Mientras decenas de miles de personas se mueren en Venezuela por la guerra económica yanqui…

Sanders y Ocasio-Cortez: “No veo, no oigo, no digo ningún mal”

| revcom.us

 

Estados Unidos está librando una guerra económica contra Venezuela. Es tan mortal como las guerras con armas que financia por todo el Medio Oriente, Asia Central y África, pero la sangre no se ve y los gritos no se escuchan.

La semana pasada, el Center for Economic and Policy Research (Centro para la Investigación Económica y Política) declaró que las “sanciones económicas” de Estados Unidos —es decir, la guerra económica— contra Venezuela han reducido a tal grado la disponibilidad de alimentos y medicinas que hasta 40.000 personas han muerto en los últimos dos años quienes no habrían muerto si no hubiera sanciones. Estados Unidos hizo esto por medio de 1) detener casi totalmente las importaciones de petróleo de Venezuela y presionar a otros países para que hicieran lo mismo, 2) impedir que Venezuela vendiera cualquiera de sus activos y 3) impedir que tomara préstamos. Al reconocer a su títere Juan Guaidó como el legítimo jefe de Venezuela (a pesar de que nunca fue elegido ni siquiera se postuló para la presidencia), Estados Unidos convirtió a Guaidó en el propietario legal de todos los fondos y bienes del gobierno venezolano1.

A esta guerra la ha acompañado la constante amenaza de una guerra real, una invasión yanqui si el gobierno del presidente Nicolás Maduro actúa en contra de Guaidó y / o viola otra supuesta “línea roja” establecida por Estados Unidos2.

Uno supone, o debería suponer, que la dirigencia del Partido Demócrata tiene la misma posición. Después de todo, fue Obama el que comenzó las “sanciones” en 2015, las que Trump intensificó en 2017. Según la Associated Press, Trump preguntó a sus asistentes en repetidas ocasiones por qué Estados Unidos no puede simplemente invadir a Venezuela. Las sanciones llegaron a ser la forma “sanitaria” de hacerlo. Cuarenta mil muertes después, la soga se aprieta cada día.

¿Y qué de los demócratas? Con la excepción de Elizabeth Warren, ningún político demócrata tradicional se ha opuesto a la guerra económica del régimen de Trump, e incluso Warren pide “elecciones libres”, lo que quiere decir invalidar las elecciones anteriores y realizar otras nuevas en un momento en que Estados Unidos tiene de rehén la economía del país. Puede que los demócratas a veces hablen en un tono más suave —un enfoque más eficaz para cumplir con su deber de acorralar y domesticar a la gente antiguerra— pero como se ve en este cuadro, año tras año los demócratas son igual de brutales cuando se trata de defender los intereses imperiales de Estados Unidos.

Pero ¿y qué de los “socialistas” como Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez? Seguramente, siendo amantes de la justicia social y la igualdad económica, ellos van a condenar esta guerra económica unilateral.

Pues, no. Bernie Sanders intenta mantener la boca cerrada sobre esto, y hasta ahora se le ha permitido hacerlo. Sanders no quiere enajenar a las personas de mentalidad más radical que él está a cargo de acorralar. Pero cuando lo presionan, como pasó recientemente en la BBC, él dice que si bien Estados Unidos no debería intervenir militarmente, sí debería “utilizar su autoridad” para garantizar “elecciones libres y justas”, la mismísima posición de Estados Unidos y su títere Guaidó, quienes afirman que la elección de Maduro fue ilegítima. Y por cierto, Bernie, ¿¡¿qué ES la “autoridad” de Estados Unidos, si no su asesina guerra económica y la amenaza de su ejército3?!?

¿Y qué de Alexandria Ocasio-Cortez? ”La violencia es horrible”, dijo Ocasio-Cortez al National Review. Carajo, qué postura tan valiente. ¿Pero de cuál violencia, Alexandria, estás hablando? Porque mientras la prensa estadounidense destaca la supresión llevada a cabo por las fuerzas de Maduro, pasa por alto la violencia mucho mayor de la guerra económica estadounidense. Cuando se le pidió a ella que lo explicara más claro, ella dijo que “deferiré a la dirigencia del comité ejecutivo [de los demócratas] sobre cómo manejamos esto”, esa “dirigencia” siendo Nancy Pelosi quién, ¡qué sorpresa!, apoya la expulsión de Maduro y la instalación del títere yanqui, Guaidó.

Los demócratas son un partido imperialista que a veces finge que no lo es para poder acorralar a las personas que, hasta cierto punto, se oponen a lo que Estados Unidos hace en todo el mundo. Los “socialistas” como Sanders y Ocasio-Cortez son responsables de atraer a los desilusionados y los enojados que buscan una alternativa radical. Hablan como “militantes” sobre algunos temas, pero cuando llega el momento de la verdad, comparten la mentalidad esencial de “Estados Unidos ante todo” de los republicanos y la dirigencia demócrata: solo quieren una parte más equitativa del botín. Su programa esencial comparte el criterio del narrador en la canción de Bob Dylan “Narrow Way”:

“Asaltamos y saqueamos en costas lejanas
¿Por qué mi parte no es igual a la tuya?”

Cuando se trata de lo que Estados Unidos le hace a las personas en todo el mundo... la sangre que chupa en Asia, África y América Latina... Sanders y Ocasio-Cortez, al igual que sus compañeros demócratas, no tienen respuesta. Ellos, también, reflejan la verdad esencial de que:

El Partido Republicano es fascista

El Partido Demócrata también es una máquina de masivos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad

¡NO es POSIBLE reformar este sistema — HAY que derrocarlo!

Necesitamos una revolución real

 


1. El gobierno de Maduro, aunque se llama socialista, nunca rompió con el sistema imperialista, por lo que es especialmente vulnerable al tipo de chantaje que ahora practican los imperialistas estadounidenses. Para más información sobre el camino falso de Maduro, y de Hugo Chávez que lo precedió, vea “Hugo Chávez tiene una estrategia petrolera… ¿pero conducirá a la emancipación?” de Raymond Lotta, revcom.us, 1 de julio de 2007.  [volver]

2. Ver “Puntos de orientación sobre la situación de Venezuela”, revcom.us, 3 de mayo de 2019; y “Estados Unidos se hace pasar por ‘humanitario’ utilizando el fusil del hambre en Venezuela”, revcom.us, 13 de febrero de 2019.  [volver]

3. Sanders, por cierto, también votó por las sanciones de Estados Unidos contra Irak en la década de 1990, sanciones que, según la ONU, le quitó la vida a 5.000 niños por mes.  [volver]

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“Crees que caminas con los ojos bien abiertos…... 
Pero caminas dormido en una pesadilla —

¡No es posible reformar este sistema, Hay que derrocarlo!”

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