Revolución #267, 1º de mayo de 2012
El asesinato de Trayvon Martin, la necesidad de la revolución y la estrategia para la revolución
Nota de la redacción: A continuación, una transcripción redactada de una charla que dio Sunsara Taylor en Libros Revolución en Nueva York el 4 de abril como el preludio de una discusión. El periódico Revolución insta a todos los lectores a leer esta charla y pensar a fondo sobre el enfoque y la orientación que Sunsara presentó.
ST: Saludos, mi nombre es Sunsara Taylor. Bienvenidos a Libros Revolución. Vamos a discutir esta noche el asesinato de Trayvon Martin y la estrategia para la revolución y la necesidad de una revolución.
Así que sin más preámbulos, vamos a comenzar esta noche con dos clips de vídeo que hablan por sí mismos.
[El primer clip es del programa televisivo de la red PBS Eyes on the Prize, Episode 01—Awakenings 1954-1956. A unos 10 minutos del comienzo, aborda el linchamiento de Emmett Till.
El segundo clip es "Emmett Till y Jim Crow: El pueblo negro vivía debajo de una pena de muerte" de la charla de Bob Avakian Revolución: por qué es necesario, por qué es posible, qué es.]
ST: Así que los clips que acabamos de ver tratan el caso de Emmett Till, un joven adolescente negro que fue linchado después de ir a una tienda a comprar dulces, hace unos 57 años, y estamos aquí porque hace aproximadamente un mes un joven negro, de 17 años de edad, fue asesinado al regresar de una tienda esa noche para comprar Skittles, porque andaba vestido de una sudadera con capucha y pareció sospechoso: Trayvon Martin. Como dice la declaración del Partido Comunista Revolucionario:
"Fue algo muy bueno y muy importante que las personas, no sólo en Sanford, Florida sino por todo el país, se indignaran por el asesinato de Trayvon Martin y que manifestaran su furia en muchas formas diferentes y creativas de protesta. Además, es importante que, respecto al asesinato de Trayvon Martin, se haya recordado a Emmett Till —asesinado sin ningún miramiento hace décadas por unos supremacistas blancos— como ilustración del hecho de que las personas han presenciado estas cosas por demasiado tiempo y no quedarán de brazos cruzados mientras ocurre otra vez.
"A la vez, el hecho de que puede darse otro incidente al estilo de Emmett Till —que para colmo, que puede darse otro ultraje de esta clase— hoy, a más de 50 años desde el original linchamiento de Emmett Till y que este asesinato de Trayvon Martin no es un incidente aislado sino solamente el último de un sinfín de tales actos que perpetran, condonan y encubren las autoridades, demuestra muy poderosamente que, en este caso, no debemos aceptar nada menos que el fin de estas cosas de una vez para siempre — tenemos que construir un movimiento para poner fin en realidad y por fin a este y un sinfín de otros ultrajes que vomita este sistema, deshaciéndose de este sistema mediante una revolución. Eso es sumamente serio y tenemos que asumirlo con gran seriedad".
Ahora, quiero plantear una pregunta que será el marco de este programa: ¿Queremos estar aquí en 57 años, o 60 años, o que nuestros hijos o nietos estén aquí en otros 57 años reflexionando sobre ya otro ultraje así? Y diciendo: "¿Hasta cuándo no termine esto?" Eso es lo que tenemos que preguntarnos, y aunque aquí se trata de lo que le está pasando al pueblo negro, de lo que está pasando a la juventud negra, en este sistema estas cosas son generalizadas. Si quieren mirar la situación de la mujer hace unos 50 años, pueden mirar la serie televisiva de AMC "Mad Men", y ver la total discriminación, la violación conyugal rutinaria y todo lo demás que era normalizado en ese tiempo, y luego abrir el New York Times de este domingo y leer en las reseñas de libros que el último grito es una actualización de eso, un libro de superventas que supuestamente es muy popular entre las mujeres que habla de qué tan sexy es que un hombre te pegue y te trate como una esclava. Podemos echar una mirada retrospectiva y decir que así también era la situación hace 50 años. Y, bueno, ¿queremos que en 50 años la gente mire al pasado y diga: "¿hasta cuándo no termine esto?"
