Revolución #97, 29 de julio 2007

voz del partido comunista revolucionario, eu

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Revolución #97, 29 de julio de 2007


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Mientras el Senado debate:

Más muerte en Irak…nuevas amenazas contra Irán

Larry Everest

El debate del 17 y 18 de julio del Senado sobre Irak duró toda la noche y terminó donde empezó: sin un acuerdo sobre qué hacer y con Bush todavía al mando y resuelto a continuar la guerra.

Los demócratas propusieron votar sobre una resolución para empezar a retirar las tropas de combate de Irak en cuatro meses y terminar operaciones de combate en abril del 2008. Dado que todo mundo sabía de antemano que los demócratas no tenían los 60 votos necesarios para impedir que los republicanos bloquearan el voto o para impedir que Bush vetara la resolución, en parte fue una obra de teatro político imperialista coreografiada con el propósito de apaciguar a su base de apoyo, que se opone cada vez más a la guerra. (Las últimas encuestas indican que el 68% de la ciudadanía se opone a las acciones de Bush en Irak, el 53% piensa que la guerra fue un error, casi el 44% quiere que las fuerzas armadas se retiren de Irak antes de la primavera del 2008 y el 45% está a favor de un juicio de destitución de Bush). Pero a esta obra de teatro político también la impulsaron profundas divisiones en el seno de la clase dominante, las necesidades que tienen en Irak y el Medio Oriente, y lo mucho que está en juego para el imperio.

"Una retirada de Irak es la peor opción posible, con excepción de todas las demás"

La invasión y ocupación han sido una pesadilla de muerte y sufrimiento para los iraquíes. Un estudio de la Universidad Johns Hopkins publicado en la revista médica inglesa Lancet el año pasado calculó que unos 655,000 iraquíes habían muerto a raíz de la guerra. Más de tres millones (uno de cada siete iraquíes) están desplazados. Muchos han muerto o quedado heridos a manos de las fuerzas armadas yanquis, que cometen atrocidades en tierra y aire. El sistema de salud pública se ha desplomado y la “reconstrucción” que prometió Estados Unidos es una farsa: más de cuatro años después de la invasión, millones de iraquíes ni siquiera tienen los servicios más básicos.

Pero esto no es lo que les preocupa a los imperialistas, que consideran que la muerte y destrucción son “daños colaterales” necesarios de su guerra imperial. Tanto el gobierno de Bush como los demócratas no han dicho ni mu sobre la situación de los iraquíes, y los medios burgueses la censuran. Ninguno dice que Estados Unidos debe aceptar la responsabilidad moral, política y financiera de la mortandad de la guerra y la violencia sectaria que desató. Ninguno ha condenado los crímenes de guerra y de lesa humanidad que cometen las fuerzas estadounidenses, y ninguno ha admitido que el actual “aumento de tropas” ha llevado a más violencia de Estados Unidos.

Lo que les preocupa a los imperialistas (republicanos y demócratas) es que la situación es cada vez más insostenible y podría deteriorar seriamente el control estadounidense de todo el Medio Oriente. Los imperialistas no debaten la necesidad de seguir dominando la región, que tiene el 80% de los recursos energéticos del mundo. (Ver Larry Everest, “El debate imperialista sobre Irak: Cómo defender un imperio rapaz e injusto”, Revolución #96, 22 de julio de 2007, en http://www.revcom.us/a/096/iraq-en.html)

El gobierno de Bush invadió a Irak como parte de una campaña de gran envergadura para combatir el fundamentalismo islámico anti Estados Unidos, que era una creciente amenaza a su dominación regional. Sin embargo, después de varios años de ocupación y aumentos de fuerzas militares, el gobierno iraquí títere sigue fracturado y débil y no puede gobernar. Los ataques contra las fuerzas yanquis no han disminuido: 5,335 en junio, el mayor promedio diario desde mayo del 2003. La lucha sectaria continúa y una guerra civil total o la fragmentación del país es muy posible.

Además, un nuevo Informe Nacional de Inteligencia concluye que Al Qaeda y los fundamentalistas islámicos anti Estados Unidos han cobrado fuerza en los últimos años por toda la región, en gran parte debido a la guerra de Irak. Asimismo, hay crisis y choques militares potenciales por toda la zona, entre Turquía y los curdos iraquíes; entre Israel y Palestina, Líbano y Siria; y en Pakistán.

Ante todo esto, Bush y Cheney dicen que Estados Unidos tiene que mantenerse a la ofensiva, seguir librando la “guerra contra el terror” y atacar y destruir a sus adversarios. Bush dice que “un Irak libre y estable está a nuestro alcance” y que retirar las tropas ahora “enviaría una señal inconfundible a los enemigos de América de que se puede obligar a nuestro país a que se retire”.

La oposición demócrata responde que “un Irak libre y estable” es una quimera y que la invasión ha echado leña al fundamentalismo islámico y empeorado la situación. Dicen que Estados Unidos debe reorganizarse, evitar más pérdidas y cambiar su estrategia, o si no sufrirá mayores derrotas. Wayne White, ex funcionario del Departamento del Estado, dijo: "Una retirada de Irak es la peor opción posible, con excepción de todas las demás".

Zbigniew Brzezinski, asesor de seguridad nacional del presidente demócrata Jimmy Carter, dijo hace poco: “Nuestros retos provienen mucho más del problema inmediato, que en parte nosotros mismos hemos creado. Es decir, somos la superpotencia número uno del mundo hoy, somos la única superpotencia. Pero nuestra dirección ha sido puesta a prueba en el Medio Oriente. Hay quienes piensan que nuestras medidas en el Medio Oriente contribuyen a la posibilidad de una explosión regional. Si tal explosión se nos zafa de las manos, podríamos atascarnos por muchos años en un conflicto sumamente nocivo para nuestra capacidad de ejercer el poder". (programa de TV de Charlie Rose, 15 de junio de 2007)

Pero el plan de los demócratas no terminará la guerra. Dejará a docenas de miles de soldados en el país indefinidamente, supuestamente para llevar a cabo operaciones "contra el terrorismo", entrenar a las fuerzas iraquíes y proteger los bienes estadounidenses (¿las compañías petroleras? ¿las bases militares?).

Podrían terminar la guerra si no aprueban los proyectos de ley para financiar a las fuerzas armadas. Pero no lo han hecho y, al contrario, han votado por gastar otros $649 mil millones para la maquinaria militar global.

Serias y crecientes amenazas de atacar a Irán

En medio del debate sobre Irak, han dado nuevos pasos para atacar a Irán.

El 16 de julio el Guardian de Inglaterra informó que casi la mitad de los 277 buques de guerra estadounidenses están en los alrededores de Irán. Ya hay dos portaaviones en la región y otro está en camino.

El Guardian informó: "Nos hemos enterado de que el debate en la Casa Blanca sobre Irán ha cambiado a favor de iniciar acción militar antes de que el presidente George Bush deje el cargo en 18 meses. Este cambio sigue a una revisión interna de la Casa Blanca, el Pentágono y el Departamento de Estado que empezó hace un mes. A pesar de sus profundas dificultades en Irak, el gobierno de Bush sigue enfocado en Irán. Una fuente bien situada de Washington dijo: 'Bush no va a dejar el cargo sin resolver la situación con Irán'". (http://www.guardian.co.uk/usa/story/0,,2127115,00.html)

Se informa que este cambio es producto de la "frustración" de Bush y Cheney de que la diplomacia no ha hecho a Irán capitular a las demandas estadounidenses, y del miedo de que el próximo gobierno (republicano o demócrata) no "responda a Irán con decisión". Al gobierno de Bush también le preocupan las consecuencias si Israel ataca a Irán por sí solo.

Este informe sale en el contexto de que "los comandantes militares en Irak siguen subrayando el papel iraní en la muerte de los soldados estadounidenses" y de que funcionarios del gobierno le dijeron que eso "expresa las órdenes del gobierno de fomentar una amplia oposición pública a Irán" (como informó el portal www.Swoop.net de Washington, D.C.). Swoop continúa: "Creemos que esta estrategia ha dado resultados". ("Iran: Where Will We Be in 2009?", 8 de julio)

Por ejemplo, el 1º de julio en Bagdad un general dijo que Irán tiene la culpa de un ataque en enero en Karbala en que murieron cinco soldados estadounidenses. El New York Times comentó que "es la primera vez que Estados Unidos ha dicho que agentes iraníes han participado en la planificación de operaciones contra soldados estadounidenses en Irak y que sabían de antemano de ataques específicos que resultaron en la muerte de soldados".

En el Senado, los republicanos y los demócratas se unieron al coro a favor de la guerra. El 11 de julio, aprobaron por 97 a 0 una resolución que amenaza así a Irán: "El asesinato de efectivos de las fuerzas armadas de Estados Unidos por un gobierno extranjero o sus agentes es un acto intolerable de hostilidad contra Estados Unidos".

