¿Es inevitable que la revolución "se eche a perder"?
¿Por qué se necesita una dictadura?Bob Avakian
Obrero Revolucionario #1083, 17 de diciembre, 2000, en rwor.org
Evitar la restauración capitalista y continuar avanzando hacia la meta del comunismo--es decir, ejercer la dictadura del proletariado e impulsar la revolución bajo la dictadura del proletariado--plantea un reto formidable. De plano, mucha gente opina que es imposible, que "es inevitable que la revolución se eche a perder", que se transforme en su contrario, que los líderes se vuelvan opresores, etc. Desde luego, es muy común que los anarquistas tengan esas ideas, pero además son muy comunes en la cultura popular, y la clase dominante y los loros de la prensa las repiten sin cesar. Esto no es cosa de los últimos años (desde el derrumbe de la Unión Soviética y su bloque); lo vienen propagando desde hace mucho tiempo.
En los años 60 y principios de los 70, se oía hasta en las canciones. Por ejemplo, los Beatles tenían una canción sobre la "revolución" que decía: "No cuenten conmigo". Y otro grupo popular de rock, "The Who", tenía una canción más cínica sobre el mismo tema: "Te presento al nuevo patrón, igual que el viejo patrón... no nos dejemos engatusar otra vez...". Desde luego, es natural que la gente que no quiere la revolución afirme que no servirá para nada.
Pero es más que el punto de vista subjetivo de un puñado: es una idea que se difunde muy ampliamente y muchísima gente la acepta, sobre todo en este momento. De hecho, un análisis superficial de la experiencia histórica, sin aplicar la ciencia del MLM, parece comprobarla; es decir, parece cierto que la revolución siempre se ha echado a perder, que la situación no es (y nunca fue) mejor en los países socialistas (o "países comunistas" o como los quieran llamar), que la revolución ha resultado igual o peor de lo que tumbó. Es imprescindible encarar esto: las ideas subjetivas y no científicas de lo que ha ocurrido, y fundamentalmente el hecho objetivo de que en los países que fueron socialistas se ha restaurado el capitalismo. No podemos ni debemos rehuir esa cuestión ni evadirla porque es difícil o porque nos hace vulnerable a ataques. Se trata de un problema formidable--la realidad y el peligro de la restauración capitalista en los países socialistas--y la revolución proletaria debe encararlo repetidamente a lo largo del proceso tortuoso de avanzar hacia el comunismo mundial.
Pero antes de examinar ese tema más a fondo, planteemos otra cuestión muy importante y fundamental:
UNA VEZ TUMBADO EL CAPITALISMO, ¿POR QUE SE NECESITA UNA DICTADURA?
Para elucidar ese punto, quisiera traer a colación un discurso de William Hinton, el autor del libro Fanshen (sobre la revolución china), que acercó a mucha gente a Mao y al comunismo. Debo mencionar que nuestro partido tiene importantes discrepancias con Hinton sobre puntos cruciales, especialmente sobre el análisis del golpe revisionista en China después de la muerte de Mao y el papel de diferentes fuerzas en esa lucha. Sin embargo, Hinton ha hecho muchos aportes y lo que dice en ese discurso es muy instructivo. Plantea la siguiente pregunta: después de la guerra de Secesión en Estados Unidos, ¿qué se necesitaba para evitar el resurgimiento del sistema opresor de las plantaciones? (De hecho, ese sistema resurgió en las plantaciones--no precisamente como esclavitud sino como explotación feudal, o sea, aparcería y otras formas de explotación--junto con la horripilante opresión y tiranía ligadas a ellas: los linchamientos y el terror del KKK contra los negros.) ¿Qué se necesitaba para evitar eso?
Después de la guerra de Secesión hubo un período breve de Reconstrucción durante el cual se cumplieron algunas promesas a los negros (y a los blancos pobres) sobre tierra y derechos, de una forma parcial y limitada. Pero a los 10 años, la burguesía traicionó todo eso e impuso un horrendo sistema de opresión y terror, sobre todo a los negros. ¿Por qué hizo eso?
Siempre se habla de la tragedia de la guerra de Secesión, de una guerra de "hermano contra hermano". ¡No jodan! ¡Ese cabrón no era mi hermano! ¡Los que lucharon en el ejército confederado del Sur a fin de preservar y extender la esclavitud no eran nuestros hermanos! La guerra de Secesión estalló por el problema de la esclavitud, o sea, si se debía abolir o no, y aunque el Norte, con Lincoln a la cabeza, no lo puso de inmediato en el centro del conflicto, objetivamente ese era el problema que había que resolver. Finalmente, desde luego, el Norte no podía triunfar sin liberar a los esclavos del Sur.
¿Y los esclavos? ¿Eran los "hermanos" de los esclavistas? ¿Y los 200.000 negros que lucharon heroicamente en el ejército del Norte cuando les permitieron alistarse? Hicieron grandes sacrificios y muchos dieron la vida por derrotar a los estados del Sur, y el sistema de esclavitud que encarnaban y defendían. ¿A poco esa guerra fue una tragedia para los negros o para toda la gente que odiaba la esclavitud? ¡Para nada! Ese es el punto de vista de clase de la burguesía: en su opinión esa guerra fue una gran tragedia.
