Revolución en línea, 21 de enero de 2009


En la víspera de la toma de posesión de Obama: A la calle de Washington, D.C. con Revolución

Recibimos esta carta de un equipo de distribuidores de Revolución desde Washington, D.C.

11 de enero de 2009. Este fin de semana salimos a la calle con el periódico Revolución, justo en medio de los preparativos para cuatro días de celebración y fiesta sin parar para la toma de posesión de Barack Obama.

Unos fueron a la protesta frente a la Casa Blanca contra la matanza en Gaza, donde había unos 10,000 manifestantes, pero los principales medios de comunicación, incluso aquí en Washington, básicamente la pasaron por alto. Otros fuimos al barrio cerca de la Universidad Howard, que unas personas describieron como "la central de Obama". Es una zona de muchos jóvenes, estudiantes y profesionistas de todas las edades y varias nacionalidades, pero también barrios pobres muy establecidos. Carl Dix iba a dirigir una discusión al día siguiente, el domingo, sobre "Barack Obama: ¿El cambio que necesitamos o una nueva cara para el imperio podrido de siempre?", en un café muy conocido llamado "Busboys and Poets" [ayudantes al camarero y poetas]. Queríamos distribuir el periódico Revolución y anunciar la discusión. Lanzamos un reto a la gente de que ahora, y en particular ante la matanza en Gaza con aval del gobierno de Estados Unidos, hay que tomar la postura de "¡Dejar de pensar como estadounidense y empezar a pensar en la humanidad!"

Ya habíamos entablado conversaciones en la calle y en los negocios de la calle U, cuando una persona nos dijo que acababa de ver a Obama a poca distancia, almorzando en el famoso restaurante "Chili Bowl". Tres de nosotros fuimos ahí, llegando justo cuando Obama acababa de salir, y encontramos una muchedumbre dentro del restaurante y colmando la calle afuera. Interrumpimos las conversaciones febriles con el megáfono: "¡Oye, pueblo! ¡No tomen la Obamalada! ¡Dejen de pensar como estadounidenses y empiecen a pensar en la humanidad! Claro que están muy emocionados porque vieron a Obama. Es muy significativo que este sistema colocara a un hombre negro como su líder. ¡Pero todavía es Estados Unidos! Todavía se está masacrando a gente en Gaza para los intereses de este imperio. ¡Obama les promete que pueden participar en matanzas similares! Este sistema significa una explotación brutal de pueblos por todo el mundo y la opresión del pueblo negro aquí. Hace tiempo los soldados búfalo mataron a los indígenas nativoamericanos en beneficio de este imperio. Ahora Obama les está ofreciendo la misma oportunidad. ¡Hay que liberar a la humanidad de todo eso mediante la revolución!"

Eso suscitó un gran debate afuera (pues adentro la música metía mucho ruido y no nos podían oír). Al principio varias personas nos dijeron "Cállense" y un tipo nos dijo: "¡Váyanse a Adams Morgan con eso!"; Adams Morgan es una zona más acomodada y más blanca que el resto de Washington (nuestro equipo de tres personas tenía a dos blancos). Otras personas querían saber por qué pensábamos que no deben tener esperanza. Unas que estaban enfrente dejaron de gritarnos para escuchar, y tomaron el volante que anunciaba la discusión del día siguiente.

Luego entramos al restaurante, les dimos a todos el volante para el evento con Carl Dix y nos enfrascamos en muchas conversaciones intensas. La mayoría todavía no estaba de acuerdo con nosotros, ¡y eso fue claro! Pero unos empezaban a interesarse y unos cuantos compraron el periódico Revolución. Un hombre nos dijo que estaba de acuerdo con lo que decíamos sobre Estados Unidos, pero pensaba que tal vez Obama podría cambiar eso o inspirar a los jóvenes a cambiarlo. Lo discutimos y al final el hombre compró el número actual de Revolución y también el #144 sobre "La opresión del pueblo negro, los crímenes de este sistema y la revolución que necesitamos". Varias personas estaban de acuerdo en que se necesita una revolución. Una persona nos dijo afuera: "Estoy con ustedes 100%" y compró el periódico; pero pensaba que tenía que decirlo en voz baja. La Obamanía, el deseo de que esta elección y la toma de posesión de un presidente negro signifiquen algo que jamás significarán, es muy fuerte aquí. Sin embargo, al mismo tiempo mucha gente quiere un cambio verdadero y quiere saber cómo hacerlo.

Domingo, unas 30 personas se reunieron en el café Busboys and Poets para discutir todo eso. Fueron ex-combatientes de Vietnam, estudiantes universitarios y recién graduados, activistas de larga trayectoria con el movimiento de liberación negra, y una pequeña cantidad de lectores y distribuidores de Revolución de los barrios de Washington, D.C. Antes del evento con Carl Dix y después de una presentación de un libro en un café, algunos veteranos y opositores de la guerra de Irak, incluso algunos que han participado en el evento que comenzó durante el día en el Círculo Dupont "100 días de testificar en contra de la tortura", se quedaron para la discusión.

