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Revolución #245, 11 de septiembre de 2011
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10 años después del 11-9
El 11 de septiembre de 2001 (11-9), casi 3000 personas murieron cuando aviones chocaron con las torres gemelas en Nueva York y el Pentágono en Washington, D.C.
La inmensidad y el horror de los ataques conmocionaron a la gente. Nunca había ocurrido algo semejante en suelo norteamericano. Algunos reaccionaron con rabia, con una furia patriótica ciega. Formaron turbas que pedían venganza; a las personas con "apariencia extranjera" les escupían y muchas veces les golpeaban; algunas hasta murieron asesinadas por el crimen de "verse diferentes". Un presentador de un programa televisivo en cadena no repitió el mensaje oficial al pie de la letra; le dijo textualmente el representante del presidente en una rueda de prensa, "cuidado con lo que dicen", y se le canceló el programa. El gobierno recogió a más de mil inmigrantes en redadas en masa.
Otras personas —una minoría pero no tan pequeña— se acordaron de las escenas terribles que salieron en las noticias vespertinas de lo que le pasaba a "aquella gente" en "lugares lejanos". Lloraron las víctimas del 11-9... pero empezaron a hacer preguntas. ¿Por qué ocurrió el ataque? Buscaron a otros —amigos, hasta desconocidos— para platicar, para tratar de entender.
Pero muy pronto el gobierno de Bush y los medios de comunicación establecidos hicieron saber que no se permitía ni siquiera el simple acto de hacer semejantes "preguntas peligrosas": No vamos a hablar de eso... no piensen sobre la historia antes del 11-9, no consideren el contexto de lo que ocurrió... no, ya es hora de atenerse al programa. Bush dijo "o estás con nosotros o estás en nuestra contra", y todo el Congreso se puso de pie y le lanzó vítores.
Bob Avakian dice en el discurso "Los grandes retos de la nueva situación", que dio poco después del 11-9 al analizar los antecedentes: "Así que echaron a andar muchas cosas incluso antes de que el nuevo grupo tomara las riendas (incluso en la administración Clinton), y después vino el 11 de septiembre. Para mí el Comité del Movimiento Revolucionario Internacionalista (CoMRI) atinó cuando dijo que en el mundo tenebroso y tramposo de los servicios de espionaje tal vez nunca se conocerá con precisión quién organizó los ataques del 11 de septiembre. En realidad, ¿quién es Osama bin Laden? Claro, es el villano del momento, como lo fueron Noriega y 'Saddam, el Dictador' (y no olvidemos a Milosevic). Pero en realidad, ¿quién sabe quién es Osama bin Laden o con quién o para quién trabaja? No es posible saber todo esto, pero al menos parece muy probable que algunas fuerzas (no fuerzas positivas ni del proletariado sino fuerzas reaccionarias) le asestaron un golpe al imperialismo yanqui por sus propios motivos. Independientemente de lo que supiera o no la clase dominante, o sea, si sabía que el ataque venía pero decidió no pararlo por sus propios motivos o si sabía que se iba a dar algún tipo de ataque, en el país o en el extranjero, pero no esperaba lo que sucedió (lo cual es muy posible); independientemente de todo esto (y, repito, a lo mejor no se aclarará nunca) el hecho es que se ha producido una situación en que tienen tanto libertad como necesidad". (Se puede conseguir el discurso en línea en revcom.us/a/245/ba-newsituation_s.) Cabe mencionar que casi tres años después del 11-9, se supo que Bush recibió un memo de inteligencia el 6 de agosto de 2001, titulado "Bin Laden decidido a atacar dentro de Estados Unidos", que decía que el FBI había detectado "patrones de actividad sospechosa en este país que se parecen a preparativos para secuestrar aviones". Después del colapso de la Unión Soviética en 1991, estrategas de alto nivel de la clase dominante de Estados Unidos empezaron a propagar la idea de que Estados Unidos debería actuar decisivamente para afianzarse en posición como única superpotencia y prevenir cualquier desafío que surja. Esta posición fue expresada en el "Guía de Planeación de Defensa" de 1992 del Departamento de Defensa, que alegaba que Estados Unidos debe asegurar "que no sea permitido que surja ninguna superpotencia rival en Europa occidental, Asia o en el territorio de la antigua Unión Soviética", y que esos objetivos deben ser logrados por ataques preventivos a los rivales o a estados que buscan tener "armas de destrucción masiva", fortaleciendo el control de Estados Unidos sobre el petróleo del Golfo Pérsico y rehusándose a permitir que cualquier ley o coalición internacional inhiba la libertad de acción de Estados Unidos. El documento fue escrito por Paul Wolfowitz, Lewis Libby y Zalmay Khalilzad bajo la dirección del entonces secretario de Defensa Dick Cheney, todos ellos posteriores altos funcionarios de la administración de Bush hijo. Durante la década de los años 1990, este núcleo dentro de la clase dominante continuó desarrollando y luchando por esta visión, en numerosos estudios de investigación, seminarios de comités de asesores, columnas de opinión y esfuerzos como el "Proyecto por un nuevo siglo americano". También encabezaron un creciente coro que exigía acción más agresiva contra el régimen de Saddam Hussein en Irak, al igual que contra el régimen del Talibán en Afganistán. Todo esto se dio años antes de los ataques del 11 de septiembre de 2001. En septiembre del 2000, el neoconservador "Proyecto por un nuevo siglo americano" escribió que "[E]l proceso de transformación [de la postura global de Estados Unidos], aunque traiga un cambio revolucionario, es probable que sea largo, sin que interviniera un evento catastrófico y catalizador, como un nuevo Pearl Harbor". En la noche del 11 de septiembre de 2001, Bush escribió en su diario: "El Pearl Harbor del siglo 21 tomó lugar hoy". |
A la mortandad causada por los ataques del 11-9 en Estados Unidos la ha multiplicado quizá cien veces la respuesta a ese horror. El 6 de octubre del mismo año, Estados Unidos libró la guerra en Afganistán y lanzó lo que ya ha sido una década de guerra sin fin en el Medio Oriente y el sur de Asia — con el resultado de 10 años de bajas cada vez más numerosas y un sufrimiento inmenso para el pueblo de Afganistán, Irak y Pakistán. Estas guerras han causado la muerte y el lisiamiento de cientos de miles de personas y han destruido o trastocado de manera traumática la vida de literalmente millones. Según un estudio de 2006 de la universidad Johns Hopkins publicado en la revista inglesa de medicina Lancet, sólo en Irak, hubo al menos 600.000 muertes. UNCHR, un organismo de la ONU encargado de refugiados, informa que 3.4 millones de refugiados iraquíes huyeron a otros países.
En breve durante los últimos 10 años: Estados Unidos ha invadido y ocupado a Afganistán y después Irak; y en nombre de una "guerra contra el terrorismo" (WOT), exigió una licencia para atacar a cualquiera que se oponga a su dominación en cualquier parte del mundo. La clase dominante de Estados Unidos ha declarado una doctrina de "guerra preventiva", ahora fomentada por Obama, reclamando "el derecho" a amenazar o lanzar guerras de agresión basadas solamente en los llamados "reportes de inteligencia" de "amenazas potenciales" en el futuro; usando operaciones encubiertas, incluso asesinatos, secuestros, infiltraciones, espionaje y financiamiento de redes de agentes extranjeros.
Se nos ha dicho que la WOT está "manteniendo al mundo seguro". Pero de hecho, los objetivos y las metas reales y aun muchos de los planes puestos en marcha agresivamente después del 11-9 estuvieron en la agenda antes del 11-9.
Lo que motiva concretamente la llamada "guerra contra el terror" es una gran estrategia con el objeto de remoldear al mundo entero, empezando con el Medio Oriente y estableciendo de modo permanente a Estados Unidos en una posición que nunca antes haya existido en la historia de los imperios del mundo: que no tiene rival y que no se le puede desafiar en toda dimensión a una escala nunca vista en la historia. Su objetivo ha sido rehacer con la violencia las relaciones internacionales y hacer de Estados Unidos el gobernante del mundo al cual no se puede desafiar.
Bajo el estandarte de la "seguridad interna", han aplicado toda clase de políticas fascistas y cambios judiciales, con poderes policiales nuevos y enormes, el rastreo sistemático de personas y esfuerzos de movilizar a la población en un clima de tremor y sospechas mutuas. Se han erosionado profundamente los derechos constitucionales fundamentales, incluidas las protecciones contra el encarcelamiento sin cargos y contra registros y allanamientos sin causa probable.
Piense en la moralidad de todo eso: Estados Unidos mata a personas, entre ellas muchos civiles inocentes, porque cree que alguien o algún grupo tal vez ataque a Estados Unidos. A menudo eso quiere decir que mata a personas porque éstas tal vez opongan resistencia a los soldados estadounidenses y a otros organismos pro estadounidenses en su propio país. Tal vez resulten muertos por razones completamente infundadas... o sin ninguna razón en absoluto.
En todo esto, Barack Obama ha hecho que sean legales algunos de los peores crímenes del régimen de Bush. A la vez, ha ido a extremos aún mayores y tomado medidas que ni Bush tomó. Por ejemplo, continúa la política de Bush (la que de hecho éste nunca aplicó) de encomendar al Estado Mayor Conjunto la compilación de "listas de blancos para el asesinato" compuestas de estadounidenses. Además, actúa en consecuencia: un artículo de enero de 2010 del Washington Post dio a entender que el clérigo islámico nacido en Estados Unidos y ciudadano estadounidense, Anwar al-Awlaki, estuviera en la lista. A la semana siguiente, el director de Inteligencia Nacional de Obama, el almirante Dennis Blair, aceptó en una audiencia ante el Congreso que el gobierno se reserva el "derecho" de llevar a cabo tales asesinatos. En abril, el gobierno de Obama dio el extraordinario paso de autorizar el asesinato selectivo de Anwar al-Awlaki, el que, afirmaba, se había vuelto un reclutador de una red terrorista — sin importar donde lo encontraran, sin importar la distancia que se encontrara desde el campo de batalla y sin ningún debido proceso legal, sin levantarle cargos ni procesarlo. Un fatwa oficial del gobierno estadounidense, punto1 (Ver "Confirmed: Obama authorizes assassination of U.S. citizen", Glenn Greenwald, salon.com, 7 de abril de 2010).
Los que gobiernan Estados Unidos reconocen que desencadenar todo lo mencionado requiere una represión intensificada en el "frente interno" — para evitar y suprimir toda resistencia contra lo que están cometiendo. Es la "realidad", según nos dicen, la que es esencial para proteger a las vidas estadounidenses.
Una lista de lo que Estados Unidos ha hecho después del 11-9 llenaría muchos cientos de páginas. Sin embargo, un breve repaso de las "nuevas normas" que impusieron a la fuerza o que establecieron bajita la mano durante los últimos diez años hace hincapié en el carácter extremo y fascista del modus operandi actual estadounidense fuera y dentro del país:
A los millones de jóvenes: Estados Unidos ha estado librando guerras desde que usted pueda recordar. Cuesta imaginar un aeropuerto en que no es necesario quitarse los zapatos o en que su mochila de repente no puede convertirse en objeto de sospechas... nos han dicho una y otra vez que la "guerra contra el terror" tiene por objeto "mantenernos seguros" a la vez que Estados Unidos a diario hace que el mundo sea más peligroso. Empiece a cuestionar todo eso. ¿Todavía es permisible aceptar todo lo que dice el gobierno estadounidense como "simplemente una parte de la vida cotidiana"?
Todos tienen que preguntarse a sí mismos y los unos a los otros: ¿qué clase de sociedad ha surgido desde el 11-9? ¿Hacia dónde está encaminada? ¿Es ésta la clase de mundo en que queremos vivir?
Los horrores del 11-9, y los diez años aún más horrorosos desde el 11-9, deberían suscitar profundas interrogantes acerca del mundo en que vivimos, y el mundo en el cual deberíamos querer vivir. Presenta al pueblo el camino de desafiar en lo fundamental a este sistema y de luchar por crear un mundo mejor. O el camino de inscribirse para defender o aceptar la defensa de un imperio de pobreza que hoy depende abiertamente de la matanza en masa y la justifica en tierras de otros países, la tortura y la represión en su territorio nacional, y la obediencia ciega. Si usted creía que de alguna manera Obama iba a cambiar todo eso, desde hace mucho debería haberse dejado de creer esa noción. Todos los representantes de este imperio no pueden sino darle más de lo mismo... o algo peor.
Pero SÍ hay un futuro diferente que es posible. Un futuro que suponga tomar partido con los oprimidos del mundo y no librar guerras en su contra. Un futuro que se zafe de todos los fundamentalismos y patriotismo ciego de mi país primero y que suponga el fomento del espíritu crítico y un dinamismo incluyente en la cultura y la política que ni se puede imaginar en el restrictivo marco de hoy. Un futuro que no saquee el planeta ni a sus habitantes en un ciego afán de ganancias pero que de hecho puede hacer que sea posible que las personas lleven una vida digna de los seres humanos a la vez que protejan otras especies y el medio ambiente. Pero la única manera de alcanzar dicho futuro requiere una revolución. Tal revolución es posible —y, en particular por Bob Avakian y el trabajo que ha venido desarrollando desde hace unas décadas, de sintetizar las experiencias positivas y negativas que ha tenido la revolución comunista hasta ahora y de conocer y aprender de una amplia gama de experiencias de la humanidad— existe una visión y estrategia viable para una sociedad y mundo radicalmente nuevo y mucho mejor y existe una dirección crucial que se necesita para avanzar la lucha hacia ese objetivo. Tal revolución no sólo es posible sino que nosotros ESTAMOS CONSTRUYENDO un movimiento para esta revolución.
Le hacemos una invitación, le lanzamos un reto y le hacemos un llamado a chequear esto y a entrarle. En serio SÍ existe un camino mejor, un camino mejor, viable y sostenible y un movimiento para la revolución que está luchando por él. Al hacer todo esto, usted tiene una necesidad de negarse a ser cómplice con lo que se está haciendo y lo que se está planeando... y de resistir y de apoyar a otra gente que resista. De unirse a aquellos el 11-9 que protesten contra los crímenes cometidos en nombre de las víctimas... de apoyar y participar en las acciones planeadas para el 6 al 8 de octubre contra los diez años de guerra... de participar en las acciones convocadas por el Mundo No Puede Esperar.
La esencia de lo que existe en Estados Unidos no es la democracia, sino el capitalismo-imperialismo y las estructuras políticas que lo imponen. Lo que Estados Unidos lleva al resto del mundo no es democracia, sino imperialismo y las estructuras políticas que lo imponen. Lo BAsico 1:3 |
NOTAS
1. Un fatwa es un decreto oficial o religioso emitido por un líder o estudioso musulmán. [regresa]
2. Después del 11-9, nuevos reglamentos del Departamento de Justicia (DOJ), según el Colegio Estadounidense de Abogados, "permiten que el gobierno monitoree todas las comunicaciones entre un defendido y un abogado cuando exista una 'sospecha razonable' de 'creer que un interno particular pueda hacer uso de las comunicaciones con los abogados o sus agentes a fin de promover o facilitar actos de violencia o terrorismo'". El DOJ determina qué constituye una "sospecha razonable", sin ninguna necesidad de la aprobación anticipada de un tribunal. ("Is the War on Terrorism a War on Attorney-Client Privilege?", Paul R. Rice y Benjamin Parlin Saul, Criminal Justice Magazine, verano 2002.) [regresa]
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Revolución #245, 11 de septiembre de 2011
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Con el 10 aniversario del 11-9, la Ciudad de Nueva York será el destino de preferencia de importantes criminales de guerra estadounidenses, como Dick Cheney, Donald Rumsfeld y John Yoo. Éstos son los individuos que nos impusieron la tortura, la detención indefinida y las guerras de billones de dólares que han cobrado la vida de innumerables afganis, iraquíes y estadounidenses. Se debe acusarlos y procesarlos por sus crímenes, en vez de honrarlos como oradores e invitados especiales en simposios, eventos conmemorativos y banquetes. Busque la lista de fechas en warcriminalswatch.org.
El Mundo No Puede Esperar está lanzando un llamado a las personas de conciencia y a los artistas para: una memoria virtual de obras de arte en memoria de las víctimas de la guerra contra el terror de Estados Unidos. La página web está en obra en 911globalmemorial.net. Mitin en City Hall Park, Nueva York, domingo 11 de septiembre, mediodía
Washington, D.C., 6 de octubre, mañana, Freedom Plaza, Washington, D.C. (calle 13 y avenida Pennsylvania, NW). Detalles: October2011.org.
San Francisco, 7 de octubre, 4:30 pm, New Federal Building, calles 7 y Mission, San Francisco. Contacto: sf@worldcantwait.org o 415-864-5153.
Chicago, 8 de octubre, mediodía, mitin y marcha partiendo de la avenida Michigan y Congress Parkway. Contacto: chicago@worldcantwait.org o 773-614-1819.
Miami, 8 y 9 de octubre, conferencia el sábado seguida de mitin y marcha a los portones del Comando Sur de Estados Unidos, Doral, Florida, el domingo. Ver más detalles en soaw.org.
Las Vegas y base aérea Creech, 7 a 9 de octubre
Más detalles y actualizaciones: worldcantwait.net
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Revolución #245, 11 de septiembre de 2011
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Publicado el sábado 3 de septiembre de 2011
Nota: A continuación publicamos partes de un discurso grabado de Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, tras los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001 y en el contexto de la guerra de Estados Unidos (y su "coalición"), en primera instancia contra Afganistán. En preparación para su publicación, el texto ha sido revisado y los subtítulos han sido insertados. Recomendamos que las y los lectores estudien este amplísimo discurso, el que aparte de ser muy previsor y acertado, sigue siendo muy relevante en el mundo actual.
Primero quisiera abordar la dimensión estratégica de la situación que se ha desenvuelto a partir del 11 de septiembre. A mi juicio, existe una muy amplia gama de posibles desenlaces con relación a lo que los imperialistas se proponen y el gran hervidero de contradicciones que eso entraña. Hablando sin pelos en la lengua, esa gama de posibilidades abarca, en el extremo negativo, devastadoras derrotas del proletariado y de la revolución proletaria internacional que nos pueden hacer retroceder varias décadas, e incluso la posibilidad de que los imperialistas aplasten—orgánica, si no políticamente—al movimiento comunista internacional y sus fuerzas de vanguardia y de que logren grandes avances y consolidaciones, especialmente los imperialistas yanquis.
O, en el extremo positivo—y esto es igualmente posible—el proyecto de los imperialistas podrá convertirse en su contrario de una forma profunda y quizás sin precedentes, y llevar a monumentales avances de la lucha revolucionaria de los pueblos del mundo entero y de la revolución proletaria mundial, e incluso a una situación revolucionaria y a una revolución triunfante en lo que actualmente es Estados Unidos. Así es como debemos ver el abanico de posibilidades y las profundas contradicciones que se están desenvolviendo, y que los imperialistas están desatando y agudizando más con sus acciones. Uno de esos dos extremos, y toda la gama entre ellos, son posibles resoluciones, o situaciones que podrán surgir de este gran hervidero de contradicciones.
Es evidente, por ejemplo, en los discursos de Bush desde el 11 de septiembre, que los imperialistas, en particular los imperialistas yanquis, tienen grandes ambiciones, pero también se encuentran ante una gran necesidad. Debemos examinar ambas cosas.
Su gran ambición es reconfigurar la situación mundial, empezando por las regiones estratégicas en que se están enfocando: Asia Central, Asia del Sur y el Medio Oriente. Pretenden imponer el "Hijo del Nuevo Orden Mundial" o "El Nuevo Orden Mundial II" a una escala mucho mayor de lo que se propusieron hace una década con la guerra contra Irak. Es un proyecto monumental con enormes repercusiones.
No son tontos. Obviamente, analizan todo desde la óptica de los intereses de la clase capitalista imperialista y su concepción de clase, pero no están procediendo a lo loco sin ningún plan. Al contrario, van calculadamente, por pasos. A su propia manera muy perversa, buscan unir a todos los que sea posible unir bajo su batuta, en los dos sentidos: la batuta del director de una gran "sinfonía" y, más importante, la batuta de los "policías del mundo". Buscan unir a todos los que sea posible unir en cada fase, empezando por Afganistán. Contemplan y han planteado explícitamente que será necesario renovar y moldear la "coalición" en cada fase. No podrán mantener la misma coalición, con los mismos integrantes, a lo largo del proceso; así que en cada etapa buscarán la polarización de fuerzas más favorable (el "frente único" más favorable, en un sentido perverso) bajo su batuta. Están debatiendo al interior de la clase dominante, y hasta cierto grado, abiertamente: ¿la coalición define la misión? o, al revés, ¿la misión define la coalición? Y esta última posición es la que predomina hoy.
De vez en cuando el Departamento de Estado u otros representantes de la estructura de poder plantean algunos "pequeños peros u observaciones", o advierten: "Si nos lanzamos contra muchos adversarios a la vez, los aliados no estarán de acuerdo". Pero enseguida los "duros", los estrategas imperialistas, responden: "De modo alguno. No permitiremos que los 'socios' de la coalición determinen lo que hagamos". (Así dijo explícitamente Donald Rumsfeld en un discurso hace poco: que la misión debe definir la coalición y no al revés porque si no "la misión se diluirá al mínimo denominador común"). Los "duros" expresan la lógica de la Mafia:
"Lo único que realmente comprenden, lo único que realmente cuenta, es el poder. Claro, a algunos no les cae bien y hasta hacen un show de quejarse, pero responderán ante la realidad de nuestro poderío. Basta pulverizar a los que se atraviesen por el camino y muy pronto los demás marcharán al compás. Así que está bien prestar atención a los aspectos políticos y diplomáticos, pero lo primordial es la mano de hierro; no debemos vacilar en usarla para lograr lo que necesitamos".
Y la "misión", repito, es básicamente reconfigurar el orden mundial conforme a sus intereses estratégicos.
Es como si dijeran: "Tuvimos una gran victoria en la guerra fría, pero con Clinton la desaprovechamos. Hubiéramos extendido nuestra hegemonía a todos los rincones del globo, y ya es hora de que lo hagamos. Nos descuidamos y ahora es hora de aprovechar la victoria de la guerra fría con una nueva reconfiguración del mundo a cachiporrazos. ¡Adelante!".
Esas grandes ambiciones trascienden a la vida nacional; quieren poner la sociedad en pie de guerra e imponer una represión fascista (tema al cual volveré más adelante). Pero hablando por el momento del plano internacional—que es lo que da la pauta, dada la naturaleza de los imperialistas y del sistema—tienen grandes ambiciones y en cierto sentido están tratando de aprovechar esta libertad. Pero, desde luego, no es ni va a ser tan fácil... de ninguna manera. A pesar de sus victorias iniciales en Afganistán, tienen y tendrán una gran necesidad en dos sentidos: la necesidad actual y la necesidad que sus propias acciones suscitarán. En cualquier momento, y especialmente con el paso del tiempo, existe el potencial de que las cosas se les salgan de las manos por completo.
Hace poco vi la película Thirteen Days (Trece días) acerca de la crisis de los misiles en Cuba; destaca varias cuestiones muy interesantes. Al final de la película, tras la resolución de la crisis (que por cierto terminó en victoria para el imperialismo yanqui: los soviéticos retiraron sus misiles cuando les "tiró el guante nuclear"), uno de los estrategas yanquis dice: ganamos y ahora sí le podemos dar en la torre a los soviéticos en el sudeste asiático (obviamente, refiriéndose a Vietnam). Y al ver la película después de tantos años y después de la debacle de Estados Unidos en Vietnam, se ve (y quizás esta fue la intención del director) el "síndrome" imperialista de embriaguez de poder.
El triunfalismo de los imperialistas es muy marcado tras las victorias iniciales de la actual "guerra contra el terrorismo" en Afganistán, y es posible que les cause grandes problemas conforme se desenvuelva la situación. Desde luego pondrán a los "estadistas sabios" (y, para no menospreciar a Condoleezza Rice, a las "sabias") a pensar en cómo evitar el problema de "embriaguez de poder". Pero es muy probable que se pasen y desaten fuerzas que no podrán controlar. Incluso el uso de armas nucleares, que es muy posible en el curso de todo esto, no les garantiza una resolución favorable; por lo contrario, podría desatar nuevas fuerzas totalmente fuera de control. Y en el marco de la destrucción perversa y monstruosa de todo tipo que los imperialistas lleguen a desatar, las fuerzas populares del mundo entero—y especialmente las fuerzas revolucionarias del proletariado internacional y el movimiento comunista internacional—tendremos que luchar para arrancar algo radicalmente mejor de todo esto.
Así que los imperialistas tienen una necesidad y sus acciones suscitarán mayor necesidad (harán surgir o agudizarse otras situaciones y fuerzas), y todo esto se les podrá salir de las manos en un momento dado. También tienen ciertos objetivos. Es decir, sus maniobras en este momento surgen de planes que ya estaban en marcha mucho antes del 11 de septiembre. El OR ha explicado muy bien todo el asunto de las reservas estratégicas de petróleo de la región: la contienda de varios años por el oleoducto y las maquinaciones de las compañías petroleras y los imperialistas yanquis con relación a Afganistán; y por qué en un momento colaboraron con los talibanes o los aceptaron, qué planes tenían y por qué posteriormente los repudiaron... todas esas situaciones que existían antes del 11 de septiembre, fuesen quienes fuesen los autores de los ataques.1
Es preciso comprender que no es simplemente que las corporaciones estadounidenses tengan "sed" de petróleo ni que la economía nacional "depende de los hidrocarburos". Fundamentalmente, los capitalistas monopolistas que gobiernan a Estados Unidos tienen que controlar grandes fuentes de petróleo y otros combustibles en todo el mundo para bajar al mínimo los costos de producción (a través de la superexplotación de la mano de obra en los países productores del petróleo), prevalecer en la competencia con rivales imperialistas y controlar las arterias vitales de la economía mundial. Para acaparar esas fuentes se valen del aparato de gobierno, especialmente las fuerzas militares, lo cual es una manifestación de la naturaleza primordial del sistema imperialista.
