Revolución en línea, 6 de octubre de 2008
Notas de una reportera durante la Convención Nacional Republicana
Nueva normalidad fascista en St. Paul
29 de agosto, St. Paul, Minnesota. La policía antidisturbios asaltó el “Comité de Bienvenida de la Convención Nacional Republicana” (que se describía a sí mismo como “organización anarquista / anti-autoritaria que se prepara para la Convención Nacional Republicana 2008”). Esta incursión, a la cual los medios de comunicación se refieren como de “ataque preventivo”, marcó el comienzo de un fin de semana de terror e intimidación llevado a cabo por el estado contra activistas, organizadores, periodistas y manifestantes durante los cuatro días que duró la Convención Nacional Republicana (CNR).
Anticipándose a las protestas anti-guerra previstas durante la convención, la policía irrumpieron en varias casas en la zona de St. Paul, Minneapolis, rodeándolos, y tirando puertas abajo. La policía le dijo a la gente a tirarse al piso y les puso armas en sus rostros en medio de la noche mientras dormían en sus camas. En el transcurso del fin de semana cinco personas fueron detenidas en las redadas, por lo menos 100 fueron esposadas y luego interrogadas por la policía. En el centro de convergencia del Comité de Bienvenida, la policía fotografió a las personas y las detuvo por más de una hora; no se hicieron arrestos, pero los materiales fueron confiscados y la policía emitió una citación por violar el código para incendios.
La oficina del sherifato del condado de Ramsey, el FBI y la policía de St Paul y Minneapolis, la oficina del sherifato del condado de Hennepin y otros organismos estuvieron involucrados. La policía confiscó artículos de uso para el hogar alegando que iban a ser utilizados para actividades ilegales. Registraron las casas y el centro de bienvenida incautando computadoras portátiles y videocámaras.
Ante este indignante acoso e intimidación, miles de personas salieron a protestar. En la protesta del lunes la policía rodeó y detuvo a cientos de manifestantes; arrestó a 175 personas entre ellas la periodista progresista Amy Goodman y dos de sus productores (véase el artículo próximo va salir “El indignante asalto de la CNR contra Amy Goodman, Democracy Now! y los medios alternativos… he aquí la democracia imperialista”). El martes la policía atacó una protesta de más de un millar de personas, en su gran mayoría jóvenes, que incluía a niños y personas con discapacidad. Once personas fueron detenidas ese día, algunas buscadas específicamente después de haber sido identificadas en un vídeo confiscado por la policía. El miércoles por la noche 102 personas que se retiraban del concierto de Rage Against the Machine fueron arrestadas.
Más de una docena de médicos habían sido detenidos, así como observadores legales. El jueves, la policía se aproximó para barrer a la gente del césped del capitolio sin motivo aparente, más tarde adujo que las personas tenían que ver en el rompimiento de una ventana a principios de esa semana. Luego el jueves una marcha de más de un millar de personas fue acallada, cientos marcharon al centro de convenciones y los manifestantes se sentaron en un puente. La policía bloqueó la zona con excavadoras, y después de una intensa resistencia la policía detuvo a 396 personas. Más de una docena de ellas pertenecían a medios de comunicación, incluido AP, fotógrafos y personas de la emisora de televisión local. El viernes, según las autoridades, 818 personas habían sido detenidas durante la semana.
Los polis vinieron con cascos, chalecos acolchados y protectores de espinilla, utilizaron gases lacrimógenos, pimienta, tasers, esposas de plástico, porras y fusiles que disparaban proyectiles y “bombas de iluminación”. La Guardia Nacional estuvo presente durante toda la semana con equipo anti-protesta.
Dos menores de edad que habían sido inculpadas se negaron a dar sus nombres en solidaridad con las personas en la cárcel, fueron acusados de desacato en el mismo lugar y sentenciados a 30 días de cárcel sin juicio. El colectivo de asesoría jurídica Coldsnap informó de brutalidad y abusos que ocurrían en la cárcel, entre ellos varios oficiales de policía que agredieron a la gente, la gente fue puesta en régimen de incomunicación y las personas enfermas no recibían atención médica. Más de 24 personas en la cárcel iniciaron una huelga de hambre exigiendo que la atención médica se proporcionara a aquellos que la necesitaban.
