Revolución #259, 12 de febrero de 2012


Pregúntale a un comunista:

Hay 2.4 millones de personas en prisión en Estados Unidos — ¿Por qué? ¿Qué HAREMOS al respecto? ¿Qué tiene de malo la noción de un "complejo industrial de prisiones"?

En los últimos 30 años hemos presenciado en este país un encarcelamiento masivo y sin precedentes de millones de personas. Por ejemplo, ¡la actual cantidad de personas en las prisiones supera más de ocho veces la de 1970! En total, 2.4 millones de personas (y eso ni siquiera incluye los "centros de deportación", muchos de los cuales son peores que prisiones, en que 363.000 inmigrantes están a la espera de la deportación). Además, controlan a millones de personas más mediante la libertad condicional. Ningún otro país en el planeta se acerca a esta cifra, ni tiene una proporción tan alta de personas presas en la población.

El aspecto fundamental de este encarcelamiento masivo, casi más importante que la cantidad misma de presos, ha sido el hecho de que se centra en los negros y latinos en particular. Por ejemplo, la proporción de presos negros a blancos se ha duplicado en los últimos 40 años; y hoy encarcelan a negros a un ritmo 7 veces mayor que a los blancos. Un estudio de 2007 señala que "un varón negro joven sin diploma de secundaria tiene una probabilidad de 59% de ser encarcelado antes de que cumpla 35 años"1. Hoy en Estados Unidos, ¡hay más hombres negros en prisión o atrapados de otra forma en el sistema penal mediante la libertad condicional, etc. que hombres esclavizados en 1860!

Mientras tanto, las condiciones en las prisiones se han empeorado aún más y se han vuelto más severas, con aproximadamente 50.000 personas encerradas en aislamiento ¡en condiciones que el derecho internacional ha denunciado como tortura!

Este programa tiene elementos genocidas ahora mismo y un claro rumbo genocida. Hemos visto en la historia lo que pasa cuando, sea por medio de explícitas leyes raciales o simplemente por el aparente "funcionamiento del sistema", quitan de la sociedad a grupos enteros de personas, los estigmatizan como enemigos de "la GENTE decente", y luego los almacenan en prisiones o condiciones parecidas; el genocidio no tiene que darse de la noche a la mañana, se puede desarrollar por etapas. Es preciso que la gente no se deje engañar, embaucar o intimidar de modo que acepte todo eso. Al contrario: necesitamos —necesitamos urgentemente— un movimiento enorme y resuelto que se niegue a aceptar eso y ponga en tela de juicio la legitimidad misma de un sistema que cometería semejante crimen.

La explicación errónea del "complejo industrial de prisiones"

Sí, existe un creciente movimiento en contra de eso. En este movimiento, hay debate y lucha sobre la causa del problema y la solución de esta horrorosa atrocidad. ¿Qué motiva la destrucción de literalmente millones de vidas, lo que también pone en la sombra a otras decenas de millones?

Una explicación popular es que este problema se rige por un "complejo industrial de prisiones". Angela Davis, la más prominente de aquellos defensores de esa explicación, o línea, ha escrito que este encarcelamiento masivo surgió como una oportuna "respuesta de primer recurso a muchísimos problemas sociales que pesan sobre la gente que está encerrada en la pobreza"2. Una vez que se da eso, escribe ella, la encarcelación en masa de la gente de las comunidades oprimidas "se convierte en un gran negocio en el sentido literal". Agrega:

Todo este trabajo, que solía ser de la competencia primaria del gobierno, ahora lo hacen también corporaciones privadas, cuyos enlaces con el gobierno en el campo que se llama eufemísticamente "correccionales" resuenan de manera peligrosa con el complejo militar-industrial. Los dividendos que se devienen de las inversiones en la industria de castigos, como aquellos que se devienen de las inversiones en la producción de armas, simplemente constituyen la destrucción social. Teniendo en cuenta las similitudes estructurales y la rentabilidad de los eslabonamientos negocios-gobierno en las esferas de la producción militar y el castigo público, el sistema penal en expansión ya se puede caracterizar como un "complejo industrial de prisiones"3.

Otras personas que sostienen este punto de vista señalan que casi siempre se construyen estas prisiones en zonas rurales, aunque la mayoría de los presos ahí son de las zonas urbanas. Cuentan a esos presos como habitantes de esas zonas rurales aunque no les dejan votar allí ni en ninguna otra parte. Eso aumenta la influencia y recursos para los lugares rurales de esas prisiones en detrimento a los de las zonas urbanas. Por último, algunos que plantean esta explicación, entre ellos Davis, vinculan eso a lo que ella llama "el racismo estructural en la economía" y la satanización del pueblo negro y otra gente de color en las instituciones y la cultura en general, así como toda la historia de la supremacía blanca. Además, dicen que el supuesto complejo industrial de prisiones está relacionado directamente con los recortes de la asistencia social, el destripamiento de la educación y el sistema de salud y otras necesidades esenciales, y que un movimiento contra todo eso podría hacer que al contrario, ese dinero se erogue para esas necesidades.

