voz del partido comunista revolucionario, eu
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Revolución #61, 17 de septiembre de 2006
George Bush lleva dos semanas a la carga ideológica y política. Ha redoblado la retórica belicista y la pose de cruzado… esta vez a fin de reforzar y posiblemente de escalar la ocupación de Irak y, más aun, a fin de atacar a Irán. También está acentuando el tono y las medidas fascistas: exigió que el Congreso anulara un fallo de la Suprema Corte que limita la tortura abierta y que codificara en ley que el gobierno puede torturar, pisotear los derechos jurídicos básicos de todo el que considere “terrorista” y espiar a millones de personas en el país. Los que se oponen a todo esto, una vez más, no encontraron una “voz oficial” de oposición que les hiciera eco en la capital: los demócratas no confrontan los preparativos bélicos ni la horrible legislación que el ejecutivo ha presentado al Congreso.
Todo el que pensó que Bush y sus allegados iban a pasar sus últimos dos años como un cero a la izquierda, tiene que ponerse a pensar de nuevo. Todo el que pensó que “no se atreverán…” tiene que entender urgentemente: sí se atreverán. Se están atreviendo, y lo dicen claro y a todo volumen. Es que responden a una autoridad superior: no “dios”, sino los imperativos del sistema imperialista al que sirven (al igual que el Partido Demócrata), que requieren que Estados Unidos no pierda una guerra ni que lo desafíe una “potencia advenediza” en una región del mundo que consideran estratégica.
Escalada de la(s) guerra(s)
La ofensiva del gobierno de Bush comenzó con discursos de Rumsfeld, Cheney y Bush a fines de agosto. En Salt Lake City, el 31 de agosto, Bush urgió continuar la ocupación de Irak. Hace unos meses en el Congreso se hablaba de reducir las tropas, pero eso ha pasado a un segundo plano y últimamente el senador John McCain (entre otros) ha pedido un fuerte aumento de tropas en Irak. (Las palabras de los demócratas de “poner un plazo para la retirada de tropas” son tan vagas y tentativas que no sirven para nada; bueno, sí sirven para sembrar confusión y para darle la impresión a sus seguidores de que están “haciendo algo”).
A continuación Bush sacó otra carta: “La crisis de este verano en Líbano ha puesto en claro que el mundo ahora tiene ante sí una grave amenaza del gobierno radical de Irán”. Hagamos una pausa para aclarar que la tal “crisis” de que Bush habla no es ni más ni menos que el ataque militar israelí a Líbano, que mató a casi 1,300 personas y dejó sin hogar a un millón. Esa guerra la planearon por un año Estados Unidos e Israel y parece que muchos del gobierno la vieron como un ensayo para un ataque similar a Irán. Que Bush use las palabras “grave amenaza” refiriéndose a Irán es en sí una grave amenaza y repite su caracterización del gobierno de Hussein antes de la invasión.
Luego Bush acusó a Irán de “buscar armas nucleares” y sentenció que “el desafío de Irán tiene que tener consecuencias y no podemos permitir que construya un arma nuclear”. Bush quiere asustar con las armas nucleares que “busca” Irán, pero este gobierno ha estado considerando seriamente lanzar armas nucleares contra Irán, como dio a conocer en abril el periodista Seymour Hersh. El servicio noticioso Reuters informó el 18 de abril: “El presidente G.W. Bush dijo el martes que no descarta la posibilidad de lanzar ataques nucleares contra Irán si la diplomacia no logra frenar las ambiciones atómicas de la República Islámica. Cuando le preguntaron si están trazando planes para una opción nuclear, Bush contestó: ‘Todas las opciones están sobre el tapete’”.
Un aspecto casi igualmente importante de todo esto es que Bush ha enmarcado las guerras actuales y futuras de Estados Unidos como parte de una lucha global titánica contra el “islamo-fascismo”. Esto le permite evocar imágenes de la II Guerra Mundial y ampliar el blanco de ataque a toda fuerza islámica que sea un obstáculo a los planes imperiales de Estados Unidos. Le pinta a la ciudadanía sueños de una confrontación apocalíptica que lo resuelve todo y restaura la dominación mundial de Estados Unidos, y le dice que olvide la incómoda contemplación de la situación de Irak, con la salvaje ocupación y ahora la terrible guerra sectaria entre los musulmanes chiítas y sunitas. También ofrece justificaciones para la guerra de Irán a principios del año entrante, que predicen los seguidores de Bush como William Kristol.
Como hemos dicho, y seguiremos remarcando, tal guerra sería DESASTROSA. Sería un desastres humanitario, con miles y posiblemente cientos de miles de muertos, y consecuencias y ramificaciones impredecibles para toda la región. Asimismo, sería un desastre político y continuaría la danza mortal en que el imperialismo estadounidense y los movimientos reaccionarios del fundamentalismo islámico se refuerzan mutuamente como las únicas alternativas ideológicas y políticas ante cientos de millones.
Mucha gente descuenta esto. Dice: “No van a hacer algo así. No tienen las fuerzas ni el apoyo político y sería demasiado peligroso, lleno de consecuencias imprevisibles”. Los que piensan así no están tomando en cuenta lo que ilustra una serie de libros recientes sobre la guerra de Irak (como Fiasco, de Thomas Rick, o Cobra II, de Gordon y Trainor): este gobierno no deja que la contemplación de las consecuencias negativas interfiera con la urgencia que tiene de rehacer el mundo a su imagen y semejanza. Los que piensan así también pasan por alto el hecho de que una figura de peso como John McCain (quien ahora es la “oposición responsable”) ha pedido mandar más tropas a Irak y atacar a Irán si no suspende el programa nuclear. Por último, pasan por alto los preparativos concretos que está haciendo el gobierno (como ha documentado el periodista Seymour Hersh) y el hecho de que no hay oposición política de alto nivel a dicha planificación.
Legalizar el fascismo
Un espectáculo escalofriante de la semana fue ver a Bush anunciar, con el tono y la actitud de un fanfarrón, que sí, que tienen presos en cárceles secretas. Acto seguido, le ordenó al Congreso que legalizara la tortura, las violaciones al “proceso legal establecido” por siglos y los programas de espionaje masivo dentro del país, todo lo cual ha sido hasta ahora directamente ilegal.
Esto NO es nada más una “maniobra electorera”, como se oye decir (aunque las elecciones de este noviembre son una consideración importante en esta ofensiva, como veremos más adelante). Esto es un marcado AVANCE en la trayectoria hacia el fascismo. Bush ahora quiere codificar como ley las medidas patentemente ilegales de su gobierno. Esta es una parte importante de su programa: cambiar permanentemente elementos centrales de la sociedad estadounidense hasta la fecha. Unos de ellos, por ejemplo el derecho de los acusados a ver la evidencia contra ellos y de presentar pruebas contra esa evidencia, existen desde antes de la fundación del país. El derecho a no sufrir allanamiento de morada sin causa probable de haber cometido un delito (y la intercepción de teléfonos y correo electrónico es una forma de allanamiento) ¡existe desde la Carta Magna de 1215!
La abolición de la tortura fue una demanda central de las revoluciones burguesas de los siglos 18 y 19, y la Constitución estadounidense prohíbe el “castigo cruel e inusual”. En la práctica, la burguesía estadounidense ha interpretado estos derechos a su acomodo y los ha violado descaradamente, a veces de modo extremo. Por ejemplo, este verano la policía de Chicago admitió que torturó a muchos detenidos en los años 80 y 90. En los años 60, el gobierno requisó ilegalmente miles de hogares e intervino ilegalmente miles de teléfonos. Al líder revolucionario Fred Hampton lo mataron en su cama agentes de la policía y del FBI. Se ha documentado extensamente con fotos que las tropas estadounidenses torturaron en la guerra de Vietnam.
Pero es totalmente distinto que las violaciones de la ley por las autoridades se conviertan en ley. Tales medidas no se toman a la ligera y esto indica que el núcleo de la clase dominante ha decidido que es hora de pasar a nuevos extremos y de hacer que las normas de legitimidad de la sociedad se amolden a esos extremos. Esto equivale a sacar a la luz del día ciertas medidas encaminadas al fascismo y a que el Congreso (con la dirección demócrata) les estampe su firma con sangre.
Las elecciones
Dijimos que esto no es una estratagema electoral. No se prepara una nueva guerra ni se cambian normas jurídicas centenarias a fin de defender unos escaños en el Congreso.
Pero sí se aprovecha la atmósfera politizada de las elecciones para fomentar el apoyo de la opinión pública a cambios radicales en tiempos extremos, como lo hace el gobierno de Bush. Veamos el ejemplo de las elecciones al Congreso del 2002: Bush dijo en esa campaña que era necesario atacar a Irak e imponer medidas de represión interna (por ejemplo, la ley de “seguridad de la patria”). Pero el objetivo no era ganar esas elecciones (cuyos veredictos de todos modos se deciden por otros medios), sino preparar a la opinión pública para lo que de plano dijo que iba a hacer: lanzar una guerra no provocada contra Irak y apretar el aparato represivo interno. Este año está haciendo lo mismo y sería ceguera total no verlo.
En las elecciones del 2002, los demócratas en general no se opusieron al belicismo de Bush. Más bien posaron de más duros a la hora de reforzar el aparato represivo. Eso no se debe a debilidad o desacierto político: se debe a su acuerdo esencial con los objetivos de Bush, que se desprende de su naturaleza de clase y de sus intereses como políticos imperialistas. El resultado fue una guerra para gloria del imperio en Irak, que ha dejado más de 100,000 muertos, así como un gobierno de tortura, detención y espionaje ilegal, destrucción de derechos fundamentales aquí y en el extranjero, más una acelerada trayectoria fascista, teocrática, en la sociedad estadounidense.
¿Y qué están haciendo los líderes demócratas ahora? Quejándose de que Bush y su gente no les dan el debido crédito por apoyar la “guerra contra el terror”. Callándose, cuando no apoyan, los planes de Bush en Irán. Enmudeciendo sobre la legalización de la tortura y la anulación del proceso legal establecido, y dejando que John McCain sea “la oposición” a esto. A juzgar por la legislación que McCain presentó el año pasado dizque para prohibir la tortura, esto quiere decir que McCain propondrá unas enmiendas insignificantes, luego las aguará en negociaciones a puerta cerrada y al final dejará que el presidente las invalide a la hora de firmarlas.
El libreto para los próximos dos meses va así: en un momento en que la sociedad está enfocada en la política, las alternativas que se le presentarán serán quién es “más duro” con Irán; quién conducirá “mejor” la guerra de Irak; quién aplicará con más “eficiencia” nuevas medidas contra los derechos civiles y jurídicos en el país. No importa quién gane, el efecto político neto de la campaña electoral será arrogarse un “mandato” de más guerra y represión, con consecuencias más mortales y mucho más extremas que hace cuatro años.
Para repetir, no es un libreto nuevo. Es algo que ya hemos experimentado y que nos han hecho tragar antes. Hay que preguntarse: ¿adónde nos ha llevado y adónde nos llevará ahora? La realidad es: todo el que limite o concentre su actividad política en la elección de los demócratas tiene que confrontar que esto equivale a complicidad y tiene que abrir los pinches ojos.
