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De las secciones:
Introducción y orientación

y

La Revolución Cultural al interior del PCR


Para descargar la obra completa en español, haga clic aquí.

Nota de la redacción: A continuación presentamos un pasaje de la nueva obra de Bob Avakian, El Nuevo Comunismo. Aparte de los pasajes que ya se han posteado en revcom.us, de cuando en cuando publicaremos otros pasajes en revcom.us y en el periódico Revolución. Que estos pasajes sirvan para alentar e inspirar el mayor estudio de la obra en su conjunto, la que está disponible en su totalidad en español aquí, y está a la venta en forma de libro en inglés de Insight Press.

Este pasaje es de la primera sección “Introducción y orientación” y de una parte de la sección “La Revolución Cultural al interior del PCR”, acompañado del índice de la obra completa.

De la sección
Introducción y orientación

Este encuentro se realiza en un momento muy importante, cuando las masas oprimidas en Estados Unidos, y en particular las más cruelmente oprimidas, han estado levantándose —rechazando soportar la brutalidad y el asesinato a que están constantemente sometidas, particularmente por la policía, que actúa como los agentes armados de este sistema de opresión— y a estos levantamientos se ha unido gente de otros sectores de la sociedad. La rebelión y la resistencia en este nivel en torno a una contradicción y “falla divisoria” tan crucial, de este sistema, la profundidad y determinación de esta rebelión y resistencia y la manera en que ha continuado, y continúa, “avivándose” con nuevas atrocidades — todo eso es algo que no se había visto por largo tiempo. Y, con el objetivo de impulsar esta resistencia a un nivel cualitativamente superior y de concentrarla de una manera cualitativamente más poderosa, con impacto en toda la sociedad, y en el mundo más ampliamente — y, desde nuestra perspectiva, trabajar por hacer que esto sirva a la meta estratégica de una revolución real que ponga fin a esto, y a otras atrocidades que concentran las contradicciones sociales importantes de este sistema, como se expresan en los “5 Altos”1 — se ha convocado para este otoño “De Pie en Octubre”2, una movilización masiva de personas centrada en la ciudad de Nueva York del 22 al 24 de octubre, para exigir que se ponga un alto a los ultrajes de la brutalidad y asesinato policial, así como la encarcelación en masa, planteando un reto ante toda la sociedad: ¿De qué lado estás? Todo esto presenta un gran potencial, gran necesidad y grandes retos para quienes trabajan para una revolución real que ponga fin a ésta, y a toda opresión. Al mismo tiempo, en el contexto más amplio en el que esto está sucediendo, las contradicciones en este sistema están agudizándose, internacionalmente así como en países particulares, y en algunos lugares ―muchos lugares, de hecho― estas contradicciones están desbordándose. Y además, existe la realidad fundamental de que se necesita una revolución comunista, y nada menos, para lidiar con los atroces ultrajes e injusticias, y con las profundas contradicciones, que caracterizan el mundo actual y el sistema de capitalismo-imperialismo que aún domina el mundo, a costa de tanto sufrimiento de las masas de la humanidad.

En este contexto, al leer informes del trabajo en varias zonas en el período reciente, y al ver nuestra página web (revcom.us) en particular, pienso en el comentario de gente en Baltimore, cuando algunas personas salieron a llevarle la revolución — y es un comentario que escuchamos con mucha frecuencia cuando salimos a hablar con las masas populares, a llevarles la revolución. Plantearon sin tapujos la pregunta: “¿Ustedes estarán aquí? Hemos visto a gente que viene aquí, hemos visto a grupos que vienen y se van y que hablan mucho. ¿Pero esto va en serio? ¿Estarán aquí?” Ésta es una pregunta muy importante y nos plantea un reto muy directo. Tenemos que contestar que “sí” en el sentido inmediato, pero también en el sentido más profundo y cabal. Tenemos que estar aquí, ahora — y tenemos que estar aquí para toda la cosa. De que algún individuo específico esté presente o no en un momento dado no es lo que realmente está en juego, sino si el movimiento para la revolución, y, sobre todo, el Partido, la dirección que la gente necesita para salir de esta pesadilla, va a estar presente, en un sentido fundamental y cabal, porque, la verdad es que, a fin de cuentas la gente en realidad no tiene nada, si no tiene un partido basado en la ciencia que puede dirigirla a emanciparse a sí misma y a emancipar a toda la humanidad. Esto es verdad independientemente de que la gente lo sepa o no en algún momento dado.