Así que echaron a andar muchas cosas incluso antes de que el nuevo grupo tomara las riendas (incluso en la administración Clinton), y después vino el 11 de septiembre. Para mí el Comité del Movimiento Revolucionario Internacionalista (COMRI) atinó cuando dijo que en el mundo tenebroso y tramposo de los servicios de espionaje tal vez nunca se conocerá con precisión quién organizó los ataques del 11 de septiembre. En realidad, ¿quién es Osama bin Laden? Claro, es el villano del momento, como lo fueron Noriega y "Saddam, el Dictador" (y no olvidemos a Milosevic). Pero en realidad, ¿quién sabe quién es bin Laden o con quién o para quién trabaja? No es posible saber todo esto, pero al menos parece muy probable que algunas fuerzas (no fuerzas positivas ni del proletariado sino fuerzas reaccionarias) le asestaron un golpe al imperialismo yanqui por sus propios motivos. Independientemente de lo que supiera o no la clase dominante, o sea, si sabía que el ataque venía pero decidió no pararlo por sus propios motivos o si sabía que se iba a dar algún tipo de ataque, en el país o en el extranjero, pero no esperaba lo que sucedió (lo cual es muy posible); independientemente de todo esto (y, repito, a lo mejor no se aclarará nunca) el hecho es que se ha producido una situación en que tienen tanto libertad como necesidad.
En cuanto a la libertad, o un rasgo importante de ella, tenían sus objetivos y tenían muchas cosas en marcha (algunas más, otras menos), y cuando se dieron los ataques del 11 de septiembre, los aprovecharon y dijeron: "¡Adelante! ¡A toda máquina! ¡Aprieta el pedal y vámonos!". La necesidad que tienen, o un aspecto importante de ella, es que no pueden permitir que ocurran ataques como esos sin contraatacar; tienen que contraatacar con saña y dar golpes devastadores. Incluso si ellos mismos estuvieran inmiscuidos de alguna forma (o supieran que los ataques se iban a dar, o algún tipo de ataque), no pueden permitir siquiera la apariencia de que alguien los ataque de tal forma y se salga con la suya. Como los capos de la Mafia—y precisamente eso son, a una escala monstruosa—no pueden permitir siquiera la apariencia de que alguien les dé un puñetazo y se salga con la suya. Unos gángsteres mundiales de primera y explotadores globales con un aparato de genocidio y destrucción no pueden permitir siquiera la apariencia de que alguien los golpee y se salga con la suya.
En realidad, fuesen quienes fuesen los autores del 11 de septiembre, el hecho es que existen fuerzas reaccionarias con sus propios intereses—me refiero a los fundamentalistas islámicos y las fuerzas de clase que representan—que tienen contradicciones y antagonismos muy concretos con los imperialistas yanquis, y que incluso pretenden sacarlos de ciertas regiones y tumbarlos de la posición de potencia dominante hegemónica del mundo. Estas son contradicciones muy concretas para los imperialistas. Y, por eso, en un sentido perverso, lo que dicen es cierto: si no hicieran nada en una situación en que fuerzas hostiles asestaron un golpe en el mismo Estados Unidos (y causaron grandes bajas civiles, lo cual solo les importa porque da la impresión de que ni siquiera pueden proteger a la ciudadanía en su propio territorio y pone en tela de juicio la eficacia del gobierno), si permitieran que eso pase sin contraatacar a "los responsables", alentaría a las fuerzas que quieren golpear a Estados Unidos.
Así que se da una dialéctica o dinámica perversa en que, desde la perspectiva del dominio imperialista y los intereses imperialistas, tienen que contraatacar. También están aprovechando la libertad que esta situación les da para acelerar ciertas cosas que ya estaban en marcha y avanzar a todo dar. Pero a la vez tienen cierta necesidad, dado su papel y posición como "la única superpotencia mundial" (como se jactan) y su dominación de los pueblos del mundo; como los capos de la Mafia, tienen que pulverizar a los que les "faltaron al respeto" para que se vea que eso no se hace: "No pueden insultarnos ni mucho menos golpearnos porque los aplastaremos", pues de otra forma, se darán amenazas más serias a su imperio.
O sea, ¿cuál es a final de cuentas su lógica? Según su lógica, la fuerza es el único idioma que todo mundo entiende. ¿Qué pasa entonces si no ejercen ese poder, si no golpean despiadadamente al que les dé un puñetazo o una patada (como lo ven ellos)? En un sentido perverso, es cierto que les toca aplicar su propia lógica porque viven y gobiernan con ella, y la imponen a todo mundo. Según su propia lógica, los demás aprovecharán su vulnerabilidad si no contraatacan con saña y fuerza abrumadora.
Todo esto produce un gran hervidero de contradicciones, con un desenvolvimiento impredecible y el potencial de desembocar en una situación que se les salga de las manos. Evidentemente, plantea un enorme reto a las fuerzas progresistas que se oponen a los imperialistas en Estados Unidos y en todo el mundo, y especialmente a los comunistas del mundo, de arrancar algo positivo, algo radicalmente distinto y mejor, de los grandes trastornos y volatilidad de estas contradicciones, cuyas manifestaciones apenas empiezan a hacerse sentir.
Además de objetivos estratégicos internacionales muy definidos, los imperialistas tienen importantes objetivos para la sociedad estadounidense: una gran escalada de represión política, social y cultural. Como ya señalamos, es evidente que los sectores de la clase dominante que ocupan posiciones clave de poder en este momento (el grupo de Bush, independientemente de quién sea el mero mero) están dando la pauta para el conjunto de la clase dominante. Y así como consideran que la administración Clinton desaprovechó las oportunidades en el plano internacional de la "victoria de la guerra fría", quieren ver en el plano nacional una sociedad radicalmente diferente de la que ha existido desde esa época.
Los fascistas cristianos son una fuerza poderosa y bien conectada que hace tiempo viene imponiéndose; fue la fuerza principal que buscó tumbar a Clinton y eso llegó a un juicio de destitución (o sea, llegó muy lejos). Dentro de la coalición o agrupamientos que coincidieron en la destitución, la fuerza motriz fueron los fascistas cristianos, que representan un elemento muy importante de la clase dominante. No olvidemos que Bush proclama que es un cristiano "renacido" y, además, muchos de sus asesores y altos funcionarios, tales como Ashcroft, Ralph Reed y otros asesores clave durante y después de la campaña electoral son fascistas cristianos. (Ralph Reed es estudiante de Pat Robertson, cuyas reaccionarias arengas políticas e ideológicas son básicamente fascismo teocrático... ¡y verdadera demencia!). ¿Acaso estos individuos están apartados de las posiciones de poder del estado imperialista yanqui y de la política internacional? ¡Todo lo contrario! Fueron una fuerza motriz, si no la principal fuerza motriz, que pugnó por la destitución de Clinton. Tenían un proyecto y ciertos objetivos políticos, al punto de sacar a Clinton de la presidencia si fuera posible. Y llegaron muy lejos; obviamente iban en serio. Llevaron a Clinton a un juicio de destitución, solo que no lograron que el Senado lo condenara. Y estoy seguro de que si uno hablara con ellos en confianza (o si les diera un elixir para que dijeran la verdad), la abrumadora mayoría diría: "Por supuesto que no teníamos ninguna base constitucional ni jurídica, pero teníamos objetivos políticos".
Sin embargo, encontraron serios obstáculos y no recibieron apoyo más allá de sus propias bases. No es que gente de esa laya (los líderes fascistas cristianos y los representantes políticos del sistema imperialista en general) tomen decisiones porque el pueblo así lo piense o quiera, pero sí surgió cierta resistencia popular (aunque no organizada ni a gran escala) contra la destitución y sus maniobras en ese sentido. Así que, aunque los fascistas cristianos llegaron muy lejos, en otro sentido sufrieron un revés político porque no consiguieron la configuración política, por decirlo así, que buscaban.
Después vino la importante contienda electoral que sucedió no en el momento de la campaña sino con el empate del voto y la intensa batalla que suscitó (a pesar de la campaña insípida), que terminó con la decisión sumamente polémica y tendenciosa de la Suprema Corte. Y a eso le siguió el 11 de septiembre y sus secuelas, y es evidente que un sector de la clase dominante (cuyos representantes abiertos están encabezados, al menos nominalmente, por Bush) lo está aprovechando para fomentar más enérgicamente su "proyecto" en el plano internacional y también a nivel interno, y para plantearle al conjunto de la clase dominante la necesidad de respaldarlo.
En este momento, sería una exageración decir que se trata de un golpe de estado, pero es correcto e importante señalar que la situación tiene aspectos muy marcados de un "golpe en marcha"; es decir, ciertas fuerzas estrechamente ligadas con los altos niveles de las fuerzas militares están acaparando más y más poder, lo que pone de relieve e ilustra claramente algo que dijo Lenin: que el verdadero poder de la dictadura burguesa (sea en su forma "democrática" o abiertamente fascista) es la rama ejecutiva, y la rama legislativa no es más que una "tertulia". Esto es más evidente que nunca, como lo demuestran el servilismo del Congreso, que le ha dado a Bush, como comandante en jefe de las fuerzas armadas, grandes poderes para librar una guerra ilimitada "contra el terrorismo", y las repetidas y firmes declaraciones de apoyo a la guerra por los líderes del Partido Demócrata. (Veamos la "respuesta demócrata" al discurso de Bush sobre el estado de la nación: el líder demócrata de la Cámara de Representantes, Richard Gephardt, dijo que desde el 11 de septiembre "somos uña y carne en la guerra contra el terrorismo". Luego planteó de manera muy indirecta discrepancias en la esfera económica, pero no sin antes dejar en claro que "para derrotar el terrorismo, necesitamos una economía fuerte").
Por otra parte, las fuerzas militares, especialmente los oficiales, tienen mucho peso, y es muy significativo que ahí también manda la derecha (y principalmente los fascistas cristianos). Esto pone al descubierto la hipocresía de varios escritores y analistas que apoyan la guerra contra el terrorismo dizque para derrotar al fundamentalismo religioso (e incluso derrotar al "fascismo teocrático").
Por ejemplo, hace poco Andrew Sullivan (quien aunque es "conservador", advirtió del peligro de los fundamentalistas cristianos en la política nacional, o del peligro de sus "excesos", en un importante artículo de la revista dominical del New York Times durante la crisis de destitución de Clinton) escribió un artículo titulado "This Is a Religious War" (Sí se trata de una guerra religiosa) sobre la tendencia de la religión fundamentalista y literal hacia el terror y el "totalitarismo". Ahí dice que el verdadero peligro—"un enemigo más formidable que el nazismo o el comunismo"—es el fundamentalismo islámico. Los fascistas cristianos de Estados Unidos no representan mayor peligro, dice Sullivan (o el peligro se está desvaneciendo y en todo caso no prevalecerán), porque la Constitución, con la separación de política y religión, nos "protege de un Talibán estadounidense". (Véase la revista dominical del New York Times, 7 de octubre de 2001). Sullivan tiene el descaro de decir esto a pesar de que el máximo dirigente del gobierno y el comandante en jefe de las fuerzas armadas dice que es un cristiano "renacido", y la cúpula del poder tiene varios fundamentalistas cristianos confesos (que encarnan el fascismo teocrático), tales como el "jefe del sistema judicial del país", es decir, el secretario de Justicia, John Ashcroft; además, los altos niveles de las fuerzas militares están saturados de individuos con simpatías y predilecciones fascistas cristianas.
Y la Constitución, ¿acaso es más que tinta y papel, cuyo significado lo determinan las relaciones de poder de la sociedad, y sobre todo las necesidades y exigencias de la clase dominante imperialista? Naturalmente, la estructura de poder puede anular la Constitución o "enmendarla". Aun si no se suspende la Constitución ni se instala una dictadura franca de la burguesía, ¿quién tiene la última palabra al "interpretarla"? La Suprema Corte, la mismísima que decidió las últimas elecciones presidenciales.
En unas notas sobre la actual crisis y guerra,2 mencioné lo que muchos han señalado: después de la bomba de Oklahoma City, no se pusieron a parar a todo "joven blanco con el pelo al estilo militar", lo cual es verdad e importante; pero en un sentido más profundo, destaqué que si hubieran hecho algo parecido a lo que están haciendo ahora—si hubieran escarbado las finanzas y conexiones de gente como Timothy McVeigh—habrían llegado en poco tiempo a los más altos niveles de la clase dominante y las fuerzas militares.
Así que esta es la "configuración política" que se está dando en la clase dominante y si pudiéramos darles un elixir a los liberales de la clase dominante (y a sus aliados de la sociedad) para que dijeran la verdad, dirían algo así: "Ustedes no ven lo que está pasando. Están poniendo en marcha un estado policial fascista y estamos haciendo todo lo posible por pararlo; es importante que capten esto". En cierto sentido tendrían razón, aunque lo dirían desde el punto de vista de la misma burguesía imperialista y, dado eso, tarde o temprano (y por lo general más temprano que tarde) dirán que la guerra y la represión fascista son mucho mejor que un reto fundamental a "nuestro" sistema. Y repetirán la misma lógica mafiosa de que "nosotros" (el imperialismo yanqui) no podemos permitir que nos den un puñetazo o una patada (o la analogía que se quiera).
A la vez que reconocemos todo eso, no olvidemos que ciertas fuerzas de la clase dominante (representadas ahora por la administración Bush) tenían su proyecto desde hace tiempo y ahora dicen: "¡Adelante! Ahora sí podemos imponer nuestro programa aquí y en el mundo entero. Hace tiempo estamos en eso, pero ahora tenemos una gran oportunidad de aplastar a la oposición e imponerlo". Claramente están aprovechando al máximo el ataque del 11 de septiembre, independientemente de lo que ellos (y las agencias e instituciones de la clase dominante en general) supieran o no antes del ataque, es decir, si sabían que iba a darse un ataque pero desconocían los rasgos concretos y la magnitud o incluso si tenían una idea más concreta y, por sus propios motivos, decidieron no impedirlo (repito, a lo mejor nunca sabremos). Y, en particular, en lo que concierne al "frente civil" de la vida nacional, al parecer creen que han encontrado un mejor vehículo que el fascismo cristiano abierto para lograr muchas cosas que han querido lograr desde hace tiempo. El fascismo cristiano en sí ya no será el ariete; los "ataques terroristas" y la "guerra contra el terrorismo" servirán para imponer su plan global. El elemento fascista cristiano sigue siendo parte del paquete, solo que viene adentro y no como punta de lanza.
Podemos decir sin lugar a dudas que si los que dicen reconocer el peligro del fundamentalismo religioso fanático y el "fascismo teocrático" de veras quisieran combatirlo, sería mucho más eficaz si empezaran por combatir seriamente esas fuerzas de la sociedad y estructuras e instituciones de poder. Además, los imperialistas yanquis han apoyado de mil maneras a reaccionarios fundamentalistas religiosos (como el Talibán, Osama bin Laden y otros fundamentalistas islámicos, en muchos países). Y no olvidemos que han instalado, respaldado y fortalecido gobiernos reaccionarios de toda laya en todo el mundo ni que, fundamentalmente, la dinámica del sistema condena a las inmensas mayorías de la humanidad a miseria y opresión incalificables, y todo eso se impone, en última instancia, por la máquina de muerte y destrucción que son las fuerzas armadas de Estados Unidos.
Más que oponerse a las fuerzas fascistas teocráticas—que tienen posiciones de gran poder e influencia en la clase dominante estadounidense—es necesario confrontar y librar la más rotunda lucha contra el programa reaccionario que está unificando a la clase dominante. Un aspecto clave de ese programa es la gran escalada de medidas de corte fascista y represión política: "profiling" (discriminación y hostigamiento) de inmigrantes mesorientales y de Asia del Sur y Central, y en general del mundo islámico; redadas masivas y detenciones de hombres de esos grupos étnicos y religiosos, con una flagrante violación de las presuntas garantías constitucionales; represión general contra los inmigrantes, documentados e "indocumentados"; y mayor militarización de las fronteras. Todo esto, desde luego, viene ligado a la declaración de una guerra ilimitada (y amenaza de guerra) con el "derecho" de intervenir en cualquier país donde los "terroristas"—definidos por el gobierno— amenacen los intereses del imperialismo yanqui, y de atacar y tumbar a cualquier fuerza o gobierno vinculado (según Washington) a tales "amenazas terroristas a los intereses de Estados Unidos", aunque su conexión con los ataques del 11 de septiembre sea dudosa o nula (y los intentos de comprobarla sean absurdos y risibles).
"Un período de gran transición con potencial para grandes trastornos", ¡simón! ¡Esta formulación (de "Apuntes sobre economía política", publicado por nuestro partido) le cae como anillo al dedo a la situación actual! Incluso antes del 11 de septiembre, muchas compañeras, compañeros y camaradas comentaron que esa frase les parecía cada vez más acertada a la luz de los acontecimientos mundiales... y ahora más que nunca. Ciertamente, sintetiza lo que estamos viendo: las fuerzas desatadas por la "victoria del Occidente en la guerra fría", aunque todo esto se desprende de las contradicciones fundamentales de esta época del sistema capitalista imperialista. El materialismo dialéctico nos enseña que todas las cosas tienen su contrario (así es la realidad y su movimiento y desarrollo, sintetizada con la concepción y el método del materialismo dialéctico). Y ahora la "victoria del Occidente en la guerra fría" ha suscitado su contrario de una manera muy aguda, como ya señalamos: las fuerzas del fundamentalismo islámico que se oponen al imperialismo yanqui. Independientemente de lo que represente Osama bin Laden, es innegable que esas fuerzas, y otras aliadas con ellas o que representan los mismos intereses de clase (feudales y burgueses reaccionarios), tienen sus propios conflictos y antagonismos objetivos con el imperialismo yanqui, e incluso sus propias grandes ambiciones de tumbarlo como potencia mundial hegemónica y única superpotencia del mundo.
Así que la victoria del Occidente en la guerra fría ha suscitado su contrario de una manera muy aguda... y también peculiar, que en cierto sentido es tan inesperada como la manera en que terminó la guerra fría, con el derrumbe y la destrucción de la Unión Soviética (algo que muy poca gente preveía, nuestro partido incluido, como señalamos en una autocrítica en "Apuntes sobre economía política"). Pero el conflicto entre las fuerzas del fundamentalismo islámico y el imperialismo yanqui es simplemente una manifestación de la intensificación del antagonismo entre el imperialismo y las masas de los países oprimidos, que a su vez es una manifestación de profundas contradicciones, de grandes contradicciones histórico-mundiales, de la época del capitalismo imperialismo.3
Con relación a la agudización de todas estas contradicciones, lo que recalca el Borrador del Programa del Partido Comunista Revolucionario, EU en el apéndice sobre la tarea central es muy importante: "El partido no determina los retos políticos que se le presentan, pero según como los aborde, puede afectar mucho el terreno político". Es decir, no elegimos la necesidad que se nos presenta; por lo general, en un momento dado la situación objetiva está determinada por otros factores y no por nuestros propios esfuerzos y acciones. Sin embargo, sí elegimos en cierta medida cómo responder: podemos tomar la iniciativa, arrancar cierta libertad de las garras de la necesidad y así transformar al mayor grado posible las condiciones objetivas. Nos hubiera gustado una situación más positiva en este momento, con una configuración más favorable.
Por ejemplo, se ha venido dando una fuerte lucha contra la globalización capitalista, un amplio movimiento cuyo aspecto principal es muy positivo, tanto política como ideológicamente. Hace unos años varias voces imperialistas comentaron que el "movimiento contra la globalización" representaba un reto político y también ideológico al triunfalismo arrollador del sistema capitalista. Hasta el momento no es pro socialista, ni mucho menos comunista, pero ha tenido un enfoque más y más anticapitalista, política y también ideológicamente; ha planteado un gran reto a los imperialistas y ha sido un factor muy positivo para el proletariado. Nuestra participación en el movimiento ha aumentado, a medida que hemos reconocido estos importantes factores, y si las cosas hubieran seguido desenvolviéndose por esa trayectoria en el marco de las demás contradicciones, a lo mejor habría sido más favorable—sobre todo a corto plazo—que la situación que nos ha tocado a partir del 11 de septiembre. Pero, por otra parte, seguramente no se habría desarrollado tan profundamente como las contradicciones que desataron, o agudizaron, los acontecimientos del 11 de septiembre con todas sus secuelas.
O sea, por un lado, nos hubiera gustado que el movimiento contra la globalización capitalista continuara desarrollándose como la configuración determinante —o una importante configuración del terreno político—, y es necesario reavivarlo y desarrollarlo en ese sentido. Pero ahora se dará en un nuevo marco definido por nuevas contradicciones (es decir, otras manifestaciones de las grandes contradicciones mundiales) y es muy probable que sean mucho más profundas y que su desarrollo brinde mayores posibilidades de avances revolucionarios en el mundo entero, y quizás incluso mejores perspectivas para la conquista del poder en lo que ha sido la "patria imperialista" estadounidense.
Este es un punto de orientación estratégica sumamente importante dado que, al fin y al cabo, ¿a qué nos dedicamos los comunistas?; ¿a qué dedicamos la vida? Vivimos—y nuestra orientación nos prepara—para el momento en que las contradicciones del imperialismo alcancen su mayor y más aguda expresión. Y no cabe duda de que la más aguda y explosiva expresión de las grandes y profundas contradicciones de la época imperialista no se dará sin monumentales trastornos, terrible destrucción, tremenda volatilidad en todo el mundo ni sin muchos factores desfavorables para la revolución proletaria, así como muchos factores estratégicamente favorables. (Esto es algo que siempre hemos comprendido teóricamente y en cierta medida lo hemos vivido en carne propia, especialmente en los años 80, cuando la posibilidad de la guerra mundial fue muy patente). Pero, como dijimos, para eso nos prepara nuestra orientación y para eso vivimos. De otro modo, ¿qué estamos haciendo? ¿Acaso vamos a deslizarnos sin mayor problema hacia la revolución proletaria? ¿Acaso arrebataremos el poder de los más grandes y monstruosos explotadores, opresores y genocidas del mundo de modo fácil, ordenado, limpio, con poco sacrificio, sin trastornos, volatilidad y grandes erupciones volcánicas en el mundo entero y también en el mismo Estados Unidos?
Así que de una forma u otra, esto nos va a poner a prueba a todos en el mundo entero y en Estados Unidos; tendremos que lidiar con las manifestaciones de estas contradicciones, especialmente los horrores que los imperialistas desatarán. ¿Qué vas a hacer con relación a todo esto? ¿Tomarás partido con las inmensas mayorías del planeta que han vivido grandes horrores todos los días por décadas y siglos a causa de la dinámica de este sistema? O, con la esperanza de salvarte de alguna manera, ¿tomarás partido con los imperialistas, que imponen todo esto a las masas en el mismo Estados Unidos y a una escala mayor en otras partes del mundo, y que se preparan para imponerlo a una escala mucho más monstruosa?
A todo mundo se le plantearán esos interrogantes. Pero hay que mantener un enfoque estratégico, es decir, no porque alguien tenga una posición errónea en un momento dado vamos a concluir que no sirve para nada. ¡No! Debemos seguir la orientación de unir a todos los que sea posible unir en Estados Unidos, a la vez que defendemos firmemente y plasmamos nuestros principios del internacionalismo proletario, en unidad con las inmensas mayorías del mundo contra el sistema imperialista. Pero también es verdad y hay que decirlo: todo mundo se pondrá a prueba. No se trata de algo pasajero, no es que de pronto todo volverá a la "normalidad"; y en todo caso, ¿qué carajos es eso? Sabemos que para las inmensas mayorías del planeta la normalidad de este sistema es un infierno cotidiano.
Así que, todo esto es una expresión peculiar de las contradicciones fundamentales subyacentes, las grandes contradicciones de la época imperialista. Puede y debe ser transformado radicalmente y, de hecho, será transformado de una forma u otra, para beneficio de una clase u otra.
En el marco de la situación actual y de los objetivos y ambiciones desbocadas de los imperialistas, se destaca la siguiente afirmación de Lenin: lo que empieza como una guerra entre los imperialistas o reaccionarios no necesariamente termina así, es decir, la relación de fuerzas que tratan de crear (o la actual) no es necesariamente la que se dará. Naturalmente, en esto las fuerzas de vanguardia marxista-leninista-maoístas de todo el mundo tenemos mucho que decir, siempre y cuando apliquemos correctamente nuestra ideología en el curso de los violentos trastornos y desorden que suscitará este gran hervidero de contradicciones. Así que es imprescindible luchar por lograr una repolarización de fuerzas políticas en Estados Unidos y en el mundo a través de este gran proceso violento, complejo y difícil.
Con relación a esto, quisiera abordar otra cuestión: se ha dicho que los seguidores de los imperialistas, incluso en las mismas fuerzas armadas, son "blandos". El conductor de un popular programa de televisión, Bill Maher, se metió en un gran lío porque habló de la cobardía de las fuerzas militares estadounidenses, que bombardearon a Afganistán desde las alturas (y tengo entendido que después "se echó para atrás" y ha estado mostrando gran entusiasmo, por no decir fanatismo, hacia la "guerra contra el terrorismo").[NOTA: Desde la publicación de esta charla a comienzos del 2002, y especialmente con la guerra de Irak, Bill Maher ha criticado más ciertos aspectos del programa y la conducta del gobierno de Bush. Pero en general ha seguido apoyando la "guerra contra el terror", con ciertas críticas a su implementación.] Pero tenía razón; ¡por algo lo atacaron! Sin embargo, sería erróneo fijarnos exclusivamente en ese aspecto; además, hay que captar que la clase dominante lo tiene presente y busca cambiarlo, al grado que pueda. Es decir, el grupo que está en el poder (y el conjunto de la clase dominante, del cual este grupo es el núcleo decisivo en este momento) busca superarlo.
Precisamente por eso, Bush y los demás han dicho desde el principio: "No esperemos que sea como la guerra contra Yugoslavia", donde Estados Unidos básicamente logró sus objetivos sin sufrir muchas bajas, y: "No será como la guerra del Golfo", donde las bajas fueron mínimas... "Debemos estar preparados para muchas más bajas a fin de lograr nuestros grandes objetivos y darle duro a los `malvados' del mundo".