Surge una alternativa real
En una reunión de El Mundo No Puede Esperar esta semana en Nueva York, el locutor de Air America Thom Hartman comparó la situación a la de Alemania en 1937. No es el único. Hay una creciente convicción de que hay que parar esta trayectoria y, para hacerlo, es necesario identificar y confrontar de lleno adónde puede llegar. La hora de andarse con rodeos ha pasado. Está ganando impulso y confianza la posición (basada en la realidad) de que la oportunidad podría cerrarse, y rápidamente; de que hay que actuar ahora.
Por eso, es muy revelador que el periódico Boston Globe escribiera un editorial contra Rumsfeld y el reciente desplegado de El Mundo No Puede Esperar en el New York Times por usar la palabra “fascismo”. Primero hay que aclarar que el Globe describió incorrectamente el desplegado: dijo que solo singulariza el ataque racista concentrado en la respuesta del gobierno de Bush al huracán Katrina y el ataque al derecho al aborto. Aunque los elementos genocidas de la respuesta a Katrina y las tentativas patriarcales de controlar los derechos reproductivos de la mujer son dos asuntos sumamente importantes por derecho propio, forman parte de un programa general que incluye “guerras sin fin”, “tortura” y “teocracia”, como dice el desplegado. De hecho, las guerras de agresión, el destripamiento de los derechos políticos y jurídicos (con la criminalización de sectores de la población) y la imposición de una ideología represiva (en este caso, el fundamentalismo cristiano) son parte del fascismo. Pero el editorial del Globe dejó de lado esas otras “verdades inconvenientes”.
Fuera de eso, la junta editorial del Globe evidentemente temió que el desplegado del Times puso el dedo en la llaga y, para calmar a sus lectores liberales que estén pensando que la situación efectivamente está encaminada en una dirección extrema e inclusive fascista, equiparó las palabras de El Mundo No Puede Esperar con las de Rumsfeld. Pero es significativo que el Globe vio implícitamente que estas son las dos fuerzas potenciales en contienda: el gobierno de Bush (personificado en Rumsfeld) y El Mundo No Puede Esperar. Hay mucho trabajo que hacer para plasmar en realidad este potencial, pero esta realidad se está perfilando.
Una semana más tarde, el 7 de septiembre, los temores del Globe se confirmaron de un modo importante. Más de 1,100 personas se reunieron por todo el país en más de 50 ciudades para organizar el 5 de octubre un día nacional de resistencia para ponerle fin a todo esto. El tamaño y la diversidad de las reuniones, la importancia y el espíritu de los oradores, y el plan que esbozó la dirección de El Mundo No Puede Esperar le han dado al 5 de octubre una nueva dimensión de posibilidad.
Es sumamente importante avanzar a partir de esto. En los próximos días millones tienen que captar a fondo la extrema urgencia de la situación, recalcada por la ofensiva de Bush en las últimas dos semanas, así como la creciente posibilidad de hacer algo al respecto. Tienen que oír la verdad de estas palabras de la declaración “5 de octubre: ¡Hay una manera de hacerlo! ¡Hay un día!” (worldcantwait.org), y tienen que organizarse para hacerlas realidad:
“El 5 de octubre de 2006, en respuesta a la convocatoria de El Mundo No Puede Esperar—Fuera Bush y su Gobierno, por todo el país participaremos en un día de resistencia masiva. La amplitud, la profundidad, el impacto y el poder de ese día dependen no solo de los militantes de El Mundo No Puede Esperar y de los demás organizadores de ese día… también dependen de ustedes, de nosotros, de todos los que esperan y buscan una manera de hacer algo que tenga el potencial de cambiar la situación.
“Si no lo hacemos y no lo plasmamos en realidad, habrá consecuencias… muy negativas. Pero si respondemos al reto que se nos presenta y tomamos la historia en nuestras propias manos ese día, por medio de la acción política en gran escala, se podrá cambiar la situación en una dirección muy positiva en aras de un futuro mejor para la humanidad”.
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Revolución #61, 17 de septiembre de 2006
El 6 de septiembre, Bush posó para las cámaras y exigió que el Congreso aprobara la Ley de Comisiones Militares que le mandó. Esa ley sería un gran cambio del derecho estadounidense para legalizar precisamente la clase de tortura que se llevó a cabo en el penal Abu Ghraib y anular oficialmente muchos derechos jurídicos básicos. Estos cambios tienen implicaciones fascistas: para los actuales "combatientes enemigos" detenidos… y para todos.
Bush prácticamente fanfarroneó de cosas que antes negaba rotundamente: que el gobierno ha manejado una red internacional de centros secretos de interrogación. Lo admitió para seguir haciéndolo e ir más allá: justificar de una manera abierta las formas de tortura cometidas por órdenes suyas y exigir que el Congreso le dé formalmente al presidente el poder de detener, torturar, condenar y hasta ejecutar, con impunidad para quienes lo hacen.
Mejor dicho, Bush quiere que la tortura y la denegación de derechos básicos que ya han estado haciendo en secreto se reconozcan como norma legal y como precedente para lo que venga en esta guerra por el imperio.
Por eso es muy importante ver qué es lo que Bush demanda que el Congreso apruebe a toda carrera en las próximas semanas.
Formalizar la denegación de los derechos básicos
La Ley de Comisiones Militares propone autorizar y legalizar un nuevo sistema para juzgar a "combatientes enemigos extranjeros ilegales". Con este sistema, un tribunal militar decidirá el destino de los presos.
Esas comisiones militares se guiarán por reglas y principios ajenos a normas judiciales fundamentales desde la fundación de este país.
No permitirán que los prisioneros "confronten a sus acusadores” ni oigan el testimonio de los testigos que declaran contra ellos; tampoco podrán examinar las pruebas en su contra y ni siquiera tendrán el derecho de estar presentes durante la audiencia. Los jueces militares decidirán qué podrán ver u oír y, naturalmente, el acusado no sabrá qué es lo que no quieren que sepa.
En una palabra, pueden condenar y hasta ejecutar a una persona sin que sepa cuáles son las pruebas y sin tener el derecho de montar una defensa.
Si un tribunal militar “de captores” condena a un preso, ¿dónde está el derecho (supuestamente amparado por la Constitución) de tener un "jurado imparcial"?
¿A quiénes podrán juzgar estas comisiones militares? La ley dice que son para "combatientes enemigos extranjeros ilegales". Martin Lederman, profesor de Derecho de la Universidad Georgetown, nos dijo que jurídicamente el "concepto de 'extranjero' es aplicable a millones de residentes permanentes legales” de Estados Unidos. Agregó que el proyecto de ley aplica el término "combatiente enemigo” a fuerzas y organizaciones que "incluyen pero no se limitan a Al Qaeda, el Talibán, cualquier organización terrorista internacional o fuerzas asociadas" (nuestro énfasis).
O sea que esta ley de linchamientos militares, que hoy se justifica con el pretexto de combatir a Al Qaeda, se podría aplicar mañana contra otras fuerzas.
El término "combatiente enemigo ilegal" quiere decir cualquier persona que "ha apoyado las hostilidades y ayudado a fuerzas u organizaciones que participan en ellas". Nadie puede decir precisamente lo que el gobierno quiere decir con eso, pero es inquietante que el gobierno se atribuya el derecho de capturar a una persona que "ha apoyado" políticamente a fuerzas que combaten contra Estados Unidos en cualquier parte del mundo (aunque esa persona no haya participado en las "hostilidades").
Esto tiene implicaciones muy peligrosas. Charles Gittings, del Proyecto de Defensa de los Convenios de Ginebra, nos dijo: "El concepto básico es muy sencillo: si Bush dice que uno es combatiente enemigo, entonces es combatiente enemigo. Lo esencial del argumento jurídico es que si sindican de ‘terrorista’ a una niña de dos años de Chicago, es una decisión irrevocable y ella es terrorista porque el presidente así lo ha dicho. También está el concepto de 'apoyo material'. En la práctica eso quiere decir que solo deben acusar a personas que puedan sindicar de forma verosímil de que tienen algo que ver con el terrorismo, pero una vez que hagan eso, la norma es que uno es culpable por asociación y culpable hasta que se compruebe la inocencia".
Por donde se vea, esta ley sería una burda charada judicial que le permitiría al gobierno entablar cargos falsos, condenar y ejecutar. Consagraría esas normas fascistas en el derecho y los precedentes penales.
Legitimar y legalizar la tortura
Un aspecto especialmente siniestro de la ley es que permite usar contra los presos pruebas obtenidas por medio de "coacción". Históricamente, el uso de las confesiones y pruebas obtenidas por medio de la tortura se ha considerado una indignante práctica de la Inquisición. Ha sido una clara señal de un estado policial. El derecho estadounidense por lo general ha dicho que esas "pruebas" son "manchadas" y que no se pueden usar en los juicios (a pesar de que en realidad la policía ha encerrado a mucha gente con "confesiones sacadas a golpes"). Oficialmente, tanto el derecho de Estados Unidos como el derecho internacional no reconocen las confesiones sacadas a la fuerza.
En el discurso del 6 de septiembre, Bush describió detalladamente cómo la CIA recurrió a “métodos alternativos" para hacer hablar a un preso. En un artículo sobre el discurso, el New York Times cuestiona muchas de sus afirmaciones e informa que Human Rights Watch le dio al Times una lista de 14 hombres que cree que el gobierno capturó inmediatamente después de los ataques del 11 de septiembre y que todavía tiene detenidos en secreto. El artículo dice: "Se cree que uno de ellos, Ibn al-Shaykh al-Libi, dio falsas pistas sobre una conexión entre Irak y Al Qaeda después de que lo llevaron a Egipto en 2002. El gobierno de Bush usó la información obtenida del señor al-Libi para afirmar que Irak enseñó a miembros de Al Qaeda a usar armas biológicas y químicas. Después se supo que el Sr. al-Libi inventó esos cuentos en el penal para evitar que sus captores egipcios lo trataran mal". (NYT, 8 de septiembre) Este ejemplo demuestra que no se trata, como dicen los defensores de la tortura como el abogado Alan Dershowitz, de que sacar pruebas con torturas es moral porque "salva vidas", sino de si se le va a permitir a Bush mentir y torturar para destruir vidas.
Con la arrogancia de un mafioso que niega que ordenó una ejecución, Bush declaró: "Quiero dejar esto en claro ante la ciudadanía y el mundo: Estados Unidos no tortura. Es una violación de nuestras leyes y nuestros valores. No lo he autorizado y no lo voy a autorizar". O sea, si él lo ordena, pues no es tortura.
La ley que propuso Bush prohíbe ciertas técnicas específicas de tortura en los interrogatorios. Pero definir lo que se permite y no se permite es en sí parte del proceso de legitimar y legalizar la tortura. Unas 10 páginas de la ley legalizan las salvajes técnicas de tortura que la CIA y las fuerzas armadas han estado aplicando, como por ejemplo: exponer a temperaturas extremas, el “submarino”, posiciones de estrés dolorosas y privación de sueño. La Ley de Crímenes de Guerra de 1996 prohíbe tales técnicas y las declara delitos graves.
Bush, Rumsfeld y sus apologistas jurídicos, como John Yoo, han cambiado la definición de tortura para decir que sus salvajes "métodos alternativos" no son tortura ni ilegales. Barbara Olshansky dijo en el programa Democracy Now el 7 de septiembre que la nueva definición "dice que la tortura solo ocurre cuando una persona está a punto de un paro de órganos o de morir".
