Revolución #148, 23 de noviembre de 2008
Sobre Obama, la redención y la necesidad de un entendimiento científico
La clase dominante de este país, Obama inclusive, pero también los “aliados” de Estados Unidos en otras partes del mundo, propagarán incesantemente la idea de que la elección de Obama muestra un aspecto “redentor” de Estados Unidos —como su capacidad de “autocorregirse”, incluso en relación a lo que se han reconocido que son injusticias profundas y de larga data, como la experiencia general del pueblo negro en este país— y esta idea tendrá una “resonancia espontánea” con mucha “gente común y corriente” en países a través del mundo —al igual que con las masas populares de muchas diversas capas y nacionalidades en Estados Unidos— a las cuales les hace falta un entendimiento científico de la opresión del pueblo negro, de la naturaleza de la sociedad estadounidense y de su papel en el mundo en conjunto, y en general de las cuestiones sociales y políticas. Muchas personas creerán que el hecho de que tantos blancos votaron por un afroamericano para jefe de estado en Estados Unidos muestra que después de todo, a pesar de las muchas cosas que a la gente no le gustan de este país, este es “progresista” y ha dado pasos excepcionales para sobrevenir su historia general para con el pueblo negro. De nuevo, la analogía con Nelson Mandela y el Congreso Nacional Africano en Sudáfrica es muy pertinente — así que la analogía con países como India y Pakistán, que han tenido jefes de estado femeninos a la vez que la opresión de la mujer ha continuado — y ha seguido siendo una parte integral de la propia naturaleza de esas sociedades… tal como efectivamente lo es en países como Estados Unidos — pero ha asumido formas claramente monstruosas.
Por supuesto, una cosa que refleja este punto de vista espontáneo (que la elección de Obama, y en particular que tantos blancos votaron por él, muestra algo esencialmente positivo de Estados Unidos), entre otras cosas, es una profunda falta de conocimiento de cómo concretamente se toman las decisiones en esta sociedad y de la naturaleza concreta de la opresión del pueblo negro —y de la continuación de esta opresión, a pesar de la elección de Obama— en los propios cimientos, “tejido” y funcionamiento del sistema capitalista imperialista de Estados Unidos. Todo esto muestra la importancia de seguir señalando e ilustrando de formas vivas la certeza básica de que fundamental y esencialmente la opresión del pueblo negro en este país no se trata de ideas racistas —de las personas blancas comunes y corrientes, o incluso de parte de los poderosos— sino que se trata de todo lo que explica nuestra declaración sobre “La opresión del pueblo negro, los crímenes de este sistema y la revolución que necesitamos”, aunque de hecho ha habido —y, de nuevo, a pesar de la elección de Obama, continúa— el profundo racismo de muchos blancos en Estados Unidos. Todo eso enfatiza aún más la importancia de distribuir vigorosa y aún más ampliamente esta declaración — inclusive a un “público” internacional, por el Internet y por otros medios.
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