Algo de eso revela una parte de la verdad sobre la encarcelación en masa; una vez emprendido este programa, varias corporaciones sí metieron el hocico en el comedero y ahora existe toda una estructura de intereses que tiene una especie de vida propia y trata de influenciar la situación. Pero una buena parte de eso está mal. Este programa NO fue una especie de respuesta equivocada o incluso cínica a la delincuencia ni menos a los "problemas sociales que pesan sobre la gente que está encerrada en la pobreza". Eso no causó el destripamiento de la educación, la salud y la vivienda, tampoco "liberará" dinero para dichas necesidades la revocación de ese programa entero (dinero y necesidades por los que definitivamente hay que luchar). (Eso se debe a la manera en que los imperialistas estadounidenses ven sus "opciones" en un período de competencia despiadada sumamente intensa con sus rivales internacionales. Se tiene que recortar todo el que no sea absolutamente esencial para el mantener y expandir su proporción del saqueo mundial; y hasta las fuerzas armadas, las que estiman que son un elemento esencial de su proporción del saqueo mundial, y las mismas prisiones, las que estiman que son un elemento esencial para reforzar el orden y la estabilidad "en el frente interno", están sujetas a ciertos recortes "quirúrgicos" a la vez que las prisiones siguen reventándose, hacinadas de formas que se remontan a los barcos negreros de los "albores" del capitalismo, y las fuerzas armadas retienen su aplastante ventaja contra otras potencias y los países oprimidos en el campo de matanzas y destrucción.)

Este paradigma del "complejo industrial de prisiones" en su conjunto está muy equivocado. NO describe el problema acertadamente y por ello, le quita el filo a la necesaria lucha y lleva a callejones sin salida.

Ello, por dos grandes razones:

Una: La tremenda expansión del encarcelamiento, principalmente contra los negros y otra gente de color, NO se ha dado porque algunos grupos de presión divisaron una manera de sacarle dinero y manipular la maquinaria del gobierno, haciendo uso del racismo blanco para hacerlo; tampoco y de ningún modo fue una respuesta a los "problemas sociales que pesan sobre la gente que está encerrada en la pobreza" (de nuevo, haciendo uso de la descripción extrañamente neutral de Davis). Principalmente se ha dado porque a aquellos que tienen el poder les sacudieron profundamente los años 1960 y en particular la lucha de la liberación negra y el crecimiento del sentimiento revolucionario. Para lidiar con eso, emprendieron esfuerzos para aplastar el movimiento para la revolución e impedir que surgiera de nuevo. Con ese fin y además, para lidiar con otros cambios y trastornos sociales generados por el funcionamiento del capitalismo, "reestructuraron" y reforzaron las profundas raíces de la opresión del pueblo negro y de otras minorías. El resultado: un "nuevo Jim Crow", es decir, una nueva etapa aún más perversa y peligrosa de la opresión del pueblo negro y otras minorías de parte de este sistema. Al no captar esto o en el mejor de los casos, al subestimarlo, la línea del complejo industrial de prisiones tapa las raíces profundas de la opresión del pueblo negro en este país, el potencial revolucionario del levantamiento de masas en los años 1960 y el salvajismo del contraataque de los que tienen el poder.

Dos: Esta línea describe o da a entender que las instituciones núcleo del estado —las cortes, policía, prisiones, ejército, burocracia y poder ejecutivo— son neutrales o al menos es posible usarlos para algo bueno. Dice o da a entender que es posible usar el estado para servir a los grupos oprimidos así como al opresor, como si esos grupos oprimidos pudieran aprender a trabajar la maquinaria del sistema en beneficio propio. De hecho, históricamente se desarrolló y estructuró esta maquinaria estatal —tanto sus herramientas de represión violenta como sus "procedimientos democráticos"— para servir a los intereses de la clase capitalista imperialista. Es una dictadura burguesa (capitalista imperialista) que sirve a los intereses burgueses. No puede servir a los intereses de ninguna otra clase. Tratar de hacer que lo haga no sólo no llevará a ningún cambio fundamental sino que le hará el juego a los gobernantes y a fin de cuentas ayudará sus esfuerzos para impedir el desarrollo de un movimiento para la revolución entre el pueblo y a aplastarlo si surgiera y echara raíces. Eso no quiere decir que no es posible obtener concesiones, que no se puede cambiar el modo de entenderlo de la sociedad, que las masas no pueden transformar su conciencia y que no es posible poner a la defensa a la clase dominante en el sentido político. Todo eso sí es posible como consecuencia de una lucha de masas resuelta e implacable y en ciertas ocasiones, esa lucha podría ser muy importante y se tendría que librar, como parte de "preparar mentes y organizar fuerzas para la revolución" y además para impedir que el pueblo salga amolado y pulverizado, tal como sucede ahora. Pero, esos cambios serán parciales y temporales sin una revolución, lo que se evidencia en mucha historia amarga. En una palabra, la línea del complejo industrial de prisiones oculta la verdadera naturaleza de la maquinaria estatal capitalista — las prisiones, las fuerzas policiales, las cortes, los ejércitos, etc.