* * * * *
Para los pueblos del mundo es una pesadilla que les caigan encima estos ejércitos de asesinos y torturadores. Por todo el mundo han cometido injusticias y maltrato, como en el penal Abu Ghraib de Irak, la base aérea Bagram de Afganistán y Guantánamo, Cuba. Si el Congreso aprueba y codifica tal sistema, con normas jurídicas vergonzosas y fascistas, tendría consecuencias de gran alcance, y no solo para los presos juzgados en las comisiones militares. Serán las normas y métodos que el imperio imponga para aplastar a quienes considere un obstáculo a sus planes, aquí o en otras partes del mundo.
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Revolución #61, 17 de septiembre de 2006
Declaración del Partido Comunista Revolucionario, EU, 14 de septiembre de 2001
Septiembre 11, 2001. USA. Shock. Derrumbe aplastante de montañas de acero y concreto. Muerte. Destrucción de vidas en un momento. Búsqueda de seres queridos bajo montañas de escombros.
Del cielo se descuaja un horror.
Una señora de piel canela espera en la fila de la Cruz Roja con una foto de su esposo, buscando con los ojos, como si su angustiada mirada lo pudiera salvar. Un joven de ojos azules espera nerviosamente noticias de su amante. La esperanza cede paso al reconocimiento de que compañeros, amigos y colegas han desaparecido. Pulverizados por un conflicto que irrumpió brutalmente del cielo en la vida cotidiana.
En un instante Nueva York nos recuerda a Bagdad, Belgrado, Sudán, Cisjordania, Vietnam, Panamá, Indonesia, Hiroshima, Vieques.
La cabeza se nos llena de imágenes: madres corriendo por las calles de Bagdad con sus niños porque están lloviendo bombas Made in USA. Madres iraquíes viendo morir a sus hijos porque las bombas y las sanciones han envenenado a propósito el agua. Familias de Cisjordania cargando el ataúd de hijos despedazados por cohetes Made in USA. Obreros de la única fábrica de medicinas de Sudán escarbando los escombros que dejaron misiles cruceros Made in USA. Gente buscando protección de los bombardeos estadounidenses en Belgrado. Miles recorriendo el estadio de Santiago de Chile, donde yacen compañeros, hijos e hijas callados para siempre por un golpe militar fraguado en Washington. Ríos de Indonesia llenos de cadáveres de la oposición, masacrados por pelotones de fusilamiento con listas de la CIA.
Hiroshima, Vietnam, Bagdad. La guerra ha llegado a suelo estadounidense. El World Trade Center y el Pentágono fueron atacados como símbolos del poder económico y militar del imperialismo yanqui, pero murieron muchos inocentes.
¿Y quién es el responsable? ¿Quién puso en peligro a la población de Estados Unidos?
La estructura de poder de Estados Unidos señala con dedo acusador al Oriente Medio. Pero la respuesta está aquí. Estos imperialistas, que han perpetrado incontables crímenes y desastres contra los pueblos del mundo con su implacable explotación global y ataques militares, han creado una situación en que millones odian el gobierno de Estados Unidos por todo el mundo.
* * * * *
La población del país más poderoso del mundo sufre las inevitables repercusiones de la conducta de la estructura de poder y la sanguinaria maquinaria militar. Ahora, además de los horrores que han perpetuado contra los pueblos del mundo (horrores que multiplican por mil las lágrimas derramadas en Nueva York y Washington), han provocado la misma clase de devastación en las entrañas de su propia bestia.
Y ahora nos piden que apoyemos su revancha. Hablan de guerra y justicia. No.
No tienen el derecho de seguir buscando pelea. Son la fuente de tanto dolor y sufrimiento en el mundo. Hay que refutar contundentemente los planes de guerra y ataques militares que ya se perfilan contra países y objetivos definidos y todava sin definir.
A través del shock vemos la verdad: los explotadores globales y los multiasesinos no tienen derecho de vengarse; solo causarán más destrucción e injusticia. Unir fuerzas con ellos, pedirles protección, los espoleará a cometer más crímenes contra el pueblo de nuestro planeta.
Nos muestran fotos de chavos árabes que vitorean en las calles de los territorios ocupados, y nos piden que nos indignemos y clamemos venganza. Más bien tenemos que preguntarnos por qué la gente del Oriente Medio y de otras partes del mundo celebró los sucesos del 11 de septiembre: no por la pérdida de vidas inocentes, sino porque se vio la vulnerabilidad de una potencia arrogante que ha asesinado con impunidad y se ha jactado de invencibilidad.
*****
La clase dominante saca provecho de nuestro dolor y nos pide que recemos unidos. Pero mientras recordamos a los muertos ¿qué hace la estructura de poder? Prepara más guerra y represión. Despoja a los pueblos del mundo.
Hablan de proteger a la ciudadanía, pero hacen listas de nombres y redadas e implantan montones de nuevas medidas represivas.
Hablan de acabar el terror, por medio de la guerra, y alistan las fuerzas armadas para desencadenar grandes horrores.
Nos llaman a cerrar filas con la clase dominante y a ondear la bandera. No.
En la tensión del presente, recordamos las lecciones de la historia. Mientras gimotean que es como otro ataque a Pearl Harbor, recordamos que el gobierno manipuló los temores de la población para que apoyara la detención de miles de hijos y nietos de japoneses en campos de concentración. Recordamos que a los que se opusieron los pintaron de amigos del enemigo.
Recordar estos crímenes tiempla nuestra decisión de impedir que se repitan. No podemos dejar que nos intimide la presión oficial y extraoficial a apoyar las medidas bélicas y besar la bandera. La lógica de ese veneno ya resalta en la ola actual de amenazas y ataques a los árabes.
En medio del duelo por la pérdida de seres queridos, de las manifestaciones de solidaridad, todos los que queremos justicia de veras debemos extender la mano a los pueblos del mundo para oponernos unidos a los crímenes de este sistema, para reforzar nuestra resistencia contra todo acto de guerra y represión.
Debemos tener sumamente clara la naturaleza del gobierno que se desboca hacia una nueva guerra: esos monstruos explotadores, mentirosos y arrogantes no gobiernan para beneficio de los pueblos de este país ni del mundo. Mientras sigan en el poder, se seguirán descuajando del cielo los horrores que genera su sistema.
Partido Comunista Revolucionario, EU
Septiembre 14, 2001
revcom.us
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Revolución #61, 17 de septiembre de 2006
Larry Everest, Ray McGovern, and Cindy Sheehan, Comisión Investigadora de Crímenes de Bush, Berkeley |
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Hace poco entrevistamos a Larry Everest acerca de los veredictos de la Comisión sobre los Crímenes del Gobierno de Bush. Everest, corresponsal de nuestro periódico, ha escrito libros y artículos sobre el Medio Oriente y Asia Central. Es el autor de Oil, Power & Empire: Iraq and the U.S. Global Agenda (Petróleo, poder e imperio: Irak y la agenda global de Estados Unidos, Common Courage Press, 2003). Participó desde el comienzo en la Comisión.
Revolución: Larry, eres uno de los organizadores de la Comisión sobre los Crímenes del Gobierno de Bush. ¿Puedes contarles a los lectores que no están familiarizados con la misión y el trabajo de la Comisión qué es y qué ha logrado?
Larry Everest: La Comisión Internacional Investigadora sobre los Crímenes contra la Humanidad perpetrados por el Gobierno de Bush es un proyecto de la Declaración de conciencia de No en Nuestro Nombre. El imperativo moral de la Comisión tiene dos aspectos. Primero, investigar si se están cometiendo crímenes contra la humanidad; y, desde mi punto de vista, lo que se deriva de tal investigación es el imperativo de parar esos actos y ver que nunca se repitan. Esto se detalla ve en los estatutos, que están en el portal www.bushcommission.org. Dicen que cuando existe la posibilidad de que se hayan cometido crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad trascendentales, la gente de conciencia tiene una solemne responsabilidad de investigarlos y determinar si cumplen los requisitos de crímenes de lesa humanidad. Por eso organizamos las audiencias de octubre de 2005 y enero de 2006 en Nueva York. Cuando decimos investigarlos y determinar si cumplen los requisitos de crímenes de lesa humanidad, lo que queremos decir es: investigar con rigor y atención los hechos y las pruebas.
La legitimidad de la Comisión proviene de la integridad de los participantes y de nuestra misión moral, el rigor de la presentación y evaluación de las pruebas, y la talla y credibilidad de los testigos. Oímos testimonio de 45 personas. Entre ellas figuran destacados expertos y testigos presenciales como Craig Murray, quien fue embajador inglés en Usbekistán; Janis Karpinski, generala de brigada (retirada), a cargo de Abu Ghraib y los demás penales en Irak después de la guerra; Scott Ritter, el principal inspector de armas de la ONU en los años 90; el Dr. Alan Berkman, destacado experto sobre el VIH; y muchos otros.
Otro punto importante es que aunque citamos el derecho internacional donde corresponde, no nos limitamos a eso, porque el derecho internacional todavía no aborda muchas acciones que tienen implicaciones catastróficas para la humanidad, como el calentamiento global.
En el Grupo de Trabajo se desarrolló un profundo debate: ¿cuáles son nuestros estándares de los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad? Elaboramos una definición ampliada de crímenes contra la humanidad que nos parece un gran avance. Es decir, en pocas palabras, que hay más de un modo de hacer caso omiso de la vida humana y poner en peligro a miles de millones de personas, y que los actos sistemáticos de salvajismo contra poblaciones enteras que sacuden la conciencia de los seres humanos constituyen crímenes sistemáticos contra la humanidad.
Pero tras realizar esta investigación nos dimos cuenta de que nuestra misión va más allá y sentimos la responsabilidad de parar estos crímenes. La misión específica de la Comisión es fomentar y elevar el nivel del debate sobre: “¿Es el gobierno de George Bush culpable de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad?”. Las ideas son importantes y el clima sería muy diferente en este país si se debatiera si este gobierno está cometiendo crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, en vez de si está cometiendo errores o desaciertos aislados.
Revolución: Háblanos por favor sobre la fecha del anuncio del veredicto, que será en el contexto del aniversario de Katrina, la admisión de Bush de que la CIA ha tenido presos en penales secretos y el hecho de que el 5 de octubre y las grandes movilizaciones que ha convocado El Mundo no Puede Esperar se acercan rápidamente.
Larry Everest: No escogimos la fecha del veredicto por efecto político sino porque los cinco jueces han tenido suficiente tiempo para examinar las pruebas y presentar sus conclusiones. La fecha será el 13 de septiembre. Es cierto que se da en un momento muy importante. Ayer mismo Bush admitió que ha estado cometiendo crímenes de guerra, torturando, entregando a presos a otros países y metiendo a la cárcel ilegalmente. Lo que Bush dijo acerca de los penales secretos confirma nuestras pruebas, por ejemplo, el testimonio del embajador Craig Murray. Es una total reivindicación. También dijo que quiere seguir haciéndolo y lo defendió. Simultáneamente reciclan las mismas mentiras sobre armas de destrucción masiva, no exactamente las mismas pero muy parecidas a las que soltaron sobre Irak, para atacar a Irán.