Reconocen la importancia de dar esta clase de orientaciones y de preparar a la ciudadanía, teniendo en cuenta la situación global y sus objetivos estratégicos. Están pensando estratégicamente e imaginando una situación en que las cosas se les salgan de las manos o en que sufran grandes bajas en el curso de la lucha por sus monstruosos objetivos. Debemos captar que podrán tener cierto éxito a corto plazo y lograr ciertas cosas con su campaña de "preparar" a la gente—tanto las fuerzas militares como la "población civil"— para mayores sacrificios.
Es cierto que la historia demuestra que los soldados yanquis no tienen la capacidad de sacrificio de los ejércitos que luchan contra la opresión, sobre todo los ejércitos revolucionarios guiados por la ideología comunista. Pero no por eso debemos concluir que la primera vez que reciban golpes y sufran bajas van a rajarse ni que la población civil que los respalda se opondrá enseguida por el simple hecho de que los soldados sufran serias bajas y aumente la cuota de sangre en la "guerra contra el terrorismo". Sería erróneo pensar que será así o contar con eso como condición para forjar nuestra resistencia a esta ofensiva de los imperialistas.
En la medida que ocurra—que la gente se oponga al gobierno porque ve que los soldados y civiles tienen que hacer mayores sacrificios, y eso haga cuestionar para qué lo hacen—es un factor positivo que debemos aprovechar para forjar oposición a la ofensiva imperialista. Políticamente puede ser un factor favorable muy importante para el proletariado y los pueblos del mundo, pero es natural que todo esto pase por un proceso dialéctico y no se desenvuelva en línea recta. De hecho, es inevitable que en cierto nivel, en cierta medida y por cierto tiempo algunas fuerzas se "endurezcan"—tanto militares como de la "población civil" que podrán movilizar a corto plazo—y solo después (y a escala mayor) se convertirá en su contrario. Así lo demuestra la experiencia de la guerra de Vietnam. El proceso a través del cual mayores sectores de la población (y de las fuerzas militares) empezaron a oponerse a la guerra imperialista de Vietnam fue complejo y dialéctico, como vengo señalando, y no procedió en línea recta. Y la actual "guerra contra el terrorismo" puede ser un conflicto mucho mayor que el de la guerra de Vietnam.
Así que tenemos que comprender todo esto, y estratégicamente, debemos llevar a las masas a captar que a medida que los imperialistas sufran reveses, entrará en juego un factor favorable, y desde nuestra perspectiva de derrotismo revolucionario, entre más reveses sufran, mejor; sin embargo, no debemos esperar una correspondencia mecánica e inmediata ni que esto se dé en línea recta ni que los reveses y/o un aumento de las bajas y mayor sufrimiento de la "población civil" impliquen que de inmediato y automáticamente la situación sea más favorable para nuestro trabajo de forjar oposición a su ofensiva, y de ligar la oposición a objetivos estratégicos revolucionarios. El proceso va a ser mucho más violento, difícil, convulsivo y complejo.
Obviamente, tenemos mucho trabajo político e ideológico que hacer y hay que recalcar que no podemos dejarlo a la espontaneidad. Será un proceso violento y difícil, y habrá que trabajar sistemáticamente por la repolarización que necesitamos. Esto está relacionado con los objetivos internacionales de los imperialistas y lo que buscan en Estados Unidos; como ya señalamos, su intención es crear una sociedad que esté más o menos permanentemente en pie de guerra, con la represión fascista que eso requiere, una especie de estado policial en guerra.
Vale la pena reflexionar acerca de lo que dijo Martin Niemoeller: "Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista. Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío. Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista. Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante. Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie a quien decir nada".
En una ocasión, cuando Mary Lou Greenberg, vocera de nuestro partido en Nueva York, hizo referencia a esa cita de Niemoeller, el conductor reaccionario de un programa radial respondió: "¿Pero se da cuenta de que acaba de comparar a Estados Unidos con la Alemania nazi? ¡Qué ridículo!". Pero la Alemania NAZI, en el momento en que los nazis subieron al poder, cuando nombraron canciller a Hitler, no era la misma Alemania NAZI de unos años después, cuando cometió genocidio contra los judíos en medio de la guerra. Pasó por un proceso y cuando la Alemania NAZI se consolidó con todos sus horrores ya era muy tarde para oponer resistencia, ¡que, al fin y al cabo, es lo que da a entender la cita de Niemoeller! No por eso quiero decir que Estados Unidos ya sea un estado fascista, pero está en guerra y existen elementos fascistas en la cúpula del poder y en las medidas que toma, que el conjunto de la clase dominante está adoptando.
El gobierno de Estados Unidos hace alarde de superioridad, de que reina la libertad y el derecho. "Tenemos un gobierno de leyes y no de hombres", dicen. Pero con la escalada de represión y medidas de corte fascista, están chocando con contradicciones muy agudas. Por ejemplo, se otorgan el derecho de oír las conversaciones de los acusados de terrorismo con sus abogados, lo cual manda al traste el concepto de juicio imparcial. ¿Acaso es posible que el acusado tenga un juicio imparcial cuando el gobierno oye las conversaciones de la defensa y los argumentos que presentará ante el tribunal? El derecho que el gobierno se ha otorgado de oír esas conversaciones perjudicará cualitativamente el derecho a un juicio imparcial (que no es que exista del todo).
Esto va de la mano con la mentalidad que han cultivado muy calculadamente de que todo acusado es culpable y los abogados defensores son unos embusteros, gente mala que hace fechorías y aprovecha puntos técnicos de la ley (traducción: las garantías constitucionales) a favor de sus clientes. Esta fue la postura de Edwin Meese, el secretario de Justicia del gobierno de Reagan, quien llegó al extremo de decir: "Bueno, si esos tipos fueran inocentes, no los hubiéramos acusado y no estarían ante el tribunal". Si se acepta y aplica esa noción, elimina el fundamento del sistema judicial.
Estas ideas las han venido inculcando por muchos años, pero en los últimos años han lanzado una campaña sistemática para borrar el principio de que uno es inocente hasta que se demuestre que es culpable. Ahora quieren dar otro paso gigantesco con los tribunales militares que Bush establecerá, en los cuales el comandante en jefe de las fuerzas armadas será el fiscal y oficiales de menor rango serán los jueces. Han tenido que maquillar esos tribunales un poco para que parezca que respetarán el proceso legal establecido, pero Bush y compañía siguen diciendo abiertamente que eliminarán o destriparán muchos derechos y garantías judiciales. Así como han dicho que el terrorismo es lo que ellos digan, el proceso legal establecido es lo que ellos dispongan.
Un ejemplo de esto: Cheney ha dicho que los terroristas no deben tener los mismos derechos que los demás. Siguiendo esa lógica, una vez que la rama ejecutiva (el presidente en su capacidad de comandante en jefe de las fuerzas armadas) declare que un individuo es terrorista, pierde los derechos que la Constitución supuestamente le garantiza (garantías que deben amparar no solo a los ciudadanos sino a todos los habitantes del territorio estadounidense). Si se acepta esa lógica, se borra la distinción entre acusar y condenar; si se acepta que ellos definan el terrorismo, y que tan pronto le pongan la etiqueta terrorista a un individuo no tenga garantías constitucionales, se acepta, de hecho, que la ley es lo que ellos dispongan y que la Constitución la interpreten ellos (dice lo que digan, y no dice lo que no digan). De repente se viene abajo toda la fachada de que Estados Unidos es un sistema o un país gobernado por leyes y no por hombres, porque básicamente están diciendo que es un "gobierno de hombres". Es abiertamente el gobierno de la clase dominante y su cúpula política, quienes deciden qué es la ley, qué es la Constitución, quiénes tienen derechos y quiénes no.
No debemos exagerar la situación concreta en ningún momento, pero la cita de Martin Niemoeller es muy pertinente porque tampoco debemos mirar pragmáticamente lo que están haciendo sin tomar en cuenta la dirección, las tendencias y la lógica que ellos mismos plantean. ¿Cuál es esa lógica? Y como dice una obra de Richard Pryor: "¿Cuál es la conclusión lógica de la lógica?". ¿Adónde lleva? Es muy importante comprender eso y ponerlo al descubierto para despertar una gran oposición a esta ofensiva y para destacar la naturaleza de la dictadura burguesa en todas sus formas y manifestaciones.
Creo que vale la pena trazar una analogía entre lo que está pasando hoy y el genocidio de los indígenas de Norteamérica, cuando el sistema capitalista y el sistema de esclavitud se extendieron desde el este hacia el oeste. Sería útil analizar las semejanzas y las diferencias de esa experiencia histórica y hoy para hacer agitación y propaganda.
En Predicando desde un púlpito de huesos (Preaching from a Pulpit of Bones),4 cito a Jim Wallis, quien dijo sin pelos en la lengua en su libro El alma de la política (The Soul of Politics) que la historia de Estados Unidos es una historia de genocidio (o creo que dijo casi completo genocidio) y esclavitud. Esta es la historia y el origen de los Estados Unidos de América; decirlo no es retórica, Wallis añadió, es un simple hecho.
Es un simple hecho que siempre tratan de tapar, disfrazar o justificar. Es una ironía cuando los representantes de la clase dominante tratan de justificar crímenes como esos. Si un delincuente se parara en un juzgado y diera los mismos pretextos que dan los imperialistas por lo que hacen por todo el mundo, ¡imagínense cómo lo recibirían! "Bueno, sí, violé a esa mujer, pero si no lo hubiera hecho, otro se lo hubiera hecho peor… Simón, maté a 12 personas y robé a todo mundo, pero fíjense que ya venía otro que hubiera matado a 15 y robado hasta más.… O, sí, tuve que ir allá a asesinar y mutilar a niñitos, porque necesitaba aliarme con el jefazo del cartel, y si no lo hubiera hecho, me hubiera tomado por güey". ¡Imagínense no más si un delincuente se parara y diera esos pretextos! Sin embargo, los imperialistas cometen crímenes mucho más masivos y salvajes a escala mundial, y los justifican con pretextos ridículos y ultrajantes: "Claro que tuvimos que tramar un golpe de estado en Irán en 1953, instalar un gobierno despótico y brutal, y apuntalarlo durante décadas porque correspondía a nuestros intereses estratégicos, o sea, controlar el petróleo para proteger nuestro modo de vivir y evitar que los soviéticos u otra potencia lo controlara. Claro que tuvimos que respaldar la guerra de Irak contra Irán —bueno, respaldar a ambos lados hasta cierto punto, para debilitar a los dos, aunque murieron cientos de miles de personas en esa guerra—pero lo hicimos por nuestros intereses nacionales, o sea, controlar esa región estratégica y rica en petróleo. Claro que tuvimos que hacer lo que hicimos en Indonesia y masacrar a cientos de miles de personas para que no se volvieran comunistas porque iba a perjudicar nuestros intereses estratégicos (y nuestras ganancias petroleras). Nuestro modo de vivir estaba en juego". Y etcétera, etcétera, etcétera.
Entonces, ¿cuál es ese modo de vivir? Reconocen que su modo de vivir es extorsionar, saquear, violar, explotar, asesinar en masa. Está bien, por lo menos lo están reconociendo, así que dejen de darse aires de santo. Vamos a cantar derecho. Son una bola de rateros que dominan por la pura fuerza, y tienen las agallas de pintarse como los paladines de la democracia y "líderes del mundo libre". Mark Twain acertó brillantemente cuando comentó: "En Estados Unidos, lo que uno necesita es una combinación perfecta de ignorancia y arrogancia". Yo añadiría que lo que necesita el imperialismo estadounidense, lo que manifiesta constantemente y lo que está en primer plano más claramente hoy que nunca, es una combinación perfecta de rapacidad y santurronería.
Actualmente reconocen más o menos abiertamente: "Sí, cometimos genocidio contra los indígenas de Norteamérica, hicimos mal". (Bueno, lo reconocen ahora; quién sabe si también tratarán de cambiar este veredicto).
Ahora, acuérdense de lo que pasó cuando Estados Unidos les estaba arrebatando las tierras a los indígenas y cometía genocidio, y compárenlo con los pretextos que nos están dando por lo que hacen ahora (o lo que hace Israel contra los palestinos, para ver una parte de la situación). Por ejemplo, los medios de comunicación nos hablan ahora del peligro de la viruela, de que se podría usar como "arma de destrucción masiva". Pero, ¿quién usó la viruela como arma de exterminación masiva? Fue el sistema estadounidense de capitalismo y esclavitud, como parte de su expansión hacia el oeste—el mismo sistema que ahora es el imperialismo estadounidense—que a propósito y a sabiendas regaló cobijas contagiadas de viruela a los indígenas, es decir, como arma de guerra. Así que no olvidemos quién lo hizo. Están habla y habla de lo que podría hacer tal país o aquel gobierno, de que usarían armas de destrucción masiva si las tuvieran; pero, ¿quién ya las usó, sean armas nucleares o la viruela como arma de guerra, a escala masiva, en muchas partes del mundo y también dentro del mismo Estados Unidos?
Si uno investiga lo que escribió la prensa y lo que declararon los representantes del capitalismo en la segunda parte del siglo 19, cuando cometían genocidio contra los indígenas y les arrebataban las tierras, ¿a quién pintaron como "malvados" en ese entonces? ¿Creen que a la caballería? ¿Creen que a los que cometieron masacres, que mutilaron sexualmente los cadáveres de las indígenas, que mutilaron a niños e hicieron trofeos de guerra de partes del cuerpo? ¿Creen que a ellos los pintaron de "malvados" horribles? Por supuesto que no. Al contrario, los "malvados" eran los indígenas "salvajes". Cuando por fin los indígenas ya no aguantaban más y buscaban la forma de devolver el golpe, no siempre lo hacían de una manera "ordenada". A veces sí, iban a una granja, la quemaban y mataban a todos los que encontraran ahí, hasta niños; entonces las autoridades lo usaban como prueba de que eran "salvajes", que había que extirparlos. Si por fin devolvieron los golpes y no siempre pelearon según las reglas del Marqués de Queensberry, si en ocasiones hicieron una pequeña parte de lo que les hicieron a ellos a escala masiva, el gobierno lo tomó como pretexto para hacérselo a una escala mayor o completar el genocidio.
Hay que investigar cómo pintaron las cosas en ese entonces, en contraste con lo que reconocen ahora; se verá que hoy están aplicando la misma lógica sobre quiénes son los "malvados", ahora a escala internacional. Lo siento mucho, señores imperialistas, pero no les toca hacer el papel del "bueno" en este mundo. Toda esta historia tiene mucho que ver, como analogía, con lo que está pasando hoy, sea Israel con los palestinos o el imperialismo yanqui con Afganistán, y lo que tiene planeado para toda esa región y, en última instancia, el mundo entero.
Por otro lado, hay enormes diferencias en la situación y las posibilidades de esta época. En ese entonces, a pesar de la heroica resistencia de los pueblos indígenas, no pudieron contra las fuerzas del expansionismo del sistema de capitalismo y esclavitud, que eran más fuertes y numerosas. Pero el mundo de hoy es muy diferente. El imperialismo yanqui ya no está en auge, ya no representa lo nuevo, lo que está en ascenso en el mundo. No representa los intereses ni los sentimientos de las grandes masas del mundo. ¡Muy al contrario! No solo en el Medio Oriente y el "mundo islámico", a través del mundo entero, las masas no ven al imperialismo yanqui como este se pinta, como "los buenos que salen a luchar contra los malos". Cientos de millones de personas por todo el mundo captan, por lo menos en términos básicos, la realidad que los imperialistas tratan de poner patas arriba; saben quiénes son los verdaderos "malvados" que han causado enorme sufrimiento a la gente de todo el mundo.
Sentimos pena por los miles de personas que murieron en las torres gemelas del World Trade Center. Pero, hay que decir a la gente estadounidense: Uds. tienen que saber que su gobierno tortura y mata la misma cantidad de niños cada mes en Irak. Hay que confrontarlos con esto. Hay muchos programas y muestras de apoyo a las familias de los que murieron en el World Trade Center, y simpatizamos con eso. Pero, ¿por qué no hay programas, por qué no hay coraje por los cinco mil niños iraquíes que mueren torturados lentamente cada mes por las medidas estadounidenses? Mueren torturados poco a poco como resultado directo del bombardeo estadounidense y la destrucción de la infraestructura de Irak (como plantas de tratamiento de aguas negras), y de las sanciones que no permiten que reparen la infraestructura ni que compren comida y medicinas. Si trajeran a esos niños iraquíes a Estados Unidos y los metieran en un auditorio, si los pararan en frente de Uds. y los torturaran uno por uno hasta que se murieran, entonces Uds. sí reaccionarían.
Bueno, no busco echarle la culpa a la población estadounidense en general, porque la mayoría no lo sabe. Hay fuerzas reaccionarias a quienes no les importaría, pero la mayoría de la gente no lo sabe. Es nuestra responsibilidad hacerlos ver eso para que entiendan quiénes son los verdaderos "malvados" monstruosos del mundo. Gente como Osama bin Laden, los talibanes o Saddam Hussein representan fuerzas de clase que se tendrán que borrar como parte del proceso revolucionario de crear un mundo totalmente nuevo, en última instancia comunista; pero son como pulgas al lado del monstruo del imperialismo yanqui. A la gente de Estados Unidos hay que hacerle entender esto concretamente, con detalles vívidos y reales; obviamente es nuestra responsibilidad mostrárselo.
Repito, la situación es muy diferente hoy que hace 100 ó 150 años, hablando de fuerzas estratégicas y viendo todo el mundo. La analogía entre el genocidio de los indígenas norteamericanos y lo que está pasando ahora tiene valor para hacer agitación y propaganda; pero hay que recordar que el mundo de hoy es enormemente diferente y estratégicamente más favorable para el proletariado y los oprimidos del mundo, entre quienes están los indígenas de Estados Unidos y del mundo. Esta es una verdad profunda, a pesar de que ahora existe una correlación de fuerzas muy desfavorable. Por eso hay que transformarla radicalmente, hay mucho trabajo que hacer, teóricamente y en la práctica, para llevar a cabo una transformación radical que realmente corresponda a las necesidades y los intereses básicos de la gran mayoría de la humanidad, y de la gran mayoría de la gente de Estados Unidos.
Varios intelectuales y seudointelectuales (e incluso "izquierdistas" o seudoizquierdistas) imperialistas han hablado de un "choque de civilizaciones". Por ejemplo en 1993, la revista Foreign Affairs publicó un artículo de Samuel Huntington con ese título que, aunque defendió y justificó la dominación del imperialismo yanqui, fue muy presciente sobre ciertas manifestaciones de las contradicciones mundiales, que posteriormente surgieron, como el conflicto entre Asia Central y el mundo islámico, por un lado, y el Occidente, representado por Estados Unidos, por el otro.
Huntington señala que un intelectual (burgués) occidental y un marxista soviético podrían entablar un debate sin mayor problema, o sea, se entenderían; pero en cambio sería muy difícil que cualquiera de los dos entablara un debate con un fundamentalista islámico. Aunque es innegable que en lo ideológico los fascistas cristianos de Estados Unidos tienen mucho en común con los fundamentalistas islámicos, a lo mejor Huntington tiene razón hasta cierto punto. Sin embargo, su orientación revela errores metodológicos fundamentales, tales como separar lo ideológico de los factores materiales subyacentes.
En todos esos países y regiones, existen distintas fuerzas de clase con intereses en conflicto. No hay un gran grupo amorfo que, a pesar de estar dividido en clases, tiene una gran homogeneidad simplemente por ser de la civilización islámica, hindú, cristiana, etc. Al contrario, en todos esos países y regiones (y "civilizaciones") hay muy agudas contradicciones de clase; y, como he señalado incluso antes del 11 de septiembre, algunas manifestaciones actuales de los factores subyacentes materiales y sociales no corresponden a los intereses objetivos sociales y de clase de las masas afectadas.
Por ejemplo, los campesinos desterrados y arrojados a las villas de miseria de las ciudades han buscado varias soluciones, algunas de las cuales corresponden a sus intereses y otras no. En algunos casos los ha atraído el MLM. Pero en otros casos, especialmente en situaciones en que las fuerzas MLM son débiles y otras fuerzas como los fundamentalistas religiosos son más fuertes, estos los han atraído. Este fenómeno se ha dado en Irán e incluso en Turquía (que tiene cierta tradición secular en el "mundo islámico"), e indudablemente en países como Egipto y otros. Pero en un sentido más profundo, esto no cambia, ni mucho menos borra, la situación material concreta y los verdaderos intereses objetivos de las masas.
Obviamente, el reto para las vanguardias MLM de esas regiones, y del mundo entero, es transformar la situación, lo que en primer lugar implica analizarla más a fondo. No basta simplemente con asumir los principios básicos del MLM ni basta con aplicarlos creativamente en esos países. Desde luego, debemos basarnos firmemente en los principios elementales del MLM y aplicarlos creativa y no dogmáticamente, pero hace falta trabajo teórico de análisis (y síntesis) para captar más a fondo el masivo "trastorno demográfico" de esos países: el destierro de gran parte del campesinado y la transformación en un semiproletariado en las villas de miseria. Hace falta mucho trabajo en ese sentido. El Movimiento Revolucionario Internacionalista (MRI)—incluido nuestro partido— y otras fuerzas comunistas están abordando esa tarea, pero hace falta mucho más trabajo. Conservando nuestra orientación fundamental acerca de los dos caminos revolucionarios en los dos tipos de países (países imperialistas y países oprimidos del tercer mundo) y acerca de la importancia fundamental del camino de la guerra popular prolongada de cercar las ciudades desde el campo en el tercer mundo (como plantea el Borrador del Programa de nuestro partido), debemos entender las implicaciones tácticas, e incluso en ciertos aspectos estratégicas, de las grandes transformaciones que se están dando en muchos países, especialmente en el tercer mundo.
Debemos reconocer esa realidad y conocerla más a fondo. ¿Por qué las masas de muchos países corren a los brazos de los fundamentalistas religiosos? ¿Cuáles son los factores materiales subyacentes, así como los factores políticos e ideológicos? ¿Qué deficiencias de las fuerzas seculares, y las fuerzas marxistas, han causado esta situación y cómo? ¿Cómo podemos superarla? ¿Cómo respondemos a la situación material de las masas, pero también a sus grandes inquietudes políticas e ideológicas? ¿Cuáles son los factores favorables que debemos aprovechar? He aquí los enormes retos que se nos plantean como movimiento internacional; a nuestro partido y a todos nos toca hacer el máximo esfuerzo por aportar lo que podamos de las varias formas que podamos. Pero las cosas no son como dice Samuel Huntington. Debemos aprender de su análisis, en algunos aspectos penetrante y presciente, pero también debemos tomar en cuenta que tiene marcadas limitaciones y prejuicios de clase.
El libro The Battle for God (La batalla por Dios) de Karen Armstrong también analiza estas contradicciones desde una perspectiva cuasimaterialista y cuasireligiosa, y tiene básicamente las mismas limitaciones. Según entiendo se vende como pan caliente en Estados Unidos tras los sucesos del 11 de septiembre. Dado que examina el fundamentalismo religioso en las tres principales religiones monoteístas (el islamismo, el cristianismo y el judaísmo), es importante y de actualidad. Analiza las condiciones que dan pie a los movimientos fundamentalistas, especialmente el papel de los desplazamientos y cambios de las masas en muchos países y regiones, que trastornan la vida y los valores tradicionales, y las hacen más receptivas al fundamentalismo. Eso favorece a las fuerzas fundamentalistas organizadas y logran movilizar una base grande. Hay mucho que aprender de este análisis.
Asimismo, Armstrong reconoce y subraya (y examina) el hecho de que la modernidad nació en el "Occidente" a través de un proceso violento y doloroso. No fue una transición suave o fácil; fue convulsiva, con guerra, revolución y muchos trastornos. De ese proceso surgió la sociedad laica moderna que existe en Estados Unidos y otros países "capitalistas avanzados" en la actualidad. Armstrong también señala que en el tercer mundo en gran parte la modernidad (o la modernización) la impusieron el colonialismo y el imperialismo y, ligados a ellos, élites corruptas y represivas (básicamente fuerzas compradoras dependientes del imperialismo y a su servicio). Plantea que esos gobiernos (y las potencias coloniales imperialistas que los respaldan) no han creado la base interna para la modernización.
Pero en el fondo Armstrong no reconoce que el sistema y los intereses de clase no permiten crear la base material para hacerlo. En contraste, veamos la historia de la revolución china, donde por medio de un proceso revolucionario desde la base, guiado por la vanguardia y la ideología comunista, las masas se liberaron en gran medida política e ideológicamente, así como en la vida económica y social, de las viejas tradiciones y cadenas del pasado. Esto es lo que representa el MLM, las fuerzas de la revolución proletaria y el movimiento comunista internacional: pueden transformar profundamente la situación de una manera radicalmente diferente que la burguesía y los imperialistas, que imponen los cambios desde arriba (cambios sociales, por cierto, muy limitados y torcidos).
La revolución proletaria desde la base establece una sociedad secular de una manera mucho más cabal que la burguesía y los imperialistas (que ni siquiera se lo proponen completamente). De igual modo, las transformaciones materiales y los trastornos sociales que arrojan a las masas desterradas y despojadas (y también a los campesinos y otras masas explotadas y oprimidas) a los brazos de los fundamentalistas pueden ser canalizados mucho más estratégica y completamente por el proletariado, que moviliza a las masas en una revolución, guiada por la ideología comunista, que lleve al socialismo y a la larga al comunismo mundial (proceso revolucionario que en el tercer mundo por lo general pasa primero por la etapa de la revolución de nueva democracia contra el imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático ligado al imperialismo). Pero, repito, para hacer todo esto hace falta muchísimo trabajo, por ejemplo, trabajo teórico y particularmente análisis (y síntesis) de estas profundas transformaciones materiales y trastornos sociales en grandes partes del tercer mundo, y de sus implicaciones políticas y estratégicas para el proceso revolucionario. Para ello podemos y debemos aprender de los análisis burgueses (o democrático-burgueses), pero es necesario examinarlos y sintetizarlos desde nuestra perspectiva.
