Bob Avakian
Obrero Revolucionario #1138, 10 de febrero, 2002, en rwor.org
El OR está publicando esta serie de pasajes de "Grandes objetivos y gran estrategia", una obra inédita de Bob Avakian, presidente del PCR. Aunque se escribió hace más de un año, la obra (y estos pasajes en especial) abordan temas de importancia para la crisis y guerra actual. Esta es la parte número 12.
Es preciso recalcar la profunda verdad de que "salvo el poder todo es ilusión" y destacar su relación dialéctica con las siguientes cuestiones: ¿cuál es el propósito y objetivo de conquistar y ejercer el poder?; ¿por parte de quiénes, para quiénes y, a final de cuentas, para qué se ejerce?; y ¿cuál es la meta final?, es decir, ¿qué clase de sociedad y mundo queremos?
Como hemos subrayado, la relación dialéctica entre la meta final del comunismo y cada paso de la lucha por alcanzarla es un aspecto crucial que nos orienta para la aplicación de nuestra estrategia básica y nuestras tácticas en toda etapa del proceso ("siempre tener presente en qué etapa del proceso nos encontramos", es una frase que he usado). Es un principio cardinal que garantiza que nuestro trabajo y acciones en todo momento concuerden, en un sentido fundamental, con la meta final y nos ayuden a alcanzarla.
Abordamos ese principio del vínculo que no puede cortarse, que debe mantenerse a como dé lugar, entre la meta final y las tareas de cada etapa de la lucha en Predicando desde un púlpito de huesos y lo elaboramos en la polémica contra K. Venu*; así que me pareció muy útil volver a estudiar esa polémica. Ahí señalamos que el planteamiento de Venu --que los intereses del proletariado en un momento dado son muy relativos aun cuando el comunismo sigue siendo la meta final-- allana el camino al pragmatismo y oportunismo porque se puede afirmar que cualquier acción tiene alguna conexión con la meta final del comunismo, pero no basta con eso: es necesario que exista un vínculo vital y concreto entre las tareas, los objetivos y las formas de lucha de cada etapa, y la meta final. Debe haber una identidad fundamental, aunque desde luego no son idénticos en un sentido mecanicista.
Es decir, no es posible instituir el comunismo sin crear la base necesaria en el mundo entero; incluso durante la transición socialista, no es posible "saltar etapas" e instituir el comunismo por puro voluntarismo. Pero sí es imprescindible que haya una relación dialéctica entre cada etapa de la lucha y la meta final del comunismo. El comunismo no puede ser simplemente un tema de propaganda, una meta abstracta que "se menciona"; y si es así, si en un momento dado se corta el vínculo vital entre la lucha y la meta final, esta pierde todo sentido, nuestra línea y acciones se desligan de ella, y nos desviamos del camino.
Por eso es indispensable prestar atención a la aplicación de este principio (incluso ahora antes de tumbar al sistema capitalista y establecer el socialismo), y a su aplicación a la vida y lucha interna del partido, así como a las relaciones entre el partido y las masas.
También tiene aplicación al Frente Único bajo Dirección Proletaria, su base y objetivos estratégicos, y la necesidad de aplicar esta orientación estratégica antes de conquistar el poder, en la lucha por forjar la base para lanzarse a la conquista del poder, y también una vez que se conquiste y consolide el poder, a lo largo de toda la transición socialista hasta alcanzar el comunismo mundial.
Este principio de mantener el vínculo vital (y la identidad en el sentido dialéctico) entre la meta final y cada etapa del proceso es un fundamento del internacionalismo. Por eso la concepción del mundo y la línea del proletariado es el internacionalismo; por eso nuestro punto de partida fundamental, como dijo Lenin, no es "nuestro país" sino "nuestro aporte a la revolución internacional del proletariado". Elevar la lucha en un país, incluso una lucha revolucionaria avanzada, por encima de la revolución mundial corta el vínculo entre esa lucha y la meta final del comunismo; y por el contrario, para mantener ese vínculo vital y para continuar el avance hacia el comunismo, que solo puede alcanzarse en el plano mundial, es indispensable partir de los intereses del proletariado internacional por encima de todo, incluso en la lucha en un país dado.
* Pie de página: La polémica contra K. Venu, "Democracia: Más que nunca podemos y debemos lograr algo mejor", se publicó en el número de marzo de 1992 de la revista Un Mundo Que Ganar. Bob Avakian la escribió en respuesta a "Sobre la democracia proletaria" que (como indica Un Mundo Que Ganar) es "un documento borrador publicado en diciembre de 1990, escrito bajo el liderato de K. Venu, Secretario del ahora disuelto Comité de Dirección de Toda la India del Comité de Reorganización Central del Partido Comunista de la India (Marxista-Leninista)". El documento de K. Venu salió en el mismo número de Un Mundo Que Ganar.
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