O el tema del calentamiento global. Tuvimos que debatir si considerar el calentamiento global un crimen contra la humanidad porque francamente mucha gente no captaba lo catastrófico que es el impacto del calentamiento global ni lo intencionadas que han sido las acciones criminales del gobierno de Bush. Sé que muchos lectores han visto las reseñas de la película de Al Gore. Sin duda pinta un cuadro de lo grave que es esta crisis, pero deja salir al gobierno de Bush del atolladero. Nosotros no.
En cuanto al aniversario de Katrina, otra vez podemos ver que en los medios y el debate en general no se discutió la negligencia criminal del gobierno ni si es un crimen contra la humanidad, como debe ser. El veredicto hablará mucho de esto.
Por eso, sí, se da en un momento muy oportuno y es muy importante que millones de personas se enteren de este veredicto, que lo lean y lo popularicen, porque el gobierno de Bush ha demostrado que está resuelto a seguir cometiendo crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad si no lo paramos.
Si la Comisión realiza su misión de fomentar y elevar el nivel del debate por toda la sociedad acerca de los crímenes de este gobierno, tendrá un impacto profundo en el terreno político; eso hará que destaquen más y ganen más apoyo el 5 de octubre y otros esfuerzos de protesta y resistencia contra este gobierno. Hay una tremenda sinergia.
Revolución: ¿Puedes hablar del impacto del trabajo de la Comisión hasta la fecha en relación con el potencial de que has hablado y en particular con influenciar el terreno político?
Larry Everest: Bueno, los medios han informado hasta cierto punto sobre el trabajo de la Comisión, no como debe ser pero hasta cierto punto. Te voy a contar del impacto de la gira que hicimos en la primavera. La meta específica era despertar las universidades, donde predomina el silencio a pesar de lo que está pasando. Es de notar que en cada programa (donde se presentaron varios de una docena de testigos), dos o tres personas del público se nos acercaron y nos dijeron que fue el mejor programa de su vida, y había personas mayores que han asistido a muchos programas.
Creo que lo dijeron por varias razones. Una es la claridad de las acusaciones contra este gobierno, que apoyan millones de personas. La segunda es la talla y respetabilidad de los testigos y el rigor de las pruebas: el embajador Murray; o Ray McGovern, que trabajó muchos años en la CIA, fundó Veteran Intelligence Professionals for Sanity [grupo de ex empleados de los servicios de inteligencia] y milita contra el gobierno de Bush; o la generala de brigada [retirada] Janis Karpinski. Daniel Ellsberg habló en uno de los programas. Son individuos con conocimiento directo de sucesos específicos o del funcionamiento del gobierno y sus presentaciones tenían peso; no eran palabras vacías. Ese fue otro elemento.
Me parece que a mucha gente le encantó que se dijera esto y ver la mezcla inusual de participantes. Por ejemplo, en el programa de Berkeley participaron Daniel Ellsberg, que en los años 60 destapó la conducta del gobierno en Vietnam y desde entonces se ha opuesto a las injusticias del gobierno, al lado de Janis Karpinski y Craig Murray, que como sabes tienen perspectivas distintas y últimamente se han distanciado de las acciones de los gobiernos de Bush y Blair. También hablé yo, como corresponsal de Revolución y comunista revolucionario, y sin duda tengo una perspectiva diferente de los demás. Pero todos trabajamos juntos y nos encantó, y cada uno presentó su perspectiva sobre los crímenes del gobierno de Bush contra la humanidad. Ese era el tema central. Todos participamos con mucho entusiasmo y ese fue otro elemento nuevo y estimulante para el público.
Cuando anunciamos las primeras acusaciones frente a la Casa Blanca el 10 de enero, nos entrevistaron en 10 ó 20 programas radiales y mucha gente nos dijo: “Qué bueno que por fin alguien haga esto”. Porque nadie responde por todo esto, ni en el Congreso ni en ninguna parte de la estructura de poder. No ha habido un informe sobre estos crímenes ni mucho menos una acusación penal de los perpetradores. Así que hay una gran indignación acerca de la total falta de responsabilidad y la incapacidad del orden actual de hacer que rindan cuentas los que han cometido esas acciones.
Revolución: ¿Qué dirá el informe de la Comisión?
Larry Everest: Recomiendo examinar las acusaciones [en www.bushcommission.org], que son muy detalladas. Por ejemplo, en el caso de la guerra, hay tres temas de acusación: el inicio, la conducta y la ocupación, y no solo cómo se inició. Nada más en cuanto a la ocupación, hay muchos temas específicos de crímenes contra la humanidad. La ejecución sumaria, el secuestro y la tortura, el castigo colectivo, etc. Hay nueve acusaciones en cuanto a la conducta de la guerra. Así que son acusaciones muy detalladas sobre la invasión de Irak.
Hay otras acusaciones; hay una acusación por las medidas del gobierno de Bush en relación con la salud global. Antes de investigar esto no se entendía muy bien; yo tampoco lo entendía bien. Todos aprendimos mucho durante este proceso acerca del alcance y la naturaleza de los horrores que ha cometido este gobierno contra el planeta. Con los cinco temas de las acusaciones (la guerra de Irak, la tortura y las detenciones, los ataques contra la salud pública, los ataques contra el medio ambiente global y la respuesta a Katrina), pintamos un cuadro más profundo, exhaustivo y distinto de la criminalidad de este gobierno.
Por ejemplo, una acusación contra el gobierno de Bush es apoyar programas y medidas que empeoran la pandemia del SIDA. Una segunda acusación es haber causado el cierre de muchas clínicas de salud reproductora, que en muchos casos son la única fuente de atención y prevención de VIH/SIDA. Una tercera acusación es que ha distorsionado la ciencia para bloquear las investigaciones médicas cuando están en conflicto con la ideología de la derecha cristiana. Y la cuarta acusación es que restringió la manufactura y suministro de drogas genéricas, que son las únicas al alcance del bolsillo de la mayor parte de la población del tercer mundo que tiene VIH.
Después del 13, celebraremos el “Día nacional contra los crímenes de Bush” del 19 al 21 de septiembre, que serán actividades descentralizadas sobre los crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad del gobierno de Bush en ciudades por todo el país. Urgimos bajar de la red el veredicto después del 13, imprimirlo y distribuirlo en todas partes. También recomendamos pedir los videos de cada acusación (30 minutos) y usarlos para organizar conferencias, presentaciones en clases, protestas, etc.
George Bush irá a hablar a la ONU el 19 de septiembre, sin duda a batir los tambores de guerra, y la Comisión presentará el veredicto ahí. Nuestro lema para el día es:
Después de eso continuaremos la gira por las universidades en octubre y noviembre, y después seguiremos hablando de estos crímenes. Como oímos esta semana, el gobierno no parará estos crímenes hasta que se vaya.
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Revolución #61, 17 de septiembre de 2006
El 6 de septiembre, el Senado rechazó, en un voto de 30 a 60, una enmienda al presupuesto del Pentágono para prohibir el uso de bombas de dispersión cerca de zonas de población civil.
Por lo tanto, Estados Unidos puede seguir abasteciendo a Israel de bombas de dispersión, igual que hace mucho tiempo.
¿Cuál ha sido el resultado de esto?
Israel bombardeó a Líbano del 10 de julio hasta el 14 de agosto con armas que le abasteció Estados Unidos. Entre esas armas, sobresalen las bombas de dispersión. La Organización de Naciones Unidas informa que ahora hay más de 100,000 bombas de dispersión sin estallar en el sur de Líbano, sembrando una cosecha mortífera en muchos pueblos y aldeas, donde están lisiando, hiriendo y matando a mucha gente. Según la ONU, desde que entró en vigor el cese del fuego (el 14 de agosto) hasta el 1° de septiembre, bombas de dispersión que no habían estallado mataron a 12 civiles e hirieron a 56.
Según afirmó Jan Egeland, subsecretario general de Asuntos Humanitarios de la ONU, un cuarto de un millón de libaneses que huyeron del conflicto no pueden volver a su hogar por la devastación o por temor a estas u otras bombas sin estallar. Dijo: “Lo más ultrajante, y lo que para mí es completamente inmoral, es que el 90% de las bombas de dispersión fueron lanzadas en las últimas 72 horas del conflicto, cuando sabíamos que iba a haber una resolución, cuando realmente sabíamos que esto iba a tener un fin”. (Servicio Noticioso de la ONU, 30 de agosto)
Simon Conway, director de Land Mine Action, dijo: “Seleccionar en los últimos días del conflicto lugares poblados como blanco de municiones de dispersión que con alta frecuencia no estallan, convierte adrede los pueblos del sur de Líbano, ya hechos escombros, en campos minados que seguirán matando a civiles al azar durante muchos años”.
Los grupos de rescate internacionales y libaneses informan que las “bombitas” sin estallar quedan en el suelo, donde los niños las confunden con juguetes; cuando las recogen, estallan y los matan o lisian.
El New York Times informó el 11 de agosto que Estados Unidos estaba pensando mandar a Israel un cargamento urgente de bombas de dispersión para los ataques al sur de Líbano: cohetes de artillería M26 con 644 submuniciones o “bombitas” que se dispersan en una región extensa. Estas bombas no son para destruir vehículos ni edificios, sino específicamente para matar y lisiar a seres humanos.
Human Rights Watch y Amnistía Internacional han informado que Estados Unidos ha regado muchas de esas bombas sobre Irak y Afganistán.
El objetivo de esas armas es sembrar terror en poblaciones civiles enteras y despoblar grandes regiones geográficas. Estados Unidos las utilizó mucho durante la guerra de Vietnam, donde un comandante afirmó, tras mandar a quemar toda una aldea: “Tuvimos que destruir la aldea para salvarla”.
Durante la reciente invasión de Líbano, el ejército israelí bombardeó pueblos chiítas, sunitas y cristianos con artillería y bombas de dispersión y de otros tipos. Unos analistas han opinado que lo hizo para poner a los cristianos en contra de Hezbolá o para castigar a la población cristiana por no oponerse a la influencia de Hezbolá en el sur. Por el contrario, el bombardeo israelí, y el uso de bombas de dispersión, voltearon a la vasta mayoría de la población del sur de Líbano más contra Israel. Para mucha gente queda claro que estas bombas de dispersión, que siguen lisiando y matando, son “Made in USA”.
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Revolución #61, 17 de septiembre de 2006
En un informe el 31 de agosto, Amnistía Internacional condenó el uso generalizado de bombas de dispersión por Israel y publicó estos testimonios presenciales de sus víctimas (es.amnesty.org).
“Abbas Yusef Shibli de seis años, contó a los delegados de Amnistía Internacional cómo una bomba de racimo estalló mientras intentaba recogerla en el pueblo de Blida el pasado 26 de agosto. Desde su cama en el hospital, Abbas explicó que jugaba con tres amigos cuando intentó recoger lo que parecía un ‘frasco de perfume’. Abbas sufrió una ruptura del colon y de la vesícula biliar, una perforación pulmonar y una lesión en el nervio medial, y hasta ahora ha sido sometido a dos transfusiones de sangre. Los tres niños que jugaban con él también resultaron heridos…
“En la habitación contigua, Mahmud Yaqub, un pastor de 38 años, yacía con la pierna escayolada tras haber pisado una bomba de racimo. Mahmud explicó que perdió cuatro de sus 21 cabras durante los ataques israelíes porque no conseguían llegar al abrevadero. Rara vez durante el conflicto logró sacarlas y ahora, desde el cese del fuego, las bombas de racimo están esparcidas por las laderas donde pastaban normalmente.
