Revolución #272, 17 de junio de 2012
Por todo el país:
El 5 de junio: ¡Todos somos Trayvon Martin — Todo el maldito sistema es culpable!
El 5 de junio se cumplieron 100 días desde el asesinato de Trayvon Martin en Sanford, Florida. Se lanzó un llamado para hacer de ese día un día para exigir justicia para Trayvon, un día para ponerse sudaderas con capucha y declarar con desafío: “Todos somos Trayvon”. Estas acciones fueron importantes, en medio de las declaraciones de todos los voceros del sistema de que las autoridades habían levantado cargos contra el asesino de Trayvon, de que ya es hora de dejar las calles y confiar en las cortes. Ahora mismo es crucialmente importante que no nos quedemos de brazos cruzados, pero por el contrario, encontrar las maneras de expresar nuestra determinación para obtener justicia, de que no nos quedemos callados.
El 5 de junio hubo mítines de denuncia, marchas y otras acciones en todo el país. Las siguientes son imágenes de varias ciudades.
Los Ángeles
En una secundaria, muchas veintenas de estudiantes se pusieron sudaderas con capucha para exigir justicia. Muchos dijeron que lo hacían porque Trayvon Martin era igual a ellos, que se sentían muy sujetos al perfil racial todo el tiempo. Dijeron que usando la capucha el 5 de junio y distribuyendo calcomanías que dicen “¡Todos somos Trayvon Martin — Todo el maldito sistema es culpable!” estaban demostrando respeto a Trayvon y su familia. Cuando les preguntamos cómo supieron de ese día, nos señalaron las consignas escritas con tiza en el suelo, volantes y calcomanías y nos dijeron que “todos en la escuela saben de esto” y que los estudiantes se estaban texteando entre sí sobre esto durante los días previos al 5 de junio.
En la tarde, en Leimert Park en el distrito de Crenshaw, un centro cultural históricamente negro de la ciudad, la Red Parar la Encarcelación en Masa organizó un mitin de denuncias. Los Cuauhtémoc Danzantes iniciaron el acto con una ceremonia que pedía “igualdad y justicia para todos” y después danzaron, tocaron tambores, corearon toda la tarde.
Numerosos oradores condenaron la manera en que el sistema en Estados Unidos trata a la juventud, en especial a los jóvenes de color, como criminales. Expresaron gran preocupación por el futuro de esos jóvenes y dijeron que el asesinato de Trayvon Martin concentra esa criminalización… y que hay mucho en juego y que el pueblo tiene que seguir movilizándose. Los poetas de la calle, los músicos, los maestros y la gente común tomaron el megáfono para hablar desde el corazón. Una maestra explicó con urgencia que el asesinato de Trayvon y “el cauce de la escuela a la prisión” estaban íntimamente conectados.
Entre los oradores se encontraban: Caree Harper, la abogada de la familia de Kendree McDade, un joven negro de 19 años, asesinado por la policía de Pasadena en marzo, el Rdo. Dr. Lewis Logan, co-fundador de Ruach Christian Community Fellowship y Clyde Young, comunista revolucionario y ex preso. Young se refirió al asesinato de Trayvon “un linchamiento estadounidense de hoy día”, en el contexto de la opresión histórica y de hoy día del pueblo negro en Estados Unidos. Leyó la cita de Lo BAsico 1:13 que se distribuyó al público.
El cotidiano La Opinón de Los Ángeles sacó un artículo sobre el Día de Justicia para Trayvon con una foto de dos jóvenes: uno con una camiseta de una gran imagen de Trayvon y la inscripción “Justicia para Trayvon Martin” y el otro con la pancarta de Lo BAsico 1:13.
Harlem, Nueva York
Pasajes de una imagen más amplia que se puso en inglés en basicsbustour.tumblr.com el 6 de junio:
La marcha de ayer “100 días — 100 sudaderas con capucha” fue recibida con gran entusiasmo por la gente de Harlem. La gente expresó una y otra vez que el sistema de nuevo trata a la víctima como un criminal. Y ¡quieren que eso termine! Llevábamos una imagen de Trayvon Martin de madera del tamaño natural y un cartel de 1 x 1.5 m de la cita de Lo BAsico 1:13 y distribuimos cientos de tarjetas de mano con la cita.
