Como médicos descalzos: Una noche en el museo

26 de abril de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us

De un lector:

Recientemente, asistí a una velada pública mensual social en un importante museo donde vivo para hacer correr la voz sobre la película de Bob Avakian, ¡EL RÉGIMEN DE TRUMP Y PENCE TIENE QUE MARCHARSE! En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista. ¡Un mundo mejor ES posible!, en relación con una presentación de la película que íbamos a realizar al día siguiente, y con Rechazar el Fascismo en general.

Me vestí todo de negro con el plan de pegar brillantes calcomanías naranjas en todo mi cuerpo que decían “¡El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!” y el sitio web de Rechazar el Fascismo (RF), para convertirme en una cartelera ambulante y punto de atracción, ¡y realmente funcionó!

En la entrada principal había música, bebidas y cientos de personas pasando el rato y conversando. Cuando comencé a ponerme las calcomanías, la gente comenzó a acercarse. Un negro veinteañero dejó a su grupo de amigos y se acercó con una gran sonrisa para pedir una calcomanía y expresar su acuerdo entusiasmado. Un hombre blanco de mediana edad con su esposa se acercó y dijo: “¿Necesita donaciones?” y nos entregó un billete de $ 50. Su esposa comparó la situación actual con la forma en que progresaron los nazis, y escucharon a un amigo mío, un organizador de RF, que les explicó la misión de RF y los invitó a ver la transmisión en vivo del lanzamiento del nuevo Llamamiento a la Acción de RF más adelante esa semana. Les conté acerca de la película. Estaban muy interesados y nos dejaron sus tarjetas (él es un cirujano jefe en un hospital importante). Mientras todavía nos estábamos pegando las calcomanías, otras personas nos dieron $ 20 y $ 5.

Pasamos la velada mirando algunas de las exhibiciones, conversando con personas que se nos acercaron y acercándonos a grupos de personas. Yo iniciaba las conversaciones con la película, hablando de qué se trata y quién es BA, y con frecuencia uno u otro de mis amigos daría seguimiento hablando del lanzamiento del nuevo Llamamiento de RF. A medida que avanzaba la noche, todos nos volvimos más intrépidos al invitar / retar a otros a que participaran en la conversación, atrayendo a otros y diciéndoles directamente que tienen una responsabilidad de actuar a partir de lo que saben que está mal, y que los demócratas y Mueller no van a solucionar el problema por nosotros, diciendo que necesitan ver la película y unirse a RF, incluso si no es el tipo de cosa que jamás han hecho antes. La gente tomó muy en serio lo que planteábamos.

Casi nadie había oído hablar antes de BA (¡algo que tenemos que cambiar urgentemente!) y casi todos estaban muy interesados, tanto en el tema como en escuchar quién es. Varias personas, entre ellas una adolescente gay de San Francisco con su familia bi racial, mencionaron la analogía a la Alemania nazi y Hitler. Ella detalló cómo Hitler ganó su elección por un pequeño margen, que no tenía un amplio apoyo popular y que la gente lo subestimó, pero que paso a paso despidió a quienes no estaban de acuerdo con él y consolidó el poder total, al igual que lo que está haciendo Trump. La madre había oído hablar de RF, y estaban emocionados de saber que hay una rama en el Área de la Bahía. Un haitiano gay que asistió con su novio de otro país caribeño mencionó la palabra genocidio (la esposa del cirujano también había mencionado el genocidio), preocupado principalmente por el tratamiento de los inmigrantes. Otras personas mencionaron problemas relacionados con los temas del aborto y las personas LGBTQ (entre ellas un empleado del museo que, en lugar de prohibir que repartiéramos los volantes, quería mucho un volante por sí mismo), el racismo, y los inmigrantes. Nadie mencionó la amenaza de la guerra, un problema urgente que reflejaba exactamente el tipo de chovinismo estadounidense que se promueve tan profundamente en este país y que BA desafía tan poderosamente en su discurso, pero la mayoría respondió muy profundamente cuando denunciamos la amenaza de la guerra — lo que tenemos que aprovechar y profundizar mucho más. Muchos simplemente tenían una indignación y odio no específico por el presidente y el régimen.

Yo diría: “Es mucho peor de lo que ustedes siquiera piensan. Tienen que ver esta película de BA. Se adentra en las raíces de este régimen en la historia de la Confederación, todo el movimiento fundamentalista cristiano fascista que ha crecido durante décadas concentrado en Pence, y la dinámica más profunda de este sistema de capitalismo-imperialismo y los desafíos que enfrentan en el mundo en este momento...” y la gente respondería y mostraría interés en cada parte de eso. Algunos expresarían un profundo acuerdo de que esto tiene que ver con la esclavitud y la supremacía blanca. El amigo caribeño del hombre haitiano dijo: “Les gustaría hacer que todos nos pongamos un símbolo, como los judíos tenían puesta la estrella amarilla, y obligarnos a volver a las plantaciones. Literalmente, nos veremos obligados a volver a recolectar el algodón”. El amigo haitiano lo regañó, medio indicando que era una exageración, pero también medio indicando que era demasiado perturbador y que no quería pensar sobre eso. Pero el amigo insistió, “No creas que no pueda suceder. Hay personas con vida hoy que vivieron la Alemania nazi, pasó hace solo un minuto. Hay personas con vida que tienen tatuajes en su cuerpo. ¡No pienses que los tiempos han cambiado tanto que no podría volver a suceder!”