“En otro hospital, Amnistía Internacional visitó a Hassan Hussein Hamadi de 13 años que sigue en coma tras una intervención quirúrgica. Su familia contó que el pasado 27 de agosto jugaba con sus cinco hermanos en el jardín delante de su casa en el pueblo de Deir al-Qanun al sur de Tiro cuando recogió una bomba racimo tipo bote que luego se le estalló, dejándole con solo el dedo meñique de la mano derecha, y con lesiones graves en el hombro y el abdomen.
“Hussein Qaduh, de 19 años, estudiante de contabilidad en el Instituto Técnico Islámico de Beirut, sostuvo lesiones graves debido a una bomba de racimo el pasado 28 de agosto en el pueblo de Soultaniye en el sur de Líbano mientras paseaba por un camino al lado del campo de fútbol. Cuando los delegados de Amnistía Internacional visitaron la zona al día siguiente, encontraron bombas de racimo sin estallar esparcidas por los alrededores, algunas de ellas a pocos centímetros del camino donde aún se veía las manchas de sangre. Hussein tuvo que someterse a una cirugía extensiva debido a hemorragias del intestino e hígado, además de otra hemorragia cerebral que no se logró contener con dicha cirugía. Su pronóstico médico es muy grave”.
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Revolución #61, 17 de septiembre de 2006
El 7 de septiembre, más de 1,200 personas se reunieron en 50 ciudades del país para entrarle con seriedad a organizar el 5 de octubre para que sea un gran avance en el movimiento para sacar al gobierno de Bush. El portal worldcantwait.org tiene informes de las regiones, la presentación de la dirección, y audios y videos de los oradores. Nuestros corresponsales fueron a varias reuniones y mandaron selecciones de los discursos que oyeron:
Daniel Ellsberg, quien destapó los crímenes de Estados Unidos en Vietnam (San Francisco):
Lo que necesitamos aquí es gente que cambie su vida, que arriesgue su profesión, su trabajo y la relación con su familia, sus jefes y con los grupos de su iglesia al asumir posiciones más fuertes de lo que muchos están dispuestos a tolerar. Que diga la verdad que a muchos no les gusta escuchar. Las cosas no se pueden cambiar sin esa valentía. Tal vez fracasemos y la situación no cambie, pero sin eso y sin la movilización de las masas ni siquiera existe la oportunidad.
Jed Stone, abogado progresista conocido por sus actividades en contra de la pena de muerte (Chicago):
Paramos a Lyndon B. Johnson para que no se postulara a la reelección. Así que sí se puede. Hicimos que Spiro Agnew renunciara desprestigiado. Estas son lecciones de la historia que no podemos olvidar. Los primeros abolicionistas se resistieron y destruyeron la esclavitud. Los nuevos abolicionistas han parado la pena de muerte en Illinois por ahora con una moratoria…Y el 5 de octubre nos vamos a levantar y nuestras voces unidas ahogarán la voz del tirano.
Timuel Black, historiador, activista de derechos civiles, fotógrafo-periodista y profesor jubilado (Chicago):
Cuando estaba en la prepa DuSable tenía un maestro que nos mandaba a escuchar la radio; no teníamos televisión en esos tiempos. Así que iba a la casa, porque tenía que escribir un reporte, y escuchaba la radio. Oí hablar a un hombre, no entendía alemán pero lo escuchaba y me daba cuenta de que algo le pasaba. Se llamaba Adolfo Hitler. Cada vez que terminaba un discurso repetía algo como “Deutchland, Deutchland, Deutchland Uber Alles”. Cuando oí al presidente de Estados Unidos hoy en la tarde, escuché el mismo concepto en inglés: “Somos los mejores. Haremos que hagan lo que queremos…” Amigos, el mundo no puede esperar, tenemos que hacer algo para parar este movimiento que va en la dirección equivocada con nuestro movimiento que irá en la dirección correcta: un movimiento humano de liberación, de igualdad y de justicia para todos, por doquier.
Bob Watada, padre del teniente Ehren Watada, un opositor a la guerra de Irak (Seattle):
Tenemos un presidente que se cree por encima de la ley… Eso es fascismo. Estoy seguro de que han notado los paralelos que hay entre lo que hacía Hitler y lo que está haciendo ahora Estados Unidos.
Judith Shattuck, de Demócratas Progresistas de América (Seattle):
Nueva Orleáns sigue en ruinas, el presidente está violando el medio ambiente… y si no hacemos que este gobierno se arrodille, estamos enseñándoles a nuestros hijos que eso está bien.
Chris Daly, del gobierno municipal de San Francisco, autor de una propuesta en las elecciones de la ciudad para pedir al Congreso un juicio de destitución de Bush y Cheney (San Francisco):
Me enorgullece trabajar con las compañeras y los compañeros de El Mundo no Puede Esperar para que el gobierno de Bush y el Congreso reconozca la magnitud del descontento del pueblo americano. Sabemos que este gobierno es el centro de la antipatía mundial. También provoca mucha antipatía de la gente común y corriente del país. Las atrocidades de la ilegal guerra de Irak, las intervenciones telefónicas ilegales, la tortura ilegal, la total malversación en respuesta al huracán Katrina: el descontento del pueblo americano es enorme. Que Bush y Cheney se larguen de las instituciones de gobierno y de justicia del país. Es lo único que basta. ¡El Mundo no Puede Esperar!
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Revolución #61, 17 de septiembre de 2006
El 11 de septiembre de 1973 el gobierno estadounidense organizó un golpe militar en Chile que tumbó al gobierno de Salvador Allende (elegido por la ciudadanía) y puso en el poder a la dictadura fascista del general Augusto Pinochet. Con motivo del 30 aniversario del golpe, el Servicio Noticioso Un Mundo que Ganar escribió: “Nadie puede decir con seguridad cuántas personas murieron. En esa época, los revolucionarios chilenos hablaban de decenas de miles de víctimas. El actual gobierno habla de tres mil, pero las fuerzas armadas que cometieron ese crimen todavía tienen la última palabra acerca de los sucesos políticos de los que no quieren hablar. Según algunas estimaciones, torturaron a 400,000 personas. La generación de intelectuales y otros sectores que logró escapar, tuvo que exilarse”. Muchos de los muertos “desaparecieron”, o sea, el gobierno los secuestró y nunca volvieron a aparecer.
A un sinnúmero de personas las llevaron a cámaras de tortura clandestinas, por ejemplo, en barcos de la Marina como el Esmeralda, donde “se usaban picanas eléctricas, se aplicaban descargas eléctricas de alto voltaje en los testículos de la víctima, se suspendía a la víctima de los pies o se la sumergía en un cubo lleno de agua o de excremento”. (Santiago Times, 7 de septiembre de 1999) En muchos casos, la verdad sobre la muerte de los desaparecidos solo salió a flote porque entre los muertos figuraban un sacerdote inglés, un funcionario de la ONU o Charles Horman, un cineasta estadounidense muerto poco después del golpe militar. La película galardonada Missing cuenta la historia de Horman.
El golpe, que desató 17 años de terror y muerte contra el pueblo chileno, fue dirigido por el gobierno estadounidense. El secretario de Defensa, Melvin Laird, le dijo al Consejo de Seguridad Nacional: “Queremos hacer todo lo posible para perjudicarlo [Allende] y tumbarlo”. Un memorando de la CIA sobre los preparativos del golpe describe las actividades de un aliado clave estadounidense en Chile para “aumentar el nivel de terrorismo en Santiago” (Ver: “The Pinochet File: A Declassified Dossier on Atrocity and Accountability”, compilado por Peter Kornbluh)
Las transcripciones de conversaciones entre el presidente Richard Nixon y el asesor de seguridad nacional Henry Kissinger poco después del golpe de estado demuestran el papel directo pero oculto de Washington. Cinco días después, Kissinger se quejó a Nixon de que “en tiempos de Eisenhower habríamos sido héroes". Nixon le contesta: “Pues no —como lo sabes— nuestra mano no se revela en esta, pues”. Kissinger continúa: “Nosotros no lo hicimos. Quiero decir, los ayudamos” y “[nombre borrado de las transcripciones] creó las mejores condiciones posibles” para el golpe. Nixon: “Cierto y eso es lo que vamos a decir”. (“New Transcripts Point to U.S. Role in Chile Coup”, Reuters, 17 de mayo de 2004)
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Revolución #61, 17 de septiembre de 2006
De unos lectores
Nota de la Redacción: Los negros y toda la sociedad debaten mucho las afirmaciones de Bill Cosby: que la situación de los negros pobres de la clase trabajadora se debe a los nombres que les ponen a sus hijos y a la actitud que tienen hacia las autoridades, y otras mentiras que los culpan a ellos. Como si ellos decidieran despedirse a sí mismos, trasladar las fábricas a otros países donde los capitalistas pueden explotar más despiadadamente, recortar los servicios sociales, abandonar las escuelas, etc. Las siete nuevas charlas de Bob Avakian (en revcom.us y bobavakian.net, ver el desplegado en esta página) tienen que ser parte de esta polémica social, especialmente la charla “Conservatism, Christian Fundamentalism, Liberalism and Paternalism... Bill Cosby and Bill Clinton... Not all ‘Right’ But All Wrong!” (Conservatismo, fundamentalismo cristiano, liberalismo y paternalismo… Bill Cosby y Bill Clinton…). Esta charla aborda explícitamente lo que afirman Cosby y otros que dicen hablar en nombre de los negros o ser amigos de ellos, explica cómo concuerda con la agenda oficial y esboza sus muy peligrosas implicaciones. En ese contexto, queremos compartir las experiencias de unos lectores. Exhortamos a todos los lectores a hacer que las nuevas charlas de Bob Avakian sean parte del debate por toda la sociedad y a discutirlas con amigos, compañeros de trabajo y contactos políticos, como parte de los preparativos para sacar al gobierno de Bush y para crear un pueblo revolucionario y un movimiento revolucionario que pueda cambiar a fondo toda la sociedad.
Escuché la primera parte de la primera charla “Why We're In The Situation We're In Today... And What To Do About It: A Thoroughly Rotten System and the Need for Revolution” (Por qué estamos en esta situación… y qué hacer al respecto: Un sistema totalmente podrido y la necesidad de la revolución) y la charla sobre Bill Cosby/Bill Clinton con un amigo. Le impresionó que Bob Avakian es un excelente orador y dijo que le gusta su forma tan clara de plantear interrogantes y de desglosarlos. Dijo que conoce grupos políticos que van a realizar discusiones comunitarias acerca de varios temas y que le gustaría que las charlas sean parte de la discusión sobre la situación actual y qué hacer al respecto. Una cosa que quiere hacer ahora mismo es llevar la charla sobre Cosby y Clinton al director del periódico negro de nuestra ciudad, porque los ataques de Cosby a las masas son tema de polémica y debate en la comunidad negra. Aunque cree que la reacción inicial del director del periódico podría ser “¿por qué es importante lo que dice este blanco?”, piensa que una vez que lo escuche verá que es importante que los lectores lo conozcan...