En cuanto a lo que podemos aprender de Armstrong, así como de nuestras críticas a ella (y del artículo de Samuel Huntington), podemos resumir: una sociedad completamente secular necesariamente habrá eliminado y abolido la explotación y opresión. Y para alcanzar nuestra meta final de alcanzar una sociedad, y un mundo, donde se haya eliminado final y completamente toda explotación y opresión, habrá que hacer grandes transformaciones económicas, sociales y políticas, y además hacer la revolución en la esfera ideológica y ganar a las masas a asumir plenamente el secularismo y, más aún, la aplicación y desarrollo constante de un método totalmente científico, revolucionario, crítico y creativo, es decir, el MLM.
Recapitulando, los imperialistas yanquis tenían su proyecto, tenían ciertas cosas en marcha y decidieron acelerarlas; por otra parte, hay contradicciones y necesidades muy concretas, y fuerzas que se les oponen, con las que tienen que lidiar. Tienen libertad y necesidad, y ambas han cambiado a partir del 11 de septiembre. Tenemos que comprender todo esto al mayor grado posible en este momento y actuar en consecuencia; pero también tenemos que seguir analizando y conociendo a fondo la dinámica y las fuerzas materiales económicas subyacentes, los factores políticos y geoestratégicos, y las interconexiones de estas fuerzas económicas, políticas y sociales.
Pero hay que recalcar que los imperialistas han puesto en marcha cosas que no retrocederán, y será difícil controlarlas. Sin lugar a dudas, cualquiera que sea la resolución de todo esto, cuando finalmente se dé, la situación habrá cambiado enormemente en el mundo y también en lo que ha sido Estados Unidos. Es decir, vendrán grandes cambios y Estados Unidos no será igual: puede pasar algo terrible o algo muy positivo para el avance de la revolución proletaria mundial e incluso la conquista del poder por las masas en Estados Unidos.
Con todo lo anterior en mente, quisiera abordar los retos políticos que se nos plantean. Primero, vale la pena citar un editorial que salió hace poco en el OR (2 de diciembre de 2001), titulado "SE NECESITA: Un pujante movimiento contra la guerra"5:
McWorld o Jihad, ¿acaso no hay otro camino?
¿Cómo podemos luchar contra los injustos bombardeos e intervenciones militares de Estados Unidos, y contra la bárbara represión y discriminación a los árabes y musulmanes?
¿Cómo pueden luchar los pueblos del mundo contra las fuerzas e ideologías reaccionarias sin caer en la trampa de fortalecer a los explotadores y opresores globales?
¿Cómo logrará el pueblo de este país comunicarse con los pueblos del otro lado del planeta para hacerles entender que una enorme brecha separa a la estructura de poder y las grandes mayorías del pueblo estadounidense, a quienes no beneficia fundamentalmente la opresión y el saqueo de los pueblos del mundo?
¿Cómo ayudamos a `echar leña al fuego' de los movimientos que liberarán al pueblo de los opresores globales y crearán sociedades donde se eliminen la miseria, la violencia injusta, el odio étnico y la opresión de la mujer?
Al reflexionar sobre estos problemas y la necesidad de la revolución proletaria en Estados Unidos y el mundo entero, el presidente del PCR, Bob Avakian, escribió:
"Debemos plantear la visión de un movimiento contra los actos de guerra y represión de 'nuestro propio' gobierno que llegue a todo rincón del planeta, un movimiento tan recio y pujante que no sea posible ocultarlo de las masas del mundo, ni de las masas de los países y regiones que son blancos de la agresión del imperialismo yanqui y que justamente son 'semilleros' de odio 'a América'.
"Imaginemos lo que significaría, lo que significará, para esos millones y millones cuando vean a miles y miles—y con el tiempo a millones—de personas en Estados Unidos luchando contra la agresión (y represión) de su propio gobierno y, hombro a hombro con los pueblos del mundo, oponiéndose a lo que este gobierno representa, y lo que hace e impone al mundo.
"Imaginemos las grandes inquietudes que eso despertará para un montón de gente, el 'diálogo' (aun indirecto) que provocará entre gente del mundo entero y gente de Estados Unidos.
'Imaginemos cómo atizará la lucha y el potencial para una nueva configuración de fuerzas en que la gente común del mundo entero luche por una cause común contra los opresores y gandallas del mundo, sobre todo la clase dominante de Estados Unidos, que—quedará más claro con cada día que pase—no habla ni actúa de acuerdo a los intereses ni en nombre de una creciente mayoría del pueblo estadounidense..."
Imaginemos...
Tracemos planes...
Hagamos realidad esta visión...
El mundo entero nos está mirando".
He aquí una gran visión, del tamaño que se necesita, en vista de lo que los imperialistas han puesto en marcha y buscan, a costa de tremendo sufrimiento. Construir un pujante movimiento de oposición, como plantea el editorial, es un objetivo muy importante y una meta muy concreta, por la cual debemos forjar unidad, luchar hombro a hombro y trabajar enérgica y urgentemente.
Es muy notable y alentador que tras el 11 de septiembre y la declaración de guerra ilimitada (y mayor represión) por los imperialistas, mucha gente—gente prominente, estudiantes y otras fuerzas sociales de la sociedad estadounidense—han tomado una posición muy buena, y muchos han asumido el reto de oponerse y fortalecer la resistencia contra la ofensiva de los imperialistas.
La experiencia del movimiento de oposición a la guerra del Golfo nos brinda importantes lecciones al respecto. No olvidemos que desde los primeros días se prendió una oposición masiva en grandes partes del mundo, incluso en Estados Unidos y muchos otros países de la "coalición" de entonces. Recuerdo que vi un reportaje de una manifestación de medio millón de personas (o quizás un millón) en Alemania. Claro, como de costumbre enseguida corrieron a tapar esa desagradable realidad y a sembrar confusión: "Sin embargo, las encuestas indican que la mayoría de los alemanes apoyan la guerra", como quien dijera: "Olvídense de la realidad, siempre hay una encuesta". Eso me trae a la mente algo que dijo Lenin: que las clases dominantes reaccionarias necesitan dos cosas, el verdugo y el cura. Bueno, ahora tienen las bombas y las encuestas: con las bombas matan y con las encuestas nos dicen qué pensar.
Bueno, inicialmente se prendió oposición masiva a la guerra del Golfo, en el mundo y en Estados Unidos, pero más adelante mucha gente se desorientó, sobre todo al ver que los imperialistas tenían una abrumadora superioridad militar y saldrían victoriosos sin sufrir muchas bajas. Los imperialistas lanzaron una contraofensiva política en el campo de la opinión pública que causó mucha desorientación e incluso desmoralización en el movimiento, debido en parte a la suposición errónea de que esa guerra iba a ser básicamente igual a la guerra de Vietnam: que Estados Unidos (y su coalición) se meterían en un "lodazal" y quedarían atascados, empezarían a llegar bolsas de cadáveres de soldados y grandes sectores de la población repudiarían la guerra.
En primer lugar, este es un resumen unidimensional de la oposición a la guerra de Vietnam. Aunque los factores enumerados arriba afectaron a importantes sectores de la población, la conciencia contra la guerra se desarrolló en la lucha contra la guerra. Pero más que eso, el pujante movimiento de protesta contra la guerra de Vietnam no se prendió simplemente por la muerte de jóvenes estadounidenses ni porque resultó cada vez más evidente que Estados Unidos no iba a ganar la guerra, sino porque se comprendió la naturaleza política de la guerra, es decir, que era una guerra reaccionaria, opresiva y sangrienta por los intereses de Estados Unidos contra el pueblo vietnamita que, en aras de sus intereses, luchaba y oponía resistencia.
En segundo lugar, en la guerra del Golfo algunos grupos y tendencias políticos con un análisis erróneo, que siempre buscan rebajar el nivel de unidad al mínimo común denominador, propagaron de una manera utilitaria y pragmática que "cuando lleguen las bolsas de restos humanos, la ciudadanía repudiará la guerra". Y cuando no sucedió así, mucha gente se desorientó.
Por otra parte, los imperialistas no tardaron en contraatacar con la consigna de "apoyar las tropas" e incluso en el movimiento se adoptó esa línea, que sirvió como un caballo de Troya ideológico y político. ¿Acaso se puede apoyar las tropas y no apoyar la guerra? ¿Acaso las tropas están haciendo otra cosa que la guerra? Por lo contrario, debemos apoyar a los soldados que oponen resistencia—o buscan los medios de oponerse— a la guerra. Durante la guerra de Vietnam, la resistencia de los soldados fue un fenómeno masivo, y el movimiento contra la guerra apoyó y alentó (muy correctamente) a los miles de soldados que se rebelaron y lucharon por ganarse a su lado a muchos más. En la guerra del Golfo, muchos soldados estaban tomando la misma posición, pero en ese caso la línea de "apoyar las tropas"—fomentada en grande por los imperialistas y, lo que fue más dañino, adoptada por fuerzas del movimiento—sirvió para desorientar, desmoralizar y desmovilizar. Debemos tener esto muy presente y luchar por aplicar las lecciones de esa experiencia de manera consecuente si ocurre una situación parecida u otra en que busquen desviar el movimiento contra la guerra ilimitada "contra el terrorismo".
Debemos escuchar a los imperialistas y observar y analizar sus acciones. Fundamentalmente son mentirosos patológicos, pero también es cierto, como dijo Lenin, que tienen la necesidad de influenciar y movilizar a la población, y con sus propios propósitos y de un modo torcido revelan parte de la verdad. Por ejemplo, como dije antes, están preparando a la gente para aceptar que tendrán mayores bajas y pérdidas que en la guerra del Golfo. Eso por un lado, o sea, es una parte de lo que ven, una posibilidad muy concreta, y reconocen que es necesario preparar a la gente para ella. Pero por otro lado, tendrán sus victorias militares, como ya han tenido en Afganistán. Y en ciertas situaciones podrán minimizar las bajas o, si no, ganar a mayores sectores de la población a corto plazo precisamente porque están sufriendo más bajas: "Nuestros soldados están dando la vida y nos toca brindarles apoyo, ahora más que nunca".
Va a ser un proceso complejo y, repito, no podemos concebirlo de una forma simplista o en línea recta. En primer lugar, no podemos dar por sentado que van a meterse en un lodazal o, si así pasa, que esto automáticamente suscitará oposición; ninguna de las dos cosas sucederá de forma tan sencilla y fácil. Para ello se necesitará la plena participación y trabajo, antes que todo, de las fuerzas MLM de este país y el mundo (en particular, nuestro partido y el MRI) y, unidas a ellas, a través de un proceso de unidad-lucha-unidad, fuerzas progresistas y de resistencia y oposición a la implacable ofensiva imperialista.
Nuestro partido tiene un papel de suma importancia: tendremos que luchar por unir a todos los que sea posible unir en oposición a esto y ligar la oposición a objetivos estratégicos revolucionarios por medio de nuestro trabajo y línea independientes. Aquí vemos nuevamente la gran importancia de repolarizar las fuerzas de la sociedad y ganar a muchas de ellas a oponerse a la ofensiva imperialista de guerra y represión. Es preciso captar que podemos y debemos hacerlo sin rebajar el nivel de unidad del movimiento de resistencia, y de hecho esta es la única manera de hacerlo bien; es decir, hay que deslindar campos de tal forma que sea posible unir a la mayor cantidad de gente de las más diversas perspectivas políticas (e ideológicas) de la forma más resuelta contra los aspectos esenciales de la ofensiva imperialista.
Como señala un documento interno del partido:
"[Se necesita] un movimiento que se aferre a los principios básicos y a la vez forje el más amplio frente único con el enfoque de parar la implacable ofensiva de guerra y represión en vez de caer en el sectarismo o simplemente ocuparse de intereses más limitados y estrechos...
"Tenemos que condenar rotunda y resolutamente la naturaleza del sistema, plantear la solución a toda esta locura y trabajar para unir a los más grandes sectores posibles en un pujante movimiento que los PARARÁ...
"Básicamente, nuestra declaración del 14 de septiembre6 aplicó muy bien esta orientación de hablar a millones de personas e influenciarlas desde una perspectiva revolucionaria, de deslindar y aplicar la línea de masas a fin de unir a la mayor y más diversa gente de acuerdo a los intereses estratégicos de nuestra clase internacional. El gran reto de hacer esto correctamente se nos planteará a lo largo del difícil y complejo proceso de repolarización en que arrebataremos a grandes sectores de la sociedad de las garras de la clase dominante".
Al captar estos principios cruciales, captaremos que no importa desde qué perspectiva la gente diga que está "contra la guerra" ni que piense, equivocadamente, que la ONU u otras instancias internacionales pueden efectuar una "resolución justa" de los conflictos internacionales que provocaron los ataques del 11 de septiembre. Será necesario unir a gente muy diversa que analiza las cosas con su propia perspectiva y tiene sus propios puntos de vista sobre muchas cuestiones. Lo importante es llevar al mayor número de gente a unirse a la oposición, sobre todo a lo que el gobierno estadounidense (y su "coalición" en un momento dado) está haciendo, su ofensiva de guerra y represión. Si no trazamos estos deslindes, si no apuntamos contra el gobierno estadounidense y su ofensiva, si la oposición a la guerra y represión se rebaja a tal punto que las declaraciones a favor de la "paz" y la "justicia" no señalan al gobierno como responsable de la represión y guerra injusta, se podrá movilizar a muchísima gente, pero en el mejor caso, la oposición será ineficaz y, en el peor, la canalizarán contra la verdadera resistencia a las embestidas de la ofensiva imperialista. Todo esto subraya la importancia de bregar constantemente por unir a todos los que sea posible unir contra esta ofensiva y a la vez aferrarnos a los principios y debatir las discrepancias de la oposición, por ejemplo cómo deslindar campos y construir el movimiento de tal forma que se una a la mayor cantidad de gente de la forma más enérgica.
El derrotismo revolucionario es un aspecto decisivo del internacionalismo proletario en un país imperialista, sobre todo en Estados Unidos, dada su posición de "única superpotencia" y su intención de librar una guerra sin fin para reconfigurar al mundo bajo su dominación. No basta con que los comunistas planteemos el derrotismo revolucionario; tenemos que luchar para que el movimiento de oposición y las masas populares asuman esta posición.
Es importante hacer algunas aclaraciones respecto al derrotismo revolucionario y cómo aplicarlo. En un país imperialista—o en cualquier país que libre una guerra injusta, de dominación y saqueo, una guerra reaccionaria que solo sirve para fortalecer la opresión o para sustituir una potencia opresiva por otra—, el derrotismo revolucionario implica oponerse al propio gobierno, aunque el enemigo del gobierno sea igualmente reaccionario. Implica no apoyar al gobierno en la guerra y, al contrario, aplaudir sus reveses y derrotas, y aprovecharlos para forjar oposición al gobierno y su guerra reaccionaria con el objetivo de hacer la revolución en el propio país y aportar lo máximo posible a la lucha revolucionaria internacional. Sin embargo, el derrotismo revolucionario no implica apoyar al enemigo del gobierno si ese enemigo (y la guerra que libra) es igualmente reaccionario. Obviamente, esto puede ser complejo y la aplicación correcta del derrotismo revolucionario requiere basarse en los principios básicos y hacer un análisis concreto.
Por ejemplo, la situación actual es compleja porque, por un lado, Afganistán no es un país imperialista; es un país del tercer mundo, un país oprimido por el imperialismo y devastado por la guerra imperialista y una guerra civil, como consecuencia de las agresiones e intrigas imperialistas. Pero el Talibán y las demás fuerzas que los yanquis están atacando tampoco son fuerzas progresistas; son opresores reaccionarios del pueblo. ¿Cómo aplicamos el derrotismo revolucionario en esta situación? Pues no vamos a echarle porras al Talibán, sino a oponernos a nuestra clase dominante y aplaudir sus reveses y derrotas, no para que gane otra fuerza reaccionaria sino para que nosotros—la vanguardia y las masas de Estados Unidos y de Afganistán, y la lucha revolucionaria mundial—podamos "abrir una brecha" para que el pueblo se alce y haga la revolución, la revolución proletaria, en aras de sus propios intereses. Esto es lo que entendemos por derrotismo revolucionario: infundir en las masas la orientación de aplaudir los reveses de su propia clase dominante para crear las condiciones para hacer la revolución, barrer este sistema monstruoso, y dar a luz un sistema y un mundo mejor.
Esto no se puede hacer al margen del movimiento de resistencia ni podemos esperar hasta que todo mundo tenga mayor claridad ideológica para entrarle de lleno a forjar la resistencia. Tenemos que entrarle a la pelea y en medio de ella elevar el nivel político e ideológico de una manera sistemática y concentrada. Aquí viene al caso otro principio que Mao recalcó: es necesario explicar una línea y un punto de vista no solamente una vez o unas cuantas veces sino muchas veces. En esta situación radicalmente nueva, tenemos que elaborar más la línea y el punto de vista que corresponden a los intereses y necesidades de las masas, y explicárselos a fondo reiteradamente en el curso de la batalla política y de movilizar a las masas.
Aunque esta afirmación de los imperialistas es muy siniestra, hay que reconocer que en realidad todo ha cambiado. Es muy importante seguir con nuestras tareas y no abandonar o subvalorar otras luchas importantes al entrar directamente a la batalla contra esta ofensiva imperialista de guerra y represión; pero hay que reconocer que todo, incluidas esas luchas, se da en un marco nuevo y profundamente diferente. No debemos ignorarlo ni rechazarlo; al contrario, debemos reconocerlo y ser consecuentes. Debemos mover cielo y tierra para transformar la situación a favor del movimiento que lucha por barrer y abolir este sistema.
Tal es la importancia de nuestro partido en este país y la gran importancia del internacionalismo, de la situación internacional y del movimiento internacional, especialmente el MRI. Repito, a lo mejor no es la situación que hubiéramos elegido, pero es la que se nos presenta y debemos sacar de ella los mayores avances para la revolución proletaria en Estados Unidos y en el mundo entero, por complejo, difícil y violento que sea el proceso, y cueste lo que cueste.
Otra cosa muy siniestra es lo que plantean Bush y los imperialistas de que "o estás con nosotros o estás en contra", pero también encierra una profunda verdad. Lo más importante para nosotros es voltearles la tortilla. En el marco de su implacable ofensiva de guerra y represión, se han otorgado el derecho de atacar y reprimir a quien quieran, y nosotros debemos destacar esto: si no te sumas a la resistencia a lo que están haciendo, aunque no quieras, la corriente te llevará y a lo mejor te aplastará. Esta es una profunda verdad que debemos hacer entender. No basta con no estar de acuerdo o con tener criterios y opiniones propios. Si no opones resistencia, te llevará, y muy probablemente te aplastará, la corriente.
Estos son los grandes retos que se nos plantean. Además, tendremos que lidiar con una situación en que no permitirán el disentimiento al grado ni de la misma manera que antes. La nueva situación será muy compleja políticamente y tendrá una represión draconiana de corte fascista en una sociedad más y más militarizada, una escalada de represión que incluso ahora tiene aspectos fascistas muy concretos, tales como suspender o socavar los principios democrático-burgueses que tanto pregonan. En realidad esos derechos ya son, siempre han sido, limitados y restringidos, y se aplican de acuerdo a la clase social; forman parte de un sistema de gobierno de clase, de dictadura burguesa; se nutren de la opresión, explotación y saqueo de los pueblos del mundo; y van acompañados de escuadrones de la muerte y tiranía en muchas partes del imperio yanqui, sobre todo en el tercer mundo, donde por lo general la dictadura reaccionaria es más franca y salvaje. En Estados Unidos, la clase dominante tolera el ejercicio de esos derechos solo cuando no representan mayor amenaza o obstáculo. Pero ahora ha sacado la mano de hierro: es evidente que está dando pasos para socavar la estructura democrático-burguesa en que se han proclamado esos derechos. Pero, no se preocupen, dicen, porque "somos muy respetuosos de las garantías constitucionales y nos preocuparemos por defenderlas". Traducción: ¡"Nos preocuparemos por defender las garantías constitucionales que estamos pisoteando y eliminando"!
Se valen de ciertas "frases mágicas", tales como "pero estamos en guerra", para refutar toda crítica y negar toda objeción a la militarización de la sociedad y las medidas de corte fascista. También quieren que dejemos de pensar al oír la palabra "terrorista". El 11 de septiembre, aparte de los ataques contra edificios, que mataron a mucha gente, ocurrió algo muy insidioso, que por cierto no ha salido en ningún noticiero: se soltó un virus secreto que borra la capacidad de análisis y provoca amnesia política, y como consecuencia mucha gente no recuerda nada de lo que pasó antes de esa fecha. Claro, estoy hablando en broma, pero aunque no exista tal virus, a la clase dominante le conviene que la gente no analice ni cuestione la versión de la realidad que propagan la prensa grande y otras instituciones todo el día; le conviene que la gente piense y actúe como si la historia no existiera, como si el 11 de septiembre ocurriera sin ningún motivo o contexto, como si de repente nos atacaran fanáticos que odian "nuestras libertades" y "nuestro estilo de vida (superior)", y como si eso no tuviera ninguna relación con el sufrimiento de las inmensas mayorías del planeta.
Como dije, es parecido a la experiencia de los amerindios y las monstruosas atrocidades que cometieron contra ellos. Cuando se rebelaron y, por ejemplo, prendieron fuego a una granja, ¿en qué contexto se dio? ¿Acaso no eran víctimas del genocidio; de masacres en que mataron parejo a hombres, mujeres, ancianos y niños; del robo masivo de sus tierras; del despojo? ¿Acaso no los mandaron a campos de concentración llamados "reservas"? ¿A poco no violaron los tratados una y otra vez? ¿Quieren que nos traguemos el cuento de que de repente unos "indios salvajes" o "malvados" cometieron actos de terror sin ningún motivo? ¡Por favor!
Por eso, la estructura de poder se sale de sus casillas cuando se pregunta lo que muchos están preguntando: "¿Por qué todo mundo nos odia?". Es otra pregunta que no les cae nada bien y que les gustaría prohibir.
Volviendo de nueva cuenta a la frase de Richard Pryor, es indispensable preguntar: "¿Cuál es la conclusión lógica de su lógica?". ¿Adónde lleva su lógica? Cheney le dijo a un grupo de hombres de negocios que las medidas represivas que están instituyendo van a ser duraderas, para toda la vida, y son la nueva normalidad. Se trata de cambios permanentes, y los presentan y justifican con una lógica muy definida.
Las implicaciones son enormes para nuestro partido, las fuerzas de resistencia y el movimiento de oposición. En La bancarrota de la II Internacional, Lenin señaló que los partidos de la Segunda Internacional se acostumbraron a los "tiempos de paz" y al hecho de que los gobiernos toleraban (hasta cierto punto) sus actividades; que su "proyecto" dependía del trabajo parlamentario y otras formas de trabajo "a través de los canales del sistema"; que estaban totalmente desprevenidos ante el cambio radical de la situación con el estallido de la I Guerra Mundial, cuando de repente los gobiernos no toleraron oposición a la guerra; y, por todas esas razones, no estaban preparados para oponerse consecuentemente a la guerra imperialista ni para trabajar por transformarla en una guerra civil contra su propia clase dominante, como prometieron apenas unos años antes. Eso se ve muy claramente en el caso del Partido Social-Demócrata de Alemania, dirigido por Kautsky, que tenía una base de millones de personas, líderes sindicales y varios representantes en el parlamento, quienes, con el estallido de la guerra, votaron a favor de los créditos de guerra. Cuando los airados obreros los acusaron, justamente, de traicionarlos, no les quedó más que decir: "Pero nos hubieran arrestado", a lo cual los obreros respondieron: "¿Y qué?"; ¿acaso no habría sido mucho mejor que traicionar al proletariado internacional?
Obviamente la situación actual en que se encuentra nuestro partido—y en un sentido general, el movimiento de resistencia—no es exactamente igual a la de los partidos socialistas en la I Guerra Mundial; sin embargo, hay mucho que aprender, a manera de ejemplo negativo, de esa experiencia, y el punto clave que Lenin recalcó viene al caso y es sumamente importante: no debemos permitir que nos pongan de repente ante una situación en que no tenemos más remedio que capitular o ser aplastados. Debemos hacer todo nuestro trabajo y forjar nuestra lucha y organización de tal forma que plasmemos la más decidida resistencia de cada vez más amplias masas a la implacable ofensiva imperialista de guerra y represión, y de tal forma que se fortalezca la capacidad del movimiento y de las fuerzas organizadas de oposición de combatir los ataques del enemigo. De hecho, debemos tener la orientación de trabajar por transformar esos ataques en mayores avances para el movimiento de resistencia y la lucha contra el sistema.
Para concluir, quisiera recalcar un punto fundamental con relación a la ofensiva imperialista de guerra y represión: es bueno que mucha gente se haya pronunciado, se haya movilizado y se esté movilizando de diversas maneras contra ella; también es bueno que muchos más planteen interrogantes, preocupaciones e incluso críticas; sin embargo, con cada día que pasa es urgente que todo esto se extienda, se profundice y se amplíe. No basta con simplemente cuestionar, expresar inquietudes, criticar o oponerse a lo que la estructura de poder hace (y lo que indica claramente que piensa hacer) tanto en el plano internacional como en Estados Unidos. Debe imperar la orientación de forjar una gran resistencia y movilizar a cientos de miles y, con el tiempo, a millones de personas a pararlo.
Así que nos toca asumir los retos que se nos plantean, con urgencia y con una perspectiva amplia. Debemos enfocarnos en las tareas decisivas del momento y también en la perspectiva estratégica general, ver el aspecto negativo, pero también el potencial positivo. Tengamos presentes los horrores que los imperialistas preparan, pero también las posibilidades de arrancar de esta difícil situación un avance cualitativo para la emancipación de las masas del planeta y para la revolución proletaria mundial, y quizás incluso barrer el monstruoso sistema imperialista en su propio baluarte.
