas se saldrían en un dos por tres si tuvieran una opción viable para hacerlo. Por otra parte, incluso para aquellas que defiendan lo están haciendo y que deciden hacerlo, eso en sí no da una respuesta a la pregunta de si es bueno decidirse a hacerlo. Por eso, planteo lo del daño a la sociedad. De hecho, ambos cosas están vinculadas.
Por lo que respecta a lo que dices acerca de si las mujeres que deciden estar en el porno "tienen que responder ante la sociedad", no considero que las mujeres en el porno sean los principales individuos que tienen que "estar respondiendo". La mayoría de estas mujeres, como tú también señalas, necesitan de apoyo y recursos para salirse de lo que las tiene atrapadas. Creo que los creadores del porno, los compradores del porno, toda la perpetuación de la generalización del porno, yo creo que es necesario desafiar y parar a estas personas y estas instituciones. Por otra parte, yo diría que —para aquellas mujeres que han decidido decir que están obteniendo apoderamiento y que están apoderando a otras mujeres al estar en el porno—, eso son puras tonterías y es necesario desafiarlo. En el mismo sentido en que es necesario desafiar a las mujeres que protestan por las clínicas del aborto (a menudo, a nombre de "salvar a mujeres").
30/09/2011 6:04 p.m.
Sunsara Taylor dijo…
Primer comentarista: Pides definiciones. La palabra "pornografía" tiene su origen en las mujeres a que esclavizaron para el sexo. Por otra parte, la palabra "erótico" tiene su origen en Eros, que significa el amor.
En ninguna parte he insistido en que cada película tenga un mensaje político o una discusión política. Tu descripción de un enfoque reducido en materia del arte en el WSWS es economismo repugnante, sumamente nocivo y totalmente distinto a lo que yo señalaba. A diferencia de insistir que TODA película incluya política, yo señalaba el problema de un género de películas que por principio, NUNCA incluye a las mujeres como seres humanos plenos, lo que incluye a sus ideas y pensamiento sobre asuntos de la filosofía, arte, política y lo que sea.
Posteriormente, escribes: "Soy más que capaz de imaginar el sexo sin el porno. En mi caso, las relaciones sexuales tratan la conjunción de parejas iguales en actos sexuales mutuamente deseados".
El hecho de que, al describir el sexo no pornificado, describes parejas iguales y actos sexuales que son mutuamente deseados, es muy aleccionador por lo que se refiere a lo que es el porno y por qué es tan dañino.
30/09/2011 6:17 p.m.
Quinto comentarista…
El primer comentarista plantea la cuestión de la femdom a fin de sostener que echa por tierra la crítica al porno por supremacista masculino. El femdom no desafía la dominación masculina. Meramente refleja el anverso de la acostumbrada dominación del hombre sobre la mujer. No refuta sino más bien recrea el tratamiento de una persona como un objeto al cual domina otra persona.
He aquí una analogía: ¿confirma el hecho de que una mujer como Margaret Thatcher estuvo al mando de Inglaterra que el patriarcado ya no existe? El mero cambio del género o raza del individuo que ahora está al mando no cambia la forma subyacente de opresión.
11/11/2011 1:03 p.m.
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