Estas acusaciones belicistas son en parte mentiras y en parte distorsión, y tienen la meta de influenciar la opinión pública y crear pretextos para atacar a Irán. Como he dicho antes, no es inconcebible, dada la naturaleza reaccionaria del gobierno iraní y sus intereses y ambiciones en la región, que el gobierno de Ahmadinejad tenga conexiones a diferentes fuerzas islámicas fundamentalistas y que las esté apoyando. Pero incluso si alguna parte de lo que dice Estados Unidos es cierto, DE NINGUNA MANERA justifica la agresión militar contra Irán, especialmente un ataque nuclear (que es una opción que Estados Unidos NO ha descartado).

Debate sobre Irak, acuerdo sobre Irán

La oposición demócrata a las medidas del gobierno de Bush en Irak, y su acuerdo con los republicanos sobre Irán, no es ni hipocresía ni paradoja. Por el contrario, muestra la naturaleza de la "oposición" demócrata al gobierno de Bush, que es una consecuencia de las mismas preocupaciones y metas: preservar la dominación imperial estadounidense en el Medio Oriente.

Tanto los demócratas como los republicanos creen que Irán es un problema cada vez más grave, en gran medida debido al impacto de la guerra de Irak. Por eso concuerdan en que es necesario debilitar, y quizás tumbar, a la República Islámica. Quieren impedir que Irán desarrolle armas nucleares, no porque temen un ataque contra Estados Unidos o Israel, sino porque un Irán con una o dos armas nucleares podría transformar considerablemente la correlación militar y política regional, y restringir la libertad de acción de Estados Unidos e Israel.

Swoop.net informa: "Todos los principales candidatos presidenciales demócratas están a favor de una política dura hacia Irán. Un alto asesor demócrata de política exterior nos dijo en privado: 'Irán será un tema central de un presidente demócrata. En cuanto a las armas nucleares iraníes, no hay diferencia entre Bush y nosotros'".

Los republicanos se burlaron de que la sesión de toda la noche de los demócratas era una “piyamaza” para dormir. Eso tiene un tanto de verdad, pero no en el sentido que lo dicen. El peligro no es que los demócratas se duerman sino que a la pose de oposición a la guerra induzca "sueño" en los que quieren terminar la guerra El verdadero peligro es que esperar las elecciones del 2008, en un momento cuando urge más que nunca que millones de personas tomen acción independiente masiva para sacar al gobierno de Bush y repudiar todo el programa de guerra imperial sin fin.

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Revolución #97, 29 de julio de 2007


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Viene el 3 de agosto…

Número especial sobre campaña para recaudar fondos para Revolución

"En un momento en que buena parte de la humanidad vive en un infierno, en que el horror de la ocupación yanqui de Irak amenaza con escalar a una guerra contra Irán, en que el futuro del planeta está en riesgo, el periódico Revolución tiene que circular mucho más y con más empuje; tiene que desenmascarar lo que está sucediendo; tiene que mostrar el porqué y la solución revolucionaria que beneficiará a la gran mayoría de la humanidad."

El 3 de agosto Revolución publicará un número especial actualizado sobre la campaña para ampliar la circulación y recaudar fondos: ¡La verdad… en preparación para la revolución! Con este número especial nos proponemos desencadenar en la sociedad un movimiento sin precedentes, diverso y amplio para recaudar $500,000 para que Revolución llegue a muchos más y alcance un nivel completamente nuevo.

El lanzamiento de este número especial será el fin de semana del 4 y 5 de agosto.

*****

Piensa en la diferencia —hoy mismo y en el futuro— si el impacto social de Revolución diera un salto cuántico.

Imagínate si docenas de miles de personas fueran lectores semanales de Revolución. Imagínate si este periódico estuviera en todos los proyectos habitacionales, de costa a costa; si circulara en las prisiones; si influenciara a científicos, estudiantes y músicos, activistas contra la guerra y artistas; si estuviera a lo largo de las rutas de los trabajadores migratorios, ¡y si se regara por la Internet!

Piensa cómo se ampliaría la visión de que otro mundo es posible si por medio de Revolución las obras de Bob Avakian se conectaran con docenas de miles de personas cada semana.

Y si la circulación e influencia de este periódico llegara a tal punto que la prensa grande no lo pudiera ignorar.

De hecho, ya tenemos vistazos de eso. Tres mil personas repartieron 600,000 ejemplares del número especial de Revolución “La encrucijada que enfrentamos… La dirección que necesitamos, un número especial sobre Bob Avakian". Además, este año, en las marchas del 1º de Mayo se repartieron docenas de miles del número especial “Somos seres humanos, exigimos un mundo mejor, no aceptaremos esclavitud de ninguna forma”.

Esa experiencia demostró que hay una base que podemos desarrollar y convertir en una influencia s istemática y continua de este periódico, con la edición impresa, en línea, por todo el país y el mundo. Eso requiere mucho dinero.

Podemos hacerlo…

Esto es algo que podemos hacer. Se van a necesitar $500,000 para dar los primeros pasos importantes hacia la realización del potencial de este periódico: para llegar a un nivel al cual podríamos tener un impacto en toda la sociedad. ¡Imagínate que se use una parte del dinero para comprar anuncios publicitarios en los camiones de transporte y vallas publicitarias en las grandes ciudades!

…TÚ y gente como tú pueden hacer que esto sea posible.

La recaudación de fondos es una parte importante de la revolución. Es un medio importante del movimiento revolucionario para establecer lazos con gente de todas las capas sociales, y conocer y dialogar con nuevos lectores, nuevas perspectivas críticas y nuevas ideas estimulantes. Contribuir fondos es una manera importante de apoyar la revolución.

La campaña arrancará el fin de semana del 4 y 5 de agosto en ciudades por todo el país. ¡Ese fin de semana el nuevo número especial sobre la recaudación de fondos para Revolución llegará… a TUS manos! Y a las de muchos más.

Explicará qué es este periódico, por qué lo necesitan y cómo pueden ampliar su influencia por toda la sociedad al distribuirlo y recaudar fondos. Destacará comentarios de una mezcla única de personas con diferentes puntos de vista sobre por qué este periódico es importante.

La distribución de este número especial de Revolución sentará las bases para extender su alcance por toda la sociedad para recaudar fondos. En los multifamiliares, prisiones y maquiladoras, en prepas y universidades, en fiestas en los suburbios y de gente con muchos recursos… una amplia gama de personas puede apoyar este periódico a su manera desde su propio punto de vista.

Se lanzará la campaña el 4 y 5 de agosto

Empezando ya, TÚ puedes jugar un papel clave en esta campaña.

Ven a los programas de lanzamiento de la campaña el 4 y 5 de agosto a llevarte cantidades del número especial de Revolución. En muchas ciudades podrás conocer a los periodistas de Revolución. Se formarán equipos. Te enterarás de las ambiciosas metas de la campaña y contribuirás a trazar los planes. Un aspecto importante de esto es conseguir que mucha, pero mucha gente prometa recaudar $100 o más. Hay miles de modos de recaudar cien dólares o más para esta campaña que se apoyan en la gente y su creatividad y su deseo de ver que este periódico tenga mucha más influencia. Para ayudar en esto habrá recursos, materiales de organización y ayuda en sobre cómo recaudar fondos y extender el alcance del periódico.

Otro punto focal de la campaña será el primer fin de semana de septiembre (Labor Day), cuando exhortamos a vender miles de playeras de “Se busca” (ver la foto en esta página) para que mucha gente compre esta playera y se informe sobre la campaña de recaudación de fondos en los mercados de pulgas, de vendedores ambulantes, en tiendas, a la entrada de conciertos, de vendedores que van de puerta en puerta y de otras maneras.

Para saber dónde se lanzará la campaña en tu ciudad, o para iniciarla, comunícate con RCP Publications (ver información abajo) o llama a Libros Revolución.

Dónde sea que estés y quienquiera que seas, como sea que te conectes con Revolución, sea lo que sea lo que te atrae o te crea adicción de Revolución, ¡únete al esfuerzo!


Chicago 1° de mayo de 2007. [foto: Li Onesto/Revolución]


Empieza ya a planear cómo vender miles de playeras de “Se busca” el Labor Day

Comunícate con vendedores ambulantes y de mercados de pulgas para hacer pedidos

En la sección de recursos para recaudar fondos de revcom.us se pueden descargar los gráficos para hacer playeras

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Nota: Las contribuciones al periódico Revolución no se pueden descontar de los impuestos y no se aceptan contribuciones del extranjero.

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Venta de garaje para el periódico Revolución

Recibimos esta carta de un lector:

Estimado periódico Revolución :

Quería informarles de una venta de garaje que organizamos para contribuir fondos a la campaña de recaudar $500,000 para el periódico Revolución. Recaudamos $300 para el periódico y nos divertimos mucho al hacerlo.

Mi compañera de departamento habló con la gente con quien trabaja. Unos habían leído el periódico de vez en cuando, pero en su mayoría no estaban muy familiarizados con él. Fuimos con el suplemento “La verdad… en preparación para la revolución” del número 89 para explicar la campaña de recaudar fondos. A muchos los impresionó la diversidad de las citas, en que varios lectores dicen por qué les gusta.

