Contra las vacas sagradas de la política de identidad en un campus universitario: Se abre el debate sobre la reforma o la revolución
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Del Club Revolución-Ciudad de Nueva York (@NYCrevclub)
¡Crees que caminas con los ojos bien abiertos… pero caminas dormido en una pesadilla! La interseccionalidad, el “socialismo democrático” y todos los conceptos de ese tipo te mantendrán encerrado en el sistema que tenemos ahora. Estos enfoques solo pueden llevarte a reñir, rogar y negociar por voz y voto en el sistema imperialista. Lo que necesitamos es una revolución, NO unas reformas, una revolución para DERROCAR todo lo podrido y emancipar a toda la humanidad.
Llevamos este mensaje a una universidad prestigiosa, de la Ivy League, y desafiamos a las personas a debatir. Poco después de llegar, la fuerza de seguridad universitaria se puso como loco y nos echó del campus. Así que volvimos, pero esta vez con un volante satírico que decía: “Un mensaje de la fuerza de seguridad universitaria: No hablen con los comunistas en el campus”. Uno de nosotros se puso un uniforme de policía y la máscara de cerdo más fea que jamás se haya visto, y repartimos el volante. Una foto de nuestro volante fue tuiteada por un escritor a más de 47 mil seguidores, salimos en textos de grupo, y alguien nos dijo que había salido un meme de nosotros. Logramos hacer que la represión se saliera por la culata y que nuestro mensaje se volviera muy polémico en el campus, provocando una discusión inicial, aunque todavía a pequeña escala por ahora. Pero se abrió lo suficiente para que pudiéramos identificar al menos dos argumentos erróneos que surgieron con frecuencia de los estudiantes que sí conversaron con nosotros, y una excusa que muchos usaron para evitar esa conversación.
[1] “Sí, necesitamos un cambio fundamental, pero no quiero la violencia”.
Primero, seamos realistas: Al no trabajar para derrocar este sistema, permites que se lleve a cabo una tremenda violencia todos los días. Permites que miles de negros y latinos sean asesinados por la policía o encerrados en las mazmorras infernales de las prisiones. Permites que personas por todo el mundo sean machacadas por las bombas estadounidenses, y que millones de personas sean brutalmente esclavizadas y explotadas en maquiladoras en Bangladesh y otras partes. Vives en un país (Estados Unidos) cuya riqueza fue la resultada de la violencia, y cuya riqueza sigue expandiéndose hoy en día a través de formas de violencia cada vez más brutales. TODOS estos son los elementos no reformables del capitalismo-imperialismo. Al no trabajar para terminar esto a través de una revolución real, en última instancia estás poniendo tu sello de aprobación en toda esta violencia opresiva.
En segundo lugar, no toda la violencia es igual. La violencia de una mujer que lucha para detener una violación NO es igual a la violencia del violador. Es cierto que cuando llegue el momento y millones de personas estén listos para arriesgar todo para acabar con este sistema y acabar con los horrores que causa, estos millones de personas sí se enfrentarán a la violenta fuerza represiva de la maquinaria del estado que encarna e impone el sistema existente de explotación y opresión; y que para tener éxito la lucha revolucionaria tendrá que enfrentarse y derrotar a esa violenta fuerza represiva del viejo orden de explotación y opresión. ¿Te habrías opuesto a librar la Guerra Civil de Estados Unidos para acabar con la violencia de la esclavitud?
Para que sea claro, ahora no es el momento de lanzar esta revolución, pero sí es el momento de organizarse para ella. Para citar el Punto de Atención número 6 del Club de la Revolución: “Nosotros trabajamos por un derrocamiento concreto del presente sistema y un camino mucho mejor que deje atrás los destructivos y brutales conflictos que existen hoy entre las personas. Dado que tenemos seriedad, en esta etapa no iniciamos la violencia y nos oponemos a toda violencia contra la gente y entre las personas”.
