Obrero Revolucionario #1220, 23 de noviembre, 2003, posted at rwor.org
El 5 de noviembre el presidente George Bush firmó una ley que prohíbe cierta clase de abortos y castiga a los médicos que los realizan. Esta "Ley de prohibición de abortos de nacimiento parcial" es la primera vez que el gobierno federal restringe el derecho al aborto desde 1973, cuando la Suprema Corte lo legalizó en el fallo Roe vs. Wade.
La ley impone una sentencia máxima de dos años de cárcel a los médicos que practican esta clase de aborto, que es necesario para proteger el bienestar, la salud e incluso la vida de la mujer.
El secretario de Justicia, John Ashcroft, mandó investigar y acusar a los médicos que lo practican.
La responsabilidad se la asignaron a la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia, o sea, ahora el gobierno federal abraza oficialmente la mentira fundamentalista de que el feto es una "persona" que goza de "derechos civiles" que el estado tiene que "proteger". ¡de las decisiones de la mujer y su médico!
El Senado aprobó la ley por 64 a 34 votos y la Cámara de Representantes por 281 a 142. Muchos demócratas votaron al lado de la extrema derecha (como los dirigentes demócratas Daschle, Leahy y Byrd). Dos candidatos presidenciales demócratas, John Kerry y John Edwards, no fueron a votar. Incluso los liberales que votaron en contra no hicieron nada para bloquear la ley.
Ahora los más altos niveles del gobierno --el Congreso, la Casa Blanca y la policía federal-- adoptan la mentira de que los fetos son un grupo reprimido y que los obstetras son "matabebés". Es una coyuntura crucial de la lucha por la liberación de la mujer.
La nueva ley es una provocación envuelta en un engaño.
Es una provocación porque tiene el objetivo de poner en tela de juicio la norma constitucional que estableció la Suprema Corte en 1973 en Roe vs. Wade, cuando se legalizó el aborto tardío si es necesario para proteger la salud de la mujer. Pero la nueva ley prohíbe específicamente cierta clase de abortos incluso si son esenciales para la salud de la mujer.
Se parece mucho a una ley contra el aborto del estado de Nebraska, a pesar de que la Suprema Corte declaró en 2000 que esa ley era inconstitucional (Stenberg vs. Carhart).
La ley es tan extrema que tres jueces federales (en Nebraska, Nueva York y San Francisco) inmediatamente la bloquearon. Pero los abogados del Departamento de Justicia pidieron una audiencia sobre el bloqueo antes de 120 días. Así se ha preparado el terreno para un desafío directo a la legalización del aborto justo en medio de la campaña electoral de 2004.
La gran mayoría de la población apoya el derecho de la mujer a tomar decisiones sobre su propia reproducción y a hacerse un aborto. Pero ciertas fuerzas poderosas y bien organizadas están avanzando, paso a paso y con energía, para prohibir el aborto y pintar al médico como asesino. Están librando una "guerra cultural" para moldear la opinión pública para hacer eso. En la campaña presidencial de 2000, Bush dijo que se tenía que prohibir el aborto pero que por ahora la "cultura" de Estados Unidos no lo permita. La propaganda sobre el "aborto de nacimiento parcial" busca precisamente cambiar eso.
"En medio de las barbaridades que anda cometiendo Estados Unidos con la invasión y ocupación de Irak, tras los años de sanciones que mataron a medio millón de niños, Bush tiene las agallas de hablar de una `cultura de la vida'. Ahora ese mentiroso, que se lanzó a la guerra por unas armas de destrucción masiva que no existen, está mintiendo otra vez. La prohibición del `aborto de nacimiento parcial' no tiene nada que ver con una `cultura de la vida', sino con imponer una cultura de papeles tradicionales y restringir la capacidad de la mujer de controlar su propia vida y reproducción".
Mary Lou Greenberg, PCR, rama de Nueva York
"La prohibición del aborto de nacimiento parcial es una pantalla política pero una mina de oro publicitaria. Si se aprueba, el proyecto de ley no salvará necesariamente la vida de un solo niño. Su principal utilidad es el debate que la acompaña".
Randall Terry, fundador de la Operación Rescate, grupo que ataca el aborto,15 de septiembre
La propaganda sobre la nueva ley refuerza la mentira de que un aborto es "matar a un niño".
Cuando firmó la ley, Bush declaró que miles de veces al año los médicos matan "violentamente niños o niñas vivas".
"Durante años se ha perpetrado una forma terrible de violencia contra bebés que están por nacer, y la ley hacía la vista gorda", dijo.
¡Qué disparates!.
Primero, los fetos no son "niños o niñas vivas". Son seres humanos en potencia,pero son parte de una mujer y no son individuos independientes.
