Revolución #274, 8 de julio de 2012
De un preso:
Ideas sobre "Lo que la humanidad necesita…"
Quisiera escribir y compartir unas ideas acerca de "Lo que la humanidad necesita: Revolución, y la nueva síntesis del comunismo", la entrevista que A. Brooks le hizo a BA este año. Todavía no la he leído toda, pero son muy acertadas las 83 páginas (de 119) que sí he leído, por decir lo menos. Aunque no he leído todas las entrevistas y discursos de BA, he leído lo suficiente para decir que él es el número uno en mi lista. Como Lo BAsico, la entrevista capta concretamente la esencia de la lucha, desde muchos ángulos y de manera comprensible no sólo para el comunista veterano sino también para los que son nuevos a la nueva síntesis del comunismo de BA. Eso es un atributo poco común en un líder, y la entrevista lo manifiesta bien durante todo el diálogo. La recomiendo definitivamente a todos los que están dentro y fuera de la cárcel, y que se haga una parte integral de nuestros esfuerzos de construir un movimiento para la Revolución. Seguramente aportará a eso. Sin duda.
La entrevista tiene muchas partes que me llamaron la atención en especial. Por ejemplo la subsección (así la dividieron) "La importancia de la línea… y de las polémicas". La siguiente cita expresa la esencia de esta parte:
Las líneas, y la contienda entre las líneas opuestas, no son simplemente una especie de riñas sectarias — y no se deben reducir a riñas sectarias, ni hablar de vendettas personales o quejas personales, sino que deberían centrarse en la manera en que uno llega a entender el mundo, lo que uno entiende sobre el mundo y lo que eso le lleva a uno a creer acerca de lo que hay que hacer. Al ver las cosas en ese nivel y al capacitar a la gente para que vea cuáles son las diferencias y a donde conducen las unas y las otras, pues eso ofrece una base mucho más rica para que las personas serias —aquellas que tienen fuertes ganas de conocer el mundo y además, de cambiarlo— desmenucen estas cosas y lleguen a tener un mayor conocimiento. No digo que lo hagan por sí solas, sino que aborden las diferencias con otras personas y pasen colectivamente con esas personas por el proceso de pasar estas diferencias por el tamiz y de diferenciarlas.
Ésa es una observación muy importante que hacer puesta que existen dos modos distintos de tratar las líneas opuestas —siendo uno el modo de principios y el otro el modo sin principios.
La verdad es que todos tenemos una concepción del mundo y método para conocer la realidad, estemos consciente de ello o no. Aquellos que lo están a menudo desarrollan diferentes "líneas" que son concentraciones de esas concepciones del mundo y métodos para conocer la realidad, los que luego se aplican a la realidad en la forma de políticas, planes, objetivos, programas y estrategias. Qué tan bien una línea específica refleja cierto aspecto de la realidad y todas sus facetas contradictorias determinará qué tan eficaz será una línea particular para alcanzar sus objetivos. En virtud de que todas las líneas políticas no son "creadas por igual" —es decir, no todas son capaces de captar la esencia del asunto en cuestión—, entre dos líneas políticas dadas siempre habrá distintos grados de comprensión y eficacia. Por ello, eso y eso exclusivamente debería ser el principal eje de nuestros desacuerdos con aquellos que tienen líneas políticas que son distintas a las nuestras. Ése es lo que señala BA y estoy totalmente de acuerdo.
Una de las mayores debilidades de la izquierda radical de los años 60 y 70 era que ese principio no era la orientación principal de muchas organizaciones políticas, lo que debilitó y dividió a la izquierda en su conjunto y dejó que el gobierno le sacara provecho. En lugar de centrarse en lo correcto o lo incorrecto de la línea política de una persona u organización, muchos tendían a tirar dardos personales a tal persona o a los líderes de tal organización, como si eso en sí determinara lo correcto o lo incorrecto de su línea.