[2] “No me corresponde hablar de la opresión porque soy blanco”.
¡Pura paja! Todas las personas de cualquier nacionalidad y género son capaces y tienen una responsabilidad de entender esto y luchar por el cambio fundamental necesario para acabar con toda opresión. La verdad es lo que corresponde a la realidad objetiva; esto se establece a través de la evidencia, no a través de la “identidad”. Por ejemplo, si una persona negra dijera que no cree que la policía asesine indiscriminadamente a personas negras, esto no lo haría realidad porque la evidencia muestra que los policías asesinan a personas negras en un nivel de epidemia.
Hasta que aprendas a evaluar el CONTENIDO de los distintos programas y hacia dónde conducen, en lugar de seguir a las personas según su “identidad”, serás engañado. Terminas siguiendo a personas que llevan a cabo deportaciones en masa de inmigrantes y ataques con aviones no tripulados, como lo hizo Barack Obama durante su mandato. O elogerás a criminales de guerra femeninas como Hillary Clinton, quien lideró el ataque para destituir a Muammar Gaddafi, hundiendo a Libia en el caos, dejando una escena del crimen con miles de muertos y refugiados que huyen del colapso de la sociedad, ahogándose al intentar cruzar el Mediterráneo para Europa.
Y seamos honestos, eso de “No puedo alzar la voz porque soy blanco” las más de veces sirve como una excusa para quedarse al margen y no hacer nada mientras los horrores del mundo caen sobre las masas populares aquí y alrededor del mundo.
[3] Un argumento de mierda hecho para evitar el debate:
“No tengo que hacer nada al respecto porque hablo sobre estos problemas en mi ‘espacio seguro’”.
Deja de pensar en ti mismo y comienza a pensar en la humanidad ante todo. Ojo: Te sientas en la cima de la cadena alimentaria mundial. Cada rincón de este mundo está empapado de la explotación y opresión brutal del capitalismo-imperialismo dominado por Estados Unidos a escala mundial. Está en la sangre de las mujeres que hacen tu ropa, en las manos llenas de ampollas de los inmigrantes que recogen tu comida y los niños negros a que se han desechado, la tercera parte de ellos viviendo en la pobreza. Un espacio seguro para TI no hace nada por todo esto, carajo. El hecho de que hay quienes anhelan “espacios seguros” muestra cuán opresiva es esta sociedad. Pero sostener que no quiere considerar el mensaje de revolucionarios que tienen un plan y una estrategia concretos para acabar con la opresión del pueblo del mundo porque te sacará de tu zona de confort es pura paja. Eso es solo ponerte primero, poner Estados Unidos primero, y decir “vete al diablo” al resto de la humanidad.
Y un reto para todos:
Como dijo Bob Avakian, el líder de la revolución,
“... No es aceptable no querer mirar algo, o no creerlo, porque incomoda. Y: no es aceptable creer algo porque tranquiliza.” (de Lo BAsico 5:11).
Si las mentes jóvenes de esta generación no sienten ninguna responsabilidad de debatir, de pensar críticamente, de salir de nuestras zonas de confort por los siete mil millones de personas en este planeta, la humanidad permanecerá en grilletes. El futuro no está escrito: el que nos llegue depende de nosotros.
LA POLÍTICA DE IDENTIDAD Y EL PRIVILEGIO
¿Usted alguna vez ha notado que el único privilegio del cual no hablan esos traficantes de la “política de la identidad” es el privilegio estadounidense? — el privilegio que resulta de vivir en Estados Unidos, un país que saquea al mundo y cuya riqueza y poder descansan en la brutal explotación y opresión por todo el mundo, respaldado por la violencia masiva de las fuerzas armadas estadounidenses. Estos traficantes quieren todo lo que puedan sacar de ese privilegio. En oposición a eso, lo que las masas de la humanidad necesitan es deshacerse de todo este sistema chupasangre y dejarlo atrás, poniendo fin a toda explotación y opresión.
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