Revolución #135, 13 de julio de 2008
Redada de inmigrantes, Los Ángeles
“Nos trataron justo como los soldados tratan a la gente de Irak”
Son las 4 de la madrugada en una calurosa noche de verano, el 25 de junio de 2008. Se bloquean las calles que llegan a un barrio de inmigrantes mexicanos. Más de 500 agentes, con 10 equipos de SWAT (Unidad de Operaciones Tácticas), llevan a cabo lo que el procurador federal describe como “la mayor redada contra las pandillas en la historia reciente de Los Ángeles”. Hubo 28 arrestos.
Una señora de mayor edad, furiosa, describió a Revolución qu’e pasó con su familia. La policía empezó de derribar la puerta de su departamento. Su hija abrió la puerta antes de que pudieran romperla. La policía apuntaron sus armas a todos y los obligaron a levantar los brazos. Esta señora tiene hipertensión arterial y no pudo levantar los brazos, así que le apuntaron la pistola a su frente. La policía obligó a todos a salir mientras saquearon la casa. Obligaron a todos a sostener tarjetas con un número y les sacaron fotos. Arrestaron a su nieto y a un hombre sin techo que vivía cerca. Otros inquilinos dicen haber escuchado explosiones mientras la policía derribaba puertas en el barrio.
Dieciocho agencias, como el Departamento de Policía de Ángeles; el Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos; ICE (la Migra), FBI, IRS (Hacienda) y el Departamento de Policía de Glendale tomaron parte en una investigación de diez meses que dio lugar a la redada. El diario Los Angeles Times informó que la redada tuvo por objeto “romper el control de la pandilla [la clica de la calle Drew] sobre el barrio de bajos ingresos”. Últimamente, la pandilla se había ganado cierta fama tras un tiroteo con una pandilla rival y con la policía en febrero. Pero el otro hecho que señaló el mismo diario es que el barrio es predominantemente latino y incluye a muchos inmigrantes sin papeles, y que hay “una férrea solidaridad y un odio a la policía” de parte de aquellos que viven ahí, muchos de los cuales vienen del estado mexicano de Guerrero.
Esta redada toma lugar en un ambiente en el cual pintan a los inmigrantes indocumentados como “criminales” y en el cual más políticos, aun los dizque “liberales”, están pidiendo el arresto y la deportación de los “extranjeros o inmigrantes criminales”.
La señora mira las fotos en Revolución, de la ocupación de Irak, y dice: “Nos trataron justo como los soldados tratan a la gente de Irak”.
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