De vanguardia negativa a vanguardia positiva

Bob Avakian
Obrero Revolucionario #887, 22 de diciembre, 1996

Es indispensable entender, y entender más a fondo, cómo los cambios que se están dando en la tecnología, la economía y en la "configuración de clases sociales" están creando condiciones objetivas más favorables, estratégicamente, para nuestro trabajo y para las perspectivas de la revolución proletaria aquí mismo en las "entrañas de la bestia", así como en el resto del mundo.

En la serie "Comunicaciones", que publicó el OR hace un par de años, había un artículo que hablaba sobre cómo analizar y cómo lidiar con la fuerza del enemigo. Esa "Comunicación"* identificó dos puntos fuertes de la clase dominante de Estados Unidos. El primero es su poder militar, a lo que también llamamos "todo eso". El segundo es "la enorme clase media de Estados Unidos", que le sirve al sistema como una fuerza "estabilizadora" y como una fuerza conservadora. El artículo dice que esa "enorme clase media" pesa sobre las masas, pero también recalca que no debemos considerarla como algo monolítico, como un bloque indistinguible, sino ver que tiene muchas capas y que tenemos que aprender a trabajar y a aplicar nuestra estrategia con todas esas capas. Una de las cosas que está sucediendo como resultado de los cambios socio-económicos es que se está minando buena parte de la base para que esa enorme clase media siga siendo un peso sobre las masas y un amortiguador de la burguesía; y eso, estratégicamente, es favorable para nosotros.

Incluso voceros y analistas de la burguesía lo comentan. Hace un tiempo el OR citó a un banquero de Boston: "Los cambios en la economía mundial significan que ya no podremos seguir dando a nuestros trabajadores industriales y oficinistas un estilo de vida burgués". El secretario de Trabajo, Robert Reich, dijo que va a haber una polarización entre el 20% de los trabajadores intelectuales ("analistas simbólicos", o como sea que los llama) y el 80% de la gente, cuyas condiciones de vida van a empeorar. Eso también es algo que tenemos que entender más a fondo. Algo está sucediendo y está claro que estratégicamente es favorable para nosotros, aunque tácticamente nos presenta muchas dificultades.

Mejor dicho, el funcionamiento del sistema está minando uno de sus dos grandes pilares, y nosotros tenemos que ver cómo sacar el máximo provecho político por medio de todo nuestro trabajo. Sin embargo, todo eso es contradictorio y los efectos subjetivos (o sea, los efectos ideológicos y políticos) son muy contradictorios hoy día. Muchos, aunque no todos, de los que han sido afectados por esos profundos cambios están girando "espontáneamente" hacia la derecha (y hacia movimientos "radicales de derecha", etc.) más que hacia nuestro lado. Esto recalca la gran importancia de la repolarización.

Desde otro "ángulo", otro aspecto del papel de vanguardia del "verdadero proletariado"--y en particular el papel de las masas negras y de otras nacionalidades oprimidas--en esta dizque "nueva era tecnológica" se podría formular de esta manera: "de vanguardia negativa a vanguardia positiva". Me explico: históricamente, aun antes de la última ola tecnológica, "los últimos empleados y los primeros despedidos" han sido los proletarios negros y de otras nacionalidades oprimidas. Y con la alta tecnología esa situación se ha agudizado más.

Tarea crucial: Repolarizar

El libro The End of Work de Jeremy Rifkin habla de eso. Rifkin afirma algo muy interesante (y para mí es algo muy importante, política e ideológicamente): que por varias décadas los negros, en particular, han experimentado los efectos de la revolución tecnológica de una forma devastadora, mucho antes que la mayoría de los otros sectores de la "fuerza de trabajo". Me parece que eso es muy cierto; a eso es a lo que me refiero con "vanguardia en el sentido negativo", o el aspecto de "vanguardia negativa": ser la vanguardia en el sentido de ser golpeados primero y más duro por los cambios tecnológicos, además de toda la estructura de la supremacía blanca.