Y yo pensaba en algo aún más profundo al leer sobre el trabajo que se viene haciendo en Baltimore: el comentario de una mujer de las masas básicas en Baltimore, que dijo, “Comienzo a preocuparme” —cuando algunas personas le llevaban la revolución— “Comienzo a preocuparme”. Ahora bien, se podría preguntar, ¿por qué comienza a preocuparse? Ella explicó: “Pues, comienzo a tener esperanzas”. Ahora, piensen en lo que significa eso para las masas populares, que temen tener esperanzas. Temerosas de tener esperanzas de que quizás el mundo no tenga que ser así, de que quizás haya una manera de salir de esto. Temerosas de tener esperanzas porque sus esperanzas han sido frustradas tantas veces. Ahora bien, sabemos que hay una clase dominante por ahí en la sociedad. Sabemos que, junto con la cruel represión que llevan a cabo, maniobran y manipulan cuandoquiera que la gente se levante. Ya lo hemos visto en Baltimore, por ejemplo. Dicen: Ah, de repente hay una oleada de crímenes; e insisten que tienen que caer con aún más fuerza con la policía y que necesitan que las autoridades federales vengan y ayuden a la policía, porque las masas se están desbordando y la policía no puede salir a matarlas con impunidad en este momento.

Así que, por todo esto la gente dice: “Comienzo a preocuparme”. Temen tener esperanzas. Y si no tenemos la intención de cumplir con las responsabilidades que tenemos, si no tenemos la intención de seguir hasta el final cuando salimos en la sociedad y decimos que hay una salida de todo esto, debemos empacar nuestras cosas y largarnos. Porque las masas populares no necesitan que nadie más venga y luego desaparezca y las deje en las miserables condiciones a las que estarán sometidas, y frente a los aún peores horrores de este sistema que les caerán encima. Tiene que realmente ser cierto cuando decimos que vamos en serio por una revolución.

Esto nos lleva a la cuestión de para quiénes y para qué hacemos lo que hacemos. Esto no se trata de individuos, incluidos nosotros mismos. Ésta es una de las primeras cosas que hay que comprender ― que esto no se trata de ningún individuo sino de algo mucho más grande. Miren, mucha gente sí llega a la revolución por sus propias experiencias directas, por lo que este sistema les ha hecho, aunque no entiendan que se trata de un sistema — o aunque hayan escuchado la palabra “sistema”, en realidad no saben qué es ese sistema. Pero muchas personas sí llegan a esto por su propia experiencia directa individual ― no comprenden inmediatamente que se trata de parte de un panorama más grande de lo que les está sucediendo a literalmente millones y hasta miles de millones de personas en todo el mundo. Esta es la comprensión que nosotros tenemos que llevarles. Pero, primero que todo, tenemos que entender: ¿para quiénes y para qué? Esto es para la emancipación de la humanidad. Es para las masas de la humanidad oprimida, quienes necesitan desesperadamente esta revolución. No se trata de otra cosa — y, sin duda, no se trata de nosotros; no se trata de nuestros egos, no se trata de si lucimos bien o lucimos mal, ni de ninguna de semejantes cuestiones que no deberían estar en la ecuación para nada.

Ya he hablado de esto, pero piénsenlo en estos términos: la gente va a salir en la sociedad a hacer una revolución, y la gente que actúa como la dirección, como la vanguardia, va a hacer sacrificios, va a haber grandes sacrificios. No se hace una revolución sin enormes sacrificios, y si no entendemos eso, otra vez, debemos empacar nuestras cosas y largarnos. Va a haber sufrimiento. Va a haber muertes. Va a haber una terrible represión. Va a haber tortura. No lo digo como una especie de exhortación tipo religiosa —“armémonos de valor como monjes que se autoflagelan”— o algo así. Pero esta es la realidad de lo que es necesario atravesar a fin de alcanzar un mundo mejor.

