La interseccionalidad: Fantasía reconfortante en los espacios “concienciados” del imperio
Nayi Duniya
| Periódico Revolución | revcom.us
Bienvenidos a la tierra de la interseccionalidad — donde un marco aparentemente radical y universal puede comprender y atravesar múltiples opresiones las que sufren los miles de millones de personas en este planeta sin lo “desordenado” de derrocar el sistema que genera e impone estas opresiones; donde la verdad se verifica y la injustica se rectifica designando a los más oprimidos como la autoridad y la dirección en las luchas para reformas; donde en efecto se desconocen las divisiones sociales fundamentales y muy arraigadas y las brechas desequilibradas del mundo, como entre las naciones ricas y pobres, y las “intersecciones” que se identifican y la “experiencias directas” que se comparten a través de “carriles” bastan para cambiar el mundo.
Esta es una fantasía reconfortante en el mundo de los “concienciados” que supuestamente “caminan con los ojos bien abiertos”. En el mundo real del sufrimiento horrendo —e innecesario— es una cruel burla infligida a miles de millones de la humanidad. El mundo es un horror para la inmensa mayoría —opresión y explotación de pueblos enteros, guerras genocidas y violencia en la esfera íntima, la expulsión de millones de personas de sus hogares debido a conflictos y el calentamiento global. Un sistema, el sistema del capitalismo-imperialismo, conforma este mundo y le deja su sello.
Como dice Bob Avakian “Vamos a lo básico. Necesitamos una revolución. Cualquier otra cosa, en última instancia, es una tontería”.
De Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian (BA) 3:1
La interseccionalidad es un marco para priorizar y adjudicar diferentes formas de opresión, lo que solamente pueden dejar el mundo tal como es, en el que las personas luchan entre sí sobre territorios y privilegios. Con su “epistemología posicional”, invalida el análisis necesario y posible de las dinámicas impulsoras subyacentes que son las causas sistémicas de esta opresión horrenda — ¡la que viven en carne propia miles de millones de personas! La interseccionalidad no tiene NADA de “radical”, ni en relación al problema (las raíces de la opresión) ni la solución (lo que hay que hacer en lo fundamental para arrancarla de raíz y superarla). Hacer eso requiere la ciencia, requiere ver más allá de la superficie a los resortes y dinámicas impulsoras subyacentes, ver cómo evolucionaron históricamente, cómo funcionan y cómo continúan cambiando.
¿Uno diagnosticaría y curaría una enfermedad grave como el cáncer o el ébola basándose simplemente en las experiencias vividas “interseccionales” que cada paciente expresara, limitándose a sus síntomas y sufrimiento, en vez de aplicar la ciencia — de investigar causas subyacentes como mutaciones genéticas o gérmenes, los tratamientos correspondientes, y en este contexto, aprender de los pacientes y trabajar con ellos?
La realidad social objetiva sí existe y no es simplemente una compilación adjudicada de narrativas, tampoco se determina por lo que la gente piensa aunque eso es una parte de ella. Las sociedades, como todo fenómeno natural, surgen, cambian y dejan de existir — y se puede aplicar la ciencia a la sociedad, al igual que se puede aplicar a la naturaleza, para comprender las dinámicas subyacentes e impulsoras y los múltiples caminos de desarrollo dentro de esas dinámicas.
Estas son las cuestiones a las que hay que enfrentar y analizar a fondo: ¿cuáles son los verdaderos vínculos dinámicos entre las relaciones de producción capitalistas y las formas profundamente arraigadas de la opresión social inherentes a esta sociedad, como la opresión del pueblo negro, de las mujeres, de la gente LGBTQ, de los inmigrantes? ¿Podríamos eliminar la una sin la otra? ¿Requeriría una revolución que derroque al sistema entero, o bastaría algo menos? ¿Cómo se podría hacer una revolución real en un país como Estados Unidos? ¿Qué tipo de sociedad debe y puede reemplazar a la actual? ¿Es posible lograr, y cómo logramos fundamentalmente, un mundo más allá de toda esta opresión, explotación y división social antagónica, y emancipar a toda la humanidad? ¿Cómo se verá eso, al ser parte de un proceso mundial?
Hay enfoques y respuestas para TODAS estas preguntas, concentrados en los adelantos de Bob Avakian, BA. El descubrimiento científico que hizo Marx sobre cómo se desarrollan las sociedades y la posibilidad de un futuro sin divisiones de clase y sin toda forma de opresión, y los continuos avances de ese entendimiento por medio de toda una primera ola de revoluciones comunistas, eran avances trascendentales para la humanidad. Pero aspectos significativos de la teoría y la práctica iban en contra del carácter y los objetivos fundamentalmente científicos y emancipadores del comunismo. BA ha resuelto eso y ha forjado un marco completamente nuevo para emancipar a toda la humanidad, el nuevo comunismo. Así que, sí, existe un marco radical y científico capaz no solamente de comprender las múltiples opresiones que viven los miles de millones de personas en este planeta, sino de ¡trazar un camino para superarlas!
