Protesta de cientos contra asesinato de Marcelo Lucero

Revolución recibió la siguiente carta de un lector:

El sábado por la noche del 8 de noviembre, una chusma de linchamiento asesinó a un inmigrante ecuatoriano, Marcelo Lucero, por el delito de ser latino. Marcelo vino a Estados Unidos hace 16 años en busca de su sueño americano, pero encontró una pesadilla que es muy, pero muy común en la vida de las personas de color.

Todos los presuntos atacantes salvo uno eran blancos y todos eran de la misma secundaria de la localidad. Según se informa, les dijeron a sus amigos: “Vamos a encontrar a algunos mexicanos a quienes “mad**ar”. Lo atacaron en la estación del tren, le dieron una paliza, lo apuñalaron o lo dejaron morir en plena calle.

Para ser directos, no fue una travesura ni que algunos jóvenes se estaban divirtiendo. Fue un linchamiento. Estos siete jóvenes están en custodia y la averiguación previa está en curso. No es el primer incidente semejante que ocurriera en esta región en los últimos años. La comunidad aún tiene en la memoria reciente el que los trabajadores indocumentados han padecido ataques y casi la muerte y que se puso una bomba incendiaria contra el hogar de una familia mexicana en 2003. El condado de Suffolk es el mismo en que condenaron injustamente de homicidio en 2006 a John White, un afroamericano, por defender a su familia en contra de un grupo de jóvenes blancos racistas que buscaban a su hijo. Cunde un ambiente de odio y discriminación racial y sentimientos contra los inmigrantes en este condado, un ambiente que ha azuzado el ejecutivo del condado Steve Levy. La ciudadanía se indignó cuando en un principio Levy decía que el asesinato de Marcelo Lucero era solamente una “historia que durara un día” y que recibía tanta atención en los medios únicamente debido a sus medidas contra los inmigrantes.

Se convocó a una vigilia el viernes 15 de noviembre a las 19 horas cerca de la estación del tren donde ocurrió el linchamiento. Un grupo de asiduos lectores de Revolución que viven por ahí acudimos a las 18 horas y nos encontramos ya con 50-100 personas. Empezamos a vender el periódico Revolución/Revolution. Nos acogieron con mucha curiosidad y empezaron a comprar el periódico y a leerlo ahí mismo, conscientes de que el sistema del que habla el periódico tenía mucho que ver con este asesinato y el porqué estábamos presentes. En cosa de una hora, cientos de personas llenaron el área y en el momento álgido, había más de mil presentes. Más de cien ejemplares del periódico, en su mayoría en español, pasaron a manos del público.

Estaban presentes varios clérigos y líderes cívicos de la comunidad. Algunos eran blanco de coros de “justicia, justicia” cuando la multitud pensó que se habían claudicado. En distintos momentos se oyeron coros de “el pueblo unido jamás será vencido”.

Claramente, la gente buscaba una posición más combativa. Esta es una comunidad que está harta de ser blanco de ataques y de que se le tacha de chivo expiatorio por los fracasos de este sistema capitalista moribundo y asqueroso. ¡¡¡¡¡¡Se necesita hacer más trabajo para construir el movimiento revolucionario que necesitamos, y nosotros lo haremos!!!!!!

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