Revolución en línea, 1 de diciembre de 2008
La Bahía de San Francisco
Centenares de estudiantes salen de clases en protesta contra ataques a los inmigrantes
El 31 de octubre, centenares de jóvenes de toda la Bahía de San Francisco se unieron a otras personas en una protesta frente a las oficinas de ICE [Inmigración y Control de Aduanas] que demandaba un alto a las redadas y las deportaciones de inmigrantes. Centenares de estudiantes salieron de las prepas de la Bahía Este para ir a San Francisco y participar, pero las autoridades impidieron la llegada de muchos.
Las ciudades de Berkeley, Oakland y San Francisco son supuestamente ciudades de “santuario” para los inmigrantes, pero eso no ha impedido la represión de ICE. Al día siguiente del 1° de mayo, cuando miles de inmigrantes y sus simpatizantes marcharon por las calles, ICE realizó redadas en 11 restaurantes de una cadena de taquerías y arrestó a 63 trabajadores. Asimismo, al día siguiente del 5 de mayo, se vio a los vagones de ICE en circulación cerca de varias escuelas de Berkeley y Oakland, lo que suscitó el pánico entre padres y estudiantes. Ha aumentado el coraje de los estudiantes de la región contra esas redadas, y una determinación de luchar contra ellas.
A continuación publicamos una carta de un miembro del Club Revolución de la Bahía que estaba con unos estudiantes de la Bahía Este que salieron de clases.
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El Día de las Brujas, más de 400 estudiantes de prepas de Oakland, Richmond, Berkeley y San Francisco salieron de clases para unirse a otras personas y bloquear las oficinas de ICE en San Francisco, en una protesta contra las redadas fascistas que han aterrorizado comunidades inmigrantes por todo el país.
El primer paro fue en la prepa Richmond, cuando de 60 a 100 estudiantes salieron de clases y fueron a la estación de Richmond del BART (el metro que conecta la Bahía Este con San Francisco). Según la policía de BART, unos manifestantes trataron de brincar el torniquete sin pagar. Los agentes se echaron encima a un joven de 20 años y le rociaron con gas pimienta por “evadir pagar el pasaje”. A otros dos, los golpearon y detuvieron por “obstaculizar a un agente” el que estaba ayudando a golpear al primer joven. Otros informes dicen que golpearon a los estudiantes de prepa, los echaron al suelo violentamente y los arrestaron en masa, solo para dejarlos en libertad varias horas más tarde. Un joven, al que le tiraron al suelo, sufrió un ataque de asma y había que llevarlo al hospital.
El vocero de BART Lynton Johnson dijo respecto a la confrontación y el ataque policial en la estación de Richmond: “Nos alertó de que tenemos que estar al tanto de otras posibles protestas. Y de hecho otros manifestantes más llegaron a la estación de Fruitvale [en Oakland]... y tuvimos que cerrarla”. Cien estudiantes llegaron a la estación de Fruitvale, donde los esperaban de 10 a 15 policías de BART, la policía de Oakland, la policía escolar de Oakland, y una puerta cerrada. Se ordenó que los trenes pasaran por la estación sin parar. Otros cien estudiantes de la prepa Castlemont llegaron a la estación del Coliseo/Aeropuerto, que también se había cerrada. Y otros estudiantes llegaron a la estación de West Oakland, pero se les impedía subir al tren.
