CUIDADO: Incidentes, pretextos y trampas
11 de enero de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Vietnamitas huyen de su aldea en Vietnam del Sur tras un bombardeo de napalm. Los Estados Unidos lanzaron 373.000 toneladas de napalm —gasolina gelatinosa que arde a más de 1000 grados centígrado— sobre el pueblo vietnamita, quemándoles la carne y hueso y causando el dolor increíble y la muerte casi cierta.
La Autopista de la Muerte: La noche del 26-27 de febrero, 1991, cuando miles de soldados y civiles iraquíes se retiraban hacia Bagdad después del anuncio de un cese de fuego, el presidente George Bush ordenó que sus fuerzas masacraran a los iraquíes en retirada. (Foto: sargento Joe Coleman)
20 de marzo de 2003, el bombardeo estadounidense de Bagdad, Irak.
Muchas de las muertes de civiles en Irak eran mujeres y niños. Ataques aéreos estadounidenses mataron a estos niños. (Foto: AP)
Kristallnacht — una noche de masiva violencia, destrucción, terror y muerte dirigida a los judíos en Alemania. Asesinaron a cientos de judíos, arrestaron y encarcelaron a decenas de miles de hombres judíos en campos de concentración nazis.
Los fascistas —al igual que los imperialistas “ordinarios”— utilizan y, cuando lo ven necesario, crean incidentes para justificar actos monstruosos. Para que la gente no se deje utilizar, engañar, manipular hasta ser cómplice con los grandes crímenes y el fascismo o incluso participar activamente en ellos, hay que entender este punto, y actuar a partir de tal entendimiento.
A continuación, examinamos varios de estos ejemplos, con el fin de identificar un patrón de incidentes, pretextos y trampas, y sacar lecciones de tales patrones en el contexto del ascenso de un fascista estadounidense que pretende entrar en la Casa Blanca.
La historia de pretextos y crímenes de los Estados Unidos
En primer lugar, es un hecho probado que las administraciones de los Estados Unidos han utilizado repetidamente incidentes inventados o reales para llevar a cabo terribles crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. Las administraciones estadounidenses “normales”, de ambos partidos, lo han hecho. Algunos ejemplos:
- “Recuerden el Maine”. El acorazado estadounidense Maine explotó el 15 de febrero de 1898 en el puerto de La Habana. En ese período Cuba aún era una de las colonias españolas. Nunca salió ninguna evidencia de que las fuerzas españolas estuvieron involucrados en esta explosión, pero esto no impidió que las fuerzas pro-guerra en la clase dominante de Estados Unidos publicaran dibujos de primera plana en los periódicos que “mostraron” cómo las fuerzas españolas habían atado minas al fondo del barco. Gritando “¡Recuerden el Maine!”, el gobierno estadounidense se precipitó a lanzar una guerra para arrebatarle un imperio a España, apoderándose de Cuba, Puerto Rico y Las Filipinas.
- “El incidente del golfo de Tonkin”. El 4 de agosto de 1964, los Estados Unidos alegó —falsamente y sin pruebas reales— que Vietnam del Norte había lanzado dos ataques no provocados contra la flota estadounidense en el golfo de Tonkin. De hecho, la CIA estaba atacando instalaciones norvietnamitas en la costa, por lo que cualquier enfrentamiento hubiera sido provocado por los yanquis, y además, el segundo “incidente” nunca sucedió. En realidad, no ocurrió ningún ataque. Nadie en los principales medios de comunicación cuestionó seriamente la versión del gobierno en ese momento, mucho menos preguntó porqué una flota de buques de guerra estadounidenses estaba a medio mundo de los Estados Unidos. Pero en “respuesta” a estos “incidentes” inventados, el Congreso de Estados Unidos aprobó la “Resolución del golfo de Tonkin” que autorizó el despliegue masivo de tropas yanquis en el sur de Vietnam. Fue el comienzo de una gran intensificación de la guerra que resultó en la muerte de millones de personas en Vietnam, Camboya y Laos.