O se puede mirar atrás unos 50 o 60 años y ver la muerte en masa, la violación en masa, las masacres y la destrucción de todo un pueblo y de su tierra, de la gente de Vietnam; y hoy se puede decir "Miren a Irak": un millón de muertos y 5 millones de desplazados. Miren a Afganistán, miren a Pakistán y lo que está en ciernes para Irán. Se puede mirar hacia el futuro también, hacia 50 ó 60 años en el futuro: ¿queremos que esa gente se reúna para preguntar "¿hasta cuándo"? O miren el medio ambiente: la destrucción de los ecosistemas y de las especies, el calentamiento del clima, los cambios en los patrones del clima. Miren todo eso y lo que eso significa para el planeta y para la humanidad, y ¿queremos que la gente se reúna en programas como este, sea en esta parte del mundo o en otra parte, para reflexionar sobre lo que habría pasado en los últimos 60 años? Toda la ruina del planeta que habrá de ocurrir si no se derroque el sistema. Y esas cosas no siguen pasando igualito como antes. No es simplemente más de lo mismo. Trayvon Martin no es lo mismo que Emmett Till. Lo que les pasa a las mujeres de hoy no es lo mismo que en los años 50. Y lo que pasa con el medio ambiente no es lo mismo.
Estas cosas, aún con los avances en la lucha, con el alzamiento de la gente en contra, que es algo que vimos—el heroísmo de la familia de Emmett Till, el heroísmo del pueblo negro de ese tiempo—aún con las lecciones inestimables que se aprendieron mediante esa lucha: pues queda la realidad de que mientras siga intacto este sistema, la opresión, el funcionamiento de este sistema, seguirá marchando inexorablemente. Las cosas se pondrán más perversas, aún más grotescas, aún más horribles.
Hace 57 años, la Suprema Corte se vio obligada a dictaminar el fallo Miranda, que obligó a la policía a informar a las personas sobre sus derechos al arrestarlas y a respetar su derecho de no decir nada. Pero ayer la Suprema Corte dijo que la policía, por cualquier infracción de leyes aunque sea pequeña, puede hacer que las personas se desnuden para ser registradas. Aunque sea por una infracción de tránsito o por violar las leyes de correa para perros, la policía puede arrestarte, registrarte mientras estás desnudo y humillarte, según dice la Suprema Corte.
Y luego, tenemos que volver al propósito de esta noche, al ultraje particular que nos ha convocado aquí: el asesinato de Trayvon Martin. Y volver a todo lo que se ha escrito durante las últimas semanas, y esta semana en nuestro periódico —el periódico Revolución— sobre ese caso, sobre las mentiras espectaculares, los encubrimientos, sobre la manera en que la justa indignación popular se ha distorsionado y se ha tratado de inventar una historia favorable sobre Zimmerman y satanizar y criminalizar a Trayvon Martin. Todo lo que se ha escrito en este periódico es la verdad. Pero la discusión ha llegado a tergiversarse más con los años, y el periódico discute la mucha confusión que eso ha sembrado. Que esa opresión se ha interiorizado tanto entre los propios negros, en una situación en que la abierta segregación de los tiempos de Emmett Till ya se acabó. Pero anular el sistema legal y formal de Jim Crow solo ha llevado a una mayor desorientación frente al aumento del terror y opresión racistas… y todas las formas en que esto se manifiesta en la vida y el pensamiento de las personas. Se ha hecho la analogía de que no hubo ningún hombre negro joven durante la era de los linchamientos que no quedara traumatizado por el temor de ser linchado; y la traducción para hoy es que no hay ningún joven negro en esta ciudad o en este país que no haya crecido traumatizado por el temor de ser brutalizado por la policía. La expectativa de que es más probable que esos jóvenes terminen en la prisión que en la universidad o en una carrera profesional. Y la trauma y el temor de los padres negros, incluidas las madres negras…que al igual que Mamie Till tuvo que enseñarle a su hijo cómo portarse en el Sur cuando iba para allá, las madres negras de hoy tienen conversaciones con sus hijos, en particular con los hijos varones, sobre cómo vestirse, cómo portarse frente a las autoridades, que no hagan ningún movimiento repentino para no considerarse un objeto de sospechas, un criminal. Y que ni siquiera eso les salvará la vida, porque este sistema hace lo que le hace a la gente. Así que, en realidad, el tema de esta noche, al adentrarnos en nuestra discusión y al reflexionar sobre ella esta noche y más allá de esta noche, y al entrar en acción mañana por la mañana y en los días siguientes, es esto: lo que vimos pasar hace 60 años y lo que hemos estado viviendo es intolerable. Y ¿será así para ya otra generación y para la generación posterior?
