En la conferencia de la Unión Estadounidense de Geofísica: Científicos alzan la voz contra los ataques de Trump a la ciencia
28 de diciembre de 2016 | Periódico Revolución | revcom.us
Foto: AP
De unos lectores:
La semana del 12 al 16 de diciembre se celebró en San Francisco, California, la conferencia anual de la American Geophysical Union (AGU) que duró una semana y a la que asistieron 26.000 científicos terrestres y planetarios de todas partes del mundo. Esta es una de las mayores reuniones anuales de científicos, y es la primera reunión importante de científicos del clima desde la elección de Trump.
Durante toda la conferencia hubo mucha conversación sobre el hecho de que Trump niega el cambio climático y sus ataques contra la ciencia. En la mesa oficial de la AGU, unos abogados repartían consultas sobre “cómo abordar el hostigamiento político y la intimidación judicial” para científicos que trabajan en el campo de la ciencia climatológica. Ya han estado en las miras de republicanos en el Congreso que se oponen a la ciencia, y bajo el régimen de Trump todo eso se agravará. Algunos científicos han anunciado programas para guardar importante información sobre el ambiente en servidores no gubernamentales. Esperan que la administración de Trump vaya a destruir datos data y conocimiento científicos acumulados sobre el cambio climático. Las fuerzas de Trump ya han amenazado con dejar de financiar el sistema de satélites manejado por Estados Unidos que recoge datos sobre el clima y otras cosas para el mundo entero. Ese conocimiento pertenece a la humanidad — no es para que un nazi en Estados Unidos decida destruirla para imponer la ceguera, ignorancia y su mando salvaje.
En la conferencia, Sally Jewell, la actual secretaria del Interior [de la administración de Obama], que se va, hizo comentarios vergonzosos en los que trataron de normalizar el peligro que Trump representa. Según el UK Guardian: “La administración de Trump no podrá minar rápidamente programas federales de investigación. La ciencia sería ‘fundamental’ para el gobierno, ella les dijo a los asistentes: ‘Tenemos un presidente electo a quien le encanta ganar, y no se puede ganar sin la ciencia’”.
El primer día de la conferencia, hubo una protesta de más de 400 personas, entre ellas destacados científicos del ambiente, activistas ambientalistas, líderes indígenas, estudiantes y otros en protesta por los ataques contra la ciencia que se vislumbran con la elección de Trump y que se anticipan con el gabinete que ha seleccionado. La protesta empezó con una procesión de científicos vestidos con guardapolvo que subieron al escenario portando pancartas que decían cosas como “La ciencia es real” y “NO DAPL” (refiriéndose a la lucha para parar el oleoducto Dakota Access Pipline, una lucha feroz tanto en defensa de los derechos de los indígenas como del ambiente). Otras pancartas se burlaban de Trump y sus secuaces, con declaraciones como “La gravedad es una patraña”, y “El hielo no tiene una agenda, simplemente se derrite”.
No es muy común que científicos se organicen para una protesta política pública, y esa es una indicación de lo inquieta que está la gente. El comunicado de prensa que anunció la protesta mencionó que los científicos empiezan a actuar: “Ante los intentos de intimidar a los académicos y de socavar la libertad de investigación”, y que esta protesta “es una excepción notable” a la manera en que por lo general los científicos expresan sus puntos de vista.
Naomi Orestes, reconocida profesora de ciencia terrestre y planetaria de la Universidad de Harvard, dijo: “No queremos estar aquí. Queremos estar haciendo el trabajo para el que nos preparamos y estudiamos, y eso es la ciencia. Así que no se enojen, no se depriman. Organícense”.
Peter Frumhoff, un representante de la Unión de Científicos Preocupados (Union of Concerned Scientists), uno de los organizadores de la protesta, dijo: “Están en riesgo la ciencia y las pruebas. Nos corresponde a nosotros protegerlas”.
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