Cuando llegué a la estación de Fruitvale, también encontré una puerta cerrada. Pero al bajar del autobús, miré a la izquierda, donde me esperaba la visión impactante de más de cien estudiantes vestidos de negro y con pañuelos blancos que les cubrían la cara, en formación para marchar con los puños en el aire, unos coreando “¡Poder!” y los demás respondiendo “¡Del pueblo!”. Decidieron marchar por el bulevar Internacional, uno de los principales bulevares de Oakland. La policía, en sus patrulleros, anunció por altoparlante: “Regresen a la banqueta, por favor. ¡Están obstaculizando el tránsito y eso es delito!” Unos jóvenes se ponían nerviosos y empezaron a regresar a la banqueta, mientras los demás discutían con sus amigos, diciéndoles que no escucharan a la policía. Empezaron a corear “¡A la chingada el 5-0 [un término que se refiere a la policía]!” Después de caminar aproximadamente un kilómetro, obstaculizando todavía un lado de la calle, los jóvenes dieron una vuelta en redondo para regresar a la estación de Fruitvale. Unos empezamos a corear: “Un mundo sin fronteras: ¡Sí se puede! Un mundo sin redadas de ICE: ¡Sí se puede! Hacer la revolución: ¡Sí se puede! Un mundo sin asesinatos policiales: ¡Sí se puede! Un mundo comunista: ¡Sí se puede!” Muchos de los participantes más avanzados y radicales se formaron a nuestro lado, y muchos tomaron el periódico Revolución, “El día después de las elecciones... y el cambio que de veras necesitamos... ¿Y ahora qué harás tú?” Al aproximarnos a la estación de Fruitvale, unos 50 estudiantes que habían marchado tres kilómetros desde la estación Coliseo se sumaron a nuestra marcha mucha más grande. Ahí formaron una “ola” muy animada en que todos nos arrodillamos: primero los que estaban en las primeras filas, y así en grupitos hasta llegar a los de atrás, y luego todos nos pusimos en pie de un salto. Unos jóvenes hicieron que todos (ya éramos unos 200) se formaron en columnas para marchar. Después, los jóvenes de la primera fila, que tenían una manta que decía “¡Alto a las redadas de ICE!”, dieron las órdenes: “¡Puños en alto, marchen adelante!” Otros, en un tono medio jocoso, empezaron a cantar la cadencia militar. Marcharon hacia la estación de BART, de puertas cerradas, donde estaba un cordón de unos 25 policías.
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Cerca de esa hora, varios centenares de estudiantes y otros manifestantes empezaron a salir del mitin y la sesión de denuncias en el parque Ferry de San Francisco para ir a las oficinas de ICE. Al llegar ahí, se apostaron en todas las salidas del edificio, en particular un callejón donde estaban estacionados unos 10 a 15 patrulleros y vagones de ICE usados para detener a los inmigrantes y separar a las familias. Los manifestantes bloquearon las salidas, encadenándose a barriles de metal, para impedir la operación normal de esos cazadores de esclavos modernos. Fue hasta más tarde en la noche que varias docenas de hampones de ICE despejaron el camino, con la ayuda de un patrullero de ICE que casi atropelló a varios manifestantes. Mucha gente que distribuía el periódico Revolución estaba ahí para hablar con los manifestantes, que eran muy politizados, la mayoría chicana pero de muchas diferentes nacionalidades también, y unirse a la lucha contra el poder. Las banderas rojas del internacionalismo de los revolucionarios se podían ver en el reportaje de unos noticieros locales.
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Mientras tanto, en la estación de Fruitvale de BART, los jóvenes estaban corriendo hacia las puertas y coreando “¡Déjennos entrar! ¡Déjennos entrar!”, lo que claramente le ponía nerviosa a la policía, pues los jóvenes no le permitían imponer condiciones a la protesta. La confrontación estaba muy acalorada. [Se puede ver el vídeo de esa escena en http://cbs5.com/local/ice.protest.immigration.2.853754.html]. Muchos viajeros regulares de BART que iban al trabajo no podían subir a los trenes y se unieron a la protesta. Durante la confrontación, la policía detuvo a la videógrafa Jane Tyska del Oakland Tribune y confiscó su película como “evidencia” de que había rayado el vehículo de un agente y torcido el espejo mientras caminaba hacia atrás filmando la protesta.
