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Revolución #557 22 de agosto de 2018
Actualizado el 24 de septiembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Del Comité Central del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos
Una revolución real no quiere decir trabajar para hacer unos cambios en el presente sistema — quiere decir derrocar el presente sistema y hacer nacer un sistema radicalmente diferente y mucho mejor. No es posible reformar el presente sistema del capitalismo-imperialismo. Bajo el presente sistema, no existe ninguna manera de poner fin a la brutalidad y asesinato por la policía, las guerras y la destrucción de la gente y del medio ambiente, la explotación, opresión y denigración de millones y miles de millones de personas, incluida la mitad de la humanidad que son mujeres, en Estados Unidos y por todo el mundo — todo lo que está arraigado en las profundas contradicciones que son inherentes al funcionamiento, relaciones y estructuras esenciales del presente sistema. Únicamente una revolución real podría operar el cambio fundamental que hace falta.
Para hacer tal revolución, es necesario que tengamos seriedad y ciencia. Es necesario que tomemos en cuenta los puntos fuertes concretos del presente sistema pero aparte de lo anterior, sus debilidades estratégicas, basadas en sus profundas y determinantes contradicciones. Es necesario que construyamos tal revolución entre aquellos que con mayor urgencia necesitan un cambio radical, pero por otra parte, entre otras personas que se niegan a vivir en un mundo en el que el presente sistema vomita interminables horrores, y que continuamente lo anterior se “justifica” y hasta se embellece como “grandeza”.
Es preciso que estemos en una misión de correr la voz, de dejar que la gente conozca que tenemos la dirección, la ciencia, la estrategia y el programa, y la base para organizar gente para una revolución emancipadora y real. Tenemos a Bob Avakian (BA), el líder de tal revolución y el arquitecto de un nuevo marco para la revolución, la nueva síntesis del comunismo. Tenemos al Partido liderado por BA, el Partido Comunista Revolucionario, con dicha nueva síntesis como base científica para realizar los preparativos para una revolución. Tenemos los Clubs Revolución, donde la gente puede participar y actuar en poderosa representación de la revolución, de manera organizada, a la vez que vaya aprendiendo más sobre la revolución y dé pasos adelante hacia el camino de ingresar al Partido. Tenemos la página web del Partido, revcom.us, y su periódico Revolución, que desenmascaran claramente los crímenes del presente sistema, analizan con ciencia por qué no es posible reformarlo, y dan orientación y dirección para que la gente trabaje de manera unificada por la revolución. Tenemos la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría de BA y adoptada por el Comité Central del Partido, que ofrece una abarcadora y concreta visión y “plano” para una sociedad radicalmente nueva y emancipadora. Es necesario que conozcan lo anterior y le entren en serio las personas en los barrios marginados de las ciudades y en las cárceles, las y los alumnos y estudiantes, académicos, artistas, abogados y otros profesionales, las y los jóvenes en los suburbios de las ciudades y las zonas rurales — pues, las personas en todas partes de la sociedad.
Aquellos que sufren lo peor de la vida infernal bajo el presente sistema, y aquellos que están hartos de los interminables ultrajes perpetrados por el presente sistema, tienen que conectarse con esta revolución. Es necesario que se organicen miles de personas en las filas de la revolución ahora, a la vez que se ejerza una influencia sobre millones de personas para que apoyen a esta revolución. Hemos presenciado ese potencial en las protestas que se han sostenido contra la brutalidad y asesinato policial, y otras formas en que grandes cantidades de personas se han plantado a las autoridades establecidas y a las “reglas del juego” políticas. Pero es necesario transformar lo anterior, por medio de lucha, en conciencia, determinación y organización revolucionarias. Es necesario que las fuerzas organizadas y la dirección de esta revolución lleguen a ser la “autoridad” a la que un creciente número de personas recurran y sigan — y no a los mentirosos políticos y medios de comunicación del presente sistema opresor — y no a aquellos que sirven de fachada de los opresores y predican la “conciliación” con el presente sistema — y no a aquellos que hacen que las personas se opongan las unas a las otras cuando lo que es necesario es que se unan por esta revolución. Si bien muchas personas harán cosas positivas al oponerse a los crímenes del presente sistema, es necesario que nosotros tengamos la orientación hacia todo —que evaluemos todos los programas políticos y todas las fuerzas organizadas en la sociedad, toda forma de cultura, valores y maneras de tratar a la gente— según la manera en que están relacionados con la revolución que necesitamos, para poner fin a toda opresión. Es necesario que nos unamos con la gente dondequiera que podamos y que llevemos lucha con la gente cuandoquiera que sea necesario hacerlo, a fin de hacer avanzar la revolución.
Mientras nosotros esperamos las necesarias condiciones para jugárselo el todo por el todo para hacer una revolución, es necesario que la aceleremos y llevemos a cabo enérgicamente los “3 A Preparar”: A preparar el terreno, a preparar al pueblo y a preparar a la vanguardia — a prepararse para el momento en que sea posible liderar a millones de personas para acometer la revolución, con todo, con una verdadera posibilidad de ganar. Tenemos que Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución — protestar contra las injusticias y atropellos del presente sistema y oponerles resistencia, y ganar gente a desafiar y repudiar el presente sistema putrefacto y sus maneras de pensar, y a hacer suyos el punto de vista y los valores, y la estrategia y el programa de la revolución, acumular fuerzas para esta revolución, y derrotar los esfuerzos de los poderes gobernantes de pulverizar la revolución y su dirección. Ante toda “sacudida” en la sociedad —toda crisis, todo ultraje nuevo, cuando muchas personas cuestionen y opongan resistencia a lo que por lo normal aceptan— es necesario que aprovechemos esto para impulsar la revolución y expandir sus fuerzas organizadas. Es necesario que nos opongamos y desbaratemos a las maniobras de los poderes gobernantes para aislar, “cercar”, brutalizar, encarcelar en masa y reprimir de manera sanguinaria a las personas que llevan la vida más dura bajo el presente sistema y que más necesitan esta revolución. Es necesario que nosotros los “cerquemos” a ellos — al ver que nazca ola tras ola de personas que se levanten en decidida oposición al presente sistema.
Todo lo anterior tiene por objeto algo muy definido — una situación revolucionaria: en la que el sistema y sus poderes gobernantes estén en una crisis seria y que grandes partes de la sociedad vean la violencia que utilizan para reforzar el presente sistema por lo que es: asesina e ilegítima. En la que se profundicen y agudicen muchísimo los conflictos entre las fuerzas gobernantes — y las masas populares no les respondan siguiendo detrás de un bando u otro de los gobernantes opresores, sino que les respondan sacando provecho de tal situación para acumular fuerzas para la revolución. En la que millones y millones de personas se nieguen a aceptar la antigua forma de gobierno — y estén dispuestos y decididos a jugárselo el todo por el todo para hacer caer el presente sistema y hacer nacer una sociedad y gobierno nuevos que se basen en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte. Dicho momento es el indicado para jugárselo el todo por el todo para triunfar. Es necesario que nosotros trabajemos enérgicamente y nos preparemos ahora para lo anterior.
“Sobre la posibilidad de la revolución” es una declaración muy importante del Partido, que está posteada en revcom.us. Establece las bases —la concepción y doctrina estratégicas— de la manera de combatir con una verdadera posibilidad de triunfar, una vez que se hayan gestado un pueblo revolucionario que cuente con millones de personas y las condiciones necesarias para una revolución. El presente todavía no es el momento para emprender un combate de tal índole —intentar hacerlo así ahora únicamente conduciría a una derrota devastadora— pero ya está en marcha el trabajo para desarrollar más dicha concepción y doctrina estratégicas con el futuro en mente, y a continuación presentamos algunas de las principales cosas que las fuerzas revolucionarias tendrían que hacer cuando se hayan gestado las condiciones de jugárselo el todo por el todo para hacer una revolución.
Para todo lo anterior es necesario ganar a millones de personas hacia la revolución en el período que conduzca a la maduración de una situación revolucionaria. La oportunidad de derrotarlos, cuando llegue la hora —la oportunidad de deshacerse del presente sistema y hacer nacer algo mucho mejor— está íntegramente relacionada con lo que nosotros hacemos ahora. Es necesario que todo aquel que tenga sed de un mundo radicalmente diferente, sin explotación y opresión y sin todo el innecesario sufrimiento causado por el presente sistema, trabaje ya con una prendida determinación de hacer que lo anterior ocurra, de modo que nosotros sí tengamos una verdadera oportunidad de ganar.
"CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución” es un complemento del Mensaje del Comité Central del PCR, Estados Unidos, posteado el 16 de mayo de 2016 en www.revcom.us. Difunda por todas partes "CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución” junto con “Ya es hora de organizarse para una revolución REAL”. Ya es hora de correr la voz por toda la sociedad.
Descargue AQUÍ "CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución” (pdf de 36 x 24 pulgadas): ESPAÑOL | INGLÉS. Descargue AQUÍ “Ya es hora de organizarse para una revolución REAL” (pdf de doble carta): ESPAÑOL | INGLÉS. Se recomienda que se impriman ambos mensajes en papel bond y se cuelguen de maneras apropiadas por todas partes. He aquí una imagen aproximada de su presentación:
¡"CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución” ya está en forma de folleto!
Instructivo:
Ya se puede descargar el pdf del folleto que contiene: "CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución”, “Ya es hora de organizarse para una revolución REAL” y “Puntos de Atención para la Revolución”. El folleto cuenta con 16 páginas, de tamaño media carta (5,5 x 8,5 pulgadas). También se puede imprimir en papel de 6 x 9 pulgadas. Hay dos formatos: 1) Un pdf de 16 páginas individuales y consecutivas. 2) Un pdf con pliegos para llevar a una imprenta: el primer pliego con las páginas 1 y 16, el segundo con las páginas 2 y 15, etc. Cuando se impriman así y se doblen, las páginas saldrán en orden consecutivo. La imprenta explicará qué formato necesita. Que las y los lectores hagan planes para imprimir este folleto de tamaño media carta, recaudar dinero y difundir decenas de miles de ejemplares por todas partes tan pronto como sea posible.
ESPAÑOL:
Pdf de tamaño media carta, páginas individuales
Pdf de tamaño media carta, pliegos para llevar a una imprenta
INGLÉS:
Pdf de tamaño media carta, páginas individuales
Pdf de tamaño media carta, pliegos para llevar a una imprenta
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Revolución #557 22 de agosto de 2018
Actualizado el 23 de septiembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Una revolución real es mucho más que una protesta. Una revolución real requiere que participen millones de personas, de forma organizada, en una lucha decidida para desmantelar este aparato estatal y este sistema, y para reemplazarlo con un aparato estatal y sistema completamente diferentes, una forma completamente distinta de organizar la sociedad, con objetivos y formas de vida completamente distintos para el pueblo. La lucha contra el poder hoy tiene que contribuir a construir, desarrollar y organizar la lucha para ganárnoslo todo, para una revolución real. De no ser así, protestaremos contra los mismos abusos, ¡en generación tras generación del futuro!
Revolución #557 22 de agosto de 2018
13 de junio de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us
Las personas deben tomar en serio los compromisos que asumen —deben cumplir con tales compromisos—, y debemos establecer y luchar por que ésta sea la norma y lo que se hace en realidad. Pero llegar a participar en el movimiento para una revolución real tiene una dinámica específica que es distinta, por ejemplo, a la de unirse a un equipo deportivo o un grupo de música. No deberíamos exigir de inmediato una participación “de cero a cien” —o, en todo caso, tratar de imponer un salto, en lugar de ganar a que la gente lo haga como parte de un proceso revolucionario general. Lo que necesitamos construir es un movimiento de masas en constante desarrollo para la revolución —sí, una revolución real— con un vibrante “Ohio”*, por medio del cual un número exponencialmente creciente de personas pueden participar activamente y seguir avanzando (no todas, sino muchas de ellas) por medio de la interacción dialéctica de contribuir y aprender en dimensiones continuamente crecientes. Respecto a aquellos que sí lleguen al “lado avanzado” de este “Ohio” *, una vez más esto plantea la cuestión de que lleguen no solo a ser parte del Club Revolución sino de que también den un paso adicional para formar parte de la vanguardia comunista; pero también en este caso, es importante no tratar la cuestión de los compromisos (aunque sea de una manera algo “indirecta”) a partir de la posición negativa y defensiva que equivale a: “Hemos tenido a unas personas que hacen compromisos y luego no los cumplen, y luego nos desaparecen (se esfuman como fantasmas); así que vamos a asegurarnos de que usted no lo haga (¡no lo pueda hacer)!” Más bien, debemos partir del reconocimiento de que los compromisos, si bien encierran y requieren (repetidos) saltos sobre el camino, en esencia corresponden a cuáles aspiraciones han sido despertadas o han sido desarrolladas en las personas, y se basan en esas aspiraciones, y a lo que están llegando a comprender que se requiere en relación con eso. Por lo tanto, una vez más, si bien debemos tener una actitud seria con respecto a las personas que hacen y cumplen compromisos, esto debe estar a la altura de cómo son su comprensión y sus sentimientos en un momento determinado, y muy esencialmente debe darse en el contexto del movimiento revolucionario de masas más amplio del cual forman parte (o del que están llegando a formar parte) y de contribuir a ese movimiento, y, si bien no se debe practicar ningún seguidismo, este proceso debe partir de lo que se ha ganado a las personas mismas a reconocer (sí, las que se ha ganado por medio de lucha, incluso a veces lucha aguda) como una contribución necesaria y esencial a la revolución.
*El “Ohio” se refiere a la práctica de la banda de marcha de la Universidad del Estado de Ohio de marchar de tal manera que deletrea la palabra “OHIO” cuando se ve desde arriba; en este proceso, los miembros de la banda que comienzan la primera O, luego se mueven a través de las otras letras de la palabra hasta que estén en la última “O”. Lo que se señala es un proceso análogo a la construcción de cualquier tipo de movimiento progresista o revolucionario, en el que las personas “atraviesan” varios niveles de comprensión y compromiso, aunque ¡esto no es (“en el mundo real”) tan lineal y al mismo ritmo que la banda de marcha de la Universidad del Estado de Ohio!*
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Revolución #557 22 de agosto de 2018
| Periódico Revolución | revcom.us
De un lector:
El jueves 30 de agosto en el Anfiteatro en el Parque Marcus Garvey en Harlem, Ciudad de Nueva York, se proyectará al aire libre la película del discurso de Bob Avakian. ¡El régimen de Trump y Pence TIENE QUE marcharse! En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista. ¡Un mundo mejor ES posible!
Patrocinado por Libros Revolución, el Instituto Bob Avakian y el Fondo Educativo de Libros Revolución, va a ser una velada especial, viendo el discurso filmado de Bob Avakian bajo las estrellas, con cientos de otros. Como dice nuestro nuevo póster que anuncia el evento: “Si no ha escuchado a Bob Avakian, no ha escuchado la dura verdad de cómo hemos llegado a un régimen fascista de Trump y Pence... y, ¡Cómo solo nosotros podemos acabar con esta pesadilla!” Alentamos a todos los que lean esto a ponerlo en su calendario y asistir y comenzar a correr la voz sobre lo que debería ser una velada verdaderamente especial.
En este momento millones de personas se enfrentan al vil funcionamiento de este sistema: el gobierno secuestrando a niños inmigrantes arrancándolos de sus padres... supremacistas blancos y nazis marchando en Washington... el derecho al aborto bajo feroz ataque... el calentamiento global empeorando, sus efectos desastrosos sentidos en todo el mundo... todo impulsado por el régimen de Trump y Pence que simultáneamente amenaza con el fuego y furia de la guerra y destrucción nuclear. Pero la mayoría de la gente no entiende cómo hemos llegado aquí y lo que se necesita para realmente poner fin a esta pesadilla.
Basta con ver algunos de los clips de la película (en inglés): “¿Qué enfrentamos?” o “La línea directa de la Confederación a los fascistas de hoy” o “¿Por qué los demócratas solo pueden tratar de resolver esto según los términos del sistema?”
Esta proyección al aire libre es una rara oportunidad para que personas de diferentes orígenes que no suelen mezclarse, que se reúnan y participen colectivamente en esto y asuman el reto moral y la convocación a la acción que Avakian presenta. Bob Avakian es el revolucionario más radical del planeta, y en este discurso de una hora, con profundidad, pasión y humor, nos dirige a reconocer plenamente la historia de Estados Unidos, las contradicciones más grandes que enfrenta la humanidad en este momento y cómo en realidad podemos resolver estas contradicciones en interés de la humanidad y del planeta. Esta película es también una puerta de entrada para todos aquellos que se angustian por el estado del mundo, para que exploren la obra de Avakian sobre la emancipación de la humanidad — sobre lograr la liberación de una vez por todas.
Matthew Shipp, compositor y músico, dijo lo siguiente acerca de la película: “Avakian entreteje hábilmente el reto único que enfrentamos con la muy específica marca del fascismo estadounidense que vemos con Trump, el fascismo nacionalista cristiano blanco de Pence, junto con un contexto histórico de cómo llegamos aquí, mientras hace un muy específico llamado a la acción ahora porque esta es una verdadera emergencia al nivel mundial”.
Una reunión de planificación / organización reciente a que asistí pinta una imagen inicial de la vitalidad y efervescencia de un movimiento en torno a esta película que comienza a echar raíces y cómo esto contribuye a construir un movimiento para una revolución real así como el objetivo más amplio —e inmediato— de expulsar al régimen fascista de Trump y Pence. La reunión incluyó a personas recién salidos del enfrentamiento con los neonazis y los supremacistas blancos en Washington, D.C. que aportaron una mayor apreciación de cuán importante es esta película para comprender las raíces y la agenda del régimen fascista de Trump y Pence. Empezamos viendo el tráiler de El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse..., el clip sobre por qué los demócratas no son la respuesta, y el video “Bob Avakian a lo largo de los años” que presenta metraje de los discursos de Bob Avakian comenzando con un discurso en 1969 ante un mitin de los Panteras Negras. Una persona que se ha metido más recientemente en el movimiento por la revolución comentó que el video de BA a lo largo de los años muestra que “se ha mantenido fiel a sus convicciones revolucionarias desde el principio...” y que tiene la capacidad “de hablar en el momento, hablar en términos reales... que las personas puedan absorber y entender... uno de los mejores indicios de un líder”. Todo esto es parte de un creciente movimiento para la revolución con la gente aprendiendo lo que tenemos como lo expone Como Podemos Ganar, cuáles son nuestros puntos fuertes, gran parte de los cuales tiene que ver con la dirección, y específicamente la dirección de Bob Avakian quien puede combinar los altos avances teóricos y científicos con un entendimiento profundo y visceral de las masas populares y tiene la capacidad de desglosar las cosas y conectarse de forma viva.
La reunión estuvo llena de ideas sobre cómo esto realmente puede contribuir a la lucha para expulsar del poder al régimen e introducir a la gente al líder de la revolución, Bob Avakian: “Vamos a los estudiantes justo cuando comiencen las clases” (La universidad City College of New York [CCNY] abre 3 días antes de la proyección); “Si asistieran al evento más de 200 personas, eso sería algo grande... diferentes tipos de personas de Harlem, la ciudad e incluso personas de visita de otras partes del mundo...”; otra personas: “un lugar como Harlem que concentra el que Estados Unidos nunca ha tenido grandeza... y ahora los nazis marchando en Inwood [comunidad negra y latina en el norte extremo de Manhattan]... tiene implicaciones masivas para reprimir el país”. La mujer que comentó sobre BA a lo largo de los años: “Hay buenas noticias para difundir. Cómo podemos salir de este lío y hacer la revolución... existe la solución, y puedes comenzar en el Parque Marcus Garvey”.
Los presentes se forcejearon con cómo construir un movimiento de masas en torno a la presentación, involucrar a la gente, efectuar excursiones colectivas y hacer un balance de lo que dice la gente y cómo podemos conseguir que participen en correr la voz con mucho énfasis en las redes sociales. Al final de la reunión, hicimos videos de los presentes, tanto individuos como en grupos, diciendo por qué iban a asistir al evento del 30 de agosto, y vamos a distribuirlos de inmediato. Hablamos de una necesidad especial: cómo recaudar fondos en todo lo que hacemos y ayudar a la gente a ver que donar fondos es una forma crucial de contribuir y ser parte del movimiento para la revolución y la lucha para expulsar del poder al régimen... y ahora mismo la importancia y el impacto potencial de la proyección de la película.
Un Comité Anfitrión de voces de conciencia se está formando en el período antes de esta velada, para prestar su nombre a la publicidad y para ayudar a asegurar el éxito del evento: Herb Boyd, autor, educador y activista; Carl Dix, Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos; Nkosi Anderson, candidate a doctorado, Union Theological Seminary; David Orenstein, profesor de antropología, universidad de Medgar Evers College; la Pastora Doris Johnson de Jamaica, Queens, Nueva York; y Luis Barrios, profesor de estudios latinoamericano y latina/o, John Jay College of Criminal Justice.
Durante los próximos 10 días, el Club Revolución, Libros Revolución y personas activas en Rechazar el Fascismo que aprecian la profundidad del argumento presentado por BA en esta película harán todo lo posible para los preparativos para este evento, y se necesita a usted, y puede participar en muchas maneras.
Un elemento clave es que grupos de personas se unan para organizarse, como usted y sus amigos, para asistir juntos; puede ser grupos de estudiantes o incluso una clase en CCNY o Medgar Evers College, los que se abren el día 27 de este mes, o podría ser algunos de los valientes resistentes que acaban de ir a Washington, D.C. y que lleven al evento a sus amigos impresionados por lo que hicieron en D.C., o un grupo de personas en torno al Club Revolución que se una para recaudar fondos para esta proyección vendiendo cientos de calcomanías de “¡América NUNCA ha tenido grandeza!” La idea básica es que personas como usted se inspiren y organicen a sus propios amigos para que se reúnan para esta experiencia.
Otros elementos de nuestro plan incluyen hacer que Harlem esté lleno de excitación por esta proyección publicada con carteles en las tiendas y donde vive la gente, una escena animada con volantes y tabletas en los diversos eventos en el Parque Marcus Garvey. Nos estamos comunicando con importantes instituciones de Harlem como la Biblioteca Schomburg y la Sociedad Fortune, así como con organizaciones legales, profesores y maestros, justo cuando las escuelas se están abriendo. Y tenemos un equipo para hacer llamadas telefónicas en grupo para conectarse con cientos de personas que el movimiento para la revolución ha conocido en los últimos seis meses así como con aquellos que ya han visto la película y tienen un rol especial en compartirla con otros.
¡EL RÉGIMEN DE TRUMP Y PENCE TIENE QUE MARCHARSE!
En nombre de la humanidad,
Nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista
Un mundo mejor ES posible
Un discurso de Bob Avakian
Si usted está en el área de la Ciudad de Nueva York, estas son algunas de las formas clave en que puede ser parte de esto, pero por favor comparta con nosotros sus propios pensamientos, ideas y planes (escribir a Libros Revolución a revbooksnyc@yahoo.com o llamar a 212-691-3345).
La Proyección de la Película en el Parque Marcus Garvey es una ocasión especial (aunque esperamos inspirar a otros a organizar exhibiciones similares por todo Estados Unidos). Esta proyección tiene necesidades técnicas muy particulares, y estamos contratando a Rooftop Films, quienes generosamente nos han otorgado una reducción del 20%. Necesitamos recaudar $ 5000 para pagar las necesidades técnicas, la promoción y los materiales. Les pedimos a todos que hagan una donación deducible de impuestos a The Revolution Books Education Fund (El Fondo Educativo de Libros Revolución). Por favor sean generosos, se necesita mucho su donación de $ 500, $100 o $ 50.
Revolución #557 22 de agosto de 2018
El “asunto Brennan”
| Periódico Revolución | revcom.us
En resumen: La revocación de parte de Donald Trump de las acreditaciones de seguridad a ex oficiales de la CIA y otras “agencias de inteligencia” de alto rango es una maniobra importante para consolidar a un régimen plenamente fascista capaz de manejar instituciones represivas obedientes como parte del estado capitalista-imperialista contra sus enemigos. Una lucha aguda sobre esto ha estallado con otras fuerzas de la clase dominante —es decir, imperialistas— que temen que el enfoque de Trump provoque un desastre para el imperio estadounidense. La lucha continúa y nadie puede predecir en este momento cómo terminará. Ningún lado en esta lucha en la cima representa los intereses de la humanidad ni nada remotamente progresista. La CIA es responsable de textualmente millones de muertes alrededor del mundo desde la Segunda Guerra Mundial y continúa causando estragos entre la gente hoy día, y el FBI ha espiado, hostigado e incriminado a gente, y conspirado en asesinato durante su existencia entera, hasta la fecha. Pero la lucha interna entre los gobernantes bien puede ofrecer oportunidades para la resistencia de masas desde abajo que sí se dedica a expulsar a este régimen. Y hay que aprovechar esas oportunidades, desde la postura de oponerse a sus crímenes pasados y futuros contra la humanidad en Estados Unidos y en todo el mundo, por el bien de la humanidad.
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El 15 de agosto, el régimen de Trump y Pence dio el paso sin precedentes de quitarle su acreditación de seguridad a John Brennan, ex director de la CIA debido al papel de Brennan como un crítico franco de Trump desde la clase dominante. (Brennan recientemente dijo que el comportamiento de Trump hacia Rusia era “nada menos que traidor”).
Tras el ataque contra Brennan como el “rompehielos”, el régimen ahora se maniobra para revocar las acreditaciones de casi una docena de ex oficiales del FBI, CIA, NSA, Departamento de Justicia y otros en la supuesta “comunidad de seguridad e inteligencia” (que en realidad es la maquinaria estadounidense de vigilancia, represión, tortura, y terror dirigida contra la gente del mundo entero, así como en Estados Unidos). Trump también redobló sus denuncias de los medios tradicionales, y se reporta que exigió que el Departamento de Justicia arrestara a Omarosa Manigault Newman, una ex oficial de la Casa Blanca que ahora está criticando a Trump por racista y misógino.
Brennan continúa criticando a Trump, y 13 ex jefes de inteligencia firmaron una carta abierta que denuncia esa acción de Trump como una supresión de la libertad de expresión (al mismo tiempo que se distancian un poco de la postura agresiva de Brennan.) Ahora 75 ex oficiales de la CIA han firmado una carta similar. Un almirante retirado de la Marina escribió a Trump diciendo que sería un “honor” si Trump le revocara su credencial de seguridad también. Otros dijeron que Trump está en camino del “autoritarismo”.
Pero es el régimen de Trump y Pence que detenta y ejerce el poder, no estos críticos. Y las nuevas maniobras de Trump son un salto en la consolidación del fascismo.
El fascismo se caracteriza por la concentración extrema del poder en manos de un pequeño grupo gobernante, y, más que nada, el jefe mayor, y por el terror abierto, libre de las trabas de leyes ni el proceso debido, contra las masas populares y también oponentes en la clase dominante.
Las implicaciones del ataque de Trump contra ex oficiales de inteligencia no son las consecuencias personales para Brennan y otros al perder sus credenciales de seguridad. Es que Trump está ejerciendo su poder ejecutivo para castigar a sus oponentes políticos en la clase gobernante, sin importarle normas, reglamentos ni leyes establecidos, así como amenazó hacer previamente (por ejemplo, con los coros repugnantes de “enciérrala” durante su campaña).
El hecho de que está atacando a personas que han tenido un rango muy alto en la maquinaria gobernante y todavía gozan de conexiones altas, amplifica la amenaza a otros. Es un mensaje escalofriante, tanto al interior de las instituciones represivas de la “comunidad de inteligencia” como en la sociedad amplia: No se tolerará oposición a la reorganización fascista, ni siquiera la crítica personal a Trump. Se purgarán a los disidentes. Se reforjarán los instrumentos de violencia oficial sobre una base plenamente fascista, obedientes a la autoridad de Trump y sin trabas del proceso debido.
Y si pueden atacar de esta manera a oponentes al interior de la clase dominante, el régimen fascista atacará cien veces peor a las personas que desafían todo el orden opresivo — a activistas políticos, revolucionarios, y comunistas, y a las masas populares en general.
En esta situación volátil, en que millones de personas atinan que el país avanza hacia una dictadura fascista o el caos o ambas cosas, personas como Brennan, el ex director del FBI James Comey, Robert Mueller y otros bajo ataque de Trump, son promovidos por comentaristas y políticos liberales como “nuestra última esperanza”, “los adultos en el cuarto”, o incluso ¡héroes populares! Y presentan el papel de las masas como el de aplaudirlos, y, por supuesto, “a votar en noviembre”.
Pero, en realidad, esta orientación es absolutamente mortífera, no sólo para la gente en Estados Unidos, sino para toda la humanidad.
En medio de un maremoto de liberales que adulan a gente como Brennan, pongámonos bien claro quiénes son de verdad.
La CIA es un instrumento crucial de la dominación imperialista estadounidense sobre la gente del mundo. Esta es la organización que manda drones (aviones no tripulados) que se ciernen encima de aldeas en Pakistán, en Yemen, en Somalia, aterrorizando a las masas, listos en cualquier momento para ordenar bombardeos aéreos masivos si los operadores perciben una agrupación de aldeanos como una “amenaza”. Esta es la organización que inventó “evidencia” de “armas de destrucción masiva” y “conexiones terroristas” (que de hecho no existían) en Irak para justificar la invasión estadounidense en 2003 que resultó en la matanza de un millón de personas y por poco destruye la nación iraquí. Esta es la organización que estableció centros de detención llamados “sitios negros” en todo el mundo, donde torturaban a personas bajo sospecha ahogándolos con el submarino, aventándolos contra la pared, y encajándolos en ataúdes, hasta quebrarlos en cuerpo y espíritu, a veces continuando la tortura después de darse cuenta la CIA que estaban inocentes.
Brennan estaba involucrado en mucho de esto, y se le ha llamado el “zar del asesinato” por su papel en los ataques por drones. Defendía sin remordimientos los “sitios negros”, calificándolos de “vitales”, ayudó a encubrir la cantidad grande de bajas civiles de los ataques por drones, y justificó secuestrar a “personas bajo sospecha” y entregarlas para que las torturaran aliados de Estados Unidos los que acaten aún menos que la CIA a una pretensión de los derechos humanos.
Durante 70 años la CIA ha organizado o respaldado a golpes de estado en docenas de países, entre ellos Chile, Brasil, Guatemala, Irán, Haití, Congo, e Indonesia, todos con la intención –y el resultado—de derrocar a gobiernos elegidos populares que no eran plenamente serviles a Estados Unidos e instalar a dictaduras “obedientes a Estados Unidos” que aterrorizaban a sus propias poblaciones en servicio al imperialismo. En Indonesia solamente, las fuerzas apoyadas por Estados Unidos mataron a por lo menos 500,000 civiles (enlace a noticias en inglés), y de hecho la CIA dio a las fuerzas armadas indonesias listas de comunistas sospechados para que los asesinaran. Además, la CIA ha colaborado extensivamente en la tortura y los asesinatos políticos en muchos otros países.
Y ¿qué del FBI culero? El propósito general del FBI desde su fundación era el de vigilar y reprimir a disidentes políticos. En los años sesenta tuvo un papel dirigente en el asesinato del líder del Partido Pantera Negra Fred Hampton, asesinado en su cama, y de decenas de otros Panteras. Espiaba a Martin Luther King Jr. y trató de chantajearlo. Allanó el camino para el asesinato de Malcolm X. El FBI vigiló de cerca al líder comunista Bob Avakian desde temprano, y ayudó en el intento de encarcelarlo por cientos de años. Y no se trata de la “historia antigua” – en 2015, el entonces director del FBI James Comey dio un discurso importante que puso el grito al cielo de que las protestas públicas contra la epidemia de asesinatos policiales de negros, latinos, y otra gente de color, impedían que los policías cumplieran con su trabajo y causaban un aumento del crimen. En 2017 el FBI produjo y circuló un informe interno que calificó a activistas no violentos contra el asesinato policial de “extremistas de identidad negra” que ponen en peligro a los policías.
Estos no son “caballeros de radiante armadura” que vienen para salvarnos — son gánsteres de calibre mundial y monstruos en lo moral.
Por lo que, si todo lo anterior es cierto —y lo es, claramente— pues, ¿por qué Brennan y otros se discrepan tan tajantemente con un fascista como Trump? La respuesta es que creen que Trump ponga el peligro la dominación del imperio estadounidense sobre el mundo, y el control de la clase dominante estadounidense sobre su población “de casa”. Lea o escuche lo que dicen Brennan y fuerzas similares —y lo que no dicen— sobre Trump. No oirá nada —o a lo mucho una referencia de pasada— sobre los verdaderos crímenes contra la humanidad de Trump — su encarcelación de niños inmigrantes, su rechazo del derecho al asilo a refugiados desesperados, su abandono de Puerto Rico tras los huracanes el año pasado que resultó en mil muertes innecesarias, su azuzamiento de racismo contra negros y otra gente de color, su vil misoginia, etc., etc. Tampoco no han discrepado tajantemente con él sobre sus amenazas de aniquilar a Corea del Norte ni sus sanciones y amenazas bélicas actuales contra Irán, ni su apoyo total por los ataques israelíes cada vez más genocidas contra el pueblo palestino.
Algunos de los oponentes de Trump en la clase dominante pueden tener desacuerdos con él sobre algunos de estos temas, pero no son factores determinantes. No, sus diferencias con él tratan cómo mantener su imperio de sangre y horror. Como escribimos en julio: “Trump representa y lucha por un sector fascista de la clase dominante que se propone reconfigurar de manera radical las instituciones y las políticas de Estados Unidos. Este grupo cree que el ‘orden mundial’ que Estados Unidos ha encabezado por 70 años ya no le sirve a la dominación imperialista estadounidense… Esto requiere que ellos rompan los acuerdos previos o que al menos restablezcan radicalmente los términos de estos acuerdos... Estos fascistas también creen que ciertas tradiciones democráticas básicas del sistema político y del estado de derecho en Estados Unidos, por ineficaces, violadas, limitadas, hipócritas y ferozmente disputadas que estén en la práctica concreta, constituyen barreras a la extrema, abierta y desenfrenada supremacía blanca, chovinismo nacional y patriarcado que los fascistas requieren para reconfigurar la sociedad.”
En el mismo artículo, señalamos que “El anteriormente dominante sector de la clase dominante cree que esto conducirá a un desastre para los intereses del imperialismo estadounidense y ha venido tratando de al menos contener a los fascistas. Si bien son agudas las divergencias que tienen sobre lo que mejor protegerá e impulsará los intereses de la clase dominante estadounidense en su conjunto dentro del sistema conflictivo global del imperialismo, lo que es más fundamental para todos ellos es la unidad que tienen en defensa de los intereses del imperialismo estadounidense. [énfasis añadido]
Nuestra posición NO debe ser “escoger a un lado de los dos”, sino movilizar a la gente a la lucha por el bien de la humanidad, y sobre esa base aprovechar los conflictos entre los opresores
Así que, ¿significa eso que no importan las luchas internas actuales?
¡No! Como señalan los dos párrafos que frecuentemente publicamos en revcom sobre los demócratas y la lucha entre los de arriba, tales luchas internas pueden ofrecer oportunidades para “‘la lucha desde abajo’” — “para la movilización de masas de personas en torno a la exigencia de que el régimen en su conjunto tiene que largarse, por su naturaleza y acciones fascistas y por lo que está en juego para la humanidad”.
Pero no se podrán aprovechar ni realizar estas oportunidades si prevalece una orientación de apoyar a las fuerzas antitrumpistas de la clase dominante estadounidense. Por una cosa, su oposición al régimen es extremadamente estrecha y limitada porque son fuerzas de la clase dominante, y no quieren hacer nada que agravara la crisis actual ni que debilite potencialmente el control de su clase sobre la sociedad y el poder en el mundo. Ni siquiera se oponen al régimen en conjunto —que incluye el fascista cristiano Mike Pence— sino que se limitan su crítica, muy notablemente, a Trump solamente. Tampoco quieren ver a millones de oprimidos y progresistas en las calles exigiendo la expulsión del régimen en conjunto, por temor a que esto provoque un levantamiento social y debate mayor sobre la naturaleza y el futuro de esta sociedad opresiva (o sea, su sistema) en conjunto.
Y, en lo fundamental, que ya hemos notado, quieren mantener los términos de la lucha dentro de su marco de cómo mejor mantener y expandir un orden mundial cruel y obsoleto — o, en otras palabras, CÓMO “Hacer que Estados Unidos vuelva a tener grandeza”. El patriotismo fanático y ciego es tan central a la “crítica” de Trump por la clase dominante que cuando el gobernador demócrata Andrew Cuomo apenas mencionó que la historia estadounidense del racismo abierto y la persecución de gente LGBTQ “no tenía tanta grandeza”, fue el blanco de una embestida, no solamente de Trump y los republicanos, sino por demócratas, y pronto se arrepintió de sus comentarios.
No, al intensificarse la lucha interna, y al aumentarse lo que está en juego, hacen falta personas que se niegan a quedarse al margen con los brazos cruzados, esperando a un salvador poderoso que nunca llega — por lo menos no para salvar a nosotros. Nos hace falta que fuerzas nuevas, jóvenes y otros, tomen posición y luchan por un auténtico camino adelante, que se sumen al esfuerzo de RefuseFascism.org de movilizar a miles y luego a millones de personas en las calles en una protesta no violenta decidida que no se detenga hasta sacar al poder del régimen en conjunto, y que sean dispuestas a ayudar a esos millones en lo que serán sin duda una lucha intensa y difícil. Además, nos hacen falta líderes que asuman esta lucha guiados por una visión más amplia — como una parte integral de un enfoque estratégico de forjar el camino hacia una revolución comunista total que pueda llevar a la humanidad más allá de la época en que la opresión, la explotación, y la guerra imperialista era el orden del día durante siglos y milenios (vean Lo BAsico 6:3 de Bob Avakian).
Vea también:
Estos políticos derechistas (en general agrupados en el Partido Republicano) pueden movilizar, movilizarán y sí movilizan enérgicamente a esta base social esencialmente fascista... pero, por otro lado, los sectores de la clase dominante que el Partido Demócrata en general representa están muy renuentes a movilizar y en efecto se resisten a movilizar a… la base de personas cuyo voto y apoyo en la arena política burguesa la quieren ganar los demócratas. Este lado (el Partido Demócrata) de la clase dominante generalmente no quiere movilizar a esa base en las calles y de hecho rehúye a la idea de llamar a esa base a las calles, a movilizarla para oponerse a las fuerzas opuestas en la clase dominante y su base social, o en general para luchar por los programas que el mismo Partido Demócrata dice que representa y que en cierta medida trata de implementar….
Como amplificación del punto básico en consideración, es importante reconocer lo siguiente: en el marco del sistema capitalista imperialista y con la dinámica subyacente de este sistema que en lo fundamental determinan las pautas y los límites de la política “oficial” y “aceptable”, el fascismo —o sea, la imposición de una forma de dictadura que se basa abiertamente en la violencia y el terror para mantener el dominio y los imperativos del sistema capitalista imperialista— es una posible resolución de las contradicciones que enfrenta este sistema, una resolución que en cierto momento podría corresponder más o menos a las necesidades imperiosas de este sistema y su clase dominante — mientras que la revolución y el auténtico socialismo que se proponen alcanzar el objetivo final del comunismo por todo el mundo también constituyen una posible resolución de estas contradicciones, ¡pero es una que muy claramente no será aceptable para la clase dominante capitalista imperialista ni compatible con los imperativos de este sistema!
Bob Avakian, Lo BAsico 3:11
Corto de un discurso de Bob Avakian (en inglés):
¡EL RÉGIMEN DE TRUMP Y PENCE TIENE QUE MARCHARSE!
En nombre de la humanidad, Nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista
Un mundo mejor ES posible
El filme completo, los cortos compartibles y las preguntas y respuestas están aquí.
Lea, comparta y sume su nombre al Llamamiento a la Acción aquí.
Permalink: http://revcom.us/a/557/dejen-de-intentar-ganar-un-concurso-de-patriotismo-con-donald-trump-es.html
Revolución #557 22 de agosto de 2018
| Periódico Revolución | revcom.us
Uno de los aspectos más repugnantes del “asunto Brennan” es la manera en que ha convertido a tantos liberales y progresistas —muchos de los cuales conocen bien la larga y fea historia de la CIA y el FBI— en admiradores serviles y babosos de estas mismas agencias. Vea MSNBC, o si vamos al caso, Bill Maher, por solo una hora, o lea la sección de comentarios sobre artículos en el New York Times, y encontrará a presentadores, expertos y gente común hablar de estos llamados “héroes” que “dedican toda su vida” a “proteger a nuestro país”. Y va de la mano con esto el repetido refrán de que son los oponentes de Donald Trump los que son “los verdaderos patriotas” que están defendiendo los valores de “nuestro gran país”, los valores que, supuestamente, “realmente hacen que Estados Unidos tenga grandeza”.
Estos son los términos completamente equivocados para lidiar con el régimen fascista de Trump y Pence, y mucho menos para ir más allá y crear un mundo radicalmente diferente y verdaderamente liberador. Puede que algunos progresistas piensen que al promover a Brennan y a otros de esa calaña y envolverse en el patriotismo estadounidense están haciendo lo que es necesario para detener la amenaza existencial a la humanidad que Trump representa. Pero la realidad es que esto constituye estar del lado de los gobernantes imperialistas —todos de los cuales son monstruosos opresores y explotadores— y en contra de la gente del mundo, incluidos los oprimidos en Estados Unidos.
