Bob Avakian, presidente del PCR,EU
Obrero Revolucionario #1103, 20 de mayo, 2001, en rwor.org
Debemos tener presente algo muy importante que señaló Lenin: a la gente siempre la engatusarán, y la gente siempre se dejará engañar, hasta que adquiera una comprensión científica. Dijo: "Los hombres han sido siempre, en la política, víctimas necias del engaño ajeno y propio, y lo seguirán siendo mientras no aprendan a descubrir detrás de todas las frases, declaraciones y promesas religiosas, políticas y sociales, los intereses de una u otra clase. Los que abogan por reformas y mejoras se verán siempre burlados por los defensores de lo viejo mientras no comprendan que toda institución vieja, por bárbara y podrida que parezca, se sostiene por la fuerza de determinadas clases dominantes".
Así engatusan a la gente y lo seguirán haciendo hasta que adquiera una comprensión materialista de las fuerzas de clase, y del sistema y las relaciones sociales que esas fuerzas y programas representan. Irónicamente, al chocar con las limitaciones de sus propias ideas espontáneas y de los programas de esas fuerzas de clase no proletarias, al chocar con la realidad del sistema y lo que se necesita para combatirlo, al sufrir la salvaje represión del estado burgués, al hacerse añicos sus falsas ilusiones, la gente se desanima. Muchas veces hasta deja la lucha porque, ¿qué caso tiene pelear contra esos cabrones que al fin y al cabo son tan poderosos?
Precisamente por esa razón, las masas (incluso los que dicen que no necesitamos líderes) necesitan la dirección de una vanguardia proletaria y su línea y programa marxista-leninista-maoísta. Necesitan una vanguardia de gente que capta la verdadera naturaleza del sistema enemigo y su estado, y que ha elucidado esos problemas con la penetrante luz del marxismo-leninismo-maoísmo (MLM). Necesitan una vanguardia que ha examinado todo eso y llegado a un análisis concreto de la fuerza del enemigo y, más que eso, a una comprensión básica de cómo construir la lucha revolucionaria y, a la larga, una guerra revolucionaria que movilizará a las fuerzas necesarias, y unirá y dirigirá a las amplias masas a desarrollar los medios y formas de lucha necesarios para combatir y tumbar al sistema.
Hacer la revolución-eliminar hasta el último vestigio de toda esta opresión y explotación para que no la vuelvan a imponer en ninguna parte-es algo muy serio que requiere un método científico y sistemático. Requiere la aplicación concreta de los principios fundamentales, la concepción del mundo y el método del materialismo dialéctico e histórico, y la ciencia del MLM. Si nos planteamos algo menos, si perdemos de vista o abandonamos el principio fundamental de actuar en aras de los intereses de las masas de este país y el mundo entero, si olvidamos que la cuestión primordial es actuar conforme a las necesidades fundamentales y los intereses más elevados de las masas, si olvidamos que no se trata de sacar adelante a una parte de la sociedad o a un sector del pueblo a expensas de la gran mayoría, si olvidamos eso, no necesitaremos el MLM y podremos meternos a otra cosa. Pero si el objetivo es satisfacer las necesidades fundamentales de las masas, a estar al servicio de sus intereses más elevados, si nos planteamos tumbar y eliminar toda la opresión y explotación que sufren, si eso es lo que nos proponemos, necesitamos el MLM, pues no basta con menos.
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En cuanto a nuestra metodología, no podemos dar algo por hecho simplemente porque nos gustaría que fuera así ni porque "se nos hace" que es así o debe ser ni porque nos parezca. Eso no sirve. No es la metodología que necesitamos.
Por ejemplo, el personaje de la mitología griega Procusto (el dueño de una posada que robaba a los viajeros) tenía una sola cama y estiraba a los que dormían ahí o les cortaba las piernas para adaptarlos a su tamaño. Esa metodología no sirve. Es una metáfora, obviamente, pero señala un problema muy real: torcer la realidad de acuerdo a nuestros prejuicios o nociones de cómo debe ser. De eso nos habla el mito de Procusto y también el dicho chino de "cortar los dedos para que el zapato no apriete", o sea, en vez de buscar un zapato que quede bien, ¡vamos a cortar los dedos! No, no debemos tener una evaluación subjetiva de la realidad. Partir de lo que uno quiere, de sus preconcepciones, e imponer eso a la realidad, o sea, torcer la realidad para que cuadre con esas preconcepciones, es incorrecto.
No debemos dejarnos llevar por la idea de que cada grupo (o "grupo de identidad" o "comunidad") tiene su propia realidad o "verdad". Al contrario, la realidad es... real; es objetiva y existe independientemente de la voluntad, de las percepciones o intereses de la gente. La realidad es única y es la misma para todo mundo (aunque desde luego cada quien tiene su propia experiencia y conoce aspectos concretos de esa realidad: vive en uno u otro país, es parte de una clase o nación, vive en su propia comunidad en una ciudad dada, tiene su propio oficio, su propia experiencia en la escuela si estudia... etc.).
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He aquí una cuestión elemental: ¿qué es la verdad? La verdad es el reflejo fiel de la realidad objetiva en la comprensión humana. ¿Acaso es posible que cada quien tenga su "propia verdad"? ¿Acaso múltiples reflejos o concepciones de la misma realidad podrán ser fieles? No, no puede ser. Claro que muchas veces uno tiene una comprensión parcial de la realidad y mucha gente tiene su propia evaluación subjetiva de la realidad, de acuerdo a sus prejuicios. Pero no es cierto que si cada quien tiene su propia concepción de la realidad, todas y cada una de ellas sean verídicas. ¿"Cada cabeza es un mundo"? Pues, en realidad, no.