Cada uno tiene que preguntarse eso: los jóvenes que están aquí considerando y acercándose seriamente a esta revolución y están decidiendo qué hacer con su vida, las personas nuevas que recién se enteraron de esto y, sí también, las personas que tienen años y hasta décadas de trayectoria en esta lucha. Todos tienen que preguntarse: ¿solo van a hacer algo para sentirse mejor? ¿O porque no pueden vivir sin remordimientos si dejan pasar eso sin hacer algo? ¿Van a pelear la buena batalla durante los años que les quedan? ¿Y dejar que todo eso siga en marcha y las nuevas personas tengan que pelear la buena batalla también? ¿O vamos a dedicar todo esfuerzo, abordar a fondo las cuestiones sobre qué es la fuente de todo eso y qué es lo que se necesita para ponerle fin, y luchar con tesón, sin importar si seamos principiantes o no, sin importar la edad que tengamos, sin importar la experiencia que tengamos? ¿Vamos a dedicar todo nuestro ser a hacer que en 10 ó 20 ó 30 ó 60 años la gente ya no tenga que vivir eso y cosas peores?
La verdad es que el mundo no tiene que ser así. La revolución es posible… la revolución y todo un sistema distinto. Es posible toda una manera distinta en que la gente viva y se relacione: un sistema en que la gente pueda vivir sin el constante terror, denigración, explotación y opresión. Un mundo en que las madres negras no tengan que enseñar a sus hijos varones cómo evitar ser baleado por algún policía o algún aspirante a policía. Un mundo en que una de cada cuatro mujeres no tenga que vivir con la trauma de ser violada. Una revolución es posible y cualquier salida que no esté a la altura de la revolución —si es que los últimos 60 años nos hayan enseñado algo— cualquier salida que no esté a la altura de una revolución para eliminar este sistema simplemente no sirve. Y eso tiene que ser nuestro propósito.
Bueno, la gente les dirá muchas razones para no ir hasta el final en la revolución. Estará pensando en su familia, su carrera o su posible carrera. Pensará en los peligros para sí mismo, y para las demás personas si luchara con ellas o las convenciera entrar en esta revolución. Pensará en el miedo que les da, no solo el sacrificio que hay que hacer sino el miedo ideológico de confrontar las implicaciones de tener que descubrir que es una mentira todo lo que le han dicho acerca del cómo funciona este sistema. Da miedo confrontar las proporciones enormes y un poco intimidantes de que realmente se podría hacer una revolución. Y que se podría derrotar al sistema que domina sobre la gente. Y el hecho de que lo que le interesa hoy a la gente que no tiene interés en la revolución, incluida la gente que hoy necesita esta revolución, que la gente está metida en algunas cosas que están bastante jodidas. Las proporciones enormes y un poco intimidantes de luchar y atreverse a batallar con los que necesitan esta revolución para que dejen atrás muchas tonterías para entrarle en esta revolución.
Mucho de eso le pesa a la gente. Seamos honestos, le pesa mucho de eso y también hay voces en la cabeza que te dicen: "Pues, sí, puedes ayudar a los demás y ayudarte a ti también. Debes emprender este camino y contribuir un poco". Bueno, nadie debe contribuir a nada si no está convencido. Pero, así también, nadie debe contemplar esto y no reconocer las implicaciones reales.
