Issue and Date
Revolución #48, 28 de Mayo 2006
Correspondencia
Lectura, promoción y discusión de la autobiografía de Bob Avakian: From Ike to Mao and Beyond
Revolución ha recibido varias cartas sobre la lectura, promoción y discusión de la autobiografía de Bob Avakian:From Ike to Mao and Beyond: My Journey from Mainstream America to Revolutionary Communist. Las cartas están en nuestro portal revcom.us.
“Como una obra teatral que permite ver el mundo por los ojos de otra persona”
Descubrí las obras de Bob Avakian en una clase de la universidad en que examinamos varias perspectivas políticas e ideológicas sobre el mundo, así como las nuestras. Leímos el libro de Bob Avakian Predicando desde un púlpito de huesos, mi primera experiencia con el marxismo y su aplicación a entender el mundo y llegar a la verdad. El libro es muy dinámico y me hizo cuestionar muchos aspectos del mundo. Avakian examina la religión, el racismo y la opresión de la mujer, su raíz y las diferentes formas en que se manifiestan. Analiza diferentes puntos de vista acerca de cuál es el problema y cuál es la solución en el mundo. Lo hace con una profundidad y matices que no había visto antes, y su proceso de explorar la verdad me estimuló a pensar y a bregar con las ideas presentadas. Presenta una perspectiva comunista sobre el mundo y las posibilidades de una sociedad y una moral radicalmente diferentes. Habla, con grandes esperanzas y aspiraciones, de la clase de mundo que podemos crear y vemos su amor por la gente y su deseo de conocer el mundo a fondo para cambiarlo radicalmente. Me hizo querer ser partícipe y hasta dedicar mi vida a esto.
Por eso, al enterarme de que iba a salir la autobiografía de Bob Avakian, From Ike to Mao and Beyond, estaba ansiosa de leer sobre su vida y sus años formativos. Como desperté políticamente con sus escritos teóricos, me acerqué a la autobiografía sin ideas preconcebidas. Pero me causaba cierta disonancia cognoscitiva pensar que un dirigente como este haya creado una obra de literatura. Tenía mucha curiosidad por saber cómo un comunista abordaría una autobiografía.
Pasé gran parte de la niñez en teatros, donde hice amigos de todas las edades y razas y conocí el mundo por medio de obras. Mi mamá nos leía cuentos a mi hermana y a mí casi todas las noches, y mi imaginación floreció por medio de los libros. Adquirí una pasión por los cuentos, las películas, el teatro y los libros. He guardado en la memoria muchas obras de arte y me han cambiado la vida de una u otra manera. En la preparatoria, vi una obra teatral de Tom Stoppard sobre el siglo 18, en que los teoremas matemáticos le abren el mundo a una muchacha de 17 años. Grandes esperanzas de Charles Dickens me dio una idea de lo que un libro puede desenmascarar sobre una sociedad por medio de personajes y humor. Tras leer las obras líricas e íntimas de Virginia Wolff, veía las cosas a mi alrededor de una manera distinta. En el último año de preparatoria, participé en una producción de Matar a un ruiseñor y compartí con el público la idea de no juzgar a otra persona hasta que haya estado en su lugar. En cierto sentido, todo eso fue el telón de fondo que me permitió estar en el lugar de Bob Avakian un momento al leer From Ike to Mao.
La mayoría del libro lo leí en el tren, yendo al trabajo. No es difícil de leer, sin embargo tardé varias semanas. La riqueza del libro me conmovía y pensaba en los relatos. Ahora me refiero con frecuencia al libro y hablo de él con mis amigos. El libro es más que un simple repaso de los acontecimientos de una vida. La narrativa se entreteje y permite relacionarse con Bob Avakian, el mundo en que creció, los tiempos en que vivió... en un plano más alto.
Siento admiración porque no le cohíben las cosas, por ejemplo cuando en un plantón en Berkeley se puso a cantar para animar a los demás. O cuando hacía gala de su “mack” [el paso desafiante de los chavos negros de esa época—Trad.] para entretener a sus compañeros de escuela. Describe a las personas que le atrajeron y las diferentes situaciones que vivió. Tenía tanta energía y entusiasmo que, en verdad, a veces era ingenuo. Por ejemplo, cuando tenía tanta hambre que le pidió un pan de maíz a Leo Wofford, uno de los rudos de la escuela. Leo le clavó los ojos, pero al final le dio el pan, asombrado por su persistencia. El lector se da una idea de lo loco que fue eso al leer que su amigo Sam le dijo después: “No sabes la suerte que tienes”.