Bueno… estoy de acuerdo en 100% con BA. Creo que debemos dejar las mezquinas tonterías personales que la burguesía y sus representantes — que planteaban dudas sobre el país de nacimiento de Obama e insinuaban que alguien es un musulmán (o sea: que es diferente a nosotros) y no cristiano, como forma aceptable de reemplazar el contenido por la desviación y, en muchos casos, descaradas distorsiones con el único fin de conseguir votos atrayendo a los sectores atrasados del público, los que tienden a ser cristianos fundamentalistas de ultra-derecha.
Esta es una concepción del mundo y método de enfoque en la política burguesa estadounidense, tiende a recalcar las consecuencias y los resultados de cualquier política, programa, plan, objetivo y estrategia aplicada antes y por encima de los principios y las categorías de la realidad, en otras palabras, para el pragmatista, la realidad y la verdad son factores secundarios y no siempre los primarios. Eso explica por qué un político burgués puede rechazar de plano la validez del calentamiento global a pesar de toda la evidencia científica al contrario, puesto que en muchos casos el factor primario para él o ella es el de mantener esas donativos provenientes de las industrias del petróleo y del gas. Si el pragmatismo de él o ella tiene un poco más de "profundidad", puede que al mismo tiempo tema las consecuencias económicas que su reconocimiento político del hecho concreto del calentamiento global tendrá sobre una economía totalmente dependiente de los combustibles fósiles.
Por otra parte, en el caso de la izquierda radical, que se supone que esté más comprometida a la verdad que la burguesía y sus representantes, no sólo debemos obrar en consecuencia en la teoría sino también en la práctica, especialmente al enfrentar y debatir entre nosotros nuestras líneas políticas opuestas. Eso también se aplica a nuestra manera de tratar todas las líneas opuestas, no solamente las de la izquierda radical. De no ser así, más vale afiliarnos al Partido Republicano o al Demócrata porque en los hechos estaríamos sirviendo a sus intereses cuando quiera que nos rebajemos a las mismas tácticas de "diálogo" y "debate" que a ellos les encantan utilizar de manera inescrupulosa.
Él plantea muchos otros puntos a lo largo de la entrevista que de veras me llaman la atención, pero uno en particular contiene su analogía del "pobre Señor Wakefield" que BA sacó de El capital de Marx (tomo I, capítulo 25). Me gustó mucho esa parte de la entrevista porque capta en un sentido dramático y concentrado la función, el papel y la importancia de la base económica.
Él señala algo que revela mucho sobre la naturaleza de la superestructura desde su infancia hasta la plena maduración: que durante los primeros años de Estados Unidos, al igual que Australia cuando el colonialismo empezó a echar raíces allá por los 1800, para los negros les era mucho más fácil eludir los dictados del sistema económico esclavista. Por ejemplo, BA explica que algunos negros huyeron de la esclavitud desde las plantaciones y se sumaron a las tribus indígenas seminola en Florida. En gran parte, eso se debió a que la esclavitud estaba en su infancia y tenía una superestructura más débil en ese entonces, o sea, no estaban muy desarrollados ni afianzados las leyes, las políticas, los valores y la ideología, y las instituciones las que los encarnaban. Como resultado, tenía que aplazarse la política de genocidio en masa contra las naciones amerindias en todo el continente de América del Norte (en particular los 48 estados continentales de los Estados Unidos de hoy día) hasta que se desarrollara suficientemente la superestructura como para negarles a los esclavos esa alternativa. Pero, con el transcurrir del tiempo se maduró la superestructura de la esclavitud, la que iba cambiando a medida que se afianzaban y establecían los precedentes jurídicos para consagrar la esclavitud, se iban generalizando y viabilizando los sistemas de cortes en que se apoyaban para legitimar esas relaciones económicas entre amos y esclavos, junto con las varias instituciones que se establecieron para hacer respetar esas leyes y relaciones económicas que también iban volviéndose más eficaces, genocidas y expansionistas. Además, también se iba fortaleciendo y extendiendo un cambio de igual importancia en