Notas:
1. Véanse "El petróleo y la guerra de Afganistán", OR No. 1126, 11 de noviembre de 2001, e "Intriga en Afganistán: La CIA y Osama bin Laden", OR No. 1120, 30 de septiembre de 2001 El OR es la abreviatura de Obrero Revolucionario,ahora llamado Revolución.. [regresa]
2. "Notas sobre la actual crisis y guerra", de Bob Avakian, OR No. 1124, 28 de octubre de 2001. [regresa]
3. Todas estas grandes contradicciones, a su vez, se desprenden de la contradicción fundamental del sistema y la época capitalista (o la época de la transición del capitalismo al comunismo): la contradicción entre la producción socializada y la apropiación privada. Esto se aborda más a fondo en el libro America in Decline, publicado por Banner Press. [regresa]
4. "Predicando desde un púlpito de huesos: Lo que no dice 'Virtudes' de William Bennett, o necesitamos moral, pero no la moral tradicional", Bob Avakian, Banner Press, 1999. En este ensayo, Avakian analiza la filosofía y programa social de William Bennett, un intelectual de la derecha cristiana. En "Acabar con el 'pecado' ", critica la teología de la liberación y explica por qué una moral verdaderamente liberadora tiene que romper con las tradiciones y creencias religiosas. [regresa]
5. Este artículo se puede encontrar en La Neta de Revolución, revcom.us. [regresa]
6. "Los horrores que genera este sistema horroroso", OR No. 1119, 23 de septiembre de 2001, dice: "A través del shock vemos la verdad: los explotadores globales y los multiasesinos no tienen derecho de vengarse; solo causarán más destrucción e injusticia. Unir fuerzas con ellos, pedirles protección, los espoleará a cometer más crímenes contra el pueblo de nuestro planeta". [regresa]
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Revolución #245, 11 de septiembre de 2011
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1 "En pocas palabras, no hay duda alguna de que Saddam Hussein tiene ahora armas de destrucción masiva".
— vicepresidente Dick Cheney, agosto 2002
Nunca se hallaron las "armas de destrucción masiva" en Irak. Un informe de la CIA de octubre de 2004 concluyó que "Irak destruyó unilateralmente su arsenal de armas químicas no declaradas en 1991" y no encontró "ninguna indicación creíble de que Bagdad haya reanudado su producción". Un funcionario no identificado de la CIA dijo más tarde: "A Bush no le importaba un carajo la inteligencia. Ya estaba decidido [a lanzar una guerra]"."
2 "Esto les prometo, que si ya no hemos retirado las tropas para la fecha en que llego a la presidencia, eso será lo primero que hago. Devolveré nuestras tropas a casa. Pondremos fin a esta guerra. Esta promesa se la pueden llevar al banco".
— Barack Obama, candidato presidencial, 2007
Obama aumentó la cantidad de soldados en Afganistán y aumentó los bombardeos a Pakistán. Para junio de 2011, 46.000 soldados ya participaban en la ocupación de Irak. Bajo Obama, Estados Unidos ha lanzado bombardeos contra seis países. El número de bases militares en el exterior que son abiertamente de Estados Unidos ha llegado a ser más de mil. Cuando Obama asumió el cargo en enero de 2009, había 32.000 soldados en Afganistán. En diciembre de 2009, cuando esa cantidad había llegado a 68.000, Obama anunció un "aumento afgano" para enviar a otros 30.000. Ahora quiere retirar las 33.000 "tropas del aumento": 10.000 para finales de 2011 y el resto para el verano de 2012. Eso significa que para finales de 2012, todavía habrá 68.000 en Afganistán — el doble de los 32.000 que estaban ahí cuando Obama tomó posesión.
3 "La idea de liberar a las mujeres, de empoderarlas, animarlas, educarlas en Afganistán: todo eso es parte de sentar las bases para una paz duradera".
— George W. Bush, entrevista, noticiero Fox
Aunque las mujeres de Afganistán que vivían bajo el Talibán sufrieron un horrible tratamiento, de algunas formas la ocupación militar estadounidense ha empeorado la situación de la mujer y creado nuevas condiciones en que la mujer es más vulnerable a la explotación y la denigración. En términos de pobreza, la falta de vivienda y de cuidado médico, la situación de la mujer afgani ha deteriorado bajo la ocupación; y la imposición bárbara de la ley islámica en lo que concierne a la mujer sigue en gran medida sin desafiar. Agosto de 2009: el presidente afgano Karzai, con aval yanqui, ratificó una ley que, entre otros horrores, permite que los hombres le niegan comida y vivienda a sus esposas si éstas no cumplen con sus exigencias sexuales y prohíbe que la mujer deje su hogar sin su permiso.
La Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán (ARMA) informa (julio 2011): "Aproximadamente 50 mujeres mueren de parto cada día en Afganistán. Una de cada tres es víctima de abuso físico o sexual, y la esperanza promedio de vida de la mujer es 44 años... más del 85% de las mujeres afganis son analfabetas, y el 70% de las muchachas de edad escolar no va a la escuela por varias razones, sea porque los padres son conservadores, por la falta de seguridad o temores por su vida".
Hablando sobre Afganistán en marzo de 2011, un alto funcionario del gobierno de Obama dijo: "Los asuntos de género tendrán que ceder el paso a otras prioridades".
4 Jessica Lynch "peleaba a muerte. No quiso que la tomaran viva".
— oficial del ejército a los medios de comunicación, marzo 2003
Lynch era miembro de un pequeño convoy del ejército atacado por la resistencia iraquí; el vehículo en que viajaba se volcó. Lynch sufrió unas fracturas y perdió el conocimiento, y unos iraquíes la llevaron al hospital local. Un médico que la examinó dijo: "El accidente vehicular causó sus heridas. No hubo ni una gota de sangre... No hubo balas ni metrallas ni nada por el estilo". Dijo que en el hospital "le dieron una atención especial, más que a los pacientes iraquíes".
Los informes mediáticos afirmaron: "Lynch fue rescatada de un hospital iraquí durante un audaz ataque nocturno de comandos estadounidenses que actuaron a raíz de una información de la CIA". En realidad, el ataque estadounidense contra el hospital ocurrió sin resistencia. En junio de 2003, el Washington Post escribió: "Se trataba del episodio más memorable de la guerra y tuvo un valor propagandístico enorme. La historia era falsa, pero no fue desmentida hasta que no tuviera tanta importancia". Como la propia Lynch dijo, en 2003, acerca de todo el bombo mediático sobre sus heridas: "No era verdad".
5 "La tortura no es aceptable jamás, tampoco entregamos a las personas a países que torturan".
— presidente George W. Bush, entrevista,
New York Times, 28 de enero de 2005"A lo largo de la campaña electoral y durante esta transición dejé en claro que en mi gobierno Estados Unidos no tortura".
— presidente electo Barack Obama,
rueda de prensa, enero 2009
Se ha documentado claramente que Estados Unidos ha torturado a muchísimos presos en Guantánamo, en Abu Ghraib en Irak y en la base aérea de Bagram. Ha capturado y detenido ilegalmente a personas que luego ha entregado a docenas de países para ser torturadas e interrogadas bajo la dirección de funcionarios estadounidenses. El Departamento de Justicia de Bush escribió memorandos que aprobaron el uso de la tortura. Bajo Bush y bajo Obama, un sinnúmero de personas ha sufrido la tortura directamente de Estados Unidos y bajo la dirección de Estados Unidos. En 2010 Bush se jactó: "Sí, aplicamos el submarino a Khalid Sheikh Mohammed. Y lo haría de nuevo".
6 "La pérdida del cabo del ejército Pat Tillman la semana pasada en Afganistán llevó a casa el dolor que acompaña cada pérdida y nos recuerda del carácter de los hombres y mujeres que sirven en nuestro nombre".
— presidente George W. Bush,
1º de mayo de 2004.
Tras el 11-9, Tillman rechazó un contrato multimillonario de fútbol americano profesional y se alistó en el ejército. Pero Tillman cuestionaba cada vez más lo que Estados Unidos hacía en Irak y Afganistán. Empezó a expresar su oposición a la guerra de Irak y seguía con sus críticas cuando lo enviaron a Afganistán. En abril de 2004, Tillman murió a balazos a manos de unos soldados estadounidenses en lo que se llama un incidente de "fuego amigo". Las circunstancias de su muerte siguen sin esclarecerse. La AP informó en 2007 que los médicos que le hicieron la autopsia dijeron que "aparentemente el 'Ranger' resultó baleado por un M-16 disparado a una distancia de unos 10 metros" y que eso merecía una investigación criminal. Dicha investigación nunca se hizo; al contrario, Bush y Rumsfeld utilizaron la muerte de Tillman para promover la clase de patriotería ciega a la cual Tillman se oponía.
7 "Con esta legislación... se acabó el programa ilegal de vigilancia sin orden judicial que realizaba el presidente".
— senador Barack Obama,
19 de junio de 2008
En 2002 George W. Bush autorizó en secreto que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) interviniera las comunicaciones de ciudadanos y de extranjeros que estaban en Estados Unidos. Para 2006 la NSA ya estaba recabando los registros telefónicos de decenas de millones de estadounidenses. En 2008 Bush firmó una ley que legalizaba la intervención sin orden judicial.
Barack Obama, en ese tiempo un senador y aspirante a candidato presidencial, votó a favor de esta ley. El espionaje dentro de Estados Unidos ha aumentado durante su presidencia. La cantidad de interceptaciones telefónicas se duplicó de 2009 a 2010; la Fundación de Libertad Electrónica dijo: "Obama ha ido dos pasos más allá de Bush" y concluyó: "En esencia, el gobierno de Obama ha dicho que no se puede responsabilizarlo de la vigilancia ilegal bajo ningún estatuto federal".
8 "La guerra de Irak es un error grotesco".
— líder demócrata congresional, Nancy Pelosi, de junio de 2005
Desde las primeras votaciones en el Congreso que aprobaron abrumadoramente la invasión a Irak, hasta hoy cuando un presidente demócrata dirige guerras en tres países, los demócratas han dado su apoyo total y abrumador, tanto políticos como partido, a las guerras que tienen como fin extender y defender el imperio estadounidense. Los demócratas del Congreso han aprobado cada proyecto de ley para gastos militares desde 2002.
9 "Nuestros tribunales han aplicado el habeas corpus con rigor y con justeza por más de dos siglos, y continuaremos aplicándolo en el curso de defender la libertad que los extremistas violentos quieren destruir".
— candidato Barack Obama, julio 2008
El habeas corpus es un mandato judicial que requiere presentar a un preso ante el juez para determinar si su encarcelamiento corresponde a las leyes, y si no, requiere ponerlo en libertad. In 2002 el gobierno de Bush se arrogó nuevos poderes policiales muy amplios que en efecto pusieron fin al habeas corpus.
Las fuerzas de Estados Unidos han agarrado a centenares de personas bajo cualquier pretexto en Afganistán y en otros países, y les ha negado cualquier derecho a una audiencia. La Suprema Corte falló que los presos agarrados por Estados Unidos y enviados a Guantánamo tienen el derecho a una audiencia. Bush esquivó este fallo; estableció "tribunales militares" que dieron una fachada de "audiencia judicial", y después envió a los presos a mazmorras que no fueran Guantánamo. En febrero de 2009, un mes después de que Obama empezó su mandato, el Departamento de Justicia argumentaba en los tribunales de que los detenidos militares en Afganistán no tienen ningún derecho a cuestionar su encarcelamiento ahí, aceptando un argumento clave del equipo legal del ex presidente Bush.
10 "Puedo decir que la clase de operaciones... en que Estados Unidos ha participado, en la esfera del contraterrorismo, durante casi todo el último año no ha ocurrido ninguna muerte colateral debido al excepcional nivel de competencia, la precisión de las capacidades que hemos podido desarrollar".
— John Brennan, asesor de "contraterrorismo" de Obama,
en ataques con aviones no tripulados
La Oficina Británica de Periodismo Investigativo informa que al menos 2.992 personas han muerto en Pakistán debido a los ataques de aviones teledirigidos estadounidenses, los cuales son parte de una guerra mayor que ha provocado muerte en masa y sufrimiento para muchas personas. Un estudio de la universidad Johns Hopkins publicado en la revista inglesa de medicina Lancet dice que para 2006, ya había al menos 600 mil muertes debido a la invasión y guerra. No se conoce cuántos civiles han muerto en Afganistán, pero más de 2.7 millones de afganis son refugiados. La matanza sistemática de civiles, muchas veces al azar, es una parte integral de las guerras que Estados Unidos está librando.
* * * * *
Lectores: Queda mucho más por decir... Escríbannos para añadir puntos adicionales a esta lista y los publicaremos en un futuro número.
Hoy en día se oye con frecuencia, de la boca de funcionarios del gobierno y otros, que solamente el 1 por ciento de la población está en las fuerzas armadas estadounidenses pero que este 1 por ciento está combatiendo por la libertad del otro 99 por ciento. No obstante, he aquí la verdad: en realidad, ese 1 por ciento, en las fuerzas armadas, está combatiendo por el otro 1 por ciento: los grandes capitalistas imperialistas que manejan este país —que controlan la economía, el sistema político, las fuerzas armadas, los medios de comunicación y otras instituciones importantes— y que dominan grandes partes del mundo, desatando caos y causando gran sufrimiento literalmente para miles de millones de personas. En realidad, ese 1 por ciento en las fuerzas armadas está matando y a veces muriendo por la "libertad" de esos capitalistas imperialistas — su libertad de explotar, oprimir y saquear. Lo BAsico 1:5 |
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Revolución #245, 11 de septiembre de 2011
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Segunda parte:
CONSTRUYENDO EL MOVIMIENTO PARA LA REVOLUCIÓN
Nota de la redacción: La siguiente es la decimotercera entrega de la segunda parte de un reciente discurso de Bob Avakian, el presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos. Para la publicación de este discurso, éste ha sido revisado, y se le ha agregado anotaciones. La primera parte del discurso titulada "Revolución y el estado" se puede conseguir en línea en revcom.us.
Tenemos que estar acelerando teniendo en mente el mundo entero, no sólo en el sentido de que la situación mundial en conjunto y la dinámica de las condiciones objetivas contradictorias en el mundo en conjunto son decisivas en última instancia para hacer la revolución en un país particular y avanzar esa revolución en general, sino al mismo tiempo con el sentido, y un entendimiento cada vez más profundo, de que nuestro objetivo realmente es hacer la revolución como una parte de un proceso mundial mayor cuyo objetivo final es alcanzar el comunismo. Tenemos que actuar conscientemente de acuerdo con eso — y llevarlo a las masas populares y capacitarlas a entenderla y ponerla en práctica conscientemente. La situación que nos confronta, el objetivo hacia el cual luchamos y el proceso que la lucha para ese objetivo encierra — todo eso es una parte importante de la realidad objetiva que las masas necesitan entender cada vez más profundamente para poder emanciparse a sí mismas y a toda la humanidad. Y necesitan entender lo que representa esa emancipación de la humanidad y la relación que tiene con deshacerse de todas las cosas que las masas conocen y aborrecen, de las cuales murmuran con tono de rabia, o contra las cuales se rebelan, o que incluso desconocen en cualquier momento dado pero acerca de las que necesitan y pueden aprender.
Es un tema que estoy recalcando repetidamente aquí porque tiene tanta importancia: Todos esos diferentes fenómenos no son sino la realidad objetiva —aspectos importantes de esa realidad— la cual las masas populares necesitan entender. Para que ocurra eso, necesitan que les llevemos un entendimiento vivo y científico de esta realidad. ¿De otra forma, dónde lo conseguirán? Sí, las masas tienen mucha sabiduría, pero es muy dispersa y poca sistemática, y se entremezcla con muchos modos de pensar y conceptos erróneos, moldeados y afectados conscientemente por las instituciones y fuerzas dominantes en la sociedad y el mundo en conjunto. Las masas no van a conseguir un entendimiento fundamentalmente correcto de la realidad y de cómo se le puede transformar radicalmente, y de su propio papel en ese proceso, así como del contexto mayor del mundo entero que encierra todo eso, a menos que nosotros se lo llevemos.
Así que nosotros mismos tenemos que actuar de acuerdo con un entendimiento correcto de la relación entre la revolución en un país particular y el avance de la revolución en el mundo en conjunto — y esa dialéctica, en la cual la situación en el mundo en conjunto es principal, fundamentalmente y en última instancia, pero que existe un importante proceso de influencia mutua en la cual la conquista de la iniciativa en regiones particulares o en países particulares puede tener un impacto importante, a su vez, sobre el desarrollo de la situación mundial y la lucha mundial. Nosotros mismos no sólo tenemos que entenderlo y actuar en consecuencia, sino que, cabe repetir, tenemos que llevarlo a las masas populares y capacitarlas a entenderlo y actuar en consecuencia.
De eso también hay una dimensión particular, muy aguda, de eso —de la cual hemos hablado en un número especial de nuestro periódico (#199) pero en la cual debemos seguir adentrándonos y de la cual debemos seguir hablando de manera convincente— la que es la situación verdaderamente urgente del medio ambiente y específicamente las maneras en que el sistema capitalista imperialista a diario está agravando esta emergencia, la que pone en juego el futuro y el destino de la humanidad en un sentido muy directo y dinámico. Cobra aún más significado y urgencia la necesidad de una orientación internacionalista en todo lo que hacemos, a fin de avanzar la causa de la revolución y el comunismo. Es un hecho impactante que no se puede resolver esta crisis y verdadera emergencia ambiental dentro de las fronteras de cualquier país particular — y muchas personas lo captan, aunque no lo entienden en todas sus dimensiones o en todo lo científico. De hecho, algunas personas hasta nos contestan con eso cuando planteamos nuestro programa para lidiar con esta crisis ambiental — muchas nos han dicho: aún si pudieran hacer una revolución, no pueden resolver el problema dentro de un solo país, además de que de una revolución resultaría aún más desastres ambientales. Esta es una realidad que tenemos que reconocer y discutir y sobre la cual tenemos que luchar con la gente con sinceridad, y sobre todo, con ciencia. Pero esto sí recalca la importancia del internacionalismo como nuestra orientación fundamental y le agrega otra dimensión a dicha importancia.
En todo el trabajo de forjar este movimiento para la revolución, es necesario vincularlo, de manera viva y con sentido —pero no lineal— al análisis de "Sobre la posibilidad de la revolución". Al salir entre las masas populares y hablarles de forjar un movimiento para la revolución, es crucial darles un sentido vivo —no un sentido reduccionista, equívoco e inapropiado— de la relación entre todo el trabajo que se está haciendo hoy y lo que se plantea en "Sobre la posibilidad de la revolución". Es necesario encontrar las formas para discutir correctamente no sólo con las personas que ya están convencidas de la revolución sino con un número cada vez más creciente de personas en el sentido más amplio, lo que está contenido en "Sobre la posibilidad de la revolución" y el desarrollo que continúa de ese concepto estratégico. Si no plasmamos la conexión entre lo que se está haciendo hoy y lo que se plantea en "Sobre la posibilidad de la revolución" —en la manera correcta, y de forma viva y con sentido—, pues eso quiere decir que realmente no se está llevando a cabo el trabajo para la revolución y, de nuevo, no se está preparando a las masas populares para captar la posibilidad de la revolución y el concepto estratégico de la revolución.
Eso nos lleva de regreso al punto de "acelerar mientras se aguarda" — o de no hacerlo. La creciente fuerza del movimiento revolucionario tiene que llegar a ser una parte cada vez más poderosa de la situación objetiva, como una fuerza política e ideológica y "un factor que cambie el estado de ánimo" — que se transforme más plena y continuamente de un factor subjetivo (algo que las fuerzas conscientes hacen) a un factor objetivo (algo que cada vez más impacta e influencia a un número creciente de personas y al terreno objetivo en general) y de esa manera, a la vez, fortalezca cada vez más la base para dar nuevos saltos en el proceso. Con conciencia, tenemos que abordar las cosas de esta manera — y tenemos que explicárselo de esta manera a las masas populares. Eso tiene que expresarse, de maneras correctas, en nuestro periódico y en nuestro trabajo en general.
Muchas personas, entre ellas muchas a las cuales les gustaría ver una revolución, dicen sin rodeos: "Ustedes no pueden hacer una revolución". Es necesario plantear claramente ante ellas por qué pensamos que sí es posible. Donde existan lagunas en nuestro entendimiento al respecto, tenemos que bregar con ellas y tenemos que invitar a las masas a participar en el trabajo de bregar con ellas, de resolverlas y de hacer nuevos avances — de descubrir nuevos fragmentos de huesos y más artefactos para juntos seguir armando el rompecabezas en el proceso de avanzar.
En este contexto, es importante recalcar que popularizar la estrategia para la revolución es una parte clave de llevar a cabo esa estrategia. Si se supone que estemos llevando a cabo una estrategia pero ni siquiera la entendemos bien nosotros mismos —y no le hablamos a las masas de ella—, pues ¿qué clase de estrategia sería y para qué sirve una estrategia? Por el lado positivo, permítame recalcarlo de nuevo: popularizar la estrategia para la revolución —correctamente, de manera viva y con sentido— es una parte clave de llevarla a cabo. Cuando efectivamente popularicemos esta estrategia y cada vez más personas le entren a esa estrategia, pues también se convierte en una parte del terreno objetivo. Influencia el modo de pensar de la gente, en particular sobre la posibilidad de la revolución y el concepto estratégico para hacerla. Entre más la gente capte que ya se ha bregado con los problemas de hacer una revolución en serio, entre más chequee el concepto estratégico que se está desarrollando de cómo hacer la revolución y cómo el trabajo que se está llevando a cabo procede concretamente —como es debido— en conformidad con ese concepto estratégico y como forma de aplicarlo, más vida cobrará esto a sus ojos. Además, en contra del mero rechazo de la posibilidad de la revolución —"ustedes no pueden hacer eso... los de arriba son demasiado fuertes... estamos hechos un desastre, las cosas son como son por la naturaleza humana..."— algo estará contendiendo de forma cada vez más poderosa.
Continuará
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Revolución #245, 11 de septiembre de 2011
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Despertando y agitando los planteles universitarios
Publicado el domingo 11 de septiembre de 2011
Ya ha pasado una semana en algunos lugares, y un poco más o un poco menos en otros, en que los revolucionarios han estado en los planteles universitarios con el número especial del periódico Revolución que promueve el nuevo libro Lo BAsico de citas y cortos ensayos de Bob Avakian.
En muchos equipos que han salido, se ha palpado el entusiasmo. Grupitos de estudiantes han chequeando colectivamente las citas de Lo BAsico, alrededor de las mesas de los revolucionarios. Después de discutir una o dos citas en sus clases, decenas de estudiantes han adquirido libros. Unos estudiantes han acudido a los revolucionarios para comentar que habían leído lo que adquirieron y querían saber más. Unos profesores han recibido a los revolucionarios en sus oficinas o en sus salones, o han pasado por las mesas, y muchos han explicado, y han estado obviamente inspirados por el hecho, de qué tan bien los estudiantes están respondiendo. Algunas escenas de esta experiencia, con formas creativas de prender debates e intercambios, se pueden conseguir en inglés aquí, aquí, aquí, aquí y aquí.
Existe una inconfundible receptividad en los planteles a Bob Avakian y su nueva visión de la revolución y el comunismo; sus palabras están sacando a la superficie y conectándose profundamente con los anhelos nacientes y los despertares inquietos de los estudiantes por un mundo radicalmente diferente y muchísimo mejor. Además, al salir en los planteles, hemos aprendido mucho sobre las formas de dar a conocer mejor Bob Avakian y su obra, tal como están concentrados en este número especial y aún más en Lo BAsico.
No obstante, lo que todos nosotros, incluida esta nueva generación de estudiantes, estamos confrontando es un mundo de horrores y un planeta enfermo y moribundo. A diario avanza esta enfermedad. Incluso en las ocasiones en que la gente se esté levantando, no conoce la salida. Bob Avakian ha desarrollado el análisis revolucionario y la visión que la humanidad necesita para salir de esta locura y está dando la dirección crucial para hacerlo. Pero la gente no lo sabe. Urge que su obra y su dirección se conviertan en una fuerza material muy pronto.
En esta conexión, no basta meramente tener más intercambios muy positivos con los estudiantes, vender cientos de libros de Lo BAsico ni apuntar los nombres de personas para que éstas participen de alguna manera. Si bien todo eso son partes necesarias de lo que tenemos que hacer, tenemos que volcar incluso lo mejor de nuestras labores hasta ahora a un plano completamente superior, en un marco completamente diferente. Tenemos que conjuntar estos buenos comienzos y además volcarlos a otra dinámica, una en que muchas más personas de forma mucho más amplia estén llegando a conocer, chequear y debatir el movimiento para la revolución y nuestro líder Bob Avakian y en que este movimiento y su líder estén granjeándose seguidores en formas organizadas.
En un sentido, se ha abierto tantito la puerta a los planteles universitarios. Se han detectado profundos despertares y un poderoso potencial. Pero el que se cierre esta puerta por las presiones y tensiones de la vida de los individuos y el peso de la rutina aplasta-almas de un orden imperialista, o el que se abra muy ancho la puerta y que esta revolución abra paso y avance: ¡ESO DEPENDE DE USTEDES! ¡Ya es hora de redoblar esfuerzos!
Al cierre de esta edición, casi todas las cien mil copias del número especial del periódico sobre Lo BAsico ya están en manos de los estudiantes por todo el país. Se necesitan diez mil dólares para imprimir cien mil más y rematar esta iniciativa.
¡DAR, Y RECAUDAR, DINERO!
Dar dinero es una de las formas con mayor importancia de contribuir al movimiento para la revolución. Pedirle dinero a la gente es una de las formas más importantes para invitar a las personas hacia este movimiento y permitir que tengan un efecto importante respecto a la fuerza y alcance de este movimiento.
