La vergonzosa hipocresía de los “líderes mundiales” que se hacen pasar como paladines de la libertad de expresión
26 de enero de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us
El 11 de enero, más de tres millones de personas, de luto e indignadas, salieron a las calles de Francia en protesta por la masacre de los periodistas de la revista francesa Charlie Hebdo por personas que se identificaron como fundamentalistas islámicos. Fue una manifestación generalizada de un sentimiento ampliamente sentido y muy justificado: que nadie muera por la expresión periodística o artística, ni las expresiones más escandalosas.
Pero cuando los líderes y representantes de Francia, Estados Unidos y sus aliados se pusieron a la cabeza de la marcha de cientos de miles de personas en París, tenían motivos muy distintos. Detrás de su retórica sobre “el disentimiento” y “la democracia” se encontraban, y se encuentran, una visión y programa al servicio del capitalismo-imperialismo, un sistema mundial de explotación y opresión. (Vea “Indignación en París, un mundo de opresión, la urgencia de otro camino”.)
Por ello, por irónico que parezca, la reacción inmediata de estos líderes a los atentados en Francia fue la de prohibir la literatura disidente, encarcelar a las personas por crímenes de pensamiento, desatar al más feo racismo contra los inmigrantes e instituir un terror del estado policial en las comunidades de inmigrantes de Francia.
Estos “líderes mundiales” representan a los gobiernos responsables de la censura, las listas negras, el exilio forzado, el encarcelamiento y asesinato a periodistas disidentes de diverso tipo y la supresión de la expresión artística y política en sus propios territorios y más allá. Los gobernantes imperialistas de Estados Unidos y de otros países aliados aprovechan el momento con el fin de canalizar la indignación legítima de la gente en apoyo a la idea de que su sistema, es decir, el capitalismo-imperialismo y su “democracia”, es supuestamente el mejor de los sistemas posibles, en particular porque permite el disentimiento y la libre expresión de ideas, inclusive ideas muy impopulares, en contraste con el fundamentalismo islámico y otras fuerzas y regímenes “totalitarios”.
El primer ministro británico Cameron, por ejemplo, afirmó en su declaración sobre los sucesos en París, “Apoyamos plenamente la libertad de expresión y la democracia. Estas personas nunca podrán hacer que cambiemos esos valores”. Pero la descarada hipocresía se expresa en boca de aquellos que, como Cameron, se hacen pasar como los paladines de la libertad de expresión. El propio Cameron es el jefe del gobierno que obligó al periódico The Guardian a destruir discos duros de computadoras que almacenaban los archivos de Edward Snowden, los que habían destapado el espionaje en masa en todo el mundo por parte de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) con la íntima cooperación de la agencia de seguridad de Gran Bretaña1.
En nombre de “la seguridad”, el gobierno francés ha lanzado una amplia ofensiva contra los puntos de vista impopulares, inclusive el arresto de un conocido cómico por una entrada en Facebook junto con docenas de otras declaraciones que se juzgan que constituyen “el discurso de odio” o que apoyan al terrorismo2.
Otro dirigente a la cabeza de la marcha en París fue Benjamín Netanyahu de Israel, el principal ejecutor de los intereses imperialistas de Estados Unidos en el Medio Oriente. El estado de Israel ha asesinado sistemáticamente a los periodistas que denuncian o simplemente informan sobre los ataques genocidas de Israel contra los palestinos. En el verano de 2014, por ejemplo, las tropas israelíes mataron a por lo menos siete periodistas y personal mediático que cubrían la masacre israelí en Gaza la que dejó a más de 2.000 muertos3.
Turquía y Arabia Saudita, dos aliados importantes de Estados Unidos y los imperialistas europeos, figuran entre los peores en el Índice Mundial de Libertad de Prensa que publica la organización Reporteros Sin Fronteras4.
El periodista de investigación Jeremy Scahill (en su libro y película Guerras sucias) ha sacado a la luz el hecho de que el propio presidente estadounidense Barack Obama dio órdenes directas al gobierno yemení respaldado por Estados Unidos, las que resultaron en el encarcelamiento por cuatro años del periodista yemení Abdulelah Haider Shaye por informar sobre los ataques secretos de aviones no tripulados estadounidenses que mataron a decenas de civiles.