Eso nos lleva a un principio básico del materialismo, es decir, a la realidad fundamental que nos revela: el mundo (el universo y todo lo que existe) no es más que materia en movimiento. Captar esto-y en particular captarlo en el sentido más completo y científico, al abrazar y aplicar el MLM-es totalmente liberador. No perdemos nada en absoluto al adquirir una comprensión científica de la realidad. Al contrario, es muy, muy liberador; nos libera del temor a lo desconocido... y de la superstición... ya no somos esclavos de fuerzas que no podemos comprender ni transformar.
Incluso los pensamientos y emociones humanos no son más que materia en movimiento (procesos eléctricos y químicos, etc., en el cerebro). Pero no debemos tomar eso en un sentido mecánico porque los pensamientos y emociones no son simplemente productos de ciertos genes, o ciertas partes del cerebro. No se puede reducir a decir que ciertos genes o células del cerebro determinan cómo se siente uno o cómo responde a una situación dada, si se pone contento o triste, o lo que sea. De hecho, nuestros pensamientos y emociones son el producto de una serie de complejas interacciones de materia en movimiento-el ser humano, sus sentidos, su sistema nervioso, su cerebro-y "objetos externos", entre ellos, otras personas. Si bien todo lo que existe (y todo lo que ha existido y existirá) es materia en movimiento, ese materia en movimiento tiene una gran diversidad.
Por ejemplo, cosas tan variadas como las estrellas, las rocas y los seres humanos no son más que materia en movimiento compuestos de los mismos elementos y partículas básicos, pero evidentemente son profundamente diferentes. A diferencia de las rocas, los seres humanos son conscientes, pensantes, y eso es muy importante. Distingue a los seres humanos de las rocas. (Cuando menos a la gran mayoría de los seres humanos... en cuanto a esos cabrones burgueses, ¿quién sabe?). Todo eso es materia en movimiento.
El cerebro tiene una gran capacidad creativa; la imaginación es inmensa y da cabida a nociones prodigiosas... especialmente bajo los efectos de drogas como LSD, extasis, peyote o lo que sea. ¡Puede inventar muchas cosas! O si uno pasa mucho tiempo en ayunas y entra en un trance, como Mahoma cuando escribió el Corán, o Jeremías o los demás profetas, puede inventar mil cosas. La mente tiene una gran capacidad, pero al fin y al cabo no es más que materia en movimiento.
Todo concepto que plantea que las ideas, sensaciones, emociones, etc., son algo distinto a materia en movimiento (o que provienen de otra esfera) no concuerda con la realidad y engatusa. En una palabra, esos conceptos son incorrectos y hacen daño. Asimismo, los conceptos de seres y fuerzas "sobrenaturales" que están por encima de la realidad material (materia en movimiento) y la controlan son igualmente falsos y opuestos a la realidad, y sirven para engañar y confundir a la gente para que no capte la realidad y cómo cambiarla conforme a su condición, dinámica y desarrollo concreto. En ese sentido, la "espiritualidad" no es real, no existe. Sin embargo, cuando comúnmente se habla del "espíritu", el "corazón", el "alma", o de "ideales" nobles, es una forma de referirse, de manera metafórica o poética, a algo muy real y muy importante. Pero, repito, nada de esto es otra cosa, o algo "más allá", que materia en movimiento.
Curiosamente en algunas sociedades antiguas creían que el corazón no solo era el centro emocional sino también el centro del razonamiento humano, o sea, que la gente razonaba con el corazón. Y no es tan ilógico, pues el corazón es un órgano que responde a muchos estímulos externos; por ejemplo, cuando uno se enamora, "el corazón palpita". Se dice eso en las canciones porque así pasa. Por eso, antes de los avances del conocimiento científico de las funciones del cerebro, muchos creían que el corazón era el centro emocional y del razonamiento. Pero ahora sabemos que no es cierto; los seres humanos pensamos con el cerebro y esa función es un proceso de materia en movimiento: el cerebro sintetiza los impulsos y estímulos que llegan a través de los sentidos y el sistema nervioso. Si bien, hablando metafóricamente, el "corazón", el "alma" y los ideales son muy importantes, no son otra cosa que materia en movimiento.
Y la religión, todas las religiones, son un invento humano... ¡y no un invento bueno! Desde la perspectiva de la lucha por eliminar, no fortalecer, toda forma de esclavitud, explotación y opresión, y las cadenas mentales y materiales de las masas, la religión no es nada bueno. De plano, la religión y todas las nociones de "espiritualidad" opuestas a la concepción materialista dialéctica de la realidad y su dinámica y movimiento son una carga y un obstáculo que habrá que superar. ¿Por qué? Porque desvían a las masas de captar la realidad tal como es y de transformarla de acuerdo a sus necesidades fundamentales y sus intereses más elevados. Desvían a las masas de captar que solo su lucha revolucionaria (una lucha que se apoye en ellas, en sus propios esfuerzos y en una comprensión correcta de las fuerzas de la sociedad y la naturaleza), solo esa clase de lucha revolucionaria llevará a tumbar y eliminar las causas de la terrible tortura y tormento que las masas del mundo sufren, y llevará a su completa emancipación, tanto materialmente como en su concepción del mundo.
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