Y he aquí lo que lo hace aún más duro, ideológicamente, en términos de cómo pensamos acerca de esto, de cómo nos sentimos al respecto. Las personas van a hacer sacrificios de muchas maneras. Y supongamos que haya habido una revolución y uno haya perdido a camaradas, haya perdido a amigos y seres queridos — uno es parte de la vanguardia de esta revolución, o es parte de las masas que constituyen la columna vertebral de esta revolución, y ha perdido a muchos amigos y a muchos camaradas; han visto a gente desaparecida, torturada, sometida a toda clase de horrores. Mientras tanto, mucha gente se quedó de brazos cruzados, o hasta gesticulaba y criticaba a uno con bajezas estando al margen y trataba de socavar todo lo que uno hacía. Y luego llegamos a la nueva sociedad y tenemos una nueva constitución ―piensen en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte3—, tenemos una nueva constitución y de repente todas esas personas que no hicieron ni un carajo para ayudar a la revolución, y quizás incluso trataron de socavarla, salen quién sabe de dónde, y cada vez que uno trata de hacer algo con la economía, o intenta construir nuevas instituciones políticas y crear nuevas relaciones sociales, o hacer sacrificios por la revolución mundial — esa gente sale con su bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, con todas sus pequeñas y mezquinas quejas de que no tiene esto o aquello que sí tenía en la vieja sociedad. Uno tiene ganas de decirles: “¡Cállate la maldita boca! No hicieron ni un carajo cuando la gente hacía sacrificios aquí y se moría de todas esas formas terribles, y ahora vienen con todas sus pequeñas y mezquinas quejas”. Pero uno no puede hacer eso. Y por eso es tan duro. No puede hacer eso. Puede luchar con ellos, tiene que luchar con ellos. Puede decir: “No sabes qué diablos pasa. No entiendes nada de las contradicciones que estamos enfrentando, y de hecho deberías tratar de entender lo que estamos haciendo aquí y lo que enfrentamos”. Uno puede luchar con la gente a más no poder. Tiene que hacerlo. Pero no puede vengarse de ellos. Ni siquiera puede decir: “Quiénes son ustedes para criticar lo que estamos haciendo, pues no hicieron nada para ayudar — de hecho, intentaron socavar las cosas cuando la gente estaba ahí luchando y muriéndose”. ¿Por qué uno no puede hacer eso? ¿Para quiénes y para qué? Esto no se trata de nosotros. Si no estamos preparados para hacer sacrificios, pues no vamos en serio. Se trata de llegar a un mundo diferente donde todos estos horrores para las masas populares ya no sucedan. Y así es la manera en que tenemos que abordar esto. Ése es nuestro papel. Ésa es nuestra responsabilidad para con las masas populares del mundo que están sufriendo tan terriblemente ― y, lo que lo hace mucho peor, están sufriendo tan innecesariamente.

Así que ésta tiene que ser nuestra orientación en todo lo que hacemos, en la manera en que luchamos entre nosotros, en la manera en que luchamos con las masas populares. Hace falta muchísima lucha. Pero ¿para quiénes y para qué? De esto es de lo que más tenemos que ocuparnos en nuestro pensar.

Ahora, quiero volver a la cuestión de por qué ustedes, en particular, están aquí. Muchas de las personas aquí provienen de entre las masas básicas de la población o tienen lazos con las masas básicas. Y, en todo caso, las personas aquí, por lo general, pueden jugar un papel muy importante como “palancas”, si se quiere decirlo así, para atraer e incorporar en la revolución a un creciente número de personas de entre las masas básicas, así como a los estudiantes y otros.

Así que, con esto en mente, déjenme pasar al propósito y objetivo, y al enfoque, de lo que estamos haciendo aquí ― de lo que es y de lo que no es. Para comenzar, como creo que les han informado, esta presentación abarcará muchas cosas, hablando de los fundamentos de la revolución comunista y lo que debería guiarnos en el trabajo para hacer nacer una revolución real. Luego forcejearemos juntos con puntos esenciales de lo que se ha planteado. Así que todos deberían abrocharse los cinturones y prepararse para el viaje. Habrá muchísimo para “absorber”, pero eso se debe a que, como dijera Mao alguna vez, hay tantas tareas por delante, y todas tan urgentes — para ponernos a la altura de los retos y responsabilidades que enfrentamos, para hacer todo lo que podamos para trabajar activamente por la revolución que las masas de la humanidad tan urgentemente necesitan, y para continuamente atraer e incorporar a más personas para que se unan a las filas de esta revolución y al Partido como su núcleo dirigente. Aquí quiero enfatizar este punto importante de orientación: no importa si llevamos mucho tiempo o relativamente poco tiempo participando, todos tenemos que seguir aprendiendo — y todos los presentes son plenamente capaces de participar en el proceso de lo que estamos haciendo aquí y de hacerle contribuciones mientras aprendemos. Todos deberíamos tener el enfoque de forcejear juntos y luchar, de buena manera, entre nosotros, sobre la base de entender la importancia de las cuestiones en que nos adentraremos. Todos deberían sumergirse plenamente en la discusión después de esta presentación — y hacerlo con un espíritu de triunfo, sobre la base de comprender la necesidad, y la base, para que todos apliquemos un método y enfoque científico al mayor problema que enfrenta la humanidad: cómo ponerle fin a este sistema que es la fuente fundamental de tanta miseria y tormento en el mundo, y cómo crear algo radicalmente diferente y mucho mejor. Es con esta orientación y esta meta en mente, que deberíamos forcejear profundamente con lo que se discutirá aquí, aprendiendo y contribuyendo todo lo que podamos.

