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Revolución #133, 22 de junio de 2008
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Festival Mundial de la Ciencia: Conectarse con la sed de la ciencia
Estimado Revolución:
El Festival Mundial de la Ciencia duró cinco días en Nueva York, con 46 presentaciones fascinantes (y en veces polémicas), para las cuales se agotaron los boletos aunque estaban en lugares grandes. La Feria de la Ciencia en el Parque Washington Square, que duró todo un día, atrajo a 100.000 personas. El Festival trajo la ciencia al público de una manera sin precedente. Las variadas presentaciones iban de espectáculos popularizadores para niños a discusiones entre premiados Nobel y otros científicos, filósofos, escritores y artistas de renombre que bregaban con la ciencia y el método científico, y reflejaban sobre los mismos y en general los celebraban, y abrieron a un público amplio cuestiones a la vanguardia de la ciencia.
Las presentaciones trataban una gran variedad de temas: “lo extraño y lo fantástico” de la mecánica cuántica; cómo reconocer la vida en otros planetas; presentaciones culturales como “Estimado Alberto”, una obra de teatro de Alan Alda basada en las cartas de Alberto Einstein; un nuevo baile de la directora y coreógrafa Karole Armitrage inspirado por la teoría de cuerda presentada en el nuevo bestseller de Brian Greene, “The Elegant Universe” (El universo elegante); “La sexta extinción”, una exploración con Richard Leakey del ritmo actual de extinción de plantas y animales; y una discusión entre filósofos, neurocientíficos y biólogos evolutivos sobre la Ciencia de la moralidad.
El Festival se conectó con una verdadera sed de conocimiento científico y el anhelo de bregar con lo que están haciendo y descubriendo los científicos de parte de un amplio sector de la población. Les dio la oportunidad de entrarle en las discusiones de los científicos sobre las cuestiones candentes del día, en un lugar y un ambiente que abrían ante el pueblo no solo los resultados de la investigación científica (que en sí son fascinantes) sino el pensamiento de los científicos, cómo es hacer ciencia, qué tipo de preguntas se debaten cuando buscan forjar una comprensión más profunda del mundo en que vivimos en toda su complejidad y asombro. También estaba “en juego” hasta el mismo método científico, debatido, por ejemplo, en la cuestión de si la ciencia simplemente produce “modelos” del mundo o si podemos y debemos tratar de entender lo que realmente existe.
Desde la perspectiva de emancipar a toda la humanidad y de entender y cambiar conscientemente el mundo, estas cuestiones son de una importancia enorme. Como comentó elocuentemente Ardea Skybreak sobre su libro “La ciencia de la evolución y el mito del creacionismo: Saber qué es real y por qué importa”:
“Todos necesitan comprender los hechos fundamentales de la evolución y el método científico.... Cuando a los individuos los privan de un enfoque científico de la realidad, los privan de una apreciación completa de la belleza y riqueza del mundo natural, así como de los medios para entender la dinámica del cambio de la naturaleza y de la sociedad humana”.
El anhelo popular de conectarse con todo eso se plasmó en las largas filas de espera para las presentaciones sobre una amplia gama de temas, para las cuales se habían agotado boletos. Se plasmó en las chispas que unas presentaciones dejaron en el aire, cuando la gente salía a la noche aún debatiendo sobre la neurociencia, el calentamiento global, la moral, la religión. Por ejemplo, tras una conferencia a que asistí sobre “Lo que significa ser humano”, el público siguió discutiendo animadamente lo que tiene que ver la religión con ser humano (durante el cual mucha gente criticaba la noción de que la religión tenga que ver con lo que el ser humano puede y debe ser); cómo entender la interacción compleja de los genes y el mundo en que la gente crece y cómo todo eso modela lo que la gente llega a ser; y qué tiene que ver el pensamiento racional con ser humano. Libros Revolución de Nueva York organizó equipos de voluntarios para entrarle a la efervescencia y promover la librería, el nuevo libro de Bob Avakian, “Abajo todos los dioses” y el libro “La ciencia de la evolución” de Ardea Skybreak.