Hasta que eliminemos este sistema y hagamos que nazca algo mejor, todo eso va a seguir en marcha, y la gente necesita reconocer este hecho y actuar en consecuencia. Repito: la revolución es posible. La han hecho en el pasado. Ha habido revoluciones triunfantes que han logrado cosas tremendas y han avanzado por largo trecho antes de ser derrotadas, y ahora tenemos a una persona que ha descubierto un camino, basándose en esa experiencia y analizándola a fondo con un ojo crítico, que ha analizado profundamente qué se hizo bien, qué se hizo mal, cuál fue el marco que llevó a lo bueno y lo malo, y qué ha cambiado en el mundo desde ese entonces y qué se ha aprendido más ampliamente. Podemos hacer de nuevo una revolución, la podemos hacer mejor e incluso podemos llevarla más allá de las revoluciones anteriores. Tenemos una persona que ha hecho ese trabajo; es Bob Avakian. Está dirigiendo un partido: la cosa más valiosa que tienen las masas populares es un partido que está cimentado en esta nueva síntesis de la revolución y del comunismo y que lucha para hacerlo nacer. Y, como mencioné, gran parte de lo que Avakian ha forjado es una estrategia para abrir paso: cómo luchar en tiempos normales y cómo luchar en momentos como los actuales cuando la verdadera naturaleza del sistema se manifiesta a la gente y esta es arrojada indignada a la vida política y se da un momento sobre el cual se puede incidir.
Todo eso se explica, entre otros lugares, en este libro Lo BAsico —que deben conseguir— al final del tercer capítulo, en la Declaración sobre la estrategia de hacer la revolución.
Vamos a hablar sobre ella esta noche. Pero no vamos a discutirla en el sentido de que "siempre hablamos de la estrategia porque eso es lo que hacemos aquí"; vamos a hablar sobre ella en una manera no rutinaria —algo que nunca deberíamos hacer— pero vamos a hablar sobre la estrategia de una manera informada por todo lo que hemos visto y todo lo que implica la pregunta de ¿dónde vamos a estar en otros 60 años?
Así que los que están aquí, mientras hablamos sobre esto, tienen que pensar y decidirse: ¿vamos a abordar esto muy a fondo y de una manera muy viva? Pues, fíjense, Obama hace cuatro años puso carteles en todas partes que decían "esperanza", y hoy básicamente él está colocando carteles en todas partes que dicen "miedo". Nosotros no estamos diciendo eso, nosotros estamos diciendo "éntrele": chequeen esto, adéntrese en esto. No estoy diciendo que hay que adoptar a ciegas esta revolución y esta estrategia y esta nueva síntesis del comunismo y lo que Bob Avakian ha forjado, pero sí estoy diciéndoles que hay que entrarle y transformarlo sobre esa base.
Así que quiero leer algo que Bob Avakian escribió hace poco y es una invitación, si quieran, a las personas que durante los últimos meses se han presentado para dedicarse del todo a luchar contra el poder y a oponer resistencia de varias formas. También es una invitación a todos, incluso si eres principiante y si esta es tu primera noche aquí.
Avakian dice:
"Juntos, tomemos un viaje crucial — lleno de unidad y de animada lucha acerca de la fuente del problema y acerca de la solución. Siga sus propias convicciones —de que son intolerables los ultrajes que le conmueven— a su conclusión lógica y esté resuelto a no cejar hasta que sean eliminados dichos ultrajes. Además, si al hacer eso así como al conocer otros ultrajes, y las ideas acerca de la manera en que todo eso se articula y surge de una fuente común —y la manera en que se podría poner fin a todo eso y crear algo mucho mejor— si todo eso lleva en la dirección de ver no sólo la necesidad de una resistencia resuelta y osada sino también la necesidad de la revolución y en lo fundamental el comunismo, pues no le dé la espalda a todo eso debido a que eso le hace salir de su zona de confort, a que eso desafía lo que han sido sus sentidas creencias o debido a prejuicios y calumnias. Al contrario, busque activamente conocer más acerca de esta posible solución. De ahí, actúe en consecuencia."
