El frío asesinato policial de Tamir Rice, de 12 años de edad
12 de diciembre de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us
El sábado por la tarde, 22 de noviembre, Tamir Rice, de 12 años de edad, estaba con sus amigos en el centro de recreo Cudell, cerca de la primaria a la que asiste en Cleveland.
Estaba haciendo algo que es motivo de asesinato en AmeriKKKa — si usted es negro. Estaba jugando en el parque de recreo. Como hacen millones de niños todo el tiempo en sus patios y en los parques, Tamir Rice estaba divirtiéndose, haciendo girar un arma de juguete.
Tamir Rice era negro. Y ahora ha muerto. Otra persona negra asesinada a manos de la policía.
Lo que ocurrió se captó en vídeo. Véalo:
Basándose en una llamada al 911 que avisaba que una persona en el parque tenía un arma que “probablemente es falsa”, un patrullero policial se metió en el mero parque y se paró frente a Tamir Rice. Al instante dos policías se bajaron y uno abrió fuego. Dos segundos después de habérselo acercado, Tamir Rice ya fue baleado dos veces en el estómago. Mientras Tamir estaba tendido en el suelo, los policías esperaron cuatro minutos hasta hacer intento alguno de prestarle los primeros auxilios.
Tamir Rice murió temprano al día siguiente.
Tan pronto como el policía le quitó la vida a Tamir Rice, todo el maldito sistema empezó a tomar medidas para justificar este asesinato descarado y ultrajante, y para tratar de generar simpatía para el asesino, como hace siempre cuando un perro policía mata a una persona negra. Las autoridades alegaron que el policía “no tenía otra opción”. ¡No tenía otra opción! ¡¿El policía TENÍA que abrir fuego dos segundos después de llegar a un parque donde estaba un muchacho que no hacía absolutamente nada malo?! ¿Se puede imaginar otra circunstancia, sin tratar de un policía que asesina a una persona negra o latina, en que se le daría a tal persona tantas oportunidades en los medios de comunicación de afirmar que no tenía otra opción en esa situación?
La policía y los grandes medios de comunicación calumniaron y trataron de satanizar a Tamir Rice, como hacen siempre a las víctimas del asesinato policial. ¡Hablaron de jugar en el parque con un arma de juguete como si fuera un delito que merece la pena de muerte! Mientras tanto, describieron como santo a Tim Loehmann, el policía marrano que se le aproximó a Tamir Rice, le baleó dentro de dos segundos y ni siquiera inició los primeros auxilios hasta cuatro minutos después. Los noticieros se llenaron de historias diciendo que el policía “va a la iglesia, sale con sus amigos y está soportando las cosas ‘bastante bien’ en los días después del balaceo del 22 de noviembre”.
El frío asesinato de Tamir indignó a las personas y suscitó protestas de toda clase entre diversos sectores de la población, en momentos en que Cleveland está bajo la lupa nacional, a raíz de que incluso el Departamento de Justicia tuvo que reconocer que sucedieron 600 casos de brutalidad y asesinato policiales de 2010 a 2013. Y este asesinato ocurrió justamente después de que el gran jurado en Ferguson rechazó formular cargos contra el policía que asesinó a Michael Brown. Al día siguiente de la muerte de Tamir, 100 personas, incluidos estudiantes universitarios y gente del vecindario que sufre la brutalidad policial más contundente, salieron a marchar. También se celebró un mitin en el centro de la ciudad. Muchos jóvenes negros se unieron gritando “Al carajo la policía”, y respondían una y otra vez “¡Eso pudiera haber sido yo!” El martes después del anuncio de la decisión en Ferguson, unas 300 personas bloquearon una importante carretera durante más de una hora. Las consignas “Justicia para Tamir”, "¡Manos arriba! ¡No disparen!" y “12 años de edad/No disparen” resonaron clara y rotundamente.
A la noche siguiente del asesinato de Tamir Rice, el jefe de policías, el alcalde y otros líderes municipales convocaron una “reunión comunitaria” e intentaron asegurar a las más de 200 personas en asistencia que la policía es su protector, el asesinato de Tamir fue un "accidente" horrible e imposible de evitar, la policía de Cleveland tiene una política excelente sobre el uso de la fuerza mortífera e incluso se les capacita para comprender el cerebro adolescente. El alcalde negro de Cleveland hizo mucho alarde de presentar al nuevo jefe de policía, un negro, que ofreció perogrulladas y dijo que el departamento de policía tiene manuales para que los padres enseñen a sus hijos cómo reaccionar cuando se les acerca un policía.
La gente NO aceptaba eso. En repetidas ocasiones se interrumpía a los líderes municipales con gritos de “¡Sin justicia, no habrá paz!” Muchas personas —residentes negros y blancos del vecindario en que vivió Tamir, estudiantes de la Universidad Case Western Reserve, la Universidad Cleveland State, la Universidad Oberlin, activistas en contra de la brutalidad policial y un distribuidor del periódico Revolución newspaper— hicieron denuncias con historias amargas y preguntas incisivas, y muchas acusaron al sistema entera.
Han continuado las protestas, grandes y pequeñas, para alzar la voz en contra del asesinato de Tamir. Ha llegado a ser un grito de guerra en la lucha por poner fin a la brutalidad y el asesinato policial, en particular entre los jóvenes y los estudiantes. En el velorio para Tamir, su familia distribuyó afiches con su foto y las palabras: “Demandamos y conseguiremos justicia para Tamir.” En el funeral, se distribuyeron manojos de copias de la declaración de Carl Dix, “La policía asesina a negros todo el maldito tiempo. ¿Por qué siempre pasa y qué hace falta para pararlo?”. Su tía le dijo a los revolucionarios: “Vamos a hacernos frente a este asesinato horrible y conseguir justicia para Tamir.”
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