Tampoco es esta una competición que podamos ganar. Trump tiene razón al cubrirse con la bandera estadounidense: sus crueles ataques contra refugiados e inmigrantes, su brutal misoginia y su hostilidad supernacionalista hacia otras naciones y pueblos son totalmente coherentes con toda la historia de Estados Unidos: la esclavitud, el genocidio, las invasiones imperialistas, los linchamientos, la explotación salvaje de trabajadores inmigrantes, la persecución de personas LGBTQ, y muchísimo más. Estas sí son las cosas que hicieron que Estados Unidos “tuviera grandeza”, es decir, llegara a ser la mayor potencia imperialista de la historia. Trump puede quedarse con esa bandera, esa historia y esa idea.
Aquellos que realmente quieren poner fin al sufrimiento innecesario, las guerras y la devastación ambiental que ha provocado el Estados Unidos de Trump necesitan desecharse de las repugnantes y mortales cadenas del patriotismo y chovinismo estadounidense, ¡y pensar y actuar sobre la base de los verdaderos intereses de la humanidad!
Revolución #557 22 de agosto de 2018
| Periódico Revolución | revcom.us
Trump y sus compinches justifican su guerra contra los inmigrantes satanizándolos cruelmente como “violadores” y “sabandijas” de “países de mierda” que “infestan” a Estados Unidos. Esa es la misma terminología que usaba Adolfo Hitler cuando atacaba y deshumanizaba a los judíos, los romaníes (gitanos) y otros en la Alemania nazi.
Hace poco, la presentadora Laura Ingraham de Fox News agregó su voz a este coro fascista al expresar su indignación de que en comparación con décadas pasadas, hoy millones más de inmigrantes no blancos viven en Estados Unidos — especialmente los de piel café: “El Estados Unidos que conocemos y amamos ya no existe” se quejó, lloriqueando de que “el pueblo estadounidense ha tenido que soportar enormes cambios demográficos, y estos son cambios por los que ninguno de nosotros votó, y a la mayoría de nosotros no nos gustan”.
¡Maldito sea! ¿Acaso el pueblo mexicano votó a favor de que Estados Unidos le robara la mitad de su territorio en 1846? ¿Votaron los salvadoreños y guatemaltecos para que Estados Unidos suministrara armas a los escuadrones de la muerte y a las juntas militares que masacraron a más de 150.000 personas durante la década de los 1980, convirtiendo sus países en infiernos inhabitables? ¿A esos millones de personas les “gustó” eso? ¿Les “gustó” tener que caminar miles de kilómetros, arriesgando la vida, para escapar la muerte inminente?
El veneno de Ingraham es una versión de la mentira tipo “Estados Unidos Ante Todo” de que los inmigrantes “se están aprovechando” de Estados Unidos y “robándoles” a los “verdaderos estadounidenses”.
¿Robando? ¡Ustedes les robaron este país entero a los pueblos indígenas mediante el genocidio! Se robaron todo el sudoeste —inclusive Texas y California, ahora dos de los estados más grandes y más ricos— por medio de una guerra contra México. Se robaron Hawai’i y Puerto Rico mediante invasiones y guerra. Y negociaron con otros depredadores coloniales para apoderarse del resto: Le arrebataron el río Misisipí y una enorme masa de tierra a Francia, y Alaska a Rusia. Y para que no quede ninguna confusión, la Compra de Luisiana a Francia y la guerra contra México de 1846-48 no tenía nada que ver con extender la “libertad”, ¡sino que extender la esclavitud!
¡Ustedes se robaron la propia vida de los africanos capturados, trayéndolos encadenados a estas costas! Construyeron Estados Unidos sobre la espalda de la gente esclavizada negra, e hicieron su agosto comprando y vendiendo seres humanos como si fueran ganado, separando y dispersando familias cuando les convenía a los amos y los traficantes de esclavos — una práctica salvaje de que se hace eco hoy en día cuando ustedes separan a las familias inmigrantes en la frontera.
Luego ustedes acumularon aún más riqueza con la salvaje explotación de las sucesivas olas de inmigrantes —en el algodón y la agricultura, la construcción de las vías férreas, en fábricas— gente de Europa, Asia, América Latina, el Caribe y África. (A principios del siglo 20, un cuarto de la fuerza laboral explotada por el capital estadounidense se estaba compuesto de inmigrantes).
A lo largo de todo esto, el pueblo negro, los pueblos indígenas y los inmigrantes no blancos han padecido la opresión de la supremacía blanca — tratados como parias que nunca serán plenamente parte del llamado “pueblo estadounidense”.
Cuando las necesidades del capitalismo-imperialismo y la conservación de la supremacía blanca lo demandaban, a los inmigrantes los aterraban, vilificaban y les privaban de sus derechos — como a los chinos después de trabajar como esclavos en las vías férreas; a los japonés-americanos que encerraron en campos de concentración durante la II Guerra Mundial; o a los 1,3 millones de mexicanos que expulsaron de Estados Unidos durante la década de los 1950 después de haber sido la columna vertebral de la economía del suroeste desde la década de los 1920. Los negros trabajaron en sus campos como esclavos y luego como aparceros, y después en sus fábricas —los últimos contratados y primeros despedidos— solo para ser descartados en las últimas décadas cuando los capitalistas podían sacar más ganancias de la explotación de la gente en los países oprimidos alrededor del mundo.
Estados Unidos y otras potencias, principalmente del Occidente, se convirtieron en imperios imperialistas, sus tentáculos extendiéndose alrededor del planeta. El funcionamiento del capitalismo-imperialismo llevó a una enorme concentración de riqueza y poder en un puñado de países del Primer Mundo, y a una colosal pobreza, desplazamiento y opresión en los países del Tercer Mundo de Asia, África, América Latina y el Oriente Medio. Este sistema global de explotación y opresión, sus guerras, y el impacto acelerado del cambio climático han generado una enorme migración de millones de personas en busca de refugio y una manera de vivir.
Ante esto, los gobernantes de Estados Unidos (y aquellos de los demás potencias imperialistas occidentales) dependen cada vez más de la militarización de sus fronteras y la deportación en masa para proteger su orden opresivo y su control de la sociedad. Por eso es que, aún antes de que el régimen de Trump y Pence hubiera intensificado los ataques contra los inmigrantes a nuevas alturas fascistas de brutalidad, Obama había deportado a muchísimo más inmigrantes que sus predecesores, sin jamás dejar de hablar de “la seguridad de la frontera”.
¿Los muchísimos millones de personas que fueron esclavizadas, mutiladas, muertas o desplazadas por el capitalismo-imperialismo estadounidense, dentro o fuera de Estados Unidos, tenían ellas una decisión, una voz o un “voto” respecto a cualquier parte de eso?
¡En absoluto! Culpar a los inmigrantes de los problemas en Estados Unidos es como un violador culpando a la víctima — o en el caso de Estados Unidos, a los millones y millones de víctimas.
El ataque fascista de Trump contra los inmigrantes no es un repudio de la historia y valores de Estados Unidos, como les gusta decir a los demócratas y voceros de los medios de comunicación de este sistema. Es en realidad una concentración extrema de esa historia y de los “valores” de este sistema ahora llevados al nivel del fascismo y limpieza étnica descarados. El capitalismo y la supremacía blanca han sido inseparablemente entretejidos a lo largo de la historia de Estados Unidos hasta la fecha. La opresión de inmigrantes y las olas de refugiados son elementos esenciales del funcionamiento de este sistema.
Este es el Estados Unidos que Laura Ingraham y el resto de los fascistas —y sí, los demócratas también— conocen, adoran y quieren preservar, al mismo tiempo que tienen agudas diferencias entre sí sobre cómo hacerlo.
Consideren la manera en que la dirigencia del Partido Demócrata responde al desenfrenado ataque fascista contra los inmigrantes por parte del régimen de Trump y Pence. Plantean unas críticas contra las políticas de inmigración del régimen, pero desde el marco de “qué realmente va a reforzar la seguridad —o la fuerza— de Estados Unidos”. Se niegan a hacer que la embestida nazi de Trump y Pence contra los inmigrantes sea la línea divisoria moral y política que es. ¿Por qué? Porque el sistema que ellos también representan no puede prescindir de la supremacía blanca y el maltrato de inmigrantes, y cualquier esfuerzo serio en oposición a injusticias flagrantes, mucho menos esfuerzos para arrancarlas de raíz, desintegraría el opresivo tejido social de Estados Unidos. Por eso se centran, especialmente durante temporadas de elecciones, en “trabajos, la economía y el cuidado médico”.
En una palabra, en nombre del “realismo político”, están entrenando a millones de personas a ver las cosas por el prisma de los “intereses de Estados Unidos”, a reconciliarse con el racismo, la xenofobia y el fascismo, y a poner en primer lugar la vida de estadounidenses y su propio bienestar económico — mientras que se torturan a niños inmigrantes y se condenan a los padres migrantes a regresar a condiciones mortíferas.
Nada de esto es legítimo, ni mucho menos emancipador. Como ha dicho Bob Avakian (BA), el líder de la revolución y arquitecto del nuevo comunismo, “Los Estados Unidos de América tal como está constituido en la actualidad, o sus fronteras actuales, no tiene nada de sagrado para nosotros. Todo lo contrario”. (Lo Basico 3:20)
En breve, los horrores que tienen que soportar los inmigrantes y refugiados son intolerables y completamente innecesarios. A la gente NO se le debe forzar a vivir así — y no es necesario que vivan así. La Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, escrita por Bob Avakian, ofrece una visión panorámica y un plan concreto para una sociedad con una base económica y política fundamentalmente diferente. Una sociedad libertadora que se proponga superar las grandes divisiones que existen entre quienes trabajan en la esfera de las ideas y quienes principalmente hacen trabajos manuales, entre los hombres y las mujeres, y entre nacionalidades y religiones diferentes; que proteja los ecosistemas del planeta, y que pretenda avanzar la revolución mundial para poder arrancar de raíz toda la explotación y opresión con el fin de emancipar a la humanidad. Como parte de eso: “La Nueva República Socialista en América del Norte tiene la orientación de darle la bienvenida a los inmigrantes de todo el mundo quienes tengan un deseo sincero de contribuir a las metas y objetivos de esta República, según lo establecido en la presente Constitución y en las leyes y políticas que se establezcan y se promulguen en conformidad con la presente Constitución”. (De la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, Artículo II, Sección 3.H. Inmigrantes, ciudadanía y asilo).
La construcción de esa nueva sociedad revolucionaria es posible, pero SOLO a partir de haber derrocado este sistema y de haber desmantelado sus instituciones a través de una revolución real. Tenemos que construir el movimiento para esta revolución hoy mismo, para poder derrocar este sistema, en cuanto se hayan producido las condiciones para semejante lucha monumental e histórica. Este movimiento recibe con brazos abiertos a los inmigrantes, los refugiados y a todos los pueblos oprimidos — de hecho, es urgente que miles y luego millones de personas se unan a este movimiento.
Tenemos que Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución — movilizar a la gente para luchar a brazo partido hoy mismo para oponer resistencia y PARAR a estos feroces ataques contra los inmigrantes así como a otros ultrajes clave de este sistema. Como dice la declaración del Partido Comunista Revolucionario sobre la estrategia, CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución (CPG):
Es necesario que nos opongamos y desbaratemos a las maniobras de los poderes gobernantes para aislar, “cercar”, brutalizar, encarcelar en masa y reprimir de manera sanguinaria a las personas que llevan la vida más dura bajo el presente sistema y que más necesitan esta revolución. Es necesario que nosotros los “cerquemos” a ellos — al ver que nazca ola tras ola de personas que se levanten en decidida oposición al presente sistema.
Sin dejar de hacer eso, tenemos que elevar las aspiraciones de la gente hacia la revolución por medio de difundir amplia y extensamente la dirección pionera de BA, CPG, y el portal de revcom.us, y organizar en concreto a la gente para una revolución real. Al mismo tiempo tenemos que forjar unidad con una gran cantidad de personas que tendrán muchas perspectivas distintas y conseguir que se zafen de los confines mortales de la política normal —como la definen los republicanos y los demócratas— y expulsar al régimen fascista que peligra a la humanidad y a la Tierra misma.
Y con respecto al “debate” sobre quiénes son los “verdaderos estadounidenses”: ¡La gente tiene que DEJAR de pensar como estadounidenses y empezar a pensar en emancipar a la humanidad!
¡ALTO a la satanización, criminalización y deportación de los inmigrantes y a la militarización de la frontera!
Los inmigrantes son plenos seres humanos, y no “ilegales” o criminales para ser satanizados, aterrorizados, cazados, encarcelados y expulsados.
¡Revolución, y Nada Menos! ¡No es posible reformar este sistema, hay que derrocarlo!
Cientos de manifestantes protestan frente al Senado de Estados Unidos en contra las políticas inhumanas de la administración Trump de separar a los niños de sus padres inmigrantes, Washington, D.C., 28 de junio. (Foto: AP)
Ahora, a veces se ven a estos idiotas ahí, a estos rancheros y todo este tipo de cosa como Bush, que andan diciendo: “Ah, yo soy un hombre que lo logré todo solito, a mí nadie me dio nada, yo lo hice todo eso solito, yo logré el éxito solito”. Pues sí, lograste el éxito “tú solito”. Toda esa ropa que estás usando la hizo otra gente. Toda la maquinaria que utilizas, el rifle que tienes, lo hizo otra gente. Todo lo que tú tienes y usas está hecho por otra gente. Y ahorita estás explotando a inmigrantes mexicanos en tu rancho. Y estás parado sobre tierra que fue robada de los indígenas. Ah, pero tú lo lograste “tú solito”
Bob Avakian, Lo BAsico 1:16
Bob Avakian, “¿Por qué viene gente de todo el mundo?”
“¿Por qué viene gente de todo el mundo?”, corto de Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es, una charla filmada de Bob Avakian, dada en 2003 en Estados Unidos.
“Hacer que Estados Unidos vuelva a ser blanco” está en el núcleo de todo el programa fascista de Trump y Pence. Ven la “latinización” de Estados Unidos como una amenaza existencial al sistema del capitalismo-imperialismo, y pretenden llevar a cabo la limpieza étnica. El ataque contra los inmigrantes es un eje y ariete para imponer toda su agenda fascista.
El régimen de Trump y Pence está intensificando los arrestos y detenciones de manera agresiva: ICE realizó 37.734 arrestos no criminales en el año fiscal 2017, más del doble del año anterior. El número de inmigrantes detenidos en un día determinado en 2017 fue seis veces mayor que en 1994.
El régimen también está fomentando una atmósfera de terror, por lo que es extremadamente difícil, si no imposible, que los inmigrantes hagan las cosas normales de la vida cotidiana. Como señala la revista Atlantic, “Por medio de la privación y el miedo, el gobierno puede esencialmente expulsar del país a los inmigrantes indocumentados”.
Estos son solo unos pocos ejemplos recientes:
Privar a los niños de comida, medicina, calefacción. Un nuevo cambio de regla por parte de Trump y Pence lo haría casi imposible que obtengan tarjetas verdes los inmigrantes que actualmente reciben legalmente comida, vivienda y asistencia médica básicas. Sus hijos, que a menudo son ciudadanos nacidos en Estados Unidos, dependen de esta ayuda. Un millón de personas podrían verse afectadas en la Ciudad de Nueva York por sí sola.
Mentiras y trampas. ICE y los Servicios de Ciudadanía e Inmigración (CIS por las siglas en inglés) han conspirado para que inmigrantes casados con ciudadanos estadounidenses comparecieron para entrevistas, supuestamente en relación a su estado matrimonial, pero en realidad para arrestarlos y deportarlos.
Desgarrar a familias. Más de 500 de los 3.000 niños arrancados de sus padres permanecen encerrados. De esos 500, dos tercios son hijos de padres ya deportados, lo que significa que es posible que estos niños nunca vuelvan a ver a sus padres.
La tortura y el abuso. En un centro de detención en Virginia, a adolescentes inmigrantes tan jóvenes como 14 años les han amarrado a sillas y puesto bolsas sobre sus cabezas. A algunos les golpearon mientras estaban esposados y encerrados en aislamiento durante períodos prolongados, hasta dejados desnudos con escalofríos en celdas de concreto.
Detenciones crueles y arbitrarias. El 17 de agosto, agentes de ICE en San Bernardino, California, se llevaron esposado a Joel Arrona cuando condujo su automóvil en una estación de servicio. Estaba conduciendo a su esposa embarazada, María Venegas, al hospital para dar a luz a su hijo. Ella tuvo que conducir el resto del camino hasta el hospital ella misma.
***
Para más información (en inglés) sobre la guerra contra los inmigrantes, vea “The Trump/Pence Regime: Indicted for Terrorizing and Attacking Immigrants and Refugees”. Parte de una serie de imputaciones contra los crímenes del régimen en varios frentes, esta es una presentación concisa pero abarcadora de la evidencia de los horrores cometidos contra inmigrantes y refugiados. Nadie con una conciencia puede permanecer en silencio después de leer estas acusaciones, y difundirlas ampliamente puede tener un gran impacto en toda la sociedad.
from Rechazar el Fascismo (en inglés)
Los inmigrantes son plenos seres humanos, y no “ilegales” o criminales para ser satanizados, aterrorizados, cazados, encarcelados y expulsados.
Entre 1850 y 1900, los inmigrantes chinos fueron súper-explotados en las minas, los campos y los ferrocarriles, así como víctimas de brutal discriminación y represión, incluidas redadas de chusmas de linchamiento. Lea más
Revolución #557 22 de agosto de 2018
Los sauditas dicen que el autobús lleno de niños es un “blanco legítimo” — Estados Unidos miente al negar su responsabilidad
| Periódico Revolución | revcom.us
Actualización, 19 de agosto: ¡Usaron una bomba estadounidense!
¡Usaron una bomba hecha en Estados Unidos la que mató a 40 niños y a otros 11 yemeníes el 9 de agosto! La semana pasada, expertos en municiones y periodistas yemeníes encontraron fragmentos de la bomba, una bomba MK82 guiada por láser de 225 kilos fabricada por Lockheed Martin. La bomba había sido vendida a Arabia Saudita por conducto del Departamento de Estado de Estados Unidos.
El periodista yemení Ahmad Algohbary muestra una parte de la bomba fabricada por Estados Unidos que mató a 40 niños la semana pasada. (Foto: @AhmadAlgohbary/Twitter)
Los sauditas dicen que el autobús lleno de niños era un “blanco legítimo” — Estados Unidos miente al negar responsabilidad
La mañana del jueves 9 de agosto, un autobús lleno de niños regresaba de una excursión en Sada en el norte de Yemen. De repente, sin advertencia alguna, un avión de combate de Arabia Saudita lanzó un misil que obliteró el autobús. Partes de cuerpos quedaron desparramados por la calle llena de gente: ¡40 de los niños en el autobús masacrados y otros 56 heridos! El ataque también mató a otras 11 personas e hirió a 23 más.
¡Estados Unidos y Arabia Saudita tienen las manos manchadas de la sangre de estos niños yemenís, y de decenas de miles de otros niños yemeníes muertos por las bombas y por el hambre y las enfermedades engendrados por esta guerra!
Esta masacre no es una rara excepción, un error: ¡así es la guerra de Arabia Saudita con el aval de Estados Unidos! Atacan civiles a propósito; bombardean bodas, fábricas, mezquitas y escuelas, matando al menos 10.000 yemenitas, posiblemente el doble o cuádruplo de esa cifra. Y usan a propósito el hambre y las enfermedades como armas de guerra —bombardeando hospitales, clínicas, mercados… hasta granjas y pescadores— e impiden o bloquean envíos de alimentos, combustible y medicina.
Arabia Saudita libra esta guerra con aviones estadounidenses, bombas estadounidenses, inteligencia estadounidense, logística estadounidense, y apoyo político estadounidense. Y soldados estadounidenses también han participado directamente en la guerra en Yemen. Es una matanza de alta tecnología desde el aire, ¡y sería ABSOLUTAMENTE IMPOSIBLE que Arabia Saudita libre esta guerra sin el respaldo y participación directa de Estados Unidos!
“Los misiles que nos matan, hechos en USA”, le dijo un yemení a PBS. “Los aviones que nos matan, hechos en USA. Los tanques, Abrams, hechos en USA. Usted me pregunta: ‘¿Dónde está Estados Unidos [en esta guerra]?’ Es Estados Unidos de cabo a rabo”.
El resultado: 8,4 millones de yemeníes al borde de la inanición, 20 de sus 28 millones de habitantes requieren asistencia humanitaria, y el año pasado Yemen sufrió la peor epidemia de cólera en la historia. Ahora, Arabia Saudita, respaldada por Estados Unidos, ha intensificado la guerra, incluida una ofensiva contra el puerto por donde entra buena parte de la ayuda que recibe Yemen, cual ofensiva amenaza a la población de ese país con horrores aún peores: 10 millones más de yemeníes podrían sufrir de hambruna y enfrentarse con la muerte; millones más podrían correr el riesgo de contagiar cólera.
Esta es una guerra que afecta más duro a los niños: cada día que persiste mueren 130 niños de hambre o enfermedades curables. En dos años (2016-2017) en Yemen, 113.000 niños murieron de hambre o enfermedades prevenibles. UNICEF ha dicho que es una “cruel guerra contra niños”1.
Inmediatamente, Arabia Saudita se puso a vomitar mentiras — de que el misil se dirigió a un blanco legítimo, un lanza-cohetes. El ataque dio en un mercado lleno de gente sin ninguna instalación militar cerca. Los sauditas alegan que se están usando a los niños como “escudos humanos” en esta guerra. ¿O sea que ahora los aproximadamente 12 millones de niños menores de 15 años serán blancos?
Los funcionarios militares de Estados Unidos dicen que no tienen idea de si fuerzas armadas yanquis ayudaron a reabastecer de combustible a los aviones sauditas o si les suministraron las bombas usadas en este brutal crimen de guerra. El Pentágono afirma que no mantiene un registro de tales detalles. Es como si los nazis dijeran: “Nosotros solo metimos a los judiós en los vagones, no tenemos idea de adónde terminan”.
Mientras tanto, el Departamento de Estado yanqui se niega a condenar, ni siquiera criticar, la masacre saudí — un indicio claro de respaldo estadounidense oficial.
Reflexionen sobre esos 96 niños al otro lado del mundo: 96 niños muertos, mutilados, sangrando, heridos. ¿Qué tipo de sistema masacra e impone hambruna y enfermedades a niños deliberadamente? El capitalismo-imperialismo de Estados Unidos, ese es el tipo de sistema.
Por más de tres años, primero bajo Obama y ahora con una escalación bajo Trump y Pence, Estados Unidos ha respaldado la guerra de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos para aplastar al movimiento hutí (que representa a fuerzas reaccionarias y anticuadas en Yemen). Lo han hecho para fortalecer Arabia Saudita y reforzar su control sobre Yemen (en la punta estratégica de la Península Arábiga), bloquear la influencia iraní, y mantener el yugo yanqui sobre todo el Medio Oriente.
Dominar esta región, que conecta Asia, África y Europa y tiene vastas reservas de petróleo, es crucial para la dominación global de Estados Unidos. Henry Kissinger, criminal de guerra y antiguo oficial de Nixon, escribió que la prosperidad del Occidente tras la Segunda Guerra Mundial se ha basado en el petróleo barato del Medio Oriente. Arabia Saudita, el grifo petrolero principal del mundo y una de las tiranías medievales más opresivas del mundo, es una pieza clave en esta dominación.
Sin dominar el mundo, y el Medio Oriente en particular, Estados Unidos no sería el imperio que es hoy. La riqueza y los recursos acumulados por el Estados Unidos capitalista-imperialista fueron sacados de la esclavitud y el robo de tierras en América del Norte, y luego de la implacable dominación económica, política y militar de las masas populares en todo el mundo. Esto es lo que hace posible que los gobernantes les entreguen parte del botín —el nivel de vida— a gente en Estados Unidos. Para mantener todo esto, los gobernantes imperialistas de Estados Unidos —demócratas y republicanos— se ven obligados a respaldar o cometer crímenes masivos y bárbaros como la matanza de niños inocentes en Yemen. NECESITAN cometer estas atrocidades para mantener en funcionamiento todo su sistema.
Nadie con una pisca de humanidad puede guardar silencio ante estos crímenes intolerables, ni mucho menos dar pretextos o celebrarlos. En vez, la gente de consciencia debería desear que los gobernantes de Estados Unidos fracasen en esta barbaridad. Y muchísima gente más deben esforzarse enérgicamente hoy para impulsar un movimiento para una revolución real, para que llegue el día cuando sea posible derrocar este imperio que ha sido y sigue siendo responsable de muchos millones de muertes y tanto sufrimiento.
¡ALTO a las guerras de imperio, ejércitos de ocupación y crímenes contra la humanidad!
1. Ver, “De las fauces de Estados Unidos chorrea la sangre de los ninos de Yemen: La guerra de la cual no estas enterado” en revcom.us. [regresa]
Los intereses, objetivos y grandes planes de los imperialistas no corresponden a nuestros intereses — no corresponden a los intereses de la gran mayoría de la población en Estados Unidos ni de la abrumadora mayoría de la humanidad. Hay que entender las dificultades en que se han metido los imperialistas en aras de sus intereses, y hay que responder a ellas, pero no desde su punto de vista y sus intereses sino desde el punto de vista de la gran mayoría de la humanidad y de la necesidad básica y urgente de un mundo diferente y mejor, de otro camino.
Bob Avakian, Lo BAsico 3:8
Los restos del autobús que estaba lleno de niños al ser destruido por un misil saudita. Foto: AP
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Revolución #557 22 de agosto de 2018
Para descargar la obra completa en español, haga clic aquí.
Nota de la redacción: A continuación presentamos un pasaje de la nueva obra de Bob Avakian, El Nuevo Comunismo. Aparte de los pasajes que ya se han posteado en revcom.us, de cuando en cuando publicaremos otros pasajes en revcom.us y en el periódico Revolución. Que estos pasajes sirvan para alentar e inspirar el mayor estudio de la obra en su conjunto, la que está disponible en su totalidad en español aquí, y está a la venta en forma de libro en inglés de Insight Press.
Este pasaje es de la sección titulada “Tercera parte. El enfoque estratégico de una revolución real”.
Adentrémonos más en el enfoque estratégico de la revolución. ¿Cuáles son las principales fuerzas para la revolución, y cuáles son los otros grupos en la sociedad de los que es necesario ganar grandes cantidades de gente, o bien a participar activamente, o a apoyarla, o al menos a asumir una posición de “neutralidad amistosa” hacia la revolución (o sea, al menos no oponérsele)? Obviamente, esto tiene relación con el punto que yo recalcaba antes, de no terminar en un cerco, rodeado y aplastado. ¿Cuáles son las contradicciones cruciales las que hay que enfrentar —donde hace falta transformar la necesidad en libertad e iniciativa para las fuerzas revolucionarias, de maneras significativas— para crear la base para ponerlo todo en juego con una verdadera oportunidad de ganar?
Primero, es importante reconocer que la revolución no se puede hacer y no se hará simplemente difundiendo la idea de la revolución por ahí, y quizás recibiendo algunas respuestas positivas. (Oye, ¡dale un Me gusta en Facebook!... ¡Tuitea un mensaje a favor de la revolución!) Sí, es muy importante propagar que se necesita la revolución, de forma viva y convincente; pero hay que enfatizar lo siguiente: que acumular fuerzas organizadas para la revolución es, y tiene que ser, un objetivo central en los preparativos para una revolución real; y el que se hagan avances reales o no en la acumulación de tales fuerzas organizadas es un indicador fundamental del progreso —o de la falta de progreso— en la construcción del movimiento para una revolución real. Aquí podemos tomar algo de Marx y adaptarlo para esta cuestión: ¡Acumulad, acumulad, acumulad! — ¡Acumulad más y más capital! —dijo Marx— es el Moisés y los profetas para la burguesía. Bueno, podemos decir que para la revolución proletaria, un mandamiento y guía crucial tiene que ser: ¡Acumulad, acumulad, acumulad! — ¡Acumulad fuerzas organizadas para esta revolución!
Y, no se trata de solo acumular por acá, lejos en algún rincón. Podríamos decirlo así: Acumular, impactar; acumular más, impactar más; acumular aún más... y así sucesivamente — a la vez que tomamos en cuenta el panorama más amplio de lo que sucede en el mundo en su conjunto, como se indica al comienzo de la Segunda parte de Hacer la revolución y emancipar a la humanidad. ¿Qué quiero decir por acumular, impactar? Que cuando tenemos fuerzas organizadas, podemos tener un impacto mayor en las situaciones políticas y en el terreno político en general. Para mencionar un ejemplo importante pero de una escala relativamente pequeña, en comparación con la sociedad en general: imaginen que en los levantamientos en Ferguson o en Baltimore, hubiese habido una fuerza organizada de comunistas revolucionarios de solamente cien personas con la capacidad de entrar en escena, propagar ese programa y organizar gente en torno a ese programa en medio del levantamiento — piensen en cómo se podría cambiar todas las dinámicas en esa situación. En cambio, si solo tenemos a unas pocas personas allí, aunque hagan un muy buen trabajo, la capacidad para impactar esa situación va a ser mucho más limitada. Bien, aun así hay que intentar impactar la situación al máximo grado — y para hacerlo, una de las cosas que tenemos que hacer es llegar a ser muy buenos al hacer la agitación, que es algo que realmente tenemos que fortalecer y desarrollar. Pero imaginen si se pudiera tener un mayor impacto en situaciones como esta.
Veía la CNN cuando Don Lemon entrevistaba a una persona en la calle después de la masacre de unas personas negras en esa iglesia de Carolina del Sur. Bueno, alguien representó así a Don Lemon, y creo que realmente captura algo sobre el papel que él desempeña: “Soy Don Lemon — en realidad no soy un hombre negro, pero a veces interpreto uno en televisión”. Eso capta un aspecto importante del papel que él juega como títere de los de arriba. Pero, en todo caso, Don Lemon entrevistaba a una persona, jugando su típico papel de Tío Tom [vendido], y una mujer negra se acercó detrás de él y empezó a gritar; estaban en vivo así que les costaba cortarlo, les tomó un tiempo cortarlo. Ella gritaba: “Hable de la ira, Don. No hable del perdón, hable de la ira, hable de la ira, Don. Obama también es un Tío Tom, Don. Dígales que Obama también es un Tío Tom. Hable de la ira. ¿Está hablando de la ira, Don? Pues, Don, usted es un Tío Tom”. Bueno, es una sola mujer parada detrás de él. Imaginen si hubiera cien personas, que no dicen exactamente lo que esa mujer decía pero impactan aún más la situación con una agitación convincente basada en una comprensión comunista revolucionaria. Pues, eso lo cambia todo. Cambia todo el terreno — incluso con ese número de fuerzas organizadas, cambia todo el terreno. Y de ahí cada fuerza en la sociedad tiene que reaccionar de manera diferente.
Piensen también en lo siguiente: cada vez que las masas se levantan hoy día, se da una situación en la que —allí vienen otra vez— están esos “líderes comunitarios”, que son una versión actualizada de lo que la clase dominante y sus voceros solían llamar “Líderes negros responsables”. La clase dominante los moviliza: figuras religiosas de varios tipos (no todas, pero un número demasiado grande de ellas), supuestos líderes comunitarios y otros, entre ellos algunos que dicen estar del lado del pueblo — que salen en las situaciones cuando la gente está furiosa, está en la calle y le hacen frente a la policía, y luego estas fuerzas se forman, se toman de los brazos y se paran de cara a la gente. Imaginen que hubiera una fuerza de solamente unas 30 personas en esa situación que saliera a decir: “¡Malditos cabrones, están parados de cara al lado equivocado! Si ustedes supuestamente están con el pueblo, deberían formarse contra los cerdos policías. Ellos son los que maltratan al pueblo. ¡Dense vuelta y enfrenten a los cerdos policías!” Se cambiarían los términos — y los Don Lemon de verdad tendrían que “¡irse a comerciales!”. Se incide en el terreno con la presencia de fuerzas organizadas unidas bajo una línea revolucionaria. Hasta en una situación como esa, esto saldría al mundo, especialmente en la actual era del Internet. Se difunde por todos lados. Y luego la gente querrá saber: ¿Quiénes son esas fuerzas que hicieron eso? ¿Quiénes son esas fuerzas que estuvieron del lado del pueblo y se pararon entre la policía y la gente, de cara a la policía, y no permitieron que la policía atacara a la gente? ¿Quiénes son esas personas, que mientras hacían eso, decían: “Hacemos esto por la revolución, para eliminar la brutalidad y asesinato policial y demás mierda que la gente vive en Estados Unidos y en todo el mundo”? Fíjese, cuando hay fuerzas organizadas actuando así, eso impacta en serio la situación, y luego atraen a más fuerzas. No se trata de que todos se unan a la revolución de inmediato ni de que hay que incorporarlos de lleno en las filas de la revolución de inmediato, antes de que siquiera tengan la oportunidad de adquirir una comprensión básica de lo que se trata esta revolución. Tiene que haber trabajo y lucha. Pero así es posible poner en marcha una dinámica en la que las fuerzas de la revolución están creciendo, están desplegando las fuerzas organizadas para la revolución de una manera que impacte significativamente la sociedad y atraiga a la gente a la revolución, y que por medio de lucha están acumulando más fuerzas organizadas… y de ahí es posible hacer más para incidir en la situación, otra vez por medio de mucha lucha. Esta es la dinámica que tenemos que hacer avanzar pero, para repetir, sin bajar nuestra vista solo a esa dinámica, sino ver el mundo entero y cómo influenciamos el mundo entero hacia la meta de la revolución. Pero por eso tenemos que trabajar en serio para acumular fuerzas organizadas para la revolución y desplegar esas fuerzas para impactar el terreno, y acumular e impactar más, sin abordar eso de una manera limitada y lineal (como si todo nada más marchara hacia adelante, de un avance a otro, en una simple línea recta, saliendo directamente de lo que hacemos).
Esta es la base correcta de lo que señala “Sobre la estrategia para la revolución”, y para entender correctamente lo que señala “Sobre la estrategia para la revolución”, acerca de los “miles” y su relación con los “millones” de personas. No se trata simplemente de una noción vaga de “miles de personas” que le den alguna señal de aprobación a la idea de la revolución (o que inclusive tengan mucho entusiasmo al respecto). Si hablamos de dirigir a millones de personas, hace falta una fuerza organizada de miles de personas, un creciente número de miles de personas, que cuenten con la orientación, organización, entrenamiento y dirección para ser una verdadera fuerza y polo de atracción revolucionario — y no una amorfa nube de electrones que flotan por ahí sin ningún núcleo sólido real.
Introducción y orientación
Víctimas necias del engaño ajeno y propio
Primera parte. Método y enfoque, el comunismo como una ciencia
El materialismo versus el idealismo
Materialismo dialéctico
Con cuál modo de producción
Las contradicciones y dinámicas básicas del capitalismo
La nueva síntesis del comunismo
La base para una revolución
La epistemología y la moral, la verdad objetiva y necedades relativistas
El yo y un enfoque "consumista" de las ideas
¿De qué se tratará tu vida? — Elevar la vista de la gente
Segunda parte. El socialismo y el avance al comunismo:
Un mundo radicalmente diferente que podría haber, un camino hacia la verdadera emancipación
Las "4 Todas"
Más allá del estrecho horizonte del derecho burgués
El socialismo como un sistema económico y un sistema político — y una transición al comunismo
El internacionalismo
Abundancia, revolución y el avance al comunismo — Un análisis materialista dialéctico
La importancia del "concepto del paracaídas" — En este mero momento, y aún más a raíz de una revolución real
La Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte —
Núcleo sólido con mucha elasticidad basada en el núcleo sólido
Emancipadores de la humanidad
Tercera parte. El enfoque estratégico de una revolución real
Un solo enfoque estratégico general
Acelerar mientras se aguarda
Fuerzas para la revolución
La separación entre el movimiento comunista y el movimiento laboral, fuerzas impulsoras para una revolución
Liberación nacional y revolución proletaria
La importancia estratégica de la lucha por la emancipación de las mujeres
El Frente Unido bajo la Dirección del Proletariado
La juventud, los estudiantes y la intelectualidad
La lucha contra los modos de pensar pequeño burgueses, al mantener la orientación estratégica correcta
Los "dos máximos"
Los "5 Altos"
Las dos piedras angulares
De nuevo “Sobre la posibilidad de la revolución”
El internacionalismo — El derrotismo revolucionario
El internacionalismo y una dimensión internacional
El internacionalismo — Forjar otro camino
La popularización de la estrategia
Orientación fundamental
Cuarta parte. La dirección que necesitamos
El papel decisivo de la dirección
Un núcleo dirigente de intelectuales — y las contradicciones que esto supone
Una "pirámide" de otro tipo
La Revolución Cultural al interior del PCR
Es necesario que los comunistas sean comunistas
Una relación fundamentalmente antagónica — y las implicaciones cruciales de eso
El fortalecimiento del Partido — de manera cualitativa así como cuantitativa
Formas de organización revolucionaria, y el "Ohio"
Estadistas, y comandantes estratégicos
Métodos de dirección, la ciencia y el "arte" de dirigir
Trabajar desde "Sobre la posibilidad" hacia atrás —
Otra aplicación del "núcleo sólido con mucha elasticidad basada en el núcleo sólido"
Revolución #557 22 de agosto de 2018
Pasaje de CIENCIA Y REVOLUCIÓN, Sobre la importancia de la ciencia y la aplicación de la ciencia a la sociedad, la nueva síntesis del comunismo y la dirección de Bob Avakian, Una entrevista a Ardea Skybreak
18 de marzo de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
En la primera parte de 2015, durante varios días, Revolución le hizo una amplia entrevista a Ardea Skybreak, una científica con formación profesional en ecología y biología evolutiva y una defensora de la nueva síntesis del comunismo desarrollada por Bob Avakian. Skybreak es la autora de los libros, entre otras obras, La ciencia de la evolución y el mito del creacionismo: Saber qué es real y por qué importa y De pasos primitivos y saltos futuros, Un ensayo sobre el surgimiento de los seres humanos, la fuente de la opresión de la mujer y el camino a la emancipación. Esta entrevista salió por primera vez en inglés y luego en español en revcom.us
El siguiente pasaje de la entrevista, “Un estadista comunista, en representación de la dirección comunista”, es un texto que “urge leer y repasar” para todos aquellos que se interesan en hacer una revolución y hacer nacer un mundo radicalmente diferente y mucho mejor.
Pregunta: Creo que eso es un punto muy importante, que se relaciona con algo que dijiste hace un minuto, de que en ese Diálogo1, a tu parecer impactaba la calidad de estadista de BA. Explícanoslo un poco más, por favor, ya que es un punto muy importante, y anteriormente dijiste que te dio la impresión, al presenciar ese Diálogo, al experimentarlo, de que éste es el líder de la revolución, éste es alguien capaz de dirigir la sociedad futura. A ver si quieres hablar un poco más al respecto.
AS: Efectivamente, entre otras razones me impactó el aspecto del estadista, también, porque creo que vivimos en un período complicado, que hay muchos retos en este período para hacer avances concretos en la lucha revolucionaria, manejar la lucha concreta — últimamente se da una expresión de “luchar contra el poder, y transformar el pueblo, para la revolución” tal como lo que no se ha visto desde hace un tiempo, en particular en torno a los asesinatos por policías. Mira, BA dirige el trabajo del Partido Comunista Revolucionario, y estoy segura de que no hay ninguna iniciativa del Partido Comunista Revolucionario que no lleve el sello de la dirección de BA y de la máxima dirección del partido, respecto a la manera en que se desenvuelve. Como se ve en la diversidad de temas que este partido trata, y como se refleja en la página web revcom.us, hay muchas contradicciones muy difíciles a las que hay que hacer frente. Y eso sólo da un pequeño vistazo de lo que abarca dicha dirección.
Creo que la mayoría de la gente no tiene ni la menor idea de lo que se trata la dirección revolucionaria. Mucha gente piensa que un líder de la revolución es una especie de líder “activista”, como el que dirige una manifestación, lo que yo califico de dirección táctica. Pero, la dirección revolucionaria general no simplemente dirige lo táctico. Claro que se necesita dirección táctica en varias dimensiones, pues no quisiera despreciarla. Hace mucha falta el tipo de persona que hable por altoparlante durante una manifestación, por ejemplo, y ayuda a los presentes a entender mejor para qué luchan, y los dirige, aun tácticamente, en las calles, por ejemplo durante una protesta. Al mismo tiempo, hay que reconocer un punto importante, de que el líder de una revolución, el líder de una nueva sociedad, tiene que ser un estadista en todas las esferas, y tiene que ser más bien un comandante estratégico de la revolución en conjunto. Recientemente se planteó una formulación de que un líder comunista —no sólo la dirección máxima, sino cada uno de los comunistas revolucionarios— tiene que considerarse y luchar para ser un líder estratégico de la revolución, “un comandante estratégico de la revolución, y no solamente un líder táctico, y no solamente un filósofo estratégico”. Eso es muy importante. En otras palabras, si uno va a dirigir una revolución, dirigir la conquista del poder estatal y ser líder de una nueva sociedad —lo que quiero decir por estadista—, tiene que reconocer plenamente y forcejear con la complejidad del proyecto y sus muchos niveles y capas diferentes, y las muchas contradicciones diferentes entre las personas. Habrá que bregar con el hecho de no tener una libertad total en un momento dado, pero de tratar de mover las cosas en cierta dirección. Uno trata de mantenerse fiel a sus principios y promoverlos abiertamente, pero al mismo tiempo las personas a las que uno dirige muchas veces no entienden, por lo menos no captan con nada de profundidad, lo que uno plantea al dirigirlas, o que tienden a distorsionar lo que uno plantea por no entenderlo bien o por la influencia de otros programas, otros puntos de vista y otros métodos.