El silenciamiento del disentimiento y las expresiones de oposición en Estados Unidos
También existe una larga historia de férrea represión para silenciar el disentimiento y suprimir expresiones políticas y culturales de oposición en Estados Unidos. Para citar solamente unos poquitos ejemplos entre los muchísimos ultrajes:
- Durante los años 1950, unos escritores y artistas eran blanco de las anticomunistas cacerías de brujas, por ejemplo los ataques al gran cantante y actor afroamericano Paul Robeson, quien fue expulsado de los escenarios.
- En los años 1960, el gobierno atacó a las fuerzas de oposición: al Partido Panteras Negras y otros radicales y revolucionarios, y además a una gama muy amplia de personas, incluidas gente de las artes como Leonard Bernstein. Procesaron dos veces al pediatra de fama mundial, el Dr. Benjamin Spock, por cargos relacionados con su oposición pública al servicio militar obligatorio. Jean Seberg, una actriz que apoyó a los Panteras Negras, fue el blanco de una campaña del FBI con tanta saña que la indujera a suicidarse.
- En los años 1990, el periodista Gary Webb del San Jose Mercury News publicó una serie de artículos contundentes que revelaron los vínculos entre el ejército de “la contra” dirigido por la CIA en América Central y la epidemia de cocaína “crack” que devastó a muchos barrios pobres en Estados Unidos en los años 1980. Cuando su serie atraía a un gran número de lectores, la CIA y los medios de comunicación atacaron a Webb, en febriles actividades para desacreditarlo.
- En 2011 en más de mil ciudades, la gente ocupó espacios públicos y alentó el debate abierto sobre las desigualdades e injusticias en esta sociedad. Para los gobernantes, el movimiento Ocupar y las grandes cuestiones que puso a discusión eran peligrosos. Por lo que los gobernantes llevaron a cabo una represión totalmente ilegal e ilegítima contra los manifestantes, la que culminó en un ataque policial violento y coordinado contra las principales ocupaciones en varias ciudades de Estados Unidos.
- Obama ha procesado a más filtradores, es decir, las personas que arrojan luz sobre los crímenes y fechorías del gobierno y el ejército, que todas las administraciones anteriores en conjunto. Condenaron a la soldada del ejército Chelsea Manning a 35 años de prisión por filtrar los archivos de computador y por enviarlos a WikiLeaks, los que proporcionan evidencia condenatoria de los crímenes de guerra de Estados Unidos. Forzaron al exilio al ex contratista de la NSA, Edward Snowden, por divulgar las vastas operaciones de espionaje ilegales de Estados Unidos las que espían a miles de millones de personas en todo el mundo, así como en Estados Unidos.
- Después de que un policía asesinó al joven negro sin arma, Michael Brown, la gente de Ferguson, Misuri se levantó con furia. Después de que los grandes jurados exoneraron a los policías que asesinaron a Brown y, en la Ciudad de Nueva York, a los que mataron por llave de estrangulamiento a Eric Garner, el auge de lucha se extendió de costa a costa de Estados Unidos. La policía de Ferguson respondió con una represión al estilo militar, palizas y detenciones en masa a las personas que ejercían pacíficamente su derecho a la protesta. En muchas otras ciudades, los manifestantes también tuvieron que hacerle frente a la intensa brutalidad y hostigamiento policial.
- A los críticos de los crímenes de Israel contra los palestinos, especialmente a aquellos que cuestionan, de la forma que sea, la legitimidad de un estado sionista construido sobre la limpieza étnica terrorista, los expulsan de la academia y de los medios de comunicación oficiales. Después de que Israel atacó al barco humanitario Mavi Marmara en aguas internacionales en mayo de 2010 y mató a cinco activistas que no llevaban armas, para impedir que el barco rompiera el bloqueo israelí a la Gaza, Helen Thomas, considerada durante mucho tiempo “la decana” de los corresponsales de la Casa Blanca, cuestionó la “relación férrea y sacrosanta” con “un país que mata deliberadamente”. Al día siguiente, un fanático rabino pro-israelí posteó un video de Thomas en que ésta dijo que Israel debiera “salir de Palestina, carajo”. Inmediatamente, ataques con saña en los medios de comunicación, de organizaciones pro-israelíes, y de la administración de Obama obligó a Thomas a “jubilarse”.