A lo largo de la ruta de la marcha grupos de personas se acercaron a apoyar. Cuando les leímos la cita y les dijimos que estamos distribuyendo miles de esas para hacer de “No más de eso” algo real, para hacer de eso EL tema de conversación y al pedirles que donen para que eso suceda, la gente sacó sus billeteras. Una persona en frente de una barbería dio $10 y de ahí otros acompañantes sacaron $10 y $5. El propietario de un café vecino donó $5 más y tomó un paquete de tarjetas para darles a los comensales. Una mujer africana sacó $30 de su cartera. “Tengo SIETE hijos”, dijo, “y algunos de ellos están en prisión”. Eso lo decía mientras levantaba sus brazos en una expresión de furia y congoja, porque vino a este país en espera de encontrar una vida mejor para sus hijos y que al contrario ha encontrado otra forma de opresión y brutalidad. Para el fin del día, ya recogimos casi $100.
Área de la Bahía de San Francisco
En una secundaria en el barrio, muchos estudiantes llevaban puestas calcomanías para el 5 de junio, el Día de Justicia: algunas jóvenas estudiantes se acercaron a la pancarta y empezaron a corear por el megáfono. Tres jóvenas leyeron la cita 1:13 de Lo BAsico por el megáfono. Otras dos la colgaron en la calle frente a la escuela y ponían un volante con una foto de Trayvon y una tarjeta de mano con la cita 1:13 de Lo BAsico en cada carro que pasaba. Pronto se reunió una pequeña protesta de unos 25 estudiantes y algunos revolucionarios.
Una reunión animada se dio en la Plaza Oscar Grant en el centro de Oakland a las 5 p.m., con una mezcla de distintas personas, con familias de individuos baleados y asesinados por la policía. Los estudiantes de dos secundarias llevaban etiquetas que habían conseguido anteriormente en la escuela. Una mujer joven que conoció a Alan Blueford, un estudiante de último año de secundaria asesinado hace poco por la policía de Oakland, dijo: “Le quitaron la vida por nada, solo porque estaba parado en la esquina. Ahora nunca lo volveré a ver. Le quitaron la vida por ningún motivo, porque era joven y negro. “¡NO MAS ASESINATOS DE JÓVENES Y NEGROS!”.
Ron Ahnen, el presidente del grupo California Prison Focus, envió una declaración de apoyo. Hablaron: Joey Johnson quien hace poco regresó de la Gira del Autobús de Lo BAsico por el Sur; Cephus Johnson, el tío de Oscar Grant; y la familia de Kenneth Harding, asesinado por la policía de San Francisco el año pasado. Tres miembros de la iglesia unitaria de Berkeley llevaron una pancarta firmada por muchos de su congregación.
En las primeras horas de la tarde, fuimos a una vecina secundaria donde llevaban unos días de preparativos para el Día de Justicia. Nos unimos con algunos estudiantes en la calle, parando el tráfico, repartiendo carteles con la foto de Trayvon y la consigna del día y de ahí, marchamos por el barrio.
Chicago
Un equipo de Libros Revolución fue a una secundaria donde se dio una escena animada mientras los estudiantes salían de la escuela. Varios grupitos, principalmente de mujeres negras, expusieron de varias maneras su apoyo a la lucha para obtener justicia para Taryvon. Algunas tomaron el megáfono para hacer denuncias. Una comenzó a corear: “¡Todo el maldito sistema es más culpable que nada!” y otros se le unieron. Algunos se pusieron sus capuchas para ser parte del día. Otros se detuvieron a ver un cartel de la Gira del Autobús Lo BAsico. En los días previos al 5 de junio, los estudiantes de otras cuatro escuelas secundarias y intermedias fueron a Libros Revolución y se llevaron cantidades de volantes de Trayvon y promociones de Lo BAsico 1:13, con el plan de repartirlos en sus escuelas.
Seattle
Al medio día se llevó a cabo una acción en el centro frente a la cárcel del condado de King, un centro importante de la encarcelación en masa, relacionado al perfil racial, el asesinato y encarcelamiento de las nacionalidades oprimidas. Exhibieron una pancarta de 1:13 de Lo BAsico con la inscripción de letras grandes “¡NOSOTROS DECIMOS BASTA YA!”, carteles de la primera plana del periódico Revolución “Un linchamiento estadounidense de hoy día” y un gran letrero con la inscripción: “Encarcelación en masa + silencio = genocidio”. Unas personas de diversas nacionalidades se detuvieron para conversar, leer los carteles, firmar la pancarta y a veces participar.
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