Pues, entonces, ese es el reto. Ese es el reto a las personas que justamente ahora se han presentado, pero también es el reto a todos nosotros. Porque, una vez más, hay que preguntarse: ¿en verdad quieren que en otros 57 años, estén aquí otras personas y tengamos que decidir qué hacer respecto a todos estos ultrajes? Eso tiene que ser el marco para lo que hacemos y lo que discutimos esta noche y cómo avanzamos en las próximas semanas. Existe un público que quiere dirección. Existen personas que están respondiendo a eso y que quieren dirección. Voy a leer unas cuantas citas de las páginas centrales de este número del periódico Revolución [#265 "¡DÍA DE FURIA! 10 DE ABRIL: Todos somos Trayvon Martin. ¡Todo el maldito sistema es culpable!", 8 de abril de 2012], que muchas personas lo hayan leído pero vale la pena escuchar bien lo que la gente está diciendo en estas citas.
"¿Usted pensaría que, si yo hubiera baleado a un chico blanco que caminaba por la calle, ellos dijeran que yo simplemente estuviera defendiéndome? Me tendría en el bote, todos lo sabemos. En realidad, probablemente yo estuviera muerto. Pero aparentemente está saliendo a la luz más de estas cosas de lo que ellos quisieran. Zimmerman tuvo un revólver pesado. Uno que se usa para matar. Ellos tienen todo un sistema montado para proteger esas porquerías. Pero muchas porquerías han salido a la luz que ellos no tenían la intención de que se conocieran. Y la gente no está conforme".
— un excombatiente militar sesentón que lleva toda la vida en Florida
"Esto [el asesinato de Trayvon y el encubrimiento policial] tal vez sea parecido a lo que les hicieron a la gente en Alemania, que sepamos".
— un joven que toma una materia de historia universal en la secundaria
y había estudiado la persecución nazi de los judíos"No se puede dejar que sigan matando sin razón a los jóvenes como Trayvon. Estoy dispuesta a considerar lo que sea para analizar esto y hallar unas respuestas".
— una joven de la Universidad Mecánica y Agrícola de Florida
quien organizó y participó en unas protestas en el plantel
Escuchen lo que estas personas están diciendo. Necesitan dirección, están clamando por dirección y no son voces solitarias. Representan una indignación profundísima que ha venido a la superficie con el asesinato de Trayvon Martin. Así que un aspecto de la estrategia a que me refería, que está en Lo BAsico de los discursos y escritos de Bob Avakian y es parte de la estrategia que él ha dirigido en forjar, es que implica actuar de forma redoblada en momentos como estos.
En momentos como estos, nuestros esfuerzos tienen que multiplicarse. Estamos frente a fuerzas que ofrecen diferentes soluciones; todo mundo está en movimiento: desde el congresista de turno, a Al Sharpton, a todo tipo de personaje que quiere decirnos de qué se trata y de qué no, y todos vienen ofreciendo atajos y desvíos, ofreciendo soluciones y no soluciones de toda índole. Pero eso también es algo bueno porque si entramos en ese debate, si nos compenetramos con eso y refutamos esos otros argumentos, este es un proceso en que las personas pueden aprender muchísimo. Porque la gente está tratando de descubrir una salida. Y nosotros hemos estado ahí en las calles. Yo sé que muchas personas en este salón han estado en las calles, codo a codo con la gente que está poniéndose de pie y luchando. Hemos convocado a un gran día de furia el 10 de abril, porque si la gente no lucha contra el poder, no vamos a llegar a ninguna parte. Sabemos que la red Parar la Encarcelación en Masa ha convocado algo para el 19 de abril y está luchando para hacer que sea un día muy poderoso.
Tenemos una oportunidad tremenda rumbo al el 1º de mayo, que es el día festivo internacional, el día festivo revolucionario, el día festivo comunista, el día festivo para la gente en todo el mundo que sueñe con liberarse y que esté luchando para eso. El movimiento Ocupar ha llamado a celebrar protestas masivas ese día en todo el país, y esto nos ofrece una oportunidad de hacer que la gente sepa de la dirección que tenemos. Y que la revolución es real. Y que Bob Avakian ha forjado tanto una nueva síntesis como una manera en que todo eso puede concretarse en el mundo y que, además, está dirigiendo a un partido y a un movimiento. Son cosas que la gente necesita saber y, en momentos como estos, podemos dar grandes saltos, necesitamos darlos y podemos dar esos grandes saltos para que lo sepa. Y para que se familiarice con el camino para ir adelante.
