Revolución #152, 11 de enero de 2009
Un fin de semana de descubrimiento:
La nueva generación y el simposio “Redescubriendo la Revolución Cultural de China — Arte y política, experiencia presencial, legados de liberación”
Siendo de una de las nuevas generaciones de hoy, nacida mucho después de la muerte de Mao y la derrota y el revés del socialismo en China, no aprendimos casi nada de la Gran Revolución Cultural Proletaria (GRCP) que ocurrió allí desde 1966 hasta 1976. Pero el poco que aprendimos fue el discurso común, lleno de mentiras anticomunistas y tergiversaciones, que esta fue un horror. Recuerdo que para mi clase de historia universal en una prepa pública en los estados centrales del país leímos Cisnes salvajes, las reminiscencias de Jung Chang, que me enteré esta última semana es parte de la ola de “literatura de agravios” que surgió de los intelectuales y la pequeña burguesía de China, después del fin de la Revolución Cultural y la derrota del socialismo; estas historias personales a menudo están llenas de mentiras y tergiversaciones y sacan las cosas de su contexto social. Esto es lo que pasaba por historia en Estados Unidos.
El simposio “Redescubriendo la Revolución Cultural de China — Arte y política, experiencia presencial, legados de liberación” desafió el discurso común, y presentó una conversación increíblemente profunda y apasionante sobre esta historia, y lo que tiene que ver con cuál cambio social y económico es posible y deseable hoy.
Para muchos de nosotros nacidos en la época post-Mao, todo el fin de semana fue una experiencia muy conmovedora que tendrá un impacto duradero. Por primera vez oímos relatos de primera mano de cómo era vivir durante la Revolución Cultural. Dongping Han, el autor de The Unknown Cultural Revolution: Life and Change in a Chinese Village [La Revolución Cultural desconocida: La vida y el cambio en una aldea china], describió las dramáticas transformaciones de la educación, el trabajo y el modo de vivir en su aldea. Habló de cómo los campesinos llegaron a ser participantes activos en la lucha de la Revolución Cultural ocupándose de la teoría y participando en la política. Escuchar estas historias de un pasado no tan remoto fue parecido a tener a un viajero en el tiempo venir del futuro para hablar de una sociedad liberada.
¡Escuchar esta presentación y otras me dio una idea a otro nivel de cuán carente de valor es este sistema! Después de los primeros dos días del simposio yo estaba en el metro donde una persona sin techo contaba la historia de perder su apartamento por un incendio. Hablé con mis amigos que no pueden conseguir trabajo y están luchando por subsistir, llenos de ansiedad por la incertidumbre que viven, y pensé: ¡Esto es horrible! ¡Qué sociedad tan bárbara! No se puede disponer de las necesidades más básicas bajo el capitalismo. Pero fue una de esas sensaciones donde todo a mi alrededor comenzaba a tener una apariencia diferente, porque entendía más profunda mente que no siempre ha sido así y no siempre tiene que ser así. Es una locura que continuamos viviendo así. En la China socialista eliminaron la falta de vivienda, la drogadicción, la prostitución y el crimen.
Además, como evaluaron profundamente los ponentes en el simposio, esta sociedad no falló, sino que fue derrotada. Comprender más profundamente esta realidad me dio un sentido nuevo de lo que significa cuando Bob Avakian habla de cómo queremos el poder estatal y debemos quererlo. Escuchar relatos de primera mano de lo que son solamente sueños y espejismos en esta sociedad, lo que se logró en los hechos en gran escala bajo el socialismo, ¡me dio muchas ganas de querer ver el poder estatal en las manos de las masas populares y una dirección de vanguardia! Los relatos personales además del análisis histórico mostraron que la dictadura del proletariado puede llevar a cabo cambios verdaderos que satisfacen las necesidades del pueblo.
Fue una experiencia rica e inspiradora explorar el arte y la cultura que se plasmaron en ese tiempo y el papel que jugaban en la sociedad. La presentación de Li Onesto dio vida al nuevo análisis del papel del arte y la cultura que Mao presentó y cómo el pueblo lo asumió en la Revolución Cultural ante el reto de “cañonear el cuartel general”, criticar a los seguidores del camino capitalista dentro del partido comunista y luchar por el camino socialista. En ese tiempo en toda la sociedad, los campesinos y otros quienes anteriormente estaban excluidos de la esfera del arte y la cultura, ahora se ocuparon de la pintura y representaron obras revolucionarias culturales. Además, se montaron “las ocho óperas modelo” bajo la dirección de Chiang Ching. Fue increíble conocer cómo estas obras abrieron nuevos caminos y transformaron la cultura en gran escala. En estas óperas incorporaron la música y el estilo de la ópera china tradicional, el ballet y, además, las culturas de las minorías, retratando la vida y la lucha de las masas como nunca antes. Particularmente, se revolucionó el papel de las mujeres. Por primera vez, presentaron a las mujeres como protagonistas, como dirigentes revolucionarias, que desafiaban a sus opresores y transmitían confianza y fuerza. Onesto también señaló que, secundariamente, había problemas durante la GRCP; por ejemplo no había suficiente espacio para los artistas para respirar y experimentar, para hacer exploraciones en direcciones diferentes, incluso crear arte que representa el disentimiento. Disfrutamos muchísimo escuchar de primera mano a la autora Bai Di quien creció en esa época y habló de cómo esa experiencia transformó la manera en que las jóvenes se miraban a sí mismas mientras aspiraban a ser revolucionarias como los personajes de las obras de arte que sabían y querían. Dio mucho gusto ver las representaciones de algunas de estas obras el domingo. Después, la directora comentó que para las actrices jóvenes de hoy, actuar como heroínas fuertes y seguras de sí mismas era algo desconocido.