Para determinar correctamente tanto el diagnóstico como la cura, hay muchísimo en juego; usamos de manera muy seria la formulación "elementos genocidas y un claro rumbo genocida". Así que examinemos ambos puntos.

Punto número uno: La encarcelación en masa es consecuencia de la opresión sistémica del pueblo negro y otras minorías, y la intensifica

En muchas obras publicadas por nuestro partido4, explicamos cómo la supremacía blanca —la opresión del pueblo negro, al igual que el genocidio contra los pueblos indígenas, el robo de las tierras de México y muchos otros horrores— ha estado un pilar de Estados Unidos desde el primer día. Esta opresión ha experimentado cambios a medida que se vaya desarrollando el sistema y la gente se vaya levantando en lucha contra la supremacía blanca. Pero a cada paso del camino, inclusive después de la guerra de Secesión de los años 1860, aun después de la lucha de liberación negra de los años 1960, a diferencia de abolir esa opresión, los capitalistas que en realidad gobiernan esta sociedad la desarrollaron con nuevas formas.

El movimiento de los años 1960 llegó a ser uno con un empuje revolucionario y sacudió al sistema, poniéndolo a la defensiva. Pero no se hizo una revolución y los gobernantes de este sistema —el capitalismo-imperialismo— se reagruparon y contraatacaron. Como una parte clave de este contraataque, estos opresores desarrollaron el programa de encarcelación en masa a niveles sin precedentes.

Este horroroso programa no era la creación de unos pocos "intereses especiales". El programa de la encarcelación en masa era y es parte de toda una ofensiva a múltiples niveles orquestada desde los niveles más altos y diseñada para aplastar la revolución e impedir que nuevos movimientos revolucionarios echen raíces. El programa de la encarcelación en masa lo desarrollaron importantes dirigentes de la clase dominante de los imperialistas, y lo ha mantenido y empeorado cada representante político de alto nivel de este sistema durante los últimos 40 años, a partir de Nixon, pasando por Reagan, Clinton (quien presidió la duplicación de la población carcelaria y la mutilación de los derechos legales), Bush padre e hijo y sí, Barack Obama, con su odioso discurso del "Día del padre" que le echa la culpa de este desastre directamente al mismo pueblo negro.

Esta estrategia imperialista contrarrevolucionaria abarca muchas cosas, de las que solo podremos tratar algunos aquí. Reprimieron violentamente a una buena parte de la organización y liderato revolucionario de ese tiempo y respaldaron a otras fuerzas que llamaban a "trabajar dentro de este sistema". Abrieron algunas oportunidades para una minoría de los negros y otras nacionalidades oprimidas en la educación, empleo, cultura y pequeños negocios, a la vez que se empeoraban las condiciones para la mayoría de esas comunidades. (Luego, también atacaron a estas concesiones, como la acción afirmativa). Los políticos desataron abiertamente por toda la nación a los blancos racistas como una fuerza aún más potente y fea.

Además de esta política consciente de los imperialistas y un motivo de esa política, se dieron importantes sacudidas y cambios en la economía de Estados Unidos. Las dinámicas económicas del sistema, es decir, las leyes del capitalismo de "la ganancia al mando", "expandirse o morir" y "explotación al máximo", han seguido desarrollándose. Estas dinámicas llevaron a la eliminación de muchos trabajos industriales en que trabajaban los negros en los años 40, 50 y 60. Agilizaron la producción fabril y la trasladaron desde los centros urbanos a las zonas suburbanas o al exterior. La tasa del desempleo de los afroamericanos en los centros urbanos se disparó por las nubes. En respuesta, los gobernantes capitalistas intensificaron una política de encerrar a los negros en los centros urbanos (o en algunos casos, en las zonas suburbanas más viejas y derruidas) y recortaron dramáticamente la educación, el cuidado de salud y la vivienda, y reforzaron a la policía, dándoles extensos poderes nuevos y armas.

Una parte clave de todo eso fue la llamada guerra contra la droga. Las autoridades canalizaron las drogas hacia los ghettos y barrios, para aumentar la adicción y la desmoralización de las masas Y ADEMÁS para dar un pretexto para expandir dramáticamente la población carcelaria y los poderes y armas de la policía. Este tráfico de drogas también llenó el vació económico causado por el retiro de la industria. Como parte de todo eso, permitieron que floreciera y se reforzara toda una cultura de "perro-come-perro", "valerse del yo primero" y "nuestro vecindario primero que todo" en torno a las pandillas y el "pandillerismo".