Es posible llenar muchos libros con ejemplo tras ejemplo de esta clase de supresión de expresión y actividad supuestamente garantizada por la Constitución de Estados Unidos. Y lo mismo es cierto en las demás democracias imperialistas.
Un análisis más detenido del funcionamiento y los cimientos de este sistema
Por lo que es increíblemente hipócrita que Estados Unidos y sus aliados pregonen que son los defensores y garantes de la libertad de prensa y de expresión. Pero no se trata solamente de hipocresía o la obra de unos funcionarios gubernamentales inescrupulosos o policías / el FBI / la CIA “que merodean fuera de control”, sino que se trata de algo más profundo.
La realidad es que el sistema que existe en Estados Unidos (y en Francia, Gran Bretaña, etc.) es una dictadura de la burguesía, es decir, la clase de explotadores y opresores que dominan la economía y el estado (el ejército, la policía, los tribunales y las leyes) y que se sientan encima de un imperio mundial. Como Bob Avakian analiza en su obra Democracy: Can’t We Do Better Than That? [Democracia: ¿Es lo mejor que podemos lograr?], (citado en la obra El comunismo y la democracia jeffersoniana):
la cacareada libertad de expresión en los “países democráticos” no es contraria sino complementaria y está incluida en el ejercicio concreto de la dictadura de la burguesía; por dos razones básicas: primero, porque la clase dominante tiene un monopolio de los medios para moldear la opinión pública y segundo, porque con su monopolio de las fuerzas armadas puede suprimir, tan violentamente como sea necesario, cualquier expresión de ideas o acciones que desafíe seriamente al orden establecido. Lo que escribieron Marx y Engels en el Manifiesto del Partido Comunista es más cierto que nunca aplicado a la situación actual: “Las ideas dominantes en cualquier época no han sido nunca más que las ideas de la clase dominante”.
Como demuestran los ataques policiales con saña al movimiento Ocupar y a las actuales luchas en todo Estados Unidos en protesta por los asesinatos policiales y los otros ejemplos ya mencionados, los de arriba aplican mano de hierro cada vez que se enfrentan a una oposición que desafíe a su dominio y legitimidad. Aparte de los ataques policiales a las protestas, es algo muy serio y muy grave que, sobre todo después del 11 de septiembre de 2001, los gobernantes han estado pisoteando abiertamente lo que se supone que son derechos constitucionales básicos, como la prohibición de los “registros irrazonables”, a fin de fortalecer su maquinaria de represión. Y para los de abajo, sobre todo los negros y los latinos, la vida “normal”, ni hablar de cuando protesten o hagan cualquier cosa en contra de las condiciones en la sociedad, significa hacer frente a la amenaza de la encarcelación y estar en la mira constante de la policía, La Migra y los justicieros vigilantes racistas.
Estados Unidos y sus aliados imperialistas han ostentado una estabilidad social relativa en de sus propios territorios y en esta conexión, han permitido ciertas formas de disentimiento, puntos de vista de oposición y protesta política. Los imperialistas se refieren a esas cosas y a la separación entre la iglesia y el estado que por lo general existen en sus territorios, como una prueba de lo cualitativamente “más libre” que es su sistema en contraste con las sociedades que se basan en las doctrinas y los principios del islam.
Pero en primer lugar, esta separación entre la iglesia y el estado es relativa. Los fundamentalistas cristianos fascistas representan una fuerza poderosa en los niveles altos de la clase dominante de Estados Unidos, en las estructuras de las fuerzas armadas y en la sociedad en general. Y esta separación relativa entre la iglesia y el estado está relacionada con el desarrollo histórico en el que Estados Unidos y un grupúsculo de otros países se han convertido en potencias imperialistas que dominan, explotan y oprimen a la mayoría de los países y pueblos del mundo. Los espacios para las expresiones de oposición existen dentro de límites muy concretos, tal como ya señalamos.