Un amigo de muchos años, que es cocinero, preparó unos pastelitos deliciosos de crujiente arroz orgánico y chocolate, para que los vendamos.

Una conocida me ayudó a poner precios a las mercancías, donó libros para vender e iba de casa en casa en su vecindad para hablar sobre el periódico, usando el número 89, y pedir mercancías para la venta. Ella lee el periódico a veces cuando tiene artículos sobre la opresión del pueblo negro. Le gustó en particular la serie de artículos de Bob Avakian publicados este año en Revolución para el mes de la historia negra (“La opresión del pueblo negro y la lucha para acabar con toda la opresión”). Me dijo que jamás había visto un análisis tan profundo y realista de la esclavitud. Ella desempeñó un papel muy importante en la venta de garaje.

Un señor donó libros y pidió a sus parientes donar mercancías también. Hace poco compró el DVD sobre revolución y ha seguido de cerca los artículos de Revolución sobre la lucha en defensa del disentimiento en las universidades, y en particular contra los ataques a los profesores Finkelstein y Churchill.

Anunciamos la venta en línea en el tablón Craig’s List y colocamos letreros en la vecindad. En nuestros anuncios decíamos que se trataba de una venta para beneficiar al periódico Revolución. El día de la venta, tuvimos periódicos para vender y también una ampliación de la primera plana del suplemento que anunciaba la campaña de recaudación de fondos y para aumentar la circulación.

Llegamos a conocer mejor a nuestros vecinos. Un señor se acordaba del periódico y Bob Avakian de los años 80. Preguntó sobre la autobiografía de Bob Avakian, pues había oído hablar de ella. Otra vecina, con quien había discrepado en el pasado sobre el papel de un programa de vigilancia del barrio, leyó el artículo de Linda Flores sobre la criminalización de la juventud. Terminamos hablando de por qué las escuelas de hoy son como prisiones, y estuvimos de acuerdo en eso.

La venta generó algo de controversia. Cuando le dijimos a una pareja que todo iba a beneficiar al periódico Revolución, el hombre empezó a devolver las cosas que había escogido. Pero la mujer empezó a recoger más cosas.

Mirando hacia atrás, nos dimos cuenta de que las posibilidades de que la gente contribuya y participe --y que, a su vez, invite a siempre más gente a participar-- es mucho mayor de lo que pensábamos al principio. Esta experiencia pequeña nos dio la impresión de que hay muchísimas personas que pueden reconocer la naturaleza única del periódico Revolución y apoyarlo de muchas formas.

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Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, EU

Parte 14

Nota de la Redacción: A continuación publicamos pasajes de una versión editada de una charla que dio Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, EU, a un grupo de simpatizantes en el otoño del año pasado. Esta es la parte 14 de una serie de pasajes que publicaremos. Agregamos los subtítulos y notas de pie de página.

La única esperanza que tienen las masas… y la responsabilidad que tenemos nosotros

Esta es la única oportunidad que tienen las masas; no hay otra. Mobile Shaw1 tenía razón: colectivamente somos la única esperanza que tienen las masas. Por supuesto, hay otros comunistas por todo el mundo. Pero colectivamente somos la única esperanza que tienen las masas, y la única esperanza que tiene el mundo, para que toda la locura, destrucción y sacrificio que se avecinan lleven a un mundo mucho mejor. No debemos rehuir esa responsabilidad. Tampoco debemos olvidar, en todo lo que hacemos, que ese es nuestro papel. Incluso cuando nada más estamos tomando café y platicando con alguien, y haciendo muchas otras cosas antes de que llegue una situación revolucionaria, nunca debemos olvidar que esa es la meta de todo lo que hacemos. Hay que tener siempre los brazos muy abiertos y esa visión radical; y, como he dicho antes, tenemos que estar dispuestos a ir al borde de "ser descuartizado",2 sin permitir que eso de hecho pase, para avanzar.

Esta es nuestra responsabilidad. Que haya un frente único desde un punto de vista estratégico, y que sea un frente único bajo dirección proletaria, en ambos aspectos y en esencia, requiere nuestra dirección. Requiere que muchas personas, de muchos sectores, tomen mucha iniciativa y hagan muchas cosas creativas, y que se desencadenen para hacer cosas inesperadas y sorpresivas --¡positivas, no solo negativas!--, pero también requiere nuestra dirección en un sentido global y fundamental.

Como he dicho varias veces, hay un montón de contradicciones, a veces agudas, en el proletariado, hablando en general. Una contradicción muy aguda que se presenta en este momento es entre las masas negras, por un lado, y las masas latinas y de migrantes, por el otro. Hablaba de eso con unos camaradas hace poco y dijimos (desafortunadamente con muy poca exageración) que ¡el 90% de los negros tienen una línea mala sobre los migrantes y el 90% de los migrantes tienen una línea mala sobre los negros! Esa es la realidad. ¿Cómo va a cambiar? ¿De dónde van a venir la conciencia y el programa para dirigirlos y movilizarlos en una dirección radicalmente diferente y lograr una síntesis que los pueda unir a partir de sus intereses fundamentales? De ningún otro lado que el punto de vista del comunismo y de nuestro papel de vanguardia comunista. Estas son las realidades. No creo que esto es hipérbole. Si esas realidades no demuestran que se necesita una vanguardia comunista, pues no sé qué lo hará.

Tenemos que trabajar y luchar por superar esta situación y todas estas contradicciones, como las que se fomentan entre las varias capas de las masas básicas. ¿Dónde radican los intereses fundamentales de las masas, de todas las masas? Incluso los proletarios blancos (que no son pocos, sino millones y millones): ¿cuáles son sus intereses fundamentales? ¿Y cómo se expresan? O las capas medias de esta sociedad, los muchos de ellos que luchan contra las trabas del prejuicio y las falsas ilusiones, ¿qué las va a encaminar en una dirección que lleve a una resolución positiva de todo el trastorno y agitación social que se ha desencadenado y se desencadenará más y más en el mundo… una resolución que corresponde a los intereses de la humanidad?

Tenemos dos factores a nuestro favor, contra todos los grandes factores que tenemos que confrontar, factores de enormes proporciones y trascendentales a los que tenemos que hacer frente. Uno es nuestro punto de vista y método dialéctico materialista, nuestra perspectiva científica de la realidad. Y el otro es la realidad misma, su movimiento y desarrollo, que ese punto de vista y metodología reflejan y abarcan. ¿Concuerda con los intereses fundamentales y esenciales de las masas que los negros se alineen con los reaccionarios contra los migrantes, y que los migrantes se movilicen en torno a la línea de que todos los negros son perezosos y no quieren trabajar? Sabemos la respuesta y nunca la debemos olvidar. Y debemos debatir esto con las masas, tanto en la dimensión ideológica, como en la práctica de lo que las movilizamos a hacer y cómo las movilizamos para subir al escenario político.

Así que tenemos que trabajar con las capas medias y prender un fuego metafórico (o político e ideológico) debajo de ellas, en un sentido positivo, movilizando a más y más personas, en particular de las masas básicas, a ser comunistas, emancipadores de la humanidad. Tenemos que reconocer que además de discutir y debatir con ellos, habrá que luchar con ellos, a veces con dureza, pero sistemáticamente, con principios y desde un punto de vista elevado. Habrá que luchar con ellos y al mismo tiempo tener la orientación de esforzarnos por atraerlos a nuestro lado y por unir a todos los que sea posible unir en un momento dado, para unir a gente de todas las capas y encaminarlos de la manera necesaria. Pero tenemos que prender ese fuego político e ideológico, y tenemos que llevar toda nuestra visión, toda nuestra visión comunista, al pueblo con audacia y a todos los rincones de la sociedad, especialmente a las masas básicas, pero también a las demás capas. Si no hacemos esto, pues los esfuerzos de trabajar con varias capas y forjar frentes únicos de gente de diferentes puntos de vista y perspectivas ideológicos y políticos, incluso las grandes campañas como El Mundo no Puede Esperar… todos esos esfuerzos, aunque sean importantes, fracasarán y no lograrán los avances al nivel y la escala que se necesitan.