A la vez, eso fue parte de una ofensiva ideológica mayor (es decir, una ofensiva para moldear el modo de pensar de la gente) no solo para echarle la culpa a los afroamericanos por los problemas de su opresión, sino para hacer que los negros se culparan a si mismos. Esto último abarcaba no solamente la promoción de la vileza de Bill Cosby sino su reforzamiento especialmente por parte de Clinton y Obama, y eso también abrió paso al mayor fortalecimiento de la iglesia en la comunidad afroamericana.

Una piedra angular de esta ofensiva acerca del modo de pensar de la gente fue la siguiente noción de la clase dominante y sus títeres: "Ahora los negros son iguales. Nos libramos de esas viejas leyes que los discriminaban. Así que si las personas tienen 'problemas' —si carecen de educación, o están desempleadas o desalojadas, o terminan en la prisión—, eso es resultado de 'lo que eligieron mal' y por lo tanto es su propia culpa". Pero la realidad es lo siguiente: se han reemplazado las viejas formas de desigualdad por nuevas formas que son más profundas y brutales, precisamente porque están enmascaradas. No han abolido la desigualdad — la han "reestructurado" y le han dado una nueva forma aún más letal, engañosa y destructiva.

Y los gobernantes lanzaron una gran campaña en la esfera de la política, los medios informativos y las instituciones educativas con el objeto de revocar los verdaderos logros que se habían hecho en los años 1960: insistieron en la mentira de que se había alcanzado la igualdad y que ahora el problema era que los negros, al igual que los latinos, los indígenas y otras nacionalidades oprimidas, exigían demasiado y no "trabajaban duro", y que eran los blancos los que supuestamente eran blanco de la discriminación. Ahora, para repetir, le echaron la culpa a las mismas victimas por sus condiciones opresivas — las que se intensificaban para la mayoría de los afroamericanos y otras nacionalidades oprimidas.

Para resumir este primer punto: el núcleo del problema no es que algunos grupos de presión, haciendo uso del profundo racismo que existe en Estados Unidos, aprovecharon su influencia en el gobierno para enriquecerse a si mismos encarcelando a millones de personas y que de ese modo han privado a esas comunidades de los necesarios servicios sociales. Sí, eso ha sucedido — y eso es un feo testimonio de cómo funciona el sistema. Pero no obstante, eso es una descripción, no un diagnóstico correcto, y es una descripción que pasa por alto la parte más importante. El rol del racismo, que es en realidad un componente central, no se trata principalmente de que esos intereses se aprovechen de ese racismo o que lo promuevan para sacar ganancias — no, el rol de la enorme promoción nueva de la basura racista en la sociedad a) está vinculado mucho más directamente a una ofensiva contrarrevolucionaria multifacética que se ha lanzado desde los niveles más altos de la clase dominante en contra del legado de los años 1960 y en particular el empuje revolucionario del movimiento de liberación negra; b) su propósito se orienta mucho más a impedir que otra vez surja cualquier levantamiento futuro que posiblemente pudiera formar parte de un movimiento para la revolución contra el sistema; y c) es una campaña verdaderamente insidiosa para justificar de alguna forma las horrendas condiciones de los afroamericanos e impedir que cualquier lucha seria que pudiera desarrollarse gane aliados de otros sectores del pueblo. (Tienen cierto fundamento los escritores o pensadores, algunos de los cuales están vinculados a la clase dominante, que hayan denominado dinamita social en potencia a la juventud de las minorías en los centros urbanos y también se hayan preocupado de su influencia sobre la cultura más amplia).

Ni se trata del problema de que la llamada "democracia americana" no está cumpliendo su supuesta promesa. El problema es que "la democracia americana" siempre ha implicado la opresión sistémica y sistemática del pueblo negro y otras nacionalidades oprimidas; que "la democracia americana" siempre ha respondido a cada cambio y desafío adoptando nuevas formas de esta opresión y no aboliéndola; y que ahora "la democracia americana" le ha dado a esta opresión una nueva forma más enmascarada y más intensa y potencialmente más letal.

Al dar a entender que su causa estriba en los reducidos intereses de este u otro sector de los capitalistas, la teoría del "complejo industrial de prisiones" encubre el carácter esencial del auge de la encarcelación en masa: esta es una política forjada desde los niveles más altos para reforzar los cimientos supremacistas blancos del imperio de Estados Unidos de una nueva forma. Al quitarle el carácter concientemente contrarrevolucionario a esta ofensiva, la línea del "complejo industrial de prisiones" subestima en mucho la profundidad, el carácter sistémico y la dirección del ataque — y subestima y encubre el potencial latente de un movimiento para la revolución.

