Revolución #164, 17 de mayo de 2009
Editorial
Los memos sobre la tortura
La cobertura en este número de Revolución de “los memos sobre la tortura” de los abogados del régimen de Bush es de especial significado para las y los lectoras/es. Estos memos que se publicaron el mes pasado, legalizaron la tortura de miles por los Estados Unidos en la estela del 11/9. Y mientras Obama ha prometido que los Estados Unidos no continuará la tortura, enfáticamente se ha opuesto a más investigación legal y cualquier interposición judicial de aquellos que desarrollaron y llevaron a cabo estos crímenes. Y Obama ha planteado que los torturadores no serán llevados a la corte penal.
En respuesta, deberían continuar los esfuerzos para llevar la verdad al pueblo sobre estos criminales y los métodos brutales que legalizaron y patrocinaron. La mayoría de las personas no tiene idea del alcance y el significado de estos crímenes; ellas deben ser informadas. Aquellos que “no quieren saber”, deben ser desafiados. Todo esto debe servir para construir la lucha política de masas para exigir que estos criminales del más alto orden (y en los más altos niveles de la sociedad) sean juzgados y castigados por sus actos criminales.
Hacer menos es inaceptable. Barack Obama ha dicho que este es un tiempo para “la reflexión, no para la retribución”. NO, este no es un tiempo para la reflexión, ni para poner esa era de tortura de Bush “detrás de nosotros” con el objeto de “unificar el pueblo norteamericano” y “reparar la imagen de Estados Unidos ante el mundo”. Este es un tiempo para dar a conocer a millones la realidad horrorizante sobre la tortura de los prisioneros en Guantánamo, y en las prisiones dirigidas y patrocinadas por Estados Unidos alrededor del mundo. Y, de nuevo, este es un tiempo para organizar y expandir la resistencia y exigir que sean juzgados estos criminales y que se haga justicia.
La clave para esto es distribuir el periódico Revolución ampliamente y en todas partes: poner este periódico (y su edición en línea) en las manos de miles. Lea detenidamente estos artículos, discútalos en grupos pequeños o grandes. Y sí, lance retos a la gente y lleve una lucha fuerte con aquellos que han estado silenciosos o indiferentes para que no nos den la espalda cuando sean confrontados con la horrible realidad de la cual su gobierno es responsable.
Como señala el principal artículo de este número: “Que quede claro: la tortura es literalmente y en esencia un crimen de lesa humanidad. Al igual que la violación, de manera sistemática se pretende degradar por medio de la violencia a las personas y quitarles la propia humanidad. Cualquier gobierno que desde sus puestos más altos no sólo tolere cosas así sino que las justifique y diga que sean ‘instrumentos de la política’... cualquier gobierno que, una vez que esto se hubiera denunciado, no procese a los autores sino al contrario les dé una inmunidad por adelantado... pone de manifiesto que es un gobierno que para funcionar, necesita tales crímenes y tales criminales. Cualquier pueblo que no resista tales crímenes y no exija acción judicial contra los torturadores y aún más contra aquellos del más alto rango que formularan la política, pone de manifiesto que está en complicidad con esos crímenes. Y al dejar pasivamente que se degrade y ataque la humanidad de los demás, pierde la suya”.
Desde la perspectiva de construir un movimiento revolucionario que apunta a alcanzar un mundo donde ningún ser humano someterá a otro a estas brutalidades, para torturar o cualquier otra represión violenta, hay una importancia urgente para actuar ahora. Hay un momento para aprovechar, para trazar una fuerte línea divisoria, desenmascarando y aislando a aquellos que representan un mundo de opresión, explotación respaldado por legiones de asesinos y torturadores que imponen todas esas relaciones. Tal desenmascaramiento llenará a la gente de una urgencia indomable de protestar, para exigir el juzgamiento y castigo de los torturadores y de los que les dieron a éstos sus órdenes.
A la luz de esto, las acciones convocadas para el 28 de mayo por El Mundo No Puede Esperar tomarán gran relevancia. (Vea el recuadro de la página 2.) Todos aquellos que están indignados, quienes no se pueden sentarse de brazos cruzados mientras su gobierno permite que esos criminales y asesinos salgan libres en la impunidad, deberían estar preparándose y construyendo para estas manifestaciones dondequiera que se den.
Hay lucha intestina sobre estos memos en las filas de la clase dominante sobre cómo reparar la imagen del imperialismo de Estados Unidos, forjar unidad con la lealtad de las personas que odiaron a Bush y hacer eso al mismo tiempo que persiguen los mismos objetivos que Bush representó. Desde la perspectiva de construir un movimiento revolucionario, estas fisuras en la clase dominante podrían crear verdaderas aberturas para que la furia y la resistencia de las masas abran paso. Esto es por lo que nosotros debemos trabajar, desde la perspectiva estratégica de acelerar el desarrollo de una situación revolucionaria, moldear tanto como sea posible los términos políticos de la situación y reunir las fuerzas revolucionarias, aun cuando estemos esperando en tensión y preparándonos para más rupturas y crisis en la situación en general que la propia dinámica de este sistema generará.
Como concluye el artículo “Los memos sobre la tortura… y la necesidad de tener justicia”, “Si la gente EFECTIVAMENTE resiste, si EFECTIVAMENTE exige que se procese a los criminales y si libra una lucha política seria para hacer que ocurra eso, puede constituir el comienzo de una lucha que, entre otras cosas, puede conducir a los primeros pasos y a la posibilidad de la verdadera justicia, y no a una dizque redención y/o ‘reconciliación’ falsa que supuestamente nos hacen sentir bien al estilo de ‘olvidemos lo que pasó y seguimos adelante’ pero que en última instancia sólo posibilitan aún más y aún peores crímenes en la empresa criminal sangrienta conocida como Estados Unidos”.
Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.