El führer Trump tuitea propaganda anti-musulmán neonazi
No hay inocencia en hacer la vista gorda
¡El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!

Sunsara Taylor

6 de diciembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

30 de noviembre de 2017. El miércoles, Donald Trump aprovechó el púlpito de bravuconerías de la presidencia estadounidense para diseminar propaganda neonazi anti-musulmán al mundo. Con tres tuits, elevó al escenario internacional a un grupo fascista supremacista blanco en Inglaterra, que ha movilizado invasiones de mezquitas y que pública y orgullosamente hostiga a musulmanes ordinarios en la calle. Pero eso no es todo. En una maniobra sacada directamente del libro de jugadas de la propaganda nazi, se valió de estos tuits –que supuestamente muestran varios grupos de musulmanes particulares que cometen actos de brutalidad e intolerancia religiosa— para pintar a todos los musulmanes de enemigos salvajes y deshumanizados.

No se engañen: esto NO es una “distracción”. NO se trata del “comportamiento maniático” del presidente ni otra prueba de su “inestabilidad”. Se está enviando un mensaje peligroso – en realidad, genocida.

Se trata de la propaganda supremacista blanca de un régimen fascista – y no es aislada.

Es coherente con la declaración de Trump de que los musulmanes nos odian y su promoción de un registro de musulmanes y una prohibición completa de la entrada de musulmanes a Estados Unidos.

Es coherente con los anuncios que Trump compró en 1989 que clamaban por el regreso de la pena de muerte durante el juicio farsante de los 5 de Central Park (inocentes), o con su declaración de que hubo “buena gente” entre los supremacistas blancos asesinos en Charlottesville.

Es coherente con su descripción de jugadores negros de la NFL que protestan la brutalidad y el asesinato policiales como “hijos de puta” y su exigencia de que los despidan.

Es coherente con la descripción del general de la Confederación, Robert E. Lee, como un “hombre de honor”, por el jefe de personal de Trump, John Kelly.

Es coherente con la adoración por Trump de Andrew Jackson —el infame asesino de indígenas y arquitecto del Camino de las Lágrimas— y su uso del nombre “Pocahontas” como un insulto racista a los Habladores de Código navajos, mientras Trump se posaba en frente del retrato de Jackson, hace apenas unos días.

La historia ha mostrado en qué desembocan la deshumanización y la satanización de ese tipo. Nadie puede decir que es inocente en hacer la vista gorda.

Existe una organización en Estados Unidos que, desde el principio mismo de este régimen, lo ha identificado como fascista y ha llamado atención al peligro catastrófico que representa, no solamente para personas en este país sino para toda la humanidad. Existe una organización en este país que ha dado una bienvenida amplia y movilizado a personas con una gran diversidad de perspectivas para que actúen de acuerdo con la realidad de que sólo el pueblo puede parar esta pesadilla del fascismo que se está consolidando a martillazos — y de que sólo se logrará sacando este régimen del poder por medio de la protesta política, masiva, y no violenta, que no se detiene hasta que se cumpla su demanda: ¡Esta pesadilla tiene que terminar: El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!

Esta organización es Rechazar el Fascismo — refusefascism.org.

La hora es avanzada. El peligro es claro. Ya es hora de superar el miedo y la incertidumbre y de unirse con miles y pronto millones de personas por todo Estados Unidos para decir: ¡BASTA! ¡En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista! ¡Esta pesadilla tiene que terminar: El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!

 

 

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