Footnotes

1 Willie “Mobile” Shaw, un militante del PCR, se crió en el proyecto habitacional Nickerson Gardens en Watts, Los Ángeles, donde pasó toda la vida; tras trabajar un tiempo con los revolucionarios, entró al partido. Debido a las dificultades de su vida, enfermó y murió el 24 de noviembre de 2005 debido a complicaciones de una cirugía. Ver el folleto “Declaración de Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, con motivo de la muerte de Willie ‘Mobile’ Shaw” en revcom.us. [Regresa]

2 En varias obras, como el libro Observations on Art and Culture, Science and Philosophy (Insight Press, 2005), Bob Avakian habla del concepto de "ser descuartizado", o "ir al borde de ser descuartizado", en el desarrollo y la dirección de un movimiento revolucionario y en la nueva sociedad socialista que se forjará por medio de la revolución. Está vinculado al concepto del "núcleo sólido con mucha elasticidad", que Bob Avakian presenta como principio rector básico de la lucha revolucionaria y la sociedad socialista, y para quienes dirigen este proceso. Además de Observations (en inglés), ver: "Conversación de Bob Avakian con unos camaradas sobre epistemología: Sobre conocer, y cambiar, el mundo" (Obrero Revolucionario #1262, 19 de diciembre, 2004, en revcom.us) y "Embriagado con la verdad" (Revolución #9, 24 de julio de 2005, en revcom.us) [Regresa]

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Revolución #97, 29 de julio de 2007


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Columnista invitado:

La campaña ¡Pronúnciate ya! Vístete de naranja contra el gobierno de Bush

Dr. Dennis Loo

El Dr. Dennis Loo es profesor adjunto de la Universidad Estatal Politécnica de California, Pomona, y co-editor de Impeach the President: The Case Against Bush and Cheney (Por qué hay que hacer un juicio de destitución contra Bush y Cheney, de la editorial Seven Stories Press, 2006), y miembro del comité directivo nacional de El Mundo no Puede Esperar — Fuera Bush y su Gobierno. Aquí publicamos pasajes de un artículo que se encuentra en worldcantwait.org. La traducción es de Revolución.

Del portal de El Mundo no Puede Esperar: ¡Vístanse de naranja! ¡Fuera Bush y su gobierno!

El color urgente de naranja –el color asignado a los detenidos y torturados sin garantías legales— debe llegar a ser el color que representa un creciente sentimiento de que todo esto debe parar. La difusión del color naranja es parte de nuestro aferramiento al camino más moral y demuestra nuestra determinación colectiva de parar estos crímenes YA al sacar del poder al gobierno de Bush.

Una efervescencia del color naranja, popularizada mediante las voces de personas prominentes y de músicos que promocionan y lucen ese color en la tele, la radio y los conciertos, puede sacudir a los demás millones del dilema de estar furiosos, pero paralizados ante la parálisis del partido de la oposición leal y los efectos anestésicos de las elecciones presidenciales.

El color naranja debe contagiarse ampliamente antes del otoño –y en particular los viernes de color naranja— cuando ese color irá al trabajo, subirá a los trenes y caminará por las calles masivamente, y la cantidad de personas vestidas de naranja que reparten volantes, hacen teatro callejero y levantan carteles con fotos de los desaparecidos aumentará cada semana en cada sitio. Naranja debe ser el color de las “Brigadas de la Verdad” que confrontan a los candidatos sobre la tortura y los crímenes de guerra en medio de sus campañas.

El viernes 27 de julio, los “viernes de color naranja” comenzarán por todo el país.

Hay más información sobre esta campaña y sobre cómo pedir los materiales en la internet en:

www.worldcantwait.org

Forjar una autoridad legítima que puede competir

“Nos toca a nosotros despertarnos y despertar a otros, para forjar desde las bases nuevos líderes de los movimientos sociales que se constituyan en una contrafuerza alternativa y poderosa que puede transformar la atmósfera política y proveer una autoridad legítima que puede competir con la autoridad caduca e ilegítima que dirige actualmente al país. El poder actual no nos ha dejada otra alternativa”. Prefacio, Impeach the President

Cuando escribí eso mi intención fue literal. Necesitamos forjar una dirección legítima alternativa. Eso es clave para que la gente se movilice a un nivel mayor y más resuelto. Y es clave para sacar al gobierno de Bush y Cheney y crear un ambiente político muy diferente.

La campaña ¡Pronúnciate ya! nos ayuda a abordar esto en tres dimensiones principales. Cada una contrapone nuestros puntos fuertes a las debilidades de nuestro adversario. La primera tiene que ver con la manera de movilizar a la gente. La segunda tiene que ver con la moral y la ideología. La tercera tiene que ver con forjar modelos. Las tres están diseñadas a arrebatarle a la dirección actual la influencia que tiene.

Con respecto al primer tramo: ¡Pronúnciate ya! responde al hecho de que la mayoría de la población quiere que se haga un juicio de destitución a Bush y Cheney. Ese es un factor estratégico a nuestro favor. El 58% quiere que "se vayan ya” Bush y Cheney, según una encuesta de la revista Newsweek de enero del 2007. En la encuesta de octubre del 2006, el 51% quería un juicio. (Es muy diciente que la revista no presentó los hechos de esa manera. No quiso sumar la cantidad que quería que el juicio fuera la principal prioridad de la nueva mayoría demócrata del Congreso y el porcentaje que quería que fuera una prioridad pero no la principal). Las encuestas de octubre y enero concuerdan con lo que las agencias de encuestas han encontrado desde junio del 2005.

Contamos con la mayoría aunque la mayoría apenas conoce una pequeña parte de lo que Bush y Cheney han hecho y a pesar de la oposición resulta, implacable y constante de la dirección política y muchas personas influyentes.

¿Por qué es eso posible? ¿Cómo puede existir una brecha tan grande entre el público y los líderes de la política y la opinión? Porque lo que Bush y Cheney hacen es tan atroz, tan descarado y tan drástico que es imposible encubrirlo totalmente.

Lo que Bush y Cheney representan no es una aberración sino la punta de lanza de una ruptura con el compacto social histórico que ha existido en Estados Unidos. Las fuerzas dominantes del gobierno están plasmando un nuevo compacto con un estado tipo fascista. El fascismo, como dijo Sinclair Lewis en 1935, aparecerá en Estados Unidos “envuelto en la bandera y portando una Biblia”. El gobierno entero va en esa dirección. Ha avanzado muy lejos con asombrosa rapidez. Lo que hace meses era impensable ahora es un hecho concreto.

Están listos las razones para la ley marcial (la “guerra mundial contra el terror”), las leyes (como el acta Warner, NSPD-51), la máquina propagandística (especialmente Fox News, el locutor Rush Limbaugh, etc.) y los “soldados del ejército de Dios”. Lo único que hace falta es un incidente/pretexto que lo precipite, otro 11 de septiembre más devastador: la detonación de un aparato nuclear en una ciudad importante de Estados Unidos, una epidemia de la gripe aviar, una represalia iraní por un ataque israelí o estadounidense. Cada uno de estos panoramas no solo son posibles sino probables. Michael Scheuer, ex analista de la CIA a cargo de cazar a Osama bin Laden y autor de Imperial Hubris: Why the West is Losing the War on Terror, le dijo a 60 Minutes en el 2004 que otro ataque como el 11 de septiembre es virtualmente una certeza1 .

De darse otro incidente tipo 11 de septiembre, la enorme impopularidad de Bush y Cheney no tendría ninguna importancia. Además, Osama bin Laden quiere que los neoconservadores estén en el poder, se beneficia de ellos y probablemente lanzaría un ataque para que tenga el máximo impacto en las elecciones y de esa manera ayudar a Bush y Cheney y las fuerzas que ellos representan. Ya lo ha hecho en otras ocasiones. Por ejemplo, la CIA ha concluido que su declaración la víspera de las elecciones del 2004 tenía la meta de ayudar a Bush. Ni estamos seguros de que en el 2008 haya elecciones.

Los que no tienen voz tienen que encontrarla

La gente tiene que encontrar su voz. Lo invisible tiene que hacerse visible. Hay tanto en juego que hay que encontrar la manera de resolver este problema y superar esta barrera. Nosotros que estamos en este país tenemos una enorme responsabilidad ante el país y el mundo. Lo que hagamos o no hagamos, en los próximos meses o años o lo que sea, repercutirá con una enorme magnitud.

Se puede comparar la situación en la que estamos a la de un grupo de personas que busca impedir el colapso de un dique en medio de inundaciones y fuertes tormentas. Nuestro grupo se ha formado en fila para llevar sacos de arena al dique, pero no vamos a lograrlo porque somos muy pocos, a no ser que muchos más pongan manos a la obra. Los demás tienen que ser parte del equipo de rescate, y si lo hacen el dique no caerá. Pero no queda mucho tiempo y el agua sube rápido.

El tema de la campaña ¡Pronúnciate ya!, que el color naranja (por medio de listones, paliacates, playeras, etc.) se vea por todas partes, tiene como objetivo que lo invisible sea una fuerza material visible. Si solo el 2% del 58%+ que quiere que se larguen Bush y Cheney se vistieran de naranja, eso significaría que millones de personas estuvieran manifestando su oposición a este gobierno. A lo mínimo, docenas de millones verán el color de la oposición popular, ¡y no importará si los medios lo mencionen o no! Será patente.

Las manifestaciones y los plantones son importantes, pero no van a crecer repentinamente o por incrementos a la magnitud que necesitamos. Aun si 500,000 personas fueran a D.C. y 1,000 se quedaran indefinidamente —no digo que estas cosas no son dignas de hacer— pero aun si lo hiciéramos ¿cómo serían los informes de prensa? Igual de negativos como en el pasado. A las tácticas que dependen de informes periodísticos hay que sumar tácticas que no los requieren.