Punto número dos: El poder estatal en Estados Unidos sirve, y solo puede servir, a la clase capitalista imperialista; no es posible reformarlo para que sirva al pueblo, hay que desmantelarlo y reemplazarlo con un nuevo poder estatal revolucionario

Así llegamos al punto dos: la naturaleza del aparato estatal. Al hablar del "estado", NO estamos hablando de las diferentes regiones geográficas que forman Estados Unidos, como el estado de Illinois, el estado de Georgia, etc. Aquí "el estado" quiere decir las instituciones centrales del gobierno: el poder ejecutivo (el presidente, el gabinete y la burocracia) y la maquinaria de fuerza que este ejerce o encarna, que incluye las prisiones. Este es el centro del gobierno porque aquí recae el monopolio del "uso legítimo de la fuerza armada y la violencia": estas son las instituciones principales que la clase dominante usa para ejercer su dominación sobre las demás clases de la sociedad y para promover sus intereses en el mundo.

El estado NO es un instrumento neutral. No es una maquinaria que puede servir igualmente a una clase que a otra. Las instituciones centrales de este estado —el ejército, la policía, las prisiones y los tribunales— las moldeó una forma específica de dominio de clase y fueron desarrolladas para servir y asegurar dicha forma: el capitalismo, que ahora ha evolucionado mundialmente en el imperialismo. El capitalismo-imperialismo estadounidense se cimentó durante los primeros 90 años de su existencia (y durante 150 años antes cuando fue una colonia de Gran Bretaña) en la esclavitud, en la guerra abiertamente genocida contra los pueblos indígenas y en el robo por medio de la guerra de vastos territorios de México, todo ello realizado y defendido por el ejército. Esta forma de dominio de clase también ha llevado a cientos de guerras, ocupaciones y acciones militares contra otros países, todas ellas al servicio de la construcción o la defensa de construir y defender un imperio mundial de saqueo5.

Con respecto específicamente a las prisiones, el sistema de encarcelamiento en Estados Unidos ha reflejado hasta hoy las profundas huellas de la esclavitud en esta sociedad (tal como plantea convincentemente la entrevista de Revolución a Robert Perkinson, el autor del libro Texas Tough6). Y hay cientos de ejemplos en que instituciones como las prisiones, la policía, los tribunales y el ejército se han moldeado para reflejar, conservar y reforzar los valores de una clase y un sistema que se ceban de la explotación de miles de millones de personas, que oprimen a la mayoría de los países y nacionalidades del planeta como un aspecto de eso, que está saturado hasta la médula de supremacía blanca y que subyugan a la mitad de la humanidad, las mujeres. Además de los numerosos ejemplos en este artículo, se puede leer sobre esto cada semana en este periódico.

Ningún intento de reformar tal maquinaria jamás ha cambiado ni nunca cambiará su carácter esencial de ser la maquinaria de dominación de la clase capitalista imperialista. A pesar de toda la palabrería acerca de la "democracia", no existe ninguna democracia por encima de las clases; como Bob Avakian ha dicho:

En un mundo de profundas divisiones de clase y grandes desigualdades sociales, hablar de la "democracia" sin señalar su carácter de clase y a qué clase beneficia no tiene sentido o tiene implicaciones peores. Mientras exista la sociedad dividida en clases no puede haber "democracia para todos": dominará una clase u otra, y la clase que gobierna defenderá y promoverá el tipo de democracia que concuerde con sus intereses y metas. Por eso, debemos preguntar: ¿qué clase dominará y si su gobierno, y sistema de democracia, sirve para continuar las divisiones de clase, y las relaciones de explotación, opresión y desigualdad que corresponden a estas, o lleva a abolirlas? (Lo BAsico 1:22)7

Es más: no existe ninguna democracia que no sea también una dictadura, que no ejerza un monopolio del uso de la fuerza y la violencia "legítimas" contra "aquellas fuerzas cuyos intereses están en oposición de manera importante a ese dominio y/u oponen resistencia a dicho dominio"8. Mientras que existan diferentes clases en la sociedad, todo estado será o una dictadura de la burguesía, con una democracia (y una dictadura) que reflejan y refuerzan el mantenimiento y la expansión de la explotación y la opresión… o será una dictadura del proletariado, con una democracia (y una dictadura) cuyo objetivo es superar las relaciones de explotación y opresión y las instituciones e ideas que reflejan y refuerzan dichas relaciones y, con el tiempo, superar la necesidad de un estado en sí. Éste es lo que se necesita: un nuevo poder estatal que "tome como base y punto de partida los intereses fundamentales de aquellos que fueron explotados y oprimidos de la manera más despiadada bajo el… sistema [capitalista] y las masas populares en general, y les proporcione los medios para que desempeñen un papel cada vez mayor en el ejercicio del poder político y el funcionamiento de la sociedad conforme a dichos intereses, a fin de continuar la lucha para transformar la sociedad, con la meta de arrancar de raíz y por fin eliminar todas las relaciones opresivas y explotadoras entre los seres humanos, y los conflictos antagónicos y destructivos a que dan origen" 9.