- “Las incubadoras en Kuwait”. En 1990, cuando los Estados Unidos se preparaba para la primera guerra del Golfo, la invasión de George Bush, padre a Irak, las noticias estaban llenas de un “testimonio” falso de una kuwaití de 15 años que afirmó que había presenciado a soldados iraquíes arrancando bebés de incubadoras en un hospital en el Kuwait ocupado por Irak. Lo anterior ocurrió en un momento en que se celebraban grandes manifestaciones en todo Estados Unidos en protesta por las acciones belicistas de los Estados Unidos, y había una fuerte oposición a la guerra contra Irak. El presidente George Bush, padre repitió el cuento en un discurso en enero de 1991, poco antes de que lanzara los bombardeos sobre Irak. Esta mentira sirvió para justificar una guerra que mató a 200.000 iraquíes.
- 11 de septiembre de 2001. El 11 de septiembre de 2001, un ataque terrorista contra el World Trade Center en la Ciudad de Nueva York y otros lugares mató a más de 3.000 civiles inocentes. Al Qaeda, un grupo islámico fundamentalista yihadista, se responsabilizó por el ataque. No hay duda que esto era un crimen grave, y los islámicos fundamentalistas yihadistas fueron responsables. El ataque se utilizó para precipitar la aprobación de la Ley PATRIOT que redujo en gran escala las libertades civiles en los Estados Unidos. El espionaje por parte del gobierno de Estados Unidos llegó a nuevos niveles, como la vigilancia sistemática de casi todas las llamadas telefónicas y la actividad de Internet de casi todas las personas en los Estados Unidos. Detuvieron a miles de personas por su origen nacional o religión, sin cargos penales ni libertades civiles. A niños musulmanes se les hostigaban e intimidaban en las escuelas. Se les golpeaban y aterrorizaban a personas que parecían musulmanas, o que alguien pensaba que eran musulmanas o inmigrantes de partes del mundo sin relación alguna con los atacantes del 11-S. Los Estados Unidos también invadió y ocupó Afganistán en 2001. El resultado: cientos de miles de muertos civiles. Y la invasión yanqui de Afganistán intensificó enormemente el choque global entre las fuerzas yihadistas islámicas fundamentalistas reaccionarias y el imperialismo occidental.
- Las “armas de destrucción masiva” inexistentes. En 2001, el gobierno estadounidense lanzó una masiva campaña de propaganda para justificar la guerra contra Irak. El vicepresidente Cheney presionó a la CIA para que produjera informes falsos de que Irak tuviera armas químicas, biológicas y nucleares de destrucción masiva (ADM) y vínculos con Al Qaeda, y que esto representara un “grave y creciente peligro” para el Oriente Medio y para los propios Estados Unidos. Todos los principales medios de comunicación estadounidenses propagaron la mentira de las ADM, el New York Times en particular jugando un papel central. Bajo el pretexto de las ADM, los Estados Unidos lanzó una invasión relámpago contra Irak. Miles de civiles iraquíes murieron o resultaron heridos en la invasión, y la ocupación estadounidense que siguió ha sido aún peor. Iraq Body Count [números de muertes en Irak] ha documentado entre 168.239 y 187.378 muertes civiles por violencia, y 251.000 muertes violentas en total, incluidos combatientes, de 2003 a septiembre de 2016.
Incidentes y pretextos... en las manos de los fascistas
Los incidentes que acabamos de enumerar, por horribles que fueran, tuvieron lugar bajo los procedimientos normales de este sistema. Ésta es la historia de los Estados Unidos. Pero en un momento en que nos enfrentamos a un intento de instalar un régimen fascista en los Estados Unidos, es crítico reconocer que el fascismo lleva a nuevas alturas el sistemático uso de mentiras e incidentes —reales o inventados— para cometer crímenes de lesa humanidad. Veamos cómo se invocaban los incidentes para llevar a cabo y justificar el crimen histórico del Holocausto nazi que asesinó a seis millones de judíos junto con comunistas, gitanos, personas LGBT, personas con discapacidades y disidentes.
