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Revolución en línea: 24 de septiembre de 2007
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Agudiza la situación con respuesta reaccionaria a la histórica manifestación
Domingo, 23 de septiembre, Jena, Louisiana: En los últimos tres días, desde la manifestación de docenas de miles de personas de todo el país para demandar la libertad de los 6 de Jena, la situación ha agudizado.
En la tarde, tras un día de mítines y marchas, los manifestantes fueron en camión al pueblo de Alexandria para realizar otro mitin más y celebrar los sucesos del día. Unos racistas blancos pasaron en camioneta al lado del mitin con dogales colgados de la parte de atrás. Al chofer, Jeremiah Munsen, de 18 años, y al pasajero, un menor de edad de 16 años, los arrestaron. Encontraron manoplas y un rifle no cargado en el vehículo. A Munsen lo acusaron de instigar la violencia, manejar en estado de embriaguez y contribuir a la delincuencia de un menor. El menor de edad le dijo a las autoridades que tenía un tatuaje de “KKK” en el pecho y que sus familiares están metidos en el Ku Klux Klan.
Al día siguiente, cuando docenas de miles de personas ya habían regresado de la manifestación en Jena, ocurrió otra infamia más en el tribunal. Viernes, en una audiencia, el juez le negó libertad bajo fianza a Mychal Bell. Por eso sigue en la cárcel, a pesar de que ya anularon su condena (ver la última noticia “Nueva infamia en el caso de los 6 de Jena: Le niegan fianza a Mychal Bell”).
A partir del 20 de septiembre, varios portales de supremacistas blancos publicaron calumnias racistas y odiosas acerca del caso de los 6 de Jena y una amenaza descarada y asesina: publicaron los nombres, números de teléfono y direcciones de los familiares de los 6, o sea, básicamente exhortaron a los paramilitares racistas a atacarlos.
Una declaración de Al Sharpton, que se ha comunicado con los familiares, dice que unos han recibido “llamadas amenazadoras y hostigamiento día y noche”.
El 22 de septiembre, The Town Talk, un periódico de Alexandria, informó que el director de un periódico supremacista blanco, The Nationalist, les entrevistó a Justin Barker, el estudiante blanco que estaba en la pelea del patio de la prepa de Jena, y a sus padres. El director, Richard Barrett, también entrevistó al alcalde de Jena, Murphy McMillin. En esa entrevista, Barrett dijo que le gustaría “establecer algún lugar para los que se oponen a los negros o enterarme de si ya tienen tal lugar”. Según The Town Talk, McMillin dijo unos pocos momentos después: “No apruebo ninguna manifestación, pero agradezco lo que están tratando de hacer. Reconocemos que van a venir”.
En respuesta a esos nuevos sucesos, el FBI se metió más directamente en la situación y anunció que va a “investigar” las amenazas. La presencia y el papel del FBI de NINGUNA manera es bueno para el pueblo o la lucha. Se debe recordar que durante una audiencia pública en Jena el 26 de julio, poco antes de la condena de Mychal Bell, el FBI anunció que había tenido agentes en Jena desde una semana después de que encontraron los dogales colgados en la preparatoria. Y que un representante del Departamento de Justicia fue a Jena y anunció que todos los procedimientos del caso eran “normales” y no “anormales”.
El FBI tiene una larga historia de infiltrar, sabotear y destruir a fuerzas y movimientos políticos que representan una amenaza al sistema, y ha asesinado a activistas y a los que se consideran dirigentes de las masas, especialmente durante el programa COINTELPRO de los años 60 que atacó el movimiento de derechos civiles, la lucha de liberación negra y los grupos revolucionarios. Ha infiltrado grupos como el KKK y otras organizaciones derechistas, y participado en los ataques reaccionarios contra las masas.
Los avances iniciales en el caso, como la anulación de la condena de Mychal Bell, solo ocurrieron en respuesta al poder de la lucha popular. El 20 de septiembre fue un día poderoso e histórico que ha tenido repercusiones por todas partes. La lucha para liberar a los 6 de Jena avanzó a pasos agigantados ese día, con una demostración de la indignación del pueblo y su resolución a seguir luchando hasta que pongan en libertad a los 6 de Jena. La respuesta reaccionaria a esto –la decisión de no poner en libertad bajo fianza a Mychal Bell; la decisión de seguir procesando a los otros cinco jóvenes negros; y los asquerosos ataques y amenazas del KKK— subrayan lo importante que es que esta lucha sea más amplia, más resuelta y mayor. El pueblo tiene que responder a estos nuevos ataques con más resolución y nuevos planes para redoblar la lucha política para liberar a los 6 de Jena. No podemos permitir que amenacen, intimiden o ataquen de ninguna manera a los 6 de Jena, sus familiares, la comunidad negra de Jena ni los que participan en el movimiento para liberarlos.
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