Avakian relata vívidamente muchos momentos de su niñez, captando el ambiente de esos tiempos y lo universal de la familia. Llegamos a conocer a sus padres, las lecciones aprendidas de ellos, los valores que le enseñaron y cómo se relacionaban. Más tarde, esos mismos valores le llevaron a rebelarse de diferentes maneras contra sus padres y contra muchos aspectos de la sociedad en que había crecido, como las divisiones de género y nacionalidad y la influencia de la religión.
Sin embargo, a lo largo del libro demuestra un amor profundo por sus padres como individuos. Como sus demás relaciones personales y románticas, su relación con ellos no está divorciada de los acontecimientos mundiales y su futuro desarrollo como líder comunista. Hay momentos cuando choca con sus padres, y otros en que padres e hijo se distancian debido a sus agudas diferencias en cuanto al problema y la solución para el mundo, y lo que pensaban que Bob debía hacer.
Más tarde, vuelven a conectarse y ellos llegan a respetar su punto de vista político. Menciona que en un momento un corresponsal los llamó, probablemente en busca de un comentario negativo cuando lo arrestaron en la protesta contra Deng Xiaoping en Washington. Cualquiera que haya tenido desacuerdos con los padres sobre las decisiones que ha tomado en la vida, y cualquiera que haya sido padre, puede captar lo importante que fue que sus padres le dijeran a la prensa que estaban orgullosos de su hijo por mantenerse firme.
Eso me impactó mucho. Lo que me inculcaron mis padres, las ricas experiencias artísticas que me dieron y que me ayudaron a ver el mundo y los principios con que me criaron… fueron factores que me llevaron al comunismo. Pero les ha sido difícil y polémico aceptar que me dedicara a eso, en vez de a una carrera artística o a la familia, y ha habido mucha tensión. He tratado de aprender de Avakian en esto también.
Cuando Avakian habla de su enfermedad, comparte con el lector una profunda experiencia de la vida. Está comenzando su vida adulta en una época en que tantas cosas están cambiando en el mundo y las normas sociales están a punto de abrirse. El lector experimenta la enfermedad física, su lucha mental, el trauma emocional y especialmente la inseguridad que sentía por su aspecto físico a consecuencia de las drogas. El libro nos lleva por los meses de recuperación, su lucha por ganar fuerza, su impaciencia por entrarle al mundo que ya empieza a ser el Berkeley efervescente de los años 60.
En sus trasnoches, escucha un elepé de la poesía de Keats. Esta sección se llama “Y ningún pájaro cantó” por un verso que le ha quedado en la memoria. Se ve que a veces la soledad de su enfermedad tenía aspectos positivos y que esos poemas respondían a lo que sentía y vivía en ese tiempo. Pero después, da mucha emoción verlo seguir adelante y vivir las experiencias que le pusieron en el camino de ser comunista y un líder. En ese tiempo, su vida podría haberse encaminado en varias direcciones y también la enfermedad lo podía haber matado.
Su vida tiene tantas dimensiones. Parece que cada vez que regreso al libro a buscar una anécdota, encuentro otra sección olvidada y otro momento significativo. El libro pinta una vida compleja, yendo de una cosa a otra en diferentes ámbitos, y está claro que a Avakian le encantaba meterse en muchísimas cosas. Su estilo de narrar es cautivador y bello, tanto por su simplicidad como por su complejidad.
Empecé con las obras teóricas de Avakian, y ahora con la autobiografía sé un poco más sobre su vida y su pensamiento, pero aunque eso afecta un poco mi posición sobre las obras teóricas y mis ideas políticas, no es una relación directa. El libro es como un poema que nos habla y que vuelve una y otra vez, o una canción que capta algo universal, o una obra teatral que permite ver el mundo por los ojos de otra persona. De esa manera, From Ike to Mao and Beyond es una obra de arte oportuna que se queda en la mente.