Hay que sistematizar, analizar y sintetizar de nuevo lo que dice gente como Rifkin. Pero aquí hay algo sustancial y profundo. Ahora están generalizando muchos de esos cambios tecnológicos, aplicándolos a otras capas de trabajadores y en oleadas. A unos los pasan de un trabajo a otro que paga menos (si no lo desemplean); luego los mandan a un trabajo peor; y después eliminan el empleo del todo. Ese es un fenómeno significativo que afecta incluso a sectores privilegiados de la clase media. Así que están viviendo algo similar, en cierta medida y hasta cierto punto, a lo que han vivido los negros durante décadas: ser los primeros golpeados, y más duro, por las olas de la tecnología que remplaza la mano de obra humana.

La clase dominante se da cuenta de eso y está tratando de que beneficie la polarización que quiere y necesita. Promueve la idea de que "alguien tiene que pagar por esto", por el hecho de que muchos trabajadores que gozaban de una vida burguesa ya no van a poder seguir haciéndolo. Entre esas capas, la burguesía está promoviendo la venganza y el revanchismo: "Alguien tiene que pagar por esto, y mejor que sean los que ya lo han vivido".

Así es como promueve la burguesía la polarización: "Sáquense la frustración e ira que tienen con los que más han sufrido, con los que han sido golpeados más duro por los cambios tecnológicos". Eso abona la espontaneidad, pues en gran medida lo que la clase media y capas privilegiadas ven como lo que las define--o como las ha definido la sociedad burguesa y la burguesía--es su diferencia de los sectores inferiores del proletariado y las nacionalidades oprimidas. Ese es un elemento importante de cómo esas capas se definen y definen su estilo de vida y toda su existencia. Así que ahora, esos sectores se ven empujados hacia sectores de los cuales se han tratado de distinguir, y espontáneamente la burguesía tiene base para abonar, manipular y moldear una polarización que le favorezca.

Nuestra tarea crucial es repolarizar. Tenemos que plantearles a esas capas medias esta pregunta: "Miren, esa gente con la que se están desquitando ya ha pasado por lo que ustedes están pasando, y para ellos ha sido peor. Las mismas fuerzas económicas y sociales, las mismas fuerzas políticas, les están empujando a ustedes--aunque no de la misma forma ni con la misma intensidad--en esa misma dirección. Pueden unirse a las fuerzas que les están haciendo eso a ustedes y pueden desquitarse con los que han pasado por eso primero y han sufrido peor (la `vanguardia negativa') o pueden ver en ellos lo que les espera a ustedes, y darse cuenta que su suerte radica en ellos y en unirse con ellos para combatir a los responsables y cambiar el mundo, porque es completamente necesario".

Ese es un punto fundamental que debemos recalcar. Todo eso de que es ineludible: que el downsizing de trabajadores es "ineludible"; que es "ineludible" que haya cambios tecnológicos que causan problemas al pueblo, desempleo y trastornos. Bueno, nada de eso es ineludible. Solo es ineludible en este sistema, y claro, dentro de sus límites sí es ineludible. Pero la verdad es que nada de eso es necesario en esta etapa de la historia.

La única razón por la cual es "necesario, inevitable" e ineludible es porque la economía mundial está moldeada por las contradicciones subyacentes del capitalismo en su etapa imperialista, un sistema completamente anticuado. Si nos ponemos a pensar, veremos que es ridículo que con todas las fuerzas productivas que hay alguien tenga que pasar por eso, por no decir nada de lo que tiene que vivir la gran mayoría de la gente del mundo.

Así que ese es un aspecto importante de la repolarización que tenemos que lograr. Si uno quiere ser un tanto polémico, lo puede decir de esta manera: "De vanguardia negativa a vanguardia positiva". De ser los golpeados primero y más duro por los cambios tecnológicos--en particular por la "revolución de la alta tecnología"--a vanguardia positiva, o sea, dirigir a todos los golpeados hacia la liberación por medio del derrocamiento de las condiciones económicas y sociales y de la dirección política que lleva a cabo esa "revolución de alta tecnología". Naturalmente, para que eso se dé, hay que movilizar al proletariado como clase para que enarbole esa causa. Y en todo eso nuestro Partido tiene un papel clave que desempeñar como "la vanguardia de la vanguardia".

* "Comunicación de Bob Avakian, Presidente del Partido Comunista Revolucionario. Parte 3: La fuerza del enemigo: Cómo entenderla y cómo lidiar con ella", OR, No. 694, 21 de febrero de 1993.


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