Tendremos la Gira del Autobús Lo BAsico a principios de mayo y todos aquí deben pensar en solicitar ir. Se trata de una gira en autobús que irá a diferentes lugares con el libro Lo BAsico; irá a pueblos pequeños y a grandes ciudades, a las universidades en las grandes ciudades, a muchas zonas donde la indignación por el caso Trayvon Martin ha calado hondo, y va a plantear la revolución en medio de todo eso: planteará la dirección revolucionaria justamente en medio de este momento. Los presentes deben considerar ofrecerse de voluntario para esa gira en autobús, sea por una semana, un fin de semana o un mes; deben cambiar su calendario y sus prioridades y ayudar a colocar esta revolución en el plano público de una forma mucho más grande. Me dicen que justamente este último fin de semana se recaudaron $350 en esta zona para ayudar a costear esa gira en autobús, así abriendo un camino para que la gente le entre en esta revolución. El trabajo de recaudación de fondos durante este mes también tiene que alcanzar nuevas alturas. Es un medio por el cual la gente puede conocer esta revolución y al mismo tiempo contribuir a proyectar su impacto. Así que hay que estar haciendo todo eso: dar saltos y dirigir a la gente en este momento a Luchar Contra el Poder, y Transformar al Pueblo, para la Revolución, plantear un reto a la legitimidad de este orden social y este estado y plantear otro polo, un polo revolucionario, como fuerza legitimadora en contienda en la sociedad, dar grandes saltos en proyectar Bob Avakian y hacer que la gente aquí le entre más a fondo en su dirección y la estrategia para la revolución, además de hacerlo mucho más ampliamente en la sociedad en un momento como este en que la gente está diciendo que necesitamos algún tipo de cambio.
Por eso quiero leer una parte de la Declaración sobre la estrategia para ayudarnos en esta discusión y luego en un momento abriremos la discusión para entrarle:
Para que la revolución sea real, tiene que haber: una crisis revolucionaria, y un pueblo revolucionario de millones de personas que cuente con la dirección de un partido revolucionario muy disciplinado y muy organizado con una visión de largo plazo. Claramente, eso no es la realidad hoy. Así que, ¿cómo puede suceder esto? ¿Cuál es el plan estratégico?
La posibilidad de una crisis revolucionaria se encuentra en la propia naturaleza de este sistema capitalista — con las repetidas convulsiones económicas, el desempleo y la pobreza, las profundas desigualdades, la discriminación y la degradación, la brutalidad, la tortura y las guerras, la destrucción sin sentido. Todo esto causa gran sufrimiento. A veces conduce a la crisis en uno u otro nivel — sacudidas y fallas repentinas en el "funcionamiento normal" de la sociedad, que estimulan a muchas personas a cuestionar y resistir lo que suelen aceptar. Nadie puede decir de antemano exactamente qué va a pasar en estas situaciones — qué tan profunda que la crisis pueda llegar a ser, de qué maneras y en qué medida podría plantear desafíos para el sistema en su conjunto y en qué medida y de qué maneras podría suscitar el descontento y la rebelión entre las personas que en tiempos normales se dejan llevar por lo que hace este sistema o se sienten incapaces de ponerse de pie en su contra. No obstante, he aquí dos puntos muy importantes:
1) Estas "sacudidas" en el "funcionamiento normal" de las cosas, aun cuando no se desarrollen completamente hacia una crisis fundamental para el sistema en su conjunto, sí crean situaciones en las que muchas más personas están buscando respuestas y se encuentran receptivas a considerar un cambio radical. Es necesario llevar a cabo el trabajo sistemático de construir el movimiento para la revolución en todo momento, pero en estas situaciones de rupturas profundas con la "rutina normal" hay una mayor posibilidad y un mayor potencial para lograr avances. Es necesario reconocer eso en toda su extensión y partir de ello en la mayor medida posible, de modo que mediante estas situaciones, se den saltos en la construcción del movimiento y la acumulación de las fuerzas organizadas para la revolución, creándose así una base más sólida desde la cual trabajar para seguir avanzando.