“Es como tener una conversación”
Conversé con una universitaria negra del valle de San Fernando [los suburbios de Los Ángeles]. No es comunista, ni socialista y ni siquiera revolucionaria, pero es muy progresista. Le encantó el libro. Cuando la vi, hablamos de sus ideas del libro y de cómo popularizarlo en su universidad. Me dijo que pensaba que iba a ser algo diferente, como las otras obras de Avakian (ha leído artículos de Revolución y partes del libro La pérdida en China y el legado revolucionario de Mao Tsetung). Pensó que iba a ser más complejo y al principio no le gustó. Pero dijo: “¡No es nada difícil! ¡Es como una conversación!”. Le gustaron mucho las anécdotas.
Le interesaron mucho dos cosas en particular. La primera es cómo Avakian vivió los tiempos de segregación. Dijo que a mucha gente que ella conoce, especialmente los blancos, le afectó de una forma muy negativa. Muchos con los que ha conversado “tienen la idea de que en esos tiempos era aceptable decir ‘nigger’. Se disculpan diciendo: ‘oh, es que así era en esos tiempos, todos eran así’, ¡pero él nos hace saber que en realidad no era así y que no todos los blancos eran racistas ni aceptaban que el racismo fuera normal!”. Cabe decir que ella es mitad blanca y como se crió con su lado gringo (así lo llama ella) fue difícil. Ha tolerado un chingo. Por eso, le interesó el principio del libro y admira el hecho de que para Bob Avakian, viviendo en ese tiempo, los negros eran como sus hermanos. Le dio una mejor idea de quién era y cuáles eran sus convicciones, y de cómo llegó a ser el líder de este partido.
Otra parte que le gustó mucho fue cuando empieza a hablar sobre su participación en el Partido Pantera Negra. Le interesó mucho toda esa sección sobre los años 60. “Es como una clase de historia”. Dice que da una idea muy clara de lo que él vivió y lo que vivieron y por lo que lucharon los jóvenes en esos tiempos. Fue curioso porque yo tenía la película “Berkeley en los 60” y la vimos. En el libro Avakian describe todos los sucesos que salen en la película: como cuando arrestaron a Mario Savio en la manifestación del movimiento de libertad de expresión y cercaron la patrulla, se subieron al carro de puercos y ahí montaron su plataforma. Ella se acordó cuando conversábamos que mencionan a Bob Avakian en el video (creo que durante “la semana de parar el reclutamiento”); se emocionó y dijo que iba a leer toda esa sección del libro de nuevo.
Tuve otra buena conversación con un joven que vive en los proyectos de vivienda pública. Me contó que le gustó mucho la parte sobre los años 60. Dijo que cuando Avakian habla sobre el movimiento de derechos civiles, le da vida a la historia. Es bueno cuando los jóvenes leen y aprenden de la historia y crecen, como cuando Avakian analiza las sociedades socialistas que ha habido y avanza nuestra ciencia (el marxismo-leninismo-maoísmo) a un nuevo nivel. Podemos aprender del movimiento de esos tiempos y llevarlo más lejos esta vez. Dijo que es bien importante que los jóvenes lean el libro, especialmente con lo de la lucha de los inmigrantes. Precisamente hablé con él la semana cuando se estaban manifestando los estudiantes y se imaginó lo que pasaría si tuvieran el libro y lo leyeran. ¡Sería algo increíble! Dijo que el libro realmente pinta un cuadro de cuánto lucharon para impulsar el movimiento de derechos civiles y cómo, en medio de toda esa agitación, Avakian se volvió comunista.
También dijo que algo bien importante del libro es cómo analiza las distintas tendencias con los que se ha topado en el pasado, como el PLP (Partido Progresista Laboral) y otros, como los Weathermen y los trotskistas. Es el marxismo-leninismo-maoísmo contra otras líneas. Hay que cuestionar las otras líneas igual que como lo hacían en esa época. Debemos estudiar lo que dicen y adónde nos llevarán. Eso es bien importante para los jóvenes porque a veces, por su espontaneidad, se meten con otras líneas y las líneas equivocadas no los llevarán a nada bueno, y luego se desilusionan y piensan que todos los grupos revolucionarios y comunistas son iguales. Me explicó que el libro le da una viva idea de cómo es el presidente, por ejemplo, ¡que nunca rehuye una oportunidad de hablar de política desde sus primeros días como revolucionario!