Es importante reconocer el nivel de unanimidad que existe hoy en el gobierno y lo que está en juego. Para ilustrarlo: el New York Times tenía la misma información y quizás más que el movimiento contra la guerra sobre lo fraudulentos que eran los argumentos y los “hechos materiales” que predominaban antes de la invasión de Irak. El Times, sin embargo, no se opuso a la guerra y de hecho jugó un importante papel al legitimarla. De igual manera, el Times y otros periódicos tenían los informes sobre las encuestas a la salida de las urnas y otros hechos que comprobaban que se robaron las elecciones del 2004. Sin embargo, no los tomó en serio; de hecho, el Times nunca informó sobre los resultados de las encuestas a la salida de las urnas en ningún artículo o comentario sobre las elecciones. Más bien difundió la falsa idea de que los tal votantes “pro valores morales” le dieron la ventaja a Bush.

Se ha estado dando un giro dramático (eso es lo que se analiza en Impeach the President en general, pero especialmente en el Prefacio, la segunda mitad del capítulo 2, y en los capítulos 5, 6 y 14). Los neoconservadores, a quienes representan Bush y Cheney, tienen una ventaja decisiva. La oposición (por ejemplo, que está encarnada en el libro de Gore The Assault on Reason) es, en comparación, débil y, lo que es más importante, está mal dispuesta a desencadenar a las masas porque también podría ser su propio fin como élite y porque son incapaces de pensar fuera del marco del imperialismo y de Estados Unidos como la superpotencia “líder” sin rivales. Naturalmente, la única manera de enfrentarse a la derecha radical es desencadenar a la gente.

El gobierno está efectuando un cambio histórico y drástico para reestructurar los cimientos fundamentales de la unidad en Estados Unidos y descartar ciertos aspectos clave de la Constitución (debido proceso, hábeas corpus, inocente hasta que se pruebe lo contrario…), así como el derecho internacional e instituciones internacionales (Convenios de Ginebra, la ONU, etc.). Esto nos ha planteado un peligro extraordinario así como una oportunidad extraordinaria. Está en medio de lo que yo describiría como lo que sucede cuando un cangrejo descarta su viejo caparazón. El nuevo caparazón es blando y vulnerable. La ruptura que está efectuando estremece la conciencia de todos menos los que están completamente hastiados y los que se han dejado vendar los ojos por la fe derechista. Nuestros líderes están metidos en graves problemas en Irak. Como resultado de lo que hacen y de las dificultades con que han tropezado como resultado de la resistencia (de parte de los iraquíes, por ejemplo), son cada vez más impopulares. A fin de cuentas, nos están llevando en una dirección dramáticamente diferente.

De parte de ellos, esta es una maniobra verdaderamente radical. Todavía no han consolidado las nuevas condiciones de su mando, así que estamos en un período de transición, lleno de peligros para ellos y para nosotros. (Lo que vemos con respecto a las debilidades del pueblo, en cuanto al deseo de lanzarse a la calle y protestar, se debe en parte a que Estados Unidos nunca ha sido un país muy democrático y en parte también a que la población, en comparación con la de otros países, carece de complejidad política).

Debido a que la derecha sigue al mando de las instituciones de poder y a la influencia y peso del imperio derechista de los medios, así como la cooperación, cobardía y estrechez de miras de la prensa grande y el Partido Demócrata, Bush y Cheney siguen a salvo de la ira popular. ¿Qué tenemos que hacer para superar ese problema?

Aquí es donde da como anillo al dedo la campaña ¡Pronúnciate ya! Normalmente, en la política (al igual que los movimientos), en la relación entre los líderes y los dirigidos, los líderes en general tienen la iniciativa y los dirigidos no avanzan más allá de donde los líderes son capaces o están dispuestos a llevarlos. Los líderes de este país no están llevando la situación hacia un juicio de destitución sino hacia el desdichado camino de más horrores. Lo que tenemos que hacer es dar un “empujón” desde abajo que dé ánimo a los que han perdido el ánimo y están frustrados, y que crea las condiciones en las que puede surgir una dirección que puede competir.

La gente no avanzará sin dirección. Eso se aplica tanto a los sistemas políticos como a los movimientos. Nuestro movimiento no ha llegado a ser la clase de autoridad/dirección legítima que pueda competir y que amplios sectores de la población respeten y sigan en oposición a la dirección que tenemos ahora. El hecho de que el gobierno se opone sólidamente a un juicio de destitución y se opone sólidamente (y/o teme) a denunciar las despreciables maniobras en marcha (como la tortura) ha creado una situación en la que la población se siente confundida, sofocada y paralizada. Claro, hay quienes han descartado la confusión y parálisis, que es bueno. Pero si esperamos que millones más lo hagan, entonces tenemos que darnos cuenta que se va a necesitar más que solo nuestras denuncias, análisis y convocatorias. No vamos a superar eso con otra manifestación. No vamos a cambiar el equilibrio de fuerzas de esa manera, no ahora ni en estas circunstancias. Que mucha gente, millones, pase a ser líderes requiere un enorme salto.

Todavía no se han emergido ciertos elementos clave de los años 60 con la agitación social que se necesita y que repercute mutuamente: internacional-nacional, nacional-internacional. Solo para mencionar algunos de esos elementos: no se están dando movimientos de liberación nacional por todas partes del mundo; no hay un sector del Partido Demócrata y de la prensa que apoya en cierta medida la agitación popular (aunque sea para conciliarla); y no hay un movimiento de derechos civiles. Para lograr lo que tenemos que lograr, vamos a tener que hacerlo sin la ayuda de nadie. Eso no solo cambiaría la situación en Estados Unidos sino que transformaría el ambiente mundial. ¡Imagínense el efecto que tendría en el resto del mundo ver a millones de personas aquí en pie contra la tiranía!

Tenemos que concientizar a mucha gente para que capte nuestra estrategia y se movilice guiada por esa estrategia, para que contribuya a ella y para que se lance con entusiasmo porque ve que nuestra estrategia FUNCIONA. Uno de los mayores obstáculos ahora es que a pesar de que tanta gente quiere que Bush y Cheney se larguen, no ve cómo hacerlo ante un Partido Demócrata y una prensa corporativa intransigentes. ¡Pronúnciate ya! puede ayudar a superar tanto el problema de la supresión por el gobierno y los creadores de la opinión, y el hecho de que la mayoría está con nosotros pero está desorganizada y desorientada. Si logramos que se exprese, podríamos esquivar la hostilidad de la prensa y atacar el punto débil de nuestro adversario. Son vulnerables precisamente porque sus acciones son tan infames.

La campaña ¡Pronúnciate ya! no es lo mismo que una manifestación/plantón rutinario. Unos se oponen por eso. Es importante que no menospreciemos lo que ¡Pronúnciate ya! requiere en cuanto a participación popular y acción independiente. Estamos pidiendo que se pronuncien de una manera muy visible, a la vista de todos, en las calles. ESTAMOS hablando de una movilización en masa. La gente estará “en la calle”, en todas partes y donde sea que vaya. El hecho de que no requiere el mismo compromiso que ir a una protesta no le resta importancia. Si logramos esto, habrá que manifestar la oposición públicamente. La campaña ¡Pronúnciate ya! tiene un aspecto muy ideológico, y eso nos lleva al segundo tramo.

La posición moral superior

El segundo tramo de ¡Pronúnciate ya!: una de las maneras que unas fuerzas pequeñas y no élites pueden superar sus puntos débiles es tomar la posición moral superior y de ahí poner un reto a las élites por la dirección e influencia. En la media en que se logre desenmascarar la falta de moral de la actual dirección, podríamos atraer a nuestro lado a sectores de la población que se encuentran en las garras de las élites políticas. Para lograr sus objetivos y este cambio histórico, nuestros líderes están convirtiendo en rutinario ciertas prácticas de facto: tortura, agresión sin provocación contra países inocentes, detenciones indefinidas, espionaje sin orden judicial, y cosas por el estilo. No tienen otra manera de lograr sus ambiciones alocadas.

Pero al hacerlo, hacen cosas horripilantes ante los ojos del mundo entero. Solo han salido impunes porque nadie los ha retado. Nuestros líderes (toda la cúpula del poder) son muy vulnerables. Tenemos que deslindar campos clara e incansablemente en cuanto a la moral. Hay que plantear el problema tal como lo hizo El Mundo no Puede Esperar: Tortura + Silencio = Complicidad. Hay que escoger. ¿De qué lado estás? ¿Estás a favor de la tortura, los crímenes de guerra y la tiranía? ¿O en contra de ellos? ¿Estás a favor de negarle a la mujer el derecho al aborto? ¿A favor de la teocracia? Y cosas por el estilo. En la medida que logremos que se condene lo inmoral de nuestros líderes, podríamos superar, en buena medida, nuestras desventajas. Como dice Henry Kissinger en su autobiografía, en los años 60 había una fuerza pequeña (Estudiantes por una Sociedad Democrática) que ejercía bastante influencia, desproporcionadamente con respecto a su tamaño, porque por toda la sociedad se estaba dando cuenta de que lo que el gobierno decía era mentira.