Carl explicó el apoyo del imperio estadounidense a la actual masacre de Gaza y que esta es la que Obama va a dirigir, la que Obama apoya y para la cual está reclutando a la gente. Carl habló de cómo rehusó ir a Vietnam, y que tenemos que apoyar a aquellas tropas que actualmente resistan y rehusen ser parte de las guerras por imperio. Carl trazó la historia del pueblo negro de este país y por qué los negros responden con profunda emoción a un presidente negro, y contó sus propias experiencias de ver los baños segregados para "blancos" y "negros" de la fábrica en que trabajaba, y de haber crecido en un tiempo cuando las tiendas no permitían que una persona negra probara la ropa porque ningún blanco iba a querer poner ropa que había tocada la piel de un negro. Llegó a la historia de Oscar Grant, recién asesinado en una estación de BART de Oakland, California: un agente lo baleó en la espalda cuando los demás policías ya lo tenían en el piso; el incidente entero se captó en cámaras celulares y ahora millones de personas lo han visto en el internet. Carl explicó por qué poner todas las esperanzas en Obama es una ilusión mortal que desarmará políticamente a la gente y la alistará, política y literalmente, en guerras y matanzas en pro del imperio estadounidense.

La discusión transcurrió con rapidez y profundidad, y nos trasladamos a un restaurante salvadoreño cercano para continuarla por varias horas más. La mayoría de la gente sentía gran frustración y disgusto por la parálisis política y el enfoque de "esperemos para ver qué pasa" propagado por gran parte de los movimientos de oposición política establecidos. Todos —sean los ex soldados que rehusaron pelear en Irak, o los activistas de la lucha de liberación negra, o los jóvenes estudiantes— tenían un interrogante grande: aun sabiendo que Obama es una nueva cara para el imperio de siempre, ¿no habrá algo positivo que se pueda aprovechar con toda la esperanza que la gente está poniendo en él? Unas personas pensaban que los revolucionarios y la gente progresista deben aprovechar la esperanza que la gente tiene ahora para organizar contra el centro de detención de Guantánamo, la tortura, la invasión a Gaza, o las proposiciones contra el matrimonio gay como la proposición 8, y pensaban que ahora el organizar comunidades les ganaría respeto de nuevo. Unas plantearon que no es correcto decirle a la gente que Obama no es "su" candidato porque la "esperanza", aunque sea falsa, le ayuda a la gente soportar la vida. Se debatió si es correcto o no retar a la gente a "dejar de pensar como estadounidense y empezar a pensar en la humanidad", cuando los negros y los inmigrantes piensan que tal vez por primera vez se los están viendo como seres humanos en este país. Otros dijeron que debemos dejar al lado estas "grandes ideas", como organizar para la revolución como la solución, e insistir que Obama haga lo necesario en torno a objetivos específicos como el hambre, la vivienda y la falta de trabajo.

Se levantó y se bregó con la posibilidad de que hayan importantes diferencias de política entre Obama y Hillary Clinton reflejadas en el hecho de que la clase dominante le designó a él para ser el candidato. Propusimos que fue más bien una cuestión de que su cara nueva podría atraer a sectores profundamente alienados de la población a seguir la misma agenda fundamental de imperio. Cuando unos jóvenes nuevos en la resistencia política preguntaron por qué Estados Unidos tiene tanto invertido en el gobierno de Israel, Carl Dix señaló que Israel solo existe porque le conviene a los intereses del imperialismo estadounidense en el Medio Oriente.

Una activista negra de larga trayectoria, quien describió a sí misma como "comunista y cristiana", le agradeció a Carl y al PCR por haber planteado el reto y entablado este debate tan necesario. Ella había participado en los grandes eventos de Nueva York y Baltimore que debatieron si Obama es bueno o malo para el pueblo negro [[link to Glen Ford article]] Preguntó cómo "la izquierda" que no está incapacitada y desarmada políticamente ante la Obamanía puede esclarecer lo que está pasando. Dijo que sus amigos "obamanistas" del movimiento contra la pena de muerte no tienen respuesta cuando ella les dice que Obama apoya la pena de muerte; tampoco tienen respuesta sus amigos "obamanistas" del movimiento contra la guerra cuando les dice que Obama aumentará la cantidad de soldados en Afganistán y apoyará incondicionalmente al gobierno de Israel.

Carl Dix nos cantó una línea de la canción "Superstition" de Stevie Wonder y, junto con otros, argumentó que la "esperanza" es importante SI se basa en la realidad y ¡no en la superstición y cosas que no son reales! Le da una esperanza real saber que el mundo no tiene que ser como es, que hay una solución revolucionaria que puede responder a las necesidades básicas de todos y que requiere la participación de las masas en liberar a sí mismas y a toda la humanidad, y que el obstáculo es este sistema imperialista. Exhortó a todos a luchar resuelta y seriamente para los cambios que son necesarios, en el nivel que les parezca necesario. Si no quieres esas guerras de brutalidad, si quieres poner fin a esos asesinatos policiales, o a la tortura, haz todo lo que puedes para oponerse resistencia y luchar contra ellos... pero al mismo tiempo, necesitamos mucha más discusión y debate sobre las causas de todo esto y cómo llegar a la raíz. Habló de diseminar lo que el periódico Revolución pone al descubierto y la verdad, y de esa manera forjar un movimiento revolucionario que puede estar en condiciones de luchar por ese cambio fundamental cuando el momento correcto se presenta.

La gente salió del restaurante retada, bregando con cómo "intervenir" políticamente en la embriaguez política —y en el sentido literal— que habrá aquí durante la semana que viene. El mundo entero estará mirando Washington, D.C., y ¡necesita saber que un sector de la población no está tomando la Obamalada! Se necesitan muchos voluntarios y participantes más. ¡Contáctanos en: spreadrevolution@gmail.com!

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