Después de un tiempo, los jóvenes dejaron la estación de Fruitvale y fueron a un centro juvenil donde organizaron una sesión de denuncias. A mitad del camino, como a medio kilómetro de la estación, un patrullero se les acercó y anunció por el altoparlante que la estación estaba abierta de nuevo y que podían ir a San Francisco en grupos pequeños, pero no todos a la vez. Unos cuantos decidieron regresar a la estación, mientras los demás empezaron a corear: “¡No confíen en los marranos!” y seguían rumbo al centro juvenil.
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Al reflexionar sobre la situación, el saldo humano de las redadas criminales de ICE quedó de manifiesto... y el justo coraje de estos jóvenes adquiere mucho más valor. Cuando se les preguntó a unos jóvenes de la protesta si las redadas de ICE habían afectado directamente a sus familiares, más del 75% alzó la mano. Al preguntar si les había afectado a sus amigos, casi todos alzaron la mano, incluso unos jóvenes blancos y otros negros. En vista de todo eso, les pregunté: ¿Qué clase de sistema hace que millones y millones de personas vivan a la sombra, solo para sacarlas de la sombra detonando una bomba en la puerta de una familia mientras duerme a fin de deportarla, como pasó en San Francisco la semana pasada? Acabo de leer esta cita de una declaración del supervisor de San Francisco Tom Ammiano sobre una redada de ICE que ocurrió en San Francisco el 22 de octubre: “En la casa de Bay View, los agentes de ICE derribaron la puerta, detonaron un artefacto explosivo, esposaron a los adultos y a los niños mayores, y tenían encañonados a todos los miembros de la familia, incluido a un niño de 8 años. ICE se llevó a la madre y al padre, dejando a la hija de 19 años para cuidar a sus hermanos de 15 y 8 años de edad. ICE también atacó brutalmente a una señora, hasta que perdió la conciencia y hubo que internarla en el hospital”. ¡¡¡Qué chingados, pues estamos hablando de seres humanos!!! ¡No es una película, ni un juego de vídeo, ni una exageración! Eso es lo que este sistema hace a la gente despojada de sus tierras por la globalización imperialista y los acuerdos de libre comercio, a quienes les da la opción de vivir en las ciudades miseria o a la sombra aquí dentro de un gigante imperialista. ¡Tiene un significado enorme que centenares de jóvenes de muchas nacionalidades salieron a la calle en una resistencia política independiente, cuatro días antes de una de las elecciones presidenciales más politizadas de la historia, aquí donde sueltan a los supremacistas blancos y a los fascistas de maneras muy repugnantes, mientras los demócratas no dan la cara, y no la darán, para condenar todo eso con energía y oponérsele!
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“Estamos hablando por los que no pueden hacer oír, que viven a las sombras: nuestros familiares y amigos. No pueden estar aquí, así que nosotros los jóvenes estamos [aquí], para darles esperanza y apoyo”.
— un joven en la protesta de Oakland
¡El Club de Revolución de la Bahía de San Francisco y los simpatizantes del Partido Comunista Revolucionario seguiremos al tanto del sentir de las masas, desviando esos movimientos de masas hacia el emergente movimiento revolucionario, luchando contra el poder y transformando al pueblo para la revolución! Estaremos distribuyendo el periódico Revolución amplia y audazmente, y debatiendo con la gente sobre qué es la revolución y qué no; por qué esta revolución va para el comunismo; qué es el comunismo; y de qué trata la transición al comunismo, el socialismo; y haremos todo eso como parte de transformar las condiciones objetivas al máximo grado posible y de convencer a mayores cantidades de personas a adoptar el punto de vista comunista... en particular durante los próximos días cuando los poderes determinarán el resultado de las elecciones y las masas responderán. ¡La humanidad necesita la revolución y el comunismo!
Pueden escuchar un archivo con sonido del programa “Flashpoints” de la emisora radial de Berkeley, KPFA, del 31 de octubre, que tiene entrevistas a los manifestantes en las estaciones de BART de la Bahía Este y frente a las oficinas de ICE en San Francisco, en http://kpfa.org/archives/index.php?arch=29186.
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