Por lo que la dirección estratégica es una tarea sumamente compleja, y en parte por esa razón tantos científicos naturales tampoco tienen idea al abordar transformaciones sociales, como mencioné anteriormente, y ¡de repente se les olvida todo, al parecer, que habían aprendido jamás sobre métodos científicos básicos! También eso se debe a que muchas personas tienen una idea completamente equivocada de lo que efectivamente constituye dirección general en el campo social, especialmente en lo que concierne al cambio revolucionario. Una buena parte del tiempo creen, al parecer, que un líder político es simplemente una persona con un altoparlante en una manifestación. Pero eso es dirección táctica, no es dirección del tipo comandante estratégico general capaz de guiar una transformación radical general concreta de toda la sociedad por medio de hacer una revolución y construir una sociedad de tipo completamente nuevo sobre la base de una economía fundamentalmente diferente, con todo en el cual eso encierre. La dirección multifacética de ese tipo es una tarea mucho más compleja, y la mayoría de las personas hoy francamente tiene poca o ninguna idea de lo que abarca.
También hay una cuestión de públicos — se podría decir que hay muchos públicos diferentes. Uno no puede ser representante de todas las personas. En realidad uno está tratando de satisfacer los intereses objetivos del proletariado internacional, por lo que quiere decir que —no es cuestión de un proletario individual— existe una clase internacional de personas por todo el mundo que no son propietarios de los medios de producción, que no tienen ninguna posibilidad de manejar la sociedad bajo este sistema, que en realidad sólo pueden venderse a sí mismos, en pocas palabras, bajo este sistema capitalista imperialista. Conviene más a sus intereses —sépanlo o no los proletarios individuales— como una clase, le conviene más que a cualquier otra clase avanzar en el camino hacia el comunismo y superar todas esas diferencias de clase y relaciones de explotación y opresión. Pero ¿ésta será la única clase que participe en este proceso? No. La clase dominante capitalista imperialista es un segmento muy pequeño de la sociedad mundial, o de cualquier sociedad determinada, pero efectivamente existen todas esas otras fuerzas que tienen un pie plantado en un sistema al mismo tiempo que quizás el otro pie aspire a algo mejor. Esas capas “intermediarias” tienden a no tomar una posición muy firme, ¡tienden a dar la vuelta de una posición a otra en cualquier día dado! Encima de eso no se le da preparación científica a casi nadie, por lo que casi nadie intenta aplicar ningún tipo de método sistemático y riguroso para tratar con los problemas. Por lo que la gente sostiene toda una gama de ideas y emprende toda una gama de acciones. Bob Avakian ha hablado del reto de “ir al borde de ser descuartizado”, con respecto a llegar a la toma revolucionaria del poder estatal, así como a construir una nueva sociedad — habrá personas de tantos tipos distintos que vayan en diferentes direcciones, con ideas diferentes y opuestas, etc.
Por otra razón hace falta la ciencia. ¿Cómo vamos a saber qué es lo mejor para la sociedad? ¿Cómo vamos a saber qué es lo mejor para la mayoría de la humanidad? Los capitalistas imperialistas proceden a base de qué es mejor para su sistema. No se trata simplemente de la avaricia de corporaciones nada más. Va mucho más allá de eso. Tienen un sistema que mantener, un sistema basado en las ganancias, y podríamos hablar sobre la contradicción fundamental del capitalismo-imperialismo, quizás valga la pena tocarlo un poco. Pues lo importante es que ellos tratan de mantener a flote su sistema, pero no entienden — ni siquiera los que manejan esta sociedad muchas veces conocen las leyes subyacentes de su propio sistema. Pero si proponemos engendrar una sociedad de un tipo completamente nuevo, que satisfaga más plenamente los intereses y necesidades objetivos de la inmensa mayoría de la humanidad, tenemos mucho trabajo que hacer, tenemos que combatir muchas ideas equivocadas y anticientíficas y muchos prejuicios. Tenemos que lidiar con esa diversidad de puntos de vista y opiniones y todas las diferentes direcciones en las que las personas se inclinan, y al mismo tiempo no soltar las riendas del mismo proceso. He aquí el papel del comandante estratégico. Si tenemos confianza en nuestro enfoque científico, podemos decir con bastante certeza que es posible determinar qué beneficia a los intereses objetivos de la mayoría de la humanidad, y qué se requiere para avanzar por ese rumbo. Es como si uno montara a caballo. Sujeta las riendas en las manos, pues no va a permitir que el caballo corra por donde se le dé la gana — siendo el caballo en este caso el proceso, y no el pueblo, sino el proceso, me entiendes, el proceso revolucionario. Pero si el jinete le aprieta mucho las riendas al caballo, y le jala mucho la cabeza, el freno le corta la boca, y si no le afloja las riendas, pues ese caballo va a pararse en seco, o corcovear, sea como sea no va a ser parte de avanzar libremente y hacer avanzar el proceso.
Por lo que siempre se da una tensión —se necesita, como lo ha recalcado Bob Avakian, “mucha elasticidad, sobre la base del núcleo sólido” no simplemente porque las capas medias van a “corcovear” y causarnos problemas, como algunas personas sostienen erróneamente, de que van a estar resentidas, de modo que habrá que darles un hueso de vez en cuando, para que no se nos opongan. ¡No! Esa actitud sería asquerosa. La verdadera razón por la que hay que tener integrada y permitir cierta elasticidad genuina, sobre la base del núcleo sólido, es porque la sociedad la necesita, el proceso la necesita. El mismo proceso revolucionario necesita respirar, la sociedad revolucionaria necesita respirar, al contrario no servirá para nada. El proceso de llegar a la conquista revolucionaria del poder estatal, así como de ahí el proceso de construir una nueva sociedad, necesitan respirar. Si tratamos de controlarlo todo apretando mucho, con mucha rigidez —aunque por casualidad tengamos la razón en lo que hacemos en un momento dado— si apretamos mucho y aplicamos mucho control, pues el proceso lisa y llanamente servirá para desmoralizar y decepcionar a la gente, y no prepararemos a las personas con las herramientas científicas para que determinen y forjen el proceso por su cuenta, y terminaremos con una sociedad represiva, una sociedad rígida y un proceso rígido.
Bob Avakian capta eso muy bien, porque es un científico lo suficientemente bueno como para entender la tensión material que existe, objetivamente, entre lo que se llama el núcleo sólido, la certeza, los elementos de los cuales se puede estar seguro, con respecto a lo que está mal en la sociedad actual y lo que hace falta en una sociedad futura para beneficiar a la humanidad, al mismo tiempo que entiende la necesidad de guiar el proceso de manera que abarque e incorpore la diversidad más amplia posible de ideas y enfoques de diferentes capas populares en la sociedad.
No sé si lo explico con suficiente claridad, pero él sí lo ha expresado muy bien en muchos de sus escritos y discursos, y yo recomiendo que las personas se adentren en este aspecto general del núcleo sólido con mucha elasticidad sobre la base del núcleo sólido. Es muy importante captar esa última parte — sobre la base del núcleo sólido. No es posible dar con la elasticidad apropiada sin contar con el núcleo sólido. No queramos terminar como el que trata de poner orden en una jaula de grillos, en que todo y todos vaya cada quien por su lado. Sí hace falta un núcleo sólido. De hecho, entre más captemos bien, captemos científica y rigurosamente, ese núcleo sólido, esa teoría científica central, ese conocimiento y experiencia acumulados centrales y esa certeza central, más sería posible desencadenar y alentar efectivamente la elasticidad e iniciativa amplias en la población, tanto en el proceso revolucionario actual como en la sociedad socialista futura, también en relación con el tipo de disentimiento y efervescencia social amplia que sea capaz de contribuir activamente al avance de la sociedad en una dirección positiva.
Pregunta: Algo que se planteó en lo que decías es que existe una unidad, existe una conexión entre lo que dices sobre el enfoque del núcleo sólido con mucha elasticidad, en el proceso de hacer la revolución para llegar a una sociedad futura rumbo al comunismo, así como de ahí en esa misma sociedad futura — existe una conexión entre ese enfoque durante todo el proceso de hacer la revolución y llegar al comunismo y tu comentario de que ese Diálogo daba una idea de BA como líder de una sociedad futura. También el comentario que hiciste anteriormente, de ¿por qué BA iba a hacer ese Diálogo con Cornel West, si no aplicara y pusiera ese ejemplo de ese enfoque de núcleo sólido con mucha elasticidad? De ahí yo quería que exploráramos más el hecho de que BA, en ese Diálogo y en el conjunto de su obra, no se muerde la lengua, pone las cartas sobre la mesa respecto a su conocimiento de la ciencia y de la realidad, no intenta esquivar o suavizar los desacuerdos, ni con Cornel West, al mismo tiempo que reconoce muchísimo la unidad que tienen, y la unidad que hay que forjar ampliamente. Su enfoque es que una persona como Cornel West — tiene muchas observaciones buenas, puede contribuir mucho a todo ese proceso revolucionario, al mismo tiempo que ellos muy claramente expresan sus diferencias. Por lo que, ¿quieres decir más sobre la aplicación del núcleo sólido con mucha elasticidad por BA en su manera de relacionarse con Cornel West en este Diálogo?
AS: Bueno, creo que se ve la aplicación y el ejemplo del “núcleo sólido con mucha elasticidad sobre la base del núcleo sólido” en lo que BA hace, tanto con relación a Cornel West por un lado, y también, como yo decía antes, con relación al público —o los públicos, en plural, porque ese público representaba muchas diferentes capas sociales y diferentes puntos de vista— y lo que se ve es, se ve la certeza basada en experiencia y conocimiento. Miremos las ciencias naturales: si surgiera alguien que es el más avanzado en su campo de la ciencia, o en un desarrollo particular de las ciencias naturales, en un momento dado —alguien quien es muy avanzado y muy visionario y que efectivamente así desempeñe un papel dirigente— sería ridículo que saliera y fingiera no saber lo que sí sabe, o que no luchara con las personas, que no les ofreciera la evidencia que ha acumulado y analizado, durante décadas, concretamente en este caso. ¿Verdad? Así que al mismo tiempo que él trabaja con Cornel West, no se muerde la lengua porque, en primer lugar, él respeta a las personas tanto que no les rinde pleitesía, no les es condescendiente, no finge no saber lo que sí sabe. Las únicas personas a las que no respeta son los explotadores y opresores a la cima de la sociedad. Pero respeta a las personas, hasta a las personas que quizá tengan desacuerdos con él en sentidos importantes, tanto como para ser honesto y explorar las diferencias con principios e integridad en vez de ser condescendiente o rendirles pleitesía o fingir estar de acuerdo más de lo que sí está.
Él va a decir las cosas por su nombre. Va a decirle a la gente, también al público... sabe que ese público guarda muchos diferentes puntos de vista e ideas erróneas las que son perjudiciales, en su opinión. Como muchas de esas ideas religiosas que impiden que las personas conozcan la realidad tal como es en concreto, y que reconozcan cómo podría cambiarse. Su posición definitivamente no es neutral — sobre la religión, él no dice sin más ni más, miren, por ahí no voy, pero no importa pues todo está bien, ándenle, a creer lo que se les dé la gana. No lo dice, para nada. Al contrario, en serio él lucha con el público, va directo al grano — les dice, tienen que abandonar algo de esas cosas religiosas, porque en realidad hacen daño; nublan su conocimiento de la realidad tal como es; y por lo tanto, en los hechos hacen que cueste trabajo vislumbrar el camino adelante y averiguar cómo transformar la sociedad en una dirección positiva. Pues ¡que lo dejen! Él lo dice a un público de personas que son, en su mayoría, religiosas, especialmente entre las más oprimidas — las mismas personas que son más importantes para el proceso revolucionario y que más necesitan activarse para emprender ese proceso. Él tiene suficiente respeto y suficiente confianza estratégica en las personas, como para decir las cosas por su nombre.
Ahora bien, en la situación en que trabaja con Cornel, trabaja con un intelectual desarrollado que también tiene mucha experiencia en la vida, que por su cuenta ha estudiado muchas diferentes cosas y analizado muchas diferentes filosofías. BA respeta también ese proceso. Pero no obstante va a decir las cosas por su nombre, y va a poner la evidencia. ¿Qué es lo que la Biblia dice, de verdad? ¿Qué es el papel de la religión? ¡A discutir se ha dicho!
Algunas personas quizá digan, Pues yo no necesito escuchar todo eso, porque yo ya no creo en Dios. Pues sí, necesitas escuchar todo eso, y ¿sabes por qué? Porque una u otra religión influencia profundamente a miles de millones de personas en el planeta, y éstas perciben toda la realidad a través del prisma, del lente, de su religión particular. Eso es el marco, es el marco teórico, se podría decir, que aplican la mayoría de las personas en este planeta para conocer el mundo, y lo que tiene de malo, y lo que se podría o no se podría hacer al respecto. La religión es una cuestión muy grande, en Estados Unidos y por todo el mundo. Por lo que Bob Avakian, por un lado, en el Diálogo, lucha con Cornel, pero con un buen método, un buen método cálido, porque son dos personas que sí se respetan uno al otro, y sí se estiman uno al otro, pero que simplemente van a decir honestamente uno al otro y a los públicos, dónde tiene diferencias importantes. Por los principios y la integridad que tienen, son capaces de expresar y aclarar esas diferencias importantes, para que por su cuenta los públicos tengan mejores posibilidades de bregar con esas cuestiones, cuando regresen a casa y de manera continua.
Al mismo tiempo, creo que Bob Avakian pone el ejemplo de lo de la elasticidad: Mira, este proceso revolucionario es un proceso muy rico y complejo y diverso, que sí tiene que abarcar a una amplia variedad de personas. De hecho, uno de los puntos que Bob Avakian ha señalado repetidamente es que, a la hora de la revolución y la toma concreta del poder estatal, la mayoría de las personas participantes en la revolución ¡aún tendrán creencias religiosas! En un país como Estados Unidos, no hay duda de que eso sea cierto. La mayoría de las personas no habrán dejado su religión — aunque hayan decidido sumarse y ser parte de la lucha para la revolución y para el socialismo en diferentes formas, la mayoría aún no habrán roto completamente con todo eso. Y eso es solamente un ejemplo de tener un conocimiento científico materialista de la realidad, de conocer qué tan compleja que lo es, qué tan complejo que lo es el proceso. Pero no nos pondremos a engañar a las personas que están en desacuerdo con nosotros escondiendo nuestras posiciones de modo que nos acompañen en el proceso revolucionario. No, eso no lo debemos hacer. Más bien, como comunistas revolucionarios, seremos honestos sobre dichos desacuerdos. Pero si queremos de corazón transformar la sociedad en aras de beneficiar a la humanidad, también reconoceremos que el proceso al que sostenemos que es necesario, y al cual ayudamos a darle dirección estratégica, tiene que ser capaz de abarcar una gran diversidad de personas, y no todos van a ser del mismo parecer que nosotros sobre varias cuestiones diferentes e importantes. Además, eso será cierto por todo el camino, lo que incluye el surgimiento de mayor lucha de las personas contra el enemigo común, la toma del poder y la construcción de nuevas instituciones y organismos de una nueva sociedad.
En vista de que él capta todo eso, Bob Avakian también puede abrazar y tenerle mucha calidez a alguien como Cornel West (y creo que éste le corresponde a BA en esos sentimientos), y a la vez plantear con mucha claridad la importancia de discutir las diferencias y explicar por qué se necesita adoptar un método y un enfoque sistemáticamente científicos si queremos de verdad cambiar la sociedad hacia lo mejor. Por lo que sí, él le dice a la gente sin pelos en la lengua por qué debe dejar la religión —todas las religiones— pues éstas son obstáculos que impiden avanzar. Es un hecho que fueron los seres humanos los que inventaron hace mucho todas las religiones en el mundo, para explicar lo que aún no entendían y satisfacer necesidades que ahora se podrían trascender. Por todo el mundo la gente inventaba diferentes conjuntos de creencias sobrenaturales con tal de llenar las lagunas en su conocimiento de las cosas, tanto en el mundo natural como en el social, y como un mecanismo para lidiar con cosas como la muerte y la pérdida. Al faltarles el conocimiento científico como para entender que toda vida evoluciona, y que hay evidencia clara de que los mismos seres humanos simplemente evolucionaron de una larga serie de especies preexistentes, pues ¡probablemente querrán meter un poder sobrenatural superior de algún tipo para explicar nuestros orígenes! [se ríe] Toda religión en el mundo comparte ciertas características semejantes. Al mismo tiempo, cada una tiene sus diferentes mitos de la creación, y semejantes particularidades. También tienen sus diferentes libros sagrados, profetas, etc. Bob Avakian dice, Ándale, abramos la Biblia e investiguemos lo que ésta dice. Un revolucionario dogmático hubiera dicho, Bueno, yo no creo en dios, y creo que la religión perjudica, así que ni siquiera voy a hacerle caso. En lugar de eso, BA dice, la religión es un problema muy importante en el mundo, es una cuestión muy importante, miles de millones de personas creen en algún dios o una religión de algún tipo, por eso tenemos que tratarla. E hizo tarea; hizo el trabajo. Leyó la Biblia, en su totalidad. Conoce la Biblia. A diferencia de muchas personas, él puede decir lo que ésta contiene. También puede decir lo que sostienen esas fuerzas religiosas. Puede hablar de algo de la historia de cómo los seres humanos inventaron muchas de esas religiones. También puede hablar sobre por qué algunas personas se motivaban para tener una conciencia moral a base de cosas que aprendieron en la iglesia, mezquita, templo o lo que sea. Al mismo tiempo, él puede demostrar, científicamente, el daño que se produce al aferrarse a la religión. Y que no es necesario hacer eso. Uno puede dejar todo eso a un lado. Puede simplemente abandonarlo. Uno puede dejar atrás esas antiguas formas de pensar, y puede adoptar una filosofía y un método científico acerca de transformar el mundo en beneficio de toda la humanidad, que están llenos de vida, llenos de alegría, llenos de espíritu, llenos de arte y cultura, que no tienen nada de muerto o frío, pero que no vienen en compañía de todos esos adornos religiosos y sobrenaturales y todo lo antiguo que los acompaña.
1. El “Diálogo” se refiere a un evento celebrado en noviembre de 2014 en la histórica iglesia Riverside en la Ciudad de Nueva York, al cual asistieron 1.900 personas: REVOLUCIÓN Y RELIGIÓN: La lucha por la emancipación y el papel de la religión — Un Diálogo entre Cornel West y Bob Avakian. [regresa]
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Revolución #557 22 de agosto de 2018
Club Revolución-Chicago:
| Periódico Revolución | revcom.us
De un miembro del Club Revolución-Chicago:
El 11 de agosto se celebró el 89º desfile Bud Billiken, un desfile de fin de verano antes del regreso a la escuela que atrae a personas de todo Chicago y más allá, y es el desfile negro más grande de la ciudad. Lo que se concentra entre la gente en este día, y parte del porque es tan importante, es la cuestión de qué futuro hay para la juventud, en una ciudad donde la opresión de los negros es tan aguda y urgente como su historia es larga y fea. Este año se celebró justo después de un fin de semana de intensos tiroteos y asesinatos entre la gente que tiene la vida más dura; una serie de asesinatos atroces y sangrientos policiales y una resistencia inspiradora que surgió especialmente en respuesta al asesinato de Harith Augustus; el próximo juicio importante de Jason Van Dyke, el cerdo policía que asesinó a Laquan McDonald, así como otras revelaciones y batallas legales de alto perfil con relación a la criminalidad de la policía de Chicago; y llega un día antes de que los golpeadores fascistas supremacistas blancos del Ku Klux Klan planeen desbocarse en Washington, DC con motivo del aniversario de hacer lo mismo en Charlottesville.
Así que el Club Revolución hizo un llamamiento para que la gente saliera este fin de semana en representación de la revolución en el desfile, y también en DC. Mientras nuestros camaradas iban a DC en representación de la revolución, nosotros en Chicago estábamos haciendo eso aquí en el desfile Bud Billiken. Presentar las necesidades de la revolución a un gran número de personas proporcionó la manera de salir con una fuerza aún mayor aquí Y en DC. Esto incluía hablar con todos sobre todo, lo que ambos eventos tenían que ver con Cómo podemos GANAR.
Unas 25 personas que formaron nuestra presencia revolucionaria, tanto en el contingente en la marcha como en la presencia adicional de una mesa y tienda de campaña montadas entre la multitud, incluían a vecinos del Centro Organizador del Club Revolución que al pasar el centro oyeron los planes; personas que habían salido para defender valientemente a la gente de los ataques policiales después del asesinato de Harith Augustus; la familia de Aquoness “Quono” Cathery, asesinado por la policía de Chicago; la familia de Darius Pinex, también asesinado por la policía de Chicago; así como a miembros y simpatizantes dedicados del club.
Una gran pancarta que decía “No es posible reformar el sistema. ¡Hay que DERROCARLO!” enmarcó nuestro contingente en la marcha, y una pancarta con los rostros de algunos de los miles de víctimas del asesinato policial levantada por la familia de Quono, junto con retratos ampliados de Quono, encabezaron nuestro grupo-variopinto-convertido-en-fuerza-organizada para la revolución.
Coreamos eslóganes revolucionarios a la multitud a lo largo de la marcha de 10 cuadras, la gente sentada en sillas, haciendo barbacoas, y cosas por el estilo. A veces la gente coreó con nosotros; personas se pondrían justo al borde de la valla con los puños en alto. Hubo gente por la que pasábamos por solo breves momentos que aprendieron y repitieron los gritos como “No es posible reformar este sistema. ¡Hay que derrocarlo!” y “¿Cómo salimos de este lío? ¡Revolución, y nada menos!”
A lo largo de la marcha, mucha gente se conectó fuertemente con el mensaje en las pancartas, y cuando periódicamente dejábamos de corear para hablarle a la multitud sobre los 5 ALTOS de por qué necesitamos una revolución, que estamos organizando ahora a la gente para ella porque tenemos una estrategia y la dirección de Bob Avakian, y lo que se necesita es organizar a miles de personas en la revolución ahora. Algunos se mantenían particularmente atentos cuando hablamos del hecho de que, a raíz de los aproximadamente 70 tiroteos del fin de semana pasado, muchas personas están agonizando por el futuro de los jóvenes y diciendo “detener la violencia”, pero nosotros decimos “¿detener la violencia y hacer QUÉ?” y que este sistema ha metido a la gente en esta situación, y tenemos que dirigir la ira hacia la lucha contra el verdadero enemigo, no matarnos entre nosotros sino que hacer la revolución.
Antes, cuando comenzamos en el desfile, este niño pequeño nos gritó: “Todos ustedes harán que mis sueños se hagan realidad”. No sabía qué pensar entonces, más que sonreír. Pero cuando uno piensa (esto se mencionó en la agitación) sobre todo el sufrimiento y los homicidios ocurridos el pasado fin de semana, puede ser difícil continuar. Pero el hecho es que tenemos una forma real de detenerlo: la dirección de BA y el partido que él dirige, la brillante osadía del Club Revolución con el que la gente puede conectarse de inmediato, y una visión de cómo implementar una sociedad sin maestros y esclavos cual visión ya existe en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte. Caray, ese hecho les da a las personas el respaldo que necesitan para luchar por este mundo al que podemos llegar. Se veía la alegría en los rostros de la gente a lo largo de la marcha, gritando y también dando a saber a nosotros y a aquellos a su alrededor que estaban de acuerdo, y reflejaba eso el propio contingente al marchar y recibir ánimo del público. La pancarta de las vidas robadas era pesada, y las fotos familiares de Quono... mientras marchábamos era llamativo escuchar los gritos de personas que dijeron que eran parte de la familia o apretaron la mano y señalaron la pancarta a otros para que ellos la vieran. CPG [el folleto Como Podemos Ganar], tarjetas de mano sobre el discurso de BA, ¡EL RÉGIMEN DE TRUMP Y PENCE TIENE QUE MARCHARSE! y volantes para conectarse con el club se distribuyeron a lo largo del desfile y desde la mesa.
Y no nos detuvimos allí. Después de la marcha, que nos fue muy pero muy agotadora, nos detuvimos para recuperar el aliento, mezclarnos, comer un poco, y ver una batalla de grupos de baile rivales antes de reunirnos con las personas que se habían encargado de la mesa. En el camino de regreso, la gente aún hacía barbacoas y disfrutaba del sol. Una imagen hermosa en una ciudad tan desgraciadamente desolada la mayor parte del tiempo, con demasiados temerosos de dejar que sus hijos salgan a jugar debido a la mierda en la que los jóvenes están metidos, los tiroteos del verano; al menos para el desfile lo dejan a un lado. Cuando llegamos a la mesa, un pequeño equipo volvió sobre la ruta del desfile para repartir volantes. Mientras caminaban por la ruta (aunque mucha gente ya se había ido porque una fuerte presencia policial había entrado para despejar las calles y no permitir que gente negra se congregara por mucho tiempo y se divirtiese), se encontraron con mucha gente que nos había visto en la marcha y recordó lo que estábamos diciendo y que les gustó, queriendo obtener más información sobre la revolución. Esto era parte de nuestro objetivo, reunir a personas que habían estado conociendo y aprendiendo sobre la revolución, y tener un gran impacto que podría atraer a más personas para relacionarse con la revolución. Otro ejemplo de esto: Después de empacar nuestras cosas e ir a nuestro centro organizador para descargarlas, llegó una mujer joven para obtener más información. Dijo que había visto la oficina muchas veces pero nunca la había visitado hasta que nos vio ese día en el desfile.
Finalmente, un par de saludos :
El contingente del Club Revolución en el desfile del Día de Bud Billiken. Como se ve en la foto, el contingente incluía a la familia de Quono, asesinado por los Cerdos Policías de Chicago a principios de este año. (Foto: Especial para www.revcom.us)
A medida que el Club Revolución pasa, una fila de espectadores obtiene COMO PODEMOS GANAR y lo lee de inmediato. (Foto: Especial para www.revcom.us)
Ahí se puede participar en la revolución y estar en poderosa representación por ella de una manera organizada, y a la vez conocer más acerca de la revolución... y, donde se puede dar pasos hacia ingresar a la vanguardia de la revolución, el Partido Comunista Revolucionario.
Club Revolución-Los Ángeles
Revolución #557 22 de agosto de 2018
| Periódico Revolución | revcom.us
En poco tiempo, el 4 de septiembre, se iniciarán las audiencias sobre la confirmación de Brett Kavanaugh a la Corte Suprema. Si esta confirmación prospera, representará una transformación radical de la máxima corte de Estados Unidos, un gran salto en la consolidación de los Estados Unidos fascistas de Trump y Pence.
Se han convocado protestas contra esta nominación en todo Estados Unidos para el 26 de agosto; aquí hay un enlace para encontrar una protesta cerca de su localidad: uniteforjustice2018.com.
Todos los que se niegan a aceptar a un Estados Unidos fascista deberían movilizarse y participar en estas protestas, uniéndose con la justa indignación de la gente a la vez que propagan la necesidad de la lucha política verdaderamente decidida de masas de personas, y que organizan a nueva gente para DETENER esta confirmación y sacar al régimen fascista de Trump y Pence en su conjunto tal como se establece en el Llamamiento a la Acción de RefuseFascism.org (Rechazar el Fascismo).
Aquellos que ven la necesidad de la revolución deben contribuir a esta lucha desde la perspectiva de una revolución real y a la vez propagar audazmente la necesidad de esa revolución real y hacer el trabajo de organizar a la gente en el movimiento para esa revolución real, tal como se concentra en CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución.
Permalink: http://revcom.us/a/557/se-inicia-el-juicio-del-policia-que-mato-a-laquan-mcdonald-es.html
Revolución #557 22 de agosto de 2018
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El juicio de Jason Van Dyke, el cerdo policía que mató a Laquan McDonald, de 17 años, el 20 de octubre de 2014, está programado para comenzar en Chicago en el juzgado del Condado de Cook el 5 de septiembre.
Esta es la primera vez en casi 40 años que un policía de Chicago en servicio ha sido enjuiciado. La única razón por la que Van Dyke fue acusado fue porque la ciudad fue sacudida con olas de protestas después de que un video (que había sido suprimido durante todo un año por la policía y las autoridades de la ciudad) fue divulgado, mostrando que Laquan fue asesinado en una lluvia de balas mientras se alejaba de la policía. Nubes de humo salían de su cuerpo tendido en la calle al ser baleado una y otra vez.
El asesino de Laquan ha estado en libertad bajo fianza y empleado por la Orden Fraternal de la Policía. Hay mucho en juego en este venidero juicio y los esfuerzos continuos para encubrir el asesinato de Laquan.
Hacemos un llamado a nuestros lectores para que comiencen a prepararse ahora para actuar políticamente en torno a este juicio tan importante y no permitan que el policía asesino salga libre. Manténganse al tanto. Revcom.us tendrá más noticias al respecto próximamente.
Para más información, vea “El asesinato de Laquan McDonald: policias, mentiras y videos, parte 2” y “El maldito Chicago, carajo”.
Laquan McDonald
Permalink: http://revcom.us/a/554/reforma-o-revolucion-exploracion-del-ensayo-de-bob-avakian-es.html
Revolución #557 22 de agosto de 2018
| Periódico Revolución | revcom.us
Recibimos el siguiente informe de un(a) lector(a) sobre una reciente discusión en Libros Revolución en Berkeley:
Después de presentar la librería y Bob Avakian (BA) a los presentes, abrí la función planteando la contradicción entre la magnitud de los problemas que azotan a la humanidad y lo patético de las reformas que nos ofrecen como “soluciones”. Por ejemplo, confrontamos el asesinato sistemático y sistémico de negros, latinos, y otra gente de color, sin embargo, nos dicen que confiemos en ¡comisiones de revisión de policía, cámaras corporales, y la elección de más oficiales negros! Nos encontramos en el umbral de la destrucción ambiental catastrófica, sin embargo, nos dicen que lo “solucionemos” ¡reciclando nuestros productos personales, comiendo lo orgánico, y con el capitalismo verde! Las 42 personas más ricas en el mundo poseen más riqueza que la mitad más pobre de la humanidad, etc. Enfaticé que era importante adentrarnos en la cuestión de reforma y revolución, partiendo de lo que realmente se requiere para solucionar estos problemas monumentales.
Un par de estudiantes de China expresaron que los intrigó encontrar que hay un Partido Comunista Revolucionario en Estados Unidos. Estaban escépticos sobre la idea de la revolución, pero querían aprender más. Una estudiante de USC dijo que se preocupa mucho por el medio ambiente y empieza a reconocer los límites de las reformas. Se está desilusionando con las organizaciones ecológicas sin fines de lucro, pero aún tiene dudas sobre la revolución porque “no le gusta la violencia”. Una estudiante de UNC está cursando la administración de empresas, pero en realidad no cree en eso, se le abrieron los ojos al viajar por el mundo, y quiere aprender más sobre la revolución. Lo que resaltó fue la seriedad de los presentes al abordar estas cuestiones, que continuó durante la discusión entera, y su receptividad a la revolución.
Leímos a voz alta el ensayo de Bob Avakian en Lo BAsico, “Reforma o revolución: Cuestiones de orientación, Cuestiones de moral”. Les pregunté qué pensaban de la analogía que BA plantea de la peste, que si matones armados acapararan los antibióticos y sólo los repartieran a cambio de sacar ganancias, y sobre las dos alternativas en esa situación — ponerles paños mojados en la frente a los enfermos para calmarles el dolor, u organizar a la gente a asaltar la bodega para apoderarse de los antibióticos y repartirlos entre la gente.
Uno de los estudiantes chinos dijo que esto le hizo preguntarse si hubieran suficientes “antibióticos” para todos, aunque fueran liberados: ¿Es el problema el de que sólo reparten las cosas por ganancias, o es la falta de recursos? Una joven de Europa dijo que quiere apoderarse de los “antibióticos” pero se preocupaba de que los guardias armados lo conviertan en un baño de sangre, por lo que quizás haya alguna manera de convencerlos, o de transigir un acuerdo. Un par de personas opinaron que el obstáculo principal que impide que la gente se levante y se apodere de los “antibióticos” no son matones armados, sino la propaganda y el lavado de coco por los medios de comunicación. Otros estaban de acuerdo con la analogía y expresaron su acuerdo con la necesidad de una revolución, especialmente una mujer del Medio Oriente.
Hablé sobre la contradicción fundamental en el mundo: las redes globalizadas de producción y la inmensa riqueza producida socialmente por un lado, y la propiedad privada y apropiación privada de esa riqueza por otro lado. Esto es la causa de un sufrimiento totalmente innecesario, una parte de cual describí con una agitación vívida. Existe la base material para una abundancia comuna si se resolviera esa contradicción por medio de una revolución real. También les recomendé la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte. Con respecto a cómo se podría derrotar en concreto a los matones armados, les recomendé CÓMO PODEMOS GANAR.
Pregunté a los asistentes qué pensaban sobre por qué BA se enfocó en la cuestión de la moral en relación a la cuestión de reforma o revolución. La mujer de Medio Oriente habló muy impactantemente sobre la responsabilidad moral que tenemos con la revolución, que incluye el de “quién sabe si siga existiendo un Medio Oriente” si las cosas continúen así como van. Dijo que en su país, se le prohíbe a la gente acceso a información sobre la revolución como la que estábamos discutiendo, y que las personas que viven en Estados Unidos que tienen acceso a este conocimiento tienen una responsabilidad de actuar en consecuencia, en pro de los intereses del mundo entero.
Tras concluir la discusión formal, muchos estudiantes se quedaron, entusiasmados y con ganas de seguir hablando. Un par de ellos querían afiliarse con la Club Revolución en el acto. Otros querían mantener una conexión con Libros Revolución y aprender más. Un par de los estudiantes de China, que tenían muchas ganas de analizar lo que pasó con el comunismo en China, y de aprender más sobre el nuevo comunismo desarrollado por Bob Avakian, se llevaron la entrevista con Raymond Lotta, “No sabes lo que crees que ‘sabes’ sobre… La revolución comunista y el VERDADERO camino a la emancipación: Su historia y nuestro futuro”. La mujer del Medio Oriente comentó que le gustó la franqueza de la discusión y la manera de hablar derecho de los revolucionarios. Había estado en un país europeo donde, dice ella, las discusiones políticas tienden a ser corteses y superficiales, y encubren las verdades difíciles. También dijo que le gustó el hecho de que hablamos del mundo entero.
No hay nada menos realista que la idea de transformar este sistema mediante reformas en algo que se acercara a cuadrar con los intereses de la gran mayoría de la gente y a fin de cuentas de la humanidad en general.
Bob Avakian, Lo BAsico 3:2
No se puede cambiar el mundo sin conocer lo BAsico.
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Revolución #557 22 de agosto de 2018
| Periódico Revolución | revcom.us
Instantáneas de un día con el Club Revolución-Nueva York en Harlem
Lo que sigue es una serie de extractos escritos por varias personas que participaron en una salida dirigida por el Club Revolución-Nueva York para difundir la revolución y organizar a más gente en el movimiento para una revolución real.
Un miembro del Club Revolución nos orientó, recalcando que lo que vamos hacer es organizar a miles de personas hoy para que se unan a la revolución y aceleren y se preparen para cuando llegue el momento de dirigir a millones para acometer la revolución con todo. Ella nos mostró la nueva hoja para recopilar información que tiene como cabecera una cita de CÓMO PODEMOS GANAR — Como en concreto podemos hacer una revolución (CPG) sobre organizar a miles de personas, y luego dijo algo así: “Sí, yo quiero ser uno de esos miles de personas en todo el país”. Y ella subrayó el pasaje de CPG sobre lograr ser la autoridad que las masas respeten, en vez de los politiqueros mentirosos, y sacó lecciones de la experiencia reciente del Club Revolución-Chicago que, en medio de la lucha contra el asesinato policial de Harith “Snoop” Augustus, organizó e incorporó a la gente allí mismo en el acto. Luego señaló la gran pancarta que las masas podían firmar para mandar un mensaje de apoyo a los revolucionarios y a las masas que se están rebelando en Chicago.
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La agitación reveló contundentemente los horrores de este sistema y el hecho de que es irreformable, exhortando a la gente a que diera un paso adelante hoy mismo para ser parte de los miles de personas y prepararse para dirigir a millones para derrocar este sistema a la mayor brevedad posible. Proyectó la estrategia para una revolución real en CPG, dejó en claro que este es un movimiento nacional para la revolución, y habló sobre la gran fuerza que tenemos al contar con la dirección de Bob Avakian, el arquitecto del nuevo comunismo y la persona que ha resuelto los más grandes problemas de la revolución. Exhortó a la gente a conseguir su biografía oficial que estaba sobre la mesa. Esta también fue parte de lo nuevo, tuvimos una mesa mucho más grande y de aspecto más serio con mucha más material que en el pasado — dejando en claro visualmente que estábamos ahí para ORGANIZAR a la gente.
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Dos jóvenes negras decidieron participar en llevar copias de CPG a desconocidos. Me acerqué por si acaso se toparan con preguntas cuando le oí a una señora de Europa oriental decirles: “Bueno, es cierto, las cosas son malas pero el comunismo no es la respuesta”. Las jóvenes comenzaron a expresar su acuerdo. Yo interrumpí y les reté a que examinaran la fuente de esas ideas y a quién le sirve que haya una población que piensa que la única verdadera alternativa al sistema capitalista es una pesadilla: ¡los capitalistas mismos! Les dije que el nuevo comunismo es un avance que se desarrolló a través de un análisis crítico del proyecto comunista histórico y que una de las grandes lecciones es que la revolución comunista es realmente la manera en que se puede acabar con todos los horrores que la gente ve y vive. Me referí a la entrevista a Raymond Lotta: “No sabes lo que crees que ‘sabes’ sobre… La revolución comunista y el VERDADERO camino a la emancipación: Su historia y nuestro futuro”.
Las jóvenes empezaron a bregar con el hecho de que el pensamiento de la gente está moldeado por los que gobiernan, incluso su propio pensamiento. Hablamos sobre qué es el capitalismo, y qué sería una forma diferente de organizar la sociedad, incluido con respecto a la policía que es una de sus grandes preocupaciones: “¡Los asesinatos policiales tienen que parar!” Estaban contemplando ir a la librería al día siguiente para adentrarse más a fondo en todo eso. Sería importante leer con ellas “No sabes lo que crees que ‘sabes’…” y CPG, y trabajar con ellas para ser médicos descalzos donde viven.
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Al firmar la gran pancarta las personas captan el sentido de que este es un movimiento nacional, que cuando escriben un mensaje, es parte de algo más grande. Una de las formas en que los nuevos ayudaron fue pedir a otros nuevos a firmar la pancarta. Sin duda alguna sirvió de entrada para los nuevos.
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Un señor latino inspirado por la agitación dijo: “Lo que ella está diciendo es que quiere que pare lo que le está pasando a la gente, ¿correcto? ¡Pienso que eso es bueno!” Hablamos sobre lo que es una revolución y lo valioso que es tener un plan para llevarla a cabo, pero la gente no lo sabe. Hablamos de que hay que plantar un polo en la sociedad para que la gente que odia lo que le está pasando a la gente pueda saber de la revolución. Él hombre tomó un marcador y escribió en la pancarta: “Alto a la brutalidad policia”. Ayudó a repartir el folleto CPG por más o menos una hora y se llevó unos cuatro folletos en español para sus compañeros de trabajo en la construcción.
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A la gente le gustó la calcomanía “Estados Unidos nunca ha tenido grandeza” y les dimos a entender que difundirla a través de las redes sociales, pegarla a la ropa, o pegarla donde sea, es parte de hacer el trabajo revolucionario con sentido porque el portal revcom.us es el sitio al cual la gente recurre para aprender sobre el movimiento revolucionario en general, sobre lo que está pasando en diferentes partes de Estados Unidos, cómo entender lo que está pasando en el mundo desde el punto de vista de la humanidad y no desde el punto de vista de la clase dominante.
Fotos de un día con el Club Revolución-Nueva York difundiendo la revolución y organizando a la gente en el movimiento para una revolución real.
Revolución #557 22 de agosto de 2018
Un pasaje de ¡FUERA CON TODOS LOS DIOSES! Desencadenando la mente y cambiando radicalmente el mundo de Bob Avakian:
20 de mayo de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Nota de la redacción: Lo siguiente es un pasaje del libro ¡FUERA CON TODOS LOS DIOSES! Desencadenando la mente y cambiando radicalmente el mundo, de Bob Avakian (que se puede pedir a RCP Publications). La edición en español se publicó en 2009.
Uno de los aspectos más importantes del papel de la religión como grillete sobre la humanidad —y de nuevo hablo particularmente del papel de las tres principales religiones monoteístas del mundo: el judaísmo, el cristianismo y el islam— es la manera en que representa una forma concentrada y un apuntalamiento del patriarcado y la supremacía masculina. Para expresarlo de manera sencilla, todas estas religiones son religiones patriarcales. Cada una presenta a un dios que es una poderosa figura masculina de autoridad: el Padre, el Señor, el Lord — en el idioma que sea que se exprese. Estas son religiones en que las relaciones patriarcales, en el mundo real, se proyectan hacia otro mundo —y luego, a su vez, se imponen de nuevo sobre este mundo— y en las que el patriarcado, y la reafirmación del patriarcado, es una parte integral y esencial del sistema de creencias y del comportamiento que este sistema de creencias busca imponer, como parte de la red más amplia de relaciones explotadoras y opresivas que caracterizan las sociedades en que estas religiones surgieron y las posteriores sociedades en que las clases dominantes han perpetuado estas religiones.
Podemos ver las formas en que estas religiones promueven una fuerte figura paternal, y la autoridad masculina absoluta, no solo en la manera en que presentan al dios al que ordenan que la gente le rinda culto y obedezca —y esto se ve desde luego aún más en las versiones fundamentalistas de estas religiones— sino que se halla en el centro de las escrituras de todas estas religiones. Una vez más, el cristianismo da una clara ilustración de esto.