La “epistemología posicional” o la aplicación de un “análisis interseccional” ni siquiera plantean estas cuestiones críticas — y son obstáculos en este proceso que hace tanta falta. Por supuesto que hay “intersecciones” entre estas formas de opresión, porque ocurren en el contexto de un sistema mundial del capitalismo-imperialismo, pero proceder desde la “posición” o las “narrativas”, incluso las de los más oprimidos, no comprende el sistema subyacente ni cómo todas estas relaciones sociales opresivas se entretejen con la historia de esta sociedad y la naturaleza de este sistema. Incluir a las clases como una “identidad interseccional” no sustituye ni describe la esencia, ni siquiera empieza a comprender, el análisis del capitalismo-imperialismo como un sistema global de relaciones de producción que pone su sello en las relaciones sociales e ideas de la época.
Sin la ciencia y sin un enfoque científico para dar con las causas fundamentales, que es lo que hace falta para arrancar esto de raíz y establecer un sistema y una sociedad radicalmente diferentes, TODA resistencia y lucha son canalizadas de regreso al mismo sistema que es la fuente de esta opresión en primer lugar. Sin eso, hasta las más sinceras y mejores intenciones, discernimientos, análisis y luchas se limitarán o se restringirán por la falta fundamental de ver más allá del modo de producción capitalista, más allá de la permanencia de este sistema. Tienen un papel crítico las narrativas y las experiencias vividas de los oprimidos, silenciadas por demasiado tiempo — pero en este contexto, para hacer la revolución y superar todo eso, para emancipar a toda la humanidad, ¡y no para “conseguir lo mío” ni alcanzar la cima de un mundo “concienciado”!
Es aleccionadora la ausencia total de menciones del privilegio estadounidense en la matriz interseccional de opresión del mundo “concienciado”, ni hablar de los “espacios seguros”, ¡aun cuando Estados Unidos se encuentra en la cima de esta cadena alimenticia parásita del capitalismo-imperialismo! Mientras se enfocan en “mí” y “mi opresión”, ¿y qué de los 7 mil millones de personas — en Irak, Afganistán, Libia, América Central y del Sur, o Bangla Desh; los miles de millones en las maquiladoras, las minas, los campos, que les dan su ropa, su tecnología, su alimento? Y la lista sigue y sigue…
En los espacios “concienciados” de Estados Unidos, el enfoque “posicional” solamente pone guías para adjudicar migajas del saqueo, el botín del imperio, y no un marco para la emancipación de toda la humanidad. Para los que tratan de aplicar la interseccionalidad a través de las fronteras sin tratar de arrancar de raíz la división entre los países imperialistas y el tercer mundo, y el papel de Estados Unidos en la cima de todo eso, esto es, en el mejor de los casos, un castillo en el aire, y en el peor, una apología por el imperialismo, que concentra la esencia: ¡de caminar con los ojos supuestamente bien abiertos, sin cambiar absolutamente nada en lo fundamental!
UN RETO Y UNA INVITACIÓN
No necesitamos que más personas sean manipuladas — que desperdicien su deseo de un cambio real al seguir a traficantes o acosadores escolares que buscan convertir a “identidades” oprimidas en capital político, a veces con una fachada aparentemente radical como el “abolicionismo”, pretextando ilusiones dañinas y reformas huecas, y en otras ocasiones promoviendo candidatos del Partido Demócrata que son criminales de guerra de la clase dominante. No necesitamos que legitimen el “derecho de hablar” y la “dirección” mediante identidades y narrativas, sino que nos juzguen según el contenido de lo que decimos y hacia lo que estamos dirigiendo.
LO QUE SE NECESITA CON URGENCIA: cambiar radical y fundamentalmente el mundo y todas sus relaciones sociales opresivas. Eso requiere diálogo y debate con seriedad sobre la reforma contra la revolución: cuál es la fuente de estos horrores y cuál es la solución, ¡qué es lo que emancipará a toda la humanidad y cuáles serán meros retoques dentro del mismo sistema!
Toda persona de conciencia debe entrarle a este Llamamiento:
“Crees que caminas con los ojos bien abiertos… Pero caminas dormido en una pesadilla — ¡No es posible reformar este sistema, Hay que derrocarlo!”
La Gira “Organícese para una Revolución REAL”
LA POLÍTICA DE IDENTIDAD Y EL PRIVILEGIO
¿Usted alguna vez ha notado que el único privilegio del cual no hablan esos traficantes de la “política de la identidad” es el privilegio estadounidense? — el privilegio que resulta de vivir en Estados Unidos, un país que saquea al mundo y cuya riqueza y poder descansan en la brutal explotación y opresión por todo el mundo, respaldado por la violencia masiva de las fuerzas armadas estadounidenses. Estos traficantes quieren todo lo que puedan sacar de ese privilegio. En oposición a eso, lo que las masas de la humanidad necesitan es deshacerse de todo este sistema chupasangre y dejarlo atrás, poniendo fin a toda explotación y opresión.
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