La patrulla fronteriza asesina a una joven guatemalteca
¡Justicia para Claudia Gómez González!
2 de junio de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us
Up and down the Rio Grande / A lo largo del Río Bravo
A thousand footprints in the sand / Mil huellas en la arena1
Claudia Gómez González
Claudia Gómez González había estudiado para ser una contadora. Pero no podía ganarse la vida en su tierra natal, un país afligido de pobreza y violencia extremas; azotado por décadas bajo la bota del imperialismo yanqui, que ha incluido campañas de carnicería en masa por militares adiestrados y financiados por Estados Unidos2. En mayo abandonó su pueblo para viajar a Estados Unidos — para seguir estudiando, vivir con su novio en Virginia, ganarse la vida y ayudar a su familia en Guatemala. A su mamá le dijo: “Mamita, vamos por delante. Haré dinero. Aquí no hay trabajo”.
Apenas había cruzado el río que corre entre Estados Unidos y México, Claudia Gómez cayó cayó moribundo, sangrando de un tiro a la cabeza disparado por un puerco de la Patrulla Fronteriza. Su asesinato a sangre fría es una concentración sanguinaria de la violencia y represión que el país más fuertemente armado del mundo desata contra inmigrantes pobres no armados.
Las mentiras de los puercos
La Patrulla Fronteriza primero dijo que uno de sus agentes se encontró “bajo ataque por múltiples sujetos que empuñaban objetos contundentes”. Tildaron a Claudia y los otros cerca de ella de “asaltantes” que usaron palos como armas. Pura mentira.
Una señora que vive cerca grabó la secuela del asesinato de Claudia Gómez. En la grabación se la oye a Marta Martínez gritando en español: “¿Por qué los maltratas? ¿Por qué le tiró a la muchacha? La mataste. Mató a la muchacha. Ahí está. La muchacha está muerta. ¡Te vi con la pistola!”. Martínez dijo que después de los disparos la Patrulla Fronteriza detuvo a dos hombres, y que un agente le dijo a uno de ellos: “Esto es lo que pasa. ¿Ven? Cállense; ustedes tienen armas”.
Unos días después, la Patrulla Fronteriza dejó de mencionar “objetos contundentes”, y dejó de decir que sus agentes fueron atacados. Pero siguen defendiendo sus acciones, y no han dicho ni una palabra sobre el paradero de los inmigrantes que arrestaron esa noche.
Una zona de muerte
Desde hace décadas Estados Unidos ha convertido a la frontera con México en una zona de muerte. Miles de inmigrantes han muerto al intentar cruzar la línea que divide los dos países. Encarcelamiento, brutalidad y deportaciones han desgarrado la vida de un sinnúmero de inmigrantes. Estas abominaciones no son “daño colateral”, ni las acciones de “agentes corruptos”. Son el resultado de políticas conscientes promulgadas y impuestas por los monstruos que gobiernan este sistema de capitalismo-imperialismo.
El régimen fascista de Trump y Pence ha llevado esto a niveles completamente nuevos de calumnia y agresión asesina. Se celebraron vigilias por Claudia Gómez en por lo menos siete ciudades de Texas, así como en Alexandria, Virginia y Miami, Florida. Muchos más deben unirse a estas protestas, no solo para denunciar este horroroso asesinato sino también para exigir que se ponga fin a todos los ataques contra los inmigrantes — y deben unirse a Rechazar el Fascismo para luchar para expulsar al régimen de Trump y Pence.
Todos encaramos un reto moral y político. ¿Le parece admisible que un puerco pistolero asesine a una joven inmigrante de 20 años? ¿Le parece admisible que el “comandante en jefe” llame “animales” a los inmigrantes y que haya hecho de los ataques incansables a los inmigrantes un ariete del desenfrenado fascismo?
En un sentido más fundamental, la única manera que puede mantenerse el ilegítimo sistema de capitalismo-imperialismo que engendró a Trump y Pence es aplastar a literalmente cientos de millones de vidas. Hay que tumbar este sistema, por medio de una revolución real, cuando se encuentre en una profunda crisis, y millones de personas reconozcan que esta violencia criminal es ilegítima, y han sido convencidas de la necesidad de una revolución y de la posibilidad de un sistema y una sociedad radicalmente diferentes. Hoy mismo estamos trabajando y organizando para preparar el terreno, al pueblo y a la vanguardia para esa posibilidad.
1. De la canción “Across the Borderline” (Al otro lado de la frontera), de Ry Cooder, John Hiatt, James Dickinson. [regresa]
2. Ver el artículo en la serie de Revolución, “Crimen yanqui”, Caso #95, “El carnicero de Reagan comete el genocidio en Guatemala”. [regresa]
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