En la lucha por deshacerse de Trump y Pence…
¡El partido Demócrata es parte del problema, y NO parte de la solución!
11 de deciembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Nos encontramos frente a un momento urgente, de hecho una encrucijada, para la humanidad. Hay un demente Hitler estadounidense en control de las armas nucleares. Él —y sí, toda su administración— han adoptado una postura y se basan en una visión del mundo en que “la lógica de la lógica” conduce a la guerra, con una posibilidad muy real de guerra nuclear. Hay que examinar esto firmemente y hay que oponérselo con todo lo que tenemos. Como ha dicho Rechazar el Fascismo: “¡Esta pesadilla tiene que terminar, el régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!”.
Ante esta necesidad urgente, ¿cuál peso pesado entre los demócratas ha pedido la destitución de Trump o Pence? Al contrario, Nancy Puerca-losi (o sea, Pelosi) y Chuck “Fuck” Schumer (o sea, Al carajo con Schumer) han intentado “tender puentes” hacia Trump. Puercalosi ha dictaminado perentoria y abiertamente que no se consideraría un juicio político y ha reprendido a aquellos que lo han pedido. Mientras que a Schumer, Trump lo ha manipulado como un diestro estafador. Puercalosi y Schumer están dispuestos a correr el riesgo del botón nuclear en manos de un chauvinista psicópata en lugar de correr el riesgo de alterar los “canales apropiados”. Están dispuestos a aceptar lo que podría ser un daño irreversible a la capacidad de los humanos (y otras especies) para siquiera vivir en el planeta en lugar de correr el riesgo de llamar a millones de personas a tomarse las calles. En el nombre de contener, de algún modo, a un monstruo rabioso, dirigen a la gente a acomodarse con él.
La tontería de confiar en las elecciones de 2018
En cuanto a la promesa de las elecciones de 2018, esa es una tontería, por cuatro razones.
En primer lugar, debido a las formas en que los fascistas han podido impedir que los negros y otros grupos “minoritarios” voten, y debido también al hecho de que han trazado los distritos electorales de manera que anula votos demócratas, es muy poco probable que, aunque una sólida mayoría de personas en la nación votara por los demócratas el próximo año, los demócratas ganarían o la Cámara de Representantes o el Senado1.
En segundo lugar, incluso si los Demócratas ganan, Puercalosi ya ha descartado la opción de un juicio político, tal como lo hizo en 2006 cuando los demócratas realmente ganaron una mayoría.
En tercer lugar, este plan aún deja a Trump y Pence con las riendas sueltas por el próximo año para hacer aún más ultrajes opresivos y horrendos. Además, si los Demócratas de alguna manera lograran ganar una mayoría, pues Trump percibiría aún más necesidad de usar de manera preventiva y consolidar el poder ejecutivo para imponer medidas aún más draconianas y fascistas. Posiblemente podría hasta lanzar unilateralmente una guerra como pretexto para una fuerte represión.
En cuarto lugar, relacionado con eso y extremadamente importante: no cabe duda de que los demócratas apoyarán a Trump en cualquier medida que emprenda hacia la guerra, o cualquier guerra que en realidad libre (como esencialmente ya lo están haciendo en Yemen, Irak, Somalia, África Occidental y otros lugares). De hecho, si Trump fuera a la guerra contra Corea del Norte, lo que pondría en riesgo a todo el planeta, no solo lo apoyarían sino que lo harían vigorosamente, tal como lo hicieron bajo George Bush I y George Bush II cuando cada uno lanzó grandes guerras.
Aun dicen esto algunos de aquellos que continúan diciendo a la gente que el voto es el camino hacia el cambio, por ejemplo, Michael Moore2. Y los líderes demócratas lo harán porque en su enorme mayoría, y en los niveles más altos todos los líderes demócratas —y más importante, el Partido Demócrata como institución— están “dedicados a la propuesta” de que Estados Unidos tiene que dominar al mundo, y si lograrlo requiere de la guerra, pues, que así sea.
Poner la confianza en líderes —e instituciones— como estos es mortal. No hay opción que millones de personas salir a las calles y exigir que este régimen sea expulsado, y al hacerlo obligar a todas las instituciones y fuerzas sociales, incluidas las fuerzas y políticos que representan a la clase dominante y el sistema, a reaccionar a eso.
Estos dos párrafos proporcionan un marco crucial en relación con todo esto:
Los demócratas, junto con el New York Times y el Washington Post, están buscando resolver la crisis con la presidencia de Trump de acuerdo a los términos del sistema actual y al servicio de los intereses de la clase dominante del sistema actual, que representan. Nosotros, las masas de personas, debemos avanzar a todo vapor y millones de nosotros debemos movilizarnos para resolver esto al servicio de nuestros intereses, al servicio de los intereses de la humanidad, los que son fundamentalmente diferentes y contrarios a los intereses de la clase dominante.
Esto, por supuesto, no significa que la lucha entre los de arriba es irrelevante o no tiene importancia; más bien, la manera de entender y abordar esto (lo que hay que explicar repetidamente a la gente, incluido por medio de la lucha que se necesita y se lleva bien), está en términos de cómo se relaciona con “la lucha desde abajo” y cuáles oportunidades puede ofrecer, para la movilización de masas de personas en torno a la exigencia de que el régimen en su conjunto tiene que largarse, por su naturaleza y acciones fascistas y por lo que está en juego para la humanidad.
1. Se celebran elecciones para cada uno de los 435 escaños en el Congreso de Estados Unidos cada dos años. En los últimos años, los demócratas han recibido casi la misma cantidad de votos que los republicanos en todo el país; sin embargo, los republicanos han mantenido una mayoría firme en el Congreso. Los resultados de las últimas cuatro elecciones dejan esto en claro:
Año |
Votos por republicanos |
Votos por demócratas |
Escaños ganados por republicanos |
Escaños ganados por demócratas |
2010 |
44,827,441 |
38,980,192 |
242 |
193 |
2012 |
58,228,253 |
59,645,531 |
242 |
193 |
2014 |
40,081,282 |
35,624,357 |
247 |
188 |
2016 |
63,173,815 |
61,776,554 |
241 |
194 |
La mayoría republicana en el Congreso se ha mantenido estable y básicamente insuperable durante años. Incluso en 2012, cuando los demócratas recibieron más votos que los republicanos, la mayoría republicana no cambió en comparación con 2010. Esto es principalmente un legado del hecho de que la Constitución de Estados Unidos incorporó la esclavitud, y también dio un poder desproporcionado y continuo a los dueños de esclavos. Hoy ese legado continúa en el desproporcionado poder de votación que tienen los estados más pequeños y las áreas rurales, comparado con las grandes ciudades con sus poblaciones importantes de personas negras y latinas, y los inmigrantes. Además, a muchas personas negras y latinas, ni hablar de los inmigrantes, se les ha privado de sus derechos —no se les permite votar— por varias razones. [regresa]
2. Hay que decir en favor de Moore que sí advierte a su público que, al hacer esto, no deben seguir el liderazgo demócrata; pero no les convoca a salir a las calles ahora, y por lo tanto los empuja en el camino de hacer precisamente lo que les advierte que no hagan. [regresa]
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