Otro estudiante de prepa que vive en el mismo lugar dijo que sería muy chido que el libro llegara a las aulas. Sería un magnífico libro de texto. También puede demostrar cómo es Bob Avakian en realidad y que propone, para que se descarten las ideas equivocadas sobre él y sobre el comunismo. Tenía muy buenas ideas de cómo promoverlo en la escuela y con los jóvenes. Sugirió que todos los maestros deben vender el libro en la clase a los estudiantes o que los estudiantes exijan que el maestro lleve el libro, y que el libro esté en todas las bibliotecas (públicas y en las de la escuela), y que esté en todas las tiendas para que lo puedan comprar fácilmente y promover Libros Revolución porque tiene toda su obra.
“No me imaginé que sería tan divertido, cálido y grato…”
Los siguientes relatos son de dos personas que conectaron con el libro. El primero se trata de un compañero revolucionario. El segundo es de alguien que murió recientemente.
Los comentarios de P sobre la autobiografía fueron muy sinceros. Dijo: “Tiene algo especial. El humor, la historia de su vida, la historia de los años 60 en los alrededores de San Francisco y en el país; se ve su desarrollo y cómo llegó a ser lo que es hoy. El libro contiene muchas lecciones políticas, como el movimiento de libertad de expresión. Muestra mucho: la persona, lo político, por qué es quién es, por qué es tan importante. Como la Autobiografía de Malcolm X, uno conoce ese lado de Bob Avakian. Una cosa que me encanta del libro es que cuando lo leo me parece que me está hablando a mí, contándome historias; oigo su voz. Tiene lo suyo conocer personalmente a este líder; nos acerca más a él. No me esperaba que el libro fuera tan cómico, cálido y agradable; pensé que iba a ser una lectura pesada”.
Tony y Pablo
Hablé de la autobiografía de Bob Avakian con Tony y Pablo, dos proletarios latinoamericanos que se consideran simpatizantes del partido, uno desde hace mucho más tiempo que el otro. Los dos prefieren hablar y leer en español, pero leyeron el libro en inglés.
Tony, el más joven, preguntó hace dos años tras leer unos números del periódico: “Bob Avakian parece un líder importante. ¿Tienen algún libro sobre él?”. Eso fue antes de que se supiera que iba a salir una autobiografía.
Tony comentó que muchas cosas lo “sorprendieron” y le parecieron interesantes. Una fue enterarse de que la familia paterna de Bob Avakian emigró de Armenia. No había oído hablar de Armenia y le pareció muy curioso “lo distinta que es la experiencia de inmigrantes de distintas partes” y su relación con el racismo en este país, y en este caso que los identificaran como blancos; le pareció interesante cómo Bob Avakian lidió con esa contradicción. Le sorprendió también que Bob, producto del ambiente segregado de los años 50, luego se relacionó con negros.
Pablo le prestó la autobiografía a una amiga latina (que por fin tiene su propio departamento, tras vivir en una serie de albergues y perder todas sus pertenencias y libros). Por eso, no pudo repasarla antes de reunirnos. Dijo: “La leí como novela. Me interesan las autobiografías más como relatos que como un libro del cual tomo apuntes” (con otros escritos de Bob Avakian ha tomado apuntes). Dijo que aunque no tenía el libro fresco en la memoria pues lo leyó hace un año, algunas cosas le quedaron grabadas y todavía le impresionan. Le sorprendió que Avakian sea de una familia de “clase media alta” y el efecto que esto tuvo en él. Le pareció interesante que “de su padre aprendió mucho sobre derecho y política”, pero luego se rebeló y escogió su propio camino. Los sucesos de la época tuvieron gran importancia en su desarrollo: “La agitación mundial afectó sus ideas”. Como Tony, Pablo dijo que el libro tenía sorpresas que le despertaron interés, como: 1) la enfermedad que casi lo mata; 2) su relación con los fundadores del Partido Pantera Negra y su influencia en él; 3) su primera experiencia de “ir a la clase obrera” de Richmond, California, sobre la cual Pablo comentó que “parece que fue con muchas ilusiones acerca de la gente”.