El físico Brian Greene y su esposa, Tracy Day, concibieron el Festival y jugaron papeles importantes en iniciarlo y organizarlo. En una entrevista sobre el Festival en la revista Scientific American, Greene dijo: “Hay un anhelo de comprender el universo en una manera que no hace sentir inepto o incapaz de captar las ideas. Al traer la ciencia al público general, lo peor, en mi opinión, es la condescendencia y lo sentencioso. Es tan opuesto a la manera en que se necesita presentar la ciencia”.
Este tipo de espíritu realmente infundió al Festival. Se veía claramente que los organizadores buscaban satisfacer lo que consideraban una necesidad urgente y real: hacer la ciencia más accesible a un público amplio, que incluye muchos intelectuales que no trabajan en la ciencia.
Repito, aquí hay mucho que está en juego. Es cierto que en cualquier sociedad capitalista se constriñen la ciencia y el pensamiento y método científicos por el hecho de que la sed de ganancias y las necesidades políticas y militares de la clase dominante determinan lo que los científicos investigan _y lo que no investigan_ y que el punto de vista y modos de pensar dominantes y característicos de la sociedad capitalista influyen en los científicos al mismo tiempo que muchos luchan en diferentes maneras para romper con ese modo de pensar. “Abrir el acceso” a la ciencia puede impactar mucho en el modo de pensar de la gente, al promover el pensamiento crítico y la investigación. Van en contra de la omnipresencia del misticismo religioso y la ignorancia organizada, y apuntan a la posibilidad de acabar con la división del trabajo en la cual la comprensión científica es el terreno exclusivo de unos tantos expertos.
Tras hablar con el público en el Festival sobre el Llamado a Defender la ciencia, lo que ocurre en este país y qué tipo de sociedad sería posible por medio de transformaciones revolucionarias, lo que salió en conversaciones con muchas personas es que se inquietan con pasión, hasta se angustian, por lo importante que es el pensamiento científico para el pensamiento crítico en general, y por el camino peligroso actual en el cual la misma ciencia se encuentra bajo ataque por parte del gobierno y fuerzas como fundamentalistas cristianos, y hay una embestida feroz contra el pensamiento científico popular, por ejemplo las campañas incesantes de impedir la enseñanza de la evolución en la educación pública. La evolución es una concentración del método científica: es un aspecto fundamental de muchas de las cuestiones que trató el Festival, y al mismo tiempo es un foco de ataque para las fuerzas opuestas a la ciencia y al punto de vista científico hoy día.
Era claro hasta en la organización del Festival que se ponía mucha atención en cómo rebasar los límites y desarrollar formas creativas y emocionantes para hacer más accesible la ciencia, hacer volar la imaginación del pueblo y alentarlo a bregar con el método y el enfoque científicos.
Por ejemplo: si bien no asistí a la mayoría de las presentaciones dirigidas a los niños y los adolescentes, en las que sí asistí se veía cómo conectaban con el cuestionamiento y la sed de la ciencia de parte de los niños y jóvenes. Durante una presentación, “Empleos bien chidos”, cinco científicos platicaban, como ya se imaginaron, de sus empleos bien chidos, entre ellos: fabricar el aparato que amartizó en Marte y actualmente está juntando y analizando el medio ambiente marciano en busca de indicios de que una vez haya habido organismos con vida; un biólogo marino que vive en el mar profundo durante semanas enteras para estudiar la asombrosa variedad y diversidad _y la belleza_ de la vida en los arrecifes de coral. El programa puso cierto énfasis en la carrera científica, pero al final cuando los jóvenes en el público hicieron sus preguntas, éstas no trataban las carreras sino la ciencia, e incluían preguntas que jamás hubieran salido de un público adulto, como: “¿Cómo hace del baño cuando vive debajo del mar durante semanas?”. (La respuesta: los científicos simplemente lo hacen dentro del mar porque los excrementos son un alimento gustosamente perseguido para los animales marinos, tanto que uno debe tener cuidado que los animales marinos, en sus apuros para llegarle, no muerdan las partes humanas tiernas que son la fuente de dicho alimento.)
En alto grado, el Festival logró llegar a un público muy amplio, y para mí logró inspirar y retarlo. Era una noticia muy buena que al final del Festival, Brian Greene anunció que debido a ese éxito, decidieron hacer otro Festival en el año que viene.
De un lector
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