Comunicado informativo desde Charlottesville
Entrevistas con el Club Revolución

16 de agosto de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

A raíz del enfrentamiento en Charlottesville, Virginia, durante el fin de semana revcom.us le hizo entrevistas a dos miembros del Club Revolución, uno de Nueva York y otro de Chicago. Por medio de estas entrevistas, nuestros lectores aprenderán más sobre cómo se desarrollaron los acontecimientos en Charlottesville, cómo diferentes fuerzas y corrientes de la gente respondieron a los supremacistas blancos asesinos, qué hizo el Club Revolución en medio de este choque para dirigir a las personas en la lucha, ganarlas a la revolución y conectarlas con la dirección de esta revolución, Bob Avakian, y el Partido que él dirige.

A continuación presentamos unos comentarios revisados de los miembros del Club Revolución. (No se incluyen las preguntas).

 

UN MIEMBRO DEL CLUB REVOLUCIÓN-NUEVA YORK:

Los fascistas llegaron preparados para la guerra. Salieron con escudos, en formaciones, marchando. A primera hora del sábado, hacíamos trabajo para reunir a la gente para ir [al Parque] Robert E. Lee, lo que ahora se llama el Parque de la Emancipación, para hacer frente a los fascistas que iban a congregarse al mediodía.

Mientras tanto, un grupo de fascistas combativos, coreando “sangre y tierra”, nos pasaron marchando. El Club los denunció coreando: “No a Trump, No al KKK [Ku Klux Klan], No a un Estados Unidos fascista”. Los fascistas empezaban a avanzar, por lo que el Club cambió su línea de formación, y los fascistas los embistieron abriendo una brecha con sus escudos. Golpearon a dos miembros del Club Revolución que intentaban proteger a los otros. A otra mujer que dio un paso adelante le dieron un puñetazo en la cara. Los fascistas siguieron su marcha. Un miembro del Club Revolución estaba sangrando mucho y el personal médico llegó, y otra mujer también estaba sangrando mucho por encima del ojo. Los acompañé al hospital.

Los cerdos policías llegaron con su equipo DESPUÉS de lo ocurrido. A medida que pasaba el día, la gente comentaba el hecho de que la policía no estaba haciendo nada. Sacudió a la gente el hecho de que la policía que no la protegía del KKK sino que prácticamente creó un muro para dejarlo pasar. Cuando sí actuaron para “proteger”, apuntaron un tanque a la gente, lo que le sacudió a muchas personas.

Nos condujeron a la sala de urgencias unos activistas locales de La Vida de los Negros Importa. Esto era muy importante, y mientras estábamos allí unos clérigos de otra parte de Virginia llegaron para mostrar solidaridad y ayudar a cuidar a las personas.

Cuando volvimos a las calles, hablamos con unos jóvenes negros sobre la revolución. Nos dijeron, “estaremos presentes”. De hecho, al llegar, se acercaron a la línea de cerdos y les decían, dispárenme —muy desafiantes— pero sabían que todos en la multitud les cuidábamos la espalda. El Club hizo agitación acerca del papel de la policía, y además, acerca de BA. Esta agitación realmente puso las cosas en claro para la gente — esto va a requerir mucho más. Esto va en serio.

Una mujer queer de Francia estaba tan feliz de saber que existiera una organización y que tuviéramos una Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte. Dijo que conoce a muchas personas a las que les encantaran y necesitaran saber de esto.

Les hablamos a otros jóvenes allí sobre lo que estaba sucediendo en Chicago — que no podemos darles duro ahora [hacer una revolución], que tenemos que ir en serio y organizarnos, lo que hizo que la gente reflexionara, y toda la situación les hizo tomarlo más en serio.

Mucha gente estaba furiosa, y preguntaba, ¿a dónde vamos ahora para enfrentar a los fascistas? El miembro del Club Revolución que había sido atacada le dijo a la gente lo que sucedió en el choque con los fascistas. Ella dijo que los fascistas no van a irse, y pidió que la gente fuera a un parque para conversar sobre CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución (CPG). Una media docena de jóvenes negros nos acompañaron — les dimos el periódico Revolución y leímos todo el CPG y lo discutimos en relación con lo que estaba pasando a nuestro alrededor, especialmente las partes que hablan de lo que podemos hacer ahora y cómo podemos derrotarlos. Teníamos la pancarta de Chicago. Era muy poderosa, al verla, y que tanta gente hubiera escrito notas para enviar a la gente en Charlottesville.

Muchas personas del Barrio Sur de Chicago habían escrito declaraciones en esta pancarta para enviar a la gente en Charlottesville. Foto: Club Revolución-Chicago.