Le pareció interesante cómo Bob Avakian y otros veían la vida a finales de los años 60: “pensaban que la revolución venía”. Dijo que “aprender de los errores” es un tema constante en el libro. Le pareció chistoso el relato de que en China siempre les ofrecían babosas de mar, que eran una comida problemática para los visitantes, pero Bob no quería ofender con un comentario negativo.
El proceso de dejar la clase media le impactó a Tony; cómo “se hace ese cambio” era nuevo para él. Le impresionó que Bob Avakian “se mezclaba con toda clase de gente” y cómo lo afectó eso. Dijo que en general la autobiografía pinta un cuadro de Bob Avakian como “un ser humano más y no un superhéroe”. Le impresionó que aprendiera del interés de su madre por la gente común y corriente (aunque su perspectiva fuera religiosa). La lucha familiar que resultó cuando la hermana de Bob quería salir con un chavo negro le hizo recordar una situación similar en una tienda coreana donde había trabajado. En esa tienda los dueños coreanos eran distantes con sus clientes negros y latinos, pero un hijo (de 18 ó 20 años) trabajaba ahí y se hizo amigo de Tony, lo que al dueño no le gustaba pero toleraba; sin embargo, cuando el hijo empezó a salir con una joven negra, los padres hicieron un berrinche.
La sección “No más religión” le pareció muy interesante a Tony. Dijo que el libro explica que Avakian dejó la religión y adoptó el ateísmo porque “la religión no es verdad”. Tony dijo que él abandonó la religión de una manera muy similar, pero que “no logré ser 100% ateo hasta ser comunista”.
Pablo dijo que el libro le dio la impresión de que Bob es “un tipo normal… al que le gustan los deportes”, etc. Le gustó (pues se identificó) la parte de que “lo enorgulleció mucho” que lo nombraran “el dolor de los maestros” al graduarse de secundaria y de que se considerara un rebelde contra la “autoridad arbitraria”. Eso concentra sus propias ideas contradictorias sobre la promoción de líderes. Pablo creció bajo la tiranía de un padre que era el pastor de una iglesia evangélica en la cual se le trataba como a un “gran líder”. A Pablo eso lo enfurecía y alienaba. Cuando a los 14 años cuestionó tal “autoridad arbitraria”, lo echaron de la casa y tuvo que vivir en la calle vendiendo dulces hasta que abandonó su pueblo natal. Por eso, a veces le incomoda la promoción de Bob Avakian como líder aunque, como dice: “Estoy de acuerdo con más del 90% de lo que dice y escribe”. Siente una gran hermandad con Bob por su rebeldía y sus desafíos a la “autoridad arbitraria”.
Hablamos con otra persona que respondió positivamente al DVD Revolución: Por qué es necesaria, por qué es posible, qué es, pero a quien le inquieta la promoción de un líder. Hablamos de cómo indagar esas cuestiones, por ejemplo leer la “Resolución: Sobre líderes y dirección” [ver “Resolución: Sobre líderes y dirección” y “Algunos puntos acerca de la cuestión de la dirección revolucionaria y los individuos que la desempeñan”, 1º de octubre de 1995, en http://rwor.org/rcp-s.htm] y la entrevista radial de Michael Slate a Bob Avakian, donde le pregunta: “¿No es peligroso poner tantas esperanzas en un solo líder?”. (La entrevista está disponible en inglés en bobavakian.net). No quiero profundizar más en esto ahora, pero el punto relacionado con la autobiografía es que al leerla, hasta las personas que dicen “no tengo confianza en los líderes” están dispuestas a “hacer una excepción” con Bob Avakian “ahora que conozco más sobre él”.
Todos coincidieron en que la autobiografía permite ver la integridad de Bob Avakian y su profunda conexión con el pueblo. Pablo dijo que, sin embargo, eso no es suficiente. Malcolm X tenía mucha integridad y una conexión profunda con las masas, como es evidente en su autobiografía, pero “a veces me pregunto, ¿si no lo hubieran matado, qué habría hecho? Me preocupa que hubiera terminado como alcalde o algo así”.
