Revolución #161, 12 de abril de 2009


Tribunal del Pueblo desenmascara el asesinato a sangre fría de Oscar Grant y la epidemia de brutalidad policial: “¡Todo el maldito sistema es culpable!”

“Nosotros estamos aquí para probar que Oscar fue asesinado a sangre fría por el agente [Mehserle], la noche del Año Nuevo en la estación Fruitvale del BART. Estamos pidiendo que todos por favor ayuden a encerrar al agente por asesinar a Oscar, por destruir la mente y alma de amigos, de hombres jóvenes que nunca serán lo mismo, que vieron a mejor amigo ejecutado a sangre fría mientras observaban impotentes y sin poder ayudarlos”.

—El Tribunal abrió con una declaración de
Zeporia Smith, tía de Oscar Grant y madre de su mejor amigo.

“Si un policía, especialmente un agente, puede salir libre con [un asesinato] en video todos estamos en problemas, cada uno de nosotros lo está. Con ello nos están diciendo que cualquier policía puede salir libre con un asesinato aun cuando lo comete en video…”

—Rosemary Hernández, madre de su compañera Sophina
y abuela de su hija Tatiana, sobre el Tribunal en KPFA (http://flashpoints.net/index.html#2009-03-19)

“Esta historia debería indignarte. La situación debería conmoverte. Este mensaje debería sacudir tu corazón. Yo te desafío a examinar qué rol puedes jugar de levantarte contra la injusticia”.

—Lita Gómez, hermana de su compañera Sophina.

 

El domingo 22 de marzo, el Club Revolución del Área de San Francisco y Libros Revolución sostuvieron un poderoso Tribunal del Pueblo sobre el asesinato de Oscar Grant y la epidemia nacional de brutalidad y asesinato policiales. El tribunal tuvo lugar en la escuela Calvin Simmons en el este de Oakland, a unas cuadras de la estación Fruitvale del BART, donde Oscar fue asesinado en la mañana del 1º de enero de 2009.

La audiencia de más de 100 personas incluyó a familiares y amigos de Oscar y de otras víctimas del asesinato policial, gente activa en la lucha por justicia para Oscar, y otros. El Tribunal presentó una acusación, análisis de las secuencias filmadas del video del asesinato de Oscar y testimonios o declaraciones de 15 testigos: de siete familias a cuyos seres queridos los ha asesinado la policía, así como expertos sobre la brutalidad y asesinatos policiales.

Cada uno de los testimonios fue doloroso e impactante y durante la tarde se presentó un panorama endurecedor y contundente de toda la epidemia. Abajo están declaraciones, resúmenes y testimonios del Tribunal.

Equipo de Revolución del Área de San Francisco — comentarios iniciales

“En contraste con las mentiras y la desinformación regadas por el BART, la policía y muchos medios, vamos a demostrar hoy que el asesinato de Oscar no fue un error o accidente, fue un asesinato a sangre fría.

“Este asesinato no fue un hecho aislado de un policía canalla; fue la culminación de una orgía de brutalidad de una pandilla de la policía contra un grupo de jóvenes negros que abarcaba perfiles raciales, insultos racistas, amenazas con pistolas eléctricas, agresiones y detenciones ilegales.

“Vamos a demostrar que lo sucedido en la noche del 1º de enero es parte de un patrón mucho más amplio de brutalidad y asesinato policiales y la criminalización de una generación —de la juventud afroamericana en particular— que se está dando a una escala muy epidémica —de la que nunca se habla.

“Vamos a demostrar que el sistema —las instituciones de gobierno de esta sociedad— apoyan la violencia policial — mientras que vilipendian y atacan a los que han luchado con razón por justicia.

“Demostraremos que todo eso señala la fría verdad de que brutalizar, aterrorizar y sí, asesinar a los oprimidos —sobre todo a la gente negra y latina— es lo que se supone que la policía debiera hacer — y que no “protege y sirve” sino que mantiene al pueblo sometido.

“Discutiremos cómo el sistema origina todo esto —el sistema de explotación capitalista— un sistema de avaricia organizada apuntalada por todo el mundo por armas de destrucción masiva y en el país por la violencia policial.

“Y finalmente hablaremos de lo que se puede hacer —por qué la situación no tiene que ser así— y cómo podemos ir adelante — juntos…”

Lita Gómez, hermana de su compañera Sophina, de una carta que envió a funcionarios de Oakland y Hayward

“Piensen en lo que pensaba Oscar cuando lo golpearon y tiraron al piso… ¿se sintió sofocado en su propia sangre?... Yo me pregunto si Oscar creyó el mensaje que le daban Pirone y Mehserle? ‘No eres nada. Eres basura y no tienes vida: no te mereces sobrevivir’”.