Estas dos líneas en torno al estado — "un instrumento neutral que diferentes clases o grupos de personas pueden utilizar" en oposición a "una maquinaria de represión desarrollada por la clase dominante de capitalistas imperialistas y que solo pueda servirles a éstos"— concentran a final de cuentas dos caminos muy distintos. La segunda línea va al meollo del problema y demuestra con precisión los motivos de la encarcelación en masa: sus profundas raíces históricas en la opresión del pueblo negro en este sistema y las actuales necesidades de la clase dominante de mantener esa opresión en nuevas formas. Demuestra que la encarcelación en masa era en realidad parte de la respuesta contrarrevolucionaria a la turbulencia revolucionaria de los años 1960. Señala el camino hacia delante en un movimiento para la revolución, que desencadena al pueblo de nuevo, pero esta vez con un análisis más claro del problema y de la solución y con una dirección revolucionaria que tenga la visión, la estrategia y las formas de organización y de lucha que pueden llevar las cosas a la plena liberación, una vez que surjan las condiciones que posibilitan eso. Aquellos que hagan suya esta línea participan en la lucha contra la encarcelación en masa y la construyen, llegando a sectores tan amplios como sea posible y luchando con una férrea determinación, como parte de construir ese movimiento para la revolución.

La línea del "complejo industrial de prisiones" oculta la verdadera naturaleza del estado y de esa manera ata a la gente a los confines de este sistema. Hace que las personas desvíen la mirada de qué tan profundas son las raíces del problema y qué tan radical tiene que ser en realidad la solución, y las deja pensando que unas pocas reformas pueden solucionar el problema. Así lleva a las personas por un camino de pequeños ajustes a la maquinaria de opresión, en lugar de llevarlas a arrancar de raíz esa opresión y a desmantelarla ahí donde está su fuente. A últimas instancias las conducirá a entrar, o tratar de entrar, en esa misma maquinaria. Tal es la lógica de esa línea; y esa lógica se impondrá a pesar de las buenas intenciones de muchos que la sostienen y la plantean. En resumen, esa línea no sólo es incorrecta sino, de seguirla, conducirá al desastre.

Respecto a Angela Davis, ella tiene una larga trayectoria de promover conscientemente la reforma en oposición a la revolución. A pesar del hecho de que el estado la atacó a ella dura e injustamente en 1970, en realidad el papel que ella desempeñó durante ese tiempo, mediante la línea que puso en práctica y para la cual luchó y la organización que construyó, fue el de trabajar para apaciguar las expresiones más revolucionarias del movimiento. En un tiempo en que el Partido Pantera Negra (PPN) y otras fuerzas trataban en serio de construir un movimiento revolucionario, ella trabajaba para desviar a la gente hacia un partido que se hacía pasar por comunista, pero que de hecho no trabajaba para derrocar el estado pero para entrar en él: el llamado Partido "Comunista", EUA10. El P"C"EUA durante ese tiempo hizo un esfuerzo concertado de apartar al PPN del camino de la revolución, y Davis fue un elemento importante de ese esfuerzo. Hoy ella resume ese período de una manera que borra el contenido revolucionario de grupos como los Panteras y lo mezcla con fuerzas que en realidad se oponían al camino de la revolución y que trabajaban para la reforma, como Martin Luther King11. (Ver por ejemplo, "The Two Nations of Black America"12, una entrevista a Angela Davis en el programa de PBS Frontline, en que ella reduce la lucha entre el PPN y la tendencia cultural-nacionalista a un debate sobre si los jóvenes debieron unirse a las "campañas contra la violencia policial" o si debieron "ponerse ropa africana", sin mencionar el contenido revolucionario del PPN y su lucha a favor de una posición internacionalista, incluida su orientación hacia la China revolucionaria en un tiempo en que Mao la dirigía).

Hoy, esta línea del "complejo industrial de prisiones" trafica con la indignación y la furia de las personas, despistándolas en cuanto a la causa. Las lleva por un camino falso que deja sin tocar la fuente del problema y deja el imperialismo en el poder. Además, oculta este punto esencial: ESTE SISTEMA NO PUEDE FUNCIONAR NI FUNCIONARÁ DE ACUERDO A LOS INTERESES DEL PUEBLO Y HAY QUE VOLTEARLO RADICALMENTE.