2) En determinadas situaciones, los sucesos importantes o los grandes cambios pueden darse en la sociedad y en el mundo y pueden combinarse de modo que se sacuda el sistema hasta sus cimientos... se abran y amplíen profundas grietas en las estructuras y las instituciones de poder... queden al descubierto más nítidamente las descarnadas relaciones de opresión... se profundicen los conflictos en el orden establecido y no sea posible resolverlos fácilmente, y se vuelva mucho más difícil que ellos mantengan la situación intacta bajo su control y mantengan sometida a la gente. En ese tipo de situación, para un gran número de personas, se podría poner en tela de juicio seria y directamente la "legitimidad" del sistema actual y el derecho y la capacidad del orden imperante de continuar gobernando, y millones de personas tendrían sed de un cambio radical que solamente una revolución pueda plasmar.
— Una declaración del Partido Comunista Revolucionario:
SOBRE LA ESTRATEGIA PARA LA REVOLUCIÓN
Hay más en la Declaración sobre la estrategia, pero quiero recalcar este punto: hay momentos cuando el funcionamiento normal se averíe y la gente esté dispuesta a mirar las cosas de una forma distinta y actuar de una forma distinta y oponer resistencia a cosas que normalmente no ven o se siente impotente a resistir. Así que quiero abrir la discusión de esta manera: ¿cómo entendemos este ultraje que es el asesinato de Trayvon Martin y el rechazo de las autoridades a arrestar a Zimmerman? ¿Y la efervescencia de indignación de la gente negra en respuesta a ello? ¿Y la necesidad de que haya más? ¿Y, francamente, la vergüenza de que enormes cantidades de personas blancas y otras no han respondido a esto, y el reto que hay que plantearles frente a esa falta de responder, y también la actitud abierta de algunas personas que crea un base para hablarles, para que puedan aprender y para que podamos convencerlas a actuar de formas en que no querían actuar hace una semana o hace un mes?
¿Qué tenemos que estar haciendo, no simplemente para dirigir a la gente a responder a esto, sino para que las fuerzas para la revolución, las fuerzas que en realidad se dedican a asegurar que no haya reuniones como esta en otros 57 años, y que no haya necesidad de celebrar reuniones como esta en otros 57 años, para que las fuerzas de revolución lleven a la gente a cubrir el máximo trecho posible durante el próximo período y mediante eso aumentar la pujanza de la revolución como una fuerza en contienda?
Así que quiero discutir cómo entendemos eso y cómo lo vamos a lograr. Además, el periódico de esta semana ha trazado unos planes para el 1° de mayo venidero. Habrá toda una semana de actividades, cuatro días importantes de actividades con motivo del 1° de mayo, para poner BA en Todas Partes. Debemos discutir el día de tomar acción el 10 de abril, para dirigir a las personas a oponer resistencia y luchar contra el poder en torno a el asesinato de Trayvon Martin. Y debemos discutir cómo todo eso forma un conjunto, no en el sentido de "pelear la buena batalla", sino en el sentido de dar saltos reales para atraer a más personas a luchar contra este ultraje y para que se acerquen y se adentren al máximo posible en este movimiento para la revolución. El momento actual nos llama a discutir todo eso.
Así que quiero abrir la discusión a las preguntas que ustedes tienen y para escuchar sus reflexiones sobre todo lo que vimos, sus reflexiones sobre ese asunto que he planteado y para que haya un forcejeo real y de manera viva con el tema de luchar contra los límites y esforzarse para transformar la situación en la sociedad con la estrategia para la revolución. Sé que las personas han estado hablando con la gente y que ya ha estado haciendo un poco de esto, pero esta discusión debe ayudar más. Nuestra experiencia debe imbuir e informar la discusión, pero después debemos dar saltos en nuestro entendimiento colectivo y en nuestra determinación colectiva y en nuestro sentido de qué es la mejor manera de incidir en esta contradicción para acelerar y desarrollar lo más que podamos a un pueblo revolucionario.
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