la superestructura, a saber los valores y puntos de vista de la supremacía blanca que se iban institucionalizando en las instituciones tanto religiosas como no religiosas. Todo eso condujo a forjar una forma de solidaridad de la supremacía blanca entre la clase de los amos de los esclavos y los blancos de las clases bajas, lo que por lo tanto dominaba a la población de esclavos negros más eficazmente que mediante las plantaciones individuales pero, de mayor importancia, por toda la sociedad estadounidense en general. Para los años 1850, la superestructura del Sur ya estaba tan bien desarrollada que muchos esclavos solamente veían su "libertad" en relación a la huida a otro país completamente distinto (Canadá) o, de mayor probabilidad, al "más allá" que en realidad no existía. Lo mismo sucedió en el Norte, y luego eso iba caracterizando a todos los 50 estados a medida que el capitalismo-imperialismo iba consolidándose como la nueva base económica del país entero. Asimismo, iba madurándose la superestructura, es decir, las leyes, el sistema judicial, la policía, las prisiones, las instituciones religiosas y las no religiosas, directa o indirectamente alrededor de la base económica capitalista no sólo para perpetuar las relaciones económicas entre la burguesía y el proletariado sino también para establecer el sistema económico entero sobre bases más sólidas, llegando a parecerse a una "cerca virtual" que el público en general iba llegando a ver, tal como Marx la llamaría, como "la necesidad permanente de que la situación sea así", o sea, como una realidad la que el pueblo no tenía ningún poder para cambiar. BA no lo explicó exactamente de esa manera, pero lo que saqué de su analogía del "pobre Señor Wakefield", junto con lo que yo ya entendía sobre la historia al respecto, es que "la creencia en la necesidad permanente de que la situación sea así" (Lo BAsico 3:4), la que hace que la gente se sienta atrapada dentro de los límites del sistema, tiene su propia historia, y todo eso está arraigado de modo material en la maduración y la expansión de la superestructura en relación a su base económica. En su infancia, por lo general tiene un control débil sobre la población subyugada, tal como, por ejemplo, en el caso de los esclavos negros que huyeron de la esclavitud y se sumaron a las tribus seminola en Florida. Pero una vez que se desarrollara y se afianzara la superestructura, también se afianzó y se estableció "la creencia en la necesidad permanente de que la situación sea así" en el modo de pensar de la población subyugada. Ya capacitadas para tener ese nivel de conciencia a partir de la forma en que BA utiliza la analogía del "pobre Señor Wakefield", considero que las masas podrán entender mejor por qué solamente con la destrucción de estas instituciones de la actual superestructura capitalista y su posterior reemplazo por nuevas instituciones revolucionarias de nuestra propia creación, podremos poner fin a todas estas "cercas virtuales" y fuerzas materiales que nos mantienen CONCRETAMENTE subyugados, explotados y oprimidos. Pienso que esa analogía ofrece un análisis más científico y serio de la naturaleza de este sistema e ilustra por qué nosotros decimos que la Revolución, en particular la Revolución Comunista, es el único camino alternativo real hacia adelante.
En general, como ya dije, he estado disfrutando mucho la lectura de esta entrevista. Toca una amplia gama de temas complejos en una forma muy accesible, lo que me hizo reflexionar, que quizás sea una buena idea que el partido compilara unas entrevistas y discursos de BA en un solo libro al "estilo de Lo BAsico". Si con Lo BAsico el partido propone introducir a la gente a la nueva síntesis del comunismo y al liderazgo de BA a un nivel muy básico, pues quizás una compilación de unos cuantos discursos y entrevistas suyos en un solo tomo sirva para aumentar un poco más ese entendimiento básico. Bueno, algo para ponderar.
Bueno… concluiré esta carta pero espero que aquellos que leen esta entrevista terminen por saber lo que la humanidad de veras necesita, lo que es la revolución comunista y la nueva síntesis de ésta para hacer tal revolución posible. Una vez más, eso es la única alternativa real que tenemos hoy.
En solidaridad, XXXXXXXXXX
Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.