* * * * *
En las peluquerías, hay desacuerdo sobre Cosby y el análisis de Avakian. Unos no quieren decir que les gusta Cosby pero terminan echándole la culpa a las masas por su situación. Unos lo apoyan abiertamente. Estas peluquerías están al lado de tiendas de palestinos y eritreos, y los dueños hablan de una amplia variedad de temas. Platicaron de quién iba a poner el afiche de las charlas. [Nota de la Redacción: Los lectores pueden descargar e imprimir calcomanías, volantes y afiches sobre las nuevas charlas en formato PDF]. Resultó que las tres tiendas de la cuadra pusieron el afiche y tocaron las charlas. Creo que eso demuestra algo interesante sobre el lado positivo del proletariado multinacional y sobre la influencia mutua de las masas negras y los tenderos árabes y africanos...
* * * * *
Otro contacto es un proletario de unos 55 años que lee Revolución todas las semanas. Escuchó la primera parte de la charla de Cosby/Clinton y le encantó. Se la dejé y cuando regresé me dijo que le hizo pensar en todo lo que nos han hecho, toda la discriminación. Me volvió a contar lo que le ha pasado, por ejemplo que no pudo sacar licencia de carpintero porque es negro y todos los ejemplos de discriminación que ha sufrido. Pero luego dijo algo que queremos que todos capten: “Ahora lo entiendo. ¡Es el sistema! El sistema tiene la culpa de todo lo que nos ha pasado. ¡Es el sistema! Nos echan la culpa a nosotros pero es el sistema”.
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Revolución #61, 17 de septiembre de 2006
Joe Veale, vocero de la rama de Los Ángeles del PCR
Inspirado por el artículo "Preparativos para el 5 de octubre en un multifamiliar" que salió en el #60, quiero contarles nuestra experiencia.
En Watts, Los Ángeles, hemos estado recorriendo los multifamiliares con las nuevas charlas del presidente Avakian y con la convocatoria para el 5 de octubre de la organización ¡El Mundo no Puede Esperar! ¡Fuera Bush y su Gobierno! Hemos hablado con masas proletarias y tenderos. En varias tiendas de aquí se consigue el periódico Revolución, volantes para el 5 de octubre, anuncios sobre las nuevas charlas y brazaletes negros.
Ha sido un recorrido padre, pero muy padre. Naturalmente, tiene que ser más amplio, tiene que incorporar a muchos más y rápido. Voy a dar unos ejemplos.
Dewayne es un proletario de Sur Centro de Los Ángeles que piensa mucho en asuntos internacionales e historia; le gusta abordar principios generales y conceptualización. Hemos platicado sobre las nuevas charlas en varias ocasiones y fue la primera persona de este barrio que compró el libro de Ardea Skybreak La ciencia de la evolución y el mito del creacionismo.
Después de escuchar la charla “Communism and Jeffersonian Democracy” (El comunismo y la democracia jeffersoniana), Dewayne exclamó: "¡Por qué no había oído esto antes! Eso no lo enseñan en la escuela. Jefferson fue atroz. Todos son hipócritas con criterios dobles".
Dewayne tendía a ver esto como si los de arriba quieren engañar a la gente y no veía que las palabras y las acciones de estos surgen de las relaciones (económicas) de producción. Bregamos sobre eso y la democracia burguesa en general, y sobre asuntos urgentes como sacar al gobierno de Bush y por qué no podemos atenernos a los demócratas.
También bregamos sobre el presidente Avakian. Él decía que "para ser blanco es muy radical". Yo le dije "que el radicalismo que te gusta es porque es un líder comunista". Le dije que es como Mao y Lenin, que él se apoya en ellos pero que ve y va más allá de lo que ellos pudieron, y que alguien como él es poco común, singular y especial.
Dewayne pensó en eso y dijo: "Me intriga mucho lo que dice. Piensa en el futuro. Quiero estudiar más, todavía no estoy listo. Pero quiero que sigamos hablando de esto porque quiero saber más". Quería saber qué cambiaría si se incorpora al partido. Hablamos del camarada Mobile, de cómo era su vida dentro del partido y con las masas. Dijo que tendría que saber más antes de hacer eso.
También escuché las charlas con Rob. Con él escuché "Conservatism, Christian Fundamentalism, Liberalism and Paternalism… Bill Cosby and Bill Clinton… Not all ‘Right’ But All Wrong!” (Conservatismo, fundamentalismo cristiano, liberalismo y paternalismo… Bill Cosby y Bill Clinton…).
Se rió y expresó acuerdo con la parte que dice que "…los chavos con pantalones a lo Cantinflas no se despidieron ellos mismos…" y agregó que el nombre anterior de Mohammed Alí era el de un esclavista.
Le pareció que mucho de lo que Avakian dice es cierto. Mencionó que trabajó en una fábrica de químicos que cerró y se fue a otro país, y que él no se despidió a sí mismo. Ahora se gana la vida reparando carros viejos frente a su casa.
Dijo con dolor que a los de arriba no les importa la gente como él y que está furioso de no tener trabajo. Discutimos sobre la ira que tiene hacia los inmigrantes, a quienes culpa por trabajar por salarios que para él son degradantes y míseros. Dijo que el problema es que la gente toma “malas decisiones” y hablamos sobre lo que Avakian dice al respecto.
Hablamos de los que van a cenas de $10 mil dólares y toman decisiones sobre qué país atacar o cuántos miles de millones sacar de México, por ejemplo, para invertirlos en Tailandia, donde los salarios son más bajos. Le conté que vi un programa en el canal PBS sobre el Congo, donde pagan $2 al día a los mineros para que en los países imperialistas, como Estados Unidos, Europa y Japón, y otros puedan tener teléfonos celulares.
Le pregunté por qué las opciones que tienen son: hacer esos trabajos, pasar hambre o robar para subsistir. ¿Por qué los de arriba tienen esas otras opciones? Bregamos un rato sobre eso. ¿Qué tiene que ver eso con la forma en que está organizada la sociedad? ¿Por qué él tiene que escoger entre arreglar carros o pasar hambre?
Al fin admitió que era incorrecto culpar a los inmigrantes por su situación, pero siguió con la idea de que la gente "toma decisiones". Al fin dijo que son las dos cosas: el sistema y las decisiones que la gente toma.
Dos proletarios jóvenes, Steve y Rashad, escucharon la misma charla y les encantó. Dijeron que lo que dice es la verdad. Son de la generación que enfurece a Bill Cosby y a Bill Clinton.
Así y todo, ven a Cosby como alguien que "salió adelante" y que ahora mira con desprecio a los machacados por el sistema. No comprendían muy bien que Bill Cosby y Bill Clinton están lanzando un ataque ideológico para privar a las masas de lo que saben sobre su situación: que ellas no crearon su situación sino el sistema. El propósito es cegar a la gente para que no vea con claridad cuál es el problema y cuál es la solución, para que no cambie sus circunstancias y a sí misma en el proceso.
Fue necesaria más lucha y discusión para que vieran eso, pero una vez que lo vieron pidieron información sobre los inmigrantes. Según Rashad, nueve de diez negros toman una posición incorrecta sobre ese asunto.
También hemos estado hablando sobre el 5 de octubre y nos reunimos con varias personas para ver la película de Spike Lee sobre Nueva Orleáns. Están circulando brazaletes negros que dicen "Katrina: ¡Ni perdonar! ¡Ni olvidar! ¡Fuera Bush y su gobierno! 5 de octubre".
Nos han dicho cosas como esta: "Eso es un crimen. Hay que hacer algo. Así siempre nos han tratado 'los blancos' [o a veces dicen Bush]… estoy muy enojado por eso… la gente sigue sufriendo… Pero no me sorprende". Luego hablamos de que sí debe sorprender porque representa un nuevo nivel de la opresión de los negros, de los pobres y de quienes el gobierno considera desechables, como los gays y los discapacitados. Es parte del plan que tienen los fascistas cristianos amigachos de Bush para limpiar la sociedad de quienes la han "manchado".
A veces cuando hablábamos de la guerra del imperio nos contestaban que la guerra es porque Bush está en contra de la gente del "tercer mundo". O sea, que lo de Katrina es porque el gobierno de Bush está en contra de la gente del "tercer mundo". En medio de las discusiones y debates también hicimos planes para conmemorar el aniversario de Katrina, distribuir brazaletes y volantes, y escuchar más charlas de Avakian.
A un inmigrante proletario le entusiasmó hacer algo en el aniversario de Katrina. Estaba enojadísimo porque dejaron morir a tanta gente. Espera que esto anime a los negros a luchar porque demuestra cómo el sistema siempre ha tratado a los negros. Dice que el sistema siempre miente y trata de enfrentar a los negros contra los inmigrantes. Le pareció una buena oportunidad para demostrar que tienen una lucha en común.
Así que el 3 de septiembre unas doce personas nos reunimos en un parque e hicimos un picnic con el tema: "Katrina: ¡Ni perdonar! ¡Ni olvidar! ¡Fuera Bush y su gobierno! 5 de octubre". Colocamos enormes afiches de "Se busca" y fotos de Nueva Orleáns. Repartimos volantes para el 5 de octubre y brazaletes, y vendimos playeras de "Se busca", Revolución y las nuevas charlas de Avakian.
Yo hice una presentación sobre Katrina, el 5 de octubre y qué tienen que ver con la revolución. Escuchamos música, comimos y hablamos informalmente de que hay una manera y un día para construir un movimiento para sacar a Bush y su gobierno. Surgieron preguntas como: ¿Es posible que suficiente gente salga a la calle y siga adelante? ¿Se podrá sostener y extender una suficiente conmoción social para lograr esto? ¿Qué se puede aprender de las megamarchas de los inmigrantes? Bush tiene mucha gente que lo apoya, ¿qué vamos a hacer con eso? ¿No necesitamos gente de "adentro" que nos apoye?
Debatimos estos y otros temas y trazamos planes para El Mundo no Puede Esperar. Esto sembró entusiasmo y varias personas se llevaron volantes para repartir y hablar del 5 de octubre.
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Revolución #61, 17 de septiembre de 2006
Recibimos esta carta de un miembro de un equipo que vende libros de texto de Libros Revolución en las universidades:
Ayer vendimos 43 copias de la autobiografía de Bob Avakian From Ike to Mao… and Beyond en tres clases de Historia de las Américas y hay bases para vender más mañana. Tras reunirnos varias veces con el profesor durante el verano, nos dijo que no iba a usar el libro en el otoño pero que lo consideraría para la primavera. Sin embargo, se mantuvo “abierto”, platicamos más y a fin de cuentas decidió incluirlo en la lista de libros “opcionales”. Con eso, saltamos a aprovechar la oportunidad. Nos presentó a sus clases de una manera positiva, hicimos comentarios sobre el libro y la gran mayoría de los estudiantes que iban a comprar libros lo compraron. Leerlo y escribir un ensayo de 8 a 12 páginas será el 35% de la nota. Para nosotros será una buena oportunidad para enterarnos de lo que piensan del libro los universitarios y para crear una base para venderlo más.
Quería contarles y decir que sigo trabajando con otros profesores para que pongan la autobiografía en la lista de libros de sus cursos. Estas son las primeras clases universitarias que lo usan, pero un profesor de preparatoria hizo un pedido de 40 libros. Escribo para que todos sepan que trabajar con persistencia da resultados y para pedir que escriban sobre sus experiencias en las universidades.
