Revolución #151, 28 de diciembre de 2008
Más experiencias con la sugerencia de la lectora sobre la película Milk
El sábado por la noche fuimos en grupo a ver Milk, y no nos queda más que decir que ¡No la pierda! ¿Con qué frecuencia tenemos la oportunidad de ver una película en que los principales personajes se enfrentan a la estructura de poder, debaten los unos con los otros y con el mundo por tener alguna verdad y con valor luchan contra las fuerzas armadas del estado y los “valores tradicionales” por lo que es justo!
Como dice la reseña de Revolución, si bien no es una película “de temas sociales”, no podría ser más oportuna y el público sí captó su importancia la noche que fuimos, un público abrumadoramente clasemediero que incluyó a una buena proporción de gays. Acogimos la “sugerencia de una lectora” y cuando salieron los créditos al fin de la película, uno de nosotros se puso de pie e hizo una corta agitación en el sentido de que con los fascistas cristianos ahora la situación es mucho peor que en los tiempos de Anita Bryant y que hacía falta tomarnos las calles ahora también. También agitamos en el sentido de que Obama no se opone a estos teócratas, pero nosotros sí, y que la esperanza está en la revolución. Muchas personas aplaudieron después de la agitación y en unos cinco minutos, entre tres vendimos 40 ejemplares del número 148 del periódico con el reportaje de la lucha contra la Proposición 8 en primera plana y recibimos donaciones de 25 dólares.
Es posible que en tiempos normales muchos de las personas presentes no piensen dos veces en Revolución, y es probable que la mayoría de ellas votaran por Obama, pero nuestra agitación tuvo una muy buen acogida, por ejemplo a nuestra fuerte crítica de la conciliación de Obama, y Revolución se fue a casa con decenas de personas a quienes esta poderosa película abrió la mente, y el corazón, les puso una verdad contundente en las manos y les presentó un reto de unirse con el movimiento revolucionario que pueda llegar a un mundo en que desde hace mucho se haya dejado atrás el patriarcado con todos sus disfraces y nadie padezca persecución, ni siquiera la muerte, solamente por vivir su orientación sexual.
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