Ha habido continuo acoso encaminado a intimidar a los manifestantes y el envío de un mensaje que la protesta política que no será tolerada. El grupo anti-guerra Código Rosado informó de que unos 150 policías rodearon a un grupo de 10 activistas de su grupo que estaban mostrando pancartas contra la guerra de Irak. A lo largo de los conciertos al aire libre del martes coches de la policía bordearon las calles y los oficiales con arrogancia merodeaban alrededor del capitolio.
El martes policías antidisturbios se alinearon en la calle en la protesta de la Gente Pobre cerca del capitolio. Más tarde la policía reunió de a tres a fondo cerca del capitolio donde el concierto de Rage Against the Machine estaba programado. La banda llegó y quiso tocar, pero la energía eléctrica se apagó media hora antes de finalizado el permiso. Zack de la Rocha se zambulló en medio de la multitud y comenzó a cantar a capella. La gente estaba coreando: “¡déjenlos tocar, déjenlos tocar!” con los puños en el aire. Se voltearon hacia la policía y corearon: ¡Pinches polis, no vamos a hacer lo que nos dicen”.
La marcha organizada por la Campaña de la Gente Pobre llegó al capitolio, las personas en el concierto se les sumaron y todo el ambiente estaba revitalizado. La marcha se dirigió hacia el Excel Center (donde el CNR se llevaba a cabo) y la Campaña de la Gente Pobre presentó una orden de detención ciudadana contra la administración Bush por crímenes de lesa humanidad.
En un momento la policía cerraron filas con porras y comenzó a caminar lentamente hacia los manifestantes, coreando: “muévanse, muévanse, muévanse”. Un manifestante describió que cuando la policía se alistó a atacar: “La gente que estaba caminando de vuelta al capitolio estatal para abordar sus coches y volver a casa, y la policía dijo que su presencia a pie era una ‘reunión ilícita, que todos ustedes necesitan seguir moviéndose’, y luego abrieron fuego con gases lacrimógenos y granadas de concusión. Vi nubes de humo subir y yo pensé que era granadas de concusión, les he visto la pista azul del humo y la gente comenzó a correr y salir muy rápidamente y por delante de nosotros, otra línea de policías comenzó a disparar...”.
Las masas estaban gritando: “No corran, no corran”, y se ayudaban entre sí a llegar a la calle, estaban tratando de salir y había bombas de humo y de pimienta. Fuertes explosiones y gritos perforaban la atmósfera, la gente estaba gritando y corriendo y otros trataron de ayudar a la gente a mantener la calma, entonces más fuerzas de la Guardia Nacional llegaron en camuflaje, ocultándose en un oscuro estacionamiento y arrojaban gases lacrimógenos contra la multitud de personas que intentaban escapar. Una mujer le dijo a Revolución: “Hubo una mujer asmática que gritaba ‘Médico’, y el policía permanecía igual, diciendo ‘¡fuera de la acera!’ y disparaba un chingo de gases lacrimógenos, no a ella, sino más allá de ella, mientras el policía continuaba gritando ‘¡Aléjate!’ Joder que ella no podía respirar”.
Había zapatos y gafas en la calle. Una mujer veintiañera miraba a una línea de policías en el parque y decía: “Nunca me he sentido más insegura en mi vida”. La gente estaba agitando que lo que la policía estaba haciendo era ilegal e inconstitucional, la gente estaba indignada.
El Departamento de Policía de St. Paul había declarado al público en repetidas ocasiones que sus planes habían sido un éxito. En una conferencia de prensa el 3 de septiembre, el jefe de la policía, John Harrington, en repetidas ocasiones afirmó que tenía en la mira a los “alborotadores” y “anarquistas” a causa de sus presuntos planes de interrumpir la convención. El jefe del sherifato del condado de Ramsey, Bob Fletcher, dijo en una declaración que el “Comité de Bienvenida es una organización criminal compuesta de 35 anarquistas que tienen la intención de cometer actos criminales antes y durante la Convención Nacional Republicana”. Testimonios y relatos oculares de médicos, observadores legales, periodistas y manifestantes, así como las incontables horas de secuencias de vídeo publicadas en YouTube y en todo el Internet, revelan una historia diferente. Lo que ha ocurrido en realidad son ataques dirigidos contra los organizadores de estos sucesos, los observadores legales, médicos y periodistas, tanto como la policía atacaba indiscriminadamente a los manifestantes, así como a los transeúntes.