Segundo, evocar "los derechos jurídicos de los nonatos" es una manera de negarle a la mujer el derecho de controlar su cuerpo y su vida.
Tercero, el "aborto de nacimiento parcial" no existe. Ese nombre lo inventó la derecha religiosa para decir que los médicos matan a "niños" en medio del nacimiento. Tampoco es cierto que los médicos practican abortos rutinaria o innecesariamente cuando el feto está "a unas pulgadas" de nacer.
Las estadísticas del Instituto Alan Guttmacher (IAG) demuestran que el 99% de los abortos se hacen durante las primeras 20 semanas del embarazo (que típicamente dura 40 semanas).
Solo 1% de los abortos se hacen después de que el feto es "viable", o sea, que podría existir independientemente de la mujer.
Un pequeño porcentaje de los abortos de tercer trimestre se hacen con un procedimiento que se llama "dilatación y extracción" (D & X), en que se comprime el cráneo y se extrae el feto. Se calcula que fueron de 0.03% a 0.05% de los abortos en 1996 (de 600 a 2,000).
Pero el aborto D & X es un aborto, no un nacimiento (o nacimiento parcial). Y se hace cuando un médico y una mujer deciden que es necesario para proteger la salud de la mujer. Por ejemplo, se hace si un feto tiene una deformidad extrema del cráneo (como hidrocefalia) que hace imposible el parto normal.
La abogada Eve Garner, de Planificación Familiar, dijo: "Un embarazo puede tener complicaciones extremas, y esta ley prohíbe abortos que las mujeres necesitan para tratar problemas médicos serios, como insuficiencia renal o diabetes".
Hacerse un aborto no es malo, por cualquiera que sea la razón. Tampoco es malo que un médico decida utilizar el procedimiento más apropiado.
"Solo se necesitan un par de fanáticos. Una enfermera que se opone al aborto y un fiscal podrían acusar falsamente y meter a la cárcel a un médico. Desde hace años los médicos han tenido que vivir con protestas frente a las clínicas y en su casa, insultos y balas. Ahora tienen que preocuparse de que los acusen".
Wendy Chavkin, Médicos pro Derechos Reproductivos
"¿Van a meter policías en la sala de operaciones? ¿Nos van a observar para que no atendamos el nacimiento de `ninguna parte del tronco fetal más allá del ombligo' [palabras de la nueva ley]. ¿Qué significa `más allá', más arriba o más abajo? Esto no tiene sentido para un obstetra".
Dr. David Grimes, obstetra desde hace 30 años
Los que se oponen al aborto buscan dificultarlo y acabarlo. Han recortado los fondos, hostigado a las pacientes y asesinado a los médicos.
La cantidad de médicos que practican abortos disminuyó de 2,042 en 1996 a 1,819 en 2000. La tercera parte de las mujeres de edad reproductiva vive en condados donde no se practican abortos. Por eso el aborto hoy es más difícil y más caro, especialmente para las mujeres pobres y del campo, y las adolescentes.
La nueva ley es otra amenaza más contra los médicos, esta vez del gobierno federal. Está escrita en palabras ambiguas, sin precisión médica, así que no saben exactamente qué se prohíbe.
Criminaliza el aborto de "dilatación y extracción" tardío, a menos que la vida de la mujer esté en peligro inmediato. Pero por la manera en que está escrita, también se podría aplicar a la "dilatación y evacuación", un procedimiento inofensivo y rutinario que se usa en el 90% de los abortos de segundo trimestre.
El Dr. LeRoy Carhart, uno de los médicos que presentaron una demanda contra la ley, dijo: "Esta ley prohibiría casi todos los procedimientos que realizo desde la semana 12".
Esta amenaza pone en peligro los derechos de la mujer, incluso antes de que se haya acusado a un solo médico. y eso es precisamente lo que sus autores tenían en mente.
Unos 400 momios, reaccionarios y fascistas fueron a sonreír para las cámaras y aplaudir cuando Bush firmó la nueva ley: el evangelista derechista Jerry Falwell, derechistas que atormentan a los médicos en la calle y destacados oponentes de los derechos de la mujer como el cardenal Egan y el senador Orrin Hatch.
Para ellos fue una gran victoria y una bendición de los más altos niveles.
Da nuevas esperanzas a los fascistas cristianos de imponer su moral derechista como política oficial. También les da otra herramienta para azuzar a su base social a apoyar la campaña de guerra y represión.
Vivimos en tiempos orwellianos. La conquista se presenta como liberación. Matar a las mujeres se presenta como "proteger a los niños".
Esta engañosa ley es un arrogante rechazo de los intereses y la voluntad populares. En un campo político dominado por los derechistas, los envalentonará más.
No podemos permitir que esas fuerzas, valores y mentiras forjen nuestro futuro.
La mujer no es incubadora
Un feto no es un niño
El aborto no es matanza