En cierto sentido, se podría decir que se presenta en Juan 3:16 el mensaje esencial de la religión cristiana. Tal vez algunos de los presentes conozcan esto — los que conocen la Biblia, y/u otros de ustedes que siguen los eventos deportivos, sobre todo los juegos de fútbol americano, en que con frecuencia, cuando anoten otro punto después de anotar un touchdown, sale un tonto sentado detrás de la portería con una ridícula peluca puesta y un letrero que dice: “Juan 3:16”. [risas]
Así que, hablemos de Juan 3:16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (o en la versión de Jerusalén de la Biblia: “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna”). Analicemos esto más profundamente — qué está diciendo concretamente y que está promoviendo concretamente. Volvamos a Génesis: de nuevo, el mito de la caída de la humanidad, el papel traicionero de la mujer en eso, y la visión de la naturaleza y la suerte de la humanidad que presenta Génesis (véase en particular los capítulos 2 y 3 de Génesis). Según la Biblia, no hubiera sido necesario que Dios hiciera este gran sacrificio (de dar “a su Hijo único”) si los seres humanos no hubieran metido la pata en el jardín del Edén, y en particular si Eva no hubiera seducido al hombre —a Adán— para que hiciera mal y actuara contra la voluntad de Dios. Así que una parte integral, o subyacente, de este mismo versículo (Juan 3:16), que nos habla de lo mucho que Dios ama a la Humanidad, es la noción de que la humanidad está perdida —que por su propia naturaleza la humanidad hace mal y peca— que la “caída” de la humanidad es parte de su naturaleza que, por su cuenta, jamás podrá cambiar o de la cual jamás podrá zafarse. Ese es el primer aspecto que tener en mente.
Pero, hay otro aspecto — piénsenlo: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito”. ¿Por qué un hijo? De todos modos, es una idea absurda. [risas] Si uno cree en Dios, este podría tener cuantos hijos quisiera. [risas] Así que ¿por qué habla del “Hijo unigénito”? Bueno, en el caso de los seres humanos que viven en una sociedad patriarcal, dar a su hijo es uno de los mayores sacrificios que uno puede hacer, porque en tal sociedad dominada por hombres, los hombres valen más que las mujeres. Así que ¿a quién le importan las hijas? Uno puede darlas para que las violen —y eso también está en la Biblia, por ejemplo, en la historia de cómo Lot ofreció a sus hijas así (y acuérdese que Dios tiene a Lot en tan alta estima que sale ileso cuando Dios destruye a Sodoma— véase Génesis, capítulo 19). Pero un hijo, eso es harina de otro costal.
Para explicar este punto con más claridad, piensen en cómo sería que la Biblia dijera: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hija unigénita”. No suena, ¿que no? [risas] No encaja en la Biblia — pues escribieron la Biblia unos seres humanos que vivían en una sociedad patriarcal y reflejan esa sociedad en lo que escriben y proyectan un dios imaginario en el cielo quien hace este gran sacrificio de dar “a su Hijo unigénito”, que es el mayor sacrificio que estos seres humanos pueden imaginarse.
Todo esto nos lleva de vuelta al papel de la mujer y la caída del hombre. Este no solo es un relato seminal y central en cómo la Biblia presenta la historia de la humanidad y su relación con Dios, sino que Pablo también lo retoma y lo desarrolla en el Nuevo Testamento. Por ejemplo, en su primera carta a Timoteo, Pablo repite la noción de una maldición contra las mujeres, por lo que hizo Eva en el jardín del Edén; pero, dice Pablo, las mujeres pueden salvarse engendrando hijos para sus esposos y en general teniendo las cualidades de “modestia” aptas para las mujeres, incluidas la de ser obedientes a su esposo y la de subordinarse a los hombres en general:
La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en trasgresión. Pero se salvará engendrando hijos. Se permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia”. (1 Timoteo 2:11-15)
Así que, ahí mismo, vemos dos cosas que son elementos esenciales del cristianismo y la “tradición judeocristiana”: que las mujeres se sujeten a los hombres, y que el papel esencial de la mujer es engendrar hijos. Piensen en la terrible influencia de todo eso y de toda la opresión y dolor que ha propiciado, a lo largo de los siglos hasta hoy día.
Volvamos ahora al mito del origen respecto a Jesús y algo que ya se mencionó en esta conexión. Cuando uno lee la Biblia y llega a la primera parte del Nuevo Testamento, en Mateo, empieza con algo que muy poca gente puede entender: todos esos “engendró”. [risas] Y fulano de tal engendró a mengano, quien engendró a zutano, y así sucesivamente… a lo largo de 14 generaciones; y luego fulano de tal engendró a mengano, quien engendró a zutano… a lo largo de 14 generaciones más; todo esto pasa por David y luego, a través de más generaciones, hasta José, el padre de Jesús. Bien, si uno estudia la historia y compara el registro histórico con lo que se dice ahí en la Biblia, descubre discrepancias: el esquema que se refiere repetidamente a las 14 generaciones no corresponde a lo que uno aprende concretamente de la historia sobre la sucesión de patriarcas a que se refiere ahí.
Pero estos “engendró” están, una vez más, el servicio del fortalecimiento de la dominación masculina y el patriarcado. Toda esa cosa en Mateo es una tentativa de rastrear los orígenes de Jesús desde Abraham —un patriarca del antiguo pueblo judío, según la Biblia— hasta el rey David y de ahí a José, el padre de Jesús, aunque la “semilla” de José no tuvo nada que ver en absoluto. Piénsenlo: una parte crucial de la mitología cristiana es que Jesús nació — ¿de qué? De una virgen, María. Así que, ¿qué carajos tenía que ver José con su nacimiento? [risas] El quid del asunto es que esta es una historia de patriarcas — un esfuerzo por ubicar a Jesús directamente en el marco de la tradición de los patriarcas y de los reyes y gobernantes patriarcales del pueblo judío de los tiempos antiguos[19].
Si bien María es la santísima madre de Jesús, su genealogía no cuenta. ¿Por qué? Porque es mujer. El papel que le corresponde es ser la madre cariñosa y muy sufrida de Jesús (y, sobre todo en la versión católica romana del cristianismo, ser una especie de “intercesora” del pueblo en sus súplicas ante Dios). Pero cuando se trata de rastrear el linaje de los antiguos patriarcas del pueblo judío a Jesús y de probar su derecho a ser el Mesías, María no cuenta en absoluto. José sí cuenta, aunque según la Biblia, no tuvo nada que ver, en lo biológico, con todo esto[20].
Para muchas personas que han vivido en una sociedad en que el patriarcado y la dominación masculina y la respectiva opresión de la mujer son una parte integral e indispensable —una parte sin la cual esa forma de sociedad no podría existir—, uno de los atractivos de estas religiones (el islam, el cristianismo y el judaísmo) y de las versiones fundamentalistas de estas religiones en particular, en estos momentos, es una fuerte reafirmación de ese patriarcado. ¿Por qué se siente una necesidad de eso? Pues, se está socavando el patriarcado de diversas formas. Pero no se ha eliminado. No se ha transformado en un sentido cualitativo. Pero se está socavando de diversas formas debido al propio funcionamiento de la sociedad. Incluso en los países en que aún existen tradiciones, costumbres y convenciones patriarcales poderosas y muy abiertas, el desplazamiento y la dislocación de la población, y los cambios acompañantes, tienden a socavar algunos elementos del patriarcado. Grandes cantidades de personas están dejando, o se ven forzadas a dejar, el campo e ir a las zonas urbanas, a menudo en los barrios marginados; las familias se desplazan de Pakistán a Londres, de Egipto o Turquía a Alemania, y de Argelia a Francia — y se encuentran en culturas muy distintas. No se trata de hacer una apología o alabar la sociedad burguesa y sus formas de opresión de la mujer; pero en algunos sentidos importantes, esta opresión se manifiesta de forma muy distinta en estos países imperialistas “modernos” a sus expresiones en los países en que las relaciones y tradiciones feudales, o los vestigios de estas, siguen teniendo una importante influencia, y en que, de la mano con todo eso, la dominación patriarcal se manifiesta de manera más abierta y más atrincherada en una forma tradicional. Es importante enfatizar: en una forma tradicional. Así que, en estas nuevas circunstancias, los padres que han tenido una autoridad absoluta en la familia de repente descubren que es más difícil controlar a sus hijas. Uno de los papeles principales del padre en estas relaciones patriarcales de la familia es vigilar el comportamiento de sus hijas (si bien, en este respecto, por lo general el padre cuenta con el apoyo de su esposa, o a menudo su madre —la suegra de su esposa— tendrá un papel importante en hacer cumplir esto)[21].
En algunos sentidos, este fenómeno es similar a lo que ocurre cuando las personas que viven en las zonas rurales de los países imperialistas contratan el MTV y la Internet. De repente, los hijos dejan de portarse de la manera que se espera según las tradiciones —o al menos algunos de ellos dejan de portarse así— y esto da origen a muchos conflictos en la familia, incluso en un “país moderno avanzado”. Bueno, imagínense qué pasa cuando las personas se desplazan de Argelia a Francia — es una cultura completamente diferente y hay formas muy distintas de las relaciones sociales opresivas. No es que en estos países imperialistas no sean opresivas las relaciones sociales, sino que, de varias maneras, se manifiestan de otra forma, que concibe y encarna un papel distinto para las mujeres y otra forma de oprimirlas y degradarlas.
Todo esto es muy complejo porque, en un grado importante, las formas de opresión de la mujer en los países como Francia o Estados Unidos dan la apariencia, especialmente a las personas que provienen de un ambiente tradicionalista, de incluir “un exceso de libertad”. No hay una regulación de las mujeres con las mismas formas, no se requiere que se vistan la ropa tradicional de la misma manera, ni tienen que portarse con la misma “modestia”. De hecho, esta “libertad” para las mujeres es parte de una diferente red de relaciones opresivas, que a menudo asume una forma extrema a su manera particular. Por doquier hay pornografía, dura y blanda. En un grado muy importante, la publicidad se basa en la utilización del cuerpo femenino a fin de vender mercancías — y trata como mercancía el cuerpo femenino en sí de formas muy degradantes y muy generalizadas.
Así que, de nuevo, los polos opuestos tienden a reforzarse mutuamente. Incluso las personas que no están empapadas de las convenciones religiosas tradicionales observan muchas manifestaciones de esta decadencia explotadora y dicen con razón: “Todo esto es terrible. No quiero que mis hijos estén expuestos a esto”. Además, especialmente si uno proviene de un entorno patriarcal tradicional, no solo le repugna todo esto sino que uno tiende a reafirmar con mucho más energía la autoridad patriarcal.
Aun cuando las personas de los países del tercer mundo no dejan completamente su país natal para emigrar a un país imperialista —aun cuando, en lugar de eso, migran a las zonas urbanas en su propio país— estas zonas urbanas de los países del tercer mundo son muy distintas, en aspectos importantes, al campo. El modo de vida en los barrios marginados es muy distinto, inclusive respecto a su volatilidad, a la situación en las aldeas. En estas circunstancias, puede haber una atracción poderosa a una forma de religión que reafirma enérgicamente la autoridad patriarcal tradicional y refuerza esa autoridad con un poder aparentemente sobrenatural.
Además, más ampliamente, en un mundo en que parece haber mucha incertidumbre y mucho de lo inesperado, y que de muchas formas parece amenazador —en lo económico, pero no solo eso (por ejemplo, en Estados Unidos, de repente ocurrió el 11 de septiembre)— existe una fuerte tendencia a que la gente, partiendo de un marco patriarcal establecido, sienta una inclinación a acercarse a una poderosa figura paternal quien la proteja. Eso es algo de que en Estados Unidos han sacado provecho de manera consciente George W. Bush y su entorno: “Soy un presidente de tiempos de guerra”, repite constantemente Bush, lo que da a entender: “Soy un gran papá, la figura paternal fuerte y grande quien te puede mantener a salvo… nada más tienes que seguirme”. A la vez, para reforzar eso, se promueve un punto de vista fundamentalista religioso.
Así que esa es otra manera en que se reafirma una forma de patriarcado, en medio de la incertidumbre, la volatilidad y la sensación de que existen peligros constantes aunque a menudo vagos. Esta no es simplemente una sensación espontánea — se promueve y se refuerza donde quiera que uno vea. Si uno sintoniza el noticiero, en cualquier parte de Estados Unidos, ¿qué ve? Crimen, crimen y más crimen. De eso uno podría pensar que alguien está a punto de agredirlo cada vez que salga de la puerta del hogar — aunque la probabilidad de ser víctima de un crimen, directa y personalmente, es muy mínima si uno es de las capas medias en una sociedad como Estados Unidos. Pero las constantes andanadas de “noticias” sobre el crimen, reforzadas por el “entretenimiento” que gira mucho en torno al mismo tema, alimenta esta sensación general de alarma. En una sociedad que está empapada de una tradición de una poderosa autoridad patriarcal de miles de años de antigüedad, ¿cómo puede uno llegar a sentir cierta seguridad? Por medio de confiar, una vez más, en una poderosa figura paternal, con armas poderosas, quien lo protegerá — quien va a acabar con esos “maleantes” antes de que acaben con uno.
Pero para muchas personas, no basta meramente presentar a una poderosa figura paternal en una forma humana. Por eso se reafirma de manera agresiva una forma aún más extrema y absolutista de esta figura paternal, en la forma de un Dios todopoderoso que todo lo ve y que todo lo sabe — para el cual, ¡mirad!, el poderoso jefe de estado es un representante y para el cual él habla y actúa.
Otra importante dimensión de la manera en que el patriarcado está bajo amenaza, y en que la gente tiene la sensación que está bajo amenaza, es el tema general de los gays. Hoy este tema se está presentando de manera muy aguda en Estados Unidos. No se trata de que algo como el matrimonio entre gays en sí vaya a socavar y destruir el patriarcado. Mientras que la situación permanezca dentro de los confines de un sistema basado en la explotación y la opresión, también se impondrán las relaciones patriarcales en los matrimonios entre gays — y esta situación ya ocurre en muchas relaciones entre gays, incluso sin el aval formal de un matrimonio bajo la ley. Pero, en esta coyuntura, en algunos sentidos importantes, la afirmación del derecho de los gays y las lesbianas a casarse representa un desafío serio al patriarcado tradicional.
Aunque los fundamentalistas cristianos, desde el presidente estadounidense hacia abajo, insisten repetidamente que la Biblia decreta que el matrimonio sea únicamente entre un hombre y una mujer, no es cierto en absoluto que la Biblia siempre presenta las cosas de esta manera. De hecho, Joseph Smith, el fundador del mormonismo, y su sucesor Brigham Young, así como los fundamentalistas mormones hoy, tienen mucha evidencia para su afirmación de que en muchas partes de la Biblia se justifican la poligamia (un matrimonio en que una persona tiene múltiples parejas) y específicamente la poliginia (en que un hombre tiene más de una esposa).
Si vemos el Primer y Segundo Libros de Crónicas, que hablan de todos los supuestos grandes reyes (así como los reyes malos) de Israel y Judá, veremos que el rey más grande de todos, David, tuvo más de una esposa y, además, tuvo cientos de concubinas. Bien, que quede claro: no se censura a David por eso en la Biblia. De hecho, se presenta todo esto como parte de su majestad y naturaleza gloriosa que se defienden y se ensalzan en la Biblia. Y si recordamos lo que ya mencioné acerca de los “engendró” (que, en Mateo, rastrean la genealogía de Jesús), estos “engendró” pasan de Abraham a David y de David hasta Jesús — y, otra vez, el propósito de todos estos “engendró” es establecer que la línea de Jesús desciende desde David que, según las antiguas escrituras judías (el Viejo Testamento de la Biblia cristiana), era un requisito necesario para ser el Mesías. Así que de ninguna manera es David una figura negativa en la Biblia — al contrario, lo ensalzan muchísimo ahí. Salomón, el hijo de David y también una figura ensalzada de la Biblia, también tuvo cientos de esposas y concubinas. Abraham también tuvo más de una esposa — y, cuando la esposa de Abraham aparentemente resultó infecunda, él “le llegó” a la criada de su esposa a fin de tener un hijo. Como vemos en Génesis 29 y 30, otro patriarca prominente de la Biblia, Jacob, también “le llegó” a la criada de su esposa en circunstancias similares; y Jacob tuvo más de una esposa al mismo tiempo. En Deuteronomio 21, aparte de explicar que en la guerra, está bien si “vieres entre los cautivos a alguna mujer hermosa, y la codiciares, y la tomares para ti por mujer”, se explica con detalle qué debe pasar “si un hombre tuviere dos mujeres, la una amada y la otra aborrecida, y la amada y la aborrecida le hubieren dado hijos”. (Véase Deuteronomio 21:11-15 y 16-17.)
Pero, como hemos visto, en los hechos los fundamentalistas fascistas cristianos no se adhieren estrictamente a una interpretación textual de la Biblia — también practican un “cristianismo de buffet” cuando sirve a sus propósitos. Cuando les convenga, tergiversan lo que se dice en la Biblia. En su oposición al matrimonio entre gays y en las formas en que consideran que es una amenaza al patriarcado, han confeccionado este dicho: “Dios creó a Adán y Eva, no a Adán y Estevan”. Bueno, de hecho Dios no creó ni a Adán y Estevan, ni a Adán y Eva. [risas] Los seres humanos surgieron como parte de un proceso global de evolución natural, a lo largo de miles de millones de años de la historia de la vida en el planeta tierra. Y en la historia de los seres humanos, han tenido diferentes clases de sociedades y muchas diferentes prácticas y relaciones sexuales, tanto explotadoras como no explotadoras, que en lo fundamental dependían del carácter básico de la sociedad. El estudio de la sociedad humana a lo largo de la historia evidencia una variedad muy grande de relaciones sexuales, tanto heterosexuales como entre personas del mismo sexo. En la antigua sociedad griega de Platón y Aristóteles, que definitivamente era patriarcal, un hombre —un verdadero “hombre varonil”— tenía relaciones sexuales con otros hombres y muchachos todo el tiempo. Mi objetivo no es promover la noción de un “hombre varonil” ni ninguna clase de “hombría”, en el sentido de la supremacía y la dominación masculinas. Lo que necesitamos es que las personas —tanto mujeres como hombres— afirmen y expresen su humanidad y, además, que se conviertan en emancipadores de la humanidad, que luchen por abolir por fin todas las relaciones de dominación, opresión y explotación. Lo que pretendo, precisamente, es enfatizar que las relaciones heterosexuales o entre personas del mismo sexo no tienen nada en sí ni de por sí que sea positivo o negativo o que de alguna manera sea más o menos “natural”. Las relaciones heterosexuales o entre personas del mismo sexo, en sí, tampoco constituyen una expresión o una negación del patriarcado. Más bien, lo esencial es qué es el contenido de cualquier relación sexual e íntima: ¿expresa y promueve el afecto, el respeto mutuo y la igualdad en la pareja —y contribuye a lograr la igualdad entre hombres y mujeres—, o constituye y contribuye a la degradación de las personas y a la opresión de la mujer en particular? Pero en una sociedad en que el patriarcado ha sido un elemento esencial y determinante, incluso romper con las formas más tradicionales del patriarcado, incluida la demanda de la igualdad formal para las relaciones entre personas del mismo sexo, en coyunturas específicas, tal como la actual, puede representar un desafío serio a las relaciones opresivas tradicionales, aun cuando muchos de los individuos en cuestión simplemente quieran formar un matrimonio tradicional. Esa es una de las ironías y las complejidades de esta situación.
De hecho, la oposición al matrimonio entre gays no es simplemente un truco electoral para amarrar triunfos para los republicanos. Sí, algunos funcionarios del Partido Republicano han utilizado así este tema. Pero lo que está en juego es mucho más profundo y tiene implicaciones mucho mayores. El verdadero objetivo de los fascistas cristianos en torno al tema del matrimonio entre gays y su condena de la homosexualidad en general es imponer la “moral tradicional” y todas las relaciones de opresión que encarna e impone esa moral tradicional, incluidos el patriarcado y la opresión de la mujer, la posición subordinada de la mujer en la sociedad y su papel esencial, tal como la Biblia lo presenta, como incubadoras y criadoras de niños dentro de los confines de las relaciones matrimoniales dominadas por los hombres, con el aval no solo de la iglesia sino también del Estado.
Todo esto tiene raíces muy profundas, pero en un sentido concreto hoy a cada momento se está cuestionando: aunque todavía no de una manera que va a llevar a su abolición, se está cuestionando de una manera que efectivamente socava algunas de las formas en que tradicionalmente ha existido. La ofensiva fascista cristiana en torno a esto es una reafirmación absolutista y enérgica de estas relaciones opresivas.
Esto también se ha manifestado agudamente en la contienda en torno a la crianza de los hijos: ¿cómo debería ser la relación en la familia entre hijos y padres? En esta conexión también se está reafirmando enérgicamente el patriarcado. Entre los fundamentalistas religiosos en Estados Unidos, una corriente notable insiste en que una de las principales causas (y una de las principales manifestaciones) del hecho de que, a su parecer, el país está yendo al infierno, es que, desde hace varias décadas, los padres no han tenido tanta libertad de pegarles a sus hijos. Después de todo, ¿qué sostiene la Biblia? La Biblia tiene un conocido dicho: “El que detiene el castigo, a su hijo aborrece” (o, como dice textualmente en Proverbios 23:13-14: “No rehúses corregir al muchacho; porque si lo castigas con vara, no morirá. Lo castigarás con vara, y librarás su alma del Seol [el infierno]”. Y en la versión de Jerusalén: “No ahorres corrección al niño, que no se va a morir porque le castigues con la vara. Con la vara le castigarás y librarás su alma de seol”.) Esto es lo que muchos dirigentes fundamentalistas cristianos están promoviendo enérgicamente.
Aquí es necesario decir que, por mucho que quiera a Richard Pryor, nunca me han gustado sus números que parecían, en lo fundamental, defender los castigos corporales a los hijos para mantenerlos bajo control. Pryor maneja esto de una manera algo contradictoria en los números que hizo sobre este tema, pero parece que siempre traía cierto elemento de sacar la lección de que “después de todo, cuando mi abuela me pegaba con una vara, eso efectivamente tuvo el efecto de impedir que yo me pasara completamente de la raya”. De todos modos, incluso las personas que en muchos sentidos tiene posiciones políticas avanzadas y tienen inclinaciones revolucionarias hacen eco de esta clase de sentimientos; incluso de esta gente uno oye a veces la queja: “Las cosas van mal ahora porque ya no puedes darle una paliza a tus hijos, no puedes sacar la vara como lo hizo la abuela y meter en cintura a tus hijos con una buena paliza, de modo que se porten bien”. Y es necesario decir que si bien, como en el caso de Richard Pryor, a veces era la abuela quien blandiera la vara, no obstante se hizo eso como parte de la afirmación general de las relaciones caracterizadas por la dominación patriarcal: relaciones en que la fuerte figura paternal era la máxima autoridad para disciplinar a los hijos y, en cuanto a las hijas en particular, para asegurar que permanecieran vírgenes de modo que su valor como propiedad, que se expresa en el momento de casarlas, no se disminuyera ni se manchara. Todo esto está profundamente arraigado en la tradición cristiana, tanto como en las tradiciones islámicas que engendran los horrores de los “asesinatos de honor” en que mandan a los miembros de una familia, y a los hermanos en particular, a que salgan a matar a sus hermanas en caso de que llegara a conocerse que antes de casarse ya no son vírgenes — aunque la pérdida de la virginidad sea resultado de una violación. Si bien en sí no es una expresión tan extrema de esto, las palizas a los hijos (“no detener el castigo a fin de no aborrecer al niño”) es parte del mismo paquete general de relaciones patriarcales opresivas.
Que quede claro: no se debe ver ni tratar a las niñas, ni a los niños en general, como propiedad de los padres, y de su padre en particular. Ese no es el mundo al que aspiramos ni es un mundo en que valga la pena vivir. Así es el mundo desde hace miles de años y todo eso lo encarnan y lo promueven las escrituras y tradiciones religiosas, pero ese no es el mundo que queremos ni tiene que ser así. Sí, los niños necesitan disciplina. Pero no necesitan que los castiguen con una vara para meterles disciplina o para tener un norte en la vida. Necesitan que los dirijan —que los inspiren y sí, en ocasiones, que los tomen firmemente de la mano— como parte de una visión y meta general de crear un mundo radicalmente diferente y mucho mejor. Y al crecer y llegar a tomar más conciencia de este objetivo, y al llegar a ser capaces de acciones conscientes para contribuir a este objetivo, cada vez más pueden llegar a ser parte de ese proceso. Pero aun antes de que sean capaces de participar conscientemente en todo eso, es importante aplicar los principios que se aplican para crear tal mundo, en un sentido fundamental, a las relaciones con los hijos — los suyos y los de otras personas. Los niños son seres humanos conscientes, aunque su conciencia está en un proceso de desarrollo. Es posible y es necesario razonar con ellos — y, sí, a veces, hay que decirles: “así son las cosas y tienes que hacerlo así, porque por ahora no tienes la capacidad de comprender todo esto y por qué tienen que ser así las cosas”.
Al mismo tiempo, no es difícil entender por qué muchas personas se inclinan por el dicho de “El que detiene el castigo, a su hijo aborrece” —por la lógica de que si uno no pega a los hijos para meterlos en cintura, resultarán malos— porque existen muchas cosas que influencian a los niños en direcciones terribles. Sobre todo en algunos sectores de “la clase media”, en particular en un país como Estados Unidos, existe una orientación general de consentir a los hijos — que en algunos casos puede tener motivos menos egoístas pero que de hecho a menudo es parte, y a fin de cuentas es otra expresión, de tratar a los hijos como mercancías, que hay que consentir y mimar como parte de darles toda oportunidad y ventaja en la carrera por obtener una posición de privilegio en la sociedad en el contexto del parasitismo general que es parte de la vida en un poderoso país imperialista. Con eso me refiero a los fenómenos tales como los padres que empiezan a tocar sinfonías para los recién nacidos (o incluso para el feto durante el embarazo), en especial si se hace con la idea de que así el niño, desde temprana edad, tendrá mejores oportunidades de desarrollarse como una “persona con talento” o un “genio” — que podrá estudiar en la mejor academia de música o la universidad de mayor prestigio, y lanzarse a una carrera lucrativa. A veces la permisividad de parte de los padres es parte de eso, y procura estar al servicio de eso[22].
En parte como reacción a esta clase de permisividad —pero más como respuesta a la clase de locuras en que se meten muchísimos jóvenes de los barrios urbanos populares—, muchas personas en las comunidades de los oprimidos observan a su alrededor y ven a los jóvenes que se hacen el tonto y hacen muchas locuras, y les atrae la conclusión de que hay que hacer algo fuerte a fin de que estos jóvenes se porten bien. Eso se vuelve otro factor que refuerza el papel de la iglesia y de la religión. ¿Cuáles son las dos alternativas prominentes que se ofrecen a los más oprimidos en Estados Unidos hoy día? Están las pandillas por una parte, con toda la locura y desmanes que conllevan; o, por otra, la iglesia y su afirmación de los valores, relaciones, costumbres y códigos tradicionales opresivos y, sí, patriarcales. Para los jóvenes en particular: cuando te canses de las pandillas, vete con la iglesia; si te aburre la iglesia, pues que vuelvas a las pandillas. Ninguna de estas opciones ofrece un camino hacia adelante para las masas populares, una salida de las condiciones opresivas que están orillando a mucha gente a cometer muchas locuras en primer lugar.
He aquí, de nuevo, otra manifestación aguda de la necesidad de “abrir una nueva brecha”. Al igual que, a otro nivel, no se puede dejar que Jihad y McMundo/McCruzada sigan siendo las únicas dos alternativas, también existe una urgente necesidad de plantear una alternativa radicalmente diferente, a partir de la concepción del mundo comunista y el programa y los objetivos comunistas. Es necesario decirle con osadía a la gente: “No necesitamos la iglesia, no necesitamos la vara y tampoco necesitamos las pandillas y las drogas — necesitamos la revolución”.
Este, efectivamente, es un camino duro. Pero ¿con qué propósito muere la gente y se mata entre sí ahora? ¿A qué sirve? ¿Qué está reforzando? ¿A dónde lleva a la gente? ¿A quién beneficia, salvo a aquellos que gobiernan sobre las masas populares y a quienes les encanta ver a la gente matándose entre sí por tonterías? ¿Y de qué sirve que las masas populares se hinquen de rodillas ante una autoridad patriarcal y opresiva, que está dotada del aura y respeto de un supuesto poder sobrenatural y que sirve de grillete que contribuye a reforzar las condiciones de esclavización e impotencia?
[19]. Cabe mencionar que en el islam, Abraham también es un patriarca muy venerado. [regresa]
[20]. Como ya se señaló, en Lucas, capítulo 3, versículos 23-38, hay una versión distinta de esta genealogía: el linaje, o línea familiar, de Jesús y sus antepasados es distinto a lo que se presenta en Mateo, capítulo 1, versículos 1-17. En La dinastía de Jesús, James D. Tabor sostiene que en Lucas, después de cierto punto, el linaje de Jesús se rastrea de hecho por medio de María. Pero, francamente, el argumento de Tabor parece un tanto forzado y artificioso. Un elemento central de su argumento es que Lucas dice que Jesús tuvo un abuelo llamado Heli; y, continúa el argumento de Tabor, Mateo nos dice que el padre de José —y el abuelo paternal de Jesús— se llamaba Jacob; por eso, concluye Tabor, Heli tiene que ser el padre de María. Pero, en primer lugar, hay muchas discrepancias, no solo esta, entre la manera en que Mateo presenta la genealogía de Jesús y cómo la presenta Lucas. Por tanto, cuando Tabor se pregunta: “¿Así que quién era Heli?” y de inmediato contesta: “La solución más obvia es que él era el padre de María”, saca una conclusión que no es obvia en absoluto y da un salto que no se justifica. (Véase La dinastía de Jesús, capítulo 2, “¿Un hijo de David?”, sobre todo, la p. 52; y compare Mateo 1:1-17 con Lucas 3:23-38.) Además, Tabor reconoce que no hay mención de María en la descripción de Lucas de la genealogía de Jesús porque “Lucas se adhiere a las convenciones y solo incluye a los hombres en su lista” (p. 52). Por ende, aunque uno aceptara las conclusiones de Tabor sobre el papel de María en la versión de Lucas —lo que, para repetir, es muy problemático—, queda claro que en Lucas, al mismo grado que en Mateo, lo que se presenta es una versión patriarcal de esa genealogía. [regresa]
[21]. Más adelante, volveré al tema de cómo se codifica esto en las escrituras religiosas. [regresa]
[22]. Aunque últimamente no estoy de acuerdo con él en varias cosas, sí tengo cierto punto de unidad con George Carlin cuando habla sobre la excesiva permisividad hacia los niños. Él representa un número que empieza con el siguiente diálogo (en que Carlin representa a todos): “Quiero decir algo sobre la manera en que los padres están criando a sus hijos”. “¿No va a decir algo malo sobre los niños, o sí?” “Sí, lo va a decir”. En parte, este número conlleva una especie de “revanchismo de la clase obrera” estrecho hacia los yuppies [profesionales jóvenes], que Carlin expresa con frecuencia. Pero él recalca algunos puntos válidos sobre la excesiva permisividad — que, para repetir, a menudo tiene relación con la aplicación de los puntos de vista del intercambio de mercancías a las relaciones entre los hijos y sus padres. [regresa]
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Revolución #557 22 de agosto de 2018
[Este artículo salió por primera vez en el OR No. 1231 (7 de marzo de 2004) y lo volvemos a publicar en vista de la importancia del tema.]Elecciones, resistencia y revolución
Obrero Revolucionario #1232, 25 de abril, 2004, posted at rwor.org
Nota del editor: A continuación publicamos un segmento de la sesión de preguntas y respuestas de una charla del año pasado de Bob Avakian, el presidente del PCR. Hemos editado el texto e insertado las notas.
Pregunta: En la charla usted habló de la intervención yanqui en Irak y la matanza de muchos iraquíes pobres. ¿Le parece probable que el gobierno de Bush se lance contra otro país, o sea, con fines electorales... a lo mejor contra un país del "eje del mal"?
Respuesta del presidente Avakian: Posiblemente. Por un lado son una bola de dementes, pero por otro lado no es tan sencillo, o sea, piensan en un plano estratégico y cuentan con gente más inteligente que Bush, supongo --que, claro, no sería gran cosa--, gente que hace un análisis estratégico y a largo plazo. A muchos les pareció: "Bueno, una vez que terminen con Irak, se lanzarán contra Irán y Corea del Norte". Pero en realidad tienen una estrategia más mesurada por ahora: se cuidan de no abarcar demasiado y quedar cortos.
Para ellos Corea del Norte es un problema muy espinoso porque, tenga armas nucleares o no, lo cierto es que tiene mucha artillería en la frontera con Corea del Sur, y si Estados Unidos ataca, lo más seguro es que desate un bombardeo enorme que mate a miles de soldados yanquis y centenares de miles de surcoreanos. Tienen que pensar muy bien cómo lidiar con esa contradicción y no precipitarse. De igual modo, atacar a Irán es un asunto serio y mucho más complejo y difícil que atacar a Irak, un país debilitado por guerra y diez (o más) años de sanciones económicas. Por todas esas razones, diría que existe la posibilidad de otra guerra relativamente pronto, pero hay que tener presente que están analizando la situación en un plano estratégico y con las miras más allá de las elecciones.
Una de las formas principales en que se están preparando para las elecciones de 2004 es, curiosamente, lo que están haciendo en el estado de California. No es que me guste Gray Davis ni mucho menos, ni me importa un pito que lo destituyan. Pero por otro lado tenemos que analizar todo esto más a fondo y tomar en cuenta el panorama general. Me parece muy probable que la campaña de destitución de Gray Davis sea parte de una estrategia de Bush y sus allegados para ponerse en una posición fuerte para ganar en el estado en las elecciones de 2004 y más allá. Bush ha recaudado, no sé, ¿200 millones de dólares ya para 2004? ¡Está cañón! Otra cosa muy gruesa es que para los allegados de Bush --bueno, en realidad Bush no es más que una figura decorativa de un grupo que lleva años en este proyecto--, para ese grupo es completamente ilegítimo que otro grupo esté en el gobierno. Así vieron a Clinton, por ejemplo (y claro, Clinton no es un paladín del pueblo ni mucho menos) pero les parecía ilegítimo aun cuando era presidente; para ellos es ilegítimo que cualquiera que no sea de su grupo esté en el núcleo del poder. Si atacan a otro país o no, y no lo descarto, en esta sociedad pasa algo muy grave que hay que analizar. No podemos ser simplistas si vamos a hacer lo que hay que hacer, sobre todo si vamos a hacer el tipo de revolución que necesitamos. Tenemos que analizar tendencias que vienen cobrando fuerza desde hace tiempo.
Es ilustrativo verlo como una pirámide. Arriba está la clase dominante representada por el Partido Demócrata por un lado y el Partido Republicano por el otro, que luchan entre sí. Eso es evidente, ¿no? Recordemos las elecciones presidenciales de 2000, las elecciones más aburridas en mucho tiempo, y de repente se pusieron interesantísimas y muy intensas, no por lo que dijeron o dejaron de decir en la campaña sino por lo que pasó (y no pasó) en el conteo. Se pusieron de relieve las feroces luchas intestinas de la clase dominante. Volviendo a la pirámide, arriba está la clase dominante y sus representantes políticos con (aunque esto sea un poco simplista) los demócratas a un lado y los republicanos al otro. Por décadas, el grupo de Bush y los que él representa han estado preparando toda una infraestructura, por decirlo así, para encaminar la sociedad hacia el fascismo cuando sea necesario.
Veamos lo que han hecho con el fundamentalismo religioso. El objetivo es preparar una base de millones y millones y millones de personas a quienes les asusta la idea de... ¡pensar! --¡en serio!-- personas que no pueden con la complejidad de la sociedad moderna y quieren respuestas sencillas y absolutas. El fundamentalismo religioso se basa en el absolutismo ciego, como las calcomanías que dicen: "Dios lo dijo, yo lo creo y se acabó". Desde luego, como señalamos en la charla, lo que "dios dijo" es lo que las autoridades religiosas reaccionarias humanas dicen que dijo, no simplemente lo que dice la Biblia (que a final de cuentas la escribieron seres humanos), sino lo que dice la gente de hoy. Por cierto, esas mismas "autoridades" prefieren ignorar las partes de la Biblia que no les convienen. No dicen que se debe ejecutar a los hijos que les pegan a sus padres o se rebelan o les faltan el respeto, ¡pues todo mundo se daría cuenta de que son una bola de dementes! Pero si interpretan al pie de la letra las Escrituras, pues deberían proponer eso.
Veamos otro ejemplo de cómo cultivan el fascismo ciego. Los agentes políticos conscientes, los representantes de la clase dominante, que vienen organizando y cultivando fuerzas fundamentalistas cristianas tenían un gran problema porque siempre les han inculcado que "los judíos mataron a Cristo", que son "los asesinos de Cristo". Como los judíos crucificaron a Cristo, naturalmente los fundamentalistas les tienen una rabia mortal. Pero los dirigentes fundamentalistas, no las bases que los siguen ciegamente, sino los altos dirigentes como Jerry Falwell y Pat Robertson, que tienen conexiones con la cúpula de la sociedad y el gobierno y son agentes estratégicos del sistema imperialista y de un sector de la clase dominante, tenían un problema porque para esta clase dominante (y para ese sector) Israel es sumamente importante y estratégico en su proyecto mundial.
Esta es una contradicción enorme para los fascistas cristianos: según ellos, los judíos son los "asesinos de Cristo" y, obviamente, Israel es un país judío, ¡pero tienen que llevar a las bases a apoyar ciegamente a Israel! ¡Chin! ¿Cómo lo resuelven? ¡Fácil! Diciendo que el Apocalipsis sostiene que la creación y existencia de Israel es un paso crucial para el santo advenimiento (el regreso de Jesucristo). O sea que la destrucción de Israel lo retrasaría y ayudaría a las fuerzas de Satanás (el antiCristo). Entonces, ¡hay que defender a Israel, cueste lo que cueste! ¡Lógico! Así engatusan a las bases.
Repito, llevan décadas cultivando ese movimiento de masas. De igual modo, vienen organizando lo que podríamos llamar organizaciones de cuadros: estructuras y agentes políticos y grupos como "Promise Keepers" (Comprometidos), un grupo fundamentalista religioso fascista que exhorta al hombre a subordinar a la esposa, y a la mujer a subordinarse al esposo (con cariño, claro). Proselitizan con ese punto de vista, ese programa, en toda la sociedad: en el trabajo, en las ligas de béisbol de los niños y todo lo demás. Llevan décadas trabajando en todo esto y ahora tienen un movimiento de masas fascista y cuadros organizados, una estructura de agentes políticos.
Todo esto es muy importante, pero más importante aun es la influencia que tienen en el mando militar. Por ejemplo, el libro Making the Corps,que describe el entrenamiento de los infantes de marina, pone de relieve que el alto mando de las fuerzas armadas se está "politizando" (con una política burguesa reaccionaria). Un principio básico de las fuerzas militares de este país ha sido que el ejército no es político, no es una fuerza politizada. No se mete en la política; obedece la cadena de mando y la Constitución sin meterse en la política y sin tener propiamente un punto de vista ideológico. Pero en las últimas décadas, los fundamentalistas cristianos de la derecha han ganado influencia en el alto mando militar; se ha vuelto muy ideológico y actualmente se identifica políticamente con el programa y movimiento fascista de la extrema derecha.*
Viendo este panorama y lo que están organizando y preparando, preguntemos: los demócratas, como sector de la clase dominante, ¿cómo van a contrarrestarlo?
O sea, veamos la pirámide con los republicanos aquí (a la derecha) y su base social de fanáticos religiosos y dementes fundamentalistas. ¿Recuerdan los problemas que tuvieron en las elecciones presidenciales de 2000 con las balotas de papel y todo el rollo? En un distrito electoral en el estado de Florida estaban contando las balotas cuando un grupo de empleados de congresistas republicanos golpeó a la puerta e hizo parar el conteo. Eso en sí fue muy grueso, pero simboliza algo mucho más grave: el hecho de que están dispuestos a movilizar una fuerza fascista si lo creen necesario y de que están dispuestos a implantar una sociedad religiosa fundamentalista fascista si lo consideran necesario.
Al otro lado de la pirámide (supuestamente a la izquierda), están los demócratas. ¿Quiénes son sus bases? No digo que realmente los representan, ¿pero a quiénes quieren atraer? A la gente progresista y los oprimidos. En realidad el papel de los demócratas es canalizarlos hacia la corriente tradicional de la política nacional y confinarlos al marco del proceso electoral burgués y... canalizarlos nuevamente si es que se alejan o salen de ese marco. Porque a las bases las elecciones les dan rabia, por las mismas razones que ya señalamos: el Partido Demócrata habla de gente común, de los pobres, de los que sufren discriminación, etc., pero siempre los traiciona. Hasta habla de los oprimidos, pero como en realidad no representa sus intereses fundamentales, los traiciona una y otra vez. Representa los intereses del sistema y la clase dominante, y sirve para engatusar a los oprimidos y los descontentos. A todos ellos les dice: "Vénganse, vénganse. No es tan malo como parece. No olviden que tienen el voto. Tranquilos. Todo saldrá bien". Para eso sirven los demócratas. Pero tienen mucho miedo de movilizar a las bases. Las exhortan a votar, pero les infunde pavor que se salgan a la calle a protestar o luchar contra los derechistas, que están cobrando fuerza.
Aquí vemos un peligro muy real que existe en este país actualmente: se ha embarcado hacia un tipo de gobierno burgués mucho más represivo e incluso fascista.
Pero debemos captar que esto es muy contradictorio. Hay que ver eso. Los derechistas están empujando la situación más y más hacia la derecha, y los demócratas apenas plantean unas cuantas objeciones débiles y se instalan en el "ala izquierda" del programa derechista.