Otras personas adoptan esta línea por diferentes motivos. De hecho, algunas nunca han escuchado una explicación revolucionaria o una comparación penetrante de las dos líneas. Otras se oponen sinceramente a las grotescas disparidades y horrores del imperialismo, pero al mismo tiempo se atraen por los análisis que sitúan el problema fuera del funcionamiento esencial del sistema mismo. Les atraen la idea de que el problema surgió porque las personas en el poder violaron las reglas del sistema y que la solución tiene que ver con hacer que esas personas obedezcan esas reglas, en oposición a la pura verdad de que las mismas "reglas" (la división básica en clases y las relaciones sociales del capitalismo, y lo que el capitalismo requiere para funcionar) SON el problema. Al final de cuentas, esta perspectiva refleja la posición en la sociedad de los que se encuentran "atrapados en el medio" entre los capitalistas imperialistas de arriba, por un lado, y los que "viven las más duras formas de este infierno todos los días bajo este sistema"13, por el otro, y cuyos intereses más fundamentales solo pueden satisfacerse mediante una revolución total.

Así que, una vez más, esa posición de aquellos que están "en el medio" da lugar a esfuerzos para hallar soluciones que estén por encima del antagonismo o conflicto fundamental que divide a la sociedad y que tienden a negar la profundidad de dicho conflicto; pero eso es imposible, porque dicho antagonismo define y condiciona todo en la sociedad, y solo es posible resolverlo o en una dirección (hacer la revolución que lleve a la emancipación) o en otra (continuar e intensificar la explotación y la opresión). Los revolucionarios tienen que bregar con esta cuestión del verdadero problema y la verdadera solución con las personas que se dejan atraer por esa línea del complejo industrial de prisiones y/o que plantean esa línea, al mismo tiempo que nos unimos a éstas a fin de seguir adelante en la lucha contra ese ultraje.

En estos momentos, la batalla contra la encarcelación en masa es crucial. El programa de encarcelación en masa tiene elementos genocidas y una dinámica genocida. Ya es una catástrofe humana de dimensiones horribles; si no se logra dar marcha atrás a ese rumbo, se empeorará muchísimo. Las personas se sumarán y deberían sumarse a esta lucha a partir de muchos distintos puntos de vista, y es sumamente importante unir a todos los que se puedan unir. Eso debería significar que se juntaran personas con muchas diferentes perspectivas sobre por qué esto está pasando y qué se debe hacer al respecto, para decir ¡NO! Y debería significar y tiene que significar que haya discusiones animadas y lucha para tener claridad sobre el verdadero problema y la verdadera solución, y que los comunistas revolucionarios planteen y luchen por un análisis científico. Tal lucha, sobre una base de principios, puede fortalecer la unidad y dar mayor impulso a un movimiento... y es esencial para preparar la base para la lucha por un mundo en que la humanidad en realidad PUEDA emanciparse de todas las relaciones de explotación, de todas las instituciones que reflejan esas relaciones y las mantienen en pie y todas las ideas que surgen de esa explotación y esa opresión y las refuercen.

 

1. Douglas Massey, Categorically Unequal: The American Stratification System, Russell Sage Foundation, Nueva York, 2007. [regresa]

2. Angela Davis, "Masked Racism: Reflections on the Prison-Industrial Complex", colorlines.com, 10 de septiembre de 1998. [regresa]

3. Aquí Davis usa de manera explícita la formulación "un complejo militar-industrial" la que desarrolló el mismísimo Dwight Eisenhower, ex presidente y general estadounidense. Eso en realidad es aleccionador: Eisenhower señaló ciertos efectos de la enorme expansión del imperio de Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial y el galopante gasto militar que la acompañó, como advertencia de ciertos "efectos no intencionados" de este imperio y NO del imperio en sí ni hablar de pedir que lo desmantelara (¡!), de que algunas industrias de defensa y las propias fuerzas armadas pudieran poner sus propios intereses, concebidos estrechamente, por encima de los del imperio (nuestra palabra, y no la de Eisenhower) en conjunto. Como veremos, el complejo industrial de prisiones también examina ciertos efectos, pero, al igual que el complejo "militar-industrial" de Eisenhower, se aleja de un conocimiento acertado de cómo el sistema requiere esa expansión del poder estatal y hace que la gente crea que se puede solucionar este problema según los términos y el marco de este sistema. [regresa]

4. Bob Avakian, Communism and Jeffersonian Democracy (El comunismo y la democracia jeffersoniana) (Chicago: RCP Publications, 2008), en inglés. "La opresión  del pueblo negro, los crímenes de este sistema y la revolución que necesitamos", Revolución #144, 5 de octubre de 2008. Se puede descargar ambas obras en línea en revcom.us. [regresa]

5. En la guerra de Secesión, el ejército se desplegó en contra de la clase esclavista, pero eso sucedió porque el sistema de esclavitud había entrado en conflicto con una mayor expansión del capitalismo; y después de la guerra, habiendo sometido a esa otrora clase de esclavistas, se volvió a integrar relativamente pronto en las estructuras gobernantes, aunque en una forma distinta, y el ejército se convirtió una vez más en un instrumento de dominación del pueblo afroestadounidense. [regresa]