El domingo fui al recorrido con guía de la exhibición de obras de arte de la revolución china en la Asia Society. Aunque ya había ido a la exhibición dos veces, ahora veía las obras desde una nueva perspectiva. Antes, no entendía que en la obra titulada El patio de recolección del arriendo, una escultura que muestra la vida para los campesinos bajo los terratenientes feudales antes de la revolución, a la fuerza los guardias del terrateniente separan a una joven de su bebé, el que muy probablemente no sobrevivirá sin ella, y resulta que ella misma era el pago al terrateniente. Comprender eso me hizo llorar, ante el horror de la vida para generaciones y lo que la gente estaba luchando por dejar atrás en el proceso de sacrificar tanto para hacer la revolución.
Ni me di cuenta del significado de las pinturas en la primera sala de la exhibición que son grandes óleos, muchos de ellos con representaciones de Mao con las masas en las fábricas y en el campo, pero también representaban literal como metafóricamente la lucha de clases que se desarrollaba en China en ese tiempo, mientras que también jugaban un papel en esa lucha. Particularmente, mi pintura favorita de esta sección, que pasé por alto la primera vez, fue la de Mao nada en el río Yangtzé. Esta es una hermosa pintura de Mao rodeado de jóvenes en la cubierta de un barco, algunos de ellos, entre ellos una joven, con el uniforme de los Guardias Rojos. Miran hacia adelante al futuro con la cara sonriente. Esta pintura capta un punto de viraje histórico de 1966 justo antes la Revolución Cultural, cuando Mao nadó en el río Yangtze, como declaración de que estaba listo a nadar contra elcorriente de los seguidores del camino capitalista que estaban justamente dentro del partido. La pintura representa las aguas picadas del río salpicadas con las masas populares que acompañaban a Mao, ¡quienes saltaron al agua con banderas rojas!
La joven guardia roja está de pie en una pose algo exagerada que refleja una fuerza y exuberancia que parecen saltar del lienzo. Aprendimos el sábado durante la presentación de Aly Rose que esta pose empezó a aparecer en muchos de los trabajos artísticos, influida por el estilo de las óperas modelo. Ella describió a lo largo de su presentación que mientras se difundían estas obras por todo el país, tuvieron una gran influencia en la vida y la mente del pueblo. Hizo una analogía a una referencia cultural familiar de esta sociedad para captar el impacto de tales obras culturales: “Cuando respiras Mama Mía, vives Mama Mía, duermes Mama Mía, pues te conviertes en Mama Mía”.
Cuando el fin de semana llegó a su fin, de nuevo me encontré en el metro mirando el mundo a mi alrededor, esta vez con las canciones de una de las obras modelo, El destacamento rojo de mujeres, flotando en la mente. La música de este ballet revolucionario es tan bella y me alegró tenerla grabada en la mente. Pero miré a mi alrededor y me detuve en seco mientras vi toda la publicidad en el metro y lo que pintaba, la manera en que se expresan las aspiraciones de la gente en el mayor individualismo y las relaciones de mercancías, y sobre todo la utilización de las mujeres como objetos sexuales con expresiones apagadas y vacías en la cara. Justo encima del mapa del metro vi el anuncio de Mama Mía con el vestido de novia. Me gustan los musicales y probablemente me gustaría ver Mama Mía, pero yo estaba pensando en otro nivel y vi el fuerte contraste del papel de la mujer en la sociedad y la manera en que inculcan en la gente un punto de vista e ideología.
Vivir este simposio abrió nuevas vistas de imaginar un mundo radicalmente diferente. Empecé a pensar, sobre los hombros de las revoluciones previas y de los avances basados en la nueva síntesis de Bob Avakian, cómo podríamos volver a revolucionar toda la sociedad bajo la dictadura del proletariado. En China enviaron a los estudiantes al campo para retratar la vida de los campesinos en sus obras artísticas, y eso fue muy bueno. Pero ¿y qué tal si enviáramos a los estudiantes a la esfera de la filosofía para crear obras de arte que retratan lo que la gente está explorando y cómo la lucha política se expresa en esa esfera? O ¿qué tal si las masas básicas entraran de diferentes formas a la esfera de la ciencia y crearan obras de arte que exploran las cuestiones acerca de esa esfera? ¿Cómo habrá aún más creatividad e iniciativa que van en muchas direcciones y no están directamente vinculadas a la lucha política o al estado, pero al mismo tiempo se mueve todo de un sentido general en la dirección de un mundo emancipado?
Comencé a forcejear con otras cuestiones más profundamente. La presentación de Raymond Lotta durante el panel sobre el impacto internacional de la Revolución Cultural tuvo una sección importante que exploró las deficiencias de la revolución, en particular en la manera de tratar y ver a los intelectuales y trató el problema de la “verdad de clase”, que supone que si uno fuera del campesinado o de la clase obrera, tendría más de la verdad, o que había una verdad para la burguesía y otra para el proletariado. Quiero entender más profundamente cómo estos problemas surgieron y cuáles factores subjetivos y objetivos incidieron. Fue tan bueno lo que lograron en la China socialista, pero todavía había deficiencias de las cuales aprender a fin de hacerlo mejor la próxima vez.
Este simposio reunió a cientos de personas de muchas perspectivas diferentes para redescubrir y descubrir por primera vez la Gran Revolución Cultural Proletaria.Muchos de nosotros de la nueva generación quienes descubrimos esta revolución por primera vez, hemos estado hablando de cómo se debe difundirlo por todas partes. Los estudiantes y los jóvenes tienen que entrar con esta historia, saber lo que se ha hecho y debatir sobre lo que significa para el cambio en el mundo. Nosotros que vemos la necesidad para la revolución tenemos que ir adelante en su difusión como parte de construir un movimiento revolucionario hoy.
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