Los demócratas se presentan como "el centro razonable", los que defienden la Constitución y el imperio de la ley mientras todo va deslizándose más y más hacia el fascismo. Pero, por otra parte, decenas de millones de personas detestan el rumbo de la sociedad. Lo vimos después de las elecciones de 2000 y con la guerra de Irak, y no es simplemente la guerra de Irak, aunque ha sido muy importante, claro.
A millones y millones y millones de personas les da asco lo que representa Bush y el camino en que se ha embarcado el grupo que está en el poder; y algo muy interesante es que dado su papel, los demócratas están prácticamente paralizados y no ofrecen una alternativa a esos millones de personas descontentas y furiosas.
En parte las protestas contra la guerra de Irak fueron tan masivas porque muchos captaron que no tenían alternativa. Los demócratas no les ofrecieron ninguna alternativa. Recordemos las elecciones de 2002, las elecciones para el Congreso; fue el momento ideal para el Partido Demócrata si es que de veras quería oponerse al grupo de Bush y sus preparativos bélicos. Muchísima gente hubiera votado por los demócratas y prácticamente les estaba rogando oponerse a la guerra. Pero por todas las razones que venimos señalando, los demócratas dijeron: "Bueno, no nos gusta el programa de Bush, pero si todo esto llega a una lucha frontal, ellos movilizarán sus bases de fanáticos y cuentan con el apoyo de importantes sectores de las fuerzas armadas. En cambio, a nosotros, ¿quiénes nos van a apoyar? ¡¿Hay quien nos apoye que no tengamos miedo de movilizar?!".
Los demócratas están paralizados en gran medida, y a eso en parte se debe la gigantesca movilización de masas contra la guerra de Irak, aun antes de que comenzara, porque muchos sentían que había que hacer algo. Esperaban que los líderes demócratas hicieran algo y, cuando no lo hicieron, se lanzaron a la calle.
Esto es importante en sí y también destaca el potencial positivo para la revolución. No estoy diciendo que estemos en el umbral de la revolución, pero pensando en el futuro y en el potencial, algo que lleva a una situación revolucionaria es que millones y millones de personas piensan que la situación es intolerable. Quieren que los líderes de la sociedad hagan algo, que los dirijan, pero estos no quieren hacerlo. ¿A quiénes recurren entonces? A los que están dispuestos y decididos a dirigirlos y a hacer algo de a de veras. Esta situación encierra grandes peligros, pero el otro lado de la contradicción es que encierra mucho potencial positivo para la lucha actual y para hacer la revolución conforme se vayan desenvolviendo la situación.
Fíjense cómo manipulan la farsa electoral. Un circo de candidatos demócratas recorre el país actualmente pero, curiosamente, según afirma la revista Time , Al Sharpton es básicamente un candidato ilegítimo porque no existe la menor posibilidad de que lo elijan presidente y tiene mucha cola que le pisa, el asunto de Tawana Brawley** y todo.
Pero, ¡qué raro!, dice Time , que en los debates entre los candidatos, Sharpton recibe la respuesta más favorable, con la excepción de Howard Dean, pues son los únicos que siquiera dan la apariencia de hablar de algo que le importa al pueblo, que le llega. Sean cuales sean las intenciones de Sharpton, el papel objetivo de gente como él (y aun más en el caso de Howard Dean) es atraer nuevamente a los descontentos, los que tienen mucha rabia y sienten que los demócratas los han traicionado, atraerlos nuevamente al proceso electoral: "Regresen porque se avecinan las elecciones primarias; voten por su candidato. Tenemos un lugar para usted". ¿Y qué pasa? Su candidato no gana la nominación, pero ya que están coqueteando con el proceso electoral, les dicen: "Pero, ¿quieren que otra vez gane Bush?". Bueno, su candidato no ganó y quedamos con el mamón Dick Gephardt como candidato demócrata,*** pero es mejor que Bush, ¿que no?
Como consecuencia, toda esa gente se paraliza políticamente porque la han canalizado nuevamente a una esfera en que no puede hacer nada que valga la pena. Van a jalar a esa enorme masa de gente, a decenas de millones de personas que sienten un profundo repudio por lo que pasa ahora. ¿Volverán al redil del sistema político o se lanzarán a los movimientos de resistencia?
No por eso quiero decir que debemos deslindar campos con los que
piensan votar en las elecciones presidenciales. Eso sería muy
tonto. Muchísimas personas votarán por los
demócratas y muchos lo harán sabiendo que no van a lograr
gran cosa. Nos corresponde ayudarlos a elevar la conciencia, unirnos
con la oposición y repudio al rumbo de la sociedad y
movilizarlos, porque se comprobará una y otra vez que los
demócratas no los llevarán a luchar contra todo eso. Esto
requiere cierta sabiduría, cierta madurez, cierta flexibilidad.
Tenemos que analizar esto en toda su complejidad, aplicar la
dialéctica y examinar las contradicciones, su movimiento y
desarrollo a fin de forjar un pujante movimiento que de veras lleve
hacia la revolución.
*****
En un mundo de profundas divisiones de clase y grandes desigualdades sociales, no tiene caso hablar de la "democracia" sin señalar su carácter de clase y a qué clase beneficia. Es más, mientras exista la sociedad dividida en clases no puede haber "democracia para todos": dominará una clase u otra, y la clase que gobierna defenderá el tipo de democracia que concuerde con sus intereses y metas. Por eso, debemos preguntar: ¿ qué clase dominará y si su gobierno, y sistema de democracia, sirve para continuar las divisiones de clase, y las relaciones de explotación, opresión y desigualdad que corresponden a ellas, o lleva a abolirlas ?
_______________________________* Nota de Bob Avakian: Otro aspecto importante es que en las últimas décadas, la Suprema Corte también está más y más dominada por gente que se "identifica políticamente con el programa fascista de la extrema derecha".
** En noviembre de 1987 encontraron a Tawana Brawley, de 15 años, semiconsciente y en una bolsa de basura, en el estado de Nueva York. Desapareció cuatro días antes. Tenía agujeros en la blusa y los pantalones, y estaba cubierta de excremento de perro. Le cortaron pedazos del pelo y escribieron insultos raciales en el estómago. Ella dijo que la secuestró y violó una bola de blancos, entre ellos unos policías. Lo que le pasó causó mucha indignación, pero las autoridades le echaron la culpa a Tawana, a sus asesores y a sus partidarios. En vez de ayudarla, el sistema la castigó y atacó a los que la apoyaban. Más de 10 años después, un tribunal rechazó las afirmaciones de sus asesores, entre ellos Sharpton, en una demanda entablada por uno de los que Tawana acusó, un fiscal.
*** Nota de Bob Avakian: Dennis Kucinich es otro que "da la apariencia de hablar de algo que le importa al pueblo", aunque desde el comienzo fue claro que ni Kucinich ni Sharpton tenían ninguna posibilidad de ganar la nominación, y aunque a Dick Gephardt, mencionado aquí como el tipo de candidato que ganará la nominación, le fue muy mal y se retiró, el argumento básico es correcto. O sea, el candidato que escoge el Partido Demócrata será alguien que desde el comienzo fue "aceptable" para la corriente dominante de la política burguesa (con sus criterios cada vez más estrechos y derechistas) o que en todo caso irá definiéndose así antes de las elecciones generales. Este es un patrón que se repite una y otra vez, una técnica comprobada para atraer y después chingar y traicionar a millones de personas descontentas, a quienes les inculcan la noción de que para los que quieren un cambio, no hay otra alternativa que el Partido Demócrata.
Permalink: http://revcom.us/a/508/bob-avakian-un-pais-gobernado-por-supremacistas-blancos-es.html
Revolución #557 22 de agosto de 2018
16 de septiembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
15 de junio de 2019: A la luz de los comentarios racistas de Donald Trump el domingo 14 de julio sobre las congresistas demócratas Alexandria Ocasio-Cortez, Rashida Tlaib, Ilhan Omar y Ayanna Pressley, estamos reimprimiendo el siguiente artículo de Bob Avakian, originalmente escrito en 2017 pero que es al menos tan oportuno hoy... y ciertamente igual de urgente
Jemele Hill, una comentarista de la ESPN, tuiteó que Donald Trump es un supremacista blanco, con lo que la vocera de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, pidió que Hill fuera despedida. (Ella no ha sido despedida, pero tuvo que emitir una disculpa, diciendo que no debería haber implicado a la ESPN en sus comentarios). Y luego Ta-Nehisi Coates hace un amplio y convincente argumento, en el actual número de la revista Atlantic, de que la ideología que define a Trump es la supremacía blanca. Aquí hay que decir firmemente:
¿Qué significa, y qué se requiere que la gente haga, si un supremacista blanco abierto está en funciones en la Casa Blanca, si esta administración (régimen) en su conjunto se basa en la supremacía blanca, si son acertados no sólo los comentarios de Jemele Hill sino el argumento de Ta-Nehisi Coates en su artículo de Atlantic — algo que sí es cierto? ¿Es esto algo que la gente simplemente tiene que aceptar — que los supremacistas blancos abiertos ahora gobiernan a Estados Unidos? ¿Es algo que se puede, o se debe, esperar hasta algunas futuras elecciones (2018 ó 2020) a ver si “se resuelve”? ¡¿Y quién hará que esto “se resuelva” de una manera positiva, si su norma moral y política es que esto está bien, o es algo que la gente simplemente tiene que aceptar, que ahora los supremacistas blancos están gobernando abiertamente a Estados Unidos?!
Permalink: http://revcom.us/a/1255/avakian_clinton_conspiracion_derechista_s.htm
Revolución #557 22 de agosto de 2018
12 de noviembre de 2016 | Originalmente publicado el 17 de octubre de 2004 | Periódico Revolución | revcom.us
NOTA DE LA REDACCIÓN (actualizado el 8 de marzo de 2017): Dos artículos de Bob Avakian revelan muchísimo acerca de la actual coyuntura política: sus raíces, sus dinámicas y cómo responderle. Se publicó en 1998 “La verdad sobre la conspiración derechista... Y por qué Clinton y los demócratas no son la respuesta”, sobre el juicio político contra Bill Clinton. Se publicó en 2005 “Los fascistas y la destrucción de la ‘República de Weimar’... y qué la va a reemplazar”, poco después de la reelección de George W. Bush.
Cabe señalar que Mike Pence, el vicepresidente de Trump, es la misma clase de fascista lunático si bien "legítimo", y mortalmente serio, que Pat Robertson, cuyo punto de vista y objetivos los analiza Bob Avakian en "La verdad sobre la conspiración derechista...". Por otro lado, de hecho Pence es aún más peligroso en vista de que lo han "legitimado" como el vicepresidente.
Recomendamos fuertemente que nuestros lectores los estudien, distribuyan y discutan. Cabe decir que no ha habido nada parecido a este análisis y su carácter penetrante y previsor (además, Bob Avakian, para hacer este análisis, se basa en una amplia gama de fuentes).
Originalmente, se publicó de manera anónima el artículo “La verdad sobre la conspiración derechista... Y por qué Clinton y los demócratas no son la respuesta”, por lo que se refiere al autor, Bob Avakian, en la tercera persona; además, cabe señalar que se publicó durante la presidencia de Bill Clinton, por lo que, a menos que se indique al contrario, cuando se refiere a “Clinton”, se trata de una referencia a Bill Clinton, y no a Hillary Clinton.
La conspiración derechista es una realidad. La derecha cristiana y sus aliados están llevando a cabo una campaña coordinada para joder y echar a Clinton. Pero lo esencial y más importante es que poderosas fuerzas de esta sociedad están tratando de imponer a la brava un programa político y social reaccionario y represivo. A pesar de que critican al “gran gobierno”, en realidad quieren meter al gobierno en nuestra vida diaria y darle a la policía carta blanca para pisotear presuntos derechos y protecciones constitucionales. La pantalla de todo esto es una cruzada de alto nivel a favor de los valores tradicionales y la rectitud moral de la religión de antaño.
Aunque Clinton ha sido el blanco de los derechistas más abiertos y clamorosos (especialmente la “derecha religiosa”), su gobierno ha implantado muchos aspectos de ese mismo programa y repetido sus explicaciones “morales-religiosas”. Cuando Clinton y los demócratas han tenido desacuerdos y conflictos con la derecha, han cedido ante sus presiones y le han permitido llevar la voz cantante.
Esto no se debe a las “realidades de la política electoral”, como tanto se oye, ni solo al hecho de que los politiqueros deben obedecer poderosos intereses financieros. Al nivel más fundamental, se debe a que los que están en posiciones de poder tienen que ponerse al servicio del sistema económico y social (del que ese poder político es un brazo). En la situación y el “ambiente global” actuales, los requisitos económicos y sociales del sistema capitalista dictan que los señores del capital sean libres de cumplir su primer mandamiento, “adorarás al dios ganancia sobre todas las cosas”, es decir, dominar y explotar, de una manera más desenfrenada y más “móvil” por todo el planeta. También dictan que, en la sociedad estadounidense, se recorten los principales programas sociales, se fortalezca el aparato estatal represivo y se cree una atmósfera social opresiva. Dictan lo que el grupo ¡Rehusar & Resistir! llama la política de la crueldad, o sea, una política de pobreza, castigo y patriarcado.
Todo el aparato político burgués está de acuerdo en eso, aunque a veces tienen desacuerdos y conflictos sobre los términos, el ritmo y las medidas específicas para imponerlo en un momento dado.
Se puede forjar una oposición muy fuerte a esa política... pero únicamente si no nos dejamos limitar por el marco político impuesto por el sistema, en que todos sus representantes piensan y actúan. Se puede si, en vez de atenernos a Clinton y los demócratas, nos apoyamos en la enorme cantidad de personas a quienes les conviene oponerse a todo ese programa, y quienes están empezando a darse cuenta de que tienen que hacerlo, aunque todavía no de una forma definida ni materializada.
Al estallar el “escándalo de Monica Lewinsky”, Hillary Clinton se lanzó a la contraofensiva, declarando a la prensa que detrás de los ataques a su esposo existía “una vasta conspiración de derecha” y que, de hecho, lo tenían en la mira desde el principio. Dicha teoría de una conspiración de derecha ha recibido muchas burlas, sobre todo, como era de esperarse, de los que ella acusó de conspiradores. A medida que se desenvolvían el “escándalo Lewinsky” y la “crisis de la presidencia”, resonaba un coro de sectores poderosos: que Clinton y compañía dejen de lanzar acusaciones; más vale que pida perdón. A la pregunta: ¿existe tal conspiración?, hay que responder: ¡No cabe la menor duda! Sin embargo, ese hecho no borra la necesidad de analizar a fondo las fuerzas políticas que están en contienda en la actual “crisis de la presidencia” ni los intereses fundamentales del pueblo en todo eso.
Para comenzar, vale la pena recordar los comentarios de Jesse Helms, “ilustre” senador de Carolina del Norte (patriarca de linchamientos racistas), poco después de la toma de posesión de Clinton. Helms dejó en claro que Clinton no merecía ser jefe supremo de las fuerzas armadas y le advirtió que era tan despreciado en las bases militares del estado que: “Si nos hace una visita, debe cuidarse. Más vale que traiga guardaespaldas”. Fue un comentario insólito; sin embargo, la prensa grande y la estructura de poder lo tomaron como algo perfectamente normal, lo cual es muy ilustrativo; ni siquiera criticaron a Helms (si un “ciudadano común y corriente” hace tal declaración, ahí mismo le caerían encima por amenazar al presidente) ni perdió poder ni “prestigio”; todo lo contrario.
Desde el principio, fuerzas poderosas allegadas al Partido Republicano han desatado una intensa y encarnizada oposición a su presidencia; están dispuestas a empañar “la dignidad de la presidencia” para atacarlo, a un grado sin precedentes en la historia contemporánea del país. (Ni siquiera en la crisis que tumbó a Richard Nixon se vio tanto desdén del mundo político oficial al presidente y tanto gusto en arrastrarlo por el lodo, con lo que enlodan la presidencia también). Desde el principio de su gobierno, la postura de dichas fuerzas es que Clinton no es apto para ser presidente y que su presidencia es “ilegítima”. Su intención siempre ha sido “darle duro” —desprestigiarlo ante la opinión pública y en el seno de la clase dominante— con el propósito de restarle influencia e iniciativa política y, de ser posible, correrlo.
Durante varios años, sobre todo este año, la investigación de Starr ha sido el arma principal de esas fuerzas, y ha precipitado la actual crisis y la posibilidad de destitución (o renuncia) de Clinton. Además de las relaciones obvias y documentadas entre varias fuerzas “conservadoras” (o “ultraconservadoras”) que abogan por la destitución de Clinton, se ha comprobado que Starr tiene vínculos estrechos con ellas; por ejemplo, con Jesse Helms (y su colega Lauch Faircloth); con los allegados a Linda Tripp y su agente Lucianne Goldberg; y también con los protagonistas de la demanda de Paula Jones. (El artículo de Andrew Sullivan publicado en la Revista del New York Times, abajo citado, describe los vínculos entre varios “conservadores” que han atacado a Clinton. Asimismo, “The Young Person’s Guide to Vast Right-Wing Conspiracy” —Guía para los jóvenes acerca de la vasta conspiración de derecha— que salió en Lumpen Times, una publicación anarquista de Chicago, aborda el tema).
Si bien el informe Starr tiene argumentos jurídicos contra Clinton, está claro que su propósito principal fue ponerlo en ridículo, política y personalmente. Los defensores de Clinton (y no solo ellos) han señalado que el propósito del informe —y su divulgación instantánea a través de los medios— con todo y pormenores “sensacionales y lascivos” fue desprestigiar (o manchar) a Clinton para que no pudiera seguir como presidente. (¿Cómo es que los enemigos de Clinton pudieron hacer eso? ¿Cómo pudieron llegar tan lejos? Eso va mucho más allá del simple hecho de que los republicanos son mayoría en el Congreso; volveremos al tema más adelante).
En cierto sentido, lanzar esos ataques bajos contra Clinton podría parecer raro, inclusive descabellado. Como señala el artículo de Andrew Sullivan en la Revista del New York Times: “Bill Clinton, muy probablemente el demócrata más conservador desde el presidente Harry Truman, se convierte para sus enemigos conservadores en la máxima expresión del liberalismo de los años 60. No les importa que haya resuelto el problema del déficit presupuestal, que haya aprobado la reforma al welfare y eliminado muchas libertades civiles en la guerra contra el terrorismo, que esté a favor de la pena de muerte, ni que aprobara una ley en defensa del matrimonio tradicional”. (“The Scolds”, Revista del New York Times del 11 de octubre de 1998. En cuanto a la postura del autor, dice sin pelos en la lengua: “Mi opinión sigue siendo que [Clinton] debe renunciar”; además, alaba a Ronald Reagan y contrasta su conservadurismo “bueno” con el conservadurismo “malo” de los enemigos de Clinton).
Además de esos “logros” citados por Sullivan, hay que añadir otros a la presidencia de Clinton: la escalada de la guerra contra los inmigrantes y la mayor militarización de la frontera con México; el desmantelamiento en marcha de la vivienda pública; una política “contra el crimen” muy agresiva, que implica brutalidad y asesinato policiales y la criminalización de una generación de chavos negros (y cada vez más chavas), así como latinos y otras nacionalidades en los barrios pobres. Sullivan explica que Clinton “es un presidente cuya política económica complace a los corredores de bolsa; bombardea a Sudán y Afganistán sin advertencia alguna [y, cabe señalar, combina ‘sanciones comerciales’ con ataques militares a Irak (y la amenaza de más agresión), con la consecuencia de miles y miles de muertes, sobre todo de niños, cada año], y declara que la época de la burocracia y el gran gobierno se acabó”. Sin embargo, como dice Sullivan: para sus enemigos “conservadores”, Clinton es “simplemente una pantalla del radicalismo liberal”. Hay que preguntar: ¿por qué? ¿Cuál es la neta? ¿Qué busca la derecha?
Para adentrarnos en esto, volvamos al ataque de Jesse Helms contra Clinton al principio de su presidencia. Eso sucedió cuando Clinton anunció su propuesta de permitir gays abiertamente en las fuerzas armadas por primera vez (aunque Clinton se echó para atrás a toda carrera y adoptó la actual norma de “no preguntar/no decir”). Además, Clinton nombró a muchos negros, “minorías” y mujeres a puestos del gobierno; la poetisa negra Maya Angelou fue invitada de honor a la toma de posesión; nombró a un gay de embajador y a una cantidad nunca vista de gays a puestos en la Casa Blanca; a diferencia de los dos presidentes anteriores, se opuso a las iniciativas para prohibir el aborto, aunque cedió política y moralmente ante los que quieren que el aborto sea considerado un pecado y un delito (más adelante volveremos al tema). Del mismo modo, aunque en la campaña electoral de 1992 apoyó el genocidio contra el pueblo de Irak por la administración de Bush, no repudió su propia oposición a la guerra de Vietnam y se ha identificado con expresiones culturales que se consideran parte del legado de los años 60 (lo que se vio en la ceremonia de toma de posesión y, con mucho simbolismo, cuando tocó el saxofón en el programa de televisión de Arsenio Hall durante la campaña).
Por eso, Clinton es un símbolo y un blanco de los políticos que declaran que la “moral tradicional” del patriarcado y el patriotismo ciego —encarnada en el cristianismo fundamentalista— es la piedra angular que mantendrá la estabilidad y cohesión de la sociedad capitalista y la dominación del imperio yanqui. Para ellos, América hoy —no solo el gobierno sino la sociedad en general— está en declive cultural y moral. Es más, corre el peligro de desintegración y destrucción. Robert Bork resume todo eso en el título de su nuevo libro: Desliz hacia Gomorra.
Andrew Sullivan dice que el punto de vista de Bork —cuyo nombramiento a la Suprema Corte suscitó un debate tan fuerte en el Congreso que terminaron por rechazarlo— ha evolucionado: de ser “profeta de la moderación jurídica” ha llegado a tal punto que “La única esperanza que Bork ofrece es que surja un conservadurismo religioso vigoroso, optimista y experimentado políticamente”. Bork, y otros de la misma laya, son como profetas del Antiguo Testamento que advierten a la nación favorecida de dios que está encendiendo su ira y se acerca un tremendo cataclismo por sus pecados. Sostienen que se necesita un “renacimiento moral” —guiado por una interpretación textual y absolutista de la Biblia, y una política regida por tales “verdades”— para contrarrestar el declive, salvar a América del infierno y proteger su posición de potencia superior del mundo.
Esa gente va muy en serio y es muy poderosa. Durante la actual “crisis de la presidencia”, han llevado la batuta entre los conservadores y el Partido Republicano, que es el partido oficial de dicha tendencia. Como explica Andrew Sullivan: “Los conservadores que todavía abogan por reducir la burocracia y los impuestos [conservadores fiscales] han tenido que unirse al coro de reavivar la moral para ganar a sus colegas [conservadores morales]”. Aunque la tendencia del momento es decir que a lo mejor eso ha cambiado —que tras los comicios, el “conservadurismo fiscal” ha triunfado sobre el conservadurismo social y la “moralidad”— un análisis cabal, más allá de las interpretaciones pragmáticas de los sucesos, demuestra que los defensores del “renacimiento moral” han avanzado mucho durante los últimos 20 años; que en gran medida lograron moldear la “crisis presidencial”; y que siguen siendo una fuerza formidable, bien conectada y con una sólida base financiera.
¿A qué se debe la mayor influencia e iniciativa de esas fuerzas —y el conservadurismo en general— en las estructuras e instituciones de la política oficial? Bob Avakian, el presidente de nuestro partido, abordó el tema recientemente en un ensayo sobre la moral:1
“No extraña entonces que ante cambios que tienden a minar o trastornar el sistema (por no decir nada de desafíos directos), la clase dominante se aferre más a la autoridad de la ‘moral tradicional’, a la vez que afila y esgrime con más agresividad su espada represiva. Por eso es que no solo William Bennett y otros ‘conservadores’ libran una cruzada sagrada a favor de ‘la familia’ y los ‘valores familiares’: a ellos se unen en coro los demócratas y ‘liberales’ de la clase dominante.
“Sin embargo, la verdad es que en esta cruzada y en general, hoy por hoy, los ‘conservadores’, y no los ‘liberales’, tienen la iniciativa. ¿Por qué? Hay varias razones fundamentales: importantes cambios geopolíticos, en particular la desintegración del bloque soviético y la Unión Soviética; cambios en la economía mundial (como la mayor internacionalización de la producción y de la especulación y otras actividades parasíticas del capital) ligados a cambios en la economía estadounidense, como reajustes en la composición de la fuerza de trabajo, con menos trabajos manuales; y una enorme deuda asociada con los gastos militares sin precedente de la década pasada (el costo de ‘ganar la guerra fría’).
“Hay que ver la decadencia del liberalismo en ese amplio contexto. Por un lado, cambios económicos y sociales (como la contracción de la industria y el descenso de los sindicatos, el crecimiento de los suburbios y la fracturación de las viejas coaliciones políticas urbanas) han debilitado los tradicionales pilares sociales del pacto liberal conocido como el Nuevo Trato (New Deal). Por otro lado, intensas presiones económicas mundiales e inminentes crisis presupuestarias están causando una drástica restructuración de los gastos gubernamentales y los programas sociales, tras años de restructuración en el sector privado. Esta es una época de un capitalismo de menos concesiones, más golpes y más movilidad. Necesita abaratar la producción, rebajar los salarios y beneficios, y crear una fuerza de trabajo más flexible y ‘desechable’. Necesita recortar los programas sociales del Nuevo Trato y de la Gran Sociedad, que hoy, dicen, son una carga ‘improductiva’. (¿No fue el demócrata Clinton quien sacó la frase: ‘Eliminar el welfare tal como ha sido’?) Esos y otros factores relacionados han minado el terreno del Nuevo Trato y los programas de concesiones (la ‘guerra contra la pobreza’, etc.), que han sido la base de las administraciones demócratas de la sociedad capitalista en Estados Unidos.
“A la vez, muchos de esos mismos factores, junto con la lucha que ha librado el movimiento de la mujer, han llevado a una situación en la que gran cantidad de mujeres no solo tienen la necesidad sino la posibilidad de trabajar fuera de la casa. A todo eso le ha acompañado una gran cantidad de trastorno y conmoción; y una de sus más importantes consecuencias es una erosión significativa, desde muchos ángulos y entre diversos sectores de la población, de la base de la familia tradicional patriarcal y los ‘valores familiares tradicionales’ con ella asociados. Sin embargo, todos esos cambios se están dando dentro de los límites del mismo sistema, sobre las bases de relaciones económicas capitalistas.
“Esa contradicción podría ser muy explosiva, y en muchos aspectos ya está estallando....
“Una expresión concentrada de eso es la polarización y dura lucha en torno al derecho al aborto. Es claro que la esencia del ‘movimiento’ contra el aborto —que desde el inicio ha sido manejado desde ‘arriba’ (y me refiero a individuos de la clase dominante y no a la inspiración de dios que le imputan)— ha sido reforzar el control patriarcal de la mujer y el papel de la mujer como incubadora” (de Predicando desde un púlpito de huesos, o necesitamos moral, pero no la moral tradicional).
Con la presidencia de Clinton se buscaba manejar dichas agudas y explosivas contradicciones ofreciendo cierto “espacio político” a la “diversidad” y al “multiculturalismo”, a la vez que se fortalecían las relaciones de supremacía blanca y el machismo, que son imprescindibles en la estructura del capitalismo-imperialismo estadounidense. Por eso, Clinton ha planteado una versión menos absolutista de los “valores tradicionales” y la “tradición judeocristiana” que ha servido para justificar y reforzar las relaciones de explotación y opresión en que se cimienta el sistema.
Sin embargo, para sus contrincantes conservadores, sobre todo los fundamentalistas, tal programa no conviene. Opinan que minará los cimientos tradicionales del sistema, tanto de la base económica como de la superestructura política, cultural e ideológica; que llevará al deterioro del “consenso” social y de la “cohesión” social que prestan legitimidad al sistema y son necesarios para mantenerlo. Efectivamente, a raíz de los movimientos de los 60, amplios sectores del pueblo se sienten comprometidos con la justicia e igualdad social y no aceptan que Estados Unidos tenga el presunto deber moral ni el derecho de cabalgar sobre los demás e imponer un orden mundial. Por otra parte, la “recuperación” de la economía durante la administración Clinton —y la producción altamente “globalizada” y “flexible” que la caracteriza— ha coadyuvado al “deterioro de la familia tradicional”. Asimismo, ha fomentado una cosmovisión de “gozar la vida”, particularmente (pero no exclusivamente) de los profesionales acomodados, lo que conlleva el deterioro de ciertos “valores tradicionales”, tales como el patriotismo y la voluntad de sacrificarse por los “intereses nacionales” proclamados por la política oficial.
Lo que Marx escribió hace 150 años en el Manifiesto Comunista acerca de las relaciones de producción burguesas desenfrenadas viene muy al grano, sobre todo en lo que se refiere a ciertos sectores de la población estadounidense en el mundo del capitalismo “post-guerra fría”. El siguiente pasaje del Manifiesto es muy contundente: “Dondequiera que ha conquistado el poder, la burguesía... ha desgarrado sin piedad [las relaciones feudales] para no dejar subsistir otro vínculo entre los hombres que el frío interés, el cruel ‘pago al contado’. Ha ahogado el sagrado éxtasis del fervor religioso, el entusiasmo caballeresco y el sentimentalismo del pequeño burgués en las aguas heladas del cálculo egoísta. Ha hecho de la dignidad personal un simple valor de cambio... En una palabra, en lugar de la explotación velada por ilusiones religiosas y políticas, ha establecido una explotación abierta, descarada, directa y brutal”. Aquí se encierra una gran ironía: el “triunfo” y el “triunfalismo” del capitalismo hoy por hoy han producido ciertos efectos y sentimientos que tienden a socavar la voluntad de sacrificarse por “dios y la patria”, es decir, por los intereses y exigencias del imperio yanqui, dentro del país y a nivel internacional. Por eso, los “conservadores”, principalmente la derecha cristiana, buscan reavivar e imponer precisamente “el sagrado éxtasis del fervor religioso, el entusiasmo caballeresco y el sentimentalismo del pequeño burgués”; es decir, resucitar una situación en la cual impere una explotación mundial más brutal que nunca, pero “velada por ilusiones religiosas y políticas”.
Al respecto, cabe señalar un artículo sumamente interesante que invita a la reflexión: “The Erosion of American National Interests” (Erosión de los intereses nacionales de Estados Unidos) de la revista Foreign Affairs (septiembre/octubre de 1997). El autor, Samuel P. Huntington, un “conservador”, critica a Clinton por fomentar el “multiculturalismo” y la “diversidad”. Advierte que las “tendencias hacia la desintegración” desatadas por el fin de la guerra fría (en particular la “pérdida” de la Unión Soviética como enemigo formidable y rival poderoso en la contienda por la dominación mundial), agravadas por el multiculturalismo y la situación de las etnias a nivel interno, podrían minar la unidad en torno a los “intereses nacionales”, así como la necesaria proyección del poderío imperial yanqui a otros países. Hasta plantea que: “De triunfar el multiculturalismo y de desintegrarse el consenso de la democracia liberal, Estados Unidos podría acabar en el basurero de la historia al lado de la Unión Soviética”. La presidencia de Clinton ha contribuido a tal eventualidad, según el autor, dado que “cabe muy poca duda de que es el primer presidente que fomenta diversidad, en lugar de la unidad del país”.
Andrew Sullivan señala que según Robert Bork y otros “conservadores” de la misma laya, para unificar la sociedad y prevenir su desintegración o destrucción se necesita “un renacimiento del fundamentalismo religioso o una gran depresión que haga reflexionar sobriamente”. (Al parecer, a Bork le agradan ambas posibilidades). Asimismo, dice que otro escritor “conservador” importante, David Frum, aboga por disminuir la influencia del gobierno, “no con la finalidad de expandir la libertad personal sino para minar la seguridad económica de la clase media a tal grado que no tenga más remedio que volver a la moralidad de los años 50”.
Es obvio que las posiciones políticas e ideológicas de esos sujetos son reaccionarias; hasta expresan ideas y posturas que podrían clasificarse como demencia, según criterios modernos de racionalidad. (Véase, por ejemplo, cualquier escrito de Pat Robertson). En su libro Answers to 200 of Life’s Most Probing Questions (Respuestas a 200 de los interrogantes más difíciles de la vida), Robertson afirma que Satanás tiene la culpa por la mayor parte del dolor del mundo y que la mayoría de las enfermedades son consecuencia del pecado. Sostiene que Carlos Marx fue un “sacerdote satánico” poseído por “demonios”. Asimismo, escribe: “Es posible que un príncipe demoníaco esté al mando de Nueva York, Detroit, St. Louis o cualquier ciudad”. Dice que “adivinos, espiritistas, brujas, hechiceros”, al igual que los “satanistas”, son “controlados por Satanás”; que las sesiones y tablas de espiritismo, así como la meditación transcendental (y decir los “nombres de dioses hindúes”) y hasta el juego de “Mazmorras y Dragones” son “potenciales fuentes de posesión demoníaca”. Robertson menciona que en un viaje a Seattle-Tacoma “caí en una terrible depresión” y “me di cuenta de que fue un ataque demoníaco”; cuenta que logró superar el ataque declarando: “Satanás, en nombre de Jesús, apártate de mí”. Aunque parezca contradictorio, Robertson dice: “Al examinar los libros sagrados de otras religiones, uno encuentra fantasías y extraños sucesos sobrenaturales que la gente razonable no puede aceptar. En cambio, la Biblia es fiel a la historia”. Para colmo, ataca el hecho científico bien comprobado de la evolución, que hasta el papa ha tenido que aceptar, aunque siempre trata de “conciliarla” con las “verdades de la Biblia”.
Sin embargo, Pat Robertson y otros personajes con la misma cosmovisión y programa no están marginados de la vida social y política del país, ni mucho menos: son participantes legítimos del proceso político y serios rivales en la contienda para dominar la estructura de poder y dirigir la sociedad. El propio Robertson se postuló a candidato presidencial del Partido Republicano en 1988.
¿Qué conclusiones se pueden sacar acerca de la influencia creciente de fuerzas como Robertson? Cuando menos habría que decir que indica que los meros meros del mundo financiero y del poder no tienen en este momento un consenso bien definido y de buena aceptación acerca de las formas y medios específicos de control que emplearán en este período, un período que nuestro partido ha caracterizado como “de transición con potencial para grandes trastornos”. Sin embargo, existe un consenso bastante amplio en el seno de la clase dominante de que el programa social y político de los reaccionarios fundamentalistas es un elemento importante de la “mezcla política” del momento. Además de las propias fuerzas fundamentalistas, hay otras agrupaciones poderosas que opinan que podría surgir una situación que dictaría poner en práctica el programa fundamentalista a una escala mucho mayor.
Además, cabe señalar que desde hace cierto tiempo se ha cultivado una situación en las fuerzas armadas en la cual la política de los reaccionarios fundamentalistas ocupa una posición importante, particularmente en el alto mando. En su libro Making the Corps (que, como indica el título, se enfoca en la Infantería de Marina, además de abordar otras ramas castrenses) el autor, Thomas E. Ricks, comenta: “Al parecer las fuerzas armadas están optando por un conservadurismo partidista”. A manera de ejemplo, cita a varios militares y las siguientes frases de una condena típica de “radicales culturales, individuos que odian nuestra cultura judeocristiana... [cuyo] proyecto se está plasmando paulatinamente en una nueva ideología conocida como ‘multiculturalismo’ o ‘ser políticamente correcto’; fundamentalmente, es la traducción del marxismo de la economía a la esfera social y cultural”. Ricks señala que ese comentario “suena como un discurso derechista típico de los 90”, tal como lo plantearía Robertson o Pat Buchanan, pero lo llamativo es que los autores son dos reservistas de la Infantería de Marina y William S. Lind, “un analista militar quien ha influido en el desarrollo de la doctrina castrense de la Infantería de Marina”; además, su “asombrosa conclusión” (palabras de Ricks) es que “es probable que la próxima guerra que combatamos sea aquí mismo en Estados Unidos”.
También hay que reconocer que el proyecto general represivo social y político de dichas fuerzas encierra un elemento abiertamente genocida en lo que se refiere a las masas de los ghettos, a pesar de sus esfuerzos por “limpiar su imagen”. Han “pedido disculpas” por acciones racistas cometidas a lo largo de muchos años y han declarado su oposición a la opresión racista del pasado; por ejemplo, Jerry Falwell dijo que su reacia oposición al movimiento de Derechos Civiles durante los años 50 y 60 estuvo mal. Pero plantean muy agresivamente un programa sumamente opresivo y, valga la redundancia, que tiene implicaciones genocidas. Eso se demuestra claramente, por ejemplo, cuando Pat Robertson aborda el tema de crimen y castigo, particularmente la cuestión de la pena de muerte, en su libro Answers to 200 of Life’s Most Probing Questions. En una parte del libro titulado (significativamente) “Cristianos y el gobierno”, Robertson propone que se descarte el sistema penal actual y que se siga “el modelo de la Biblia” de la época del antiguo Israel, donde “no había prisiones” y “castigaban públicamente a los delincuentes a latigazos”. Será instructivo citar unos párrafos del libro de Robertson:
“Hoy los delincuentes son recluidos en penales, donde se supone que se arrepientan o que pidan perdón por sus pecados [nótese: no simplemente por sus delitos sino por sus ‘pecados’]. En realidad, esos lugares fomentan la delincuencia: inclusive las mejores prisiones tienen una reincidencia del 85%.
“La sociedad paga por la angustia de las víctimas de la delincuencia y paga año tras año los costos de recluir al delincuente, un gasto anual equivalente a la colegiatura de las mejores universidades. La Biblia nos ofrece un modelo muy superior. Los que cometían delitos menores regresaban a la sociedad y restituían a la víctima; a los delincuentes recalcitrantes los eliminaban de una vez por todas con la pena de muerte. La sociedad no era víctima ni tenía que pagar dos veces, como hoy”.
Cabe subrayar que Robertson no limita la aplicación de la pena de muerte a los condenados por delitos graves como homicidio premeditado: dice que es “un castigo muy necesario para delitos violentos” y emplea la frase “delincuentes recalcitrantes”. Al abordar el tema de la pena de muerte, Robertson alaba el “modelo de la Biblia”:
“En el antiguo Israel se creía que la sangre derramada en un homicidio manchaba la tierra y para restituirla había que derramar la sangre del asesino.
“Había un solo remedio para los que consideraban recalcitrantes, los que cometían actos indebidos que perjudicaban la relación entre Dios e Israel o destruían la trama de la sociedad: la pena de muerte. Por medio de ella, se eliminaba la ofensa y se purificaba la tierra”.
Al principio del pasaje, Robertson menciona homicidio; de hecho, no menciona otro delito. Sin embargo, en el antiguo Israel —y Robertson obviamente lo sabe— muchos actos conllevaban la pena de muerte. El propio Robertson señala: “La misma ley de los diez mandamientos especificaba la pena de muerte para ciertas ofensas”; pero, muy a propósito, evita nombrar dichas ofensas precisamente porque abarcaban no solo el homicidio sino los presuntos delitos de homosexualidad, brujería y magia, venerar a ídolos o a dioses que no fueran el dios de Israel, adulterio y fornicación —que para la mujer significaba todas las relaciones sexuales fuera del matrimonio— y rebeldía o inclusive falta de respeto de los hijos hacia sus padres. Como demuestran esos ejemplos (y muchos más que se podrían mencionar), en el antiguo Israel se imponía la pena de muerte por muchas cosas que, según las normas de la sociedad burguesa, ni siquiera se consideran delitos, y mucho menos que merecen la pena de muerte.
En su forma de plantear la cuestión —por lo que dice y lo que no dice— Robertson implica que la pena de muerte podría aplicarse no solo a los que cometen delitos como homicidio premeditado sino muchos otros delitos; es decir, a una categoría muy amplia y “flexible” que merece la muerte porque, según el criterio de teócratas reaccionarios como Robertson, “mancharon la tierra” con “actos indebidos” y provocaron la ira de dios contra su nación favorecida o “destruyen la trama de la sociedad”. Es preciso ubicar esos planteamientos en el contexto de la sociedad estadounidense hoy, donde la política oficial y la “dinámica normal” de las leyes de acumulación y competencia capitalista consignan grandes sectores del pueblo al “desempleo permanente”; para ellos la única alternativa real que el sistema ofrece podría ser la economía informal. Visto así, es innegable que la lógica del planteamiento de Robertson de aplicar “el modelo de la Biblia” al sistema penal implica una “solución final” para las masas de los ghettos, así como preparativos para una represión muy dura, hasta la ejecución, como castigo por una amplia gama de actividades que hoy son consideradas delitos menores o ni siquiera delitos.
Si bien se habla de la “delincuencia”, dada la realidad de que la mayoría de los presos son negros y latinos (y dada la supremacía blanca y todas las atrocidades que ha generado a lo largo de la historia de este país), ¿a poco vamos a creer que el exterminio masivo —a través de ejecuciones oficiales y/o de otras formas— se limitará a los sectores del pueblo negro y otras minorías que han cometido lo que hoy se consideran delitos graves? La declaración de un orador ante un “congreso del conservadurismo” en 1997 viene al caso: según Andrew Sullivan, repudió el aborto y el control de la natalidad, además de “lamentar el hecho de que la falta de procreación de los europeos blancos está llevando a la ‘muerte de la raza’“. Dicha supremacía blanca descarada —y la idea de que las mujeres europeas blancas son reproductoras de la “raza blanca”— encaja con la lógica de guerra racial de las fuerzas cristianas paramilitares y los rapados nazis. Y, empleando una frase de Richard Pryor, “la conclusión lógica de tal lógica” de guerra racial es el genocidio. Al reflexionar sobre todo eso, conviene recordar que entre los fascistas “legítimos” (y prominentes) del país figuran, además de los teócratas como Pat Robertson, los recalcitrantes supremacistas blancos del Sur, como Jesse Helms.