A raíz de eso, hablamos de que, además de “humanizar” a Bob Avakian en sus primeros años, la autobiografía retrata vívidamente cómo llegó a ser el “comunista revolucionario más radical de Estados Unidos” (la descripción de la contraportada del libro). Tony recordó el día que preguntó por un libro sobre Bob, pues quería saber “quién es este líder, cómo llegó a ser ese líder”. Dijo que como él es joven, “naturalmente me identifiqué mucho con sus primeros años”, pero que el libro trata de “su vida y la de nosotros”.
La otra persona (mencionada arriba) había preguntado: “No pueden poner tantas esperanzas en un solo líder; ¿qué harían si se vuelve fascista?”. Tony dijo que la autobiografía le da mucha confianza de que eso no le pasará a Bob Avakian. Abrió el último capítulo y nos leyó la conclusión: “Entonces, seguiré dedicando mi vida a esto, esa será la continuación de la historia de mi vida”.
Hablamos de la descripción que da Cornel West de Bob Avakian, de que es un “corredor de larga distancia en la lucha de libertad contra el imperialismo, el racismo y el capitalismo”. Tras leer la autobiografía, Tony y Pablo coincidieron en que ahora entienden mejor por qué esa descripción es correcta. Pablo mencionó la entrevista que le hizo Carl Dix a Bob Avakian, en que Bob responde a la pregunta “¿Cómo te mantienes en el camino revolucionario?” [“Entrevista a Bob Avakian, por Carl Dix: Sobre la guerra y la revolución, sobre ser revolucionario y cambiar el mundo”, OR #1171, 20 de octubre de 2002, rwor.org (http://rwor.org/a/v24/1171-1180/1171/ba_s.htm)]. Dijo que su respuesta es muy importante. Uno de ellos (se me olvidó cuál) dijo: “Muchas veces la gente dice: ‘Ahora que eres joven eres radical, pero al pasar los años vas a ser más conservador’, pero Bob Avakian cada vez es más radical”. Tony comentó que otra razón por la que tiene confianza en Bob Avakian (respondiendo al desafío del otro amigo) es que lucha por lo correcto aun cuando sea poco popular o hasta peligroso en el movimiento del momento. Mencionó en particular el episodio en que Bob se está preparando para la gran confrontación en el Comité Central sobre el golpe de China; su esposa le pregunta: “¿Piensas que vamos a ganar?” y Bob responde: “No sé si vamos a ganar, pero no podemos perder”.
La autobiografía en Sur Centro
Nota: Los archivos de audio de Bob Avakian leyendo su autobiografía (en inglés en revcom.us o bobavakian.net) se han copiado en discos CD y se han distribuido en multifamiliares como Nickerson Gardens, donde mucha gente no tiene internet.
Ester y yo nos hemos reunido todas las semanas para oír las grabaciones; luego nos turnamos para leer en voz alta. Un día nos reunimos en Starbucks a tomar chocolate y a leer. A Ester le encanta una buena taza de chocolate y le encanta leer la autobiografía. Nos reímos y hablamos de las anécdotas que cuenta Avakian de su infancia. Ester dijo que era un “pilluelo” y que es divertido. Ella conoce muchos de los cantantes que menciona el libro: los Chantels, Jimmy Reed (uno de sus cantantes favoritos de blues), Chuck Berry; era la música de su juventud y se acordaba de ella. Le encantó la historia del pan de maíz; describió cómo miraba ese pan y del hambre que tenía. Dijo que entendía por qué lo agarró, porque el otro chavo tenía dos pedazos y él tenía hambre, pero que le han podido dar duro, y nos reímos.
No podíamos dejar de leer; a pesar de que Ester no tenía los lentes y le molestaba la vista, ella quería seguir leyendo. Al leer cada página, pensábamos en lo que vendría en el capítulo siguiente, nos imaginábamos en qué aventura se metería el jovencito. Ella dice que su vida fue emocionante, tomaba riesgos. Hasta donde ha leído el libro, Ester dice que “es alguien que quiere a la gente sin importar el color. Andaba con gente de cualquier color a pesar de lo que otros decían de él”. Se refiere a la parte donde un chavo blanco le pregunta por qué anda con negros. Ester lee la respuesta que le dio Bob; le encanta esa respuesta. Cuando llegamos a la parte en que fue a un baile con una chica negra, cuando había tanta segregación en el país y en su escuela, Ester estaba esperando el final. Después comentó que fue un enorme beso, y las dos nos reímos.