Forjar modelos

El tercer tramo: tenemos que prestar atención de una manera especial a forjar modelos entre los desconocidos (los chavos que se lanzan a la lucha y motivan a otros a seguir su ejemplo) y entre los famosos: celebridades y líderes del entretenimiento, el deporte, las artes, la literatura, la academia, las fuerzas armadas, los galardonados del Premio Nobel, y gente así. Son líderes y los van a seguir. Pueden jugar un papel sumamente importante y darle pies a esta campaña. Son personas respetadas y si toman una posición pública (si se dejan fotografiar vestidos de naranja y dan una declaración sobre por qué), nos podría ayudar a zafar a los atraídos por la dirección política actual. Uno de los factores en la justa protesta de la Universidad de Santa Barbara, cuando 2,000 estudiantes se tomaron la carretera, fue la gran cantidad de maestros que cancelaron las clases y exhortaron a los estudiantes a participar. Ese es el ejemplo que tenemos que popularizar.

Cómo desarrollar la campaña

Acabamos de iniciar esta campaña, e indudablemente habrá muchas lecciones que sacar y cosas que ajustar a medida que vayamos adquiriendo más experiencia. De lo que sabemos, parece que al oír de la campaña mucha gente ha respondido con gran entusiasmo. Por ejemplo, Barbara Olshansky dijo: "¡Qué idea más excelente!", e inmediatamente se puso un enorme listón naranja.2 Unos activistas cuentan que cuando se ponen listones o paliacates de naranja, tanto desconocidos como compañeros de trabajo les preguntan por qué. Si ya están hechas, es muy fácil repartir listones en la calle. También está claro que para que esta campaña tenga éxito se va a requerir perseverancia y un enorme esfuerzo. No se reconoce de inmediato el potencial que tiene esta campaña o de la diferencia que hace que se ponga algo de naranja. ¡Pronúnciate ya! no es un artimaña. Tenemos que presentarla con entusiasmo y convicción, conseguir que se capte la estrategia y convencer a participar. No sucederá espontáneamente. Vamos a tener que concentrarnos en la juventud y las personas famosas. También debemos procurar que otras organizaciones del movimiento adopten el color naranja. A fin de cuentas, nuestra responsabilidad es con todo el movimiento. Si hacemos estas cosas, la probabilidad de salir exitosos aumentará muchas veces.


Footnotes

1 Entrevista de 60 Minutes del 14 de noviembre del 2004, en http://www.cbsnews.com/stories/2004/11/12/60minutes/printable655407.shtml [back]

2 Así es como un organizador político (no de El Mundo no Puede Esperar) lo explicó a otro organizador: 

“Comentarios de las sesiones: 

“#1 presentación de la idea: Como se comentó en la sesión de autores, listones naranjas pequeños en la solapa o el bolsillo como apelación directa a la resistencia, y no permitir que los estadounidenses seamos presos en nuestro propio país. 

“El Dr. Dennis Loo, El Mundo no Puede Esperar y otros proponen este método para conseguir que 'se pronuncie'. Es algo que se puede usar todo el día, en el trabajo, en las actividades rutinarias, etc., cuando uno esté en contacto con más gente. 

“Esta es una manera muy sencilla de arrebatarles el control a los politiqueros, y para que nosotros otra vez lo tengamos en nuestras manos y demostremos que somos muchos. Nadie puede impedir que lo hagan tantos individuos. Si suficiente gente quiere hacer eso, podríamos tener nuestra propia revolución de naranja. Cuando me preguntan qué significa, yo digo: la restauración de la Constitución, la devolución de nuestros derechos, hábeas corpus, libertad de expresión, el fin de la tortura y Guantánamo (o la versión breve: 'Aquí es donde me disparó Dick Cheney'). 

"Fui a unas tiendas de arte y compré todo el material naranja para hacer cintas, tienen cinta de 1/8 de pulgada por 50 centavos por un rollo de 10 yardas, y de media pulgada en una caja afuera de la tienda por $1, así que en el programa del 26 de junio repartimos un rollo de cinta naranja y un sobre con 20 alfileres". [back]

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Revolución #97, 29 de julio de 2007


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Desde el punto de vista del pueblo:

No hay un "problema de migración"… sino un problema de capitalismo

El imperialismo expulsa a la gente de la tierra, la persigue y hasta la mata en la frontera; luego, dentro de sus fronteras, la superexplota y demoniza. Millones de migrantes tienen que abandonar su tierra natal para ir a Estados Unidos, donde los explotan horriblemente en restaurantes, talleres, jardinería y construcción. Son prácticamente esclavos y la economía del país depende tanto de la superexplotación de estos migrantes que no podría funcionar sin esa mano de obra. Toda la manipulación de los temores de los millones nacidos aquí; todas las divisiones que fomentan e imponen entre las nacionalidades, incluso las nacionalidades oprimidas… todo esto es producto del capitalismo.

Los capitalistas dicen que no son rapaces ni mala gente, sino que no les queda otra; y, en un sentido perverso, tienen razón. A cada uno le impulsa el temor de que otro capitalista lo hunda haciendo trabajar por salarios más bajos y sacando mayores ganancias.

Desde el punto de vista de los de abajo, no hay un problema de migración sino un problema de capitalismo.

La presencia de 12 a 20 millones de indocumentados en Estados Unidos ha entrado en conflicto con otros intereses estratégicos de los imperialistas. Para la clase dominante es un gran problema que haya millones de personas en su "patria" expertas en vivir "fuera de la ley" y esquivar a las autoridades. En esta categoría también figuran los que ayudan a los migrantes: los médicos y enfermeros que los tratan sin pedir identificación, las iglesias que dan santuario a los amenazados con deportación, y más.

Luego hay la situación en México. El año pasado México pasó por una gran crisis de legitimidad en torno a las elecciones, y la sociedad mexicana sigue muy volátil y polarizada. Los imperialistas yanquis temen que la situación se zafe del control… y hasta que fuerzas que se oponen al imperialismo (quizás fuerzas auténticamente revolucionarias) tomen el poder. Temen la posibilidad del caos social y del contagio político en ambos lados de la frontera en caso de que haya una situación revolucionaria, y quieren impedirlos. En parte eso explica la militarización de la frontera. Por otro lado, necesitan apretar las clavijas en la frontera pero también que "marche sobre ruedas", porque la economía y el pueblo de ambos lados de la frontera tienen fuertes vínculos.

La presencia de una población migrante grande y en crecimiento lleva una diversidad de experiencias políticas y culturales a la sociedad estadounidense. Los intereses estratégicos del proletariado radican en romper las divisiones nacionales de las masas, y desde ese punto de vista la creciente diversidad es sumamente positiva. Pero para la clase dominante, hay que fundir la cultura y política de este país con una base de chovinismo blanco estadounidense, especialmente en un período cuando está llevando a cabo guerras y agresiones por todo el mundo. Para ellos, la llegada de tantos migrantes sacude la uniformidad y "cohesión" de la cultura y política estadounidense.

Los capitalistas necesitan a los migrantes, para la rentabilidad de su economía y porque las divisas que mandan a los familiares contribuye a la estabilidad de México. Pero están tratando de tramar una manera de mantener a los migrantes bajo la bota, por un lado, y contener las contradicciones que esto ocasiona, por el otro. Todo esto ocurre en el contexto de un ataque fascista contra los migrantes, con redadas de agentes armados, arrestos y la separación de familiares, ataques de paramilitares fascistas y leyes represivas. De esa manera siembran terror en los barrios de migrantes.

La represión ha provocado mucha indignación y protesta de los migrantes y los nacidos aquí. Ante las redadas y arrestos de la primavera, centenares de miles de personas participaron en las protestas del 1º de Mayo por todo el país, como en Los Ángeles, donde los atacó salvajemente la policía. La creciente represión fascista es parte de los esfuerzos de la clase dominante de mantener a todos bajo la bota y callar una situación política volátil, incluso si Bush y el Congreso no logran llegar a un acuerdo mutuo en este momento. Todo esto destaca lo urgente que es que los migrantes y sus partidarios opongan resistencia a esta ofensiva fascista.

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Revolución #97, 29 de julio de 2007


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Del Servicio Noticioso Un Mundo que Ganar:

Pakistán: El ataque a la Mezquita Roja, y lo que nos dice acerca del mundo actual

El siguiente artículo es del Servicio Noticioso Un Mundo que Ganar. Lo publicamos con leves cambios editoriales. La traducción es de Revolución:

16 de julio de 2007. Servicio Noticioso Un Mundo que Ganar. El 10 de julio, después de rodearla una semana, el ejército paquistaní atacó la Mezquita Roja (Lal Masjid) de Islamabad, la capital. La lucha duró 36 horas. Aunque la mayoría de los que estaban en la mezquita salieron antes del ataque (según los informes periodísticos, entre mil y dos mil personas), murieron unas cien personas. No se conoce su identidad ni las circunstancias de su muerte.