Yo comenzaba con lo que dice BA sobre lo que debemos hacer: nuestra responsabilidad de ¡en nombre de la humanidad, NEGARNOS a aceptar a un Estados Unidos fascista! Planteaba que esto es posible, pero que BA explica que no pasará por medio de los demócratas ni las elecciones. A la gente le encantó el eslogan “¡En nombre de la humanidad, nos negamos a aceptar a un Estados Unidos fascista¡” Muchos repetían partes del mismo: “¡Así es! ¡No podemos aceptar a un Estados Unidos fascista!” Algunos plantearon que en realidad confiaban en las elecciones, que simplemente tienen que servir. Pero estaban dispuestos a escuchar que requeriría más, y parecía que varios de ellos habían sospechado que ese era el caso pero que en realidad aun por sí mismos no lo habían “aceptado”. Un joven asiático insistió en que las elecciones realmente importan, pero que no “son suficientes las elecciones, también necesitamos la resistencia”. Dos personas expresaron su temor a que si nos deshiciéramos de Trump, nos quedaríamos con Pence quien es aún peor. Volvimos a enfatizar que hay que expulsar todo el régimen, y en lugar de oponérselo (lo que sí sucedió en muchos casos — por ejemplo, los adultos en la Marcha por Nuestras Vidas), dijeron: “Sí, eso suena correcto”.

Les diría que si no saben quién es BA, eso necesita cambiar: es el líder revolucionario más radical que existe hoy en día y el arquitecto del nuevo comunismo. Que vean el discurso y comprenderán que se necesita rechazar a un Estados Unidos fascista, y también conocerán a este líder, y que pueden encontrar más sobre él en ese mismo sitio web. No encontramos ninguna actitud ni comentario cínico entre aquellos con los que hablamos (aparte de un único idiota de que ni siquiera vale la pena escribir): recibimos muchas “gracias” y “en serio, gracias” y “por favor no dejen de hacer lo que están haciendo”. Varias personas nos preguntaron si podían tomar fotos de nosotros (recuerden que estábamos cubiertos de pies a cabeza de calcomanías de color naranja brillante de “¡Trump y Pence tienen que marcharse!”); querían mostrárselas a sus amigos, ponerlas en las redes sociales, etc.

Encontramos a un joven negro que dijo que ya nos conocía, que había acudido a la protesta de Rechazar el Fascismo del 4 de noviembre en nuestra área y estaba tan emocionado de volver a vernos. Llevaba un botón anti-Trump y deseaba mucho una calcomanía (otro joven negro consiguió una calcomanía para poner en su patineta); hablamos un rato y él dijo que iba a asistir a la presentación de la película y se sumó sus datos a la lista de correo electrónico de RefuseFascism.org.

Una mujer mencionó el artículo de opinión de Madeleine Albright del New York Times, cual artículo la conmocionó mucho serio y el cual ella apreciaba. Este artículo de opinión, y el libro de Albright que estaba a punto de lanzarse se llama Fascism: A Warning [Fascismo: una advertencia], está teniendo un gran impacto. Tiene un efecto generalmente positivo en que a las personas parece una advertencia que les obliga a pensar en el fascismo como un peligro concreto y actual. Pero, lo que no es de sorprender dado fue escrito por un criminal de guerra como Albright, su libro realmente promueve lo que BA llama el “GFT” (la Gran Falsedad Tautológica de que Estados Unidos supuestamente es una fuerza para el bien en el mundo). Esto es algo más amplio con lo que tendremos que relacionarnos: aprovecharnos de la libertad que abre, pero también debatir y luchar agudamente con las personas sobre la profundidad del problema y cuál es la solución real.

Hay otros relatos. Al reflexionar, deberíamos haber profundizado aún más con algunas de las personas con las que hablamos, pero en el futuro podemos hacerlo. Repartimos unas 400 tarjetas de palma de la película y varios cientos de volantes de RF. Definitivamente tenemos que regresar el próximo mes y, además de tener las prendas decoradas (incluidas camisetas de Habla BA: ¡REVOLUCIÓN, Y NADA MENOS!), armar una gran mesa afuera con algún tipo de instalación para escuchar y ver la película (y para el próximo mes hará mucho más calor con mucha gente estando al aire libre). Pero también, esta experiencia es una indicación de la actitud receptiva de mucha gente en este momento, mucho más allá de “los de siempre” en las protestas y eventos políticos. Si bien tenemos que asistir a todo tipo de evento, hay algo a favor de estar en lugares donde la gente está conviviendo y mezclándose, buscando la conversación. Repetidamente íbamos y nos metíamos en grupos de personas que conversaban, algunas veces interrumpiendo directamente en un grupo en el que alguien estaba contando una historia, y ni siquiera una sola persona se molestaba; casi todos dijeron gracias y hablaron con nosotros.

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