Y la estabilidad interna relativa de los países imperialistas, en particular para los gobernantes de Estados Unidos, se sustenta en su posición como potencia número uno en el orden mundial capitalista imperialista: en la explotación y la represión política más despiadadas a las personas por todo el mundo. Se sustenta en la globalización imperialista que ha ocasionado la dislocación en gran escala y trastornos sociales, como la expulsión de millones de personas de sus tierras en México mientras Estados Unidos viene dominando más completamente a dicho país, lo que resulta en que muchos más millones de esas personas tengan que emprender el peligroso viaje la frontera hacia Estados Unidos, donde son objeto de la explotación despiadada en las fábricas, el agro y los restaurantes.... Se sustenta en las enormes empresas con ánimo de lucro como la extracción de coltán, un mineral esencial para la fabricación de teléfonos celulares, en la República Democrática del Congo en África, donde los mineros trabajan bajo mortíferas condiciones de esclavitud.... Se sustenta en los ultrajes completamente innecesarios como la muerte de diez millones de niños al año por hambre y enfermedades prevenibles.... Se sustenta en la subyugación degradante y la intensificación de la violencia contra la mitad de la humanidad, la que incluye el “comercio” internacional de mujeres y niñas y niños como esclavos sexuales.... Se sustenta en los asesinatos con aviones no tripulados estadounidenses (y el asesinato de niños y otros que representan “daños colaterales”), las invasiones y ocupaciones por todo el mundo así como el aval a los regímenes asesinos que cometen la tortura y otros crímenes en nombre del padrino imperialista....
Estos e un sinnúmero de otros horrores que causan inmenso sufrimiento a miles de millones de personas en los países oprimidos así como en las ciudadelas imperialistas constituyen los cimientos del sistema capitalista imperialista. Esta es la realidad detrás de la descarada pose de Estados Unidos y sus socios padrinos imperialistas como “paladines de la libertad de expresión”.
Sería mortífero el que las personas dejaran que su luto e indignación por los atentados en París se desviaran hacia el apoyo a estos monstruos imperialistas. El mundo de hoy se caracteriza por relaciones muy desequilibradas, dominado por estos países imperialistas (y Estados Unidos es el más poderoso de todos), mientras que la gran mayoría de los países y los pueblos del mundo se encuentran atrapados en una telaraña de pobreza extrema así como dislocación y trastornos.
Bob Avakian (BA) ha analizado que una expresión esencial de esta situación es la oposición que se refuerza mutuamente entre el imperialismo y sus efectos globalizadores por un lado y por otro, el fundamentalismo islámico. (Vea, por ejemplo, ¡Fuera con todos los dioses! Desencadenando la mente y transformando radicalmente el mundo, en particular la sección titulada “El fundamentalismo religioso, el imperialismo y la ‘guerra contra el terror'”). Y como BA señala:
Lo que vemos en contienda, con la jihad por un lado y McMundo/McCruzada por el otro, son sectores históricamente anticuados de la humanidad colonizada y oprimida contra sectores dominantes históricamente anticuados del sistema imperialista. Estos dos polos reaccionarios se oponen, pero al mismo tiempo se refuerzan mutuamente. Apoyar a uno u otro de esos polos anticuados, acabará fortaleciendo a los dos.
Esta es una formulación muy importante y crucial para entender muchas dinámicas que impulsan el mundo en este período, pero tenemos que tener en claro cuál de “los dos sectores históricamente anticuados” ha causado más daño y representa la mayor amenaza a la humanidad: los sectores dominantes históricamente anticuados del sistema imperialista, y en particular los imperialistas estadounidenses.
Lo BAsico 1:28
1. “Smashing of Guardian hard drives over Snowden story ‘sinister’, says Amnesty” [Amnistía Internacional dice que es un “acto siniestro” la destrucción de los discos duros de The Guardian por lo de Snowden], The Guardian, 21 de agosto de 2013. [regresa]
2. “France Arrests a Comedian for His Facebook Comments, Showing the Sham of the West’s ‘Free Speech’ Celebration” [Francia arresta a un cómico por sus comentarios en Facebook, lo que así demuestra la farsa de las loas del Occidente a “la libertad de expresión”], Glenn Greenwald, The Intercept, 14 de enero de 2014. [regresa]
3. “Palestinian journalists under Israeli fire” [Periodistas palestinos bajo fuego], Al Jazira, 11 de julio de 2014, www.aljazeera.com. [regresa]
4. World Press Freedom Index 2014. [regresa]
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