Mujer negra acusada de homicidio imprudencial… por ser baleada estando encinta
Sunsara Taylor
| revcom.us
El 26 de junio, Marshae Jones, 27, fue arrestada, llevada a la cárcel local y encerrada en una celda. Su fianza era de 50.000 dólares. Su foto policial fue transmitida por las pantallas de televisión y computadora por todo Estados Unidos, “Homicidio imprudencial” fue el cargo.
¿Apuñaló a alguien hasta que se muriera? ¿Empujó a un niño de un puente? ¿O atropelló fatalmente a alguien con su carro?
No. No. Y no.
Marshae Jones fue baleada en el estómago. La bala que le pego resultó en un aborto espontáneo. Por esto, ella podría pasar hasta 20 años en prisión. En otras palabras, el estado de Alabama la está acusando del “crimen” de no poder proteger la vida del feto que estuvo adentro de ella cuando ella era víctima de violencia.
Lea eso otra vez.
Marshae Jones fue víctima de un disparo. Una bala atravesó y desgarró su cuerpo. Ella sufrió enorme dolor, trauma y la trágica pérdida de su embarazo.
Pero, en vez de ser tratada como la víctima…. en vez de que le ofrecieran simpatía, compasión y apoyo para soportar su pérdida… ella fue separada del hijo chiquito que ya tiene, la encerraron en una celda de hormigón, la tacharon de homicida y además le cayó encima todo el poder del estado que amenaza con enterrarla en prisión.
El policía teniente Danny Reid ha dicho que “la única víctima verdadera fue su bebé que no ha nacido”.
Ahí está. Con puro descaro. Un intolerante con una placa ve a una mujer negra que está brutalizada y traumatizada pero no la ve como víctima. Solo ve a una criminal. Qué encarnación perfecta, aunque bárbara, de un sistema que no se preocupa nada por la vida de las mujeres negras y nunca lo ha hecho. Un sistema que ahora mismo está maniobrando agresivamente — inclusive con este caso— para llevar a nuevas alturas atroces la supremacía blanca y la violenta dominación masculina sobre las que se fundó Estados Unidos.
Que quede claro: Para una mujer que quiere un hijo, un embarazo en desarrollo es una promesa tremenda. Pero el feto NO es un bebé. Un feto es una parte subordinada del cuerpo de una mujer; todavía no tiene ninguna existencia biológica o social independiente — ¡definitivamente no es una “persona!” Como tal, el cargo de “homicidio imprudencial” no procede para nada en este caso (se tipifica el homicidio imprudencial cuando alguien causa la muerte de otra persona de manera imprudente). Además, Marshae Jones ni siquiera causó la muerte de su feto; ella era la víctima de la violencia. Así que, no solo está mal acusar a alguien de homicidio imprudencial por la muerte de un feto, sino que también está mal acusar a Jones, quien en sí era víctima de la violencia.
Contrariamente a las afirmaciones de este cerdo policía Reid —y de la fiscalía y los medios de comunicación que cubren este caso— no hubo ningún “bebe que no ha nacido” en esta situación. La única víctima aquí es Marshae Jones.
La persona que sufrió a causa del disparo fue Marshae Jones. La persona que sufrió a causa de la pérdida de su feto fue Marshae Jones. La persona que perdió su trabajo y su casa porque fue baleada y luego arrestada fue Marshae Jones. La persona cuyo nombre y reputación han sido enlodados es Marshae Jones. La persona que ahora está bajo amenaza de perder la libertad es Marshae Jones.
No obstante, bajo la ley de Alabama —y cada vez más en todo Estados Unidos— los fetos están imbuidos de todos los derechos jurídicos de una persona. Y cuando se le otorga personería jurídica a un feto, siempre significa —tal como se muestra de manera escandalosa en este caso— que se borra completamente la persona de la mujer. Entre 2004 y 2015, hubo al menos 380 casos en donde las mujeres embarazadas fueron sometidas a arrestos u otros actos represivos por intentar suicidarse, caerse por una escalera, consumir alcohol o drogas, retrasarse la cesárea, etc.
Pero este último caso contra Marshae Jones lleva todo esto a alturas completamente nuevas. Esta es la primera vez que se ha utilizado el argumento de que el feto tiene personería jurídica como base para intentar encarcelar una mujer embarazada simplemente por ser víctima de la violencia. Como señaló Lynn Paltrow de las Defensoras Nacionales para Mujeres Embarazadas, Alabama “afirma que es un delito que una mujer no sea capaz de proteger su propia vida y salud.” Y esto sucede al mismo tiempo que una ola de extremas prohibiciones del aborto está recorriendo Estados Unidos, con la esperanza de que la nueva mayoría fascista de Trump en la Corte Suprema anule Roe contra Wade1.
Todo esto es parte de una guerra total contra las mujeres con el objetivo de reducir a la fuerza a las mujeres a ser meras incubadoras para ser vigiladas, avergonzadas y castigadas por un estado cada vez más fascista cristiano. Esta esclavización abierta de las mujeres constituye una dimensión central del programa fascista que ahora está imponiendo a porrazos el régimen de Trump y Pence — con su vil triada de la supremacía blanca, la supremacía masculina y el chovinismo pro estadounidense cruel.
La persecución a mujeres como Marshae Jones y todo el ataque fascista de la que es parte exige el calibre de resistencia masiva que no se ha visto en décadas. También exige —y esta resistencia se fortalecerá por— una exploración seria del trabajo que ha hecho Bob Avakian, el líder de la revolución, para adentrarse en las raíces de esta opresión y su solución2, y para que la gente le haga frente y actúe sobre la verdad de esta cita de él:
La cuestión general de la posición y el papel de la mujer en la sociedad se presenta cada día más agudamente en las extremas circunstancias de hoy... No se puede concebir la resolución de todo esto salvo de la manera más radical… La cuestión que pende es: ¿será una resolución radical reaccionaria o una resolución radical revolucionaria, implicará reforzar las cadenas de la esclavitud o destruir los eslabones más decisivos de esas cadenas y abrir la posibilidad de realizar la eliminación completa de todas las formas de dicha esclavitud?
Bob Avakian, de Contradicciones todavía por resolver, fuerzas que impulsan la revolución
1. Roe contra Wade es el fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos que despenalizó el aborto en 1973. [volver]
2. Lea ¡A romper TODAS las cadenas! Bob Avakian sobre la emancipación de la mujer y la revolución comunista. [volver]