¿Por qué la burguesía traicionó la Reconstrucción? Porque para la burguesía era mucho más importante consolidar las estructuras de poder de la sociedad. Había conseguido lo que quería: imponer el predominio del sistema capitalista sobre el sistema esclavista, el predominio de la burguesía en todo el país, y despejar el camino para la expansión del sistema capitalista a otras partes del continente. Era más importante restablecer, unificar y fortalecer las estructuras de gobierno para seguir el proceso de la expansión capitalista en el Oeste; eso era lo más importante. No le interesaba liberar a los negros. Los aprovechó para derrotar al sistema esclavista en la guerra de Secesión, pero no le interesaba ni le convenía cumplir el proyecto de la Reconstrucción. Por ese motivo ocurrió ese gran revés.
Hinton plantea una pregunta muy importante: ¿qué se necesitaba para cumplir esa clase de proyecto, para reestructurar radicalmente los estados del Sur, y dar tierra y derechos a los negros (y demás gente pobre y sin tierra)? Se necesitaba una dictadura muy estricta que no permitiera que los esclavistas y las nuevas fuerzas que querían someter a los negros a la opresión de la plantación--ahora con lazos feudales en lugar de la esclavitud--tuvieran igualdad de derechos con los negros y otros oprimidos. Para acabar con la esclavitud y después cumplir el proyecto de la reforma agraria, de dar derechos a los negros y todo eso, se necesitaba una dictadura que infundiera pavor a los esclavistas y sus aliados; se necesitaba que supieran muy bien que si trataban de restaurar esa porquería, los aplastarían. Sin eso no es posible cumplir un proyecto tal como la Reconstrucción ni cumplir las promesas de dar tierra y derechos a los negros.
Así que es necesario escoger una cosa u otra. Si no es importante liberar a las masas, en este caso a los negros, de esa clase de opresión y terror, no se necesita una dictadura. Eso no era importante para la burguesía; de hecho, era importante NO hacerlo.
Pero si el proletariado hubiera dirigido la guerra de Secesión, si nuestra clase hubiera dirigido el frente único contra los esclavistas y si hubiéramos triunfado, habríamos instituido una dictadura implacable a los esclavistas derrotados. Les habríamos dicho: "Se les acabó la fiesta. Ya no tienen derechos porque si les damos derechos, los esclavos no tendrán el derecho de la libertad. No permitiremos que se organicen para socavar el nuevo sistema, pues vamos a extirpar esta forma de opresión y con el tiempo barrer toda la explotación".
Eso es lo que hubiera hecho el proletariado, pero la burguesía no lo hizo porque le convenía mucho más, para decirlo francamente, someter a los negros a opresión y terror y toda clase de barbaridades durante generaciones. Le convenía mucho más en un sentido político, mucho más que tener trastornos que dificultaran el proceso de reunificar la estructura de poder, para impulsar la acumulación capitalista y la expansión del sistema al Oeste, y posteriormente para lanzarse como potencia imperialista mundial. Y en el aspecto económico, era mucho más rentable exprimir ganancias, directa e indirectamente, de la explotación feudal de los negros como aparceros en las plantaciones. Era mucho mejor para la burguesía.
POR ESO hablan de la "tragedia" de la guerra de Secesión de "hermano contra hermano", pues para ellos fue mucho mejor que los negros sufrieran toda esa opresión y terror. A esos explotadores burgueses les convenía. Pero si nosotros estuviéramos al mando, si el proletariado y su vanguardia hubiera dirigido esa lucha, habríamos hecho todo lo contrario. Habríamos infundido pavor a los esclavistas y gente de su laya. No permitiríamos que se sintieran libres de maniobrar, pues en tal caso someterían nuevamente a las masas, y en particular a millones de negros, a nuevas formas de esclavitud, los explotarían despiadadamente y los harían sufrir todos los horrores que les ha tocado sufrir.
REALIDAD Y REVOLUCION
Esta es la realidad, la realidad de ese tiempo (al final de la guerra de Secesión), y la realidad de la lucha de clases y la dictadura de clase en un sentido general: hay que reconocer que mientras la sociedad esté dividida en clases, habrá que escoger una clase de dictadura u otra, el predominio de una clase u otra, y el estado defenderá los intereses de una clase u otra. Como demuestra la experiencia de la Reconstrucción después de la guerra de Secesión, o uno se coloca al lado de los esclavos o de los esclavistas, de los explotados o los explotadores, los oprimidos o los opresores.
Es imprescindible que el proletariado y su revolución impongan la dictadura a los explotadores derrotados y otros que buscan restaurar el viejo orden, pues la revolución proletaria es un cambio radical, o como dijeron Marx y Engels en el Manifiesto comunista, una ruptura radical con todas las sociedades anteriores. Nos lanzamos contra todo esto: la fuerza de la costumbre, las ideas consagradas y prácticas tradicionales, las costumbres de miles de años que parecen inmutables e inalterables. Ejercer la dictadura es sumamente importante si nuestra clase realmente busca barrer toda esa opresión y explotación.
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