Además de examinar la postura de los teócratas fundamentalistas como Robertson acerca de la delincuencia y el sistema judicial, nuestro partido ha sometido a un análisis riguroso su política e ideología, y ha llegado a la conclusión de que son fascistas cristianos. Es decir, afirmamos (sin temor a exageraciones) que estamos ante un nazismo contemporáneo disfrazado con un manto religioso y ajustado a la sociedad estadounidense, dentro del marco de la actual situación mundial. En este momento, dichos fascistas cristianos tienen fuertes discrepancias con Clinton y con algunos aspectos de su programa.
Es importante captar lo terriblemente siniestras que son tales fuerzas y los horrores que quieren imponer a la sociedad y al mundo; sin embargo, sería muy lamentable ignorar o subestimar el hecho de que Clinton y los demócratas están de acuerdo con aspectos importantes de su programa y, lo que es más, lo han puesto en práctica, aunque en algunas instancias no toman la delantera sino que simplemente siguen o ceden ante la iniciativa de la derecha. Eso es muy evidente al examinar medidas que han impactado directamente al proletariado, sobre todo a las grandes concentraciones de los ghettos. Volvamos a los ensayos de Bob Avakian sobre la moral:
“...los cambios económicos y geopolíticos de Estados Unidos y el mundo han llevado a que millones de personas que están en el fondo de la sociedad en Estados Unidos, en particular los que viven en los ghettos y barrios pobres, queden excluidas más o menos permanentemente de un trabajo significativo, remunerativo, salvo en la ‘economía subterránea’ (que se basa en gran medida en el narcotráfico y ha pasado a ser un importante factor económico e importante empleador en todas las grandes zonas urbanas, así como en ciudades más pequeñas, pueblos e incluso zonas rurales).
“Aquí también, la clase dominante se ve ante la necesidad de contener y mantener el control fundamental de la situación, y de los de abajo, así como de levantar y fortificar barreras entre ellos y otros sectores sociales (‘la clase media’). Eso explica, por un lado, el constante incremento de fondos y fuerzas asignadas al crimen y castigo, o sea, la policía, las prisiones, las guerras contra las masas con el pretexto de la ‘guerra contra la droga’ y la ‘guerra contra el crimen’ y, por otro lado, el hecho de que esas ‘guerras’ nunca se ‘ganan’ sino que continúan interminablemente.
“Todo eso establece el marco y el ‘tono’ de la política de la clase dominante en Estados Unidos. Exige que la ‘punta de lanza’ de sus medidas sea un ataque agresivo contra los de abajo y eliminar concesiones (o sea, una guerra contra los pobres en vez de una supuesta guerra contra la pobreza), junto con una cruzada igualmente agresiva para promover e imponer los ‘valores antiguos’ del patriarcado, el patriotismo y el chovinismo blanco (racismo).
“Una tras otra, la prensa grande difunde y legitima toda clase de ‘teorías’ e ‘investigaciones’ que dizque demuestran que existen diferencias innatas e inmutables entre las razas, los géneros y otros grupos sociales, y que explican por qué unos se merecen posiciones de privilegio y otros no. Luego afirman que eso es ‘prueba científica’ de que los programas que se proponen nivelar esas desigualdades están condenados al fracaso y hay que eliminarlos. Pero la verdad es que lo único que prueban esas ‘teorías’ y esas ‘investigaciones’ es el innegable descrédito de un sistema y una clase dominante que están abandonando hasta la apariencia de poder superar enormes desigualdades, y más bien tienen que inventarse ‘profundas razones’ por las que no pueden superarlas. Y en todo eso, aunque los ‘liberales’ tienen un papel que desempeñar, los ‘conservadores’ tienen la iniciativa”.
El hecho es que la administración Clinton ha puesto en marcha muchos aspectos del programa de pobreza, castigo y patriarcado, como por ejemplo la eliminación de programas sociales ganados a través de lucha. Y cuando Clinton y los demócratas han discrepado con los “conservadores”, han ofrecido una defensa muy floja y se han echado para atrás en un dos por tres, como hicieron con la acción afirmativa. En cuanto al derecho al aborto, repetimos, sus posiciones ceden la iniciativa moral y política a la derecha (dicen que el aborto debe ser “legal pero poco usual”, lo cual implica que es un mal necesario). En realidad, la administración Clinton no ha hecho nada para cambiar la situación de que más y más mujeres—sobre todo pobres, jóvenes y de zonas rurales— prácticamente no tienen servicios de aborto (aunque el aborto todavía es legal).
Bueno, sí hay un renglón en que Clinton no se ha dejado ganar por la oposición “conservadora”: la represión y las medidas fascistas. Ninguno de los politiqueros más importantes de hoy —ni siquiera Rudolph Giuliani, el alcalde republicano de Nueva York, cuyas medidas draconianas y fascistas han provocado ira popular y condena de prestigiosas organizaciones de derechos humanos, así como aplausos de la estructura de poder y la prensa grande— ha rebasado a Clinton en eso. Ha fomentado la aplicación más generalizada de la pena de muerte; ha destripado las libertades civiles con el pretexto de “la guerra contra el terrorismo”; ha intensificado la guerra contra los inmigrantes y la militarización de la frontera con México; ha seguido (y ampliado) la política de criminalización de grandes sectores del pueblo, sobre todo de los chavos de los ghettos, lo cual implica gastar en prisiones en vez de escuelas, y que para más y más chavos esas son las instituciones formativas, son su “futuro” si siquiera tienen futuro.
En palabras de un jefe de policía: “En Washington, la voz de las fuerzas del orden es más fuerte que nunca”. ¿Qué implica eso “en la calle”, en los barrios donde vive la gente que es el blanco de dichas fuerzas del orden? Más hostigamiento, atropello, brutalidad y muerte a manos de la policía. El Proyecto Vidas Robadas (un proyecto de la Fundación Anthony Báez, el Gremio Nacional de Abogados y la Coalición 22 de Octubre para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación) ha desenterrado más de mil casos, desde 1990 no más, de víctimas de la policía, los guardias de prisión y la Patrulla Fronteriza. La mayoría de esas mil personas estaban desarmadas y fueron asesinadas a sangre fría o en circunstancias muy sospechosas; por lo general, no se ha acusado a los homicidas de delito alguno2. Esta situación es tan patente que Amnistía Internacional ha iniciado, por primera vez, una campaña general acerca de un país occidental: Estados Unidos donde, en sus palabras, existe “un patrón persistente y sistemático de violaciones de derechos humanos” por parte de las fuerzas policiales y el sistema judicial/penal”.
Además, Clinton ha planteado un nuevo criterio político para justificar el trato que se les da a grandes sectores del pueblo de ciudadanos de segunda clase (es decir, sin los derechos que supuestamente tienen los demás); se plasma en una frase que repite constantemente en sus discursos, ruedas de prensa, etc.: “siempre y cuando uno se apegue a la ley”.
Esa frase hace ver que la “diversidad” tan sonada de Clinton en realidad es cuento. Es decir, uno tiene el derecho a buscar un lugar en el luminoso mundo virtual, cruzando el “puente al siglo 21” (otra frase trillada de Clinton), siempre y cuando se apegue a la ley. De esa forma insidiosa y sutil Clinton establece un nuevo criterio que revoca el supuesto principio de “presunción de inocencia”; es decir, será necesario probar que uno es “inocente” para gozar de ciertos derechos elementales, como el proceso legal establecido. En la práctica, eso implica que “se presume culpable” a amplios sectores del pueblo — particularmente los jóvenes y las masas de los ghettos— que no gozan de derechos judiciales ni “garantías constitucionales”. Eso se ve claramente con las medidas “preventivas” que prohíben que los chavos se junten en una esquina porque las fuerzas del orden dicen que son “pandilleros”. A lo largo y ancho del país, la policía tiene “bases de datos” con las cuales justifica darles trato de criminales a chavos por el simple hecho de ser negros o latinos, o porque andan con “conocidos pandilleros”, inclusive porque se dice que “tienen el potencial de ser pandilleros”. (Se encuentra más información al respecto —por ejemplo, el hecho de que la policía de algunas ciudades admite que la mayoría de los chavos negros de cierta edad figuran en tal “base de datos”— en una serie de artículos del OR: “La juventud negra y la criminalización de una generación”, Nos. 971 a 974, 30 de agosto y 6, 13, y 20 de septiembre de 1998).
Otro ejemplo muy ilustrativo es que Clinton ha ido más allá de las “leyes de tres strikes” y ha establecido la regla de “un strike y fuera” para los residentes de vivienda pública: o sea, pueden expulsar a una familia de su casa si cualquier miembro o inclusive una visita es acusado —acusado, no condenado— de un delito “violento o de droga”. Esto es parte del plan general de desmantelar la vivienda pública; pero además, es parte del plan de clasificar a grandes sectores del pueblo (sobre todo proletarios, pues según la “dinámica normal” del capitalismo en este período de la historia ni siquiera es rentable explotarlos) como “delincuentes a menos que prueben lo contrario”... sin derecho al proceso legal establecido... cuyo destino es vivir en campos de concentración, es decir, prisiones donde sea rentable explotarlos y/o sea posible ejecutarlos. En vista de la historia y los rasgos fundamentales de la sociedad capitalista, que ha institucionalizado la supremacía blanca y no puede prescindir de ella, es de esperarse que la gente de color ocupe cada vez más dicha categoría de “delincuentes”.
Para justificar todo eso, Clinton ha sumado su voz a la cantaleta de los conservadores acerca de la “responsabilidad personal”, la cual es un arma ideológica con la cual se culpa al pueblo por la disparidad entre la realidad de la sociedad burguesa y las promesas y los principios que pregona; en particular culpa a las masas del ghetto por la situación de pobreza y opresión en que las tienen. Le echa la culpa de dicha situación —y de las acciones de la gente obligada a vivir así— a una supuesta “falla moral” de los oprimidos, y así niega y oculta la verdadera causa: la dinámica del sistema y la política de la estructura de poder. (¿A poco las masas de los ghettos y barrios sacaron la industria de las ciudades o impusieron la segregación de la vivienda? ¿A poco la gente de las zonas rurales es responsable de que el capital bancario y corporativo domine el sector agropecuario?) Hablar de “responsabilidad personal” es poner sal en la llaga; es el “sermón moral” que acompaña la política de castigo, las palabras mojigatas de los verdugos.
En palabras del escritor William Finnegan, quien se describe como “viejo amigo del sector público”: “Es difícil entusiasmarse por un gobierno cuya actividad principal parece ser hostigar y encarcelar a los ciudadanos. Los que esperaban que la administración de Clinton podía frenar o revertir tales tendencias se encuentran sumamente decepcionados”. (William Finnegan, Cold New World, Growing Up in a Harder Country; Un nuevo mundo frío, crecer en un país desalmado) Sin embargo, muchos de ellos están defendiendo a Clinton y los demócratas ante la creciente embestida de la derecha (en general, y específicamente en la actual “crisis de la presidencia”). Al llegar los comicios, eso se plasmó en la esfera electoral. En vísperas de las elecciones, Clinton se concentró en la movilización de votantes negros. Exhortó así a un grupo de clérigos negros: “A los que se sienten comprometidos conmigo les ruego fijarse muy bien en la importancia de estos comicios”. De hecho, destacados personajes del campo artístico y otras esferas han opinado que a los negros les interesa defender a Clinton y su presidencia.
Desde luego, Clinton no es el primer presidente que supuestamente “tiene un gran compromiso con el pueblo negro y sus problemas”. (Se dijo lo mismo de los presidentes John F. Kennedy y Franklin Roosevelt, e inclusive de Lyndon Johnson). Pero además, se afirma que Clinton tiene un conocimiento profundo de la cultura negra y se siente a gusto con los negros. Hasta se ha dicho que Clinton es “el primer presidente negro”, “más negro que cualquiera que podría triunfar en las urnas durante la próxima generación”, porque “Clinton comparte la experiencia negra: es del estado de Arkansas, lo crió su mamá sola, nació pobre, es de clase obrera, toca el saxofón y le encanta la comida de McDonald’s”, y precisamente por eso lo hostigan y “humillan” (de un artículo de Toni Morrison en la revista The New Yorker). Clinton es un político burgués muy astuto y cuando le conviene es perfectamente capaz de aparentar cierta afinidad con aspectos de la cultura negra; en otras ocasiones, ha desplegado un simbolismo abierta o solapadamente racista por conveniencia personal o motivos políticos de mayor alcance. Para mencionar algunos ejemplos: distanciarse de Jesse Jackson; su ataque gratuito a Sista Souljah durante la campaña electoral de 1992; el trato que ha dado a funcionarios del gobierno y candidatos que él mismo ha nombrado, como Lani Guinier y Joycelyn Elders; y, muy importante, su afán de sacarse la foto en las prisiones del Sur cuando resucitaron la espantosa costumbre de encadenar a las cuadrillas de presos cuando hacen trabajos forzados.
Pero aun si Clinton fuera negro —”culturalmente” o en realidad— eso no alteraría nada en lo fundamental: al examinar los hechos fríamente, es innegable que el programa de Clinton es una embestida salvaje y multifacética contra las masas negras y demás oprimidos, los jóvenes, las mujeres pobres y los del fondo de la sociedad. Como dice el refrán, guárdese del amigo y del traidor. Clinton ha sido un enemigo más peligroso —ha jugado un papel más eficaz para la clase dominante y sus ataques contra el pueblo— precisamente porque finge ser amigo. Mucha gente ha señalado, por ejemplo, que si un presidente republicano hubiera aprobado la “reforma al welfare”, habría provocado mayor resistencia. Pero la lucha se frenó porque, en cuanto a partidos que mueven las palancas del poder político, la única alternativa a Clinton y los demócratas es el Partido Republicano, que tiene merecida fama de ser enemigo agresivo y descarado del progreso del pueblo negro, de la mujer y de los oprimidos. La lógica de la política burguesa no permite salir de esa siniestra trampa... y una buena cantidad de feministas ha caído en ella también.
Según una declaración de la Mayoría Feminista, consideran a Clinton como “un aliado en la Casa Blanca” y “el primer presidente elegido por la mujer”, aunque ha tenido ciertas fallas en cuanto a “los derechos de la mujer”. Asimismo, es común oír que su oposición a que se prohíba el aborto es primordial. Desde luego, se trata de una cuestión de suma importancia: el derecho al aborto concentra la batalla contra la opresión patriarcal y las cadenas de la tradición, y es evidente que los fascistas cristianos y sus aliados lo reconocen, como demuestran los comentarios de William Kristol, un líder “conservador” (quien tiene una presencia habitual en los medios de comunicación y es director de The Weekly Standard, revista de Rupert Murdoch, monopolista de la prensa grande). Sullivan cita a Kristol: “Roe y el aborto son la prueba, pues si los republicanos no logran conquistar este reto moral y político, si no ganan el apoyo nacional a su proyecto de revocar Roe y avanzar hacia una América post-aborto, en verdad, ya no habrá futuro conservador”.
Sullivan también menciona los comentarios de un “conservador” que dio una ponencia con Kristol en un simposio en Washington, D.C., en 1997. Según Sullivan, dijo que tanto el aborto como el control de la natalidad sirven para “homosexualizar las relaciones heterosexuales”. Esa frase es muy reveladora; sintetiza varias cuestiones clave: la conexión entre la oposición al aborto y el repudio a la homosexualidad; por qué la oposición al aborto es tan fundamental en la cosmovisión y programa de los reaccionarios; y por qué la lógica de dichas fuerzas las lleva a oponerse al control de la natalidad y a la libertad reproductiva de la mujer. Además revela los fundamentos de todo eso: la familia patriarcal es más que nada una relación de propiedad —un elemento imprescindible de las relaciones de propiedad burguesas— en la cual la mujer es propiedad del esposo y su papel primordial es parir, sobre todo varones, para continuar su linaje y heredar su propiedad; por eso el propósito singular y esencial de las relaciones sexuales “en la cama matrimonial” es la procreación. (Cabe subrayar que el mismo ponente que afirmó que el aborto y el control de la natalidad sirven para “homosexualizar las relaciones heterosexuales” “lamentó el hecho de que la falta de procreación de los europeos blancos esté llevando a la ‘muerte de la raza’“).
¿Cuál ha sido el curso de la lucha sobre el aborto, particularmente durante la época de Clinton? Las fuerzas que quieren construir una “América post-aborto” han avanzado bastante; han empleado distintas tácticas, como el hostigamiento permanente de clínicas y proveedores de aborto, ataques incendiarios, agresión y asesinato; la consecuencia es que en la práctica se niega el aborto a muchas mujeres y se sabotea la preparación de nuevas generaciones de proveedores de aborto. Por otra parte, han logrado ganar en buena medida la iniciativa moral y política, y delimitar la lucha y debate. Francamente, han logrado confundir y desorientar a mucha gente, especialmente a muchas jóvenes. (Con su afirmación siniestra de que los abortos son un “holocausto”, inclusive han logrado —hasta cierto punto— que la etiqueta de nazis no se les ponga a ellos sino a los proveedores de aborto).
Como Bob Avakian señala en sus ensayos sobre la moral: “Una de las más indignantes ironías de la batalla en torno al aborto es el hecho de que los reaccionarios que se oponen al aborto conjuran el espectro del holocausto para caracterizar el aborto de fetos, cuando en realidad su agenda, para la mujer y en general para la sociedad, es muy paralela a la de los fascistas hitlerianos, que atacaron el aborto (y lo restringieron y penalizaron) por ir contra el papel esencial de la mujer: la ‘maternidad’“. Como consecuencia de tener un presidente (y un vicepresidente) “pro derecho a escoger” —mejor dicho, de caer en la trampa de depender de Clinton (y Gore) para defender el derecho al aborto— muchas fuerzas del movimiento de la mujer han tomado una postura pasiva y defensiva; en gran medida están paralizadas; no movilizan a las masas en defensa del derecho al aborto y en oposición a los ataques de las tropas de asalto anti-aborto; y no toman la ofensiva política y moral.
Urge oponerse enérgicamente al programa y acciones de los fascistas cristianos y sus aliados, tanto en el marco general como en esta coyuntura de la “crisis de la presidencia”. Desde luego, repudiamos la explotación sexual donjuanesca que le ha traído tan mala fama a Clinton, pero la neta: eso no es nada nuevo para politiqueros y presidentes, inclusive virtuales iconos burgueses (como Kennedy). Lo único nuevo en esto es que ahora poderosos enemigos de Clinton lo han usado —con bastante éxito— para crear un enorme escándalo y crisis política. Como se señaló en un artículo del OR del 27 de septiembre de 1998: “Decir que han enfangado los sacrosantos aposentos de la Casa Blanca con toqueteos sexuales es ridículo; toda la historia de la estructura de poder lo desmiente. Es más, los que hoy más condenan a Clinton por mentir bajo juramento son los mismos que apoyaron a Oliver North y toda la administración Reagan, que le mintieron al Congreso y atropellaron las leyes durante el escándalo Irán/contra”. (“Escándalo de Washington, lucha intestina de la clase dominante: El informe Starr”, por Ala Roja).
Al parecer, el éxito de tales fuerzas y haber podido crear y moldear la actual crisis no se debe simplemente a sus propios esfuerzos sino a otros factores. Uno es la molestia de ciertos sectores de la clase dominante (como los que hablan a través del New York Times) con Clinton porque creen que ha actuado con imprudencia; que no ha cumplido su responsabilidad hacia la clase dominante, sus estructuras y normas; y que ha perjudicado los intereses del sistema, del imperio, que el presidente debe defender. Otro factor es que parece que en estos momentos no hay “patricios” capaces de “superar las disputas sectarias y partidistas” de la clase dominante y servir de “centro de cohesión” para defender los intereses generales, como lamentó un artículo de USA Today: “Falta de estadistas reconocidos perjudica la nación” (15 de octubre de 1998). Si bien algunos personajes prominentes han intentado jugar el papel de “estadistas reconocidos” en esta crisis, ninguno ha tenido suficiente influencia para imponer una solución que todos estén dispuestos a aceptar. Al cierre de esta edición, la situación todavía no se define.
Después de los comicios —que supuestamente representaron una gran derrota para los republicanos pues no recibieron la “orden popular” de destituir a Clinton (y, a su vez, eso provocó “la caída” de Newt Gingrich)— parece probable que Clinton podrá terminar la presidencia, es decir, que se llegará a una solución que le permita seguir como primer mandatario. Pero, aun así, eso no borraría el hecho de que existen muy profundas contradicciones entre los que se disputan el poder, las cuales dieron lugar a una confrontación muy aguda y fuerte; ni cambiaría en nada el sentir de los que consideran que Clinton no es —ni jamás ha sido— apto para ser presidente. La supuesta victoria del “centro” y la “moderación” en los comicios tampoco borra el hecho de que la derecha — particularmente los fascistas cristianos y sus aliados— ha tomado la iniciativa y logrado bastante influencia para moldear la actual “crisis de la presidencia”, tanto como la política burguesa en general. (El simple hecho de que presenten a los hermanos Bush como representantes de “la moderación” es un indicio del pronunciado desplazamiento del “centro” de la política oficial hacia la derecha; es decir, es muy revelador que agrupen a Clinton con republicanos de esa laya como paladines de “la moderación”).
A raíz de la “crisis de la presidencia”, fuerzas abiertamente “ultraderechistas” han podido (durante un buen rato) llevar la batuta de una inquisición que busca, entre otras cosas establecer como norma política una reaccionaria moral fundamentalista; y poderosos políticos, como Trent Lott (el líder de la mayoría en el Senado), se han ofrecido como paladines de tal moral. Dicha inquisición ha utilizado —y ha tratado de legitimar— normas y precedentes, jurídicos y de otra índole, para justificar espionaje y entrometimiento en la vida privada con el fin de hostigar y entablar acusaciones, pisoteando las supuestas garantías constitucionales; y, como nosotros (y otra gente) hemos señalado: si eso se lo hacen al presidente del país, ¡ni hablar de la gente común y corriente!
Esa inquisición, y la política e ideología que encierra, es totalmente antagónica a los intereses del pueblo; por eso, es preciso repudiarla y librar una firme lucha contra ella. Pero incluso cuando lucha contra la destitución, Clinton acepta los planteamientos de sus opositores. Hace una declaración pública: “He pecado”, la cual no hace más que fortalecer la noción de usar principios del cristianismo fundamentalista para juzgar a líderes y programas políticos, y tomar decisiones políticas. Por otra parte, como nosotros (y otros) hemos señalado, es muy irónico que los enemigos de Clinton hayan aprovechado muchas leyes y precedentes contra libertades civiles que él mismo propuso y aprobó. Limitar la oposición a la inquisición al marco establecido, o aceptado, por Clinton —y canalizarla o limitarla a la esfera electoral, de votar por los demócratas (o contra los republicanos, que da lo mismo)— perjudicará la resistencia contra el programa represivo y reaccionario que Clinton y los demócratas, además de los fascistas cristianos y otros “conservadores”, han fomentado y puesto en práctica.
En cuanto a participar en el proceso electoral burgués, nuestro partido ha dicho claramente que ese proceso es un instrumento del estado capitalista, de la dictadura burguesa. Las cuestiones centrales (como cuáles candidatos serán los “principales contrincantes”, qué cubrirá el debate y la contienda, cuáles serán las “opciones políticas” legítimas y “realistas”, etc.) se deciden en el seno de la clase dominante. En los comicios, el pueblo tiene la oportunidad de escoger entre tales opciones, y el propósito primordial del proceso es dar la apariencia de que la “voluntad popular” autoriza las medidas reaccionarias que la clase dominante implanta a través de las estructuras del gobierno.
Al captar eso, podemos entender la verdadera dinámica de la política burguesa y desmentir la idea —que se divulga mucho al acercarse las elecciones y que se planteó fuertemente en los comicios de noviembre (hasta por gente que no debe caer en esa trampa)— de que si uno no vota, no tiene derecho a quejarse, ni siquiera a opinar, acerca de la política nacional. En realidad, eso quiere decir que si uno capta que el proceso electoral burgués es parte del aparato de opresión y que su propósito central es desviar y disipar al pueblo con el fin de aumentar la opresión, ¡pues no tiene derecho a oponerse! ¿Cuál es la lógica de eso y a quién le sirve?
Por otra parte, es preciso refutar la idea tan sonada de que lo que determina las decisiones políticas es el hecho de que a los políticos los motiva el afán de ser elegidos (o reelegidos) y que por lo tanto responden al “sentir de los votantes”. Eso pone todo patas arriba y culpa al pueblo por las medidas reaccionarias que el gobierno adopta.
En realidad, las decisiones políticas en un país como Estados Unidos las domina una clase, la clase capitalista, cuya posición económica le da el monopolio del poder político, de los medios de comunicación y de otras formas de divulgar ideas y cultura. Desde luego, los politiqueros del sistema burgués tienen grandes ambiciones personales y buscan satisfacerlas a través de las estructuras y procesos del sistema. Sin embargo, inclusive a ese nivel, triunfar en las urnas y tener una carrera exitosa como político burgués depende más que nada del apoyo financiero de los ricachones y de un buen trato en la prensa grande, controlada, repetimos, por los mismos ricachones.
Las decisiones políticas y medidas del gobierno son el producto de un proceso de contienda y colaboración entre los representantes de la clase dominante. Así se llega a un consenso general (y cuando sea necesario se altera a través del mismo proceso) sobre asuntos y sucesos clave en la sociedad y el mundo (lo que incluye guerras revolucionarias y otras luchas contra el sistema). De hecho, no poder llegar a tal consenso a través del proceso “normal” del sistema es un indicio de una crisis grave. Conforme a tal proceso y al consenso logrado, se orquestan campañas de propaganda muy complejas en los medios masivos de comunicación para moldear la opinión pública acerca de todas las cuestiones clave. (Eso se hace tanto en programas de televisión, películas, etc., como en los noticieros. Por ejemplo, nótese cómo hoy se repiten temas como la importancia de “combatir la delincuencia” y de “derrotar a los terroristas”; y cómo “los valores de la familia” resuenan no solo en programas de televisión sino también en las películas de Hollywood, esa “Sodoma de la decadencia liberal”).
Esta dinámica de dominio y lucha de clases, que se desprende de las fuerzas económicas y relaciones sociales del sistema, determina las medidas del gobierno. Explica por qué el gobierno adoptó el Nuevo Trato en el contexto de la Gran Depresión de los años 30. A través de esa dinámica, se decidió emprender “la guerra contra la pobreza” tras los levantamientos populares de los años 60. Y ahora ha llevado a abandonar el Nuevo Trato y “la guerra contra la pobreza”, como vimos arriba. Asimismo, explica por qué el gobierno hizo concesiones ante la lucha del pueblo negro en los 60 y por qué ahora se ha echado para atrás. También explica por qué entró a la guerra de Vietnam, y por qué se retiró de ella. A través de esa dinámica, cambiaron leyes (o interpretaron la Constitución) de forma que afectaron profundamente a la mujer, particularmente en cuanto al aborto; y ahora esa misma dinámica ha producido una situación en que el derecho al aborto está bajo ataque por poderosas fuerzas, dentro y fuera del gobierno, y en la cual los miembros del gobierno que supuestamente defienden tal derecho toman una postura muy defensiva y negativa (por ejemplo, la frase tan sonada: “legal pero poco usual”). En ninguno de esos ejemplos —ni un sinnúmero más que se podrían mencionar— el proceso electoral burgués ha sido lo determinante.
Mucho se ha dicho sobre el papel “determinante” de “las minorías, la mujer y los sindicatos” en las elecciones recientes. Puede ser que le hayan dado al Partido Demócrata unas cuantas curules más en el Congreso, pero no “determinaron” ni pueden determinar qué medidas tomará el gobierno, ni tampoco podrá descarrilar el programa de pobreza, castigo y patriarcado que une de manera fundamental a los demócratas y republicanos. Eso, repetimos, se debe a que los programas y las medidas políticas que todos los politiqueros tienen que acatar, si quieren seguir en su puesto, los determina la clase dominante y no el electorado. Para empezar, la clase dominante selecciona a los candidatos entre los cuales pueden “escoger” los votantes; además, sea cual sea el resultado de una elección, los de arriba decidirán entre sí qué medidas tomarán y aplicarán con respecto a los asuntos cardinales. Eso explica por qué los politiqueros siempre mienten y traicionan las promesas hechas en las campañas electorales. También explica por qué en la realidad no se cumple la idea de que si los oprimidos votan en masa a favor de uno de los partidos burgueses, ese partido debe “cumplirles”. Por ejemplo, cuántas veces han votado los negros por un demócrata que luego los traicionó; y, dentro del marco de la política electorera burguesa, qué pueden hacer para “castigar” a esos traidores: ¿¡votar por los republicanos!?3
Eso no quiere decir que las masas no pueden tener un impacto en el terreno político. Pueden tener un gran impacto, incluso cuando la sociedad sigue gobernada por la clase capitalista. Y pueden tener un impacto mucho más profundo si tumban al sistema capitalista y transforman radicalmente la sociedad de pe a pa. Pero para tener el mayor impacto, tendrán que rebasar los límites impuestos por el proceso electoral y librar luchas políticas que rompan esas barreras.
Esa realidad y esos principios se pueden ilustrar con dos ejemplos de elecciones presidenciales durante la guerra de Vietnam: la primera a principios de la guerra y la segunda cuando ya terminaba. En 1964, uno de los principales temas de la campaña de Lyndon Johnson era que había que reelegirlo porque, si no, el candidato republicano Barry Goldwater iba a escalar la guerra. Lyndon Johnson ganó con una “victoria arrolladora” y, acto seguido, ordenó una de las mayores escaladas de la guerra. Por su parte, el pueblo vietnamita, del norte y del sur, siguió librando su guerra revolucionaria de resistencia contra la agresión yanqui y, en Estados Unidos (y otros países), la oposición a la guerra cobró más fuerza. En 1972, después de más de una década de guerra de agresión contra Vietnam, se presentó una contienda electoral entre el “halcón” Richard Nixon y la “paloma” George McGovern. Se decía que para terminar la guerra habría que elegir al demócrata McGovern. Nixon ganó con una enorme mayoría, pero al poco tiempo Estados Unidos se vio obligado a reconocer la derrota en Vietnam. Obviamente, el factor decisivo no fueron las elecciones sino la heroica lucha del pueblo vietnamita y el poderoso movimiento contra la guerra en las entrañas de Estados Unidos, en el contexto de importantes acontecimientos en el país y el mundo, como poderosos movimientos, luchas y guerras revolucionarias. Queda demostrado, pues, que si los que se oponían a la agresión estadounidense en Vietnam se hubieran dejado guiar por las “alternativas” que les ofrecía el sistema electoral, su impacto no hubiera sido tan fuerte en Vietnam, Estados Unidos y el resto del mundo.
Sabemos que en las circunstancias actuales muchos —incluso muchos que repudian la política de pobreza, castigo y patriarcado— votan en las elecciones burguesas. Es importante recalcar que lo decisivo hoy para confrontar la ofensiva reaccionaria no es si uno vota o no, sino más bien si acepta o no los límites impuestos por los partidos políticos de la clase dominante.
Es imprescindible distanciarse de la situación inmediata y las interpretaciones que nos dan de ella para preguntar: ¿cómo llegamos a tal situación, donde las opciones que nos quieren imponer son o fascistas descarados en un polo, o en el otro polo alguien que hasta un periodista de la prensa grande describe como el demócrata más conservador desde el presidente Harry Truman, cuya administración ha sido un instrumento eficaz de una ofensiva reaccionaria multifacética contra las masas básicas y sectores más amplios del pueblo? ¿Adónde vamos a parar dentro de poco y cómo será el futuro si el pueblo, sobre todo los que captan la importancia de oponerse a esta ofensiva reaccionaria, se deja convencer de que debe limitar sus objetivos y actividad políticos a la mismísima lógica y dinámica que nos han llevado a esta situación? Y, lo que es más importante, ¿cómo salimos de ella? La única solución es movilizar al pueblo, unir a muchas capas sociales y distintos sectores, para forjar nuestra resuelta resistencia al proyecto reaccionario y transformar la contienda y lucha política, es decir, todo el “terreno político”; dicha resistencia no puede basarse en las mismas estructuras, instituciones y procesos políticos a través de los cuales imponen y “legitiman” la ofensiva reaccionaria ni limitarse a ellos.
Un aspecto importante de todo eso es enfrentar, directa e intransigentemente, a los teócratas fascistas cristianos y sus aliados... y ser un poderoso polo de atracción alternativo a su programa político y a su razonamiento ideológico-religioso. Estos personajes asumen una superioridad política y moral presentándose como defensores de la moral tradicional, opuestos al relativismo moral y a la degeneración individualista. Dicen que son partidarios de una interpretación textual y absolutista de la “verdad bíblica”, de sus mandamientos y leyes. Pero la verdad es que los principios morales e ideológicos que defienden chocan incluso con lo que es aceptable en la sociedad democrático burguesa; y son completamente antagónicos a los principios de la sociedad comunista, en donde se habrán eliminado y arrancado de raíz todas las relaciones de explotación y opresión. Por eso, sus cabecillas, que son agentes políticos conscientes, no demandan que se apliquen al pie de la letra las leyes y los mandamientos bíblicos; hacerlo socavaría sus propios objetivos políticos. Así que escogen de entre esos mandamientos y leyes cuáles hacer cumplir y cuáles “ignorar”, según las circunstancias.
Citaremos uno de muchos ejemplos. En el número del 26 de agosto de 1998 del periódico USA Today, un grupo de fundamentalistas cristianos sacó un desplegado de una plana para alabar a los bautistas sureños por su posición sobre el matrimonio: “¡Bautistas sureños... tienen la razón!”. “Tienen la razón” porque dicen que las esposas “deben someterse de buena gana a la dirección de sacrificio del esposo” (¡!) y porque reconocen que “la idea de la familia fue idea de Dios y no del hombre, y que el matrimonio es un convenio de por vida entre un hombre y una mujer... ¡Sobre todo, tienen la razón porque se basan en la verdad bíblica!”. Pero la “verdad bíblica”, lo que la Biblia dice textualmente, es que muchos de los grandes patriarcas del antiguo Israel tenían más de una esposa (y que se acostaban con las esclavas de la esposa para procrear hijos, especialmente varones); que los grandes monarcas de esa nación, como David y Salomón, tenían legiones de esposas y concubinas; que la “ley mosaica” permite que el esposo tenga más de una esposa y le da el derecho a divorciarse si ya no la quiere, pero le niega a la esposa ese derecho. Así que queda claro que los fundamentalistas cristianos no han aplicado al pie de la letra lo que dice la Biblia. Han “interpretado” esas “verdades bíblicas” a su gusto para promover los lazos monógamos de la familia patriarcal que corresponden a la sociedad capitalista de hoy, y no a las relaciones sociales de los tiempos de la Biblia.
De igual manera, hoy Pat Robertson o los cabecillas de la Coalición Cristiana no proclaman (como dicta la Biblia) que hay que ejecutar a los homosexuales, adúlteros, fornicadores, hijos rebeldes, adivinos, brujas, etc., etc. No proclaman que si un hombre acusa a la esposa de no ser virgen, los padres de ella tienen que dar a los líderes del pueblo pruebas de su virginidad (o sea, la sábana manchada de sangre), ni que a falta de pruebas los hombres del pueblo tendrán que matarla a pedradas. No dicen que si un hombre viola a una mujer soltera el violador deberá pagar una multa a su padre y casarse con ella. No dicen que hay que matar a quien adora a otro dios salvo el dios de Israel (o que conspira para adorar “dioses falsos”). No declaran abiertamente que la Biblia autoriza al pueblo escogido a aniquilar pueblos enteros, violar mujeres, llevarse vírgenes como trofeos de guerra y romper el cráneo de recién nacidos (aunque tipos como Pat Robertson y Jerry Falwell siempre han apoyado los crímenes de las fuerzas armadas de Estados Unidos y sus aliados). Sin embargo, todo eso es parte de la “ley y los mandamientos mosaicos”; además (como dicen Deuteronomio y otras partes del Antiguo Testamento), son leyes y mandamientos que se deben cumplir al pie de la letra, y es impermisible desviarse en lo más mínimo de ellos.
Para reiterar, los cabecillas de los fascistas cristianos no aplican esas y muchas otras leyes y mandamientos bíblicos porque, en las circunstancias actuales, no les convendría políticamente: la gran mayoría de la población, aun en la sociedad burguesa, las consideraría barbaridades y eso socavaría sus metas políticas. (Sin embargo, si llegara el momento en que les pareciera conveniente, políticamente, recomendar esas barbaridades, lo harían sin vacilación. No olvidemos que hace unos años William Bennett recomendó decapitar a los narcotraficantes)4. Lo que hacen es presentarse como autoridades, “intérpretes” y “árbitros” de la “verdad bíblica”, que pueden y deben decidir, en nombre de toda la sociedad, cuáles “leyes y mandamientos de dios” o “principios morales absolutos” se pueden y deben aplicar en un momento dado, y cuáles ignorar. Por eso es correcto y necesario caracterizarlos como teócratas: quieren imponer una forma de gobierno que obedezca a la autoridad religiosa, en concreto a la autoridad cristiana encarnada por ellos, al servicio del sistema capitalista imperialista de Estados Unidos. Uno no tiene que ser ateo, como somos los comunistas revolucionarios, para reconocer la naturaleza atroz y reaccionaria de ese programa político, y lo necesario que es atacarlo enérgicamente.
Pero la oposición a esos teócratas fascistas cristianos no puede limitarse a decir que no tienen el derecho de imponer su interpretación de la “verdad bíblica” a otros o a la sociedad. Tampoco es realista o correcto sentar como principio que uno debe conservar en privado sus creencias “particulares” o “personales” y no sacarlas en público ni mucho menos a la arena política. Inevitablemente, las ideas políticas son producto de la ideología. Lo importante con respecto a los programas, medidas y acciones políticas (así como a todas las creencias e ideologías) es su contenido, los intereses que defienden y promueven, y el efecto que tienen en la sociedad. Hay que oponerse a la cosmovisión y política de los fascistas cristianos porque defienden y refuerzan una horrorosa opresión, explotación y saqueo: de la mujer, de pueblos y naciones enteros, y de las masas trabajadoras del mundo. Y hay que oponerse de igual manera a las políticas y medidas de Clinton y otros que compiten con los fascistas cristianos por las riendas de la estructura política del imperialismo estadounidense.
Así como desenmascaramos y atacamos esa ofensiva política reaccionaria y sus razonamientos ideológicos, es necesario promover principios políticos, valores y una cultura que representen una verdadera alternativa.
Por lo que se refiere a nuestro partido, nuestra meta es transformar radicalmente la sociedad y el mundo, eliminar todas las relaciones de opresión y explotación, y abolir todas las diferencias de clase y antagonismos y barreras nacionales, para llegar a la meta final de una comunidad de seres humanos en libre asociación por todo el mundo. La moral e ideología que defendemos y que procuramos aplicar están de acuerdo con ese objetivo; son la expresión de la unidad entre la lucha del momento y la meta final. Por tanto, nuestra cosmovisión y nuestros principios, así como nuestro programa político y las medidas que tomamos, están en completa oposición a los fascistas cristianos, y a todas las formas y manifestaciones del gobierno burgués y de la ideología burguesa. Pero también reconocemos, conforme a nuestra cosmovisión y principios, que existen tanto la necesidad como las bases para construir una amplia unidad y lucha contra la política de pobreza, castigo y patriarcado y, en un sentido general, contra todas las formas de sometimiento, explotación, opresión y saqueo a las masas populares aquí y en el resto del mundo.
Pensamos que, además de construir esa unidad política por medio de la lucha, también es necesario y posible forjar una amplia unidad con diversas fuerzas en torno a valores y expresiones culturales que promueven y celebran la igualdad entre hombres y mujeres, y entre los pueblos y las naciones; que se oponen a la opresión y a la violencia con que se impone esa opresión; que se oponen al dominio imperialista de las naciones y a la agresión militar para imponerlo; que nutren relaciones humanas a partir de una apreciación de la diversidad así como de la comunidad; que nutren valores y una cultura que refuerzan la cooperación y no la competencia voraz, que dan prioridad al ser humano y no las ganancias; y que promueven los intereses mundiales de la humanidad, no los antagonismos nacionales y el dominio de las grandes potencias.
Forjar unidad en torno a esos valores y esas expresiones culturales será, al igual que la unidad política forjada en la lucha, un proceso. Forjar esa unidad es un desafío para quienes se dan cuenta del horror que representan los reaccionarios fundamentalistas y de lo que eso implica para las masas populares; para quienes no aceptan que la única “alternativa” son otros que comparten las ideas esenciales; para quienes ven que es necesario confrontar con una alternativa positiva a la política de pobreza, castigo y patriarcado y todo su razonamiento ideológico. Es un desafío que debemos arrostrar con audacia y urgencia.
1. Estos escritos sobre la moral se publicaron en el libro Predicando desde un púlpito de huesos, o necesitamos moral, pero no la moral tradicional (Nueva York: Banner Press, 1999). [regresa]
2. El Proyecto Vidas Robadas ha documentado la muerte de más de 2.000 personas a manos de la policía en los años 1990. También informa que la tasa de asesinatos policiales ha aumentado marcadamente desde el 11 de septiembre de 2001. [regresa]
3. Sobre las elecciones y su papel en la sociedad capitalista, véase Bob Avakian, Democracia: ¿Es lo mejor que podemos lograr? (Chicago: Banner Press, 1986). [regresa]
4. Durante la ocupación de Irak, la administración Bush (que tiene como firme partidario a William Bennett) ha calificado de "bárbara" la decapitación de varios rehenes por fuerzas islámicas. [regresa]
Permalink: http://revcom.us/a/009/avakian-fascistas-destruccion-weimar-s.htm
Revolución #557 22 de agosto de 2018
18 de julio de 2018 | Originalmente publicado el 24 de julio de 2005 | Periódico Revolución | revcom.us
NOTA DE LA REDACCIÓN (18 de julio de 2018): Estamos destacando este artículo para poner en un contexto más amplio unas cuestiones que en este momento son muy agudas y cuentan con cobertura esta semana en revcom.us. Este texto es de una serie de pasajes sobre diversos temas, tomados de conversaciones y discusiones, así como de discursos formales, de Bob Avakian, de los años de la presidencia de George W. Bush, en que la amenaza del fascismo dio un salto... un salto que el régimen de Trump y Pence ahora ha llevado más lejos. En preparación para su publicación, se ha hecho revisiones y agregado unas notas.