Ésta es una oportunidad poco común — para, en cierto sentido, “poner las cosas en una perspectiva más amplia” y adentrarnos en estas grandes cuestiones. Y es muy importante, incluso con todo lo que ocurre en el mundo, y todas las responsabilidades que tenemos al respecto, que hayamos sacado el tiempo para adentrarnos en las grandes cuestiones que abordaremos aquí. Pero es necesario entender que esto NO es simplemente una especie de “grupo de estudio” o “grupo de discusión” que carece de objetivo, donde se conversa sobre “ideas interesantes” para nuestra estimulación o disfrute intelectual — o como algo para “distraernos” de la actividad en la que normalmente estamos metidos. Aquí trataremos con la teoría y nos adentraremos profundamente en algunas cosas con un alto nivel de abstracción teórica. Uy, de repente esto podría parecer intimidante. Y va a ser un reto. Pero es un reto que todos deberíamos aceptar con ganas — porque la cuestión de si va a haber un enfoque científico para la revolución o no, con un grupo de personas, un grupo creciente de personas, organizadas para aplicar esa ciencia con el fin de transformar en realidad el mundo hacia una revolución real — eso, para las masas populares, es lo que hace posible cambiarlo todo. En cierto sentido, lo que haremos aquí estará muy alejado de lo que, espontáneamente, las masas populares tratan y piensan cotidianamente; pero guarda una muy estrecha relación con atraer e incorporar a las masas y dirigirlas a emancipar a sí mismas y a contribuir a la emancipación de la humanidad de los sistemas y relaciones de opresión y explotación que pesan tanto sobre las masas populares en todo el mundo, y de todos los horrores que surgen de esto. Porque es una verdad muy profunda y real que sin teoría revolucionaria —una teoría basada en un método y enfoque sistemáticamente científico, y en particular el método y enfoque científico del materialismo dialéctico—, y si un creciente número de personas no asumen y aplican esta teoría, no puede haber una revolución emancipadora, y seguirán —y seguirán— los horrendos ultrajes y abusos a los cuales las masas de la humanidad están constantemente sometidas. Es también profundamente cierto que quien se dedique a esto, y haga el trabajo, puede adoptar este método y enfoque científico, puede profundizar continuamente su comprensión de esta teoría y su capacidad de aplicarla y popularizarla, aprendiendo y actuando en una relación dialéctica —una relación que se refuerza mutuamente— entre la teoría y la práctica. Con esta comprensión, la orientación y meta básica aquí es dar saltos, saltos de verdad, en la comprensión de esta teoría para, luego, llevarla de nuevo a la práctica — y no simplemente “cualquier viejo tipo de práctica”, sino la práctica guiada por esta teoría, que de hecho tenga como objetivo la revolución, una revolución real, y nada menos.