Zeporia Smith, su tía y madre de su mejor amigo

“Mi hijo ha experimentado un acto tan violento por la ejecución policial de su mejor amigo a sangre fría…

“Somos seres humanos. No queremos que nos traten así. Hay que hacer algo acerca de esta brutalidad policial. Temo por mi hijo, temo por mis sobrinos que estaban en el andén esa noche, temo por mis sobrinos que están entre los 7 y 11 años de edad…

“Nuestros niños fueron criados en el área de Hayward y soportaron mucha brutalidad de la policía, que acusa a nuestros muchachos, los lleva a la cárcel, les siembra falsas pruebas. Los fiscales del distrito amenazan a nuestros hijos. Nuestros muchachos no tienen una posibilidad real de llevar una vida normal de hombre joven, para disfrutar la vida, criar hijos, trabajar”.

Rashidah Grinage, cuyo esposo Rafael e hijo Luke fueron asesinados en su casa por la policía de Oakland

“Afuera un reportero me preguntó cuando llegué por qué teníamos un Tribunal en un país como este. Por lo común pensaríamos en un tribunal en los países represivos del tercer mundo. ¿Por qué necesitaríamos un tribunal aquí? Y le dije que las víctimas entre nosotros de los disparos de la policía no tienen más derechos que las personas de esos países…

“Es difícil que la justicia se dé y es un secreto para la abrumadora mayoría de estadounidenses que creen lo que el reportero, de que aquí es diferente. Que esta es una democracia, no es una dictadura, este no es un país del tercer mundo. Yo también creí esto hasta el 15 de diciembre de 1993 cuando en 20 minutos perdí a un tercio de mi familia”.

Lou Brown, Club Revolución del Área de San Francisco

“David, un miembro del Club Revolución, no ha cometido ningún crimen. Pero lo han acusado de dos delitos graves como resultado de la justa rebelión del pueblo el 7 de enero contra el asesinato policial de Oscar Grant. David es el único menor con esos cargos graves. Dos adultos también fueron acusados de delitos graves.

“Este caso es muy importante porque va contra alguien que ha tomado una posición firme contra la violencia policial sobre el pueblo… Esas mismas autoridades y el sistema que constantemente realizan esos violentos desmanes contra los oprimidos están singularizando selectivamente a alguien que trajo un conocimiento claro de la causa de esos desmanes a los que participaron en la justa rebelión —el propio sistema y la forma en que se impone su naturaleza opresiva a través de la brutalidad y el asesinato— y el hecho de que la solución estriba en construir un movimiento revolucionario con la meta final de barrer completamente este monstruoso sistema.

“Llamamos a todos los presentes a ser parte de contrarrestar este ataque y darle la vuelta… Que vengan a la próxima audiencia el 10 de abril. ¡Basta ya!”

Tryon Woods, profesor de Criminología de la Universidad Estatal de Sonoma

“Primero, el perfil racial invierte o revierte el verdadero proceso de mantener el orden. Y si uno lo piensa acerca, qué se supone que es eso de mantener el orden, si hay un crimen, un accidente o un problema la policía responde para resolverlo o dar alguna clase de justicia. Pero lo que hace el perfil racial es poner todo eso al revés. Así que primero encuentran a un sospechoso, luego tratan de encontrar un crimen que le encaje a ese sospechoso. Eso es lo primero que hay que reconocer, que se da un proceso de inversión que es completamente inapropiado y no ético.

“Ahora el contexto histórico para eso naturalmente nos lleva a la esclavitud y quiero decir algunas palabras acerca de eso porque en la esclavitud empezamos a ver el comienzo de la policía moderna tomar forma como lo vemos en la actualidad. Con la esclavitud, vemos los patrullajes de esclavos, una fuerza policial que en esencia patrullaba el sur de Estados Unidos durante la esclavitud para hacer cumplir los términos de la sociedad esclavista. Ahora lo que esto significa es que los patrullajes no tenían que arrestar a los que violaban la ley, es decir, los esclavos que resistieron las leyes esclavistas, pues nada más le caerían a una plantación y abordarían o arrestarían a una persona negra, sea liberta o no, le golpearían, la colgarían de un árbol, la torturarían, harían lo que pudieran, tal vez devolverla a la plantación, tal vez no, pero en esencia no había ocurrido ninguna falta ni violación. Esto era sencillamente violencia gratuita, que significa violencia de por sí y para sí. El término común para esto es, naturalmente, terrorismo. Así que es importante entender que esta fuerza vigilante empezó a imponer ‘la negritud’, a imponer la identidad racial, como la única trasgresión.

