Revolución #150, 14 de diciembre de 2008
La policía angelina asesina a Dantaze Storey
Dantaze Storey, 29, salía de la farmacia Rite-Aid a un par de cuadras de su departamento en el centro de Los Ángeles, la noche del 11 de noviembre cuando otro cliente aparentemente se chocó contra la novia de Dantaze, quien está embarazada de dos meses. Hubo un altercado y cuando los guardias de seguridad se aproximaron, Dantaze se retiró y se enrumbó a su casa. En un segundo, la cercana estación de policía de Ramparts tenía un helicóptero sobrevolando el lugar y patrulleros que se aproximaban a la escena. Dantaze comenzó a correr. Su novia preocupada por él, lo llamó a su celular y los dos conversaban mientras se aproximaban la una al otro. En ese momento, cuatro policías del Departamento de Policía angelino a pie y dos patrulleros lo estaban persiguiendo. Dantaze se dio vuelta para ver a su novia y los policías le abrieron fuego, dándole al desarmado Dantaze cinco veces. La novia de Dantaze se tiró sobre él para protegerlo pero los policías la sacaron a rastras del lugar.
De acuerdo a la versión de un testigo que estaba en su carro a tres metros del incidente, Dantaze “no portaba un arma” y “en minutos muchos policías más vinieron, mientras él estaba tirado en el suelo. No acudieron en plan de salvarlo”. Los vecinos dijeron que la chota estaba a punto de poner el cuerpo de Dantaze en una bolsa para cuerpos hasta que los paramédicos vinieron y dijeron que él aún estaba vivo. Por ende, lo subieron a una ambulancia pero en vez de llevarlo al hospital más cercano, lo llevaron al hospital del condado USC, donde lo pronunciaron muerto.
Luego los policías agravaron este crimen yendo a la casa de Dantaze la siguiente noche y aterrorizando a su madre, otros miembros de familia y amigos. La policía no había notificado a la madre de Dantaze de que había asesinado a su hijo; no fue sino hasta que ella volvió del trabajo al día siguiente cuando escuchó la noticia de los vecinos. En espera de que fuese un error, fue directo a la casa de Dantaze. Súbitamente seis o siete carros de chotas se arrimaron al edificio de apartamentos mientras un helicóptero sobrevolaba y proyectaba una luz sobre el área. La policía dijo que recibió una queja de que alguien había tumbado la puerta del departamento de Dantaze y entrado, y que estaba disparando. Una docena de policías entraron marchando en fila al apartamento, esposaron a las personas adentro, como la madre de Dantaze. Los policías luego la llevaron al cuarto de lavandería y dijeron que no iban a presentar ningún cargo porque ninguno de ellos tenía una requisitoria pero como la puerta del apartamento de Dantaze fue derribada, ella tendría que pasar la noche allí para evitar que nadie tomara las cosas de allí dentro o si no, ella sería responsable. ¡Los policías le dijeron que la arrestarían si tuviesen que volver por causa de algún ruido!
Los vecinos dicen que por muchos días después la policía manejaba por la calle lentamente mirando de forma intimidatoria a todo aquel que permaneciera afuera. Así es la manera en que la policía de Los Ángeles “mantiene la paz” después de cometer un asesinato: aterrorizando a los familiares y amigos para que se callen.
Los distribuidores y corresponsales del periódico Revolución de Los Ángeles están convocando a la gente a que vaya a Libros Revolución el domingo 7 de diciembre a las 2 de la tarde. “Si estás molesto por esta clase de asesinato policial… si piensas que es inaceptable que la policía pueda asesinar a más de una persona a la semana, en su mayoría negras y latinas en el área de Los Ángeles y salirse con la suya y permanecer en libertad… Pues, júntate con otros como tú para hablar sobre por qué estos asesinatos suceden y cómo podemos transformar nuestra pena en ira y resistencia”.
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