El discurso de Trump ante los jefes de cerdos policías…
Un plano para la represión fascista total contra las comunidades oprimidas
| revcom.us
Si usted quiere saber cómo se vería el fascismo total, especialmente en los barrios marginados —si quiere una idea de lo mucho peor, lo cualitativamente peor que podría ser—, pues debe saber lo que Trump dijo en su discurso el 28 de octubre a la Asociación International de Jefes de Policía en Chicago. He aquí algunos de los “momentos destacados”:
* Trump contó detenidamente su historia del policía de moto que le dijo a Trump que podría solucionar en un día las muertes por armas de fuego entre las masas. Según Trump, este policía le dijo, “sabemos los nombres de todos los malhechores”. Piensen en lo que esto implica. Significaría una masiva redada de personas simplemente porque la policía las califica de “malas”. Y dado que se entrenan a los policías para creer que toda persona negra o latina es “mala”, significaría con casi toda certeza una brutal represión generalizada en cada comunidad de población mayormente negra o latina en Chicago.
Bueno, ya de por sí está extremadamente fuerte la represión en estas comunidades, pero si usted cree que ésta será simplemente más de lo mismo, se equivoca. Para hacer una analogía, India durante décadas ha reprimido salvajemente a la gente en la región de Cachemira, matando, torturando y encarcelando bajo falsos cargos. Pero tras la reelección del Primer Ministro fascista de India, Modi, éste intensificó todo eso a otro nivel. De la noche a la mañana, sin avisar, Modi interrumpió toda comunicación celular y de Internet, cerró todas las escuelas, y ha mantenido esas condiciones durante meses, ocupando la zona con un enorme despliegue de tropas. Así es cómo los fascistas como Modi —y su amigo Trump— lo hacen al “solucionar el problema en un día”. Y no se engañe usted diciendo, “eso no podría pasar en Estados Unidos”1.
* Trump anunció un nuevo programa llamado “The Surge” [El aumento repentino (de fuerzas)], que el fiscal general William Barr encabezará. Le pusieron el nombre al programa para evocar las ofensivas militares estadounidenses en Irak en 2007 y Afganistán en 2012, cada cual asimismo llamada “The Surge”. Al titularlo “The Surge”, Trump está poniendo en claro que esto sería análogo a lo que hacen las tropas yanquis cuando llegan para ocupar una región hostil en naciones que han invadido, lo que siempre conlleva matar, herir y maltratar a muchos civiles como “daños colaterales”. Y algo muy importante: Está equiparando las masas de gente negra y latina en estos barrios con “el enemigo” en tiempos de guerra.
En este sentido, Trump anunció que entregará equipo militar del valor de $600 millones a departamentos policiales. Cabe repetir, equipo militar. ¿Contra quiénes lo usarán? ¿En cuáles lugares?
* Trump anunció una nueva comisión para hacer recomendaciones sobre cómo la policía trata a personas desamparadas y personas con enfermedades mentales. Estas dos poblaciones ya viven en un riesgo extremo de que la policía las maltrate o las mate; si usted no lo cree, visite YouTube y verá un video tras otro de incidentes en que un profesional o incluso un ser humano normal pudiera haber calmado o ayudado a la persona en medio de un crisis emocional, pero en que la policía, en lugar de eso, la mató. Pero si usted cree que Donald Trump va a crear un programa que entrene a la policía a apoyar más a estas poblaciones —proveerles servicios sociales que les hacen falta y usar técnicas de reducción de intensidad cuando están estresadas en vez de golpear y hasta matarlas—, usted no he estado prestando atención.
* Trump reiteró su determinación de militarizar aún más la frontera, calumnió a los inmigrantes en general, y alardeó de la represión intensificada desencadenada por su administración. Atacó a los “activistas de la extrema izquierda que quieren borrar la frontera de Estados Unidos y anular nuestras leyes federales”. Y de ahí pidió a los jefes porcinos a reprimir a esos “activistas”, diciendo, “No podemos permitir que eso ocurra”.
* Fanfarroneó de haber llenado la judicatura con jueces en sintonía con su punto de vista. Y, de hecho, Trump sí ha llenado la judicatura con jueces más rápido que ni Bush ni Obama, escogiéndolos por sus opiniones reaccionarias y su juventud (lo que hace más probable que sirvan durante mucho tiempo).