“Y después de la esclavitud, por supuesto, sabemos acerca del linchamiento. La era del linchamiento amplió este proceso en una forma completamente nueva. Durante la era de linchamientos vemos la verdadera fuerza pública en que el FBI y la fuerza del orden local trabajan juntas con gente blanca de todas las clases sociales para vigilar a la gente negra y de nuevo lo que pasa es, respecto a los perfiles raciales, que no ocurre ninguna violación de la ley, eso es simplemente imponer la identidad, debido a quiénes son y cómo están ellos racializados en la sociedad”.

Karen Saari, autora e investigadora en jefe del Proyecto Vidas Robadas

Karen Saari dijo que al menos mil personas mueren cada año en manos de la fuerza pública. Además, es posible que eso solamente abarque el 60% del total por la carencia de documentación en muchas áreas rurales del país y en cárceles. Su investigación también muestra que si bien en cifras el mayor número de asesinatos es de hombres jóvenes pobres de color, todos están en peligro — todas las nacionalidades, mujeres como también hombres, mayores y jóvenes y aquellos con riqueza y relativos privilegios han sido victimas del asesinato policial.

Danny García, cuyo hermano fue golpeado, rociado con spray pimienta, torturado y asesinado por 14 policías de San Francisco después de que fue atracado y pedía ayuda

“Leer sus derechos es atarte de pies y manos y lanzarte en la parte trasera del camión de la policía para morir. Es golpearte hasta morir.

“Eso es lo que le hicieron a mi hermano Mark. Fue torturado, golpeado una y otra vez.

“Solo estaba pidiendo ayuda después de ser atracado pero en vez de ayudarlo la policía se le acercó en forma de ataque.

“Para ellos él no era nada. Para nosotros y su familia y amigos y socios él era todo de lo que podíamos estar felices y orgullosos.

“Él fue dejado sin asistencia en la parte trasera de un camión de los policías hasta que se aseguraron de que estuviera muerto. Por eso es que les tomó a ellos más de 20 a 30 minutos para llevarlo al Hospital General de San Francisco. Un trayecto que solo toma tres minutos si se detiene en cada semáforo o alto.

“En realidad, el teniente Suhr, que supervisó el brutal asesinato de Mark, no solamente AÚN está en la fuerza sino que es el candidato con mayores posibilidades para ser jefe de la Policía de San Francisco.

“Y si uno piensa que como tenemos a un presidente negro todo va a cambiar — Que despierten todos:

“¿Cambió esto cuando tuvimos al primer policía negro?
“¿Cambió esto cuando tuvimos al primer fiscal del distrito negro?
“¿Cambió esto cuando tuvimos al primer juez negro?
“En realidad el sistema entero no cambió.
Aún tenemos asesinatos a sangre fría y encubrimientos empapados de sangre”.

Clyde Young, Partido Comunista Revolucionario

“Pero ¿qué clase de situación es esta? ¿Esta gente que dice que sirve y protege al pueblo? ¿Es esta la manera en que sirve y protege al pueblo disparándole como hicieron con Tyisha Miller?

“La situación no tiene que ser así. Y bajo un sistema, bajo una sociedad socialista, por la cual lucharíamos para hacer realidad, esta clase de cosas no debería pasar. No solamente eso, sino en una situación similar, los agentes de la policía del pueblo estarían dispuestos a arriesgar la propia vida mucho en lugar de cometer esos crímenes que cometieron contra Tyisha Millar.

“Lo que eso demuestra es que es necesario sacar a este sistema de las páginas de la historia y es necesario hacer realidad una sociedad completamente nueva, donde las personas puedan florecer, donde no tienen que temer que sus hijos lleguen a ser muy altos y fornidos. Que no tienen el temor de que sus hijos salgan afuera de noche para comprar comida y luego enterarse de que fue baleado seis veces en la espalda de camino a casa. No necesitamos esa clase de mundo y de hecho no siempre tenemos que tener esta clase de mundo. Necesitamos una revolución para librarnos de esa clase de sociedad. Pero ahora mismo, lo que necesitamos es un movimiento revolucionario con el periódico Revolución en su centro y necesitamos elevar la conciencia política y organizar al pueblo. Y sí, necesitamos resistencia y resistir lo que ellos hacen cuando vienen a estas comunidades donde estos jóvenes tienen una sentencia de muerte encima y les disparan sin razón. Esto tiene que ser parte del movimiento para hacer una revolución”.

 

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