En enero, el gobierno de Pervez Musharraf empezó a ponerle presión a la Mezquita Roja: anunció que la escuela religiosa (madrassa) de mujeres de la mezquita era ilegal. En respuesta, los estudiantes de las escuelas de hombres y mujeres cuestionaron las credenciales islámicas del gobierno. Trataron de imponer a la fuerza un estilo de vida islámico en Islamabad, una ciudad relativamente laica, y especialmente en los alrededores de la mezquita, situada en el centro de la capital, donde se encuentran muchos edificios gubernamentales y militares. Escuadrones de mujeres jóvenes cubiertas con burkas y armadas de lathis (palos largos) atacaron las tiendas y puestos que venden música y películas, y quemaron libros "no islámicos" en fogatas. Secuestraron y, según informes, torturaron a unas mujeres chinas que trabajaban en un salón de masaje. Acusaron a las mujeres que participan en maratones de ser como prostitutas.

Esto duró seis meses sin respuesta oficial. De repente, el 3 de julio Musharraf envió tropas a la mezquita. Desde adentro abrieron fuego y mataron a 15 soldados y un alto oficial. Los líderes de la mezquita anunciaron que si los soldados entraban al edificio, iban a destruirlo con bombas suicidas. El ataque se inició una semana después.

Después, el ejército trasladó una división al noroeste del país, una zona dominada por fundamentalistas islámicos conectados con la Mezquita Roja. El ejército tiene medio millón de efectivos; una sola división no es suficiente para conquistar la zona, pero sirve para manifestar la autoridad del gobierno y bloquear las carreteras. Los convoyes militares cayeron bajo ataque inmediatamente. El 14 de julio una columna del ejército sufrió un ataque suicida en Waziristán Norte. Al día siguiente, un convoy fue emboscado en el valle Swat de la Provincia Fronteriza Noroeste. Grupos de manifestantes armados y desarmados se apoderaron de la Ruta de la Seda y otras carreteras por toda la región.

Esos sucesos podrían indicar un cambio político importante. Musharraf ha tenido dos fuentes de poder: servilismo al imperialismo estadounidense y fuertes vínculos con organizaciones fundamentalistas islámicas. Ahora, tras años de evitar un enfrentamiento, ha tenido que atacarlas. Estados Unidos aprobó el ataque y quizás lo ordenó, pero otro factor que obligó a Musharraf a atacar fueron los mismos islamistas. Parece que han optado por una guerra santa para establecer un gobierno cabalmente islámico en todo Pakistán y más allá, incluso si esto requiere romper la alianza con Musharraf, que hasta la fecha les ha permitido crecer tanto.

Desde hace mucho tiempo la Mezquita Roja, que queda cerca de la sede del servicio de inteligencia (Inter-Service Intelligence, ISI), ha sido un símbolo del entrelazamiento del estado y el fundamentalismo. Los dos hermanos que la dirigían no han ocultado sus relaciones con altos funcionarios del ISI. Maulana Abdullah (su padre, el fundador de mezquita en los años 60) era muy allegado a la cúpula del poder, especialmente a Mohammed Zia-ul-Haq, el general del ejército que tomó el poder en 1979 con el apoyo de Estados Unidos. En esa época de gran rivalidad entre Estados Unidos y la URSS, por medio de las fuerzas armadas paquistaníes, Estados Unidos organizó, financió, entrenó y armó a fundamentalistas islámicos para luchar contra la ocupación soviética de Afganistán. Más tarde, el ISI ayudó al Talibán a conquistar el poder. Inicialmente Washington estaba a favor porque esperaba que la influencia paquistaní sobre Afganistán creara estabilidad y protegiera los intereses estadounidenses. Igualmente, el ISI utilizó fuerzas fundamentalistas para pelear con India en Cachemira.

Zia también trató de islamizar a Pakistán, por ejemplo con cambios radicales en el sistema judicial. Con las infames leyes Hodood, instituyó la ley islámica (sharia), con consecuencias horrorosas para la mujer. El gobierno civil de Benazir Bhutto, que reemplazó a Zia, no las anuló.

Musharraf, que tomó el poder en un golpe militar en 1999, también tenía fuertes vínculos con los fundamentalistas. Como toleraba el laicisimo y permitió hasta cierto punto el disentimiento político y social de las clases media y alta urbanas, a veces se le considera menos duro que Zia. Pero mostró el cobre cuando condenó públicamente a una señora que pidió castigo para los hombres que la violaron. Un tribunal islámico mandó castigarla a ella por "adulterio" con la pandilla que la violó. "Esta es una actividad lucrativa", Musharraf le dijo al Washington Post para desacreditarla. "Mucha gente dice que si uno quiere ir al extranjero, obtener una visa para quedarse en Canadá, conseguir la ciudadanía o ser millonaria, que se haga violar". Le impuso arresto domiciliario para impedir que se comunicara con el extranjero.

Aunque los vínculos entre las clases dominantes paquistaníes y el fundamentalismo no cambiaron, algo cambió: los fundamentalistas islámicos atacaron directamente a Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001. Bajo órdenes de Bush, Musharraf hizo mucho alarde de terminar la alianza con Kabul, aunque no con el Talibán paquistaní: los grupos y partidos políticos de las zonas tribales de los pashtun a lo largo de la frontera, en Waziristán y el Noroeste, que se jactan de su lealtad al Talibán pashtun de Afganistán y buscan imponer la misma clase de sociedad.

A Musharraf le ha costado mucho trabajo mantener el equilibrio entre sus relaciones con el movimiento de la Mezquita Roja y su dependencia de Estados Unidos, pero logró hacerlo por mucho tiempo, con el apoyo estadounidense. Varios comentaristas prominentes han escrito que Musharraf está jugando un "juego doble": acepta mil millones de dólares al año de ayuda estadounidense (principalmente militar) mientras tolera la presencia de los dirigentes del Talibán afgano y posiblemente de Al Qaeda en Pakistán (según testimonio al Congreso del historiador y analista de seguridad Garth Porter, Inter Press Service, 10 de julio). La realidad es más compleja.

Su estrategia ha sido sujetar a los fundamentalistas en un fuerte abrazo, y al mismo tiempo cooperar al máximo posible con las fuerzas armadas yanquis en público (y más tras bastidores). Por ejemplo, le ha permitido a la CIA establecer bases clandestinas en Pakistán, secuestrar a individuos y atacar a dirigentes de Al Qaeda con misiles cruceros, pero no ha permitido que entren al país soldados estadounidenses uniformados (por temor de que la respuesta pública lo ponga en peligro).

Por otro lado, la dictadura militar de Musharraf necesita la legitimidad que le otorgan las credenciales islámicas y el apoyo social y material de las fuerzas islámicas. Como Inglaterra estableció a Pakistán arbitrariamente con criterios religiosos (y reaccionarios) cuando dividió a India en dos al momento de la independencia, se dice que los clérigos islámicos y las fuerzas armadas son las únicas instituciones que mantienen la cohesión del país. Ambos tienen una fuerte dependencia política mutua. Ambos se basan en la economía rural y más o menos feudal. Las fuerzas armadas también son dueñas de gran parte de la economía moderna: industria y empresas.

Poco después del supuesto rompimiento con el Talibán afgano, el gobierno de Musharraf ayudó a Jammat-e-Islami, (un partido pro Talibán) y otros grupos islámicos aliados a ganar las elecciones estatales de octubre del 2002 en las zonas fronterizas. Con la ayuda de los funcionarios de Jammat-e-Islami, se dice que el Talibán afgano se reorganizó en Pakistán y realizó ataques desde bases paquistaníes. Estas actividades están concentradas en Waziristán Norte y Sur, pero se extienden a lo largo de toda la frontera. Musharraf mandó tropas a pararlas. La Mezquita Roja adquirió renombre en el 2004, cuando emitió un decreto religioso (fatwa), firmado por unos 500 clérigos, que decía que los soldados que murieran en esa campaña no podrían recibir entierro ni oraciones islámicos. El ejército se retiró. En el 2006, el gobierno llegó a un acuerdo con los dirigentes tribales de Waziristán y prometió no entrometerse si obligaban a los luchadores extranjeros (de Al Qaeda) a entregar las armas o a irse. La tregua continuó hasta el 15 de julio de este año, cuando un consejo islámico (shura) la suspendió tras la intervención militar.