Los reaccionarios fundamentalistas religiosos de este país, que llamamos muy correctamente fascistas cristianos, proponen que la sociedad y el gobierno implanten normas y medidas que muchos dudan que se podrían implantar en un país como este. “¡No hablan en serio!”, dicen, cuando proponen aplicar al pie de la letra normas bíblicas tales como ejecutar a los homosexuales. Pero más vale que abran los ojos porque en realidad lo que proponen los fascistas cristianos va en serio. De hecho, algunos con mucho peso y conexiones a la cúpula del poder se proponen implantar como ley la “moral bíblica” (por ejemplo, ejecutar a los homosexuales).
Igual con el matrimonio. Algunos defensores del matrimonio gay han contestado así a los que sostienen que socava el matrimonio como institución: “Si tanto les preocupa el futuro del matrimonio, ¿por qué no prohíben el divorcio?”. ¡Pues, “no le eches la sal”!, como dice el refrán. Dudo mucho que a los defensores del matrimonio gay (o a la mayoría) en realidad les parezca bien que se prohíba el divorcio. Por eso, repito, más vale que reconozcan que la situación va en serio y que fuerzas de mucho peso de plano proponen implantar tales normas y leyes. De hecho, en Luisiana y otros estados han creado otra categoría de matrimonio. Hay dos categorías de matrimonio: aparte del matrimonio “normal”, tienen un “convenant marriage” (pacto sagrado) que, como su nombre religioso indica, se basa en normas bíblicas, no permite el divorcio por acuerdo mutuo y hace mucho más difícil divorciarse. Por ahora es voluntario, y se tiene la opción del matrimonio “normal”. Pero el “covenant marriage” (opcional, ¡por ahora!) es parte de la embestida de los fascistas cristianos para abolir el divorcio, prohibirlo por completo; y en una sociedad de supremacía masculina como esta, todo mundo sabe (o debe saber) que eso implicaría obligar a millones y millones de mujeres a quedarse en matrimonios opresivos e incluso a sufrir violencia sexual y golpes.
En su libro The Nazi Conscience, Claudia Koonz explica que los nazis tenían una especie de “división de trabajo”: en algunas ocasiones Hitler manejaba un discurso más moderado y hasta conciliatorio; en cambio, sus huestes se desmandaban contra judíos, comunistas, homosexuales y otros que consideraban una abominación y una mancha sobre la sociedad alemana. Todo esto allanó el camino para las redadas, ejecuciones y, literalmente, para el genocidio que ocurrió bajo el gobierno nazi. De igual modo, el equivalente de los nazis en este nuevo siglo, los fascistas cristianos y otros de esa tendencia general, tienen sus propias huestes, gente de la ralea de David Horowitz, Rush Limbaugh y Ann Coulter, que están que rabian contra los que dificultan su proyecto. Aparte de atacar a los que se oponen cabalmente al fascismo y al sistema capitalista imperialista, para usar una analogía, atacan con saña la República de Weimar (la república de Weimar fue la república democrático-burguesa fundada al final de la I Guerra Mundial y abolida con el ascenso al poder de Hitler y los nazis en la década de 1930). Tenemos que captar el propósito de esto y lo que implica.
Atacar al equivalente de la República de Weimar (al Partido Demócrata, los “liberales”, etc., y tildarlos de traidores) es parte de la estrategia de callar y suprimir, con la fuerza del estado si es necesario, a todo grupo o sector de la sociedad, e incluso de la clase dominante, que presente un obstáculo al proyecto que los fascistas cristianos, y fuerzas de esa tendencia general, proponen implantar en Estados Unidos (y, de hecho, en el mundo entero). Por un buen tiempo (desde la época de la guerra fría hasta la época de la “guerra contra el terrorismo”), esas fuerzas han atacado sistemáticamente a liberales, a políticos liberales de la clase dominante (además de comunistas, anarquistas y otros radicales) y los han tildado de traidores.
El nuevo libro de David Horowitz, Unholy Alliance: Radical Islam and the American Left, es otra diatriba contra los “liberales” y la izquierda que sostiene que están objetivamente en el mismo bando de los fundamentalistas islámicos en la “guerra contra el terrorismo”. Debemos tomar esto muy en serio, pues Horowitz tiene conexiones con funcionarios del gobierno y politiqueros republicanos de mucho peso, inclusive con la propia Casa Blanca. En este momento Rush Limbaugh tampoco apunta principalmente contra los radicales y los comunistas, como nuestro partido; no apunta contra los izquierdistas, sino contra liberales de la clase dominante porque, repito, destruir la “República de Weimar” (atacar a las fuerzas democrático-burguesas de la clase dominante, su decadencia, debilidad e incapacidad de defender la nación, etc.) allana el camino para el triunfo del fascismo. Este fenómeno viene desenvolviéndose por un buen tiempo en este país y es muy marcado. Hace poco Ann Coulter sacó un libro con el título explícito de Treason (Traición). Ella y los demás están fomentando opinión pública de ese tipo, aun cuando en muchos casos Bush todavía maneja un discurso de “incorporar a diversos sectores” y trabajar con diversas fuerzas de la clase dominante, con ciertas condiciones. Por ejemplo, en los debates con Kerry, Bush no dijo: “Eres un traidor que merece ser ejecutado”. Pero, eso sí, muchos de sus aliados y partidarios dicen cosas por el estilo con mucha convicción todo el tiempo. ¿Por qué Bush y otros de la cúpula del poder no los repudian y cuáles son sus implicaciones?
La solución no es defender y conservar la “República de Weimar” como tal (la democracia burguesa: la “estructura democrática” de la dictadura capitalista1). Esa no es una verdadera solución ni corresponde a los intereses fundamentales de las masas y de la gran mayoría de la humanidad. Pero no por eso ignoremos lo grueso que está que los fascistas coloquen la “República de Weimar” (los liberales de la clase dominante) en el campo del enemigo y hasta los tilden de traidores. ¿Para qué están preparando el terreno y qué augura? Nuestro objetivo, repito, no es defender la República de Weimar (andar detrás del sector “liberal” de la clase dominante imperialista), sino reconocer cabalmente lo serios que son tales ataques y lo que representan, y oponernos a ellos de un modo radicalmente diferente y con fines radicalmente diferentes. En mis escritos y charlas2 he abordado este fenómeno, o sea, que se está deshilachando lo que desde hace tiempo ha sido el “centro de cohesión” de la sociedad y el dominio de la burguesía en este país, y que algunas manifestaciones de esto ya son evidentes. He recalcado que no será de ninguna manera positivo a corto plazo ni si sigue su cauce espontáneo. Además, no es nuestro papel ni nos corresponde como comunistas simplemente observar cruzados de brazos y aplaudir el deshilachamiento del actual centro de cohesión y estructura del dominio capitalista. ¡No vayamos a pensar que por ese simple hecho surgirá algo positivo que nos “va a caer como llovido del cielo”! Por lo contrario, tenemos que asumir el reto monumental de la repolarización, es decir, una repolarización en aras de la revolución.
Es preciso reemplazar la “República de Weimar”. De hecho, la república burguesa (el gobierno del capitalismo e imperialismo a través de la estructura democrático-burguesa) es un sistema opresor, que se erige sobre una gran red y proceso de explotación y opresión que impone sufrimiento incalificable e innecesario a miles de millones de personas en el mundo entero y en la propia república. Es necesario reemplazarlo, pero no con otra versión más grotesca y sanguinaria del mismo sistema, sino con una sociedad radicalmente nueva y un tipo de estado radicalmente diferente, que abra el camino que lleve por fin a la abolición de toda forma de gobierno opresor y toda relación de dominación y explotación en el mundo entero.
1. En varios escritos, como el libro Democracia, ¿Es lo mejor que podemos lograr?, y en un discurso que dio hace poco, “Dictadura y democracia, y la transición socialista al comunismo”, Bob Avakian explica que, a pesar de la palabrería de “democracia para todos”, las sociedades como Estados Unidos son de hecho dictaduras burguesas (aun cuando no se ejerza franca represión y terror) porque la clase capitalista (la burguesía) que dirige la sociedad se basa fundamentalmente en el monopolio de la fuerza armada (particularmente, la fuerza armada “legítima”) y su “derecho” a emplearla, es decir, a emplear los tribunales y dependencias del gobierno, además de la policía y las fuerzas armadas, para aplastar con la fuerza que considere necesaria toda oposición o resistencia que le plantea un serio desafío a su dominio. [regresa]
2. Lea el artículo “La pirámide del poder y la lucha por cambiar de base el mundo” (Obrero Revolucionario #1259, 21 de noviembre de 2004). Además lea los artículos anteriores de esta serie de Bob Avakian, entre ellos, “La guerra civil que se perfila y la repolarización para la revolución en la época actual (OR #1274) y “¿Podrán conservar la cohesión?... Una pirámide o dos escaleras” (Revolución #4). Los que se puede descargar en revcom.us. [regresa]
Revolución #557 22 de agosto de 2018
De Rechazar el Fascismo (Refuse Fascism.org):
El 26 de agosto a nivel nacional, súmense a Rechazar el Fascismo para llevar este mensaje a las protestas contra Brett Kavanaugh
| Periódico Revolución | revcom.us
El Régimen de Trump y Pence ya ha causado un daño escandaloso: de la prohibición a los musulmanes de Trump a su azuzamiento abierto a los supremacistas blancos y nazis asesinos; de sus soberbias amenazas de aniquilación nuclear a su vil misoginia, amenazas contra los medios de comunicación y hasta arrancar a los hijos a sus padres migrantes. Este régimen, si se le deja en el poder, realizará una reestructuración totalmente reaccionaria de la sociedad. No detendrá esta pesadilla nada menos que sacar del poder a este régimen ilegítimo en su conjunto (vea Llamamiento a la Acción de Rechazar el Fascismo).
Ahora, si se nombra a Brett Kavanaugh a la Corte Suprema, el Régimen de Trump de Pence estará en posición de imponer una transformación extrema y duradera de la máxima corte de Estados Unidos, un gran salto en la consolidación del fascismo.
¡Hay que detener esto ya!
Kavanaugh no sólo eviscerará el derecho fundamental de las mujeres de decidir por sí mismas si dar a luz, lo cual en sí sería razón suficiente para que millones de personas se pusieran de pie en una revuelta política masiva. Con Kavanaugh adentro, la Corte Suprema sería un sello de aprobación para toda la agenda de Trump y Pence: eviscerar la separación entre la iglesia y el estado a favor del fascismo cristiano contra las mujeres, las personas LGBTQ, la ciencia y el medio ambiente; avalar la limpieza étnica xenófoba contra los inmigrantes y el terror contra los negros para “Hacer que Estados Unidos vuelva a ser BLANCO”; eviscerar las libertades civiles, la separación de poderes y el estado de derecho; desencadenando aún más crueles torturas y agresiones militares contra la gente del mundo.
¡YA es hora de actuar! ¡Hay que DETENER esta nominación! Si se deja que Trump consolide una Corte Suprema fascista, lucharemos en un terreno mucho más difícil y peligroso. Y si esto ocurre sin una enorme batalla social para DETENERLO, nos tocará luchar en condiciones donde el acomodamiento, y no la resistencia, tenga una mayor iniciativa.
Debemos arriesgarnos en las primeras líneas con actos de protesta política no violenta y resistencia valiente para detener esta confirmación.
Sobre todo, debemos hacer esto de una manera que genere la unidad y la fuerza necesarias para lanzar una lucha a nivel nacional que se inicie con decenas de miles de personas en ciudades de todo Estados Unidos que continúen día tras día y NO SE DETENGAN hasta se cumpla la exigencia: ¡Esta pesadilla tiene que terminar: El Régimen de Trump y Pence tiene que marcharse! Todos los que quieran luchar por un futuro mejor tienen que forjar la unidad para detener este fascismo antes de que sea demasiado tarde.
NOS COMPROMETEMOS a que no nos quedemos a un lado mientras aún haya una posibilidad de detener a un régimen que pone en peligro a la humanidad y a la tierra misma. Únase a nosotros. Pongámonos de pie con convicción y valor, superando el miedo y la incertidumbre, para luchar con todo para exigir: ¡El Régimen de Trump y Pence tiene que marcharse! (del Llamamiento a la Acción de Rechazar el Fascismo)
¡NO! ¡En nombre de la humanidad, Nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista!
¡Esta pesadilla tiene que terminar: El Régimen de Trump y Pence tiene que marcharse ya!
– – – – –
RefuseFascism.org *** @RefuseFascism *** 917-407-1286
Para entender a fondo la amenaza a la humanidad que representa el Régimen de Trump y Pence…
Vea este discurso filmado de Bob Avakian en inglés
El filme completo y los cortos compartibles de las preguntas y respuestas están aquí.
Permalink: http://revcom.us/a/556/a-un-ano-de-charlottesville-no-nos-encontramos-donde-deberiamos-estar-es.html
Revolución #557 22 de agosto de 2018
| Periódico Revolución | revcom.us
Coco Das | Reimpreso de Daily Kos
El mitin de terror “Unir a la Derecha” de hace un año en Charlottesville debía haber sido el final del régimen de Trump y Pence. Nazis marchando por las calles coreando “Heil Trump”, escarnio genocida, violencia salvaje por las turbas supremacistas blancas, el asesinato de Heather Heyer... seguido por Trump culpando arrogantemente a ambos lados y describiendo a los fascistas portadores de antorchas “gente muy buena”, debía haber sido suficiente para condenar esto régimen al basurero de la historia. Lo que sucedió en Charlottesville era repugnante e intolerable, y tenía todo que ver con los supremacistas blancos en la Casa Blanca. Charlottesville puso de manifiesto claramente el alineamiento y la relación en que se refuerzan mutuamente el régimen en el poder y las violentas fuerzas vigilantes callejeras, los dos defendiendo la supremacía blanca como parte de la ideología cohesionadora de este vil fascismo estadounidense.
Ya, un año después, SE ATREVEN a reunirse de nuevo, esta vez frente a la Casa Blanca después de que les negaron un permiso en Charlottesville. Imagínense la crueldad de la sensación de que tienen el derecho a exigir que regresen al lugar donde una pandilla de supremacistas blancos asesinó a una mujer y persiguieron y golpearon a un hombre negro y amenazaron y aterrorizaron a muchos más — alegando que los supremacistas blancos son las verdaderas víctimas, poniendo las cosas patas arriba de manera verdaderamente fascista. Lo llaman un mitin de derechos civiles para blancos, pero deberíamos llamarlo lo que realmente es: una audaz vuelta de la victoria y una oportunidad de honrar a su presidente que los ha respaldado y les ha entregado tanto.
El año pasado, a muchos de nosotros nos dio asco ver lo que pasó en Charlottesville y tomamos acción; marchamos, celebramos vigilias con velas, y contraprotestábamos cada vez que estos grupos convocarían otro mitin. Las personas que se opusieron a estas flagrantes manifestaciones de fuerza hicieron mucho para negar a estos supremacistas blancos la legitimidad que querían. Pero no logramos hacer lo necesario. No expulsamos al régimen que envalentonó la reafirmación del terror de la supremacía blanca. No detuvimos al régimen que está moldeando rápidamente la sociedad estadounidense para que sea segura para los fascistas y totalmente fatal para todos los que pretenden subyugar y eliminar.
¿Qué siguió a Charlottesville? Las políticas de “Tolerancia Cero” en contra de los inmigrantes que constituyen limpieza étnica. El silenciar a los jugadores de la NFL que se hincan una rodilla en señal de protesta. Casi 5000 muertes prevenibles en Puerto Rico a raíz del huracán María. Una epidemia de pedir que la policía acosar a personas negras por simplemente existir en sitios tan variados como cafeterías, calles públicas, y salas comunes de residencias universitarias. La prohibición musulmana confirmada por el Tribunal Supremo. Y más racistas crímenes de odio contra personas de color.
Un año después del horror en Charlottesville, esto NO es donde deberíamos estar. A los golpeadores fascistas no se les debe permitir volver a aparecer en multitud, en ninguna parte, y tampoco se le debe permitir que este régimen fascista —con su cruel programa de supremacía blanca cristiana masculina estadounidense— continúe funcionando. No deberían tener la libertad de crear el mundo que desean, un mundo insoportable para la mayoría de la humanidad. Tenemos que unirnos por el mundo que queremos con la misma pasión, y tenemos que ganar.
El primer aniversario de Charlottesville debía ser un día de luto, no un día de hacer todo esto otra vez. Este fin de semana en Washington, DC, tenemos que detener a estos golpeadores fascistas callejeros, y mientras lo hacemos, si realmente queremos impedir que la supremacía blanca se fortalezca, construyamos el movimiento para hacer lo que realmente se necesita hacer. Únanse al plan y estrategia de Rechazar el Fascismo / RefuseFascism.org. No dejen de inundar las calles hasta que hayamos expulsado a Trump y a todo su régimen. Vale la pena salir de los canales normales para hacer esto. Nuestra recompensa será un futuro NO gobernado por lunáticos genocidas.
***
Coco Das es colaboradora de Rechazar el Fascismo, una organización que moviliza a la gente para expulsar al régimen de Trump y Pence a través de un movimiento de protesta sostenida y no violenta. Su lema es “En nombre de la humanidad, nos negamos a aceptar a un Estados Unidos fascista”.
Vea la película entera, en inglés, del discurso de Bob Avakian: “¡EL RÉGIMEN DE TRUMP Y PENCE TIENE QUE MARCHARSE! En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista. Un mundo mejor ES posible”
Revolución #557 22 de agosto de 2018
| Periódico Revolución | revcom.us
Si se confirma al candidato de Trump para la posición abierta en la Corte Suprema, Brett Kavanaugh, éste será el quinto voto pro-fascista en el panel de nueve miembros, lo que claramente hará que el “máximo tribunal de Estados Unidos” sea una herramienta obediente de la transformación fascista de Estados Unidos. Los partidarios de Kavanaugh lo promuevan por (e incluso sus críticos en el Partido Demócrata reconocen) su supuesto “historial respetado” legal: se graduó de la élite Universidad de Yale y la Escuela de Derecho de la misma. Después de su nombramiento, la Escuela de Derecho de Yale emitió una declaración que elogió a Kavanaugh, la que incluyó una cita de la decana Heather Gerken: “Puedo atestiguar personalmente que, además de su servicio gubernamental y judicial, el juez Kavanaugh ha sido un viejo amigo de muchos de nosotros en la comunidad de la Escuela de Derecho de Yale. Desde que me uní a la facultad, lo he admirado por servir como maestro y mentor de nuestros estudiantes y por contratar a un grupo diverso, en todos los aspectos, de abogados ayudantes judiciales durante su tiempo en la corte”.
En una respuesta acertada y muy necesaria a este elogio pusilánime a un juez fascista, docenas de estudiantes, egresados y profesores de la Escuela de Derecho de Yale emitieron una carta abierta el 10 de julio dirigida a la decana Gerken y la dirigencia de la Escuela de Derecho, sacando a la luz los antecedentes y posiciones reaccionarios de Kavanaugh sobre varias cuestiones, y condenando el respaldo de los oficiales universitarios a él.
La carta abierta dijo que el comunicado de prensa de la Escuela sobre Kavanaugh “oscurece lo que está verdaderamente en juego con su nombramiento y plantea un interrogante inquietante: ¿No hay nada más importante para la Escuela de Derecho de Yale que su proximidad al poder y el prestigio?”
La carta sigue:
El nombramiento del juez Kavanaugh presenta una emergencia — por la vida democrática, por nuestra seguridad y libertad, por el futuro de nuestro país. Su nombramiento no es un ejercicio intelectual interesante para ser debatido por compañeros de clase y académicos en seminarios. El apoyo al juez Kavanaugh no es apolítico. Es una decisión política sobre el significado de la constitución y nuestra visión de la democracia, una decisión con consecuencias reales para personas reales. Sin duda el juez Kavanaugh es una amenaza para los más vulnerables. Es una amenaza para muchos de nosotros pese al privilegio que nos confiere nuestra educación, simplemente por quienes somos.
La carta examina la peligrosa posición de Kavanaugh contra el derecho al aborto:
Desde que Trump inició su campaña, ha prometido repetidamente que nombraría jueces que revocarán la [decisión de la Corte Suprema en] Roe contra Wade. Revocar esa decisión pondría en peligro las vidas de incontables personas que necesitan o podrían necesitar un aborto, incluyendo a muchas de las que firman esta carta. El nombramiento del juez Kavanaugh por parte de Trump es una forma confiable de cumplir su juramento. Hace apenas unos meses, el juez Kavanaugh dictó un fallo para negarle a una inmigrante menor detenida su derecho constitucional al aborto. El precedente de la Corte Suprema de hace décadas deja en claro que el gobierno no puede imponer una carga excesiva al acceso de una persona embarazada al aborto. Pero el juez Kavanaugh claramente no se sentía limitado por el precedente: ¿qué podría ser un obstáculo mayor que una jaula? La menor nunca había vacilado en su decisión de buscar un aborto y había recibido el permiso judicial de un juez estatal que decidió que ella era competente para tomar la decisión. Sin embargo, Kavanaugh sostuvo, de manera condescendiente y deshonesta, que ella debía esperar semanas hasta que estuviera en una “mejor condición” para tomar una decisión sobre su propia autonomía corporal — después de que sería posible que no pudiera hacerse un aborto legal. Además, Kavanaugh argumentó que exigir a las autoridades de inmigración que dejaran de bloquear su acceso a este derecho obligaría al gobierno a estar cómplice.
La carta sigue con una denuncia de la postura reaccionaria de Kavanaugh sobre el acceso a los anticonceptivos y otros asuntos de salud y los derechos de las personas LGBTQ:
El juez empleó un razonamiento espurio similar en un argumento de disentimiento en 2015 en el que argumentó que la orden gubernamental sobre los anticonceptivos bajo la PPACA [la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible, o “Obamacare” / “Obamacuidados”] violó los derechos de las organizaciones religiosas, a pesar de que a esas organizaciones se les concedió permiso para optar por no brindar cobertura anticonceptiva. Las opiniones de Kavanaugh nos preocupan profundamente de que siempre priorice las creencias de terceros sobre los derechos de los oprimidos — no solo con respecto al aborto y la anticoncepción, sino también a otras formas de atención médica (incluida la atención médica para pacientes transgénero), la privacidad familiar y la libertad sexual. Los litigantes aprovechan esta misma lógica cuando argumentan que las instituciones tienen un derecho religioso a discriminar contra las personas LGBT — una cuestión que la Corte ciertamente considerará en los próximos años.
Entonces la carta analiza las posiciones de Kavanaugh sobre una serie de otras cuestiones importantes. Los estudiantes, egresados y profesores de Yale concluyen su carta abierta con:
Ya es hora para el valor moral — que para la Escuela de Derecho de Yale tiene tan poco costo. Quizás ustedes, como institución y como individuos, se beneficiarían menos del poder ascendente del juez Kavanaugh si retiraran su apoyo. Tal vez sería menos probable que el juez Kavanaugh contratara a los estudiantes favoritos de ustedes. Pero morirá gente si se le confirma a él. Esperamos que estén de acuerdo de que el sacrificio de ustedes valdría la pena. Por favor, utilicen su autoridad y su plataforma para sacar a la luz lo que está en juego en este momento y la amenaza que representa el juez Kavanaugh.
La carta abierta en su totalidad, incluidos los signatarios, está disponible en línea en inglés aquí.
Lea también:
Permalink: http://revcom.us/a/557/saludos-mckenzie-mensa-king-fuck-the-police-es.html
Revolución #557 22 de agosto de 2018
| Periódico Revolución | revcom.us
Hace dos semanas, la policía de Chicago, trabajando con la policía ferroviaria, estacionó un camión semirremolque lleno de zapatos deportivos Nike en el barrio empobrecido de Englewood en el Barrio Sur para “capturar a ladrones”. Resulta que estas trampas con “camiones cebo” no son inusuales para el Departamento de Policía de Chicago (DPC), pero en este caso se les salió por la culata, a lo grande. Un joven del barrio, Charles McKenzie, los sorprendió en el acto y publicó un video de este ardid policial en Facebook. El video se volvió viral y, para colmo de males para estos cerdos policías, Vic Mensa y Shaun King saltaron a la refriega del lado de la gente. Mensa trazó planes para repartir zapatos deportivos gratis a los jóvenes desde un “camión anti cebo” en el mismo lugar donde estos cerdos intentaron tender su trampa. Shaun King fijó el video de McKenzie sobre este feo ardid porcino en su página de Twitter, llamando a personas de todo Estados Unidos a comprar miles de pares de zapatos deportivos para pasar gratis a los jóvenes de Chicago. Miles de personas respondieron. A las tres personas, todos adultos, arrestadas en este “camión cebo”, les han retirado todos sus cargos ya que la policía de Chicago se ha visto obligada a retroceder ante este video viral y la respuesta en masa a la campaña para zapatos deportivos gratuitos.
Vea el video y el tuit de King aquí.
Permalink: http://revcom.us/a/557/el-regimen-de-trump-declara-que-la-pobreza-casi-ha-desaparecido-es.html
Revolución #557 22 de agosto de 2018
| Periódico Revolución | revcom.us
El 12 de julio, el Consejo de Asesores Económicos declaró que la pobreza en Estados Unidos casi ha desaparecido y que la “guerra contra la pobreza” es “en gran medida terminada y un éxito”.
¿¿!!Qué CARAJOS!!?? La verdad es que MÁS personas viven en la pobreza ahora que hace 50 años. La pobreza se ha intensificado para millones de personas, especialmente personas negras, latinas e indígenas. Y cada noche millones de niños se acuestan con hambre.
La guerra contra la pobreza la lanzó el presidente Lyndon B. Johnson hace más de 50 años. Durante los 1960, las rebeliones urbanas del pueblo negro estallaron alrededor de Estados Unidos. En las décadas de 1970 y 1980, bajo gobiernos republicanos y demócratas, el gobierno otorgó algunas concesiones como cupones de alimentos, mientras que iba usando cada vez más los programas de la “guerra contra la pobreza” para introducir medidas represivas y contrainsurgentes en la comunidad negra.
Ahora los secuaces del régimen fascista de Trump y Pence utilizan esta MENTIRA —que la “guerra contra la pobreza” ha tenido éxito— para decir que millones de personas han dependido demasiado de los beneficios, por lo que deberían verse obligados a trabajar para obtener ayuda del gobierno. Y esto también se utiliza para intensificar la satanización supremacista blanca de la gente pobre. Durante décadas, a las personas negras y otras que reciben welfare (la asistencia pública) las han atacado por ser “demasiado perezosas para trabajar”. Ahora, bajo Trump, esto ha alcanzado nuevas alturas. El Secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, Ben Carson, dice que la pobreza es en gran medida “un estado de ánimo” y Carson quiere “eliminar programas que crean la dependencia en personas sanas”.
Al escuchar a Trump, uno creería que solo los negros obtienen la asistencia pública. En 2017, un congresista negro dijo que las reformas de welfare dañarían a sus electores, “no todos de los cuales eran negros”. Trump respondió: “¿En serio? Pues ¿qué son?” De hecho, más de 17 millones de personas blancas viven en la pobreza y más blancos que negros reciben cupones de alimentos. Pero un porcentaje mucho más alto de personas negras vive en la pobreza y necesita welfare y cupones de alimentos. Esto se debe al funcionamiento del capitalismo y a la supremacía blanca, la que está profundamente arraigada en el gobierno y en toda la sociedad, y esto tiene una larga historia.
Durante la Gran Migración (1916-1970), seis millones de afroamericanos abandonaron el sur en busca de una vida mejor y de escaparse de la implacable pobreza y explotación, la discriminación y opresión de Jim Crow, y el terror del Ku Klux Klan (KKK). Las exigencias de la industria capitalista los atrajeron a ciudades como Chicago y Nueva York, donde encontraron la pobreza, los puestos de trabajo más duros y mal pagados en las fábricas, y la segregación que los obligó a vivir en guetos. Luego, cuando surgió la automatización y el traslado de las fábricas a los suburbios y al extranjero, millones de negros perdieron su empleo. Históricamente, la tasa de desempleo del pueblo negro ha sido a menudo el doble de la de los blancos.
Las deliberadas políticas gubernamentales han intensificado la pobreza, especialmente entre el pueblo negro, la “reforma de welfare” entregada en un sobre de supremacía blanca.
Los republicanos siempre han despotricado contra los negros quejándose de que aceptaran limosnas. A Ronald Reagan le gustó hablar de “reinas de welfare” perezosas que comían bistec con el dinero del gobierno. Cuando el líder del KKK David Duke fue elegido como un representante estatal de Luisiana, declaró: “Esta no es una victoria para mí, es una victoria para quienes... elijan trabajar duro en lugar de abusar del welfare”.
Pero cualquiera que piense que los demócratas representan una respuesta alguna a la pobreza, especialmente entre el pueblo negro, debería examinar sus feos antecedentes de ataques contra los pobres. Los demócratas han estado igualmente racistas al promover la reforma de welfare. Bill Clinton, que firmó la Ley de Reforma de Welfare de 1996, dijo: “El sistema actual de welfare socava los valores básicos del trabajo, la responsabilidad y la familia, atrapando a generación tras generación en la dependencia”. ¿Qué diferencia hay aquí del ataque de Reagan contra las familias negras pobres? La reforma estableció requisitos de trabajo que expulsaron de welfare a más de siete millones de personas en 2001.
Este es el mismo Clinton que, durante su campaña presidencial de 1992, con el fin de exhibir su postura “dura contra el crimen”, fue a Arkansas para presenciar la ejecución de un hombre negro con daño cerebral. Este es el mismo Bill Clinton que antes de las elecciones primarias en los estados sureños, posó para una foto delante de una cuadrilla de presos negros engrillatados en Stone Mountain, Georgia, un centro de mala fama del Ku Klux Klan.
Luego llegó Obama, que atacó a los negros pobres con veneno disfrazado de “preocupación paternal (patriarcal)”. A medida que el desempleo y la pobreza aumentaban, Obama continuamente castigó a la juventud negra, y al pueblo negro en general, echándoles la culpa por la opresión que enfrentan bajo este sistema ¡y diciendo a los jóvenes que su problema era que no se subían los pantalones ni asumían la “responsabilidad personal”! Ni una palabra sobre el hecho de que la automatización y el traslado de las fábricas al extranjero han eliminado millones de puestos en fábricas, y lo que esto podría tener que ver con la alta tasa de desempleo entre los jóvenes negros.
En 1996, casi el 70 por ciento de las familias pobres recibieron beneficios. Ahora es menos del 25 por ciento. ¿Es este el resultado de millones de personas habiendo encontrado empleo decente y desarrollado un sentido de “responsabilidad personal” y “autosuficiencia”, como predicó Clinton? ¡Para nada! Este sistema supremacista blanco de capitalismo todavía empuja a más negros a la pobreza. Pero el gobierno sigue negándoles a más personas los beneficios gubernamentales.
Lo que Trump está haciendo ahora es la extensión lógica de todo esto. Los republicanos que promuevan las reformas de welfare comparan explícitamente esto con lo que Clinton hizo, y de hecho utilizan su ley de 1996 como una guía para llevar a cabo el plan de Trump para imponer requisitos de trabajo aún más estrictos a aquellos que reciben beneficios. Supuestamente, esto resultaría en que muchas personas “se ganen lo suficiente para salir de la pobreza”. En realidad, resultaría en millones de personas que se vean obligadas a trabajar para obtener el sueldo mínimo o un sueldo de hambre aún peor o ser privadas de asistencia porque no pueden encontrar un trabajo o el cuidado asequible de niños, o no pueden trabajar porque tienen que cuidar a un familiar discapacitado.
Uno de cada seis niños, más de 16 millones, va a la cama y a la escuela con hambre: viven en hogares que carecen de los medios para obtener suficientes alimentos nutritivos de forma regular. Casi la mitad de todos los que reciben cupones de alimentos son niños.
Una mujer dijo que la gente se preocupa de que el gobierno les diga que son padres ineptos y se lleve a sus hijos porque no pueden proporcionar alimentos suficientes para la familia. Dijo, “Uno debe asegurarte de mantener un techo sobre sus cabezas, debe asegurarte de que se paguen las facturas y, a veces, para comprar comida uno tiene que comprar comida que no es saludable. Así que para el fin del mes, se te queda poco, porque simplemente no tiene el dinero para sostener [a ti o a la familia] todo el mes”.
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En este supuesto “país de más grandeza del mundo”, las personas no tienen ningún derecho a salir de la pobreza; ningún derecho a un alojamiento digno, a la atención médica ni a los alimentos. Bob Avakian ha señalado:
Un ejemplo que he citado anteriormente… es la cuestión del “derecho de comer”. O sea, por qué en realidad, en este sistema, no existe ningún “derecho de comer”. Bueno, la gente puede proclamar el “derecho de comer”, pero no existe tal derecho dentro del funcionamiento de este sistema. En realidad no se puede ejercer eso como un derecho, dada la dinámica del capitalismo y la manera en la cual crea desempleo, como últimamente se nos ha demostrado de manera muy dramática. Crea y mantiene empobrecimiento en masa. (En cierta medida, si bien en los países imperialistas existe un nivel importante de pobreza, en cierta medida el nivel de parasitismo ahí lo ha contrarrestado y disfrazado; el imperialismo “se ceba de” la extrema explotación de la gente del tercer mundo en particular, y una parte del “botín” de esta “se filtra” de formas importantes a las capas medias en especial. Pero viendo el mundo en su conjunto, el capitalismo crea y mantiene muchísima pobreza).
Muchísimas personas no pueden encontrar lo suficiente para comer ni pueden comer de una manera que les permite estar sanas — y en general no pueden mantener las condiciones que les permiten estar sanas. Así que hasta en el caso de algo tan básico como “el derecho de comer”, la gente no tiene ese derecho bajo el capitalismo. Si se declarara como un derecho y la gente empezara a ejercerlo yendo a los lugares donde se vende comida como mercancía y diciendo “tenemos un derecho más fundamental que su derecho de distribuir las cosas como mercancías y acumular capital —tenemos el derecho a comer”— y si la gente empezara a llevarse la comida, pues sabemos lo que ocurriría y lo que ha ocurrido cuando la gente lo ha hecho: “saqueadores, mátenlos en la calle”.
—Bob Avakian, Lo BAsico 1:20
Estados Unidos preside y se encuentra en la cima de una cadena alimentaria de un sistema imperialista mundial. Este sistema capitalista-imperialista, basado en ganancias ante todo, significa el hambre, condiciones de vida empobrecidas, la esclavitud infantil... y más, en todo el mundo. Y aquí, en las entrañas de la bestia, significa decenas de millones de personas que viven en una pobreza degradante.
La pobreza y el hambre son absolutamente innecesarios. Ya se producen alimentos suficientes para proporcionar a cada persona en el planeta una dieta saludable. Hay recursos suficientes para que la gente tenga una condición de vida digna. No obstante, la única razón por la que la gente pasa hambre y muere de inanición, la única razón por la que muchos viven en la pobreza es por este modo de producción capitalista, la forma en que se producen y distribuyen las necesidades de la vida y todo lo demás.
Eliminar la pobreza SIN mantener y replicar las relaciones de explotación —tanto en todo el mundo como en Estados Unidos, inclusive la opresión del pueblo negro— requiere nada menos que una revolución REAL que derroque este sistema de capitalismo-imperialismo y cree un sistema y sociedad radicalmente diferentes y mucho mejores, lo que se describe en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (CNRSAN), de la autoría de Bob Avakian, un plano visionario y concreto para una sociedad completamente nueva con el objetivo de emancipar a la humanidad en todo el mundo.
Como un principio y la aplicación del internacionalismo, para la base de la economía, la CNRSAN declara, “La estructura de producción y la base de recursos de la economía socialista no podrán depender de la mano de obra y materiales de otros países, mucho menos de la explotación y dominación”. (p. 91)
Esto es parte de un proceso general de un sistema económico y político completamente diferente con el objetivo de eliminar toda explotación, opresión y división social antagónica, en Estados Unidos y en todo el mundo. Como dice la CNRSAN: “El desarrollo de la economía socialista tiene como fuente y se apoya en la iniciativa y el trabajo tanto intelectual como físico de las masas populares, de los miembros de la sociedad en general, en unas condiciones cada vez más libres de las relaciones de explotación y con el objetivo de superar todos los vestigios y aspectos de dichas relaciones y los efectos de dichas relaciones no solamente en esta sociedad sino en todas partes de la Tierra” (p. 19)
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Recursos:
“Declaring War on Poverty ‘Largely Over,’ White House Urges Work Requirements for Aid” [Declarando que la Guerra contra la Pobreza ‘en gran medida ha terminado’, la Casa Blanca exhorta que se requiere el trabajo para recibir asistencia], New York Times, 12 de julio de 2018
“One in nine U.S. workers are paid wages that can leave them in poverty, even when working full time” [Uno de cada nueve trabajadores estadounidenses reciben salarios que pueden dejarlos en la pobreza, incluso cuando trabajan a tiempo completo], Economic Snapshot [Instantánea económica] de David Cooper, Economic Policy Institute [Instituto de Política Económica], 15 de junio de 2018.
“The rise in child poverty reveals racial inequality, more than a failed War on Poverty” [El aumento de la pobreza infantil revela la desigualdad racial, más que una fallida Guerra contra la Pobreza], Economic Snapshot de Valerie Wilson y Jessica Schieder, Economic Policy Institute, 8 de junio de 2018
“One-third of Native American and African American children are (still) in poverty” [Un tercio de los niños nativos americanos y afroamericanos están (todavía) en la pobreza], Economic Snapshot de Janelle Jones, Economic Policy Institute, 20 de septiembre de 2017
Income and Poverty in the United States: 2016 [Ingresos y pobreza en Estados Unidos: 2016], Jessica L. Semega, Kayla R. Fontenot y Melissa A. Kollar; Oficina del Censo de Estados Unidos, 12 de septiembre de 2017
“MLK tackled many issues in his lifetime. Where are we now?” [MLK abordó muchas cuestiones en su vida. ¿Dónde estamos ahora? ], Russell Contreras, Associated Press, 1 de abril de 2018.
“Report: Rural Poverty In America Is ‘An Emergency’” [Informe: La pobreza rural en Estados Unidos es ‘una emergencia’], Brakkton Booker, NPR, 31 de mayo de 2018
Hunger a Harsh Reality for 14 Million Children Nationwide [El hambre, una dura realidad para 14 millones de niños en todo el país], Annie E. Casey Foundation, 2 de abril de 2018
“New Census Bureau Statistics Show How Young Adults Today Compare With Previous Generations in Neighborhoods Nationwide” [Nuevas estadísticas de la Oficina del Censo muestran cómo los adultos jóvenes de hoy se comparan con las generaciones anteriores en vecindarios por toda la nación], Oficina del Censo de Estados Unidos, 4 de diciembre de 2014
“America’s homeless population rises for the first time since the Great Recession” [La población sin hogar de Estados Unidos aumenta por primera vez desde la Gran Recesión], Guardian, 6 de diciembre de 2017
“The State of Homelessness in America” [El estado de los sin hogar en Estados Unidos], National Alliance to End Homelessness [Alianza Nacional para Conseguir que Ya No Haya Personas Sin Hogar]
“What happens when a family runs out of food stamps” [Lo que sucede cuando a una familia se le acaban sus cupones de alimentos], Emily Badger, Washington Post, 9 de diciembre de 2015
The Color of Welfare: How Racism Undermined the War on Poverty [El Color del Welfare: Cómo el racismo socavó la Guerra contra la Pobreza], Jill Quadagno, Oxford University Press, 1994
“Deadbeat Democrats, How Bill Clinton set the stage for the GOP’s war on the poor” [Los demócratas haraganes, cómo Bill Clinton sentó las bases para la guerra del Partido Republicano contra los pobres], Bryce Covert, New Republic, 21 de septiembre de 2017
“Going to school hungry: A child and his mom tell their story” [Ir a la escuela con hambre: Un niño y su madre cuentan su historia], Valerie Strauss, Washington Post, 14 de octubre de 2013
“What Poor Feels Like” [Como se siente ser pobre], Shaunta Grimes, Huffington Post, 15 de marzo de 2017
Un ejemplo que he citado anteriormente… es la cuestión del “derecho de comer”. O sea, por qué en realidad, en este sistema, no existe ningún “derecho de comer”. Bueno, la gente puede proclamar el “derecho de comer”, pero no existe tal derecho dentro del funcionamiento de este sistema. En realidad no se puede ejercer eso como un derecho, dada la dinámica del capitalismo y la manera en la cual crea desempleo, como últimamente se nos ha demostrado de manera muy dramática. Crea y mantiene empobrecimiento en masa. (En cierta medida, si bien en los países imperialistas existe un nivel importante de pobreza, en cierta medida el nivel de parasitismo ahí lo ha contrarrestado y disfrazado; el imperialismo “se ceba de” la extrema explotación de la gente del tercer mundo en particular, y una parte del “botín” de esta “se filtra” de formas importantes a las capas medias en especial. Pero viendo el mundo en su conjunto, el capitalismo crea y mantiene muchísima pobreza).