 

Una cosa que subrayar es que mucha de la agitación que hizo el Club fue realmente contundente y poderosa, y le conmovió a mucha gente. Durante todo esto repartíamos el periódico. Vimos que las personas se envalentonaban y se inspiraban (después de que el coche se estrelló contra la multitud, lo que las había sacudido). La agitación tuvo un impacto concreto en la gente.

 

UN MIEMBRO DEL CLUB REVOLUCIÓN-CHICAGO, AL SALIR DEL HOSPITAL TRAS EL ATAQUE DE LOS SUPREMACISTAS BLANCOS:

Sábado. Estuve fuera de acción desde muy temprano hasta que terminó la gran escaramuza. Cuando regresé a la escena, hubo enfrentamientos entre la policía y la gente, masas negras y jóvenes y otros de los barrios cercanos —los desafiantes— y otra veintena de personas que se enfrentaban y se burlaban de los puercos, sin dar tregua. Hicimos agitación y estábamos con el pueblo. En cierto momento los puercos retrocedieron.

En la escena hacíamos agitación de que hoy es el momento de organizarnos para una revolución, exhortando a la gente a que le entren a BA y el plan para ganar, pidiéndoles que regresaran a la noche para hablar, y unos regresaron, pero no avanzamos mucho más.

       

Pero hoy —domingo— eso cambió. Fuimos un rato a un multifamiliar —la gente está al tanto de lo que está pasando, y escuchamos— saben qué, los supremacistas blancos van a celebrar una conferencia de prensa en cinco minutos. Nos dirigimos al municipio, que está cerca de donde mataron a Heather Heyer. Al llegar vemos que los puercos han bloqueado todas las calles porque los nazis están ahí y las masas se los quieren agarrar.

Las masas estaban enojadísimas con los puercos: unos de los jóvenes de la ciudad y la gente de Charlottesville, negros y blancos, de diferentes capas sociales, y gente de otras ciudades — ciudades cercanas. La gente estaba muy indignada, y un grupo compuesto de diferentes nacionalidades les estaban gritando a los puercos porque la gente vio que los puercos no pararon a los nazis, sino que los protegieron y en realidad estaban más en contra del pueblo.

En la conferencia de prensa empezamos la agitación, que fue muy apropiada.

Trazábamos la conexión entre Trump y todo lo que está pasando en Charlottesville. Las amplias masas y la juventud ven una conexión, pero no estoy seguro qué tan firme es. Pero la gente, como los jóvenes negros, ven una relación entre los fascistas y Trump y hay una reacción visceral a los nazis. Y eso está relacionado con algo que se dice, más entre los jóvenes básicos, sobre la ciudad, de que no queremos esto aquí — así que es un tanto miope: esto nos afecta a nosotros y por eso es que queremos que pare.

Pero la gente, incluyendo a todas estas personas de los vecindarios, está muy furiosa y encabronada de que mataron a una mujer — ella es una de nosotros, la arrebataron de nosotros, la gente está indignada, enojada y furiosa.

El mitin de agravios que dirigimos duró unos 90 minutos, un carrusel de personas en que cientos se turnaban para comentar diferentes puntos. Docenas hablaron —unos más de una vez— eran muchos y diferentes: hablaron personas blancas de la clase media y unos negros, pero la mayoría eran masas básicas de los vecindarios. Una de las cosas que me llamaba la atención fue de que algo muy dinámico ocurrió durante el mitin: un proceso de lucha y debate que se desenvolvía, interrumpido de vez en cuando por algún supremacista blanco que pasaba por ahí chillando y la gente paraba para enfrentarlos. En cierto momento los puercos se formaron, pero luego retrocedieron. Un supremacista blanco se alejó a pararse en frente de la delegación de los policías — como para sentirse seguro.

Expresaron muchos agravios, incluyendo de parte de los blancos. Muchos hablaron de todas las protestas que empezaron por Trayvon Martin y ahora miren dónde estamos.

Algo importante: durante el mitin de agravios hicimos mucho trabajao, agitación, dirigimos a la gente —recalcamos que se vislumbran los contornos de una guerra civil y la gente tiene que organizarse para la revolución y que hay una dirección y una estrategia y un plan— y nos escuchaban. Este sistema entero engendró estos horrores y hay que derrocar a ese sistema. Y hablamos de la necesidad de expulsar a este régimen que ha venido azuzando a todos estos nazis. Hicimos una ronda de agitación sobre cómo podemos ganar y les explicamos que necesitan adquirir el periódico Revolución y todas estas personas se acercaron para agarrar el periódico. Así que en el mitin de agravios bregaron y debatieron sobre líneas políticas e ideologías.



 

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