Para volver por un momento a lo que el enfoque NO lo es — no es, y no debe ser, un enfoque en que se tratan las cosas de una manera “gruesa” y elevada, y que luego se olvida o “se pone de lado”, al volver a la situación y trabajo político “normal y cotidiano”, que con demasiada frecuencia se caracteriza por la implementación de otra orientación, método y enfoque. El enfoque de los presentes tampoco puede ser: “Veamos si algo de esto me es útil para el trabajo que hago” — pues en ese caso ese trabajo no será el tipo de trabajo que tiene que ser; será algo distinto a realmente trabajar para una revolución real. Y, para enfatizarlo de nuevo, porque nunca se podrá enfatizar demasiadas veces: no deberíamos entrar a nuestro forcejeo aquí con cuestiones cruciales de teoría y de estrategia como alguna especie de “experiencia educativa”, en el mal sentido de la frase ― como una especie de “ejercicio escolástico”, el cual luego encontrará su reflejo en una práctica divorciada de la teoría comunista y de trabajar activamente para una revolución real. Al mismo tiempo, no se trata aquí de crear expectativas de poder “dominar”, de una buena vez, todo lo que se aborde aquí — y, en términos de esta presentación introductoria, la manera de abordarla no es intentar “digerir” por completo, inmediatamente, cada uno de los puntos tratados aquí (¡o frustrarse si resulta que esto no es posible!). Regresaremos a muchos puntos, se entretejerán las cosas, y al final se espera que las cosas, que quizás en un primer momento no les quedaran en claro, las entenderán con mayor claridad; y luego entraremos en la discusión donde nos adentraremos más en las cosas y las desmenuzaremos más. Por lo que lo importante es absorber esta presentación en su conjunto y tener en mente el proceso aquí, en el que esta presentación servirá como introducción y como base y marco para varios días de vigorosa discusión y lucha. Para que también quede claro, el objetivo tampoco es salir de aquí con la expectativa de llevar todo lo que se ha aprendido aquí y “alimentarlo a la fuerza”, de una sola vez, a las personas con las que trabajamos y a quienes vamos con algo como: “¡Oigan, déjenme decirles que acabo de aprender un montón de cosas gruesas!”. El propósito, lo que nos proponemos aquí, es obtener unos fundamentos mucho más sólidos en lo que abordemos aquí —y, sobre todo, el método y enfoque— con la orientación de ligar correctamente la teoría con la práctica; y, en adelante, seguir bregando con la teoría comunista y captándola más plena y profundamente en relación dialéctica con la aplicación de ésta y ninguna otra línea —éste y ningún otro método y enfoque— llevándoles lo básico de esto a las personas y trabajando con ellas para que le entren a esto más profundamente mientras nos unimos con ellas en la lucha contra el poder, a la vez que luchamos consecuentemente, en las formas apropiadas y con el espíritu correcto, por esta línea y ninguna otra, para que en realidad sea la línea que esté al mando en el proceso de darle impulso y dirección a la construcción de un movimiento para una revolución real, con el Partido como su núcleo dirigente.

Pasaje de la sección:
La Revolución Cultural al interior del PCR

Bueno, ahora déjenme hablar de la cuestión: ¿por qué yo hacía el trabajo que hacía? Una vez más, volvemos a para quiénes y para qué. Yo no hacía ese trabajo para mí. De joven, en la escuela media (años 7-9 de estudios) y después aún más en la secundaria (años 10-12 de estudios), mi vida cambió de una manera muy importante al entrar en contacto con gente a que en realidad no había conocido mucho anteriormente, en particular gente negra. Empecé a aprender sobre su situación y cómo se relaciona con lo que ocurre en esta sociedad en su conjunto. Sentí una atracción a la cultura de los negros que llegaron a ser mis amigos, y al mundo que me mostraron — no solamente la música y el arte en general, sino toda la manera de ir por el mundo. Y llegué al punto de darme cuenta de que ésta es mi gente. Bueno, entendí que su experiencia de la vida era distinta a la mía. Pero ésta es mi gente —no veo ninguna separación— no es que haya alguna otra gente “por allá” que experimenta todo esto y que eso sea de alguna manera ajeno a mí. Ésta es mi gente. Y luego empecé a reconocer con más profundidad lo que la gente tenía que vivir, la opresión a la cual estaba sometida constantemente, los horrores de la vida diaria, así como las maneras más fuertes en que el sistema le caía encima. Al seguir pasando por la vida y al empezar a abordar la cuestión de qué hay que hacer al respecto, y cuando me iniciaron en la aplicación de un enfoque científico a esto, me di cuenta de que mi gente era más que esto. Me di cuenta de que mi gente eran los chicanos y otros latinos y otros oprimidos en Estados Unidos; era la gente en Vietnam y China; eran las mujeres... eran los oprimidos y los explotados del mundo... y por medio de cierta lucha, y de tener que abandonar unas ideas erróneas, he aprendido que también es la gente LGBT.

Ésta es mi gente, los oprimidos y explotados del mundo. Están sufriendo terriblemente y hay que hacer algo al respecto. Así que es necesario poner manos a la obra y entrar sistemáticamente en la ciencia que puede indicar el camino para poner fin a todo esto y hacer nacer algo mucho mejor. Tenemos que perseverar y seguir luchando para avanzar de esta manera. Y cuando enfrentamos nuevos problemas o reveses, tenemos que adentrarnos más profundamente en esto, en vez de dejarlo de lado y darnos por vencidos.