¿Cuál es la clave para recaudar dinero? Lisa y llanamente: usted mismo tiene que captar en serio que este dinero es necesario, que dar un salto importante en este trabajo tendrá enorme importancia para el futuro del mundo. Sobre esa base, ¡usted tiene que salir y PEDÍRSELO! Decirle a la gente por qué se necesita la plata: que hemos empezado a tener un impacto en las universidades y que existe el potencial de llevarlo por todo el país, pero no ocurrirá sin el dinero para imprimir más. Dar dinero es una forma específica y sumamente importante en que las personas pueden contribuir.
Un equipo, que llevaba Lo BAsico a una universidad pública en que muchos estudiantes apenas tienen plata para comprar sus libros de texto, pasó de recaudar de dos a ocho dólares al día provenientes de los estudiantes a recaudar cien dólares en un día. ¿La diferencia? Pasaron todo un día PIDIENDO DINERO A TODOS los que pasaran por ahí. La mayoría de los estudiantes dieron un dólar o unas monedas. Un par de personas dieron cinco dólares. Pero éste es solamente el comienzo.
Piense en lo que eso refleja: que cerca de cien estudiantes en un día sentían suficiente afinidad para con la revolución como para meter la mano en el bolsillo y dar plata. Piense en la manera en que las donaciones aumentan concretamente la capacidad de la revolución de volver a estos estudiantes y a otros semejantes. Además, a otro nivel, piense en la manera en que la creación de un movimiento popular de apoyo entre estos estudiante ¡profundiza su solidaridad y es un mecanismo concreto de participación popular en este movimiento para la revolución!
Está dinámica tiene que darse a muchos niveles.
Lleve este número especial a los profesores, que hayan conocido la revolución hace tiempo o que ésta sea la primera ocasión. Dejen que lo hojeen. Dígales la manera en que este número se está conectando y lo que estamos esforzándonos para lograr y de ahí, pídales que hagan una contribución. Pida una cantidad específica: en el caso de algunos, $200; en el de otros, mucho más, y en el de algunos, menos; pero de todos modos asegúrese que la cantidad que se pide tenga importancia y seriedad. Para repetir, ésta es una de las formas con mayor importancia de contribuir al crecimiento de este movimiento para la revolución. Cuando aporten, su acto casi siempre suscita intercambios y solidaridad más profundos.
Haga lo mismo con otras personas. Sea usted un lector regular del periódico o sea uno nuevo, en cuanto termine de leer este editorial, llame a tres personas (o más) y pídales que se reúnan para hojear este número especial. Pídales que contribuyan.
Recaudar dinero no es una tarea pesada que hay que emprender para poder volver al “trabajo serio” de hacer una revolución. ¡Recaudar dinero es una de las formas más importantes de presentar esta revolución a las personas, organizarlas en ella, profundizar su solidaridad e interacción, y aumentar de manera importante el alcance y la fuerza de esta revolución!
¡ACUMULAR FUERZAS PARA LA REVOLUCIÓN!
Al final del capítulo 3 de Lo BAsico, lo siguiente aparece en la declaración “Sobre la estrategia para la revolución”: “...existe un lugar y papel, una necesidad y mecanismo, para que miles de personas ahora y con el tiempo millones contribuyan a la construcción de este movimiento para la revolución, de muchas maneras diferentes, grandes y pequeñas — con ideas y con participación práctica, con apoyo y con preguntas y críticas”.
Cada necesidad que tiene la revolución también es una forma mediante la cual las personas nuevas podrán chequear y participar en esta revolución. Uno de los ejemplos más cruciales es lo que ya se ha recalcado aquí: ¡recaudar fondos! Sin temor a exageraciones, ésta es una de las formas más cruciales, con mayor importancia y mayor impacto en que las personas puedan entrar a esta revolución desde el principio.
Pero lo mismo es cierto respecto a todas las necesidades que tiene esta revolución.
No obstante, hallar las formas mediante las cuales las personas nuevas pueden satisfacer dichas necesidades casi nunca se compagina ordenadamente con las rutinas de aquellos que llevan un tiempo ya en esta revolución. ¡Pero eso está perfectamente bien! No vamos a abrir paso en serio con esta revolución en el ambiente actual meramente repitiendo más de lo mismo, ni siquiera más de lo mejor que hemos estado haciendo ni simplemente sumando más personas a ello. La mayoría de las personas nuevas no quieren hacer las cosas de la misma forma en que las hacen aquellos que llevan un tiempo en esta revolución, pero además lo que se requiere es dar saltos y volcarse a un nivel y marco completamente nuevos. Lo que se necesita es descubrir y forjar los mecanismos con los cuales atraer e incorporar a muchas personas nuevas en la creación de los mecanismos para hacer todo eso, ¡lo que será algo muy nuevo!
En los últimos meses, nuestro sitio web ha informado sobre algunas formas nuevas y nacientes en que las personas nuevas han dado pasos adelante al mismo tiempo que el proceso de conocer Lo BAsico les ha interesado, desafiado y conmovido. La principal lección a sacar de todo esto, y a aplicarse en muchas formas nuevas y creativas, es el método de difundir Lo BAsico y todo lo que condensa como núcleo sólido y sobre dicha base, desencadenar una enorme elasticidad, creatividad y nuevas formas.
Una necesidad muy urgente ya, la cual cabe en el marco de lo posible, pero que no se puede satisfacer sin esforzarse en serio contra los límites de lo que existe ahora y sin transformarlos, es abrir paso en grande en las semanas que vienen al despertar y agitar los planteles universitarios. La creación de una situación en que muchos miles de estudiantes por todo el país estén participando en niveles escalonados de interacción con Bob Avakian que se refuerzan mutuamente, y tenga un creciente núcleo con cada vez mayor organización y solidaridad, tendrá un efecto muy importante para que esta revolución dé saltos a otro nivel.
Por eso, todos aquellos que estén leyendo este editorial podrán y deberán poner manos a la obra: escribir sus experiencias e ideas y remitirlas, y enviar y recaudar dinero. Ello, de modo que las personas que están leyendo este editorial puedan sentarse con otras personas, jalar colectivamente con ellas, incluso en medio de continuar la difusión amplia. Sobre la base de lo que ya se ha logrado y lo que se está aprendiendo, fruncir el ceño, actuar como equipos de científicos y esforzarse para crear los mecanismos, junto con todos aquellos que usted esté conociendo, para volcar esta tremenda experiencia naciente a un nivel que abra paso en grande y avance.
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Revolución #245, 11 de septiembre de 2011
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Publicado el domingo 11 de septiembre de 2011
El 28 de agosto de 2011, Baburam Bhattarai, uno de los principales líderes del Partido Comunista Unificado de Nepal (Maoísta) [PCUN(M)], fue elegido primer ministro de Nepal. Su primer acto de importancia: entregarle simbólicamente las llaves de las bodegas que guardan las armas del Ejército Popular de Liberación (EPL) encabezado por los maoístas que había librado una guerra de liberación por diez años, a una comisión de seguimiento del gobierno que incluye a representantes de los partidos políticos y las clases que habían sido férreos y sanguinarios oponentes de la guerra popular. El presidente del PCUN(M) Prachanda también participó en el acto, en lo que muchas personas en Nepal y otras partes consideran una mísera ceremonia de claudicación ante las fuerzas reaccionarias y una traición absoluta de los intereses del pueblo de Nepal y de todo el mundo.
Se informa de desfiles con antorchas y manifestaciones al día siguiente de parte de fuerzas de oposición en el PCUN(M) que se asquearon por la acción de Bhattarai y Prachanda, y de 25 arrestos y algunos lesionados debido a arremetidas de policías con bastones.
El principal mandato del nuevo primer ministro es llevar a término, en unos pocos meses, la tarea estancada de redactar una nueva constitución del país y la tarea de desmovilizar el EPL, del cual se va a integrar un pequeño porcentaje de sus soldados al reaccionario ejército del país y en el caso de otros soldados del EPL, se les van a encontrar trabajos, programas de capacitación y simplemente enviarlos de vuelta a sus aldeas con alguna plata. Se supone que esta acción pondría fin al proceso que se inició en 1996 cuando nació una insurgencia en Nepal que se extendió rápidamente por todo el país, encendiendo las esperanzas del pueblo de poder forjar una sociedad de nuevo tipo que se desarrollara en la dirección de eliminar la explotación y las divisiones de clases como parte del proceso revolucionario mundial. La estructura de poder del país y sus mentores internacionales consideran que es necesario borrar de manera definitiva y tajante las esperanzas del pueblo para el cambio revolucionario auténtico y convertir el inspirador ejemplo que dicha revolución representaba para los pueblos del mundo antes de 2006 en una lección de otra clase: la idea dolorosa pero falsa de que no es posible ningún cambio revolucionario real. Quieren que los “revolucionarios” se unan a la rebatiña por cargos en el gobierno; quieren que los oprimidos abandonen sus esperanzas de ver un cambio fundamental de su situación.
Desde la suspensión de la guerra popular y desde que el partido maoísta, PCN(M), que la dirigía se metió en un proceso para establecer un estado basado en los Acuerdos Generales de Paz, han crecido divisiones al interior del partido sobre el rumbo de la revolución, pero cuando menos hasta el presente, todos los bandos han sostenido que sus diferencias trataban la mejor manera de continuar la revolución en las condiciones concretas de la situación del país. A lo largo de este período, el Ejército Popular de Liberación ha estado obligado a permanecer en los acantonamientos y las llaves de las bodegas de armas han estado en las manos del PCUN(M). Mientras tanto, en realidad las fuerzas burguesas estaban llevando a cabo un programa de desmovilizar, deslegitimar y desmoralizar a las fuerzas revolucionarias, a la vez que apuntalaban y fortalecían al Ejército de Nepal como única fuerza armada legítima de esa sociedad.
A una distancia, cuesta trabajo conocer la realidad del acuerdo o la violación del acuerdo de entregar las llaves. Pero queda claro que el resultado es el desenlace de una larga cadena de retiradas, transas y traiciones que han estado en marcha desde el momento de firmar los Acuerdos Generales de Paz. La lenta muerte de la revolución de Nepal tiene que ver con cuestiones fundamentales de línea, de tener confusión entre la necesidad de desarrollar la revolución a fin de poner fin a la dominación de las fuerzas de las clases burguesa y feudal, y establecer una forma más moderna de gobierno (burgués) y a la vez dejar sin tocar la explotación y opresión básica del pueblo y garantizar el lugar de Nepal en la “comunidad internacional” (según la expresión que los imperialistas y los reaccionarios utilizan para referirse a la telaraña de relaciones imperialistas que mantiene la opresión de naciones y países enteros).
Desde hace unos años, estas cuestiones acerca del rumbo fundamental de la revolución han constituido un eje de lucha interna al interior del PCUN(M), pero las cuestiones subyacentes del rumbo de la revolución remontan a la decisión tomada en 2005 por la dirección del partido de ese entonces, de adoptar una línea que se compaginó de manera ecléctica con la línea planteada por Bhattarai en el articulo “La cuestión de construir un estado de nuevo tipo”. En 2009, se publicaron las cartas y los artículos del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, que critican estas líneas las cuales arrastraban la revolución por el camino equivocado, y que contienen un análisis muy detenido de las cuestiones al meollo de la lucha entre líneas en el PCUN(M), y recomendamos que los lectores estudien estos materiales en vista de la coyuntura que se está perfilando debido a los recientes sucesos en Nepal. Publicaremos más cobertura en adelante.
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Revolución #245, 11 de septiembre de 2011
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Un número especial de Revolución saldrá el 3 de octubre con respuestas a la cita de Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian "Un llamado a quienes el sistema ha desechado". Queremos recibir respuestas de las personas a las cuales está dirigido este llamado, sobre todo presos, pero también muchas otras personas que el sistema ha desechado. Invitamos a muchos más a hacer contribuciones, tales como estudiantes, maestros y profesores, personas de diversos sectores de la sociedad. Se puede enviar cartas, poesía, dibujos, fotos y cualquier otra forma de arte visual y creación literaria. E-mail: rcppubs@hotmail.com; correo postal: RCP Publications, Box 3486, Merchandise Mart, Chicago, IL 60654-0486.
* * * * *
Un llamado a quienes el sistema ha desechadoAquí hablo no solo a los presos sino a todos aquellos que viven su vida al filo de la desesperación, ya sea que hallen trabajo o no; a los que no tienen trabajo ni techo; a los que el sistema y sus capataces tratan ni más ni menos que basura humana. Eleven la vista por encima de la humillación y la locura, la mugre y la desmoralización, por encima de la batalla individual por sobrevivir y "ser alguien" según la definición de los imperialistas — de los criminales más espantosos, más monstruosos de lo que jamás haya inventado la mitología o haya encerrado ninguna cárcel. Sean parte de los salvadores humanos de la humanidad: los sepultureros de este sistema y los portadores de la futura sociedad comunista. No digo esto por hablar ni por querer dármelas de poeta: para conquistar todo esto hay grandes tareas que cumplir, grandes luchas que realizar y grandes sacrificios que hacer. Pero hay un mundo que salvar —y que ganar— y en ese proceso aquellos que este sistema ha dicho que no valen nada, pueden importar muchísimo. Representan una gran fuerza de reserva que se debe convertir en una fuerza activa para la revolución proletaria. Lo BAsico 3:16
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Revolución #245, 11 de septiembre de 2011
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Actualizado el lunes 5 de septiembre de 2011
Al parecer está tocando fin el dominio de Muammar Gaddafi, el que duró 42 años en el país nordafricano de Libia. Los combatientes opuestos a Gaddafi se apoderaron de la mayor parte de la ciudad capital de Trípoli, la principal plaza fuerte de Gaddafi, el fin de semana del 20 al 21 de agosto.
Al cierre de esta edición, continúan los combates en varias zonas de Libia y, según informes, los partidarios de Gaddafi controlan algunas zonas. No se conoce el paradero de Gaddafi, quien ha llamado a sus huestes a seguir combatiendo. Mientras tanto, las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN continúan los ataques aéreos y operaciones encubiertas contra las presuntas plazas fuertes de Gaddafi.
Los gobernantes estadounidenses, sus aliados imperialistas europeos, entre ellos Inglaterra, Francia e Italia, y sus voceros mediáticos están presentando la "derrota" de Gaddafi como una gran victoria para el pueblo, un triunfo de la "democracia" sobre la tiranía y una justificación de su intervención militar "humanitaria" en dicho país.
Cuando las fuerzas opuestas a Gaddafi se apoderaron de Trípoli, el presidente yanqui Barack Obama dijo: "El pueblo de Libia está mostrando que la búsqueda universal de dignidad y libertad es mucho más fuerte que la mano de hierro de un dictador... Ahora el futuro de Libia está en las manos del pueblo libio".
Para nada. La marcha de los acontecimientos allá es principalmente el producto de un embate económico, político y militar de Estados Unidos y la OTAN sobre las fuerzas de Gaddafi, el que ha durado meses.
El día de la caída de Trípoli ante las fuerzas opuestas a Gaddafi, el New York Times informó:
"Hasta el sábado, la OTAN y sus aliados había volado 7.459 misiones de combate para atacar a miles de blancos: de lanzadores de cohetes individuales a grandes cuarteles militares. El efecto cumulativo destruyó la infraestructura militar libia así como redujo muchísimo la capacidad de los comandantes del coronel Gaddafi de controlar a sus fuerzas, lo que dejó hasta las unidades de combate más leales sin capacidad de movilizarse, reabastecerse ni coordinar operaciones" ("Sharper Surveillance and NATO Coordination Helped Rebels Race to Capital", 22 de agosto de 2011).
Este embate no tiene que ver con la liberación de Libia ni garantizar la autodeterminación de la nación libia. Al contrario, su propósito es fortalecer los colmillos del imperialismo clavados en Libia y la región del medio oriente.
Libia es un país nordafricano de seis millones de habitantes. Tiene una ubicación estratégica a la orilla del mar Mediterráneo y tiene grandes reservas del muy pedido crudo ligero. Italia lo colonizó por primera vez en 1910. Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se convirtió en la principal potencia dominante en este país, sobre su sector petrolífero inclusive. Ahí, Estados Unidos construyó una de sus mayores instalaciones militares fuera de su territorio, en todo el mundo, la Base Aérea Wheelus. En 1969, el coronel Muammar Gaddafi y un grupo de oficiales militares jóvenes organizaron un golpe de estado y arrebataron el poder al monarca pro yanqui que entonces reinaba en el país. Las fuerzas de Gaddafi se inspiraban en el nacionalismo árabe. Gaddafi tomó ciertas medidas de ayuda pública social y procuró aflojar el férreo control directo del imperialismo sobre Libia, y obtener más control sobre su riqueza petrolífera y una mayor proporción de la misma. Como Raymond Lotta señaló en una entrevista que le hizo Revolución: "Gaddafi era por muchos años una espina que el imperialismo, en particular Estados Unidos, tenía clavada.... aunque el régimen de Gaddafi nunca rompió con el imperialismo ni lo desafió de una manera fundamental". A fines de los años 90, el régimen de Gaddafi ya quería lazos más fuertes con el imperialismo occidental y Estados Unidos y en 2004 amarró una alianza con Estados Unidos, que incluyó su apoyo a la llamada "guerra contra el terror".
Durante esas décadas, la situación del pueblo de Libia iba empeorándose en las esferas económica y política. El régimen reprimía brutalmente a los opositores y asfixiaba si no aplastaba de plano las esperanzas y aspiraciones del pueblo.
Cuando en enero las revueltas de masas tumbaron la dictadura de Túnez y luego el régimen de Mubarak de Egipto, en todo el mundo árabe, Libia inclusive, las masas sacaron mucha inspiración y valor. El 15 de febrero, estalló una sublevación en Bengasi, la segunda ciudad libia. El régimen de Gaddafi procuró reprimirla con violencia.
Desde el principio, la sublevación incluía a una diversidad de fuerzas políticas: ex oficiales de Gaddafi y otros reaccionarios ligados a distintas potencias imperialistas así como fundamentalistas islámicos. El Consejo de Transición Nacional (CTN), que la mayoría de las grandes potencias del mundo han ungido como dirigencia de las fuerzas opuestas a Gaddafi, está bajo la dominación de las fuerzas pro imperialistas las cuales pidieron la intervención de Estados Unidos y la OTAN en Libia. (Mustafa Abdel-Jalil, quien encabeza el CTN, es el ex ministro de Justicia de Gaddafi; Mahmoud Jibril, nombrado el jefe del Gabinete, encabezó las reformas económicas neoliberales del régimen de Gaddafi; Khalifa Haftar, un comandante rebelde, es un agente de la CIA de larga trayectoria.)
(Vea un análisis a fondo en: "Revolución le entrevista a Raymond Lotta: Los sucesos en Libia desde un punto de vista histórico... Muammar Gaddafi desde un punto de vista de clase... La cuestión de la dirección desde un punto de vista comunista", Revolución, en línea #227, 20 de marzo de 2011.)
Pese al papel que tuvieran las potencias imperialistas en el inicio de esta sublevación, pronto intervinieron para moldearla a fin de derrocar a Gaddafi y hacerse de un control más directo de Libia, y no lo hicieron por razones "humanitarias". El 26 de febrero, el Consejo de Seguridad de la ONU, un organismo controlado por Estados Unidos y otras grandes potencias, impuso sanciones sobre la familia de Gaddafi. El 17 de marzo, votó por autorizar una "zona de exclusión" sobre Libia. El 19 de marzo, empezaron los ataques aéreos de Estados Unidos y la OTAN. Agentes de la CIA habían estado trabajando en el país varias semanas, y se les habían unido decenas de elementos de las fuerzas especiales y agentes de inteligencia del M16, todos de Inglaterra, a fin de coordinar los ataques aéreos y ayudar a los "rebeldes". En febrero, Obama autorizó que la CIA suministrara armamento y otro apoyo a los "rebeldes", lo que incluía posibles acciones encubiertas. (Ver "C.I.A. Agents in Libya Aid Airstrikes and Meet Rebels", New York Times, 20 de marzo de 2011.)
Desde ese entonces, ha crecido progresivamente la intervención política, económica y militar de Estados Unidos y la OTAN. Estados Unidos, Francia e Inglaterra han organizado y dirigido cada vez más a las fuerzas "rebeldes". Las sanciones internacionales han exprimido y debilitado al régimen de Gaddafi. La toma de Trípoli por las fuerzas "rebeldes" fue posible gracias a los bombardeos, espionaje y coordinación militar de Estados Unidos y la OTAN, lo que incluyó dirigir el ataque final. El New York Times del 22 de agosto dijo que se había vuelto más sofisticada la coordinación entre la OTAN y las fuerzas "rebeldes" y: "Al darse la convergencia de las fuerzas rebeldes de Libia sobre Trípoli el domingo, funcionarios de Estados Unidos y la OTAN mencionaron una intensificación de la vigilancia aérea estadounidense dentro y alrededor de la capital como un importante factor que ayudaba a inclinar la balanza después de los meses de progresiva erosión del aparato militar del coronel Muammar el-Gaddafi".
Un organismo de expertos de la clase dominante informó que el ataque sobre Trípoli empezó con "la inserción de soldados de las fuerzas especiales de la OTAN (cientos, no miles) que, con la orientación de los agentes de inteligencia en Trípoli, atacaron y desestabilizaron a las fuerzas gubernamentales en la ciudad... Tras los ataques de las fuerzas de inteligencia y las operaciones de información, desde el oeste los rebeldes entraron a la ciudad en medio de bombo y platillos" ("Libya A Premature Victory Celebration", STRATFOR, 30 de agosto de 2011).
Todo eso dejó en claro que principalmente Estados Unidos, Inglaterra y Francia están moldeando la marcha de los acontecimientos en Libia, y sin importar lo que fueran la intención inicial y las aspiraciones de algunos de los libios que se sublevaron, en estos momentos se han quedado reducidos a ser extensiones y peones objetivos de los imperialistas de Estados Unidos y la OTAN.
Estados Unidos y la OTAN dicen que su intervención en Libia era una misión humanitaria: para proteger a los civiles con una "zona de exclusión" y no para determinar el desenlace del conflicto ahí. Se ha demostrado que esas afirmaciones son puras mentiras, impulsadas por una campaña de exageraciones y mentiras. (Ver "The Top Ten Myths in the War Against Libya", Counterpunch, 31 de agosto de 2011.)
Cientos y cientos de libios han muerto debido a las bombas y misiles de la OTAN. En un ataque del 9 de agosto, según un vocero del gobierno libio, murieron 33 niños, 32 mujeres y 20 hombres (Reuters, 9 de agosto de 2011). Trípoli, donde vive casi un tercio de la población del país, no salió ilesa. El 26 de agosto, el New York Times informó de una andanada de bajas en el Hospital Central de Trípoli: "Dos doctores decían que el hospital había tratado hasta 500 pacientes al día". En violación del derecho internacional, Estados Unidos y la OTAN pretendían asesinar de plano a Gaddafi, bombardeando en numerosas ocasiones su complejo. (En un ataque del 30 de abril, murieron un hijo y tres nietos.) La guerra y bloqueo de Estados Unidos y la OTAN también ha causado una crisis humanitaria para la mayoría de los 1.7 millones de habitantes de Trípoli, privándoles de electricidad, agua y suficiente comida, combustible y medicamentos.
Las fuerzas opuestas a Gaddafi dirigidas por Estados Unidos y la OTAN han cometido matanzas de masa de partidarios de Gaddafi e incluso mataron a personas lesionadas en un hospital ("Vengeance in Tripoli", Independent, 27 de agosto de 2011). Además, son responsables del arresto y matanza en masa de trabajadores migrantes africanos negros, que representan tal vez un tercio de la población del país, tachándolos de "mercenarios extranjeros" (Democracy Now!, 30 de agosto de 2011).
Y no ha cesado el matadero reaccionario. Los cazas de combate de Estados Unidos y la OTAN siguen bombardeando supuestas plazas fuertes de Gaddafi, y se informa de una enorme cantidad de civiles muertos. Si las fuerzas pro Gaddafi no se rindieran, podría haber un mayor baño de sangre.
El día después de la caída de Trípoli, el New York Times publicó un artículo titulado: "Scramble Begins for Access to Libya's Oil" (Se inicia la rebatiña por tener acceso al petróleo de Libia, 23 de agosto de 2011). La OTAN tiene planes de continuar su misión militar hasta que estén firmemente en el poder sus aliados preferidos. Al cierre de esta edición, las grandes potencias están reuniéndose con el Consejo de Transición Nacional en París, e insisten en que la ONU dominada por el imperialismo supervise el proceso de "reconstrucción", y sin duda el futuro militar y político de Libia ("NATO Keeps War Footing in Libya Until Gaddafi Regime Smashed", Guardian/UK, 1º de septiembre de 2011).
Puede que los imperialistas hayan logrado derrocar a Gaddafi, pero eso no quiere decir que tengan todo bajo control ni que todo va a avanzar tranquilamente de acuerdo a sus planes, porque, entre otras cosas, también existen contradicciones entre los propios imperialistas. El tiempo y la marcha de los acontecimientos indicarán cómo va a desenvolverse la situación, y Revolución estará cubriendo estos sucesos.
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Revolución #245, 11 de septiembre de 2011
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Publicado el sábado 3 de septiembre de 2011
Se distribuyó esta declaración muy ampliamente en los días posteriores al 11 de septiembre de 2001. El análisis que sintetiza sigue siendo muy relevante.
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11 de septiembre de 2001. USA. Shock. Derrumbe aplastante de montañas de acero y concreto. Muerte. Destrucción de vidas en un momento. Búsqueda de seres queridos bajo montañas de escombros.
Del cielo se descuaja un horror.
Una señora de piel canela espera en la fila de la Cruz Roja con una foto de su esposo, buscando con los ojos, como si su angustiada mirada lo pudiera salvar. Un joven de ojos azules espera nerviosamente noticias de su amante. La esperanza cede paso al reconocimiento de que compañeros, amigos y colegas han desaparecido. Pulverizados por un conflicto que irrumpió brutalmente del cielo en la vida cotidiana.
En un instante Nueva York nos recuerda a Bagdad, Belgrado, Sudán, Cisjordania, Vietnam, Panamá, Indonesia, Hiroshima, Vieques.