Pero el marco general es que el abrazo de Musharraf no estaba logrando el objetivo de contener el apetito de los fundamentalistas. En los últimos años, el Talibán extendió su control por todo Waziristán, y un grupo paquistaní llamado TNSM (Movimiento para el Cumplimiento de la Ley Islámica) empezó a ejercer el poder político en el valle Swat y otras partes de la Provincia Fronteriza Noroeste. El periodista Sayeed Saleem Shahzad informó en Asia Times Online (www.atimes.com) que el difunto quien era Abdul Rashid Ghazi, subdirector de oraciones de la Mezquita Roja, cuyos seguidores lo comparan con el ulema Omar del Talibán y Osama bin-Laden de Al Qaeda, hablaba con los dirigentes de TNSM todas las noches por teléfono. La mezquita recibía estudiantes del Noroeste y enviaba a la zona a sus egresados de otras partes del país a unirse con los demás luchadores listos para librar la guerra santa en Afganistán y otros lugares (varios centenares de miles de combatientes, según informó Shahzad). El movimiento de la Mezquita Roja pasó a ser un símbolo de las ambiciones de los islamistas de trascender los límites del gobierno de Musharraf.

Unos periodistas han informado mucho sobre el conflicto entre las fuerzas de Al Qaeda y del Talibán en esta situación, y vale la pena investigar esto más a fondo. El fundamentalismo islámico, inclusive su ala armada, abarca muchas corrientes que a veces tienen puntos de vista y metas en conflicto…

Sin embargo, lo que se ve en Pakistán es la porosidad de esas categorías y el surgimiento de un fenómeno cuyos detalles variados y complejos, por importantes que sean, no deben impedir que veamos la situación general. Los sucesos de las últimas semanas han aclarado algo: independientemente de las intenciones de las partes, el arreglo entre Musharraf y un grupo de fuerzas islámicas fracasó porque resultó insostenible para ambas partes. No es que un determinado resultado fuera inevitable, pero operaba cierta lógica.

Estados Unidos apoyaba el arreglo porque quería neutralizar a las fuerzas pro Talibán en Pakistán a fin de derrotar al Talibán en Afganistán. (El apoyo de Washington se hizo explícito en retrospectiva, cuando Stephen Hadley, asesor de seguridad nacional, le dijo a CNN el 15 de julio: "No ha tenido los resultados que [Musharraf] quería ni los resultados que nosotros queríamos"). Eso se debe en gran parte al inesperado resurgimiento del Talibán en Afganistán. Un alto funcionario del ISI comentó hace un tiempo: "El Talibán no es un problema para Pakistán"; o sea, el Talibán no era una amenaza para Musharraf. Pero cuando Estados Unidos y sus aliados se vieron en medio de una guerra en Afganistán, las bases del Talibán en Pakistán sí resultaron ser un problema.

Otra razón es que los fundamentalistas islámicos han sido más que instrumentos. Los cuadros islamistas han entrado al ejército y el ISI como oficiales. Estos vínculos del estado y el fundamentalismo también se extienden a las esferas ideológica, política y organizativa. Eso quiere decir que aunque el ejército paquistaní organizó los movimientos fundamentalistas sunitas de Pakistán, Afganistán, Cachemira e India, no están necesariamente bajo su control. Además, han surgido otros factores, como el fundamentalismo hindú y ataques genocidas contra los musulmanes en India. El establecimiento del gobierno de Jomeini en Irán le dio mucho ímpetu al fundamentalismo islámico y su propuesta de conquistar el poder político por toda la región, a pesar de las grandes diferencias ideológicas de los chiítas que tienen el poder en Irán y la mayoría sunita de Pakistán y Afganistán, y sus relaciones políticas antagónicas.

Por su parte, a muchos fundamentalistas no los motivan solo los intereses económicos y las ambiciones políticas, sino una cosmovisión coherente: una ideología que abarca todas las facetas de la vida y la muerte. Luchan por llevar a la práctica esa visión, y no les importan las fronteras trazadas por los imperialistas.

Como escribió el autor iraní Siamac Sotudeh en el libro Why Are the Dead Walking? Islamic Movement: Motives & Perspectives (¿Por qué caminan los muertos? El movimiento islámico: Motivos y perspectivas), los fundamentalistas islámicos y el imperialismo estadounidense tienen sus propias versiones de la estrategia de derrotar a los enemigos uno por uno. Sotudeh empieza con un análisis de cómo Estados Unidos facilitó la toma de poder por Jomeini como "la alternativa menos mala" y termina con una descripción de sus metas intransigentes de imponer su versión del islam en la mayor extensión del mundo que sea posible. Concluye que tales alianzas no significan que ningún lado abandone sus objetivos estratégicos.

Musharraf tiene una cosa en común con Hamid Karzai de Afganistán, el presidente de otro gobierno dependiente de Estados Unidos que no puede gobernar sin su base de apoyo fundamentalista: sean cuales sean sus ideas religiosas, las subordina al compromiso a un Pakistán que es una provincia de un imperio global estadounidense. Sean cuales sean las diferencias con Estados Unidos, los dos lados reconocen esto. Eso es algo que algunas fuerzas fundamentalistas no pueden tolerar, y no es primordialmente por el sufrimiento de la población y la humillación nacional que causa. El capital imperialista no puede dejarlos como están; tiene que transformar continuamente las relaciones económicas y sociales y la cultura de los países que domina; eso resquebraja su poder y su misma existencia, y atiza su indignación contra "el Occidente" y sus ansias de resucitar y defender una concepción medieval. A corto plazo, su ideología exige un gobierno islámico expansivo y sin restricciones. No son nacionalistas disfrazados de religiosos ni representantes "objetivos" del deseo popular de liberación nacional, sino representantes de las mismas relaciones feudales y demás relaciones retrógradas que han permitido que el imperialismo subyugara al país económica y políticamente.

Por supuesto, el fundamentalismo religioso no es específicamente un fenómeno del islam ni se limita a los países oprimidos. Su crecimiento es un fenómeno global nuevo que también abarca a protestantes, católicos, judíos e hindúes. Una ideología igualmente reaccionaria impulsa a Bush y el movimiento fundamentalista cristiano que quiere representar. Por otra parte, todo esto ocurre en el contexto de una campaña sin paralelo de Estados Unidos por establecer un imperio mundial único. Hay que recordar que Estados Unidos invadió y ocupó a Afganistán e Irak y que domina salvajemente a la mayor parte de los países del mundo que tienen una mayoría musulmana, y no al revés. Lo que lleva al actual nivel de conflicto entre el fundamentalismo islámico y Estados Unidos son las acciones de este.

Estados Unidos tiene que utilizar a las fuerzas retrógradas y reaccionarias para imponer su dominación y está muy dispuesto a hacerlo; pero a sus ojos el fundamentalismo islámico es un obstáculo de largo plazo y, especialmente, una grave amenaza inmediata. Está resuelto a aplastar a esas fuerzas y drenar sus semilleros, incluso si de vez en cuando esto requiere formar alianzas temporales con algunas de ellas.

Aquí es donde encajan las amenazas estadounidenses a Irán. Barnett Rubin, experto estadounidense sobre el Medio Oriente, dice: "El principal centro del terrorismo global es Pakistán". (Consejo de Relaciones Exteriores, cfr.com) Pero al oír lo que dicen los voceros y voceras del gobierno estadounidense, uno pensaría que los dirigentes del Talibán y de Al Qaeda se han refugiado en Irán, y no Pakistán.

Si el gobierno de Bush ha pasado por alto a propósito el "juego doble" de Musharraf, es porque sabe que tiene que jugarlo para mantenerse en el poder, y eso le conviene. Quiere que Pakistán sea un aliado servil en la guerra contra Al Qaeda y el Talibán, incluso si tiene que aceptar algunas cosas extrañas. Hoy especialmente, necesita al gobierno de Musharraf y al ejército paquistaní para usarlos contra Irán, porque está resuelto a eliminar a la República Islámica con amenazas o por la fuerza. Se dice que ya está realizando operaciones clandestinas en Irán desde Pakistán. Estados Unidos no está comprometido a mantener en el poder a Musharraf para siempre y no sería el primer lacayo estadounidense al que le pagan con una bala. Pero ahora mismo las máximas prioridades de la guerra por el imperio --y la guerra contra el fundamentalismo islámico-- dictan que un cambio de gobierno en Irán sea mucho más importante que presionar a Musharraf. Posiblemente Washington haya calculado que Irán ofrece condiciones más favorables que Pakistán para establecer un gobierno no islámico y hacer retroceder el fundamentalismo anti Estados Unidos.

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Revolución #97, 29 de julio de 2007


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El 22 de octubre de 2007:
No más vidas robadas: Vístanse de negro para protestar contra la brutalidad policial

De la convocatoria del 22 de Octubre de 2007: “El 22 de Octubre se reconoce como un día de resistencia concentrada, cuando en ciudades por todo el país y con varios medios de expresión se reúne para PARAR la violencia policial, la represión y la criminalización de una generación. La epidemia nacional de brutalidad policial y represión está escondida de muchos que por eso no dan voz a su indignación. Tenemos que oponernos a la campaña de maltrato policial y sacarla a la luz del día. Nuestra resistencia alentará a muchos más".

Pónganse en contacto con la Coalición 22 de Octubre para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de Una Generación:

www.october22.org/
info@october22.org
1-888-NOBRUTALITY
October 22nd Coalition
P.O. Box 2627
New York, N.Y. 10009

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