 


1. Los “5 Altos” se refieren a las siguientes demandas que reflejan concentraciones importantes de las contradicciones sociales:

¡ALTO a la genocida persecución, encarcelación en masa, brutalidad y asesinato policial de negros, latinos y otra gente de color!
¡ALTO a la patriarcal degradación, deshumanización y subyugación de todas las mujeres por todos lados y toda la opresión por razones de género u orientación sexual!
¡ALTO a las guerras de imperio, ejércitos de ocupación y los crímenes de lesa humanidad!
¡ALTO a la satanización, criminalización y deportación de los inmigrantes y a la militarización de la frontera!
¡ALTO a la destrucción del planeta por parte del capitalismo-imperialismo!

(Se puede descargar los “5 Altos” en forma de afiche y volante en revcom.us.) [regresa]

2. Miles de personas participaron en tres días de acción en respuesta a la convocatoria co-iniciada por Carl Dix (vocero del PCR, Estados Unidos) y Cornel West para una movilización masiva en Nueva York del 22 al 24 de octubre de 2015 para parar el terror y asesinato policial. “De Pie en Octubre” se inició con la lectura en Times Square de los nombres de las Vidas Robadas, aquellas personas asesinadas por la policía; al día siguiente le siguió una acción directa no violenta para cerrar la prisión Rikers Island; y luego, el tercer día culminó con una marcha y una concentración de cerca de 4 mil personas. Mediante el trabajo preparatorio previo a esos tres días y las mismas acciones, se lanzó un reto político y moral a la sociedad: Hay que parar los asesinatos por la policía: ¿De qué lado estás? [regresa]

3. Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto). Escrita por Bob Avakian y adoptada por el Comité Central del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos (Chicago: RCP Publications, 2010). También se puede descargar en revcom.us. [regresa]

Índice

Introducción y orientación

Víctimas necias del engaño ajeno y propio

Primera parte. Método y enfoque, el comunismo como una ciencia

El materialismo versus el idealismo
Materialismo dialéctico
Con cuál modo de producción
Las contradicciones y dinámicas básicas del capitalismo
La nueva síntesis del comunismo
La base para una revolución
La epistemología y la moral, la verdad objetiva y necedades relativistas
El yo y un enfoque “consumista” de las ideas
¿De qué se tratará tu vida? — Elevar la vista de la gente

Segunda parte. El socialismo y el avance al comunismo:
Un mundo radicalmente diferente que podría haber, un camino hacia la verdadera emancipación

Las “4 Todas”
Más allá del estrecho horizonte del derecho burgués
El socialismo como un sistema económico y un sistema político — y una transición al comunismo
El internacionalismo
Abundancia, revolución y el avance al comunismo — Un análisis materialista dialéctico
La importancia del “concepto del paracaídas” — En este mero momento, y aún más a raíz de una revolución real
La Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte
   Núcleo sólido con mucha elasticidad basada en el núcleo sólido
Emancipadores de la humanidad

Tercera parte. El enfoque estratégico de una revolución real

Un solo enfoque estratégico general
Acelerar mientras se aguarda
Fuerzas para la revolución
La separación entre el movimiento comunista y el movimiento laboral, fuerzas impulsoras para una revolución
Liberación nacional y revolución proletaria
La importancia estratégica de la lucha por la emancipación de las mujeres
El Frente Unido bajo la Dirección del Proletariado
La juventud, los estudiantes y la intelectualidad
La lucha contra los modos de pensar pequeño burgueses, al mantener la orientación estratégica correcta
Los "dos máximos"
Los "5 Altos"
Las dos piedras angulares
De nuevo “Sobre la posibilidad de la revolución”
El internacionalismo — El derrotismo revolucionario
El internacionalismo y una dimensión internacional
El internacionalismo — Forjar otro camino
La popularización de la estrategia
Orientación fundamental

Cuarta parte. La dirección que necesitamos

El papel decisivo de la dirección
Un núcleo dirigente de intelectuales — y las contradicciones que esto supone
Una "pirámide" de otro tipo
La Revolución Cultural al interior del PCR
Es necesario que los comunistas sean comunistas
Una relación fundamentalmente antagónica — y las implicaciones cruciales de eso
El fortalecimiento del Partido — de manera cualitativa así como cuantitativa
Formas de organización revolucionaria, y el "Ohio"
Estadistas, y comandantes estratégicos
Métodos de dirección, la ciencia y el "arte" de dirigir
Trabajar desde "Sobre la posibilidad" hacia atrás —
   Otra aplicación del "núcleo sólido con mucha elasticidad basada en el núcleo sólido"