La cabeza se nos llena de imágenes: madres corriendo por las calles de Bagdad con sus niños porque están lloviendo bombas Made in USA. Madres iraquíes viendo morir a sus hijos porque las bombas y las sanciones han envenenado a propósito el agua. Familias de Cisjordania cargando el ataúd de hijos despedazados por cohetes Made in USA. Obreros de la única fábrica de medicinas de Sudán escarbando los escombros que dejaron misiles cruceros Made in USA. Gente buscando protección de los bombardeos estadounidenses en Belgrado. Miles recorriendo el estadio de Santiago de Chile, donde yacen compañeros, hijos e hijas callados para siempre por un golpe militar fraguado en Washington. Ríos de Indonesia llenos de cadáveres de la oposición, masacrados por pelotones de fusilamiento con listas de la CIA.
Hiroshima, Vietnam, Bagdad. La guerra ha llegado a suelo estadounidense. El World Trade Center y el Pentágono fueron atacados como símbolos del poder económico y militar del imperialismo yanqui, pero murieron muchos inocentes.
¿Y quién es el responsable? ¿Quién puso en peligro a la población de Estados Unidos?
La estructura de poder de Estados Unidos señala con dedo acusador al Medio Oriente. Pero la respuesta está aquí. Estos imperialistas, que han perpetrado incontables crímenes y desastres contra los pueblos del mundo con su implacable explotación global y ataques militares, han creado una situación en que millones odian el gobierno de Estados Unidos por todo el mundo.
* * * * *
La población del país más poderoso del mundo sufre las inevitables repercusiones de la conducta de la estructura de poder y la sanguinaria maquinaria militar. Ahora, además de los horrores que han perpetuado contra los pueblos del mundo (horrores que multiplican por mil las lágrimas derramadas en Nueva York y Washington), han provocado la misma clase de devastación en las entrañas de su propia bestia.
Y ahora nos piden que apoyemos su revancha. Hablan de guerra y justicia. No.
No tienen el derecho de seguir buscando pelea. Son la fuente de tanto dolor y sufrimiento en el mundo. Hay que refutar contundentemente los planes de guerra y ataques militares que ya se perfilan contra países y objetivos todavía sin definir.
A través del shock vemos la verdad: los explotadores globales y los multiasesinos no tienen derecho de vengarse; solo causarán más destrucción e injusticia. Unir fuerzas con ellos, pedirles protección, los espoleará a cometer más crímenes contra el pueblo de nuestro planeta.
Nos muestran fotos de jóvenes árabes que vitorean en las calles de los territorios ocupados, y nos piden que nos indignemos y clamemos venganza. Más bien tenemos que preguntarnos por qué la gente del Medio Oriente y de otras partes del mundo celebró los sucesos del 11 de septiembre: no por la pérdida de vidas inocentes, sino porque se vio la vulnerabilidad de una potencia arrogante que ha asesinado con impunidad y se ha jactado de invencibilidad.
* * * * *
La clase dominante saca provecho de nuestro dolor y nos pide que recemos unidos. Pero mientras recordamos a los muertos, ¿qué hace la estructura de poder? Prepara más guerra y represión. Despoja a los pueblos del mundo.
Hablan de proteger a la ciudadanía, pero hacen listas de nombres y redadas e implantan montones de nuevas medidas represivas.
Hablan de acabar el terror, por medio de la guerra, y alistan las fuerzas armadas para desencadenar grandes horrores.
Nos llaman a cerrar filas con la clase dominante y a ondear la bandera. No.
En la tensión del presente, recordamos las lecciones de la historia. Mientras gimotean que es como otro ataque a Pearl Harbor, recordamos que el gobierno manipuló los temores de la población para que apoyara la detención de miles de hijos y nietos de japoneses en campos de concentración. Recordamos que a los que se opusieron los pintaron de amigos del enemigo.
Recordar estos crímenes templa nuestra decisión de impedir que se repitan. No podemos dejar que nos intimide la presión oficial y extraoficial a apoyar las medidas bélicas y besar la bandera. La lógica de ese veneno ya resalta en la ola actual de amenazas y ataques a los árabes.
En medio del duelo por la pérdida de seres queridos, de las manifestaciones de solidaridad, todos los que queremos justicia de veras debemos extender la mano a los pueblos del mundo para oponernos unidos a los crímenes de este sistema, para reforzar nuestra resistencia contra todo acto de guerra y represión.
Debemos tener sumamente clara la naturaleza del gobierno que se desboca hacia una nueva guerra: esos monstruos explotadores, mentirosos y arrogantes no gobiernan para beneficio de los pueblos de este país ni del mundo. Mientras sigan en el poder, se seguirán descuajando del cielo los horrores que genera su sistema.
14 de septiembre de 2001
Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos
publicado en revcom.us
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Revolución #245, 11 de septiembre de 2011
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Aniversario 40 de la rebelión de la prisión Attica
¡Somos hombres! No somos bestias y no queremos ser golpeados o arriados como tal. La población entera de esta prisión, y eso se refiere a todos y cada uno de los presentes de nosotros, ha propuesto que se cambie para siempre la despiadada brutalización e indiferencia para con la vida de los presos aquí y por todo Estados Unidos.
Lo que ha pasado acá no es sino el rumor antes de la furia de aquellos que están oprimidos. No haremos concesiones sobre las condiciones salvo aquellas que son aceptables para nosotros. Convocamos a los ciudadanos conscientes de Estados Unidos a ayudarnos a poner fin a esta situación que amenaza a la vida de nosotros, además de la vida de todos y cada uno de nosotros.
L.D. Barkley, vocero de 21 años de edad de los presos de Attica,
asesinado a manos de policías del estado de Nueva York,
13 de septiembre de 1971
El 9 de septiembre de 1971, unos 1200 presos del penal Attica, situado en una parte rural del estado de Nueva York, se apoderaron de la mitad de la cárcel y tomaron de rehenes a 38 guardias. Durante cuatro días los Hermanos de Attica controlaron el patio D y exhortaron a la gente de afuera a ver la brutal naturaleza del sistema y a apoyar su posición.
Los Hermanos de Attica trataron de negociar durante varios meses una larga lista de quejas y demandas.
La prisión Attica fue construida con cupo para 1.600 reclusos, pero en 1971 había 2.200: 54% negros, 9% puertorriqueños y 37% blancos. Los tenían encerrados en sus celdas de 14 a 16 horas diarias y les pagaban de 20 centavos a 1 dólar por un día de trabajo. Les permitían darse una ducha una vez a la semana, y les daban un jabón y un rollo de papel higiénico al mes. Les censuraban el correo, no les entregaban gran cantidad de los libros y revistas que les llegaban y, cuando les dejaban entrar visitas, las trataban mal. A los presos negros y latinos les vivían dando palizas e insultándolos con nombres racistas: los guardias decían que sus macanas eran "nigger sticks". No había programas serios de educación y la comida y el servicio médico eran horribles.
Por todo el país se estaba formando un movimiento de derechos de los presos. Muchos reclusos habían participado en el movimiento de liberación negra y en la lucha contra la guerra de Vietnam en los años anteriores.
El 21 de agosto de 1971, George Jackson, un revolucionario negro preso, murió asesinado a sangre fría en una cárcel estatal de California. Cuando corrió la voz de celda en celda, se planeó una protesta unida para expresar furia y duelo. A la mañana siguiente, cuando se formaron para el desayuno, se organizaron en dos columnas, con un preso negro a la cabeza de cada una. Todos tenían puesto un brazalete negro. Se sentaron en perfecto silencio en el comedor y no probaron bocado, irradiando hostilidad hacia el sistema que asesinó a su compañero y los tenía presos en condiciones brutales e inhumanas.
Un hermano de Attica entrevistado por el Obrero Revolucionario (ahora Revolución) en 1980 describió cómo estalló la rebelión la mañana del 9 de septiembre:
"Cuando volvíamos del comedor, la tensión era enorme. Estábamos a punto de explotar. Así que cuando un guardia sacó a un compañero de la fila, comenzamos a protestarle. Ahí estalló todo. ¿Estábamos hartos! Comenzamos a agarrar a los guardias, los pusimos contra la pared, agarramos las macanas. Corrió como un reguero de pólvora.
"Los que tenían experiencia de organización y dirección comenzaron a organizarnos. Pusieron puestos de mando, nos reunieron, mandaron a tomarse los talleres, a sacar a los presos del calabozo. Hicimos boquetes en las paredes para comunicarnos con otros pabellones. A los rehenes los pusimos en celdas, con nuestros guardias. Organizamos una despensa. Todos llevaron la comida que tenían y ahí se organizó una especie de comisariato. Todos teníamos una tarea que hacer.
"En Attica, la situación llegó a un punto que dijimos 'al diablo todo esto'. Tenemos que armar un despelote y hacer pedazos esto, no importan las consecuencias. De todos modos, aquí ya estamos como muertos".
Los Hermanos de Attica formaron un comité de dirección y negociación de negros, latinos y blancos. La unidad de los presos de todas las nacionalidades era inquebrantable. Estaban altamente organizados y disciplinados. Y a pesar de los tormentos que habían sufrido a manos de los sádicos guardias, trataron bien a sus rehenes: les dieron celdas limpias, les dieron comida y pusieron una guardia para protegerlos.
Presentaron demandas que "acercarán el fin de estas instituciones carcelarias que no le hacen ningún bien al pueblo de Estados Unidos, sino a los que lo explotan y esclavizan". Entre las demandas figuraban: amnistía total; transporte rápido y seguro a un "país que no sea imperialista" y negociaciones por medio de un equipo de observadores formado por individuos elegidos por los presos. El comunicado terminaba así: "Invitamos a todo el mundo a venir a ver esta degradación, para que piensen mejor cómo acabar con esta degradación".
Los líderes de la rebelión y otros presos tomaron la palabra y dieron apasionados discursos en el patio D, donde estaban reunidos todos. Herbert X. Blyden, uno de los Hermanos de Attica, les dijo: "Estamos aquí en nombre de los oprimidos de todo el mundo y no vamos a rajarnos ni a doblegarnos. ¿Vamos a mostrar lo que se debe hacer, porque sabemos lo que se debe hacer!". Otros presos pronunciaron declaraciones de solidaridad con las luchas contra el imperialismo, especialmente con el pueblo vietnamita.
El mensaje de Attica inspiró y le llegó a la gente de todo el mundo que luchaba contra el sistema y dio un pequeño vistazo de cómo sería la situación al arrebatarle el poder al opresor y ponerlo en manos del pueblo.
Arthur Eve, miembro de la asamblea de Nueva York y uno de los observadores, recuerda: "Fue muy interesante. Han establecido un sistema bastante elaborado de comunicación. Tienen un sistema de seguridad. Tienen personas que se encargan de los desperdicios y de la basura, de la comida y de otras cosas. Otros se encargan de cuidar a los enfermos. Es casi una comunidad organizada dentro de otra comunidad. Y fue muy interesante lo que nos dijeron: 'Aquí vivimos ahora y vamos a hacerlo tan aceptable como sea posible'. Tienen una gran disciplina".
Las autoridades suspendieron las negociaciones muy rápido y se prepararon para aplastar la rebelión. No podían permitir ese símbolo de resistencia, ese franco desafío a su poder. Temían el efecto que tendría sobre millones que no estaban presos. Así que respondieron con la fuerza armada bruta y terrorista del estado.
El 13 de septiembre, a órdenes del gobernador Nelson Rockefeller, quien había ignorando la demanda de los presos de reunirse, 211 policías estatales y guardias atacaron con gas lacrimógeno, rifles y escopetas. Cuando acabó la balacera, quedaron muertos 10 rehenes y 29 presos. Descargaron 450 rondas de munición a lo mínimo. Las autoridades dijeron que los presos mataron a los rehenes, pero los exámenes de patología mostraron que todos los rehenes y todos los reclusos murieron de heridas de bala. Pero los rebeldes no tenían armas de fuego.
En una entrevista del Obrero Revolucionario, uno de los Hermanos de Attica recordó el terror de esa mañana:
"Entraron disparando contra todo lo que se movía. Le dispararon a todo el mundo. Fueron de celda en celda con ametralladoras, disparando debajo de las camas, en todas partes. No les importaba si había alguien ahí, apretaban el gatillo sin parar. Su objetivo era matar, no hacer preguntas, sino matar. Tenían miedo, se les veía en la cara cuando corrían por el patio.
"Después, nos desnudaron a todos y nos hicieron salir a rastras al patio. Se pusieron en filas, cara a cara, y nos hacían correr en grupos de 30 a 40 entre ellos, dándonos duro. Cuando el primer compañero acabó la carrera, me dijo que corriera zigzagueando, para no recibir los golpes de frente... nos sentíamos como perros. Fue lo más humillante. No se puede ser así de salvaje. Yo no quisiera ser tan bestia como esa gente.
"Después de la rebelión muchos quedaron muertos o heridos. Pero nadie se arrepintió. Es más, si se nos hubiera presentado otra oportunidad, lo hubiéramos vuelto a hacer. Porque era mejor a que nos trataran como animales".
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Revolución #245, 11 de septiembre de 2011
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Se preparan importantes actividades en la Ciudad de Nueva York con motivo de este aniversario.
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Mitin inicial, 3 pm, Parque St. Nicholas, Calle 135 y Ave. St. Nicholas
Detalles: stopmassincarceration@ymail.com
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Día 1:
Todos Somos Attica
Viernes 9 de septiembre de 2011,
7 a 10 pm
490 Riverside Drive
Día 2:
Un mensaje de la base: Attica es ahora
Sábado 10 de septiembre de 2011, 2 a 5 pm
Sala de asambleas, Iglesia Riverside
Avenida Claremont (calles 120 y 121)
Presentado por Todos Somos Attica y el Ministerio de la Iglesia Riverside para Presos en colaboración con la Campaña para Poner Fin al Nuevo Jim Crow, El Proyecto Cultura, The Nation, Alianza sobre la Política de Drogas y El Foro Brecht.
Detalles: http://atticaisallofus.org/ o contacto: atticaisallofus@gmail.com
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Revolución #245, 11 de septiembre de 2011
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"Si solamente lo supiera el zar". Eso era el mito que los campesinos rusos se repetían entre sí cuando algún funcionario de su aldea reclutara a sus hijos en el ejército o diera órdenes a la policía para recuperar la posesión de los terrenos debido a las deudas de los campesinos. El zar bien sabía lo que hacían sus funcionarios, pero presidía un sistema que no podía funcionar sin la explotación y opresión de los campesinos. Pero los campesinos no podían imaginar ninguna otra fuente de liberación salvo la clemencia del zar. La posibilidad de desafiar al sistema entero estaba fuera del alcance de la manera de pensar de la mayoría de los campesinos, y la posibilidad de enfrentarse a todo provocaba tanto temor que ni la contemplaban aun cuando pudieran concebir tal cosa.
"Si solamente lo supiera el Rey Ricardo". Eso era un tema subyacente de las historias de Robin Hood de Inglaterra, de que a causa de que el Rey Ricardo estaba lejos en las cruzadas, el alguacil malvado del condado de Nottingham regía en su lugar, expulsando a los campesinos de sus terrenos. Así que Robin Hood tenía que robar a los ricos y dar a los pobres hasta que volviera el rey legítimo. De hecho, las leyes de cercado de terrenos en Inglaterra —a través de las cuales los nacientes capitalistas se apoderaban de los terrenos que por tradición se habían reservado para las necesidades personales de los campesinos, y los convertían en pastizales de ovejas que eran propiedades privadas y durante los cuales se originaba la leyenda de Robin Hood— se aprobaron por la voluntad de la clase dominante inglesa encabezada por el rey y se hicieron respetar por los alguaciles. Los campesinos de aquellos tiempos tampoco podían imaginar ninguna otra fuente de liberación salvo la clemencia y bondad del rey. También inventaron el mito de que sus sufrimientos ocurrían sin el conocimiento del rey o hasta en contra de su voluntad. Pero los reyes de esa época presidían un sistema en donde se desarrollaban nuevas formas de explotación, las cuales requerían la intensificación de la miseria de los campesinos, y las decisiones que tomaban los reyes se basaban en lo que creían que requería aquel sistema para sobrevivir y prosperar.
"Si solamente el VERDADERO Obama se pusiera en pie y se mantuviera firme". Hoy en día existen millones de personas, en el sentido literal, quienes votaron por Obama, que están desconsoladas por lo que éste ha hecho y no lo ha hecho. La intensificación y extensión de las guerras mortíferas e ilegítimas emprendidas por Bush... la violación continua y aún peor de los derechos más fundamentales de la gente... negarse a denunciar la opresión mucho más intensificada del pueblo negro y de otras gentes oprimidas en Estados Unidos y hacer caso omiso de manera intencional incluso de la palabra "pobreza", ni hablar de la realidad... la continuación de políticas que causan desastre para el medio ambiente... el frecuente descubrimiento de "puntos en común" con los francos fascistas, racistas y fanáticos anti-mujer y anti-gay... y ahora las medidas brutales de austeridad tomadas para lidiar con la deuda: todo eso ha enojado a la gente.
Pero no obstante, con la crítica y la justa furia inclusive, oímos: ¿Cuándo hará el VERDADERO Obama lo que sabe que es correcto, en lo que cree para sus adentros? ¿Cuándo se pondrá de pie y LUCHARÁ?
El verdadero Obama efectivamente está luchando, pero lucha contra usted y contra los intereses fundamentales de la humanidad. ESTÁ haciendo lo que considera que es correcto, correcto para el sistema sobre el cual preside: el sistema de capitalismo-imperialismo. Y está haciendo lo que cree, lo que es la continua expansión y defensa del sistema ese.
El funcionamiento diario del sistema requiere no solo la explotación de millones de personas en este país, sino requiere aún más la extensión y profundización de su dominación sobre el mundo entero. Hoy en día este sistema enfrenta la crisis económica más seria desde hace generaciones. Los arreglos políticos que habían estado en vigor por muchas décadas están enredados en problemas severos. La persona escogida para encabezarlo, Obama, está encabezando eso. Y ahora mismo el consenso de la clase dominante de este sistema, los capitalistas imperialistas, es que las medidas tomadas por Obama son las mismas que se necesitan en estos tiempos extremos para mantener el sistema suyo en funcionamiento. Sí, existe una aguda lucha entre sectores distintos de los gobernantes, pero eso es lo más importante: se trata de una lucha entre sectores de los gobernantes sobre la mejor forma de someter más a la gente.
Efectivamente existen alternativas. Efectivamente existe un sendero hacia adelante. No es un camino indoloro y se requiere de sacrificios. Es el sendero de la férrea lucha, de la revolución.
Pero lo primero que hay que hacer es reconocer la realidad tal como es. El zar sabe lo que está haciendo y el respectivo costo humano. El zar lo sabe mejor que cualquier otro.
Los liberales tienen un complejo de Edipo: No se trata de que quieran acostarse con sus madres — se trata de que deliberadamente se ciegan a sí mismos. Bob Avakian |
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Revolución #245, 11 de septiembre de 2011
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Correspondencia:
Recibimos esta carta de un grupo de comunistas revolucionarios jóvenes cuando estaban organizando una "revuelta radical" contra una cultura que revuelve el estómago, la que se celebró el martes 30 de agosto en Nueva York.
Me entusiasmó mucho leer "Un plan para agitar y despertar los planteles universitarios" en Revolución #242. Insto a todos los que no han leído este artículo a que lo hagan y a los que sí lo han leído, a que lo lean de nuevo, y que ambos grupos lo estudien. No puedo describir en esta carta todo lo que me impactó en ese artículo, pero he aquí unas pocas cosas clave que me llaman la atención: habla con mucha sencillez radical de la pesadilla que la humanidad confronta y del sendero liberador forjado por Bob Avakian para salir de esa pesadilla. Capta poderosamente "la ironía angustiosa del tiempo en que vivimos": a saber, que por lo general la revolución comunista no circula en la mente de la gente en una coyuntura histórica en la cual la necesidad y la posibilidad de esta revolución jamás ha sido más grande y que existe el liderazgo para esta revolución. De forma muy entrelazada con eso, el artículo recalca la urgencia y lo que está en juego en la presentación de Avakian, su obra y su dirección a millones de personas ahora como elemento decisivo en la construcción de un movimiento para la revolución, y el papel particular que puede desempeñar el nuevo libro Lo BAsico —una concentración poderosa de la obra completa de Avakian— para poner a la orden del día esta revolución y su liderazgo y para gestar y capacitar a una nueva generación de revolucionarios. Y por supuesto, partiendo de todo eso, el artículo describe unos planes muy cruciales y apasionantes para difundir Lo BAsico por la sociedad de manera audaz, especialmente a los jóvenes, empezando con el número especial de Revolución sobre Lo BAsico del 23 de agosto, del cual se imprimirán 100.000 ejemplares.
Uno de los pasajes del artículo que concentran todo esto: "Tenemos respuestas reales para lo que enfrentan las personas, es decir, las únicas respuestas reales, y tenemos la dirección para plasmar esas respuestas en la realidad, si las personas hicieran suyas esas respuestas y siguieran esa dirección".
Teniendo en cuenta todo eso, quiero escribir sobre algo nuevo y emocionante que está por comenzar, algo muy relacionado a los puntos y planes descritos en el artículo y que es muy importante en sí como parte de construir un movimiento para la revolución: Una "revuelta radical contra una cultura que revuelve el estómago" — inspirada por Lo BAsico.
Esta nueva revuelta radical toma inspiración y representa una expresión importante de lo que pide Avakian en Lo BAsico 3:24:
"Se tiene que alentar una rebelión auténticamente radical y liberadora —a diferencia de un reaccionario 're-etiquetamiento' y celebración del parasitismo— entre la juventud en las condiciones actuales, una rebelión en la que se plantea poderosamente la necesidad de una nueva sociedad y un nuevo mundo, la cual tomará medidas para eliminar la contradicción y antagonismo entre lo urbano y lo suburbano en el contexto de la transformación de la sociedad y el mundo en general y la abolición de las profundas desigualdades y divisiones — oponiéndose, superando y yendo más allá del parasitismo que es una parte tan integral e indispensable del funcionamiento y la dinámica del imperialismo y que ha alcanzado alturas sin precedentes en 'el imperio tardío de Estados Unidos'. En resumen, necesitamos, en las circunstancias de hoy, una contra-cultura que contribuya y sea cada vez más parte de construir un movimiento para la revolución — en oposición a una cultura contra-revolucionaria. Necesitamos una cultura de oposición radical a la esencia de todo lo que está mal en esta sociedad y sistema y las muchas manifestaciones de eso; necesitamos una búsqueda activa de un mundo radicalmente mejor, en el que la revolución y el comunismo crecen constantemente como poderoso polo de atracción". (Lo BAsico 3:24)
Me enorgullece asumir el reto de Avakian y la responsabilidad de participar en lanzar, desarrollar y difundir esta nueva revuelta radical como parte de gestar una nueva "contra-cultura que contribuya y sea cada vez más parte de construir un movimiento para la revolución — en oposición a una cultura contra-revolucionaria". En parte, escribo con la esperanza de inspirar a muchas otras personas —incluyendo a la gente que hace poco conoce este movimiento para la revolución o que pro primera vez consigue un ejemplar del periódico Revolución o lo lee en línea; a los que por un tiempo han estado siguiendo el movimiento para la revolución "desde afuera"; así como a los que ya están muy dedicados al movimiento para la revolución— a que capten lo que es esta revuelta radical inspirada por Lo BAsico y por qué es tan crítico, y para que lo chequeen y participen en él en formas muy diversas.
Me enorgullece también responder al llamado de "Agitar y despertar los planteles universitarios", presentando a Bob Avakian y Lo BAsico a nuevas generaciones de estudiantes, comenzando con los esfuerzos de saturar por varias semanas las universidades con el número especial de Revolución con el fin de llegar a decenas de miles de estudiantes.
Y creo que existen conexiones concretas e importantes entre estas dos iniciativas.
Como dice la contraportada del libro: "No se puede cambiar el mundo sin conocer lo BAsico". "Conocer" a Bob Avakian y aprender lo BAsico puede transformar dramáticamente la forma en que generaciones de estudiantes entienden el mundo en que viven, qué tipo de mundo es necesario, posible y deseable, qué se requerirá para alcanzar ese mundo y su propia responsabilidad y moralidad ante eso. Dejará que estos estudiantes conozcan que sí estamos construyendo un movimiento para la revolución, sí tenemos la dirección que necesitamos para esta revolución y ellos tienen que conectarse con esa revolución y seguir esa dirección. Puede inspirar a muchos de esos estudiantes para hacer exactamente eso de diversas maneras y a diversos niveles, a partir de ahora. Esta nueva revuelta radical inspirada por Lo BAsico, a su vez, es un vehículo importante mediante el cual muchas personas nuevas —entre ellas amplios sectores nuevos de jóvenes y estudiantes— "conocerán" a Bob Avakian y aprenderán lo BAsico.
Para tener una sensación de esto, piense en la noche histórica del 11 de abril en Harlem —"Con motivo de la publicación de Lo BAsico: Una celebración de revolución y la visión de un mundo nuevo". El informe de Revolución #231, "Y ahora... una vislumbre de la primavera: Apuntes de una reportera sobre el 11 de abril en Harlem", dice: "Cientos de personas de diversas edades, orígenes y perspectivas políticas se juntaron en un lugar para una noche de jazz, funk, soul, rock, teatro, danza, poesía, arte visual, comentarios y video. Todo esto anhelaba, daba voz e infundía la posibilidad de un mundo radicalmente distinto al descabellado planeta en el que ahora vivimos. Todo esto desencadenado y unido con motivo de la publicación de Lo BAsico, un nuevo libro integral si bien conciso de citas y ensayos cortos de Bob Avakian, el presidente del Partido Comunista Revolucionario, cuya vida y obra en gran medida les dieron inspiración a muchas representaciones y de las cuales fluían". Como resultado, la gente experimentó a Avakian y lo que él ha creado de una forma nueva, amplia y multifacética. Aunque el motivo de esta nueva revuelta radical no será repetir el 11 de abril, sí tenemos el objetivo de lograr la misma dinámica básica.