Muchos jóvenes y diversas personas progresistas han formado parte de la movilización para protestar contra el CNR. La declaración en la página web del Comité de Bienvenida del CNR fue apoyada por varios grupos de Estudiantes para una Sociedad Democrática, Red Universitaria Contra la Guerra y varias organizaciones anarquistas y grupos de base como la Red de Acción Gay y Acción Contra el Racismo de Milwaukee. Además, activistas en contra de la guerra, sindicatos, los veteranos de guerra de Irak y muchos otros de todo el país se movilizaron para llegar a St. Paul para protestar políticamente por los crímenes que han sido cometidos por el régimen de Bush.
La declaración jurada de la chota emitida por el tribunal del distrito del condado de Ramsey establece que la policía se había infiltrado en el Comité de Bienvenida desde agosto del 2007, utilizando tanto los investigadores encubiertos, así como informantes. Un artículo de mayo de 2008 en el semanario de St. Paul City Pages puso al descubierto que el FBI estaba buscando a informantes para asistir a “Convivios de Comida Vegan” en las ciudades gemelas. El artículo recuerda cómo esto mismo se produjo en la preparación para la CNR de 2004 en la ciudad de Nueva York señalando que “la policía de Nueva York y su División de Inteligencia se habían infiltrado y espiado a grupos de protesta en todo el país, así como en Canadá y Europa. El alcance del programa se extendió explícitamente a los grupos no violentos, incluyendo compañías de teatro callejero y organizaciones eclesiásticas”. Asimismo, la vigilancia y señalamiento en Denver se había producido previo a la Convención Nacional Demócrata (CND) en Denver, llevados a cabo por lo que se llama grupos de “fusión” en que las autoridades federales así como estatales recopilan información. Un artículo de worldcantwait.org titulado, “Gitmo on the Platte” detalla esta y otras medidas similares adoptadas tipo estado policíaco en Denver para la CND este año.
El Capítulo del Gremio Nacional de Abogados de Minnesota ha señalado que, habida cuenta de este tipo de historia, las acusaciones contra los organizadores, que se basan totalmente en operaciones encubiertas y sin pruebas materiales en este momento, son altamente cuestionables. Dijeron en una declaración: “Las pruebas presentadas hasta la fecha no corroboran estas acusaciones con pruebas físicas ni dan ninguna otra prueba para estas acusaciones salvo las reivindicaciones de los informantes. Sobre la base de los abusos del pasado de estos mismos informantes por parte de las fuerzas del orden público, el Gremio Nacional de Abogados está preocupada que tales informantes de la policía tienen incentivos para mentir y exagerar las amenazas de violencia y también a actuar como provocadores en la recaudación de apoyo para instar a los actos de violencia”.
Al mismo tiempo, nuevas normas se han ido estableciendo. Los fiscales del condado de Ramsey acusaron a ocho de las personas detenidas en las redadas con segundo grado de promoción del terrorismo, conspiración para motín, conspiración para cometer desórdenes civiles y conspiración para dañar propiedad ajena. Esta es la primera vez que los cargos han sido levantados en relación a la versión de la Ley Patriota de Minnesota, que fue aprobada en 2002.
Esta represión y el terror policial han sido opuestos por el miembro del consejo de la ciudad David Thune, así como el congresista Keith Ellison. Peticiones y declaraciones en apoyo a los manifestantes y los detenidos han aparecido a través de Internet; una recogió firmas de más de 35.000 personas de la noche a la mañana. Muchos están exigiendo que la gente en la cárcel reciba atención médica y apoyo jurídico al cual tiene derecho y que sean liberados y los cargos sean anulados.
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