Muchísimas personas no pueden encontrar lo suficiente para comer ni pueden comer de una manera que les permite estar sanas — y en general no pueden mantener las condiciones que les permiten estar sanas. Así que hasta en el caso de algo tan básico como “el derecho de comer”, la gente no tiene ese derecho bajo el capitalismo. Si se declarara como un derecho y la gente empezara a ejercerlo yendo a los lugares donde se vende comida como mercancía y diciendo “tenemos un derecho más fundamental que su derecho de distribuir las cosas como mercancías y acumular capital —tenemos el derecho a comer”— y si la gente empezara a llevarse la comida, pues sabemos lo que ocurriría y lo que ha ocurrido cuando la gente lo ha hecho: “saqueadores, mátenlos en la calle”.
Bob Avakian, Lo BAsico 1:20
Bob Avakian, “Un mundo mejor es posible”
Un corto de la charla filmada de Bob Avakian, Revolución: Por qué es necesaria, por qué es posible, qué es. Vea la charla completa en revolutiontalk.net/2003-inicio.
CONSTITUCIÓN Para La Nueva República Socialista En América Del Norte
(Proyecto De Texto)
De la autoría de Bob Avakian y adoptada por el Comité Central del PCR
Revolución #557 22 de agosto de 2018
| Periódico Revolución | revcom.us
De un lector:
El viernes 17 de agosto de 2018. El equipo Todos Estrellas Sean Bell ganó el trofeo del campeonato Pro Clásico de Kenny Graham después de un reñido partido con los campeones defensores BK Stompers. La batalla épica tuvo lugar en una calurosa noche de verano en la “Jaula” de la Calle 4 Oeste en la ciudad de Nueva York.
Los lectores del periódico Revolución recordarán el nombre de Sean Bell. Era el joven negro asesinado por los cerdos policías de la ciudad de Nueva York mientras estaba sentado en un automóvil con dos amigos el día de su boda en 2006. Los cerdos le pegaron 50 tiros, mataron a Sean e hirieron a sus dos compañeros. ¡Y salieron impunes los asesinos vestidos de azul! (Lea “Furia en Nueva York: La verdad sobre el asesinato policial de Sean Bell”).
Sean Bell era un ferviente admirador del equipo del baloncesto callejero cuando eran conocidos como los “D.D.N.—Dats Dem N———z”. Jugaban con una altanería que rayaba en lo escandaloso y se enfrentaban a todos los que llegaban. Después de la ejecución de Sean, el equipo se acercó a su viuda, Nicole Paultre Bell, para pedirle permiso para ponerle el nombre de Sean Bell a su equipo como una forma de mantener vivo su nombre, y ella estuvo de acuerdo.
El New York Daily News cita a la estrella original del equipo, B. J. McFarlan: “Estoy sentado por allá y espero a veces. Esperaba que mencionaran a Sean Bell después de Alton Sterling, a pesar de que ya van 10 años. Que lo mencionaran a él y no solamente a los que están en la mente últimamente. Así es la vida. Más cosas suceden, se mencionan otros nombres. Los nombres traen a la mente recuerdos de la situación de las personas que estaban cerca de usted. No podemos olvidarlo”.
No. No olvidaremos.
“Así es la vida” bajo este sistema. Harith Augustus, Stephon Clark, Maurice Granton Jr., Skyler Martin, James Edward Blackmon, Richard Black, Michael Neal, Joseph Santos, Arthur Kenzie Garner, Cynthia Fields… los nombres siguen y siguen. Según www.killedbypolice.net, ¡719 personas fueron asesinadas por cerdos policías entre el 1º de enero y el 31 de julio de 2018! Un proyecto en curso del Washington Post “ha descubierto que la policía ha matado a tiros a 3.309 personas desde 2015, o más del doble de personas muertas a tiros por la policía por año que el promedio reportado por el FBI”.
Revcom.us ha dicho:
Los negros han sido objeto del secuestro, asesinato, esclavización, explotación, subyugación al sistema Jim Crow, linchamientos y segregación, motines en su contra, palizas, desprecio y calumnias, la cárcel, mordidas de perro, mentiras en su contra y sobre ellos, engaños con esperanzas, promesas y trampas, traiciones, desalojos a tiros y la muerte a tiros en la calle, y de plano la maldita brutalidad y asesinato una y otra vez, desde el primer día…
La humanidad necesita la revolución, una revolución real, una revolución comunista. Hay una manera de ganar y hay un nuevo mundo por construir, hay un plan para todo esto, hay un líder, Bob Avakian (BA), el que ha indicado el camino, y hay un partido que él dirige, el Partido Comunista Revolucionario.
Y consiga ya la estrategia para la revolución, CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución.
La defensa Sean Bell bloquea un salto para encestar en el juego del campeonato Pro Clásico de Kenny Graham en la cancha de la Calle 4 Oeste de Nueva York.
En este país nunca habrá un movimiento revolucionario si no desencadena y expresa plenamente el deseo sentido muy profundamente de liberarse de estos largos siglos de opresión [del pueblo negro], un deseo que a veces se expresa abiertamente, a veces parcialmente y a veces de una manera incorrecta. En este país nunca habrá una revolución, y nunca debe haberla, sin que eso sea uno de los elementos fundamentales.
Bob Avakian, Lo BAsico 3:19
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Revolución #557 22 de agosto de 2018
A un año de Charlottesville y del asesinato de Heather Heyer:
| Periódico Revolución | revcom.us
En referencia a la epidemia de supremacía blanca y los planes de los nazis para manifestarse el 12 de agosto para celebrar sus brutales manifestaciones armadas del agosto del año pasado en Charlottesville, Virginia, la semana pasada revcom.us escribió:
A esta mierda ¡hay que PONERLE ALTO! ¡¡¡ALTO!!! Esto significa oponerles resistencia a estos nazis asquerosos el fin de semana que viene. Hay mucho en juego para que las personas hagan presencia a oponérseles a estos babosos racistas, aquí mismo y ahora mismo, y que les niegue un triunfo político. Y esto significa durante estos próximos meses montar un movimiento para sacar políticamente a Trump y Pence, los meros cabecillas fascistas de esta campana apestosa, y todos los y las secuaces de su régimen de mierda, por medio de masivas protestas no violentas que inunden las calles con miles y después millones de personas.
Pero más allá de eso, y como algo central a todo eso, este SISTEMA que creció por medio de 246 años (¡246!) de esclavitud y después, con otro siglo del trabajo sobreexplotado del pueblo negro en los campos y luego en las fábricas, un sistema que se apoderó de las tierras de México para la esclavitud y después oprimió y explotó a los mexicanos y los chicanos, un sistema que en primer lugar les arrebató el territorio de Estados Unidos a sus habitantes indígenas, diezmando a un 90 por ciento de ellos en guerras y epidemias — ¡HAY QUE DERROCAR este sistema!
Les ha dado asco y ha enojado a millones de personas en Estados Unidos no solo el hecho de que los nazis y KKKistas armados lleven agresivamente su mierda supremacista blanca a la calle, sino también que el fascista Trump haya alentado y envalentonado abiertamente a estos (sus) soldados de asalto, diciendo después de Charlottesville que son “buena gente” y atacando a aquellos que se han manifestado valientemente contra esta escoria humana.
Al cierre de edición domingo por la noche, aquí presentamos una breve recapitulación y resumen, con más por venir pronto, así que manténganse atentos a revcom.us.
Miles de personas ahogaron y abrumaron al puñado de supremacistas blancos neonazis que intentó celebrar el primer aniversario de su ataque asesino en Charlottesville, Virginia del año pasado.
Unas dos docenas de estos fascistas se presentaron, escoltados y escudados por cientos de policías mientras marcharon desde el metro por las calles de Washington, D.C. hasta el Parque Lafayette, enfrente de la Casa Blanca. Estos golpeadores recibieron una gran luz verde de su líder, el fascista-en-jefe Donald Trump, cuyos twuits hicieron señas que casi explícitamente dieron respaldo a estas “celebraciones” que tuvieron lugar, apropiadamente, a la sombra de la Casa Blanca.
Mientras tanto, varios miles de contramanifestantes se reunieron en la plaza Freedom Square a unas cuadras de distancia, y luego llenaron las calles a lo largo de varias cuadras marchando hacia el Parque Lafayette donde excedieron mucho en número a los supremacistas nazis, a quienes la policía rodeaba y protegía. Los contramanifestantes antifascistas corearon, entre otras consignas, “¡Nazis, váyanse a casa!”, “¡Qué vergüenza! ¡Vergüenza! ¡Vergüenza!” y “¡Black Lives Matter!” (Las vidas negras importan).
“¡¡No puedes negar esta energía aquí mismo!! ¡¡Es muuuuy vivo!!” tuiteó @RefuseFascism. “¡Muchos grupos, ideologías y sectores sociales diferentes, todos unidos en la misión de derrotar políticamente a los supremacistas blancos en las calles Y en la Casa Blanca!”
Dentro de esto, el Club Revolución representó poderosamente la revolución, y los contingentes y pancartas de Rechazar el Fascismo se destacaron durante todo el día. El Club Revolución salió brevemente en la cobertura de CNN, MSNBC y otros medios de comunicación, una entrevista en video de Politico a Samantha Goldman de Rechazar el Fascismo siendo vista más de 15.000 veces, y las pancartas de Revolución / revcom.us y Rechazar el Fascismo estaban visibles en la cobertura a lo largo del día. (Fotos y video en esta página. Manténganse atentos para más informes).
En Charlottesville, en el primer aniversario, la ciudad declaró el estado de emergencia, movilizó al menos a un millar de policías e intentó cerrar toda la ciudad. Pero a pesar de esto, y de que los fascistas no iban a aparecer, cientos de manifestantes anti-KKK / anti-nazi, entre ellos estudiantes de la Universidad de Virginia, marcharon el sábado por el centro de Charlottesville.
El año pasado en Charlottesville cuando los fascistas se congregaron, la policía se mantuvo al margen observándolo mientras los fascistas atacaban a los contramanifestantes. Durante el año pasado se ha vuelto aún más claro la simpatía y apoyo que los cerdos policías tienen para Trump, los nazis y los KKKistas. Y recientemente en Portland y Berkeley, los policías se mantuvieron al margen mientras los fascistas celebraron su mitin, marcharon y atacaron a los contramanifestantes antifascistas.
Una pancarta en Charlottesville este año dio en el blanco: “El año pasado vinieron con antorchas. Este año vienen con placas”. Los manifestantes se detuvieron por un momento de silencio en el lugar donde el año pasado un racista blanco asesinó a Heather Heyer embistiendo contra la multitud con su coche. La madre de Heather, Susan Bro, estaba presente este año y le dijo a la multitud, “Enfóquense en los problemas, eso es precisamente lo que diría Heather... No todo tiene que ver con Heather... nunca fue así”.
El Washington Post informó que, “El fascismo y el racismo: Fue esencialmente el único tema de que habló la gente el sábado. En las calles del centro de la ciudad la gente conversaba sobre qué son esas fuerzas en Estados Unidos, y qué son en Charlottesville”.
Luego, el domingo, cientos de personas volvieron a marchar y celebrar un mitin a pesar de que los supremacistas blancos tenían programado un mitin en Washington, D.C., no en Charlottesville. Querían dejar en claro que habrá oposición a los fascistas en Charlottesville. Los manifestantes corearon: “Viejo Jim Crow, nuevo Jim Crow, este sistema racista tiene que irse” y “la policía y el Klan van de la mano”.
Si bien muchos se centrarían en el mísero número de golpeadores supremacistas blancos nazis que salió este fin de semana, es importante reconocer el grado en que sectores de ellos —y su retórica— han llegado a ser un elemento “convencional” de la sociedad y a ser normalizados durante el último año en el contexto de este régimen fascista y sus órganos de propaganda como Fox News. Cabe destacar que la mayoría de los medios de comunicación convencionales presentaron en alguna forma el mensaje del domingo del organizador supremacista blanco del mitin, Jason Kessler, en el que hizo eco de Laura Ingraham de Fox News quien había despotricado de que “el Estados Unidos que conocemos y amamos ya no existe” y “se le han endosado cambios demográficos masivos al pueblo estadounidense, y estos son cambios por los cuales ninguno de nosotros votó, y que la mayoría de nosotros no desea”.
Trump sintió la libertad este fin de semana de tuitear que se deben condenar “todas” las formas de racismo, así negándose firmemente a denunciar a los neonazis que tenían programadas sus marchas para celebrar el primer aniversario de Charlottesville. Esto, al mismo tiempo que Trump no tiene ningún problema llamar “tontos” a los negros y reprender a los jugadores negros de la NFL por protestar por la encarcelación en masa y la brutalidad policial durante el himno nacional antes de los partidos. Esto, al mismo tiempo que él y su régimen continúan con la extrema satanización de los inmigrantes y persiguen políticas que los tratan como infrahumanos. Como hemos venido informando, esto ocurre mientras van en auge los incidentes en que blancos racistas —influenciados por el ambiente actual— llaman a los cerdos policías para hostigar a personas negras que simplemente están haciendo cosas cotidianas — en Starbucks, residencias universitarias, piscinas, y paradas de autobús. Esto, cuando cualquier encuentro que una persona negra tenga con un cerdo puede terminar en ser asesinada, el policía exonerado. Los eventos de este fin de semana siguieron a las marchas nazis en Portland y Berkeley de la semana pasada, totalmente respaldadas por las fuerzas policiales locales y estatales que luego atacaron a los contramanifestantes antinazi.
Es muy buena cosa que las personas —miles de personas— salieran en justa y desafiante protesta contra estos nazis este fin de semana, y mientras nos unimos en oposición a estos nazis y KKKistas este fin de semana, uniéndonos ampliamente con personas de muchos puntos de vista distintos, tenemos que avanzar esta lucha aún más: para que haga suyo el llamamiento y reto de Rechazar el Fascismo para expulsar del poder a este régimen fascista a través de una sostenida movilización no violenta de masas. El régimen fascista de Trump y Pence y los golpeadores nazis supremacistas blancos van de la mano: es una combinación característica del fascismo, y toda normalización del régimen contribuye a la normalización de la supremacía blanca.
Y a medida que hagamos esto, junto con otros con sus perspectivas distintas, hay una realidad esencial sobre la base de la cual debemos seguir actuando:
Ya no es necesario vivir bajo este sistema — la fecha de caducidad para esta inmundicia ya se venció desde hace mucho. El HECHO científico es que sí podemos PONER FIN a esta opresión salvaje, además de la opresión y la degradación de las mujeres y de la gente LGBTQ; sí podemos PONER FIN a la satanización y persecución despiadada de los inmigrantes; sí podemos PONER FIN a las guerras y ocupaciones que aquellos constantemente cometen, apoyan y planean; y sí podemos PONER FIN al saqueo suicida del medio ambiente por estos capitalistas. No podemos hacerlo por medio de reformas —eso es una ilusión sin esperanza— pero sí podemos hacerlo por medio de la REVOLUCIÓN. Así que no podemos reformar esto… pero SÍ PODEMOS derrocarlo. SÍ PODEMOS hacer una revolución real, lo que no significa unos cambios menores dentro de este sistema sino el verdadero derrocamiento —sí, el derrocamiento— de este sistema, derrotando realmente a sus fuerzas armadas de opresión y represión, cuando se hayan creado las condiciones necesarias (una situación revolucionaria y un pueblo revolucionario que cuente con millones de personas) (como lo plantea CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución). SÍ PODEMOS desmantelar las instituciones de este sistema y construir una sociedad completamente nueva con una base económica y política radicalmente diferente, como se encarna en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría de Bob Avakian (BA). Existe la base, en el nuevo comunismo y en la dirección de BA, para hacer todo eso realidad. Y estamos trabajando para esto, como el movimiento de masas para una revolución real, y además organizándonos en él, conectándonos con amplios sectores de la gente y creciendo mientras lo hacemos.
La cita de arriba viene de este artículo.
En la Plaza Freedom. Foto: twitter/@NYCRevClub
En la Plaza Freedom. Foto: twitter/@TheArtist_MBS
En el Parque Lafayette. Foto: twitter/@revclubchi
En el Parque Lafayette. Foto: twitter/@revclubchi
Club Revolución organizando para la revolución.
“Cuanto te pones esta camiseta, ENTRAS EN LA REVOLUCIÓN”. Foto: twitter
Rechazar el Fascismo / RefuseFascism.org en la marcha.
Rechazar el Fascismo / RefuseFascism.org organizando a la gente. Foto: twitter/@revclubchi
Foto: AP
Foto: AP
Foto: twitter/@jordangreentcb
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Revolución #557 22 de agosto de 2018
| Periódico Revolución | revcom.us
Los socialistas democráticos —en su forma “más radical”— quieren “redistribuir la riqueza” dentro de Estados Unidos. Pero pónganse a pensar un minuto: ¿de dónde proviene esta gran riqueza? Todas las riquezas y los recursos que el Estados Unidos capitalista-imperialista ha acumulado provinieron y siguen proviniendo, en gran parte, de la esclavitud y el robo de tierras en su propio territorio, y de su dominación económica, política y militar implacable sobre las masas de la gente por todo el mundo. Las decenas de millones de hombres, mujeres y niños en el tercer mundo que se rompen el lomo en las maquiladoras y en los campos; la matanza que las fuerzas sauditas cometen en este momento en Yemen con apoyo estadounidense en nuestro nombre; las guerras en una docena de otros lugares; la cruel opresión agobiante a manos de títeres y lacayos de Estados Unidos la que impulsa a los inmigrantes a arriesgarse la vida cruzando el río Bravo (o el mar Mediterráneo) — todo esto, tanto histórica como actualmente, de maneras multifacéticas, alimenta el nivel de vida en Estados Unidos y también en otros países imperialistas (inclusive los países supuestamente “socialistas” de Escandinavia) que se sientan en la cima de la cadena alimenticia imperialista. Sin una revolución que derroque todo el sistema del capitalismo-imperialismo, lo único que se hará es redistribuir el botín y el saqueo en la cima de esta cadena alimenticia y dejar intactas las inmensas relaciones económicas y sociales de explotación y opresión que subyacen a esto, aplastando vidas y destruyendo espíritus. Al carajo con eso. Lo único que valdría la pena hacer es una revolución internacionalista, una que inmediatamente ponga fin a las relaciones económicas explotadoras y a la dominación militar estadounidense por todo el mundo, y considere el territorio nuevamente liberado como base de apoyo para la revolución mundial. Y únicamente una sociedad comprometida con ese principio y con ese punto de vista podría mantenerse en el camino hacia un mundo emancipado.
Los socialistas democráticos —cabe repetir, en su forma “más radical”— tienen la “visión” de tomarse la maquinaria del gobierno y “hacer que sirva” al pueblo. Pero, por callado que se mantenga, esto es una dictadura — una vez más, póngase a pensar un momento: ¿quién da las órdenes a la policía y a las fuerzas armadas? La clase en el poder (los capitalistas-imperialistas) tiene un monopolio sobre la maquinaria de opresión y el uso legítimo de la fuerza, y ha creado fuerzas armadas masivas que reflejan los valores y las relaciones reaccionarios pútridos de este sistema. Aunque de alguna manera fueran elegidos los socialistas democráticos, la clase capitalista hará uso de esa maquinaria obediente, sus fuerzas armadas, para matar a los que inclusive traten de reformar este sistema en serio, tal como lo hicieron al masacrar a un sinnúmero de personas en Chile que apoyaban a Allende en 1973, Sukarno en Indonesia en 1965 o Mossadegh en Irán en 1953, y la historia está repleta de semejantes ejemplos; o hará una burla del sacrificio de las masas absorbiendo a ustedes y su supuesta “revolución” en su sistema basado en la explotación, tal como lo han hecho en Sudáfrica.
Solamente una revolución real —en la que se rompa el control de la dictadura de los capitalistas-imperialistas y se derrote y desmantele su maquinaria de opresión— puede hacer nacer un sistema económico y político completamente nuevo y un nuevo conjunto de valores y formas de relacionarse los unos con los otros, y ponernos en el camino a la emancipación humana. Hay que arrebatarle a la clase capitalista los grandes medios de producción para establecer una economía diferente que satisfaga las necesidades de la gente, la que no se base en la explotación y no se rija por la acumulación de ganancias, y las fuerzas revolucionarias tienen que tomar el poder estatal para hacer posible esto. Únicamente ESTO —una revolución real— podría empezar a lidiar con la explotación salvaje, las enormes desigualdades y las formas arraigadas de opresión que están incrustadas en este sistema. Estos llamados socialistas democráticos no tienen ninguna estrategia para ganar a millones de personas a una revolución real, ni tampoco tienen una manera para dirigirlas cuando llegue la hora de enfrentar y realmente derrotar esa maquinaria de opresión y represión. Los comunistas revolucionarios sí tienen semejante estrategia, y se puede encontrar aquí. Estos llamados socialistas democráticos no tienen ninguna visión ni plano para un sistema económico y político radicalmente diferente —el socialismo auténtico— que esté en el camino hacia la emancipación de TODA la humanidad. Los comunistas revolucionarios sí la tienen, y se puede encontrar aquí.
La esencia de lo que existe en Estados Unidos no es la democracia, sino el capitalismo-imperialismo y las estructuras políticas que lo imponen. Lo que Estados Unidos lleva al resto del mundo no es democracia, sino imperialismo y las estructuras políticas que lo imponen.
Bob Avakian, Lo BAsico 1:3
En primer lugar, es importante aclarar lo que, en términos básicos, queremos decir cuando decimos que la meta es la revolución, y en particular la revolución comunista. La revolución no es una especie de cambio de estilo, o un cambio de actitud, ni es meramente un cambio de ciertas relaciones en una sociedad que sigue igual en lo fundamental. La revolución significa nada menos que derrotar y desmantelar el estado opresor existente, el que le sirve al sistema capitalista imperialista —y en particular los organismos de represión y violencia organizada, incluyendo las fuerzas armadas, la policía, las cortes, las prisiones, las burocracias y el poder administrativo— y el reemplazo de dichos organismos reaccionarios, esas concentraciones de coacción y violencia reaccionaria, por organismos revolucionarios de poder político y otras instituciones y estructuras de gobierno revolucionarias cuya base se ha forjado por medio del proceso de construir el movimiento para la revolución y luego la toma del poder, cuando las condiciones para eso hayan surgido — lo que en un país como Estados Unidos requeriría un cambio cualitativo de la situación objetiva que desembocaría en una profunda crisis en la sociedad y el surgimiento de un pueblo revolucionario de millones y millones de personas, que cuente con la dirección de una vanguardia comunista revolucionaria y esté consciente de la necesidad del cambio revolucionario y esté resuelto a luchar por el mismo.
Como recalqué anteriormente en este discurso, la toma del poder y el cambio radical en las instituciones dominantes de la sociedad, cuando las condiciones para eso hayan surgido, hacen que sea posible un cambio más radical en toda la sociedad — en la economía y en las relaciones económicas, en las relaciones sociales y en la política, la ideología y la cultura imperantes en la sociedad. El objetivo final de esta revolución es el comunismo, lo que significa y requiere la abolición de todas las relaciones de explotación y opresión y de todos los conflictos antagónicos destructivos entre los seres humanos, en todo el mundo. A la luz de este análisis, la toma del poder, en un país específico, es crucial y decisiva y abre paso a más cambios radicales y a fortalecer y a avanzar más la lucha revolucionaria a través del mundo; pero al mismo tiempo, por crucial y decisiva que sea eso, es solamente el primer paso —o el primer gran salto— en una lucha general que tiene que continuar hacia el objetivo final de esta revolución: un mundo comunista radicalmente nuevo.
Bob Avakian, Lo BAsico 3:3
Revolución #557 22 de agosto de 2018
| Periódico Revolución | revcom.us
Bob Avakian escribe que una de las tres cosas que tiene “que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor: Las personas tienen que reconocer toda la historia propia de Estados Unidos y su papel en el mundo hasta hoy, y las correspondientes consecuencias terribles”. (Ver “3 cosas que tienen que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor“).
En ese sentido, y en ese espíritu, “Crimen yanqui” es una serie regular de www.revcom.us. Cada entrega se centrará en uno de los cien peores crímenes de los gobernantes de Estados Unidos, de entre un sinnúmero de sanguinarios crímenes que han cometido por todo el mundo, de la fundación de Estados Unidos a la actualidad.
El 26 de diciembre de 1862, en medio de la guerra de Secesión de Estados Unidos (abril de 1861 a mayo de 1865), y en la misma semana en que emitió la Proclamación de Emancipación, el presidente Abraham Lincoln ordenó que se ahorcaran a 38 hombres indígenas de la tribu siuox dakota santee en Mankota, Minnesota. Les cubrieron la cabeza con capuchas y los ahorcaron simultáneamente en la misma horca grande. Los rodearon 1.500 soldados del Ejército de la Unión 1 y una turba de linchamiento de 4.000 colonos blancos que aullaban rabiosamente. Fue la mayor ejecución en masa en la historia de Estados Unidos.
Los 38 fueron capturados cuando el pueblo dakota se levantó contra el gobierno yanqui el 17 de agosto en el Levantamiento Dakota de 1862. El pueblo dakota había sido objeto de asalto implacable durante 10 años — los tratados engañosos rotos, las reservas invadidas, los subsidios no pagados, los prometidos bienes o atrasados o nunca entregados, y el abuso en los precios y otros abusos por parte del gobierno estadounidense y sus agentes. En 1858, el gobierno le robó la mitad de su reserva al pueblo dakota y la abrió a asentamientos de blancos. Durante la década de 1850, más de 160.000 colonos inundaron la zona, apoderándose y despejando las tierras de los indígenas dakota hasta virtualmente poner fin a su caza y pesca, y la gente se veía amenazado con la hambruna.
El 15 de agosto, cuando la famélica gente dakota le pidió comida a un almacén bien abastecido, el agente de alimentos del gobierno, Andrew Jackson Myrick, le respondió “[S]i tienen hambre, que coman hierba o su propio estiércol”, cual frase fue citada por el jefe dakota Little Crow [Cuervo Pequeño] como la última gota que provocó a los dakota a levantarse en rebelión. Myrick fue uno de los primeros muertos y se encontró su cadáver con la boca llena de hierba. El levantamiento comenzó cuando cuatro famélicos jóvenes dakota que estaban robándose unos huevos mataron impulsivamente a cinco colonos blancos.
A los 38 hombres condenados les informaron de su muerte inminente el 22 de diciembre, mientras que estaban esposados en pares al piso de la prisión. Estaban entre los 303 condenados a morir en un juicio en masa de 392 hombres dakota. Dieron a cada acusado 5 a 10 minutos para defenderse ante un tribunal militar. En solo un día, juzgaron, acusaron y condenaron a 40 de ellos por “asesinato y ultrajes”. Más tarde, un profesor de derecho explicó: “La mayoría de ellos no hablaba inglés. Ni siquiera sabían que estaban siendo juzgados por delitos. La mayoría tampoco tenían un abogado que los defendiera”. Había poca evidencia de sus “delitos”, por lo que el gobierno estadounidense presionó a algunos acusados, que enfrentaron cargos y ejecuciones ellos mismos, para que testificaran contra otros dakota en múltiples juicios. Uno de esos acusados convertidos en testigo testificó en 55 casos.
Después del linchamiento en masa, arrojaron los cadáveres de los dakota en una fosa común, y los desenterraron esa misma noche para distribuirlos a doctores para usarlos como cadáveres médicos. Luego, se vendieron en Mankato cajas pequeñas que supuestamente contenían piel sacada de los cadáveres.
Nunca hicieron un registro oficial del número de colonos muertos en esa guerra de 37 días de combate. Los informes variaron mucho: 77 soldados yanquis, 29 ciudadanos-soldados o milicianos, y entre 300 y 800 colonos así como entre 29 y 150 guerreros dakota. Después del levantamiento, exiliaron a más de 1.600 hombres, mujeres y niños dakota en un campamento de concentración en Pike Island, Minnesota donde las condiciones de vida eran tan malas que las infecciones mataron a más de 300 de ellos. En abril de 1863, el Congreso estadounidense abolió la reserva dakota, declaró inválidos los tratados anteriores con los dakota, y expulsaron de Minnesota a todo el pueblo dakota. Para este fin, establecieron una recompensa de $ 25 por cualquier dakota encontrado libre dentro de los límites del estado de Minnesota. El general yanqui, Malmos, ofreció una recompensa de $ 200 a exploradores independientes por cada cabellera arrancada a un sioux dakota.
Little Crow evitó captura hasta el 3 de julio de 1863, cuando él y su hijo abandonaron su campamento oculto para recoger frambuesas. Dos colonos dispararon y mataron a Little Crow. Se arrastró su cadáver por la calle principal de la ciudad de Hutchinson y se le pusieron petardos en la nariz y las orejas. Se exhibieron su cabellera, cráneo y restos en St. Paul, Minnesota hasta 1971. A otros dos líderes dakota, Little Six [Seis Pequeño] y Medicine Bottle [Botella de Medicina], que habían escapado a Canadá, los capturaron, drogaron, regresaron a Estados Unidos, y ahorcaron en 1865.
El presidente Abraham Lincoln (marzo de 1861 a abril de 1865). Lincoln supervisó la ruptura de los tratados y el robo de la tierra, el sustento y a menudo la vida de los dakota y otros pueblos indígenas. Y envió tropas para aplastar su resistencia. Lincoln dejó claro sus creencias supremacistas blancas. En febrero de 1860, preguntó “¿[P]or qué los yanquis descubrieron casi instantáneamente el oro en California, que había sido pisoteado y pasado por alto por los indios y los greasers [peyorativo por mexicanos] mexicanos durante siglos?” También argumentó que la escritura fonética era lo que separaba a los blancos de los “salvajes”, y que esa habilidad fue la fuente de los frutos de la civilización: el gobierno, la cultura, etc. En 1863, Lincoln dijo: “Aunque ahora estamos envueltos en una gran guerra entre nosotros, no estamos, como raza, tan dispuestos a luchar y matarse unos a otros como nuestros hermanos rojos”.
Las tropas yanquis y sus comandantes que fueron enviados a suprimir el levantamiento de los dakota. Las compañías bajo el mando del capitán Joseph F. Bean, el capitán David D. Lloyd, el capitán Calvin Potter, el capitán Mark Hendrick y elementos del 5a y 6a Milicias de Iowa. El coronel Henry Sibley jugó un papel fundamental en las negociaciones del tratado de 1851 que estafaron a los dakota robándoles su tierra, y luego dirigió a las tropas estadounidenses para suprimir su levantamiento de 1862. Sibley también supervisó el tribunal militar que condenó a los 38 y las expediciones punitivas contra los dakota en 1863. El general John Pope fue enviado por Lincoln para comandar el 3o, 4o, 9o y 10o Regimientos de Voluntarios de Infantería de Minnesota y declaró abiertamente: “Es mi propósito exterminar por completo a los sioux. Hay que tratarlos como maníacos y bestias salvajes”.
El gobernador de Minnesota, Alexander Ramsey, exilió a todo el pueblo dakota santee, ofreció recompensas por sus cabelleras, y dijo: “A los indios sioux hay que exterminarlos y expulsarlos para siempre más allá de las fronteras del Estado. La seguridad pública lo exige imperativamente. La justicia lo exige. La sangre de los asesinados clama al cielo por la venganza”.
Thomas Galbraith, Andrew Myrick y otros comerciantes retuvieron pagos en efectivo, alimentos y otros bienes comerciales debido al pueblo dakota, así intensificando su hambre, dificultades, e ira.
El New York Times publicó historias sensacionalistas de la muerte de colonos y escribió descripciones racistas de los prisioneros dakota, alimentando la histeria y sed de sangre popular: “Fue un espectáculo triste y nauseabundo ver a ese grupo de miserables salvajes sucios, encadenados al piso, y esperando con aparente despreocupación su terrible destino...”.
Ejecutaron a los hombres dakota por matar a colonos blancos inocentes, y Lincoln fue indulgente al ahorcar a solamente 38 de los 303 que fueron juzgados y condenados a muerte por el tribunal militar.
El Levantamiento Dakota fue un levantamiento justo y uno de los muchos de varias tribus indígenas en todo Estados Unidos contra el genocidio cometido en su contra por el gobierno yanqui y los colonos blancos. Durante la década de 1860, muchos pueblos indígenas como los dakota se vieron obligados a levantarse debido a años de explotación y opresión, y la inanición inminente.
Lincoln lo explicó al Senado de Estados Unidos: “Ansioso por no actuar con tanta clemencia como para alentar otro levantamiento por un lado, ni con tanta severidad como para ser una crueldad real por el otro, ordené un examen minucioso de la documentación de los juicios, para que primero ordenar la ejecución de los que habían sido comprobados culpables de la violación de mujeres”. Dado que solo encontraron a dos hombres culpables de violación, Lincoln expandió los criterios para que incluyeran a los que habían participado en “masacres” de civiles en lugar de solamente “batallas”. En contraste, cuando se trataba de esos mismos delitos por parte de soldados confederados en la guerra de Secesión, Lincoln no ejecutó, ni siquiera acusó, a ningún soldado confederado.
Otro motivo posible podría haber sido hacer un ejemplo del pueblo dakota y su levantamiento porque, a pesar de que los dakota tenían pocas fuerzas de combate, poco equipo como cañones, y armas y municiones muy inferiores a los blancos, lucharon muy eficazmente contra el ejército de Estados Unidos. Por ejemplo, las fuerzas estadounidenses sufrieron una gran derrota en la Batalla de Birch Coulee el 2 de septiembre de 1862, donde un tiroteo de tres horas terminó con 13 soldados yanquis muertos y 47 heridos, mientras que solo dos guerreros dakota murieron.
Durante este período, la Unión, que representaba los intereses de la clase capitalista centrada en la parte norte de Estados Unidos, libraba la guerra de Secesión. Al mismo tiempo, se construían ferrocarriles en todo el país y los asentamientos se extendían enormemente. El robo de la vasta masa de tierra de costa a costa que ocupaban muchas tribus indígenas, la derrota de cualquier resistencia a esta histórica expansión colonial, y el flagrante genocidio contra los pueblos indígenas fueron fundamentales para el crecimiento y desarrollo del capitalismo estadounidense y el posterior ascenso del imperio estadounidense.
Fuentes
Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian, 1:2, RCP Publications, 2011
Bury My Heat at Wounded Knee, An Indian History of the American West de Dee Brown, Chapter 3, “Little Crow’s War,” Holt, Rinehart & Winston, 1970
Dakota War of 1862, Wikipedia
“Sham Trials: The Traumatic Truth of What Happened to the Dakota 38,” de Konnie LeMay, Indian Country Today, 26 de diciembre de 2015
The Dakota Conflict, documental emitido el 27 de enero de 1993, producido por KTCA, St. Paul, Minneapolis, Minnesota
1.Se refiere al ejército que combatía por los estados del Norte contra los estados esclavistas del Sur en la Guerra Civil Estadounidense, 1861-1865.[regresa]
El linchamiento de los 38 hombres dakota (sioux santee), 26 de diciembre de 1862.
Pasaje sobre los pueblos indígenas de la CONSTITUCIÓN Para La Nueva República Socialista En América Del Norte (Proyecto De Texto)
C. Los pueblos indígenas.
1. La conquista, dominación, saqueo y explotación roba-vidas que practicó el colonialismo europeo en las Américas, incluso de parte de los colonos europeos que fundaron los Estados Unidos de América y extendieron su alcance sobre el continente norteamericano mediante la fuerza y la violencia así como el engaño y otros mecanismos, tuvo un monumental impacto genocida, diezmando y devastando las poblaciones de los primeros habitantes de las Américas. Mientras se extendían continuamente las fronteras de los Estados Unidos de América mediante la conquista, y este expansionismo armado y destrucción de su forma de vida, la propagación de enfermedades comunes entre los europeos para las cuales los indígenas no tenían inmunidad y otros factores resultaron en la matanza o la muerte de una enorme cantidad de indígenas, la mayoría de los indígenas que sobrevivieron fueron forzosamente metidos en reservas cercadas y controladas por las fuerzas del estado imperialista.
2. La derrota de este estado imperialista ha abierto el camino para superar los efectos y el legado de esta terrible historia. Como una manifestación clave de la importancia con la que ve esta situación, la Nueva República Socialista en América del Norte asegurará que se defienda el derecho a la autonomía de los pueblos indígenas en esta República; y, además, dondequiera que se establezcan regiones autónomas de indígenas en los alrededores generales de las tierras históricas de los diversos pueblos indígenas, el gobierno central también tomará medidas para asegurar que estas regiones autónomas no sólo tengan los necesarios territorios sino los necesarios recursos para propiciar un verdadero florecimiento de estos pueblos, en el marco general de la Nueva República Socialista en América del Norte. El gobierno central de la Nueva República Socialista en América del Norte les proporcionará ayuda y apoyo especial a cualquier región autónoma indígena, basándose en los principios y objetivos establecidos en la presente Constitución. 3. Tal ayuda y apoyo especial tendrá una importancia especial respecto a las regiones autónomas indígenas además de las concentraciones de indígenas en las ciudades y otras zonas en esta República, donde también se podrían establecer zonas autónomas indígenas, y respecto a la población indígena en general. Tal ayuda y apoyo especial también tendrá gran importancia y se extenderá a todos los pueblos anteriormente oprimidos y sus regiones y zonas autónomas en la Nueva República Socialista en América del Norte.
Lea la Constitución Para La Nueva República Socialista En América Del Norte (Proyecto De Texto) y pedirla en línea.
Si te puedes imaginar un mundo sin Estados Unidos —sin todo lo que representa Estados Unidos y lo que hace en el mundo— pues, ya has dado grandes pasos y has comenzado a tener por lo menos una vislumbre de un mundo completamente nuevo. Si te puedes imaginar un mundo sin ningún imperialismo, explotación, opresión —y toda la filosofía que lo justifica— un mundo sin división de clases o sin diferentes naciones, y todas las ideas estrechas, egoístas, anticuadas que lo defienden; si te puedes imaginar todo eso, pues, tienes las bases para el internacionalismo proletario. Y una vez que has levantado la vista hacia todo esto, ¿cómo no vas a sentirte obligado a tomar parte activa en la lucha histórico-mundial para hacerlo realidad; por qué te contentarías con menos?
Bob Avakian, Lo BAsico 1:31
Revolución #557 22 de agosto de 2018
| Periódico Revolución | revcom.us
Bob Avakian, el líder de la revolución, dice que “Estamos enfrentados con un régimen fascista — el cual ahora nos está gobernando”. Dice, y demuestra, que hay una “línea directa de la Confederación a los fascistas de hoy”. Este sistema, desde su fundación, ha significado la esclavitud; el genocidio; la amarga explotación; las guerras del imperio; la violación, saqueo y opresión en general de las mujeres; la destrucción del medio ambiente; y 1001 otros crímenes. Necesitamos una revolución, ¡y nada menos!, para acabar con esa locura.
Hoy, con el régimen de Trump y Pence en el poder, esto adquiere la forma aún más monstruosa del fascismo*. Ya ha significado horrores para la gente aquí y en todo el mundo y podría significar, si se lo dejara en el poder, una catástrofe. Hará enormemente más difícil cualquier esfuerzo para luchar por un mundo mejor. Estos fascistas están en una misión y están desenfrenados, y este régimen no será disuadido o detenido por imputaciones, audiencias, conflictos intestinos o informes especiales por sí solos; de hecho, redoblarán sus esfuerzos. Debe haber una resistencia masiva, en las calles.
A la luz de esto, el discurso de Bob Avakian es más importante que nunca. Vengan el jueves, 30 de agosto a las 7 p.m. al Anfiteatro del Parque Marcus Garvey en Harlem (ingresen en la Avenida Quinta esq. Calle 124) para escucharlo.
¿Por qué?
1) Para saber la verdad sobre este régimen. Bob Avakian ofrece un análisis científico revolucionario de las raíces profundas de este régimen fascista, por qué ha llegado al poder ahora... y qué debemos hacer al respecto.
2) Para organizarse: Vengan a la película y conéctense con Rechazar el Fascismo, que está organizando a la gente en todo Estados Unidos para realizar manifestaciones masivas para expulsar a este régimen... el Club Revolución, que está luchando por la revolución y el nuevo comunismo de Bob Avakian, y organizando urgentemente a la gente ahora para prepararse para derrocar este sistema, cuando las condiciones sean las adecuadas (y librando la batalla contra el régimen como parte de esa preparación)... y Libros Revolución, el centro político, intelectual y cultural del movimiento para una revolución real, la librería ubicada en Harlem.
3) Lo más importante: Para “conocer” al líder de la revolución, Bob Avakian. Él es el arquitecto de un nuevo marco para la emancipación humana. Ha logrado avances teóricos, tiene la capacidad de descomponer las ideas para que la gente pueda comprenderlas sin inconvenientes, y se conecta de manera visceral con la gente básica. Esta película puede presentarlo a ustedes.
En un momento en que este régimen está fomentando la supremacía blanca en toda su fealdad, representaría una poderosa declaración el que cientos de nosotros, de todas las nacionalidades y de toda la ciudad, nos reunamos en Harlem para esta contundente crítica de lo que enfrentamos, y que nos conectemos para combatirlo, de una manera real, para derrotar este régimen y avanzar hacia una sociedad completamente diferente.
Sean parte de los preparativos, ahora. Llamen al 212-691-3345 o visiten http://revolutionbooksnyc.org/.
* El fascismo es cuando la clase burguesa (capitalista-imperialista) ejerza una dictadura abierta, la que gobierna por medio del uso del abierto terror y la violencia, pisotea lo que se supone son derechos civiles y legales, utiliza el poder del estado y moviliza a grupos organizados de golpeadores fanáticos para cometer atrocidades contra las masas populares, particularmente contra los grupos de personas que identifica como “enemigos”, “indeseables” o “peligros para la sociedad”. [regresa]
Revolución #557 22 de agosto de 2018