En una escala más amplia, esta revuelta radical puede inspirar, desencadenar y darle voz al cuestionamiento y desafío generalizados contra el mundo tal como es y a una visión y celebración del mundo tal como podría ser. Puede jugar un gran papel de demostrar que no existe ninguna "necesidad permanente" de que la situación sea así. Todo esto, a su vez, es crítico para construir un movimiento para la revolución, acumular fuerzas para esa revolución y atraer e incorporar a los miles de personas que le llegarán e influenciarán a millones de personas hoy y luego dirigirán a esos millones de personas para hacer una revolución en una futura situación revolucionaria.
Que quede claro, esto no quiere decir que toda persona que sea parte de esta revuelta radical será un revolucionario o la abordará desde el punto de vista de construir un movimiento para la revolución; de hecho, para que esta nueva forma sea lo que necesita ser y tenga el impacto que necesita tener, se requerirá mucho más elasticidad que eso, con la participación de personas de una amplia gama de perspectivas por una amplia gama de motivos y que contribuyan de muchas y diversas maneras. Pero tengo dos puntos más: Uno, es importante tener en cuenta que las personas no se convierten en comunistas revolucionarios según una fórmula, de la noche a la mañana ni por un sendero recto; el arte y la cultura pueden desempeñar un papel muy importante, como parte de una mezcla de cosas, de moldear la manera de la gente de ver el mundo de una manera que se desarrolla continua y constantemente. Al leer From Ike to Mao and Beyond: My Journey from Mainstream America to Revolutionary Communist, A Memoir by Bob Avakian, se verá que la efervescencia artística, cultural e intelectual —si bien era uno de los muchos factores en el desarrollo de Avakian— jugó un rol importante en su desarrollo primero como un radical y luego como un comunista revolucionario, y luego como el líder comunista revolucionario más avanzado sobre el planeta. Y un aprecio profundo y continuo de la necesidad y papel del arte y cultura, "asombrarse y maravillarse" y "el espíritu poético" es un elemento importante en la nueva concepción y los avances de parte de Avakian acerca de la revolución y el comunismo y es una gran parte de lo que lo hace el líder valioso y poco común que es. Segundo, aunque sea evidente que todos los individuos que participan en esta revuelta radical no serán —ni se volverán— revolucionarios, no obstante, esta nueva cultura en su conjunto puede ser una parte importante de construir un movimiento para la revolución.
Respecto a ese punto, piense en esta cita de Avakian de "Hacer la revolución y emancipar a la humanidad":
"Pero fundamentalmente (y, se podría decir, debajo de todo esto) la libertad sí radica en el reconocimiento y la transformación de la necesidad. Lo importante es que ese reconocimiento y la capacidad de llevar a cabo esa transformación se dé a través de diferentes 'canales', y no está ligada de una manera positivista o reduccionista o lineal a la manera en que se presentan, en un momento dado, las principales contradicciones sociales. Si así fuera —o si así lo abordáramos— liquidaríamos el papel del arte y de buena parte de la superestructura en general. ¿Por qué libramos batallas en la esfera de la moral? Porque en la superestructura hay iniciativa y autonomía relativas. Y cuanto más se le dé expresión correcta a eso, tanto mejor será la situación, en cuanto a la clase de sociedad que tengamos en un momento dado así como en términos de nuestra capacidad de reconocer la necesidad y llevar a cabo la lucha por transformar la necesidad" (p. 11 del folleto Revolución y comunismo: Fundamento y orientación estratégicos, 1° de mayo 2008).
Piense en John Carlos y Tommy Smith cuando alzaron el puño del poder negro en las Olimpiadas de 1968. Piense en "Strange Fruit" de Billie Holiday. "Aullido" de Allen Ginsberg. "The Times They Are A-Changin" de Bob Dylan. "I Wish I Knew How It Feel To Be Free" de Nina Simone. "Imagina" de John Lennon. "The Revolution Will Not Be Televised" de Gil Scott-Heron. "Fight The Power" de Public Enemy. "American Idiot" de Green Day. Estos son unos pocos ejemplos del impacto duradero y poderoso que la cultura y el arte radical pueden tener para cambiar la manera en que las personas ven el mundo a su alrededor. En un sentido más amplio, piense en el rol de cosas como Woodstock ―y todo el levantamiento social de la década de los 60 y de la contra-cultura de la que fue parte― en términos de ayudar a desenmascarar la ilegitimidad y la inmoralidad de este sistema y plantear una mejor y diferente autoridad moral, etos y un conjunto de valores y relaciones entre las personas.
Pero he aquí un punto clave: esta revuelta radical que se está lanzando no tiene que ver con la creación de "una cultura radical" en sí, de emular las expresiones culturales radicales del pasado o de plantear una visión utópica de cómo desearíamos que fuera el mundo, aunque esto sí requiere la participación de muchas personas que sí están visualizando las cosas y contribuyendo desde estos puntos de vista. Pero al centro de esta revuelta radical está Lo BAsico ―una concentración del análisis y visión liberadores y científicos de Bob Avakian de un futuro que se podría forjar de hecho― un mundo comunista libre de toda explotación y opresión y de todo lo que se requiere para alcanzarlo.
Como dice Avakian en la segunda parte de "Los pájaros no pueden dar a luz a cocodrilos, pero la humanidad puede volar más allá del horizonte" (ver este pasaje en Revolución #233):
"Por eso, para repetir, existe la gran necesidad de una 'revolución cultural': lo que he trazado como una rebelión de masas —con la juventud como una fuerza motriz— que se atreva a desafiar y repudiar las relaciones, valores y moral opresivos, denigrantes y sofocantes de este sistema y a aquellos que refuerzan y defienden todo eso; y que en oposición a todo aquello, de muchas maneras diferentes y al máximo posible, encarne vivamente los nuevos valores, relaciones, moral y cultura liberadores, así como una fuerza creciente de resistencia contra los ultrajes y las injusticias constantes de este sistema. Aquellos que entienden consciente y científicamente la necesidad de una revolución para acabar con este sistema y forjar un nuevo sistema radicalmente diferente y mejor, con el objetivo final de un mundo completamente nuevo, un mundo comunista, deben fomentar esa 'revolución cultural' y darle más vida y aliento, con toda la creatividad y la imaginación, el cuestionamiento, la efervescencia y la agitación que esto encerraría y debe encerrar, como parte de construir un movimiento para la revolución que necesitamos —de luchar contra el poder, y transformar el pueblo, para la revolución— que no se conforma con menos que deshacerse de este sistema y concretamente forjar ese mundo nuevo".
En todas partes, la necesidad y la base de esto ―y de ganar a las personas a ser parte de esto― es visible. Si por algún período de tiempo usted baja la calle, prende la tele, navega en la Internet, escucha la radio, pasa un tiempo hablando con alguien o escuchando las conversaciones en un café o en la parada del bus, encontrará una cultura y sociedad de brutalidad, crueldad, consumismo, cosificación, competencia, denigración y opresión. Y además encontrará que existen muchas personas ―especialmente jóvenes― que odian todo esto, se sienten sofocados por esto, y no dejarían pasar la oportunidad de ser parte de algo que va en contra de estas tonterías y que eleva las aspiraciones de las personas hacia algo más excelso y más liberador.
La cobertura reciente en Revolución también lo ha sacado a la luz de modo agudo. Por ejemplo, me impactó mucho el artículo "Conversación con unos alumnos negros de prepa al finalizar el año escolar... con profundo interés en el mundo...y una aguda conciencia de que este sistema no les ofrece ningún futuro" (ver Revolución #241 y #242). La observación de que "Estos jóvenes básicamente odian la mayor parte de su vida" fue increíblemente condenatoria del sistema, la cultura y la sociedad y lo que les hacen a los jóvenes. Entre otras cosas que me impactaron estaba la frustración palpable de esos jóvenes por lo que les enseñan (y lo que no les enseñan) en las escuelas y por la omnipresente cultura de superficialidad y consumismo; la constante brutalidad, denigración y la hostigamiento que enfrentan a manos de los cerdos; la sensación de sofocación que experimentan ―y de la cual en cierto grado están conscientes― como resultado de los roles y relaciones género dominantes en la sociedad; y su desafío y sed de bregar con las grandes ideas y una visión de la manera en que el mundo podría ser completamente diferente. De hecho, el título del artículo en sí da un sentido poderoso de la necesidad así como del potencial para esta nueva revuelta radical. Y por tanto tenemos que considerar que en muchas maneras, las condiciones y sentimientos de estos jóvenes son una expresión de decenas de millones de jóvenes en esta sociedad.
Retomando el artículo "Un plan para agitar y despertar los planteles universitarios", es muy fuerte el análisis del artículo del clima sombrío, represivo y sofocante que caracteriza en gran parte las universidades. La cita del artículo de Darren Fleet en Adbusters de que en estas universidades el fenómeno y el etos del parasitismo y el suburbanismo han asumido una expresión pronunciada, en que las asquerosas relaciones cosificadas de perro come perro de este sistema se penetran en todos los aspectos de la vida universitaria. El artículo de Revolución hacer una observación plantea que es muy importante, en particular en su relación a esta nueva revuelta radical:
"Esta descripción es muy acertada. Pero debajo de la superficie y en respuesta a todo eso, existen anhelos e indicios de algo radicalmente diferente que no puede alcanzar el aire para respirar sin lo que nosotros les estamos llevando. El poderoso elemento de Lo BAsico en el ambiente sacará estos sentimientos a la superficie y empezará a desafiar el etos y cultura dominantes con una certeza de que las cosas no deberían ser así y no tienen que ser así. Es muy crucial que se agiten estas universidades. Claman con urgencia por el movimiento para la revolución. En ellas, desde hace mucho tiempo ya es hora, que lo sepan ahora o no los estudiantes, para... Lo BAsico".
El 4 de agosto en Libros Revolución de Nueva York, se dio una vislumbre importante, aunque inicial, de cómo podría ser y lo que podría desencadenar "una revuelta radical contra una cultura que revuelve el estomago" inspirada por Lo BAsico: una noche que presenció arte, cultura y representaciones centradas en el tema de Lo BAsico 3:16 ("Un llamado a quienes el sistema ha desechado") y la carta de un preso, "Las condiciones en Pelican Bay pueden escandalizar al público" (en inglés). La reciente huelga de hambre de los presos de Pelican Bay y de otras prisiones a través de California por un fin a las condiciones de tortura tuvo mucha presencia en la velada. Algunas representaciones en diferentes maneras le dieron voz al tema, por ejemplo: lecturas de Lo BAsico 3:16 en inglés y español así como la carta de un preso "condiciones pueden escandalizar al público"; un poema que escribió una mujer sobre una persona que conoce que está sentenciada a la pena de muerte; un poema corto que escribió un revolucionario sobre una pancarta que se envió a los presos en huelga de hambre que habla del terror policial, el encarcelamiento en masa y la criminalización de una generación y la necesidad de una revolución para deshacerse de todo esto, tal como ha visualizado Bob Avakian; la lectura de una cita del ex Pantera Negra George Jackson sobre la represión despiadada de los revolucionarios de parte de las autoridades de la prisión, seguida de una cita del Libro Rojo de Mao sobre el papel del arte en hacer la revolución; un poema en español sobre las condiciones que viven los presos y también su capacidad de transformarse en emancipadores de la humanidad; una representación que denuncia la historia despiadada de opresión racial de Estados Unidos, de la segregación Jim Crow al presente; la lectura de Lo BAsico 5:11 ("Hay un punto donde la epistemología y la moral se encuentran...") seguida de varias declaraciones de apoyo a los presos en huelga de hambre escritas por prominentes personas en diferentes esferas; la lectura de "Carta al barrio", un poema escrito por un preso de Pelican Bay que llama a las masas oprimidas a romper con las tonterías en las que este sistema las atrapa y a entrarle a la revolución y habla del rol de Lo BAsico de capacitarlas para hacer esa ruptura (ver Revolución #240); y un video que se presentó en el reciente festival L.A. Rising con el audio de la cita de Avakian "No más generaciones de nuestra juventud" de la charla Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es, acompañado de una hermosa presentación de transparencias con fotos de jóvenes.
De nuevo, esta fue una emocionante experiencia pero inicial. Esta revuelta radical está dando sus primeros pasos. Se necesita que cobre mucho más amplitud y magnitud. Y se necesita que muchas personas participen para que esto suceda.
Se anunciará próximamente la siguiente actividad de esta forma.
Inspirado por Lo BAsico: de los discursos y escritos de Bob Avakian
Un atardecer de palabra hablada, música, arte
Una "REVUELTA RADICAL" contra una cultura que revuelve el estómago
Si usted está por en la ciudad de Nueva York, usted debe venir a estas actividades como parte de contribuir a que esta revuelta radical alcance otro nivel. Y debe invitar a tantos como puedan a venir. En un sentido más amplio, esté o no en Nueva York, tiene un rol importante que jugar en esto. Una manera clave que usted puede contribuir a tomar responsabilidad por el desarrollo y esparcir esto como parte de construir un movimiento para la revolución es escribiendo al periódico Revolución, aunque lo que escriba sea breve: Comparta sus ideas o dudas acerca de esta nueva revuelta radical. Comparta sus ideas ― para futuros programas y de manera continua para esta revuelta radical que estamos forjando.
A manera de concluir con otra cita de la segunda parte de "Los pájaros no pueden dar a luz a cocodrilos, pero la humanidad puede volar más allá del horizonte", específicamente la sección "Una revuelta radical contra una cultura que revuelve el estomago" (ver este pasaje en Revolución #233):
"La importancia de todo eso no es menor ni secundaria sino estratégica; tiene implicaciones estratégicas para la repolarización — para la revolución".
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Revolución #245, 11 de septiembre de 2011
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Publicado el domingo 28 de agosto de 2011
"A lo largo de todo el camino, en 'tiempos normales' y, sobre todo, en tiempos de rupturas fuertes con la 'rutina normal', es necesario estar trabajando sistemáticamente para acumular fuerzas —preparar mentes y organizar a un número creciente de personas— para la revolución, de entre todos aquellos que se pueda unir a la causa revolucionaria. Entre los millones y millones de personas que viven las más duras formas de este infierno todos los días bajo este sistema. Y además entre los muchos otros que tal vez no sientan a diario el filo más duro de la opresión de este sistema pero los que el funcionamiento de este sistema, las relaciones que éste promueve y refuerza entre las personas y la brutalidad que esto encarna, someten al envilecimiento y menosprecio y les provocan enajenación y a menudo indignación".
— De: "Sobre la estrategia para la revolución",
una declaración del Partido Comunista Revolucionario
Las semanas que vienen presenciarán alguno muy nuevo: decenas y tal vez cientos de personas saldrán a los planteles universitarios para distribuir un poderoso número especial de Revolución y dar a conocer a decenas de miles de estudiantes y otros el libro Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian.
Se dará el siguiente mensaje: "¡No se puede cambiar el mundo sin conocer lo BAsico!" Los estudiantes conocerán lo que Bob Avakian ha estado desarrollando y lo que representa. Muchos se adentrarán más en el libro a distintos niveles, contemplando y discutiendo las citas del número especial y adquiriendo el libro y chequeándolo de inmediato y con el tiempo. Esta actividad tendrá mucha importancia en sí a fin de poner la revolución, esta revolución basada en la nueva síntesis de BA, a la orden del día. Los recientes editoriales han hablado del objetivo de esta iniciativa y de la importancia de darlo a conocer muy ampliamente y por tanto no lo repetiremos acá. Más bien, al iniciarse este gran esfuerzo, al hacerlo y al salir del mismo, queremos recalcar la importancia de "acumular fuerzas para la revolución".
Si bien muchas personas, como señalamos, al menos al comienzo querrán chequearlo principalmente mediante su lectura, por otro lado algunas personas quisieran hallar otras formas de entrarle al movimiento para la revolución. Además de este editorial, estamos poniendo en la red una carta en inglés de un camarada sobre la experiencia de ir a un concierto, a fin de popularizar Lo BAsico, con personas nuevas en el movimiento, una de ellas que le entró en el sentido literal ese mismo día. Además, hay otras experiencias positivas a conocer e ideas que explicaremos en adelante.
Pero para hacerlo bien, todavía tenemos trabas en nuestra propia forma de pensar, expectativas y hábitos, que tenemos que desarraigar. Todavía se habla de que hay personas con un interés en participar pero es difícil ver cómo hacerlo, donde entrarle... y lo que se espera. Atraer e integrar a nuevas personas que vayamos conociendo y abrirles espacios en el movimiento para la revolución es parte de la lucha en marcha para fortalecer más y profundizar el carácter y las bases revolucionarios del partido, una parte de romper más profundamente con el revisionismo (de ser revolucionario de palabra pero reformista en los hechos) que se identificó y contra el cual se luchó en la Revolución Cultural al interior del Partido Comunista Revolucionario (PCR). Siendo ello una parte integral de captar que existe una base material para conocer la revolución y el comunismo que estamos llevando a la gente, una base para atraer a la gente y que ésta lo chequee, lo haga suyo y de muchas formas distintas ayude a difundirlo y transformarlo en un punto de referencia, y una fuerza material con cada vez más presencia, en esta sociedad podrida hasta el tuétano.
Lo cierto es: Por BA y el trabajo que ha hecho durante varias décadas, de sintetizar la experiencias negativas y positivas de la revolución comunista hasta hoy y de aprender de una amplia gama de experiencias de la humanidad, existe una nueva síntesis del comunismo que se ha desarrollado, existen en realidad una visión y estrategia viables para una sociedad y mundo radicalmente nuevos y mucho mejores y existe la dirección crucial que se necesita para llevar la lucha hacia ese objetivo.
Las semanas que vienen representarán una oportunidad especial de llevarlo a muchísimas personas nuevas y contar con su participación, además de los contactos de vieja data, a fin de correr la voz entre otros.
Recordemos lo que está en juego: estos estudiantes están en una situación en que la falta de esperanzas, por bien oculta o suprimida que esté, es tan omnipresente que, según el rector de la universidad Cornell, "al año ocurren unas dos mil muertes relacionadas con al alcohol entre los estudiantes universitarios estadounidenses" ("A Pledge to End Fraternity Hazing", David J. Skorton, New York Times, 23 de agosto de 2011)*. Se desvía, asfixia o aplasta su deseo de abordar las grandes ideas, buscar un propósito y vocación en la vida y hallar sentido en estos tiempos nodales de su vida. La metáfora de "Los pájaros no pueden dar a luz cocodrilos, pero la humanidad puede volar más allá del horizonte" asume un sentido muy vívido en este contexto:
"Si una enfermedad epidémica estuviera arrasando con la gente y si estuviera ahí un doctor que le encontrara una cura, ¿deberíamos quedarnos avergonzados de contárselo a las masas, o deberíamos correr a tocarles la puerta y despertarlas diciendo: 'Oigan, ya no tienen que sufrir esta terrible enfermedad — ya existe una cura, existe y sirve, aunque no sea fácil'?" ("Las dos piedras angulares", Revolución #243, 21 de agosto de 2011).
Al tener en mente todo lo que representamos y todo lo que está concentrado con tanta hermosura en Lo BAsico, en contra de lo que la gente tiene que tragarse a fuerzas a diario en esta pútrida cultura, debería ser mucho más fácil imaginar con creatividad las formas de atraer e incorporar a la gente, a fin de "acumular fuerzas... PARA LA REVOLUCIÓN".
Así que ¿cuáles son algunas ideas para abrir las posibilidades para que se pueda concretar lo que se dice en la declaración sobre la estrategia: "existe un lugar y papel, una necesidad y mecanismo, para que miles de personas ahora y con el tiempo millones contribuyan a la construcción de este movimiento para la revolución, de muchas maneras diferentes, grandes y pequeñas — con ideas y con participación práctica, con apoyo y con preguntas y críticas"?
Primero, donar dinero. Tenemos que agitar el bote de recolecciones donde quiera que vayamos... e ir con las personas que vayamos conociendo y con las personas que ya conocemos y darles en serio una oportunidad de apoyar con dinero esta iniciativa emocionante. Tal apoyo es muy crucial para la revolución: es un apoyo activo y es un apoyo serio. Es una forma de sentir que uno es parte de apoyar esta iniciativa y una manera de SER parte de apoyar esta iniciativa de hacer que BA sea un punto de referencia en la sociedad, específicamente entre los jóvenes y los estudiantes.
Segundo, con mucha relación a recaudar fondos, tenemos que ir sistemáticamente a los profesores y mostrarles el libro y lo que representamos. Revolución ya ha recibido algunos informes acerca de profesores que están utilizando o tienen planes de utilizar Lo BAsico u otras obras de BA en sus cursos. Ello es muy bueno; resulta del proceso de darles el libro a las personas, sentarse con ellas y prestar atención a sus intereses y metas, aprender de ellas y trabajar con ellas para ver cómo Lo BAsico podría ser un elemento dinámico y único en sus clases. Quizá otros profesores, por su cuenta, quieran difundir el número especial de ocho páginas sobre Lo BAsico o invitar a un/a representante para hablar con los estudiantes: unas cuantas palabras, o quizá más, y difundirlo.
Tercero, que conozcan las personas, a las cuales el periódico les pique el interés, dónde pueden ir, ese mismo día, para conversar sobre lo que acababan de encontrar. Tal vez un café, una mesa en el comedor, un sitio en el plantel o un lugar cercano... lo que sea. Un lugar donde bregar con estas ideas. En muchas ocasiones anteriores las personas han aprovechado esta oportunidad. También podemos aprender de la experiencia sobre la cual se informó en la primavera en que se dio a unos estudiantes alrededor de una mesa del comedor de la escuela una cita para leer, la 1:10, lo que prendió mucha discusión muy profunda.
Cabe mencionar al hacer todo esto, que durante las giras de Raymond Lotta y Sunsara Taylor hace un par de años, los estudiantes de diferentes planteles escribieron artículos de opinión para el periódico de la universidad en que decían que no estaban completamente convencidos de las ideas ni de Lotta ni de Taylor pero que valoraban la oportunidad de interactuar con ellos y querían invitar a otras personas a hacer lo mismo. Es importante preguntarnos a nosotros mismos, y preguntarles a los estudiantes y a las personas con esos mismos sentimientos, ¿cuáles son las formas en que quieren hacerlo? Las personas quieren escuchar la contienda de ideas, ¿les interesarían los debates, discusiones y foros? ¿Desearían organizar un club en al plantel para patrocinarlo? ¿Y ayudar a hacerlo?
Cuarto, organizar grupos de discusión en torno a Lo BAsico en nuestras librerías o en otros sitios. Hasta ahora, las personas han asistido a estas discusiones, algunas han continuado y otras lo han dejado y luego han vuelto... pero todo eso es parte del proceso. A la vez, también tiene que haber una nueva ola de discusiones sobre "Los pájaros no pueden dar a luz cocodrilos, pero la humanidad puede volar más allá del horizonte", para que las nuevas personas puedan adentrarse más en el contenido de la ciencia y lo que BA ha estado haciendo.
Quinto, que la gente sepa de las actividades culturales, discusiones en las librerías sobre otros libros, etc., que sepan qué pasa y que tengan muchas formas de entrarle.
¿Quiere decir eso que no es importante integrar a las personas en otras actividades que el partido y otras fuerzas revolucionarias están realizando, actividades que ya están en marcha? ¡Para nada! De hecho, donde quiera que pongamos una mesa, debemos tener un volante, para darle a la gente interesada, el que presenta una miríada de formas en que puede conectarse y participar, de apuntarse para una suscripción electrónica al periódico a distribuir el periódico, trabajar en la producción del periódico o en su sitio web; de difundir Lo BAsico de diversas maneras a ofrecerse de voluntario en la librería donde usted vive, etc.
De nuevo, cabe recalcar: nuestra principal actividad en las dos semanas por venir tiene que ser saturar en realidad algunos planteles importantes y otros lugares, como algunas secundarias, con el número especial de ocho páginas. Al hacerlo, también tenemos que integrar a otras personas, además de hacerlo al conocerlas en el acto. Luego, tenemos que prestar atención especial a cosechar y consolidar, lo que discutiremos la semana entrante.
He aquí lo importante: salir después de estas semanas con un importante fortalecimiento de las tres metas de la campaña "La revolución que necesitamos... La dirección que tenemos", o sea, las metas específicas pero interrelacionadas de poner ESTA revolución a la orden del día en la mente de la gente; hacer que Bob Avakian sea un punto de referencia por toda la sociedad; y forjar núcleos de nuevos iniciadores de una nueva etapa del comunismo. Salir con capas y agrupaciones mucho más activas y vibrantes de personas que están relacionándose con el movimiento para la revolución de maneras diferentes de toda clase. Y estar preparados para mayores avances, para dar pasos hacia adelante desde un plano nuevo y superior.
Nota
*Vale la pena leer este artículo. Independientemente de las intenciones del autor, constituye una denuncia contundente de toda la sociedad. Ahí, el rector de la Universidad Cornell describe una cultura universitaria en que el abuso sexual, la intimidación y la "peligrosa humillación" son endémicas así como se dan en general "sin sentimientos de remordimiento" de parte de los perpetradores. Se redactó con motivo de la muerte de un estudiante de segundo año de 19 años de edad durante un rito de admisión a una asociación estudiantil (fraternidad) con "simulacros de secuestro, humillación ritualizada y borracheras a la fuerza". Si bien el artículo tiene un tono un tanto parco, las cifras y descripciones citadas por el autor sin duda sorprenderán a cualquiera con un sentido de lo horrorosas que sean estas conductas y sus consecuencias así como por el muy terrible e innecesario desperdicio que constituyen (según el punto de vista de lo que la humanidad es capaz de hacer), pero también por completamente arraigados que estén estos "pasatiempos" en los valores de esta sociedad capitalista tiburonesca e infrahumana, con sus implacables presiones de cosificar la propia humanidad de las personas y en el asfixiante contexto del "aglutinador psíquico y social" el que la mantiene intacta: el patriarcado imperante y agobiante, la vil supremacía blanca y la mentalidad intolerante de Estados Unidos über alles. [regresa]