Una intensificación de una situación ya horrenda
Para dejarlo bien claro, en las ciudades estadounidenses la policía ya merodea impunemente. Por ejemplo, en la Ciudad de Nueva York los puercos han matado a seis personas en cinco semanas. La encarcelación en masa ya continúa acechando a las personas negras, latinas e indígenas en particular. La policía ya es, en breve, un brazo de la dictadura sobre las masas y sobre los pueblos oprimidos en particular, así como sobre los que le oponen resistencia al sistema. En Chicago, bajo el jefe de policía Eddie Johnson, la brutalización y asesinato policial sigue en marcha. Vea:
- “Another Outrage in Chicago: Police Kill 15—Year—Old and Claim It Was Suicide“ (Otro ultraje en Chicago: Policías matan a un adolescente de 15 años y dicen que se suicidó)
- “En el barrio sur de Chicago: Los puercos policías balacean a otro hombre negro; la gente indignada se toma las calles“
- “‘La Veeduría Civil de Rendición de Cuentas de la Policía’ dice que dos cerdos policías se portaron ‘de manera razonable’ al matar a Joshua Beal“
- “Jueza porcina suelta a cerdos policías de Chicago por mentir y encubrir el asesinato policial de Laquan McDonald”
Esa misma fuerza policial sigue reprimiendo al Club Revolución. Vea:
- “Múltiples arrestos en una sola semana: Las autoridades de Chicago emprenden una fuerte escalada de represión contra el Club Revolución“
- “Se aproxima el juicio contra Noche Díaz y seis otros revolucionarios arrestados ilegítimamente en el Desfile del Pueblo Puertorriqueño”
La policía no permite que los jóvenes negros se reúnan en la zona central de Chicago (a veces los arrestan, a veces los encierran con llave en trenes que van hasta los barrios marginados, y siempre los hostigan) y el municipio en sí ha iniciado nuevas iniciativas para intensificar todo eso. De hecho, en el momento en que se escribía este artículo, la policía estaba tratando de silenciar la manifestación de Rechazar el Fascismo que tuvo lugar el 2 de noviembre en la “zona de libertad de expresión” en el centro de Chicago.
Pero todo esto no es suficiente para Trump, ni de lejos. Una parte importante del discurso de Trump fue un ataque contra el jefe de policía de Chicago, Eddie Johnson, por no “hacer lo suficiente” para suprimir a las masas. Johnson había dicho que no iba a asistir al discurso de Trump debido a los ataques racistas de Trump contra los negros. En lugar de impugnar la acusación de Johnson, Trump dijo que Johnson debería “cambiar sus valores”. El pleito que tiene Trump con Eddie Johnson no se trata de un desacuerdo sobre lanzar una fuerte escalada sino sobre a) si la sociedad debe organizarse abiertamente sobre una base de supremacía blanca o si debe haber un ethos “multicultural” que dé cierto reconocimiento a las nacionalidades oprimidas (y a otros grupos “minoritarios”) y que incluso “diversifique” las instituciones y estructuras de la clase dominante, al mismo tiempo que preserve el contenido esencial de las relaciones de supremacía blanca y de supremacía masculina que son indispensables para el funcionamiento del sistema; y b) si se debe llevar esto a un salto al pleno fascismo, donde las masas populares no tienen absolutamente ningún derecho de nada y donde los negros, latinos, nativos americanos y otras nacionalidades oprimidas son el blanco de un genocidio “rápido”. Si Trump logra consolidar su control y hacer avanzar su agenda —y cabe recordar lo que pasó con Modi en la India—, esto será inconmensurable y cualitativamente peor, para la vida de millones de personas ahora y incluso para las perspectivas de una revolución. Su discurso a los jefes de policía y su continuada incitación ante los puercos policías en general no es sólo para alentarlos en la brutalidad que ya llevan a cabo, sino para movilizarlos en apoyo del salto al fascismo que él está tratando de dar.
Pongámoslo en claro: es muy positivo que varios miles de personas hayan salido a la calle para oponerse a la presencia de Trump. Pero las personas también deben poner atención a lo que le salió de la boca. Él está diciéndonos hasta dónde va a llevar las cosas. Para impedir eso, se requiere de algo más allá de salir a protestar una vez y ya, sino salir repetidamente, semana tras semana para empezar, pasando de ser miles a ser millones de personas, en manifestaciones masivas, sostenidas y no violentas, con el objetivo de sacar del poder a todo el régimen, como se ha hecho y se está haciendo ahorita mismo en otros países por todo el mundo.
1. Cachemira es un estado con una mayoría musulmana que se sumó a India, que tiene una mayoría hindú, en el contexto de un acuerdo mutuo de cierto grado de autonomía regional. En los años recientes, a medida que el fascismo hindú ha ascendido en la India, también han aumentado en Cachemira rebeliones e insurgencias de baja intensidad por la independencia (algunas influenciadas por el fundamentalismo islámico y respaldadas por Paquistán). En el contexto de conflictos de baja intensidad entre insurgentes y una fuerza de ocupación del ejército indio que históricamente ha violado los derechos humanos a una escala enorme, Modi, un gobernante fascista hindú de hueso colorado, actuó “decisivamente” después de su reelección, pretextando la represión como medidas contra el “terrorismo”: revocó por completo la autonomía de Cachemira, por limitada que hubiera sido, y sometió el estado entero a una represión total, denegándole completamente los derechos democráticos y libertades civiles básicos al pueblo cachemiro, arrestando líderes políticos convencionales, cortando completamente comunicaciones, cerrando todas las escuelas, etc. [volver]
Vea también:
Miles de manifestantes protestan contra Trump mientras él ataca a los “activistas de la extrema izquierda” y vuelve a amenazar con represión a la comunidad negra y latina (artículo en inglés)