Uno de los incidentes más infames de este tipo que condujo al Holocausto fue el incendio del Reichstag de 1933. En febrero de 1933, Adolfo Hitler estaba convencido de que era necesario movilizarse mucho más rápida, violenta y despiadadamente para descartar las libertades civiles y el estado de derecho para aterrorizar y aplastar a las fuerzas de la sociedad que él consideraba un obstáculo para su programa.
Con ese fin, Hitler se aprovechó del incendio del Reichstag, el edificio de la legislatura de Alemania. Después de este incendio, arrestaron y sometieron a juicio a varios comunistas. Luego condenaron a uno y absolvieron a los demás. Pero solo un día después del incendio, antes de que comenzara el juicio, Hitler persuadió al presidente de Alemania, Hindenburg, a que firmara un decreto que efectivamente eliminó la protección constitucional de las libertades individuales y civiles. Y después del incendio, a Hitler le dieron lo que era, hasta ese momento, un nuevo nivel de acceso a los medios de comunicación alemanes para instigar el terror de las turbas. Declaró: “Compañeros alemanes, ningún pensamiento judicial obstaculizará mis medidas... no hay que preocuparse por la justicia; mi misión es sólo la de destruir y exterminar, ¡nada más!... Ciertamente, utilizaré el poder del Estado y la policía al máximo, mis queridos comunistas, así que no lleguen a conclusiones falsas; pero con los de allá abajo, los Camisas Pardas, voy a dirigir la lucha a muerte, en la que con el puño les agarraré del cuello, ”. (Los Camisas Pardas eran rufianes nazis comparables al KKK en los Estados Unidos). Detuvieron de inmediato a todos los comunistas que habían sido elegidos para la legislatura de Alemania, y luego miles de ellos se hicieron los primeros internados en los campos de concentración nazis — así aplastando a la oposición más desafiante a Hitler y allanando el camino para los campos de la muerte.
El 7 de noviembre de 1938 en Francia, un refugiado judío alemán de diecisiete años de edad, Herschel Grynszpan, le disparó e hirió mortalmente a un diplomático alemán en París. El padre de Grynszpan fue uno de los diez mil judíos deportados a Polonia poco antes en trenes de carga. Hitler aprovechó el ataque al diplomático como el pretexto para Kristallnacht, una noche de masiva violencia, destrucción, terror y muerte dirigida a los judíos en Alemania. Asesinaron a cientos de judíos, arrestaron y encarcelaron a decenas de miles de hombres judíos en campos de concentración nazis. Saquearon a hogares, hospitales y escuelas judíos. Quemaron más de 1.000 sinagogas. Destruyeron o dañaron unas 7.000 empresas judías. En respuesta a la indignación mundial, Hitler echó la culpa a “la conspiración internacional judía” por manchar a Alemania a los ojos del mundo.
Patrones importantes de que se debe sacar lecciones
El uso de pretextos, reales o inventados, para justificar la guerra y la represión es una parte integrante del funcionamiento normal del capitalismo-imperialismo. Pero, de nuevo, esto adquiere una dimensión totalmente diferente, y críticamente ominosa, con el ascenso del fascismo y de gobernantes fascistas. Recuerde: Hitler invocó el incendio del Reichstag para imponer el fascismo.
Todos debemos sacar lecciones de lo anterior, y de ahí luchar con otros para que las saquen. Hay muchísimo en juego ahora, y los peligros son muy grandes. Habrá incidentes reales y creados; estos los van a usar como pretextos para silenciar toda protesta y dar al gobierno enormes poderes represivos. No se dejen caer en la trampa; mantengan el foco sobre los asuntos reales, y luchen con los demás a que hagan lo mismo.
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