Permalink: http://revcom.us/a/061/iranmaoist-es.html
Revolución #61, 17 de septiembre de 2006
A continuación publicamos pasajes del Informe Político de una reunión del Comité Central del Partido Comunista de Irán (Marxista-Leninista-Maoísta), un partido que participa en el Movimiento Revolucionario Internacionalista, al igual que nuestro partido. El documento completo lo distribuye el Servicio Noticioso Un Mundo que Ganar. Estos pasajes presentan las ideas del Partido Comunista de Irán (Marxista-Leninista-Maoísta). Los publicamos para poner a nuestros lectores al tanto de los puntos de vista de fuerzas revolucionarias del resto del mundo.
Del Servicio Noticioso Un Mundo que Ganar
28 de agosto de 2006. Servicio Noticioso Un Mundo que Ganar. Presentamos pasajes del Informe Político de una reunión del Comité Central del Partido Comunista de Irán (Marxista-Leninista-Maoísta).
Introducción
Con la agudización de las contradicciones entre Estados Unidos y la República Islámica de Irán (RII), la posibilidad de un ataque militar contra Irán se ha impuesto como cuestión principal en Irán y en el escenario político mundial. El objetivo yanqui es obtener una dominación directa sin rival sobre Irán. Estados Unidos quiere usar a Irán como peldaño hacia la consolidación de su dominación del Medio Oriente y el mundo. Para lograrlo, no puede apoyarse en un gobierno cuyas declaraciones de independencia política y cuyo carácter “nacionalista” son uno de los pilares de su legitimidad. Cuando Estados Unidos trabaja en el Medio Oriente por forjar un nuevo orden mundial, tales gobiernos ya no le son útiles. Estados Unidos necesita nuevos expertos reaccionarios, formados por las escuelas políticas del Pentágono y del Departamento de Estado. Además, el gobierno iraní depende del sistema capitalista mundial principalmente por medio de los imperialistas europeos; también tiene lazos con los imperialistas rusos. Todo eso hace que sea un obstáculo a los planes del imperialismo yanqui.
El que Estados Unidos cumpla sus amenazas o no, o cómo (ataques aéreos, ocupación militar parcial o completa, despliegue de fuerzas armadas en la frontera iraní), dependerá de diversos factores: el poderío militar yanqui, dada la posibilidad de que las potencias europeas no cooperarían; la oposición de las potencias regionales como Rusia y China; la fuerza del movimiento contra la guerra en el mundo; el crecimiento y la ampliación del movimiento popular en Irán contra la RII; y si un sector importante de las fuerzas políticas y militares de la RII estaría dispuesto a cooperar con el plan yanqui de un cambio de gobierno.
La rivalidad entre las facciones de la RII, sus constantes escisiones y desconfianza mutua (cada una teme que las demás la traicionen a Estados Unidos), es una de las raíces principales de la inestabilidad y la debilidad del gobierno. A causa de la resistencia popular y la falta de cohesión interna del gobierno, la coalición gobernante no es capaz de reprimir como antes a los movimientos populares. Por eso, está en una situación inestable y se está debilitando su control de la sociedad.
Hoy la confrontación política entre la RII y Estados Unidos condiciona fuertemente la posición y las tendencias políticas de diversas capas y clases en Irán. Estamos presenciando el crecimiento de apoyo a uno u otro de estos dos polos entre un amplio abanico de fuerzas políticas. Pero el profundo odio popular a la RII, de un lado, y, del otro, los resultados desastrosos de las invasiones yanquis de Irak y Afganistán, han fortalecido la oposición a ambos polos reaccionarios.
El estado de ánimo y las tendencias de las masas
Las masas tienden fuertemente a creer que Estados Unidos y la RII llegarán a un compromiso y evitarán un conflicto general. Muchas personas tienden a creer que los dirigentes de la RII son tan corruptos que al último momento cederán lo que sea necesario para permanecer en el poder. Esta lógica tiene cierta base material, pero expresa una fuerte falta de conocimiento acerca de lo que pasa en el mundo y en la región. Aunque en sectores intelectuales se manifiestan una tendencia nacionalista y un deseo de defender la patria, la mayoría de la población reacciona con indiferencia a la situación. La tendencia dominante es maldecir e insultar a la RII y a Estados Unidos. La RII ha predicado en cierta medida la idea de defender la patria, con la esperanza de resucitar los sentimientos populares de los años de la guerra contra Irak, pero al parecer no ha tenido suerte. En conversaciones acerca de la guerra entre Irán e Irak, la mayoría concluye: “Nos engañaron”. Las masas saben que cayeron en más pobreza y que los que tenían el poder acumularon enormes riquezas. Por eso, odian profundamente a los dirigentes del gobierno, en particular a los comandantes de los Guardias Revolucionarios.
Obviamente, no es fácil predecir cómo reaccionarán las masas en el caso de un ataque militar. Si estalla una guerra, con todas las consecuencias correspondientes, podrían surgir varias tendencias espontáneas. La mayoría de la población, en particular en las ciudades, no defendería a la RII y vería con indiferencia una guerra entre la RII y Estados Unidos. Pero la experiencia de la lucha de clases muestra que tales sentimientos no durarían mucho tiempo. Si las fuerzas avanzadas y revolucionarias no juegan un papel firme, el peligro principal para el pueblo sería caer bajo el ala de los intereses de uno u otro grupo reaccionario. Por eso, es urgente formar un polo revolucionario.
Solo un polo antiimperialista y antirreaccionario podría movilizar a las masas y desencadenar su iniciativa. Solo un firme plan y la propagación de la alternativa del tercer polo pueden generar esperanzas y motivación para que las masas decidan su propio destino. Formar un tercer polo será una tarea muy difícil, porque la mayoría de las masas tiene fuertes dudas ideológico-políticas acerca del desarrollo de la situación y las posibilidades para el futuro. Pero eso no se evaporará sin un frente relativamente poderoso que sea independiente de los imperialistas y de la RII, y que se encamine a una confrontación con ambos.
Las luchas populares constituyen el principal punto de partida para construir este polo. El desarrollo de las luchas populares es otro suceso político que caracteriza la nueva situación. Aunque estas luchas (de obreros, estudiantes, mujeres y jornaleros de las ciudades y las aldeas) tienen sus altibajos, son una expresión de un nuevo estado de ánimo que, en términos prácticos, está en contradicción con los polos políticos de la RII y Estados Unidos. No debemos subestimar la influencia de las líneas burguesas y las tendencias políticas en los movimientos populares, pero debido a este potencial revolucionario, entre otros factores importantes, los imperialistas y los reaccionarios piensan dos veces antes de llevar a cabo sus planes. El imperialismo yanqui apoya solo a los movimientos que amplían su influencia en la sociedad. Cuandoquiera que ocurren rebeliones radicales y combativas, los imperialistas no las apoyan y, es más, dudan en proseguir sus planes. Por eso, únicamente al apoyarnos en las luchas populares y al organizar la revolución podemos impedir la ejecución de los planes criminales de los enemigos.
La necesidad de formar un tercer polo
La lucha antiimperialista también es una lucha de clases. Eso quiere decir que diferentes sectores y clases abordan de distintas maneras esta lucha. La política del tercer polo es una política de clase que ante todo obedece a los intereses de la clase obrera y de la mayoría de la población y se opone al poder político de las clases reaccionarias y de los imperialistas.
No es difícil imaginar las posibles combinaciones de fuerzas del gobierno que Estados Unidos está fraguando para el futuro de Irán: los antiguos verdugos del cha, los Guardias Revolucionarios de Jomeini y la Organización de Mujaidines Khalq (que, cuando huele el poder, empieza a amenazar a los comunistas), más comandantes militares y agentes del servicio de inteligencia yanquis con mucha experiencia en la organización de escuadrones de la muerte en América Latina.
En cuanto a las metas en Irán, Estados Unidos se está preparando para dejar intactas las relaciones sociales y de producción e imponer nuevos guardias de otro estado reaccionario dependiente del imperialismo.
La política del tercer polo se opone a la reacción y al imperialismo, lo que quiere decir oponerse a la República Islámica y a cualquier gobierno reaccionario que la reemplace por medio de intrigas, manipulación política, crímenes militares y posiblemente años de una guerra civil parecida a lo que está pasando en Irak.
En la revolución de 1979, los imperialistas del Grupo de los 7 se unieron con Jomeini y su camarilla para cortar de tajo la revolución y derrotarla. Hoy, el Grupo de los 8 (los mismos imperialistas más Rusia) busca decidir el futuro de Irán después de la RII, y esta vez posiblemente quieren imponer un nuevo gobierno reaccionario mediante una guerra, bombardeos, golpes de estado y escuadrones de la muerte.
El chiste es si queremos forjar y podemos forjar otra alternativa. En esencia, la política del tercer polo propone una alternativa al actual gobierno y a los futuros gobiernos reaccionarios. Por ello, no basta oponerse a la inminente guerra. El verdadero reto es el futuro de Irán. ¿Nosotros, el proletariado y el pueblo trabajador de Irán, queremos tomar nuestro futuro y destino en nuestras manos o no? Tal es el problema fundamental que deben abordar todos los comunistas y revolucionarios y fuerzas progresistas.
Hoy, la realidad es que el gobierno reaccionario y el imperialismo tienen sus propias alternativas, pero el pueblo no. ¿Cómo se puede cambiar esta situación?
Los comunistas deben crear un tercer polo apoyándose en sus aliados más cercanos que representarán los intereses de la mayoría del pueblo y trabajarán por construir un polo que tenga influencia y autoridad sobre un gran sector de la población. En esta conexión, tal polo debe introducir un programa y plan mínimos para gobernar la futura sociedad, expresarse como una alternativa al servicio de las masas y luchar por ganarse el reconocimiento como tal de las masas.
También es posible aprender de los reaccionarios. Antes de obtener el poder estatal en 1979, Jomeini y su camarilla ya estaban actuando como un futuro gobierno. Por eso, pudo movilizar fuertemente a su base social e influir a sectores de la población que no eran parte de su base social. Pero pudo presentarse como gobierno alternativo porque había alcanzado un acuerdo con las potencias imperialistas.
Nuestra fuente de fuerza es el pueblo y nuestra aspiración es servir a los intereses de la mayoría del pueblo. Al apoyarnos en él, debemos declarar con valor que el pueblo necesita su propio poder político.
Además, para que el tercer polo sea más que una oposición, debe dedicarse a dirigir las luchas populares y a ser un centro dirigente de las diversas luchas de las masas. Las experiencias de estas luchas han mostrado que cuando surjan las luchas de las masas, la existencia de tal centro puede jugar un papel positivo en el desarrollo de la lucha popular y en la expansión de las iniciativas revolucionarias, y contribuir a desarrollar la fuerza política y práctica del tercer polo. La tarea de nuestro partido en este período álgido es trazar un horizonte claro para la lucha revolucionaria. El trabajo para forjar tal unidad revolucionaria amplia corresponde cien por cien a nuestra meta y horizonte. En la corriente de tal unidad, nuestro partido propagará su propio programa y perspectiva, o sea, la revolución proletaria. Nuestra alternativa es un nuevo estado. El programa de nuestro partido esboza la estructura de tal estado. Queda claro que se puede obtener tal nuevo estado con un programa social y económico de nueva democracia y una orientación socialista únicamente por medio de una guerra revolucionaria. Pero la oportunidad política para obtenerlo pasa por la actual lucha política.