6. "La entrevista de Revolución — 'Robert Perkinson: Texas duro: El auge del imperio carcelero de Estados Unidos'", Revolución #208, 25 de julio de 2010. [regresa]

7. Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian (Chicago: RCP Publications, 2011). [regresa]

8. Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto), p. 3. [regresa]

9. Obra citada, p. 2. [regresa]

10. Rebasa el ámbito de este artículo una discusión de todo el papel e influencia del P"C"EUA — el cual funcionó como instrumento de los intereses imperialistas de la Unión Soviética, que en ese tiempo ya era socialista en nombre aunque imperialista en su esencia, ADEMÁS de fomentar, como parte de eso, su propio programa de reformismo y de buscar hacerse parte del sistema. Como partido, el P"C"EUA desempeñó el papel doble de atacar abiertamente las expresiones más avanzadas de ese tiempo —en particular cualquier tendencia o individuo atraído por el ejemplo y la línea de lo que era entonces el ejemplo revolucionario de China, dirigida por Mao Tsetung— y también de socavar esas fuerzas, en unos casos procurando forjar unidad sin una base de principios, para lo cual usó como palanca la influencia que sí tenía entre ciertos sectores del pueblo y en ciertas instituciones de la sociedad. Ese partido era revisionista: afirmó ser marxista (o marxista-leninista, en su caso), pero le quitó (o revisó) del comunismo todo su espíritu revolucionario. [regresa]

11. Como hemos dicho en otros lugares, "Martin Luther King hizo muchos sacrificios, incluso el máximo sacrificio, al buscar realizar lo que externó en su discurso de 'Tengo un sueno'. Pero, como indicó ese discurso, su perspectiva era precisamente la de buscar que Estados Unidos 'cumpliera sus promesas', aunque esas promesas siempre se han tratado, como uno de sus elementos básicos, de primero esclavizar directamente al pueblo negro y después continuar oprimiendo al pueblo negro con otras formas horrorosas... De hecho, a pesar de la intención de King, la realización de ese sueño solo se podría dar, a lo sumo, para un porcentaje reducido de la población negra, y en realidad se daría a las costillas de las masas negras, y de millones, incluso miles de millones, de personas más aquí y en el mundo a las cuales el funcionamiento de este sistema capitalista imperialista y de su explotación y opresión sistemáticas e inmisericordes, con el aval de su máquina organizada de matanza en masa y destrucción, seguirá cazando y haciendo sufrir de manera horrorosa.

"De acuerdo con esta perspectiva, el programa de King proponía abiertamente las reformas, se oponía directa y explícitamente a la revolución..." (de: "Por qué el 'sueño' es un callejón sin salida", de la sección "Falsos caminos y callejones sin salida", en "La opresión del pueblo negro, los crímenes de este sistema y la revolución que necesitamos", Revolución #144, 5 de octubre de 2008) [regresa].

12. "The Two Nations of Black America: Interview Angela Davis", Frontline, PBS. [regresa]

13. "Una declaración del Partido Comunista Revolucionario: Sobre la estrategia para la revolución", Revolución en línea, 12 de febrero de 2011. [regresa]

 

Fuentes adicionales:

"Immigration Detention", Unión Americana de Derechos Civiles (ACLU)

"Conservatism, Christian Fundamentalism, Liberalism and Paternalism ... Bill Cosby and Bill Clinton ... Not All "Right" But All Wrong!"(Conservatismo, fundamentalismo cristiano, liberalismo y paternalismo… Bill Cosby y Bill Clinton… ¡no todo está "bien" sino mal!), audio en inglés, Bob Avakian, 2006

"Promueven ese veneno de responsabilidad personal: Obama, primera voz en coro 'Echarle la culpa a los pobres'", Carl Dix, Revolución #139, 10 de agosto de 2008

"Why Does the United States Lock Up So Many People?", Karen Franklin, Psychology Today, 30 de enero de 2012

"Hellhole: The United States holds tens of thousands of inmates in long-term solitary confinement. Is this torture?", Atul Gawande, New Yorker, 30 de marzo de 2009

"The Caging of America: Why do we lock up so many people?", Adam Gopnik, New Yorker 30 de enero de 2012

"1 in 31 U.S. Adults are Behind Bars, on Parole or Probation", Pew Center on the States, 2 de enero de 2009

"Subjective and Objective Indicators of Racial Progress", Betsey Stevenson y Jason Wolfers, 12 de mayo de 2010

"Prisoners in 2010", Departamento de Justicia del gobierno estadounidense, Buró de Estadísticas sobre Justicia, 15 de diciembre de 2011

"Jail Inmates at Midyear 2010", Departamento de Justicia del gobierno estadounidense, Buró de Estadísticas sobre Justicia, 14 de abril de 2011

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