Reposteado de Rechazar el Fascismo (RefuseFascism.org):
Las naciones sioux toman justa posición en contra de la gobernadora fascista cristiana anti-ciencia de Dakota del Sur
Coco Das
| revcom.us
Se está produciendo un enfrentamiento importante en Dakota del Sur, donde la gobernadora Kristi Noem, la “Sarah Palin de las Llanuras”, ha exigido que las reservas de las tribus oglala sioux y cheyenne river sioux retiren los retenes de control en las carreteras estatales EN las tierras tribales o enfrentarse a una demanda en los tribunales. El propósito de los retenes de control es de proteger a los 30.000 habitantes de estas dos reservas contra la pandemia de la Covid-19, la que ha devastado a otras comunidades indígenas. Las tribus prohíben temporalmente que los no habitantes cacen o pesquen en sus tierras, levantan cuestionarios de salud a las personas que van y vienen e imponen algunas restricciones de viaje para actividades no esenciales. No han detenido ninguna “función estatal o comercial”.
Si hubiera un brote de la Covid-19 en estas reservas, tendrían pocas camas de hospital, personal o equipo para tratarla. Su mejor oportunidad de impedir una catástrofe de este tipo es limitar el contacto con personas potencialmente infectadas y la exposición a ellas y poner en cuarentena rápidamente a las personas que podrían traer la enfermedad desde fuera de sus fronteras. Permitir que el virus se propague en estas reservas constituiría una pena de muerte genocida.
En su carta a los líderes sioux, Noem se queja de que las dos reservas no siguieron los parámetros legales establecidos por la Oficina de Asuntos Indígenas del Departamento del Interior de Estados Unidos, que declaró en un memorando que las tribus podrían cerrar temporalmente las carreteras después de llegar a un acuerdo con el gobierno estatal sobre “los parámetros del cierre o restricciones temporal de la carretera”. En un comunicado que exuda condescendencia e hipocresía, Noem dice: “Somos más fuertes cuando trabajamos juntos, lo que abarca nuestra batalla contra la Covid-19”.
Noem es una representante importante del movimiento fascista cristiano. Cuando era una representante de la Cámara de Representantes federal alineada con el Partido del Té, Noem dijo que creía que Dios le había ordenado hacer proselitismo mientras trabajaba sobre las políticas. Como gobernadora, llamó a sostener un día de oración en “solemne duelo y súplicas al cielo”, en protesta contra “el indecible crimen del aborto”, y en 2019 promulgó cinco nuevas restricciones al aborto. Ella ha acuñado la frase “fomenta-disturbios ” para intentar criminalizar las protestas contra el oleoducto Keystone en tierras indígenas. En su rechazo a dar órdenes de refugiarse en casa, dijo que les incumbía a los individuos decidir si “ejercer su derecho al trabajo, a rendir culto y a jugar”. En consecuencia, se permitió que la enfermedad se propagara a miles de personas e infectara a cientos de trabajadores en la planta empacadora de Smithfield Foods. Noem repitió como loro la promoción de la droga hidroxicloroquina por Trump como tratamiento sin evidencia científica.
Ambas tribus han desafiado justamente al gobernador Noem. El presidente de la tribu cheyenne river, Harold Frazier, escribió en un comunicado de prensa: “...su interferencia continua en nuestros esfuerzos por hacer lo que la ciencia y los hechos dictan socava seriamente nuestra capacidad de proteger a todas las personas en la reserva”. El presidente de la tribu oglala sioux, Julian Bear Runner , también se ha negado a retirar los retenes de control y dijo: “La tribu oglala está lista para resistir las intrusiones extranjeras en nuestra vida cotidiana. Tenemos un derecho previo y superior para hacer nuestras propias leyes y ser gobernados por ellas”.
No es posible separar las amenazas de Kristi Noem contra las fronteras soberanas de las naciones sioux, de la fea historia de enfermedades y genocidio y del “Destino manifiesto” estadounidense que es una de las raíces de este fascismo estadounidense del siglo 21. Los colonizadores europeos trajeron enfermedades tales como la viruela, el sarampión, la gripe y la peste bubónica, las que diezmaron a las poblaciones indígenas. Mientras Trump y su régimen siguen parloteando sobre construir el muro en la frontera con México y sobre respetar “nuestras” fronteras, la lucha de las naciones sioux de Dakota del Sur para instituir sus propios protocolos sanitarios nos recuerda que Estados Unidos se fundó en el genocidio y la violación de las fronteras en el continente norteamericano y más allá.
Según se informa, Noem ha pedido que el gobierno federal intervenga. Hasta ahora, el régimen de Trump y Pence no ha tomado una posición sobre este enfrentamiento, pero debemos permanecer atentos a la marcha de los acontecimientos y escribir declaraciones de apoyo a las tribus sioux oglala y cheyenne river, ya que adoptan una postura racional y científica para proteger a sus comunidades contra el fascismo no científico, teocrático y supremacista blanco de Kristi Noem.