Le gustó que Avakian anduviera con gente de todas las nacionalidades y que luchara por lo que le parecía correcto, aunque le hubieran podido dar una paliza o se hubiera metido en problemas. Le pareció que sus travesuras son típicas de los chavos y que era chistoso. Le pareció que él mismo es chistoso. También le gustó el capítulo sobre autoridad arbitraria. Dijo que tenía razón, que “sus padres le enseñaron a luchar por sus derechos”.
Al leer la autobiografía y escuchar los CDs, Ester está conociendo al presidente como persona. Ester vio la filmación del discurso REVOLUCIÓN: Por qué es necesaria, por qué es posible, qué es y hemos hablado muchas veces sobre lo que dice, y especialmente de preguntas que ella tiene sobre el hecho de que es blanco. Ahora que ha leído el libro, se pregunta si en realidad es blanco. Al leer el libro cada semana, Ester recuerda y comenta cosas que leímos en capítulos anteriores. Ella está conociendo a Bob Avakian, y eso es solo el principio. Por medio del libro, se está haciendo cada vez más parte de su vida. Recuerda de memoria muchos pasajes y los cuenta como si estuviera contando la historia de un viejo amigo o vecino. Después de leer sobre su niñez o de escucharlo, ella y otros han planteado preguntas. Quieren saber más sobre Armenia (la familia de Bob Avakian es de Armenia). ¿Dónde queda Armenia? ¿Por qué los turcos masacraron a los armenios? ¿A cuántos mataron?
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Mable y yo escuchamos parte de la autobiografía en un CD y vimos parte del video Revolución.
Mable dice que escuchar la grabación es como estar conversando con él. Te está contando su vida y es chistoso. Dice que en el video es severo. Ella se crió en el Sur y recuerda y sabe de qué está hablando cuando menciona lo de Emmett Till y lo que vivieron los negros. A Mable le gustó el video y lo que ha escuchado de la autobiografía en CD. Quiere saber cuántos años tiene, dónde está Armenia. Le pareció terrible que los turcos hayan masacrado a tantos armenios. Quiere saber más sobre eso y dónde queda Armenia. Le impresionaron los comentarios que hicieron del libro Cornel West y Howard Zinn. Ahora tiene el libro y los discos, y tenga muchas ganas de oír qué piensa de ellos. A ella y a otros les he contado muchos de los relatos del libro y de lo bueno que es, y que es un gran líder comunista revolucionario y un ser humano, que ama a las masas y tiene una estrategia y un plan para salir de este sistema y construir uno nuevo. Empiezan a conocer al presidente como persona.
“Es muy personal y honesta”
El año pasado un joven del Colectivo de Escritores de Los Ángeles escribió una reseña de la autobiografía para la universidad. Dijo que fue muy importante para conocer mejor al partido. Al principio no quería leer el libro; preguntaba por qué leer un libro sobre un individuo en vez de estudiar lo que Estados Unidos está haciendo en el mundo y organizar protestas contra la guerra. Pero después leyó la autobiografía pues estaba leyendo obras de Bob Avakian y quería conocer a la persona.
Lo primero que le impactó fue que la autobiografía es muy personal y honesta. Dijo que al leer cómo Bob Avakian llegó a ser la persona que es, de sus contactos y amistades con los negros, las profundas discusiones en la cancha de baloncesto y su actitud ante su grave enfermedad, ha llegado a apreciarlo mucho más. También comprendió por qué se ha mantenido en el camino revolucionario mientras que otros de la misma generación se dieron por vencidos o hicieron las paces con el sistema.
Un libro como este puede llevar a ver de qué son capaces los seres humanos, aunque han nacido en esta maldita sociedad. Además le ayudó a conocer mejor a Bob Avakian y el partido que dirige.
Dijo que la autobiografía es un reflejo del tipo de sociedad en la que deberíamos querer vivir y de la clase de comunistas que deberíamos esforzarnos por ser.
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