Cómo llevar a cabo esta política
Como cualquier gran obra, se necesita un fuerte centro con la necesaria flexibilidad para poder unir a un espectro más amplio.
Nuestro partido, como partido comunista, debe jugar un papel importante en la formación de tal centro fuerte. Pero se debe extender tal papel a todo el movimiento comunista de Irán. Sin la intervención, cooperación y coordinación de los partidos y organizaciones comunistas y revolucionarios afines, no es posible concretar la política de un tercer polo y llevar a cabo un programa común.
Definitivamente tal programa contribuiría a fortalecer todo el movimiento comunista en Irán y sentaría las bases para el desarrollo ideológico, político, organizativo y práctico de ese movimiento. Como es sabido, para construir la amplia unidad de todos los comunistas de Irán, también se necesita trabajo teórico y práctico de otras formas, y no podemos reducir el conjunto de las tareas de los comunistas de Irán a las tareas políticas más urgentes del día. Pero sin la firme intervención política y la organización de la práctica revolucionaria, eso no es posible con el disperso frente de los comunistas de Irán.
El trabajo para unir a algunas fuerzas y partidos de izquierda es un nivel de actividad, pero otro nivel es unir a los activistas de los movimientos populares en torno a la política del tercer polo. Sin formar tal nivel de unidad, no es posible influenciar decisivamente la opinión pública. Esta unidad dará esperanzas a muchas masas avanzadas.
Es claro que la lucha del pueblo se debe apuntar contra el enemigo principal, la RII. Mientras esté en el poder, no se puede hablar de apuntar la lucha contra Estados Unidos y el gobierno por igual. Pero es importante presentar claramente la realidad del probable futuro (los planes del imperialismo yanqui) y oponerse a las ilusiones falsas o apoyo a las políticas yanquis. Únicamente de esa manera se puede impedir la desintegración del movimiento popular al servicio de los intereses de uno u otro polo reaccionario y movilizar apoyo para el tercer polo.
El chiste es que las masas y sobre todo los comunistas y las fuerzas revolucionarias deben captar la urgencia de la situación: que si no nos apresuramos, correremos el peligro de que en los inminentes sucesos políticos quedemos atrapados entre la RII y los imperialistas. Ahora mismo la contradicción entre el imperialismo y la RII y las grietas en el campo enemigo nos han generado aire para respirar. Si no hacemos nada ahora, mañana será muy tarde. Tal situación no durará mucho y después tendremos una situación peor que Irak.
¿Cuál es la relación de esta política con la estrategia de la guerra popular?
¿Cómo serviría esta táctica a nuestra estrategia? ¿Cuáles son sus objetivos a corto plazo y a largo plazo? ¿Qué relación tiene con el plan de reconstruir el movimiento comunista? ¿Cómo puede contribuir a iniciar la guerra popular? Para contestar estas preguntas, se necesitan más discusión y debate.
Después de la formación de nuestro partido, señalamos que necesitamos una acumulación inicial de fuerzas para comenzar la guerra popular. Necesitamos ganarnos a estas fuerzas mediante actividad en los movimientos populares y el impulso de la construcción de nuestro partido.
Debemos continuar señalando esta orientación básica. Pero ¿cómo avanzar cuando la situación política experimente cambios críticos? Eso tiene mucha importancia cuando la violencia ejerza un papel crítico en la marcha de los sucesos políticos. Una de las particularidades positivas de la situación es que los imperialistas no ocultan este hecho; admiten que no pueden avanzar sin usar armas y violencia. Aunque siempre han usado la violencia, en la década después del derrumbamiento de la Unión Soviética, las ilusiones acerca de “la era de paz”, incluso de parte de las fuerzas políticas progresistas, generaron un ambiente de hostilidad hacia la violencia revolucionaria y la idea de una guerra justa. Pero el actual ambiente es más favorable para la propagación de ideas tales como “sin un ejército popular nada tendrá el pueblo” y “sin el poder político todo es ilusión”. Las tendencias economicistas y reformistas en el movimiento de izquierda serán un obstáculo a esta línea, pero debemos propagar ampliamente nuestra propaganda y agitación de que sin la violencia revolucionaria no habrá manera de transformar la sociedad y eliminar la injusticia. Tal situación facilitará cada vez más el trabajo de educar a las masas acerca de la necesidad de tener su propio ejército y de organizar la violencia revolucionaria.
Por último, el tercer polo, según nuestro punto de vista y en los hechos, es un nuevo poder político, opuesto al viejo sistema y a sus esfuerzos por renovarse. En lo fundamental, este polo se concretará por medio de una guerra popular, un ejército popular y el nuevo poder. Pero se debe plantear ahora la política que llevará por ese camino y se debe empezar a concretarla. Hay que propagar con valor el programa de la sociedad futura opuesta al viejo sistema. Naturalmente debemos analizar las fuerzas políticas existentes, pero también reconocer y trabajar por plasmar el potencial más amplio. Eso generará un ambiente a favor de nuestro trabajo estratégico.
De todos modos, en este amplio frente debemos crear constantemente opinión pública de que sin un ejército popular, las masas quedarán aplastadas entre dos fuerzas poderosas, los reaccionarios iraníes y los imperialistas, y no lograrán nada. Además, la experiencia de Irak ha mostrado que las masas no quedarán calladas ante una invasión imperialista. Si Estados Unidos ataca y ocupa al país, el pueblo resistirá espontáneamente. Si los comunistas no están presentes para encauzar la lucha y el odio del pueblo hacia la revolución proletaria, este podría seguir a la cola de las clases reaccionarias y se dejará dirigir por un camino reaccionario.
Nuestra política hacia el movimiento mundial contra la guerra
Entre las fuerzas occidentales contra la guerra, cunde una tendencia que presta poca atención al carácter de clase y al programa social de las fuerzas reaccionarias que se resisten a los imperialistas. Deben distinguir entre las diversas fuerzas que se resisten a los imperialistas, y tomar una posición de modo que contribuya a forjar una resistencia revolucionaria (no una resistencia reaccionaria) a los imperialistas.
Eso ayudaría a las masas a deshacerse de la influencia de los reaccionarios locales y a lanzar una lucha de liberación revolucionaria y antiimperialista. Luchar contra el imperialismo con un programa reaccionario no es resistencia contra el imperialismo. El objetivo de estas fuerzas reaccionarias locales es obtener una pequeña parte de la explotación de los pueblos del mundo. Es importante ver esto desde el punto de vista del internacionalismo. Nuestra visión no contradice el derrotismo revolucionario [el argumento de Lenin de que en tiempos de guerra, las masas de los países imperialistas deben darle la bienvenida a las derrotas de su propia clase dominante], sino que lo completa. El actual movimiento mundial contra la guerra debe asumir la consigna de impedir la guerra yanqui contra Irán. Pero, a su vez, este movimiento debe apoyar la lucha de los iraníes contra la RII.
La debilidad del movimiento contra la guerra en el caso de Irak es que no ha existido un tercer polo antiimperialista y antirreaccionario en ese país. Si existiera, el movimiento contra la guerra lo apoyaría, y ese movimiento tendría cualitativamente más influencia y legitimidad política contra los imperialistas. En una palabra, es importante que el movimiento contra la guerra apoye a las fuerzas revolucionarias en Irán.
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Revolución #61, 17 de septiembre 2006
El 5 de septiembre, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) declaró a Felipe Calderón, del Partido de Acción Nacional (PAN), presidente de México, y rechazó el reto de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), del Partido de la Revolución Democrática (PRD). El Tribunal dijo que a pesar de "irregularidades" durante las elecciones del 2 de julio y de la clara intervención del presidente Vicente Fox del PAN y de los empresarios a favor de Calderón, esto no fue suficientemente determinante para invalidar el resultado.
Cuando estalló la controversia por las elecciones después del 2 de julio, todo mundo esperaba que la decisión del solemne TEPJE pusiera fin a la crisis política. Se anticipaba que los partidarios de Andrés Manuel López Obrador levantarían el bloqueo del centro de la capital y regresarían a casa, y que el descontento social que se ha enfocado en esta disputa de la estructura de poder se desvanecería. Todo lo contrario. México está más polarizado que nunca. AMLO no se da por vencido y el 16 de septiembre seguramente habrá un enfrentamiento. No se sabe qué pasará.
A pesar de todo, el 6 de septiembre, Bush telefoneó a Calderón y a Fox para felicitarlos por "la solidez de las instituciones democráticas mexicanas". ¡Como si el 1º de septiembre, la noche que Fox tenía que dar su último Informe presidencial, no hubiera francotiradores en el techo del Congreso ni tanques y miles de soldados en las calles, y como si los delegados del PRD y del Partido de los Trabajadores (PT) no se hubieran apoderado de la Cámara de Diputados para impedirle que rindiera el Informe! El 6 de septiembre se vio de nuevo la "solidez de las instituciones democráticas" cuando, para atender a su propia ceremonia en el TEPJF, Calderón tuvo que llegar en helicóptero y entrar y salir por la puerta de atrás, mientras que 1,200 agentes de la Policía Federal Preventiva protegían los alrededores. Las puertas del Tribunal quedaron cubiertas de huevos y al ex secretario de la Reforma Agraria le cayeron en la cabeza terrones cuando iba a entrar.
El 16 de septiembre, el Día de la Independencia, la situación llegará a un punto crítico. AMLO ha convocado a que un millón de delegados de todo el país llenen las calles del centro y atiendan una Convención Nacional Democrática para crear un nuevo movimiento de resistencia pacífica. Los militares dicen que realizarán su desfile tradicional en esas mismas calles. El bloqueo de los partidarios de AMLO sigue. La Convención podría elegir un gobierno paralelo, con su propio presidente "legítimo" que "tome posesión" el 20 de noviembre o el 1º de diciembre. AMLO ha propuesto 10 resoluciones ante la Convención, entre ellas: “si reconoceremos al gobierno de la usurpación o lo desconocemos; si nombramos un presidente de México, un jefe de gobierno de la resistencia o un coordinador de la resistencia civil pacífica”; y si la Convención deberá establecer una asamblea permanente y elegir un consejo político para dirigirla cuando no esté en sesión.
La lucha de seguro aumentará y las expectativas de cambios radicales de las masas populares son muy altas. En los próximos días todos los ojos del mundo tienen que estar sobre México.
Los lectores encontrarán un análisis detallado de los sucesos actuales de México en Revolución #60: “México: El volcán político retumba” y “¿Quién es AMLO, cuál es su programa y hacia dónde va?”.
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Edición especial de Revolución sobre México (4 páginas)Permalink: http://revcom.us/a/061/cheers-es.html
Revolución #61, 17 de septiembre de 2006
Aplausos a Charles Barkley, basquetbolista del “Hall of fame” del NBA, por ser una voz poco común de apoyo a los gays en el mundo deportivo. Barkley le dijo a Chris Berman del canal ESPN: “Creo que si [los gays] quieren casarse, que dios los bendiga”.
En la misma onda, aplausos a Brad Pitt, quien le dijo a la revista Esquire (19 de septiembre): “Angie [Angelina Jolie] y yo nos casaremos cuando todo el mundo que quiera casarse en este país tenga el derecho de hacerlo”.